Partida Rol por web

¡Es ahora o nunca!

Luego de esquivar su intento de sacarme de la contienda, preparo para disparar justo cuando Eliza ordena que nos vayamos.

Este es un asunto personal ahora.

Y arremeto con mis disparos de nuevo, sabiendo que serían efectivos contra ese maldito kaijuu y confiando en que Volk podría ayudarme. No me rendiría tan fácil...

... Y veo con una sonrisa leve en mis labios que el monstruo por fin cae, rendido a mi poderío y mi esfuerzo.

-¡Las alcanzo en un momento!-les grito para que ni se les ocurra esperarme. 

Eliza acepta lo que está haciendo Natasha y observa cómo a Tanya se le complica maniobrar con la distancia para atacar al enjambre. No solo quería cumplir la misión, deseaba que todas salieran bien y con el menor daño posible tanto en sus mechas como la propia ciudad.

-Tanya, busca alguna zona amplia como una plaza, parque o lo que te brinde el suficiente espacio para que estés en tierra-ella sabía que parecía buscar un lugar, pero prefirió decirlo para que la pelirubia no se arriesgara-. Con cuidado.

La pelirroja empezó a notar los movimientos del enjambre como si se tratara de videjuegos de supresión, donde debía eliminar la plaga antes de que se llegara al punto importante y apareciesen las letras "game over". El ataque debía ser a las criaturas, no a la estructura de Tianjin o posibles víctimas.

Así que preparó su ataque y comenzó a disparar para suprimir directamente a sus múltiples objetivos. 

Los disparos drl Volk terminaron por derribar a Orcus que se desplomó en la bahía tiñendo el agua de púrpura, en verdad la bahía tardaría mucho en recuperarse de ese daño, pero al menos las cadetes lograron eliminar a la mayor amenaza que afrontaba la ciudad para luego lanzarse en persecución del enjambre.

Natasha no tardó en encontrar una posición desde la cual defender el centro de la ciudad, mientras Eliza despachaba rápidamente a los kaijuus que avanzaban por las calles.

De pronto una transmisión irrumpe en sus cabinas.

Señoritas un segundo kaijuu se dirige a su posición, terminen pronto con el enjambre y diríjanse al sur, la ayuda está en camino.

Torres cederás el mando a Strauss en cuanto su equipo haya tocado tierra.

- Si, Eliza, no te preocupes, confía en mí. - Le aseguró la rusa a su líder, dejando en claro que no tenía nada de qué preocuparse, en el momento en el que la rubia halló un buen lugar donde aterrizar para comenzar a cazar uno por uno a los kaijuus del enjambre. No era muy difícil, teniendo en cuenta que no implicaban una amenaza considerable para Nyx, en especial con lo pequeños que eran. De cualquier manera, eso no quería decir que la joven no se tomaba en serio su misión, ya que, cualquier descuido, podía arruinar todo el trabajo que habían hecho. Era necesario que terminara con las malditas criaturas sin perder demasiado tiempo. Aún así, le gustaba oir que la pelirroja se preocupaba por ella... eso o se preocupaba de que causara un desastre en la ciudad. Prefería pensar que era lo primero... ella no era tan descuidada... ¿verdad? Eh... era mejor que no pensara mucho en eso.

Por un instante, la rubia se detuvo a observar cómo su compañera rusa abatía al enorme kaijuu, terminando por completo con su vida, algo que no hizo más que complacer a Tanya, quien no pudo evitar sonreír divertida ante el hecho de que una de las amenazas, más importantes de la misión, hubiera sido erradicada. Era una pena que no hubiera podido ser ella la que asestara el golpe de gracia, pero tampoco iba a dar muchas vueltas sobre el asunto. Había tenido su buena dosis de pelea, incluso si no había sido ella la que había acabado con la criatura, y, de todas formas, eran un equipo, y lo que importaba era que hicieran un buen trabajo y que Eliza no tuviera problemas con su superior. La rubia deseaba que ésta no tuviera problemas, más de los que ya le había generado anteriormente porque Tanya había actuado por su cuenta y la había preocupado sin necesidad. - Genial, Nat. Con esto, deberíamos de terminar pronto con la misión... - Comentó con cierto entusiasmo, felicitando a su compañera por darle el golpe final a Orcus. Ahora sólo quedaba limpiar el resto de los kaijuus categoría cero, por lo que la rusa se dispuso a hacer eso, sin demasiada dificultad, eliminando con su espada a cada uno, o simplemente pisándolos.

