Partida Rol por web

Mira a Atrius al entrar  salón 

-Salud Atrius Levanta la copa hacia el -Imagino que estas en conocimiento de que han tratado de atentar contra la vida de Bruto la Diosa nos ha sonreído  al evitar que muriese nuestro amigo...  Da un trago a la copa mirándolo esperando su respuesta

-Quizás  sepa algo mas que nosotros sobre Bruto... Debo hablar con el

-Ah, Atrius, me alegro volver a verte. Estamos intentando comprender lo sucedido pues no imaginamos ni quien ni por qué querría hacer algo así.

Vuelve a tomar un poco de vino algo preocupado

-¿Como habrá sido posible que ese asesino entrara en la villa?

Mostrando una media sonrisa, dadas las circunstancias puede considerarse como un gesto de hospitalidad más que de estado de ánimo- Propicios te sean los Dioses Atrius -haciéndole un gesto para que tome asiento y se ponga cómodo- me temo que estamos todos profundamente consternados y quizás mis acompañantes  hayan descuidado las formas, por favor, ponte cómodo y come y bebe cuanto gustes.- espera a que el interpelado se ponga cómodo-bien, como bien dicen, alabados sean los Dioses, mi marido ha sobrevivido pero no sabemos ni dónde está ni cómo perpetraron esta ignominia que casi culmina con éxito.- Invitándole a hablar con la mirada- ¿quizás Atrius puedas arrojar un poco de luz sobre este asunto?

Con la llegada de Atrius, la expectación se hizo palpable. Si alguien podía aportar alguna noticia fiable ese era el consejero de Bruto. Drusilla espero a que se acomodara para servirle una copa de vino, mientras lo hacía le miró directamente a la cara buscando cualquier atisbo de información, ya fuera buena o mala.

Al darse cuenta del descaro que estaba demostrando, la joven se sonrojó visiblemente, bajando rápidamente la cabeza con el temor reflejado en su rostro a que pudieran llamarle la atención. Tengo que hablar con Atrius y saber qué está pasando. Él es de quien más se fia Bruto, pero... ¿cómo voy a conseguirlo? ¿cómo va a prestar atención a una esclava?

Atrius dedicó una sonrisa de agradecimiento a Drusilla cuando le sirvió, era un hombre extremadamente protocolario, al menos en público.

- Por supuesto que estoy al corriente - aseguró a Tiberio - desde el mismisimo momento en que ocurrió. Dicen, no en vano, que soy un hombre cercano a Bruto.

Sonrisa a Glabro

- Eso es algo que también a mi me intriga, uno de mis hombres llegaré en breve y se ocupará de investigarlo. Es muy competente, ya lo vereis... 

Miró serio a Atia

- Me temo, mi señora - respetuoso - que lo mejor es no arrojar demasiada luz hasta que el asunto no se haya aclarado.

Tiberio asintió  con cara de alivio a  la respuesta de Atrius mientras bebía vino

-No pongo en duda las habilidades de tu hombre... aun así  puedes contar algunos de miembros de mi modesto ejercito, para la seguridad extra de tu hombre... no queremos que esas... Ratas inmundas... que han atentado contra nosotros... le pongan en peligro  Habla con pasión casi  como si discutiera en el senado

-Drusilla mas vino tengo la boca algo seca...

No puede evitar sonreír durante unos instantes al escuchar las palabras de Tiberio, sabía bien el por qué del interés de querer traer a su propia guardia a la villa.

-Lo cierto Atrius es que Atia ha expresado su preocupación por que alguien de baja cuna, algún plebeyo, puede que incluso alguien del servicio, baja la voz un poco para decir esto ultimo, pueda estar implicado en el asunto.

- Oh, no os preocupeis Tiberio, no se atreverán a regresar tan pronto. Por cierto, ya que os encuentro aquí, ¿podríamos vernos esta noche en mi casa? Me interesaria cerrar los negocios pendientes cuanto antes.

Mira a Atia tras el comentario de Glabro

- Pues no es una hipotesis descabellada, estudiaremos al servicio - asiente

Arrugó el gesto aposta ante la contestación  de Atrius, no entendía muy bien lo que había querido decir, precisamente lo que ella le pedía a Atrius era que lo aclarase, o al menos que aclarase hasta donde él sabía... pero a Atia le daba la sensación de que Atrius no se mostraba muy predispuesto a colaborar y no pudo evitar sentirse desconcertada cuando Atrius nombró los negocios... que ella supiese, Atrius y Tiberio no tenían negocios en común. Ni sabía que tuvieran tanta relación, así que se dedicó a cruzarse de brazos y esperar acontecimientos.

Observa durante unos instantes a todos.

