Partida Rol por web

Aegis: Defensores de la Humanidad

6.b.- La criba

Cargando editor
28/04/2021, 23:17
Hiroko Tanaka

Por mi parte he desayunado digo con una sonrisa a Kyoga. No sé si bien o mal pero he desayunado. Ahora toca prepararnos, esos no saben con quién se han metido.

Cargando editor
10/05/2021, 02:40
Robin Erikson

 -¡Por cierto! -luego de haber perdido la cuenta de los entrenamientos, y habernos reunido nuevamente, llamaría la atención del resto de mis compañeros a la vez que sacaba de mi chaqueta unos bolígrafos de colores y una hoja de papel. -. Con esto de que no es seguro que volvamos todos, ¿qué tal si dejamos un último detalle firmado por todos? Una manera de permanecer juntos incluso luego de la batalla -por supuesto que no es solo una excusa para tener la firma de todos si regreso con vida, c-claro que no...

 A diferencia de otros, que disimulaban en mayor o menor medida los pensamientos que pasaban por su cabeza, en ningún momento me había mostrado afectado por la idea de ir a la que podía ser la última batalla, casi hasta parecía que me emocionaba la idea... y es que en realidad sí que era así.

Cargando editor
10/05/2021, 03:07
Kyoga Kashii

"Oye, pues... no es mala idea en absoluto"

Estando con todos los demás, en esta misma sala, busco una caja de rotuladores, me mancho la mano de tinta, y dejo mi marca en la pared.

"Por la humanidad, y por el mundo ¡Terra Invicta!"
"Kyoga Kashii"

 

¿Quien sabe? Puede que hayamos iniciado una idea loca, aqui

Cargando editor
11/05/2021, 08:49
Hiroko Tanaka

Me quedo pensando y finalmente tomo el rotulador que nos ofrece Robin. Después de firmar en su hoja, para que al menos tenga eso, me acerco a la pared.

Por la unidad de la humanidad.

Demos todo lo mejor cada día.

Hiroko Tanaka.

Buena idea, Robin-kun reconozco mientras vuelvo con Michael.

Cargando editor
11/05/2021, 11:28
Alanya Mckenzie

A Alanya ese tipo de epitafios no le hacían ninguna gracia, era como si tuviera que asumir que iba a morir. Tras el ataque de los kaijus a su ciudad natal no se pudo poner epitafios en las tumbas de los muertos debido al gran número de ellos. Si moría no pensaba que se pudiera siquiera recuperar su cuerpo, por lo que ella no tendría ni tumba, quizás dejar algo aquí no era tan mala idea.

Tomó el rotulador y escribió en la pared y en la hoja que le tendía Robin.

Gracias por concederme el honor de poder luchar por mi tierra. Que nuestro esfuerzo florezca en un nuevo mundo libre, sin miedo y en paz.

Le daba la sensación de que estaba muerta... seguía sin hacerle ninguna gracia.