Partida Rol por web

[Adeptus Astartes] El Camino del Emperador

Historias Pasadas

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18/01/2010, 00:44
Litilus

Ciudad Armetalica, perteneciente al planeta Escintila, capital del sector Calixis.

Ciudad Armetalica, Subnivel 16.

Litilus abrió los ojos mirando al techo de la habitación reflexionando donde estaba, estaba en Ciudad Armetalica esa gigantesca mole industrial construida en el cráter de un gran Volcán, el monte Thollos, que se alza sobre el mar de lava incandescente de la costa septentrional..Comparada con las dos grandes colmenas del planeta que eran Sibellus y Tarsus, Ciudad Armetalica no era mas que una megalopolis de elevadas torres situada sobre el pico del Volcán y sus barrios mas pobres se encuentra a gran profundidad en el subsuelo de Escintila donde estaba su hogar.
La ciudad estaba envuelta en el humo que escupían constantemente las fundiciones de la zona intermedia a varios niveles de su casa y el aire fresco era un lujo muy preciado incluso para los de la cima de la ciudad; todas las mansiones disponían de sistemas de filtración y las mas ostentosas contaban con reservas de oxigeno embotellado en mundos mas puros por lo que había oído.
La clase alta se repartía por los cielos de Ciudad Armentalica, la clase media se distribuia por la zona de fabricas con grandes crisoles de metal fundido y hornos del tamaño de 4 manzanas, el nunca los había visto pero se intentaba informar de todo lo que ocurría alrededor, ya que era la única manera de poder sobrevivir un día mas. Y por supuesto estaba la zona llamada Infernis la zona de fabricas desplomadas o zonas inhabitables donde costaba respirar por el calor asfixiante, donde se producían frecuentes inundaciones de lava o gases tóxicos provocadas por las constantes erupciones del monte Thollos. A ese ultimo lugar pertenecía el, y un puñado de compañeros que formaban la única familia que conocía, pues todos sus familiares habían muerto por accidentes, intoxicados o muertos en enfrentamientos con otras bandas por las zonas menos contaminadas.
Los enfrentamientos entre las bandas aparte de diarios eran la mayoría de las veces salvajes, rápidos y con un resultado de varios muertos por bando momento que aprovechaban el resto de bandas para sacar tajada. Ciudad Armentalica tiene la tasa de mortalidad mayor de todo Escintila debido a que las bandas son las mejor armadas de toda Escintila y prácticamente todos los que habitan Infernis llevan un arma encima por lo menos y han matado a mas de uno a lo largo de su frecuentemente cortas vidas, su banda era una de las mejores armadas y por eso estaba en una de las zonas mas privilegiadas y mas disputada, por ello en los numerosos enfrentamientos que había visto a su corta edad ya había matado a 17 pandilleros.

A pesar de todo, Ciudad Armentalica era la única ciudad que conocía y se tendría que conformar por muchas historias de lejanos mundos y grandes riquezas que la hubieran contado los mercaderes que se aventuraban a bajar, eso si, con gran protección. Ni tampoco podía imaginar que la pudieran reclutar para combatir en los juegos de la ciudad, una lucha a muerte en arenas preparadas para el combate mas allá de las fabricas de munición donde se conseguía grandes cantidades de riquezas y fama.

Litilus dejo de reflexionar sobre su vida y su mundo, y se levanto del camastro, incorporándose se desperezo todo lo larga que era, se miro al espejo y comprobó que la única prenda que tenia era una mascara de filtrado que solo se la quitaba para comer.
desayuno una especie de engrudo que había conseguido el día anterior engatusando a aquella mercader de comida barata y se empezó a preparar para conseguir la comida para el día que amanecía pero antes tendría que pasar por el cuartel general de su banda para saludar a todos y saber que se cocía por su territorio y los de al lado.
Mientras se termina de vestir empezó a pensar que era miembro del 41º de Armetallicus, la prestigiosa formación de élite de la ciudad. Pero eso era mucho soñar, ningún señor elegante, por mucha armadura que tuviera, iba a bajar a la Infernis para salvarla de su horrible destino, desecho la idea del príncipe azul y siguió vistiéndose ahora mas rápido como si con eso eliminara las esperanzas de una vida mejor que nunca llegarían.

