Partida Rol por web

Las manchas de la mujer son externas, se ha salpicado de pies a cabeza en sangre. Por las manchas secas, no es algo extraño para ella... o al menos para el que use la túnica. Solo distingues, en la penumbra, dos marcas de pies, evidentemente los pies de la mujer que mojados en sangre dejaron huellas al esconderse ella. 

Hay algo extraño Czorf, las unicas pisadas que hay estan de sangre y son las de ella, Czorf ¿puede ser ella la causante de la carniceria?

- No bajéis la guardia, Hermanos. - Se acercó con cautela a la mujer. El bolter estaba bajo, a la altura de la cadera pero sin apartarse del cuerpo de la mujer.

Se detuvo a un par de pasos y la observó fíjamente, prestando atención también a la indicación de Temán.

- ¿No hay otros restros, Temán? Si hay tanta sangre, ¿dónde están los cadáveres? - Preguntó un poco extrañado, sin apartar la mirada de la mujer. Abrió el canal de voz general para que la mujer le oiga - Somos novicios del Adeptus Astartes, fieles siervos del Dios-Emperador, brillante es Su Luz que destierra el Caos. No temas. - Pronuncia una fracción de una de las letanías menores de abjuración contra el Caos que conoce en su saludo, toda precaución es poca y esto puede servir para revelar al enemigo oculto o tranquilizar a la mujer.

La mujer se menea, sentada, de adelante atrás, sin prestar aparente atención a los exploradores.

Del pasillo surge un gorgoteo que les eriza la nuca, y una brisa como un aliento cálido se cuela dentro de la habitación.

Del pasillo surge un rugido y la luz es bloqueada completamente por la mole que se lanza contra ustedes.

Por suerte la abertura del depósito no le permite entrar al enorme ser que se encuentra allí. Solo Temán, quien se encontraba casi de guardia en el umbral pero fue sorprendido por la aparición, recibe un golpe del Demonio, aunque sus garras no consiguen más que razgan su túnica... y dejar profundas huellas en el concreto.

Su aliento es como el infierno, y os tiene encerrado allí dentro...

Teman intentó destrabarse del combate cuerpo a cuerpo, no llevaba armas de mano y lanzarse una granada a los pies iba a ser un flaco servicio al emperador. Además así permitia a sus compañeros llenar al enemigo de balas.

Enemigo localizado!!!

Alertado por la urgente llamada de atención de Téman, observo con desagrado y odio a aquella malmontada forma imitadora de un ser vivo. Cuando apunto contra la mole tras la 'retirada' de Téman de la línea de disparo del grupo, ya sea por mi propio odio o por la apresurada maniobra, mi disparo pasa bastante alejado del demonio.

Dándome cuenta de lo arriesgado de un combate en un lugar tan cerrado y angosto como éste desenfundo la espada que llevaba congando de la cintura con un movimiento rápido, casi instintivo tras el entrenamiento que hemos recibido.

Czorf giró como un resorte cuando la vaharada de corrupción y muerte inundó la sala. La bestia era enorme y cláramente una burda creación del Caos. Pero sus enormes garras no dejaban lugar a dudas respecto a su letalidad.

Siendo uno con su sagrado bólter, alzó el arma, delizó el selector de tiro a fuego automático y apretó el gatillo sin que el pulso temblase. La letal ráfaga barrió el cuerpo infernal que se alzaba ante ellos, arrancando chillidos de dolor.

Con un crujido, la pistola de Graven se rehusó a disparar. El Dios-Máquina seguramente estaba enfadado, o los rituales no se habían realizado con presteza y corrección.

El bolter de Czorf, sin embargo, escupió fuego impulsando al Demonio hacia atrás con un chillido. Impactando con un golpe que desprendió polvo y piedras en la pared contraria del pasillo, pudieron ver como los boquetes que abrieron las cabezas explosivas de los proyectiles se llenaban de icor y pus.

Con un aullido, el Demonio abrió los ojos dispuesto a atacar...

Litilus al escuchar el ruido se gira y ve como Czorf suelta una lluvia de muerte sobre el engendro demoniaco que solamente es empujado hacia atras, asi que dispuesto a continuar el baño de balas dispara en semiautomatico que es lo maximo que puede conseguir con su pistola bolter. mientras dice:

-por el emperador que no dejaremos vivir a ningun engendro del caos en este planeta, acabemos con el!!!!!!

El engendro golpea contra la pared, su torso casi volatilizado por la ráfaga de Litilus.

Sin embargo, abre los ojos con un rugido desafiante y las mismas sombras parecen abrazarlo, dándole integridad. Los marines consiguen apartar la terrible imagen de sus mentes para comenzar con el golpe de gracia, cuando escuchan otro terrible ruido a su espalda:

La muchacha, en convulsiones, se alza en el aire y comienza a emitir gruñidos... algo parece deformarla por dentro, pugnando por salir...

- Sagrado Emperador, que tu Voluntad fortalezca nuestro brazo armado con la Fe mientras combatimos la Oscuridad... - Durante el combate murmura fragmentos de la Letanía de Templanza.