Partida Rol por web

Aimons Gueuse

[THE GAME] Prólogo

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15/01/2022, 12:12
Bermejo Russus

-¡Damas, Caballeros, pero sobretodo sirvientes y sirvientas!. -Exclamó Bermejo Russus, llamando la atención de todos aquellos que aún no se habían percatado de aquel terrible incidente, clamándolo a viva voz él sería el encargado- ¡Tengo una triste y desgarradora noticia que anunciaros!. ¡Tratando de afinar mi laúd, la cuerda se rompió!. ¡Se cancela la función de esta noche!.

En ese momento se percató que, detrás del Laúd roto, se encontraba el Senescal muerto, al menos desde su punto de vista. Esto también era una novedad, pero teniendo en cuenta como estaban era algo que no implicaba la presencia de una Musa malintencionada que no le inspiró lo suficiente como para afinar correctamente un laúd.

-¡Y en otro orden de noticias... el Senescal ha pasado a mejor vida!. -Volvió a clamar lo evidente- O al menos una sin tareas pendientes que cumplir... -Dijo mientras miraba la nota con sus tareas con un reparo aún mayor que como miró al Senescal muerto.- que ni siquiera tienen nada que ver con tu rango de profesionalismo y experiencia...

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15/01/2022, 13:42
Jack O'lantern

Al ver al senescal en el suelo echando espuma por la boca una expresión de horror invade mi rostro, el hombre era un buen sujeto y que alguien le hiciera esto era simplemente deplorable.

¡¿Qué cojones?! - exclamo dejando caer el hacha pesadamente al suelo mientras me acerco al occiso.

Nuestro señor debe saber de esto inmediatamente sin nuestro senescal estamos en una situación bastante precaria, voy a enviarle una paloma mensajera en este instante. 

Dicho esto salgo del comedor con destino al salón de invierno y luego me pierdo de vista.

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15/01/2022, 23:27
Mary Reilly

Mary abrió los ojos al ver caer al senescal. Estaba en plena degustación de los pasteles, y un repentino ataque de tos casi la ahoga. Menos mal que estaba también el vino cerca.

-¡Cof...Cofff...! Per... Pero... ¡El senescal! ¡El senescal!

Lo señalaba como si los demás fuesen idiotas y no pudieran verlo.

Muerto... ¡Envenenado!

Por un momento se preocupó de los pasteles que estaba comiendo. Escupió el trozo que tenía en la boca.

-¿Qué ha comido o bebido antes de... ? Como hayan sido los pasteles... ¡Ay, creo que me noto mareada de nuevo!

Se sentó, agobiada. Miró al senescal fallecido. Sentía palpitaciones. Comenzó a darse aire.

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15/01/2022, 23:47
Angus Urquhart

Todavía agachado sobre el cadáver de nuestro buen senescal, el anciano monje buscó con la mirada... ¡a nada! No había ningún guardia que echarse a la vista, y eso que Urquhart había gritado con fuerza con su voz de barítono, atacando desde el diafragma.

Es extraño...

Me incorporé entonces, y miré a los allí presentes.

Mucho me temo que tendremos que resolver este misterio... juntos. En realidad, misterio no hay. Lo que hay es un asesino entre nosotros. O al menos uno. Un esbirro de Lord Umpostuh se ha colado en la Casa.

El franciscano se acercó entonces con presteza hacia donde la bella Mary Reilly comenzaba a sentirse indispuesta, golpeándola con suavidad en la espalda varias veces.

Escupa, hija, escupa ese don de satanás...

Les recomiendo - dijo entonces dirigiéndose a los demás - que desprecien su instinto y no ingieran ninguna de las viandas que tenemos sobre la mesa.

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16/01/2022, 14:38
Madame Bavard

La sirvienta sonrió, mientras afirmaba con la cabeza, ante las palabras de su compañera la cocinera. La sonrisa se amplió aún más cuando vio como Greyrat reculaba, temiendo por la comida.

Su diversión se esfumó cuando, tras las palabras del Senescal, este cayó tieso. Se llevó las manos a la boca, quedando en completo estupor ante la situación durante unos instantes. Aunque su falta de palabras no duró mucho al ver cómo, varios de los allí presentes, no dudaban un pelo en echar la culpa a la comida.

Se acercó, con remango, a los pasteles que Mary Reilly estaba comiendo y le dio un mordisco a uno de ellos, masticando y tragándolo sin dejar de mirarla.

Luego se giró para mirar a Angus Urquhart, brazos en jarra. Ah no, eso sí que no.

- Coincido en que se nos ha colado alguien, pero no me sea idiota... ¡Si estaban comiendo todos como gorrinos! -Con el brazo extendido fue señalando a todos los presentes-. Ya estarían todos criando malvas.