Por segunda vez se miro al espejo, ahora ya no estaba desnuda, llevaba unos pantalones roidos por los ratones o disparos que mostraban algunos trozos de pierna al descubierto y una camisa sin mangas que mostraba su fibra muscular, coloco las dos pistolas láser en las pistoleras y se las ajusto en los costados tapándola posteriormente con una chaqueta de cuero tachonada con el símbolo de su banda en la parte de atrás que rezaba así, “Las águilas de acero”. Se peino y se arreglo un poco y después satisfecho se puso la mascara de filtrado otra vez.

Habría pasado una media hora desde que se despertase cuando salio de su casa y se unió al torrente de gente que circulaba por la calle, ya que en las subcolmenas no hay ni noches ni días, así que es un constante devenir de gente, a todas horas esta abarrotado de transeúntes, salvo cuando empieza un tiroteo, que todo el mundo intenta escapar y hay varios muertos por el nerviosismo aparte de los de las bandas. Se dirigió a el lugar de reunión de todos los días, el cuartel general de la banda, allí se encontró a varios de sus compañeros, como eran Huesos, Cortacuellos, Bocazas, Mulo, Rata, el jefe Metralleta, Dama su novia, Roja, Rubí y Estrella pero aun faltaban Espabilado, Duro, Suave, Gata y Muñeca que habían estado de guardia toda la noche.
El nombre de Litilus en la banda era Gunner. asi que cuando entro, el primero que la saludo fue Bocazas
Eh! Gunner cada día llegas mas tarde!, dime la chica que te retiene en la cama, que tiene que estar muy buena, jajajajajaja!a lo que contexto Estrella Y las demás no lo estamos y respondio Bocazas Claro que lo estáis, ven que te enseñare todo lo que se.y termino Estrella eso sera si me atrapas, torpe!.
Y salieron los dos corriendo como hacían casi todos los días, Litilus pensaba que porque no se comprometían de una vez, si los dos se querían, pero quizás ese juego de todas las mañanas les mantenía vivos otro día mas, así que callo a los comentarios de Bocazas y saludo a los demás con un “Hola amigos” y una sonrisa detrás de la mascara como todos sus compañeros.
Al poco tiempo Metralleta se levanto de la mesa y dijo:
Bocazas, Estrella, dejar de jueguecitos y venir a sentaros, tenemos que planear el nuevo día.
Si todos los días lo mismo, no se hacían planes a largo plazo pues cabía la posibilidad de que no los pudieras cumplir, así que todos los días se hacían planes nuevos.
En ese momento Bocazas atrapo a Estrella y quitándose los dos las mascaras de filtrado se dieron un apasionado beso, después del cual ella le dio un sonoro tortazo como todos los días y riendo dijo
Eres un fresco
a lo cual Bocazas rió y cogiéndola de la mano se acercaron a la mesa, momento en el que el resto de la banda irumpio corriendo en la guarida y se sentaron alrededor de la mesa extenuados.
Metralleta dijo Que pasa? Porque venís así de extenuados.
Espabilado levanto la mano en señal de espera para recuperar el aliento y cuando pudo empezó a contar lo que había pasado hace solo media hora, justo cuando Litilus se despertó.
Metralleta hace media hora perillas nos ha contado que “los destripadores” están en guerra como ya sabíamos con nuestros vecinos “los leones de lava” y que un mercader con una gran cantidad de armas va a bajar hoy a hacer negocios con “los leones”. a lo que metralleta contesto ummm esa es una buena información y si lo consiguen nos pondrán las cosas difíciles, así que habrá que prepararse. Alguien tiene alguna idea??
Fue entonces cuando Litilus hablo.
Deberíamos hacer llegar un mensaje sobre esa información a “los destripadores” y cuando acabe el enfrentamiento con el mercader, aprovechar la oportunidad para que haga el negocio con nosotros.a lo que respondio Metralleta buena idea, Duro, Rubí y Estrella ir a avisar a “los destripadores” soltar esa noticia cerca de su territorio y si podéis incluso dentro, cuando veáis que prestan atención os venís cagando leches.
De acuerdo!!! dijeron los tres a al vez y salieron rápidamente hacia su destino. Metralleta siguió dando ordenes, era el mas viejo y un buen líder, a pesar de tener solo 22 años, gracias a el “ las águilas de acero” habías sobrevivido tanto tiempo al infierno que eran sus vidas.
Huesos, Bocazas, Mulo, Dama y Roja os quedareis aquí protegiendo el territorio, avisar si hay problemas. Espabilado, suave y Gata enteraros por donde vendrá ese mercader, cuando lo sepáis avisarnos. Los demás esperaremos aquí a las noticias. Sentencio.
Cortacuellos, Bocazas, Rata, Metralleta, Muñeca y Gunner permanecieron en la guarida. comiéndose las uñas literalmente, hasta que 3 horas después llegaron Duro, Rubí y Estrella, cuando se acercaron a donde estábamos Duro comento Ya están enterados, hemos visto reunirse en su guarida a mas de 14 “Destripadores”, supongo que en 1 horas a lo sumo estarán en marcha hacia la zona de “los Leones”.
20 minutos después llego Suave y dijo en cuanto entro Hola, tenemos noticias, vendrá a través de la zona norte pasando por el mercado de alimentos, el Pub “rió de lava” y acabando en el ala norte de la derruida fabrica de municiones para Bolters. Y continuando dijo Gata y Espabilado, se han quedado para seguir le y confirmar el recorrido. Entonces intervino Metralleta Muy bien Suave, vamos chicos no tenemos tiempo que perder, coger las armas y vayamos a su encuentro, Rata avisa a los de guardia que nos vamos, así que se quedan ellos al cargo de todo hasta que volvamos y tu Suave, informa a Gata y Espabilado que informen si ocurre algún cambio en el recorrido del mercader y la mercancía. Nosotros nos vamos a las cercanías de la fabrica a prepararnos para cuando llegue.
A los 10 minutos salíamos todos hacia nuestros destinos sin muy claro que nos depararía el futuro y si volveríamos a comer.
Continuara....
 

