Partida Rol por web

El apesadumbrado hombre, que aguardaba sentado en una silla, se levanta para acercarse a vosotros con cara de agradecimiento y tristeza a la vez:

Gracias de todo corazón por prestaros a buscar a mi hijo. Es la única familia que me queda y es muy importante para mí - dice el viejo herrero no sin poder evitar emocionarse - Se que puede ser una tarea peligrosa y os recompensaré con todo lo que pueda, que por desgracia no es mucho. La verdad es que desde que mi hijo empezó a relacionarse con esos bandidos, el dinero que tenía ahorrado en casa ha ido desapareciendo y en estos momentos me queda más bien poco...

Kettembar asiente solemnemente antes las palabras del anciano.

-Puede estar tranquilo buen hombre, nosotros traeremos de vuelta a su hijo y le devolveremos su paz que tanto ansía. Quienes son esos bandidos y donde está su hijo?- Le pregunta finalmente para tener un poco más de perspectiva en el asunto.

Despues de que su compañero y sea respuesta su duda, Jerra le pregunta:

-Su hijo y los bandidos son amigos? Y si es asi no puede ser que se moleste un poco. En verdad me da igual, pero supongo que a usted no le da igual...

Tobias estaba extrañamente sobrio aunque resacoso, apoyado en la pared del fondo sin decir nada.

Por el momento se limitaba a escuchar las preguntas de sus compañeros.

 La recompensa no es un problema caballero... además - sonríe de una forma bastante peculiar - si tratamos con bandidos dudo que a alguien le importe que les devalijemos...

Tras una pausa para comer otro trozo de la jugosa manzana continuó - Sería prudente saber donde tienen su base montada esos malhechores .... pero lo más importante de todo, había notado ud. algún cambio significativo en su hijo¿?...ropajes extraños,marcas,...,cualquier cosa

Mi hijo no es una mala persona como esos malechores – apunta con vehemencia el anciano herrero cuando escucha las preguntas de los presentes – A Darl siempre le ha costado mucho aceptar una vida ligada a Loudwater y a la herrería. Desde que era un niño, siempre le habían fascinado las historias y leyendas de caballeros y aventuras, y su deseo siempre había sido salir de esta ciudad y conocer mundo. Cuando se encontró con esos maleantes, le llenaron la cabeza de mentiras y promesas y mi hijo empezó a alejarse de mí.

Dasiel pregunta por la apariencia del desaparecido, pero su padre niega con la cabeza:

No, no. Durante ese tiempo no hubieron cambios aparentes en el aspecto de Darl, solo en su conducta y carácter... – Thon se detiene por un instante al cruzarse por su mente un fugaz recuerdo - Bueno... ahora que lo pienso mejor, sí recuerdo haberle visto un medallón extraño que antes no tenía... Era dorado y redondo, y tenía grabado algo así como un dibujo de una calavera... Nunca me quiso contar como lo había conseguido.

Cuando le preguntan por los bandidos, Thon responde casi indignado:

Esos hombres no son más que criminales. Desde que Llorkh cayó en el olvido de los oscuros Zhentárim, ese sitio se ha vuelto un nido de delincuentes y bandidos que se refugian en sus ruinas cuando no están asaltando a los pobres comerciantes de la zona o están de incursión en el Gran Páramo... Ojalá algún día se los lleven los espíritus que allí habitan...

Hace unos días fui a encontrarlos porque tenía la certeza de que la desaparición de Darl estaba relacionada con ellos. Después de algunas investigaciones por Loudwater, sabía que debía encontrar a la banda de un tal Harzak “el Lobo”, un hombre medio loco que tenía su guarida en una pequeña taberna de Llorkh  llamada “El pico de oro”.

Cuando llegué a la taberna me asusté mucho, porqué estaba llena de gente de la más baja estofa y sin duda mi vida estaba en peligro, pero hice acopio de fuerzas y pedí reunirme con Harzak. Desgraciadamente, sus secuaces no me lo permitieron y no pude ni llegar a verlo. Les expliqué porqué estaba allí y solo conseguí que se rieran de mí y mi hijo. Con las burlas empezaron a empujarme y a golpearme y tuve que huir de allí para salvar mi vida.

Kettenbar se acerca al anciano y le pone una mano en el hombro.

-Tranquilo, hablaremos con ese tal Harzak. Pasando por encima de sus secuaces si es necesario. No opinais lo mismo?.- Dice tras girarse a sus camaradas en busca de apoyo.-Y dice que su hijo está en la posada esa también? Lo tienen secuestrado o simplemente está allí con ellos?

No, no, no. Yo no sé si Darl se encuentra allí realmente - responde el herrero rápidamente - De hecho yo no lo vi cuando estuve en la taberna. Yo fui porqué estoy seguro de que esos bandidos saben algo de mi hijo, como dónde puede estar o de si le ha ocurrido algo, pero yo no tengo la seguridad de que se encuentre con ellos en estos momentos.

El wilden analiza cada una de sus palabras y gestos en busca de alguna reaccíon extraña.

Jerra se queda meditabunda intentando recordar alguna cosas...

No, el herrero parece absolutamente sincero en sus palabras.

En el apartado religioso, la descripción que ofrece el herrero del medallón es tan vaga que podrías vincularlo con multitud de cultos y sectas a la vez o a ninguna en concreto. Sin saber más no puedes sacar mucho de ahí.

En cuanto al conocimiento histórico, puedes corroborar que lo que ha contado es cierto. Llorkh era un asentamiento que había florecido gracias a las minas de hierro y plata de las montañas cercanas y que llegó a su momento de máximo esplendor cuando los Zhentárim tomaron su control. Con el retorno de la fortaleza sombría de Thulanthar y el debilitamiento del control de los Netherenses del desierto de Anarouch, a partir del año 1479 la gente empezó a abandonar el lugar hasta que Llorkh quedó absolutamente abandonada. Ahora, el poblado fantasma solo está frecuentado por bandidos y criminales que operan por la región.

El wilden cree que ya no puede sacar mucha más información del hombre, así que insta a sus compañeros a partir cuanto antes.

-Creo que deberiamos irnos cuanto antes a hablar con ese tal Harzak y ver si nos puede decir donde está Darl.

Después de lo cual mira a Lord Kennegan y hace una leve reverancia y hace un tanto de lo mismo mirando a Thon para seguidamente salir por la puerta.

Jerra contesta al wilden:

-Yo no tengo nada mas que preguntar. Bueno si, como es tu hijo?