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16/01/2022, 16:11
Señora Patamás

La señora Patamás se había llevado las manos a la cara al ver el espectáculo del Senescal. ¿Cómo podía ser? ¿Le habría sentado algo mal? Pero era imposible, si no ha llegado ni a sentarse a la mesa. No había probado bocado.

En esas estaba pensando cuando el monje se puso a señalar las viandas que tanto trabajo les había llevado preparar.

- ¿ESCUPA ESCUPA? - dijo mientras lanzaba un bollo de pan a la cabeza calva de Angur Urquihart.

La cocinera estaba muy altearada y pegaba pequeños saltos que hacían que toda su oronda figura botase mientras se despeinaba al agitar la cabeza ante la acusación velada que estaba lanzando el monje.

- ¿Acaso ha caído alguno de los demás? Si el senescal ni ha probado bocado. ¿Sabe usted qué es lo que probablemente haya comido? ¡La comunión que usted le da muchas mañanas en su reservado antes de desayunar!

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16/01/2022, 17:49
Angus Urquhart

Señoras mias, les ruego que disculpen a este pobre anciano... y su... terrible torpeza. No pretendía ofenderlas.

Agachó entonces un poco la cabeza, para expresarles a ambas su pesar. De súbito, sin previo aviso, se alzó en toda su estatura, que no era poca, y de pronto parecía crecer y el salón hacerse más pequeño. Y miró con cierta hostilidad a la señora Patamás.

Pero no contrarreste una torpeza con tamaña blasfemia, hija... 

Y de nuevo la expresión del monje tornó a amable, pasado el agrio momento.

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16/01/2022, 18:11
Armand

Si un sucio esclavo como Armand tuviera derecho a tener sentimientos, expresaría su desconsuelo al ver al senescal desfallecer. Era un buen hombre que trataba a Armand como a un ser humano, su destino no debería haber sido uno tan terrible como ser asesinado. También, Armand querría hacer todo lo posible por consolar al devastado servicio, pero lo más seguro es que su ira sería redirigida hacia él por atreverse a interactuar con ellos.

Así que Armand no puede ni acercarse a uno de los hombres que le compraron una vida por temor a llegar a ser incriminado falsamente. En cambio, sorbiendo la nariz con fuerza, Armand aprieta el pergamino con las últimas tareas asignadas por el senescal, jurándose a sí mismo que las cumpliría todas aunque fuese lo último que hiciese en su vida.

Armand recoge del suelo el bollo de pan que le han tirado al señor Urquhart y le da unos mordisquitos para recuperar energías y completar sus tareas.

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16/01/2022, 18:52
Arne Windsbraut

Arne que estaba mordisqueando algo de carne, se levanto de un salto lanzando al silla donde estaba sentando hacia atrás sin ningún control hasta que estallara con fuerza contra la pared, al ver como el Senescal se desplomaba victima de un envenenamiento, algo evidente al ver como le salia espuma por la boca. Pero no hizo ningún gesto mas, pues el no sabia sobre venenos, si acaso sobre carne indigesta o un trozo de pan atascado en la garganta.

Las acusaciones cruzadas no tardaron en llegar, así como el miedo y la preocupación del pescuezo propio de cada uno de los presentes, por lo que el herrero, ahora que estaba claro que un intruso había entre ellos y nadie estaba a salvo de ser envenenado o alguna muerte peor, tomo la decisión de buscar su propia protección.

-Voy en busca de mi martillo. -Sentencio mas que avisar, antes de recoger el manuscrito que le entregara el difunto Trevor; su ultima petición que seria realizada, y tomar la decisión de salir de allí en busca de sus herramientas.

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16/01/2022, 23:26
Elisabeth de Gaulle

Elisabeth se llevó una mano al pecho mientras veía morir a su afable compañero de vida, por suerte ya había dejado la jarra encima de la mesa y no la derramó por sorpresa. El señor Deadfate que le conocía desde niña y que para él era como un padre, había muerto ante sus ojos.

—¡Santa Cristina de Bolsena, bendito tu martirio! Pero, ¿él? ¿Por qué? ¡Si nos ha protegido toda la vida! No recuerdo ni un solo momento en que se comportase como un mal hombre. ¡Todo lo contrario! Era de corazón fuerte y de buenos sentimientos.

Abrió el cajón de los manteles y sacó el de arriba del todo, para rápidamente tapar el rosto del recién fallecido. Mientras tanto, pensaba en quién pudo matarle, estaba claro que sus últimas palabras anunciándonos las malas noticias tuvieron que ver con el desencadenante de su muerte. Al principio pensó que exageraba, pero ahora no había otra que creerle, por su honor. Recordando su apellido se preguntaba si Dios le había elegido a él como mensajero de la salvación.