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18/01/2010, 00:46
Director

El joven Temán fue arrojado sin contemplaciones en una celda, una habitación desnuda con solo una cama y un orinal. Luego de pasar dos días, un Hermano Marine lo guió a empellones al exterior. Una vez allí, le mostró la ornamentada Pistola Bolter que había empuñado contra los orcos.

- El Hermano Guiles, su espíritu, está tanto con el Emperador como en esta arma. Dicen, en el Credo de la Caza, que si tomas el arma de un caído para vengarlo, esa arma te corresponde por derecho. 

El marine te miró con sus duros ojos verdes. El Hermano Tyraes dice que eres puro. Veo que eres fuerte. Vas a tener una oportunidad de probar tu valor, tu derecho de utilizar esta arma. Ó morirás en el intento.

Dicho esto guardó la pistola entre los pliegues de su túnica, bordada en la espalda con un tigre de largos dientes, un Diente de Sable, acechando entre altos pastos verdes y dorados. Los ojos del tigre eran verde esmeralda, como los de su dueño.

El Marine dio media vuelta y se retiró. Un sirviente se acercó presuroso para llevarse a Temán, hacia su futuro...

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22/01/2010, 02:57
Litilus

2 parte:.....

 

Cuando llegamos a la fabrica todo era ruinas, ni un alma se veía, era un lugar al lado de la zona de inundación de lava, y por decirlo así era un lugar de paso, todo escombros y solo una pared y media se mantenía en pie, Metralleta dio las ordenes oportunas como de costumbre, Cortacuellos y Rubí a aquella esquina, estrella en la puerta a la espera de la llegada de Rata, luego os colocareis en la pared del fondo al lado opuesto, Muñeca y Gunner al lado derecho de la zona de entrada por la que llegara el comerciante y Duro y yo al otro lado, manteneros ocultos, tenemos que verlo claro, la señal sera una ráfaga de mi inconfundible Ametralladora en forma de 3 ráfagas seguidas, venga a vuestros puestos no tenemos todo el día, dicho eso nos dividimos y nos ocultamos.

 

Estaba Encantado de compartir mi pequeño agujero con Muñeca, y a ella parecía que también, pues no me quitaba los ojos de encima, el silencio se hacia largo hasta que ella dijo: Me encanta que nos hayan puesto juntos seguro que así estaré mas segura, a lo que yo respondí, eso no lo dudes, pero si quieres tontear conmigo, mejor que lo dejemos para después pues esto es importante y no nos pueden coger desprevenidos. Muñeca se acerco y sin mas me dio un beso, y sentencio, Cuando acabemos no te vas a escapar Gunner. La vida era muy rápida en Infernis y no se podía perder el tiempo con tonterías.

