Partida Rol por web

Tanya se acercó a Eliza cuando Michael anunció a quien le iba a acompañar en su grupo. Apretó los dientes como queriendo decir algo pero se contuvo. Cuando Michael se dirigió a Hiroko, Tanya miró a su pareja y la invitó a acompañarla para apartarse del lugar, sus ojos decían que debían hablar.

Suspiro

"¿Alguien se apunta a dormirse viendo alguna peli soporífera? ¿Nadie?"
"Venga, creo que tengo por aquí Colmillo Blanco..." digo sacando un viejo VHS, posiblemente más viejo que todos los que estamos en la sala, salvo tal vez el comandante Elliot. Respecto a Joly, no tenemos ni idea de que edad tiene.

No se me escapa que esta va a ser una misión suicida. No luchamos por volver a casa. Luchamos por una minima y desesperada ocasion de tener una casa a la que volver.

Lanzo un suspiro negando ante mi propia torpeza con el simulador. Ni estando en el frente ni intentando hacer una ofensiva desde segunda línea...

Tan solo cuando llevamos ya varios intentos y cambiamos un poco la táctica parece que tenemos algo más de éxito, pero está claro que está misión va a ser casi imposible. Mucha suerte tenemos que tener para que alguno regrese a casa. Al menos lucharé codo con codo con mi pareja, y eso es algo que pocos pueden hacer.

Ante sus palabras simplemente afirmo, a todos nos va a venir bien tener un descanso. Agarro su mano pero pronto me sujeto de su brazo. Nos vemos en unas horas, cuando hayamos descansado. Intentad dormir lo que podáis, nos vendrá bien tener la mente despejada. Tras decir eso me marcho con Michael.

Alanya estaba concentrada en el resultado de su simulación mientras escuchaba a sus compañeros.

Es evidente que la estrategia planteada por McDowell es suicida y el grupo que va a realizar la distracción va a ser aniquilado, por otro lado, sabes que si alguien tiene una mínima posibilidad de lograr conducirlos con bien a través de esa tormenta de lásers es Michael, pero lo conoces demasido bien como para darte cuenta que el mismo se está ofreciendo como cordero al matadero y era plenamente consciente de ello.

Todo en el lenguaje corporal de Michael y el capitán Cifuentes te daba a entender que si ambos tuvieran la oportunidad de hacerlo, golpearían al sujeto en la cara y le tumbarían los dientes, pero el hacerlo sólo debilitaría la moral del grupo.

Conoces a Michael lo suficiente como para saber que lo que se les viene encima a todos va a ser como un jodido día de campo en el infierno, el va a exigir perfección en el grupo de pilotaje y si ha dejado fuera a Elliot es porque sabe que él no lo va a lograr allí arriba, lo que no sabes si agradecerle o reclamarle por la falta de confianza.

Ese sólo gesto de tomar la mano de Hiroko frente a todos para irse con ella dice mucho, así que los próximos días, pueden ser los últimos para todos ustedes.

Ante el ofrecimiento de Kyoga de ir a ver Colmillo Blanco, SHAD, Rovel y Ekatrina se van con él a ver la película y relajarse un momento, mientras intentan asimilar la diferencia que existe entre sus fuerzas y las del enemigo, aunque el ambiente es de camaradería, no pueden evitar sentir bastante nerviosismo por lo que está por ocurrir.

Eliza se va con Tanya a la habitación de la rusa a conversar sobre aquello que parecía estar preocupando a la rubia, lo mismo ocurre con Elliot y Alanya, quienes se van a la habitación de esta última.

Por su parte Natasha se va a la piscina a relajarse nadando un rato para luego bañarse e irse a dormir bastante incómoda con toda esta situación, mientras que Elizabeth se va a dar un paseo por los hangares reflexionando sobre si debe o no participar en este combate.

Michael conduce a Hiroko hasta su habitación en donde se encierran sin atender a nadie.

Ver la pelicula es un ejercicio en resistencia al sueño.

Ya llevamos apenas 8 minutos, y una escena de subir un monte helado habría hecho que un hombre inferior estuviera roncando.
Yo estoy casi a puntito

"Esto... Bueno gentes ¿Que os parece esto, pues?"
"Supongo que tras esto, será el final. Nuestra última misión como pilotos"

"En fin... si no hubiera sido por esta guerra ¿A que os habria gustado dedicaros? Posiblemente yo estaría con mi padre, en el pueblo, cortando leña.  Un trabajo sencillo; cansado pero sencillo."

