Partida Rol por web

El amanecer deja paso al sol que irradia con fiereza el escenario de la plaza sur con un montón de cadáveres goblin, encontráis un pergamino entre las pertenencias del goblin maldecidor. El mensaje escrito está en goblin.

Veis acercarse a un enano arrugado de barba blanca , con cara sonriente extendiendo los brazos ¡¡ oh los héroes de Aguas Fuertes !! me llamo Garwan y creo que esos goblin robaron uno de mis preciados objetos de mi tienda.

Detrás del enano viene la guardia y junto a ellos los lugareños que van viniendo al sentirse protegidos . 

Me levanto, volviéndome hacia Astarté, cubierto por varias hileras de sangre. Entre las partes maltrechas del a armadura, pueden verse las heridas que posiblemente hubieran matado a cualquier otro. Pero no al draconido, que coge aire de forma acelerada, quizas por las heridas, quizas por el ansia del combate.

Era difícil controlarse cuando por tus venas corría la sangre de los dragones, y esta se vertía al suelo por varias heridas. Pase la langa y bifida lengua por el morro escamoso, limpiando la sangre. He estado mejor.  Contesto, ahora algo escueto, volviendo la vista hacia ella. Se necesita algo mas que magia, acero y rabia para que Bahamut me reclame. Acabo por mostrar esa hilera de dientes, que a esta altura, Astarté debería interpretar como una sonrisa. Gracias por preocuparte. ¿Estais vosotros bien? ¿Los aldeanos están bien?

Me llama la atencion el enano, y guardo el hacha, asi como el escudo ahora. Y espero a que sea otro quien hable, yo, aun estoy recuperando el aliento.

El eladrín viendo que todo había finalizado, aunque había escapado uno de los pequeños seres que seguro daría información a sus superiores sobre el grupo, se dirige a donde sus shuriken se habían perdido para recuperarlos. No porque le importase su valor, lo hacía para no dejar evidencias de su presencia, por eso una vez recuperados los shurikens se dirige a los goblin que habían sido golpeados por las saetas de su ballesta y las hace desaparecer con la ayuda de su daga.

Luego se mantiene en la distancia, no le gustaban los aduladores, y menos si eran de esa tosca raza, los enanos, bueno de cualquier raza inferior a los primeros nacidos, los eladrines. Una vez en la distancia se toma un respiro para sanar sus heridas.

Astarté asiente al ver que Agakor está bien y que más o menos todo el grupo se encuentra en condiciones.

Vaya, no pensaba que tuviesemos que esforzarnos tanto en el inicio de la misión. Esto no es parte de mi prueba.

Se gira al ver llegar al enano.

Encantada de conocerle, señor Gawan.

Tuvo la impresión de que algunas flores tenían bellos colores para atraer a los insectos. Luego los devoraban. Eso le puso en guardia frente a los halagos del enano.

Sois generoso con su apreciación, señor. Sólo nos hemos defendido y hemos protegido en lo posible al resto del lugar.

Cuando llega el enano con tantos aspavientos, no puedo dejar de sentir que mi vanidad se ve satisfecha por el halago. Héroes, eso somos sin duda, aunque de momento de medio pelo, como se encarga de recordarme la razón.

—Hemos hecho lo que cualquiera en nuestro lugar—digo con falsa modestia. 

Miro de reojo a Rena, disimuladamente y sin saber todavía con que clase de elementos me he juntado.

—Ese objeto misterioso que han «robado»— le respondo a Garwan, decidido a esperar la reacción de la mujer bruja—supongo que podrá hablarnos de él. Conocer su naturaleza sería de ayuda. Puede que vuelvan, pero si sabían que estaba en su tienda, puede que alguien de aquí les haya informado. 

Rena tenía a simple vista el cuerno negro en la mano, más allá de que la hacía sentir especial no le era de valor, al parecer el enano tenía más interés en el articulo que la bruja o que cualquier otro. Pero ¿Porqué arriesgarse así por este objeto? se pregunto varias veces mientras lo observaba.

Se acercó lentamente al enano con "la daga" en su mano... mirandolo tanto a él como a los guardias que lo acompañaban.