 

El tiempo paso lento y al cabo de un rato llego rata colocándose en su posición, todo marchaba según el plan hasta que llego como una exalacion Gata llamando a gritos a Metralleta, el se levanto y hablo con ella, cuando terminaron Metralleta empezó a dar instrucciones otra vez: Hay noticias, “Los destripadores se están enfrentando a “Los leones” en el camino de paso del comerciante, así que vamos a ir allí, tenemos que o hacernos con el o con su mercancía si es que la trae que lo dudo, así que Rata Vete a llamar a los de guardia, que vayan al mercado de comida de la zona sur del territorio enemigo, los demás conmigo, nos vamos de caza. Y todos salimos corriendo hacia el mercado de comida.

 

Ese cambio me fastidiaba, teníamos un lugar preferente para una emboscada, no moriría nadie si eran razonables y nosotros nos llevaríamos el premio, pero ahora moriría mucha gente que simplemente pasaba por hay por estar en el lugar inoportuno en el momento inadecuado.

Llegamos por la zona sur y rápidamente nos desplegamos en grupos de dos reuniéndonos con Espabilado y Suave. Nos apostamos detrás de los tenderetes, cajas, paredes y demás parapetos que encontramos, y nos fijamos en la escena que cubría toda la plaza, todo era muerte y destrucción, en la zona norte y centro se desataba una encarnizada batalla, esa batalla era de las mas grandes que había visto, habitualmente todas eran 10 tiros 1 o 2 heridos y un muerto y para casa, pero en esta la plaza estaba llena de muertos, y heridos, había cientos de quejidos de gente mal herida que de vez en cuando recibía un tiro perdido, granadas volando y balas silbando, había 3 grupos que se disparaban los unos a los otros, en el centro estaba el mercader y 3 mercenarios bien armados y algunos mas heridos o muertos alrededor suyo, al norte estaban “Los Leones”, serian unos 20 y al oeste estaban “Los Depredadores” que debían de haber venido con todos sus efectivos pq aparentaban ser mas de 25.

 

Evalué la situación y comprendí que cuando llegarían nuestros refuerzos lo harían por la zona este, así que había que tomar terreno rápido si queríamos proteger esa zona. Con señas indique a Metralleta la futura llegada de nuestros compañeros y el dio las respectivas instrucciones para el avance, nos desplazaríamos por el centro y el Este. Nos movimos rápidos y ocupamos posiciones en esa zona, para cuando estuvimos en las nuevas posiciones, mas hombres había caído, quedaba el mercader agazapado detrás de unas cajas y como rezando, se pensaba que iba a sacar tajada y le salio el tiro por la culata, pero así es la vida en Infernis, una putada tras otra y solo te puedes fiar de los tuyos, de sus mercenarios había caído otro, quedándole dos solamente agachados y aguantando el tiroteo como podían, y de los otros grupos habían caído 3 de cada bando, podíamos haber esperado y recoger los despojos de dos territorios completos, pero eso no nos beneficiaria a largo plazo, nos daría renombre eso si, pero enseguida otros grupos entrarían a saco quitándonos lo que no podíamos defender, pero si podíamos hacernos con armas y un contrato duradero si conseguíamos sacar a aquel comerciante oportunista de aquel agujero en el que estaba.

En ese momento Metralleta dijo: Gunner, Rata, Rubí, Estrella, Espabilado, Suave y Gata, ocupar el centro, Gunner te dejo las negociaciones como siempre, no la cagues, no quiero un enfrentamiento en el centro quiero una defensa eficaz, entendido? Y con un movimiento de cabeza de aceptación salí disparado hacia el centro con movimiento en zigzag agachándome lo mas posible pero sin dejar de correr y con mis dos pistolas láser preparadas para disparar, no tenia que mirar para tras para ver a mis compañeros hacer lo mismo.

 

Nadie se había dado cuenta de una figura gigantesca que permanecía quieta en un tejado mirando el macabro espectáculo.

 

Durante la carrera las otras bandas se dieron cuenta de nuestra maniobra y nos dispararon, al no haber alcanzado nuestro objetivo escuche aullidos de dolor y gente cayendo al suelo, mas tarde comprobaría que Rata y Rubí habían muerto y Estrella y Suave estaban gravemente heridas.