Tras algunas horas de descanso volvieron a los simuladores, al principio con los mismos resultados, una y otra vez los dos escuadrones caían. La simulación aprendía de ustedes al igual que ustedes de ella.

Es así que tras tres días de continuas derrotas, lograron obtener su primera victoria, un ataque relámpago que alcanzó el reactor de la nave ancient y fin del juego.

Ese día aprendieron que una potente descarga de energía disparada desde el hangar un un ángulo determinado basta para hacer explotar el reactor.

Por desgracia la explosión es tan veloz que los mata a todos, necesitaban probar otro método, el cual les fue proporcionado por la Dra. Gallard, ella y sus municiones explosivas serían claves para la victoria, un recurso que debían agradecerle al difunto Friederich quien la contacto inicialmente.

El equipo de cebo por su parte encontró algunos escenarios en lis que podía obtener ventajas, pero no fue sino hasta que el profesor Kamogawa desarrollo los servomotores potenciados que pudieron igualar el combate cuerpo a cuerpo con los ancients.

En definitiva si Kyoga y Elliot no hubieran captado la atención del científico en la primera gala, hoy en día no contarían con este recurso. Sin embargo, la mayor de las ayudas vino de un hombre con el corazón roto, un importante político vienés quien al conocer sobre la muerte de su hija adoptiva convenció al parlamento europeo que si no acababan pronto con los invasores ancients no habría futuro para la humanidad.

La muerte de Hellen y la presencia de Elizabeth en la nave jugaron un rol importante para esto, pues, pese al Bexit, el parlamento británico no dudó en financiar los esfuerzos del Parlamento europeo.

Fue así que en apenas dos semanas la iniciativa contaba con una fuerza de drones de combate que eclipsaba incluso a las fuerzas aéreas de Estados Unidos e Inglaterra unidas, drones que una vez dentro de la simulación fueron capaces de encargarse de los cazas ancients que tanto daño les causaban.

Sin duda, cada una de las decisiones que habían tomado hasta ahora había contribuido en mayor o menor medida a su posible victoria.

Finalmente, tras casi dos semanas el acero bioregenerativo ya estaba listo y tras una última simulación que terminó con una sola baja por parte de ustedes y la caída del mecha de Volgar y la nave ancient, la simulación termina con múltiples portales abriéndose por el cielo dejando ver a una impresionante flota que rivalizaba en poder y fuerza con la ancient.

Si llegada la hora, luchan como hoy, les aseguro que la flota de la Alianza no dudará en unirse a la batalla, he remitido cada una de las simulaciones al Concejo de defensa y los tienen impresionados, pero aún no están dispuestos a desplazar la flota pues es sólo una simulación los quieren ver en acción real. - dice Joly mientras ingrsa a la sala aplaudiendo complacida.

Sudoroso, emerjo de la cápsula

"Ha sido... ha sido... UN EXITO" digo, dejando salir una sonrisa victoriosa "Chicos, por primera vez, por primerisima vez ¡Creo que tenemos una buena posibilidad!"
"Y se lo debemos a la doctora Gallard!"

Lo cierto es que estaba preparado para morir. Hasta hace unos dias, sólo pensaba en que la misión sólo podría cumplirse con nuestra muerte, como tantos otros animales que deben de dar la vida para que su prole pueda seguir adelante. Pero... Lo hemos logrado.

"Bueno compañeros, sólo nos falta una cosa, y es... el grito de guerra"
"¡¡TERRA INVICTA!!"

¡TERRA INVICTA! coreo el grito de Kyoga mientras yo también salgo de la cápsula. Luego me acerco a Michael sin poder contener la emoción, pues en esta simulación los dos sobrevivíamos. Y aunque estoy preparada para morir en caso de ser necesario, no puedo evitar desear vivir toda mi vida junto a Michael.

Escucho las palabras de la exploradora y frunzo un poco el ceño. [B]Supongo que es normal pero tampoco me parece bien. Nosotros hemos demostrado nuestra voluntad de lucha, y sin embargo el Consejo prefiere regalar nuestro planeta a los Ancient. En la tierra ya pasó, se regaló el Tibet a China. Y eso nunca es bueno.