No obstante, cuando pensaba que todo había terminado, aquella transmisión no hizo más que oscurecer la expresión de Tanya, quien no pudo evitar suspirar, un tanto molesta con la situación. - Son como cucarachas... no paran de salir de sus escondites. Parece que aún no hemos terminado. Ordenes, Eliza. - Le pidió al final a su líder, esperando que ésta diera las siguientes instrucciones sobre lo que debían de hacer. No le gustaba mucho la idea de que la pelirroja tuviera que ceder el mando a Michael, por más que el chico hubiera demostrado ser bastante competente peleando. Una cosa era pelear, otra muy diferente liderar, y la rubia prefería a Eliza al mando. Bueno, tal vez era simple favoritismo. De cualquier forma, tendría que aceptarlo, ya que no quería causarle problemas a su compañera, sólo porque ella prefería a la pelirroja liderando. Por otro lado, esperaba que pudieran abatir rápidamente al enemigo, con ayuda del otro escuadrón. No debería de ser muy complicado. Sólo debían de actuar con cuidado. Por el momento, no tardó mucho en continuar con su responsabilidad de limpiar lo que quedaba del enjambre, antes de partir al sur en busca de la nueva amenaza.

Mientras Tanya termina con los últimos miembros del enjambre, tres objetos incandescentes surcan el cielo con dirección sur, al tiempo que una transmisión de Drake invade sus cabinas.

Strauss quedas a cargo de esta operación, la prioridad es mantenerba esa cosa fuera de la ciudad.

Apenas unos segundos después, el equipo de Michael aterrizó al sur de la ciudad, al tiempo que una enorme serpiente alada apareció en el horizonte.

Nombre clave Quetzalcoalt, tenemos registros de que es capaz de arrojar aguijones que segregan ácido, deben derribarlo rápido o estarán en problemas.

-"Están bien, están bien". Me repicaba en la mente como un mantra sagrado, mientras las lanzaderas volaban sobre el área hacia nuestro nuevo punto de misión y el capitán de maniobras nos pasaba los últimos detalles.

Quería saludar a los chicos, preguntarles como estaban, pero el tiempo nos volvía a premiar

Fuera de la lanzadera aspire con fuerza, llenando mis pulmones con el aire que podía dentro de la cabina, exhalando con fuerza por la comisura derecha de la boca agitando en revuelo mí ya de por si revoltoso flequillo. Mi voz se dejó escuchar dirigiéndome solamente a mi líder de escuadra.

-Aisling en guardia León blanco, instrucciones.

Al llegar a China, el mayor me puso a cargo de la operación, cosa que no me gusto mucho que digamos, pero órdenes son órdenes y no iba a rebatirlas.

En teoría debíamos tener cuidado con los aguijones de cola de esa cosa, sabía perfectamente el estado de mi mecha y el de los mechas de mis compañeros, pero no tenía idea de cómo estaban los del equipo de Eliza.

Muy bien hagamos esto rápido y directo, tal como en la bóveda, Kashi toma el flanco izquierdo y avanza a unos 120 metros de mi posición en dirección suroeste.

Alanya te necesito a 30 metros de mi posición en dirección suroeste.

Eliza ¿Cuál es el status de las unidades a tu cargo? ¿Alguna está dañada? Necesito al Nyx a mi lado pronto y al Volk a unos 120 metros de mi posición actual en dirección sureste.

Lo mismo con el Blade lion, pero sólo a 30 metros, la idea es dejar que esa bestia se acerque y dispararle con todo lo que tenemos y si por "x" o "y" motivo logra superar nuestra ataque inicial el Nyx y el León Blanco cargarán contra él para terminar el trabajo.

Sólo puedo lanzar un ataque cuerpo a cuerpo, pues mi mecha está muy dañado y no tengo energía para repararlo, así que quiero apostar todo a esta carga de artillería. Esperen a mi señal para acdisparar.

¿Está claro? - pregunto mientras activo mi cañón automático.

Eliza sintió alivio, pero también una punzada de recelo de no obtener el control sobre las cosas para liderar al equipo; sin embargo, que llegara ayuda pesaba más que cualquier rencilla.

Escuchó con atención lo que Michael decía y se apresuró a dar su informe para cambiar los planes.

-Nyx recibió bastante daño, no soportará un combate cuerpo a cuerpo y de los demás estamos en condiciones para pelear, pero solo tenemos la mitad de nuestra energía para disparar-dijo la pelirroja apremiante para que Michael trazara un plan por las condiciones en las que estaban. 

Haciendo caso a las nuevas indicaciones, se fue moviendo a la posición que se le señaló en lo que esperaba si el plan ya establecido se haría o cambiaban de estrategia.

-Tanya, Natasha... ya quedé relevada. Sigan las indicaciones de Michael.