Después de nuestra carrera llegamos al centro y saltamos dentro del parapeto montado por los mercenarios, al tiempo les dije: Muy buenas, creo que necesitan ayuda, se la podemos vender por unas contrato duradero de armas, si acepta le sacaremos de aquí en un pis-pas y despues formalizaremos los detalles, ya que ahora no tenemos mucho tiempo. Tras la sorpresa inicial el comerciante acepto sin dudarlo, para entonces ya habían llegado el resto de la banda y en ese momento el enfrentamiento se recrudeció, todas las bandas avanzaron hacia el centro, y yo estaba en el ojo del huracán, volaron balas, granadas, ráfagas de metralleta, escopetas a quemarropa, cuchillos cortando gargantas y gritos, gritos y mas gritos se trasformaron en la música de batalla que nos rodeaba, por todos lados caía gente desangrándose o ya muerta. A mi lado le atravesaron el cráneo con una bala a Espabilado y en un cuerpo a cuerpo destriparon a Gata.

 

Yo por mi parte protegía al mercader y disparaba mis dos armas una detrás de otra sin parar, el combate cada vez era mas encarnizado, tanto, que a veces el centro no se sabia quien lo dominaba pues al lado nuestro habían caído varios de las otras dos bandas. Después de una hora de combate la batalla seguía tan disputada como al principio, solo que con las fuerzas mas mermadas. En mi posición solo quedaba yo con algunas heridas y cuchilladas y el comerciante que seguía rezando o gimoteando, no acababa de entender lo que decía, de repente lo vi claro, ahora vendría el asalto final si conseguía repelerlo podríamos salir de allí.

 

Las fuerzas de las tres bandas se enzarzaron en medio, ya casi las balas no silbaban, pues la mayoría ya no les quedaban munición, pero si unos cuchillos largos que se te metían por las costillas hasta el corazón, este enfrentamiento fue mucho mas duro. En un momento de la lucha cuando estábamos todos en el centro combatiendo a muerte, se escucho un estruendo como nunca habíamos oído, todos se pararon y miramos en aquella dirección,para comprobar que el causante de ese ruido era la figura enorme, mediría mas de dos metros y medio y en su mano llevaba un inconfundible bolter, sin pararse avanzo directamente hacia donde yo estaba, todos nos quedamos pasmados, algunos huyeron y otros le dispararon, aquellos que osaron disparar le, cayeron fulminados con un rápido movimiento de bolter, entonces los que no habían muerto huyeron en todas direcciones. al acercarse me puse nervioso y le dispare con las pistolas pero no le hice ni cosquillas o al menos ni lo mostró pues siguió su avance, cuando llego a mi lado, me agarro del cuello y me lanzo contra unas cajas, y golpeándome la cabeza y perdiendo el conocimiento, justo cuando veía como disparaba al comerciante, un solo tiro que le reventó la cabeza en cientos de trocitos

.

…...... después de un tiempo inconsciente.

 

Me desperté en una habitación amplia y a pesar de que no se movía tenia una sensación de mareo y un dolor de cabeza por el golpe considerable, me levante como pude y busque mis armas, pero no las tenia, al cabo de un rato entro el gigante del la plaza y acercándose a mi me dijo: Litius, el ser al que defendías era un Hereje, un adorador de los dioses del caos, que pretendía abrir un agujero al espacio disforme, para acabar con todo lo que conoces. Me quede estupefacto, un gigante me hablaba normalmente y momentos antes casi me mata por defender a un hereje, y ademas sabia mi nombre. El continua hablando: he visto como has acabado con unos cuantos y has aguantado estoicamente cada ataque de fuerzas superiores defendiendo tu objetivo. Por eso te voy a dar una oportunidad de redimirte por haber defendido a un Hereje. Te doy la oportunidad de Unirte al Capitulo de Los Dientes de Sable. Y diciendo eso se callo esperando mi respuesta. Yo tenia muchas dudas, y no sabia que hacer, mi ilusión siempre había sido salir de Infernis fuera como fuera, pero ahora la posibilidad me abrumaba, ya que era mucho mayor a lo que hubiera esperado nunca. Por otro lado estaba mi familia, que la tendría que abandonar, no sabia como estaban, ni quien estaba vivo o muerto,

 

Entonces, pareciendo como que adivinaba mi pensamiento, dijo: Si aceptas no volverás a ver a nadie conocido seguramente durante el resto de tu vida. Y tampoco sabrás nada de ellos, ni como les va, o si han muerto. Tu familia sera el capitulo, tu decides, tienes 5 minutos y dicho esto se fue como había entrado.