Las implicaciones políticas le daban igual a Alanya, ni las comprendía ni quería saber nada de ellas. Nadie vino a ayudarles después de la devastación de su ciudad natal, mucha ayuda prometida pero al final quedó en casi nada.

Pero lo habían logrado, había vencido. Por primera vez lo habían hecho casi sin bajas, era un utopía pretender que sobrevivirían todos en la lucha final pero lo importante es que habían conseguido detener la nave ancient y salvado a la tierra.

Pero era una simulación, el combate real sería mucho más duro y aparecerían imponderables que podían precipitar su derrota. Era importante no flaquear y pensar que la victoria era posible.

Veía a Elliot con amor. Nunca pensó que podría ocurrirle esto en estas circunstancias, pero ahora tenía algo por lo que volver y no quería morir en la batalla. No quería distraerse, la posibilidad de morir no debía enturbiar su determinación pero el deseo de volver estaba ahí. ¿Podrían ser una pareja normal si todo esto terminaba?

- ¡ TERRA INVICTA !

Era un buen grito de guerra. Ahora solo quedaba la mejor parte... matar kaijuus.

Tanya salía de la simulación con cierto gesto de triunfo, sin llegar a ser tan eufórica como sus compañeras.

- Lo hemos hecho bien - dijo animando al resto -. Y ¡Terra Invicta! - dijo alzando un poco más la voz sin elevarla tanto como el resto.

 La experiencia me había enseñado que las simulaciones nunca podían transmitir la misma situación que una situación real, pero precisamente por eso el haber logrado finalmente una victoria hacía que mi piel se erizase en la ansiedad de pensar en cómo sería el combate real.

 -¡SIIIIIIIIIIII! ¡VAMOS A MATAR ANCIENTS! -grité de un salto, alegre y emocionado, demasiado excitado como para pensar en acompañar las palabras de mis compañeros. A diferencia de muchos, no tenía nada en particular por lo cual ir a luchar, no tenía a alguien esperándome, no tenía una vista del mundo en general que me hiciese desear ciegamente en defenderlo… Mi único deseo era convencerme de que era de utilidad, y no una mejor sensación para eso que la de acabar con los seres alienígenas que amenazaban con acabar con todo a su paso.

Cuando la simulación terminó, decidí apagar rápidamente mi terminal, a efectos de poder unirme a la celebración de mis compañeros, la simulación me había dejado algo en claro, si quería que el grupo tuviera éxito, Volgar debía caer y de un modo u otro me aseguraría de que eso sucediera.

¡Tierra Invicta! - grito rápidamente al tiempo que abrazo a Hiroko con una sonrisa mientras escuchamos las palabras de la observadora Nier.

Creo que nos merecemos una pequeña celebración, si les interesa yo invito los tragos. - Como si los cobraran - pienso con una sonrisa pícara.

Los siguientes días fueron de continuo entrenamiento y prácticas cada una de ellas con resultados muy similares a los anteriores, en algunas ocasiones con una o dos bajas adicionales y en otras sin bajas, lo cierto es que, con cada una de las prácticas el grupo se convertía en una verdadera máquina de guerra perfectamente aceitada.

Desde el centro de comando en el Avalón controlaba mejor los tiempos de despliegue de los sistemas de apoyo y los drones, así como las líneas de comunicación manteniendo las acciones de ambos equipos plenamente coordinados  y listos para tomar las acciones necesarias para salir airosos en el combate.

Tras esa primera victoria, las siguientes llegaron igual. Por fin podíamos tener esperanza, esperanza de realmente tener un futuro. La verdad es que me duele en el alma que, ahora que tengo delante un futuro tan maravilloso, pueda perderlo. Pero eso precisamente me anima a luchar con más ahínco.

A pesar de no haber combatido antes juntos tanto, cada vez nos coordinamos mejor y llegamos a entendernos casi sin hablar. Por supuesto, siempre me sentiré más cercana a las valkyrias, pero eso no quita para que consiga coordinarme con el resto.

Lo único que alguna vez me molesta son algún pequeño mareo, pero normalmente puedo ocultarlo a los demás.

Parecían estar todos listos para el combate final. Habían logrado algo en las simulaciones y aquello daba buen feeling a Tanya, pero no podía evitar estar preocupada con Eliza, pero no había ya marcha atrás.