La llegada del trío pasa un poco desapercibida porque yo estoy más extasiada por acabar con ese maldito kaijuu. No es sino hasta que Khumalo habla del nuevo reto que se presenta.

Otro más para acabar, perfecto.

Me molesta un poco que hayan llegado, pero no tiene caso objetar.

-Concuerdo contigo, Tanya. Son unas malditas cucarachas, aunque debemos acabarlas.

Escucho a Michael pedir información y cómo nuestra ex-líder indica nuestro estado. Eso parece arruinar lo que él planeaba, mas es lo que podemos ofrecer.

-Iré posicionándome en donde señalaste, Michael-comienzo a moverme para que podamos terminar con esto de una vez por todas-. A tu señal atacamos.

En el momento en el que la transmisión volvió a sonar en su cabina, la rubia no pudo evitar maldecir por dentro ante la habilidad que su siguiente contrincante poseía. El hecho de que el kaijuu pudiera volar, además de atacar con aguijones en forma de proyectiles, sería bastante problemático. Tanya podía volar con Nyx, pero no estaba en condiciones de poder hacer mucho con el estado en el que se encontraba su mecha. Tendrían que actuar con cuidado, y realizar un único ataque entre todos para que la criatura fuera destruida al instante. De lo contrario, aquello no haría más que complicarse más de lo necesario.

Cuando el escuadrón de Michael apareció en la zona, la rusa miró en dirección de estos, un tanto agradecida por el apoyo, ya que dudaba que hubieran podido con la criatura, en el estado en el que se encontraba su propio escuadrón, luego del enfrentamiento anterior. Tanya no sería de mucha utilidad en aquel combate, a menos que sólo necesitaran un ataque final por su parte... a riesgo de que destruyeran su mecha, y que ella corriera el riesgo de morir también con Nyx. En lo posible, la rubia no deseaba preocupar a Eliza, no luego de cómo la había preocupado en la simulación, por lo que no deseaba correr demasiado riesgo, incluso si ella anhelaba las buenas peleas. Ahora no sólo debía pensar en sus propios deseos, sino también en el de sus compañeros, o más bien... los de la pelirroja.

- No estoy en condiciones de luchar, Michael. Si bien... supongo que podría realizar un último ataque, aunque... si fallo o mi ataque no es suficiente... eso sería un poco problemático para mí y Nyx. - Le explicó al joven, luego de oír lo que Eliza le explicaba a este respecto al estado en el que se encontraba el mecha de la rusa. Por otra parte, la rusa pudo notar que había algo extraño en la voz de su compañera, como si ésta no estuviera muy contenta de que la hubieran relevado de su posición como líder. No pudo evitar sonreír al pensar en ello, complacida con el hecho de que ésta reaccionara de esa forma. Esa era una de las razones por la cual le gustaba... en el fondo era un lobo, incluso si ella no lo sabía aún.

- Está bien, Eliza. No te preocupes, podremos con esto. - Aseguró en el instante en el que se desplazaba cerca de Michael, con la intención de seguir su instrucción, por más que a ella no le agradara mucho el hecho de que este ocupara aquella posición de liderazgo. Prefería a la pelirroja pero tampoco quería generarle problemas, sólo por su propia opinión personal. Realmente esperaba que el plan del chico fuera suficiente para abatir a la criatura, de lo contrario Tanya debería de actuar también con su fuerza.

Categoría: 2

Iniciativa: +3

Ataques especiales:

Presa constrictora: Una vez por asalto el kaijuu puede intentar apresar a su víctima, si tiene éxito, la tritura hasta partirla en dos a razón de dos puntos de daño directo por asalto.

Espinas corrosivas: Realiza cinco tiradas de ataque con desventaja y arroja espinas corrosivas que causan dos puntos de daño directo.

Defensas:

Escamas ligeras: +3 pv.

Punto Débil:

Cuerpo largo: Vulnerable contra ataques de espada.

Vamos, avanza un poco más, bestia estúpida. - pensé, mientras el kaijuu se pone justo entre nosotros.

Es ahora o nunca, disparen todo lo que tienen y derriben a esa cosa. Tanya si esa cosa sobrevive, tu y yo cargaremos sobre ella para terminar el trabajo, por cierto, te advierto que no me queda energía suficiente para usar mi hoja de energía, pero si tu puedes usar la tuya, entonces prepárate para usarla. - digo mientras abro fuego con mis cañones automáticos.

Rápidamente me posiciono en el lugar indicado por Strauss-san y espero la señal del líder de escuadrón, la misma que parece tardar una eternidad en llegar.