Garwan dijiste tu nombre, ¿Verdad? supongo que ésto me pertenece, porque de no ser por mi estaría en manos de los Goblins, ahora si es de tu interés estoy dispuesta a negociar por este artículo, ¿Qué tienes para ofrecer?

Kendal sacude sus vestimentas quitándose el polvo que en ellas pueda haber a causa de la dura batalla librada hace escasos minutos.

Primero se dirige hacia su amigo  compañero Agakor. No hace falta preguntarle nada, por sus gestos sabe que a pesar de sus heridas se encuentra en buen estado.

Después ve aparecer al enano  presentándose y diciendo después que le habían robado algo esos goblin.

Kendal se mantiene al margen en la conversación con el enano pues ya varios de sus compañeros están hablando con él.

Cuando el enano os va a responder se tiene que echar a un lado pues los guardias de la ciudad os rodean para defenderos de la muchedumbre que os clama como héroes .

Ciudadanos: los héroes de Aguas Fuertes ¡¡ Viva !! os intentan tocar como si vuestra vestimenta fuese algún medio de protección para ellos , los soldados los empujan .

Soldados: ¡¡ quitaros de en medio dejad de atosigar !! dicen dando empujones a los ciudadanos.

Capitán Hojaflecha:  soy el capitán Hojaflecha os dice el que parece ser el líder de la guardia, os acompañaremos a la taberna allí podréis descansar de vuestras heridas hasta que el fervor de vuestras acciones se temple . La muchedumbre aprieta a cada momento y el capitán os hace un gesto para que avancéis al mismo tiempo que ellos , su gesto es preocupado pero agradecido.

Rena mira con rabia a aquellos que intentan tocarla, pero solo es por unos segundos, le gusta esto de que la aclamen. Con una leve sonrisa en la cara guarda el cuerno en su bolsa y toma su guadaña del mango que utiliza como bastón para ayudarse en la caminata.

Observa la muchedumbre sin ton ni son... ni se mosquea, cada tanto cuando ve un hombre guapo sonrie, más allá de todo tiene las necesidades de cualquier mujer.

Kendal intenta por todos los medios no dejarse manosear mucho por la muchedumbre. Tiene que guardar las formas. Un guerrero nunca debe sentirse un héroe. Ha nacido para la batalla. No hay heroicidades en un cambo de batalla. Solo hay lugar a la vida o la muerte.

Os agradecemos la hospitalidad que nos brinda señor... dice Kendal en un tono firme y serio mientras se deja llevar hasta la taberna de la que les acaban de hablar.

Dashean viendo que se amontona gente se mantiene al margen y cuando la gente se aproxima a sus compañeros mira por un momento que tal está Astarté y luego si alguien le reconoce como "héroe" intenta escabullirse y desaparecer entre las sombras y los escondrijos que le ofrecen los edificios o la naturaleza.

Sigo al grupo en la distancia.

Te das cuenta que dirigen al grupo hacia la posada , supones que todavía ésta no ha sido controlada por la guardia así que podrías colarte por la puerta trasera.  ¡¡ Todas las posadas tienen una !! , o bien por una de las ventanas que dan a la parte de atrás que está enfrente de otros edificios (mirar mapa).

Dashean se mueve veloz hacia la posada para tomar posición antes de que entre todo el mundo, un lugar privilegiado desde el que pueda observar y no ser observado, con su sigilo como arma principal.

Dashean al ver que la puerta se halla cerrada busca un anueva entrada, quizá la entrada de atrás o una de las ventanas del primer piso, pero con calma y vigilando, le sorprende que la entrada principal de la posada se halle cerrada, es algo muy extraño en los poblados.

Vas hacia la izquierda justo cuando llegas a  la esquina te asomas y  ves que hay una  puerta secundaria pero se encuentra en el lateral en vez de en la parte de atrás, está abierta y están tirando allí los cubos de agua , haciendo limpieza antes de abrir supones. Te diriges por la parte de la derecha das la vuelta y ves que justo en la parte de atrás, haciendo casi esquina  miras hacia  arriba y ves  una ventana abierta las demás están cerradas. Intuyes que debe ser porque es la única donde no han pernoctado ésta noche, puede ser debido a que da a la parte de la calle principal donde más ruido suele haber o alomejor  es porque no se llena tanto, está saliendo el sol y el pueblo se está despertando junto con el barullo de la gente en la plaza sur aclamando a tus compañeros piensas que sería fácil de trepar sin que se dieran cuenta.