 

Esos 5 minutos fueron los mas cortos de mi vida, no acababa de decidirme entre una esperanza que era como una lotería, o el infierno al lado del oasis que eran mis compañeros, al final lo nuevo venció a lo viejo, ya que cuanto podrían subsistir “Los águilas de acero” en un mundo como ese, la esperanza de vida era como mucho 25 años y para los pandilleros bastante menos, yo ya tenia 18 y eso me daba una esperanza de vida de 2 años a lo sumo por mucha suerte que tuviera, ademas ya había visto muchas caras nuevas todos los años y había echado de menos a mucha gente, mi futuro estaba con los Dietes de sable.

 

A los 5 minutos el Gigante entro y me pregunto: Que has decidido?. Y yo respondí,: Acepto, pero tengo una pregunta. A lo que el gigante contesto: dime, que quieres saber?, y le pregunte: Que hubiera pasado si digo que no?, y el con una voz neutra carente de toda expresividad y emoción, como si esto lo hubiera dicho cientos de veces sentencio: Te hubiera matado en ese momento.

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26/01/2010, 23:53

1) TRASFONDO

 

 

Sistema Valkian. Valkian VII

 

Situado en segunda línea de batalla frente al Ojo del Terror, el Sistema Valkian forma parte de los sistemas que actúan de filtro contra aquellas amenazas que bien por la fuerza o por el subterfugio, consiguen sobrepasar los límites de la primera barrera defensiva del Imperio.

 

La vida aquí no es tan dura como en primera línea de defensa, pero por otra parte no está exenta de los habituales sobresaltos, Purgas Inquisitoriales, cultos a los Dioses Oscuros y otro tipo de riesgos procedentes de ese maldito óculo inmundo.

 

El más próspero de los planetas que constituyen dicho sistema es Valkian VII, constituido casi completamente por una megalópolis imperial. El sistema al completo y este planeta en concreto son conocidos por el descomunal número de soldados que aportan a las filas imperiales. Casi podrían considerarse fábricas de soldados, que son enviados a morir por el Emperador y por el Imperio de la Humanidad a los planetas frontera.

Los habitantes de este planeta, sin llegar a los extremos de otras partes del Imperio, son hoscos, recios y concienciados con su deber. Aunque no son extrañas las traiciones internas estas no suelen encontrar el apoyo de la población, resignada a ver morir a sus hijos, a todos sus hijos, en una guerra sin fin por la supervivencia del resto de humanos.

 

Abundan en Valkian VII las fábricas de armas, los cuarteles, las barracas y los campos de entrenamiento. De entre los niveles de la Ciudad Colmena una gran parte, la más profunda, es de uso exclusivamente militar y allí se entrenan día tras día, y año tras año, incontables regimientos de soldados de la Guardia Imperial. Una vez finalizada su formación se envían sin dilación a cumplir con su deber en las fronteras más amenazadas del Imperio.

 

La vida en la mole de metal y acero está regida por un régimen cuasi militar en el que casi todas las relaciones están jerarquizadas y subordinadas a la Guardia. Existen por supuesto las correspondientes instituciones imperiales: Administratum, Inquisición, Arbites, etc., pero si bien son respetadas, no gozan en este mundo de la admiración o el miedo que provocan en otros: lo principal en Valkian es el ejército, la Armada, y el resto de instituciones son tan solo herramientas o meros complementos.

 

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26/01/2010, 23:54

2) Historia (Parte 1)

 

 

Razor

 

Nacido como uno más de los miles de niños que cada día nacen en Valkian VII, Zartian siguió desde pequeño una disciplina militar y una enseñanza recta, dura y poco esperanzada. Desde pequeño se le enseñó a no tener clemencia y a no pedirla, a saber que moriría en la guerra (o algo peor) como un héroe anónimo para que otros pudieran vivir tranquilos. Como a la mayoría, no le importó. Ese era su deber: servir al Emperador y velar por sus hijos, sin pedir nada a cambio. Esa era la conciencia de los valkianos: no morían por Valkian, morían por el Emperador, para eso habían nacido. Sin embargo a Zartian no se resignó como hacen la gran mayoría de los soldados que nacen en este planeta: la idea le entusiasmó y no solo consagró su vida, si no también su alma y sus esperanzas en dicha tarea.