El kaijuu avanzaba inexorablemente hacia la ciudad atravezando la primera línea de defensa sin que nuestro líder de escuadrón diera la señal, lo que me tenía bastante tenso, pues sólo sería cuestión de tiempo antes que esa serpiente vomadora abandonara mi rango de ataque y entonces llegó la orden de Michael.

Él había encerrado al kaijuu en una jaula de fuego y sangre, sin duda una estrategia arriesgada, pero parecía haber funcionado, mis balas alcanzaron a la serpiente causándole graves heridas.

Extrañamente las palabras de su compañera actuaron de manera relajante en Eliza, quien se esforzaba por no perder la compostura de ver a personas cercanas a ella en peligro.

-Gracias Tanya.

Y tras escuchar la orden de Michael, no dudo en usar su carta de triunfo, ya que no quería prolongar el peligro de la pelirrubia.

-Fuego.

Grito para que nadie de sus compañeros se viera atrapado o sorprendido por la potente ráfaga que salía del Lion, incluso en la seguridad de su cabina, podía sentir algo del calor y del bestial retroceso de ese disparo.

-Es hora de la diversión.

Grito entre el estruendo de nuestras armas escupiendo plomo sobre ese monstruo infeliz.

“Estas frito amigo, me hubiera gustado acabarte personalmente, pero no importa como… un buen Kaiju siempre será un Kaiju muerto”

- Está bien, Michael. Aunque a Nyx no le queda energía para usar su hoja de energía. Ya la usé contra el otro kaijuu, pensando que sería el único. - Le explicó tranquila, a pesar de que no tuviera su as bajo la manga. Lo había usado anteriormente, ya quería destruir cuanto antes a Orcus, a quien consideró la mayor amenaza en ese momento. Sin embargo, no se había esperado la aparición de este nuevo kaijuu volador, por lo que ahora no poseía su arma principal para causar un buen daño a la criatura. Aún así, era más que posible causarle un buen daño con su gran espada en un ataque frontal, aunque esperaba que aquello fuera en un caso de emergencia ya que no estaba en condiciones de recibir otro ataque por parte de un kaijuu.

- Nada que agradecer, Eliza. - Se expresó gentil, al escuchar el agradecimiento de la pelirroja que últimamente la atraía demasiado. Observó cómo ésta se preparaba para acatar las órdenes de Michael, mientras el resto hacía lo mismo. Realmente esperaba que aniquilaran a la despreciable criatura con su armamento a distancia, sin necesidad de tener que acercarse. No obstante, la rubia no dudó en posicionarse para embestir volando a la criatura si ésta recibía toda aquella combinación de ataques y aún así sobrevivía. No dudaría en abalanzarse sobre la misma junto con el chico para acabar con la vida del enorme ser.

¿Tensión? ¿Drama?

No pude evitar el escalofrió en mi espalda. La animosidad envuelta en obligación y deber que exudaban en cada palabra que resonaba por el comunicador. Nada nuevo, o a lo que no estuviera acostumbrada. Lo importante, lo primordial era que termináramos esto cuanto antes. ¿Que sucedería el día que los ataques no fuesen de tres o cuatro kaiyus en niveles variables y estables?

Por otro y totalmente sincero lado comprendía, a más, la rápida evolución de la situación, el como llegábamos irrumpiendo en su campo, tomando iniciativas y compartiendo el terreno. Entendible… muy lógico que el desplazamiento de mando y la nueva táctica resquebrara un poco la dinámica de la cuadrilla.

Sonreí tranquilamente comprendiendo, exenta de cualquier sentimiento negativo, solamente feliz de que las chicas estuvieran bien y solo el orgullo saliera dañado en esta ocasión. Al final de todo, todos compartíamos la misma misión.

Mientras el reporte verbal era entregado Aisling se movía presta a la posición indicada, yo por mi lado obediente y sin manifestarme en la cabina, ya en su meta lista, las últimas palabras llegaban a mis oídos junto con la bandera verde para entrar en acción. Solo nos quedaba coordinar el orden de asalto y rezaba porque Aisling  no la embarrara otra vez, y quien dice el mecha decía yo. Vamos que la pobrecita no tenía la culpa que su piloto fuera una desequilibrada. Me imagine de pronto Aisling en el silencio de los hangares conversando con los demás mechas. ”Es que entiéndanme, esta chica, la irlandesa no está bien. No está bien.”

-Jajajajajaja. Jajajajaja

Me atragante un momento en que la risa fue el único sonido que escapo de mi cabina, mientras tosía en un carraspeo recuperando la compostura y el metal del cañón iba tomando un tono rollizo.

Las voces volvieron a escucharse y Michael clamaba acción. Presta, sin pronunciarme respondí acorde.