-Seria una desgracia que alguien que trabaja en esta casa nos traicionara de esa manera.

Deja la copa medio vacía en la mesa, ahora tiene un porte más serio ocasionado por la llegada de Atrius.

-Pero si pensáis que es posible que así sea yo podría ocuparme de ello, no conozco tan bien como Atia a todo el servicio pero no debemos exponerla a un posible ataque, quizás vayan por ella ahora que Bruto no está. Además os dejara a ambos más tiempo para tratar ese asunto que mencionáis.

Enfurecida - ¡ No se atreverán !-masculla -no debéis preocuparos por mi seguridad, he lidiado con asuntos muy espinosos y sé cuidarme perfectamente. Gracias por vuestra preocupación pero Bruto es mi marido y no pienso mantenerme al margen en este asunto, de ninguna de las maneras.

Ante el requerimiento de Tiberio, se acerca para llenarle la copa extrañada ante el comentario de Atrius sobre los negocios con el político. Qué raro, nunca había oído mencionar nada al respecto, ni siquiera a Bruto. Al ver que el vino se estaba terminando, Drusilla se acerca al ánfora para rellenar la jarra y poder seguir sirviendo a los invitados, pero escuchar la insistencia de Glabro en querer acusar a alguien del servicio y su empeño en ser él quien lleve esa parte de la investigación sólo consiguen ponerla más nerviosa todavía, haciendo que la jarra resbale de sus manos rompiéndose con estrépito contra el suelo.

Pido disculpas, he... he... tropezado. Ahora mismo lo recojo -tartamudeando por la tensión, la joven hace una indicación a otra de las sirivientas para que recoja aquello, mientras ella coge otra jarra y se apresura a llenarla. Esto sólo ha servido para que parezca culpable. Glabro estará encantado... ¡ay, dioses! y Bruto no está aquí para defenderme.

- Mi hombre os ayudará gustoso, si.

Se giró ante el estrépito, mirando con desaprobación a la esclava.

Observa con desagrado como Drusilla tira la jarra de vino al suelo y como esta se hace añicos.  Estaba nerviosa desde luego.

-Por la Diosa, ¡demasiada torpeza para una esclava que pretende servir! Deja de importunarnos con tu nerviosismo.

Vuelve su atención al resto de los comensales cambiando el gesto de su cara a uno mas cordial.

-No dudo de tus facultades Atia, bien las conozco, pero la imprudencia no es la mejor forma de actuar tal y como están las cosas. No sabemos los objetivos tras todo esto, bien podría ser acercarse a ti ahora que Bruto no esta en la villa. Por cierto Atrius, ¿Quien es ese hombre que mencionas?

Observa la escena en silencio mientras discuten y Drusilla tira jarra y la observa marcharse

-Como dice el buen Glabro, Atia podría  sufrir un nuevo atentado para hacer acudir a bruto... es una vil táctica .... Con tu permiso  dejare unos cuantos hombres vigilando tu casa por tu seguridad -Mira a Atia esperando su respuesta

-Atrius esta noche me parece un buen momento para cerrar esos negocios, estaré en vuestra casa a primera hora de la noche

Estos hombres...

Ya se sabe que con hombres poderosos hay que transigir de cuando en cuando para que crean que siguen teniendo el poder, así que Atia hace lo más inteligente que puede hacer y no es otra cosa que encogerse de hombros y asentir- Sí... ambos tenéis razón, debo ser más cautelosa- dice dándoles la razón como a los tontos.

Que me pongan cuatro soldados de protección o una cohorte entera si quieren que eso no será óbice para que yo haga mis pesquisas.

Tengo que relajarme porque sino van a acabar pensando que yo he tenido algo que ver. -La cabeza de Drusilla bulle de ideas mientras ayuda a la otra sirvienta y rellena una jarra nueva.- Cuando los invitados se vayan tengo que hablar con Atia. Estoy convencida que Tiberio tiene algún interés en mi señora, y esa insistencia en dejar a sus hombres vigilando... Además ¿qué tipo de negocios puede tener con Atrius? No será acaso... no, no puede ser... creo que estoy imaginando muchas cosas. Y Glabro, ¡por todos los dioses! como puede ser un hombre tan hipócrita.

Drusilla intenta controlarse una vez que todo ha quedado como estaba antes del incidente.

El guardia vuelve a aparecer casi de inmediato.

- Lucio ha llegado - anuncia

Y se retira

Atrius se pone en pie tras la llegada de su hombre

- No nos ha hecho esperar - sonríe cordial

Se acerca a Lucio

- A vuestro servicio...

Reverencia en general, aunque parece que especialmente dirigida a Atia