Esta diferencia, que durante años solo existió en su mente, empezó a dar sus frutos a medida que el entrenamiento en la Guardia Imperial iba finalizando. Alistado como voluntario a la tierna edad de 16 años (para orgullo de su padre, militar, a quien no volvería a ver), Zartian empezó a destacar entre los otros reclutas debido a su enorme interés por aprender y perfeccionar cada técnica y maniobra, especialmente en aquellas que consistían en eliminar a un enemigo sin que este se percatase de su presencia.

Al terminar el adiestramiento fue embarcado sin demora rumbo a los sistemas frontera con el Ojo del Terror y destinado al XVI Regimiento de Fusileros Valkianos de la III División de Infantería Mecanizada, donde ascendió hasta Soldado de Primera por los logros conseguidos en sus primeras misiones.

Pero la verdadera valía de Zartian (ahora conocido como Razor entre sus compañeros por diversos motivos, uno de ellos el de ir siempre perfectamente afeitado) no se demostraría hasta su tercera misión.

 

 

 

 

El ruido del oxidado motor rayaba lo insoportable y apenas conseguía mover el transporte antigravitatorio, que parecía al límite de su capacidad, abarrotado de soldados. Sin embargo, el ambiente era agradable aunque tenso y las continuas bromas no acababan de disipar la inquietud que iba apoderando de los pensamientos de los presentes… esta no era una misión cualquiera:

-          ¡Eh Blake, como sigas dándole al whisky no vas a saber por que lado has de agarrar tu jodido fusil! –gritó Colmillo, esbozando una grotesca sonrisa que resaltaba aún más la cicatriz que atravesaba su cara, regalo de una misión anterior

-          ¡Que te jodan nenaza! ¡Apuesto a que soy capaz de tumbarte con media botella de esta mierda! ¡Ni la mierda de cultista sabe tan mal como esto! –contestó el mentado Blake

-          Oh, oh, cuidado con el borracho. Seguro que hoy por lo menos te llevas a uno de esos jodidos herejes por delante. Nada más basta que le eches el aliento, caracortada –un coro de risas acompañó a estas palabras.

-          Ey nenas, apuesto a que volveré a ser el que más gritones mate. Esos cultistas no aguantan ni un solo disparo. Se ve que sus amiguitos oscuros no les han regalado más que unas vestimentas horteras… -comentó Volxx

Razor observaba silencioso y divertido la escena… se notaba que sus compañeros estaban nerviosos por lo que les aguardaba. Por lo visto se trataba del culto principal del que se habían disgregado el resto, entre ellos los dos que habían eliminado en sus dos primeras misiones, y que en este caso no iba a ser pan comido como en las ocasiones anteriores. Entendía a sus compañeros, aunque no compartía sus actitudes: Colmillo era un borracho, aunque tenía buen corazón. Blake un machito. Y Volxx confundía la valentía con la temeridad. Sin embargo en algo tenían razón: ya era hora de enfrentarse a algo serio de verdad, no a esos peleles que gritaban en idiomas raros mientras se metían raíz bruja… eso no era trabajo para un Guardia Imperial.

 

En esas cavilaciones estaba cuando la puerta que daba al cuarto de máquinas se abrió y apareció el sargento. Con toda su mala leche y su voz afeminada, el sargento Grey se había ganado su puesto y tenia diez veces más experiencia que todos ellos juntos, así que… lo mejor era callar y hacerle caso.