Dashean mira a los lados y observa por donde puede sujetarse para trepar hacia la ventana o si puede utilizar su paso feérico para llegar a la habitación, finalmente cree que es factible trepar sin ayuda de magia ni de ningún utensilio creado para tal tarea. Empieza a agarrarse a los salientes que le ofrece la estructura, y tras asegurarse que nadie le observa trepa hasta la ventana, un rápido vistazo para ver si hay algo o alguien dentro de la misma y luego entra en la habitación intentando no hacer ruido.

Me habéis sorprendido gratamente, Astarté. Me alegra ver que se ha convertido en una mujer de pies a cabeza. Agakor asiente con la cabeza, en un gesto exagerado. Cuando trataba con no draconicos, temía que sus gestos fueran demasiado sutiles para ellos, y no los percataran, asi que estaba obligado siempre a exagerarlos para dejarlos bien claros.

Acto seguido, cuando Kendal se acerca, y comprueba que Agakor estaba bien, el draconido hace lo propio con el, agarrándole de la cabeza y girándole la cabeza a un lado y otro, comprobando que estaba bien. Le soltó, asintiendo de la misma manera, exagerado, al ver que estaba bien.

Por parte de Agakor, los halagos eran como agua que corría por un río sin oposición. Su preocupacion era que sus amigos estuvieran bien. Que los aldeanos, y los inocentes estuvieran bien. No necesitaba que se lo agradecieran, era su deber. Y aun así, si la gente deseaba acariciar la armadura, no ponía impedimento. La gente necesita heroes, necesita sentirse segura. Y camina junto al grupo, en silencio.

La gente necesita a quien seguir. Esto lo comprendía Astarté. A fin de cuentas, la manada sigue al macho alfa y por mucho que esos animales se vistiesen o viviesen en casas o tratasen de parecer civilizados en los momentos de inquietud miraban al macho alfa y seguían su estela.

En aquel caso habían sido identificados como tales. Eran los salvadores. A fin de cuentas los machos alfa eran superiores. Ella todavía no sabía si lo era, pero no estaba dispuesta a ser pisada por nadie.

Escuchó el halago del paladín y no pudo evitarlo. ¡Se sonrojó! Algo quedaba en ella todavía de aquella niña asustadiza y que se dejaba sorprender por todo lo nuevo.

Seré una pantera si hace falta. La belleza a veces oculta violencia. Tendré que serlo si es necesario. En eso consiste madurar, distinguir cuando usar una u otra.

¿Porqué le decía aquello? Si aquel paladín fuese de su raza tal vez no estuviesen hablando.

Se dejó llevar sin que le importase que la gente le tocase. Era su heroe, pues que la adorasen si querían.

Subes no sin cierta dificultad por la pared de la posada hasta llegar a la ventana, ves como no hay nadie en la habitación. Ésta está compuesta por un barril grande lleno de agua al otro lado de la pared cerca de la puerta, con una pastilla de jabón en uno de los bordes junto a una especie de trapo grande. Quizás para no ser vistos a través de la ventana, al otro lado enfrente de la puerta se halla la cama con un baúl abierto , una mesa y silla están pegadas a la ventana .

La puerta se encuentra cerrada , crees que no se puede abrir desde fuera pero sí desde dentro, así que la abres para salir a un corredor.  Tu puerta da justo a una pared acabándose el pasillo no obstante por el lado derecho sigue , iluminándose con una lámpara las primeras puertas que dan a la escalera de bajada.

Ves que si cierras tu puerta quedas a oscuras y junto con tu capa cubriéndote cuerpo y cabeza serías imperceptible para los demás, incluso para los que saliesen de la puerta de al lado, también es una buena zona para escuchar lo que se dice abajo.

El eladrin oculto por las sombras y su capa, se queda atento a aquello que pueda escuchar por si pudiese serle de utilidad. La información siempre era un buen arma. Así que intentó respirar lo justo sin hacer mucho ruido y no moverse, para poder escuchar cuanto más mejor, esperando la llegada del tumulto y sus compañeros.