- A ver señoritas, dejen de cotorrear. Ya sabemos lo machos que son todos, pero esto no es un jodido concurso de quien llega antes. No os confundáis, esta misión no es como las anteriores y no sabemos que nos espera ahí afuera, así que no quiero locuras Volxx, y me importa una mierda si matas menos de lo habitual si con ello evito que nos maten a todos. Ya saben lo que tienen que hacer, cuanto menos tardemos, antes llegamos a cenar al cuartel –se oyeron murmullos de desaprobación- ¡Yo también odio la comida del cuartel así que cierre la boca, bastardo hijo de un eldar! Abatan a esos herejes y demuéstrenlos que el Emperador está con nosotros y se caga en sus jodidos dioses oscuros. ¡Y no quiero bajas! Recuerden que hoy solo estamos aquí nosotros veinte, pero somos Guardias Imperiales, así que dejad claro por qué somos la élite de las fuerzas del Emperador

 

El transporte traqueteó quejumbroso como siempre que tenía que aterrizar. Habían llegado. En no menos de 20 segundos los Guardias corrían por la explanada en dirección a los monolitos donde se encontraba el Culto.

-          Jack, te quedas atrás como siempre. No quedarán gritones para ti

-          Y un cuerno

-          Los de tu madre

Razor se movió con más cautela. Dada su pericia con el rifle de francotirador era el encargado de cubrir a sus compañeros y eliminar posibles amenazas. Adoraba esa arma, y siempre la tenía a punto. Era un rifle artesanal, con muchos años ya encima, que había pertenecido siempre a su regimiento, conocido por la pericia de sus tiradores. Siempre lo tenía perfectamente engrasado y pulido.

Los disparos iluminaron la noche y los cantos de los herejes se tornaron gritos (no por nada los llamaban gritones). Todo parecía tan fácil como siempre a pesar de lo dicho… y entonces algo empezó a ir mal. De alguna parte habían salido dos siluetas negras, casi invisibles, que se movían a tal velocidad que los ojos no podían seguirlos. Empuñaban extrañas armas, quizá parecidas a guadañas o alabardas, cosa harto difícil de distinguir a la velocidad que se movían. En cualquier caso dichas armas dejaban estelas fantasmales a su paso… y cuerpos destripados. La danza era infernal y cautivadora… y sobre todo letal. En menos de dos minutos todos los guardias habían sido brutalmente destripados, sus entrañas esparcidas en la arena.

Razor apenas podía moverse, los dedos le temblaban y no conseguía fijar a esos espectros asesinos en su mira… Pero su problema principal es que ellos le habían visto y se dirigían veloces hacía él… La muerte se reflejaba en esas pupilas amarillentas que parecía que hubieran contemplado la eternidad.

 

Los siguientes instantes (¿minutos? ¿segundos?...) fueron confusos. El primer disparo fue desviado y erró su objetivo a pesar de que Razor había apuntado perfectamente… algún tipo de efecto contrario a la física y a la razón había modificado la trayectoria de la bala… El tiempo se acababa.

Razor elevó una sincera plegaria al Emperador y pensó cuantos muertos habría de asumir como culpa si no conseguía erradicar esa desconocida amenaza que ahora se acercaba a él guadaña en mano. Era su deber acabar con ella, su responsabilidad… el Emperador así lo había decidido…y con agilidad recargó el arma y disparó de nuevo más confiado en su fe que en su puntería.

La cabeza del espectro, si es que dicha criatura tenía cabeza, saltó por los aires, licuada cual manzana por metal al rojo. Razor dejó escapar un grito de júbilo rápidamente ahogado por la cruda realidad… no había tiempo para otro disparo.

La segunda silueta se acercaba letalmente con su afilada arma alzada… Razor empuñó su cuchillo, que tan ridículo parecía al lado del arma forjada en almas, y se lanzó a la muerte con un grito en los labios: “Por el Trono Dorado, a ti me encomiendo”. Iba a morir y lo sabía. No había forma humana de que pudiera ni siquiera rozar a su adversario antes de que este le destripase, pero ese era su deber y así moriría. Había nacido para ello.

 

En ese instante una enorme silueta aparecida de la nada (¿o estaba Razor tan absorto en el combate que no la había visto aparecer?) se interpuso entre él y el espectro y detuvo la guadaña con una espada sierra, mientras con el otro puño, un descomunal puño acorazado en ceramita y acero reforzado reducía literalmente a pulpa al espectro.

Lo único que paso por la cabeza de Razor en aquel momento de asombro, asombro tal ante tan elevada figura que eclipsaba la sensación de alivio, la de cansancio y la de tristeza por la muerte de sus compañeros fueron las siguientes palabras:

“En verdad el Emperador estaba hoy conmigo”