Partida Rol por web

Al mal tiempo

14204 - En el límite

Cargando editor
07/08/2019, 18:58
Enmascarado

Durante un largo instante, vuestra mirada se vuelve hacia el hombre de la máscara. Esperáis que desaparezca, que se deshaga, que simplemente parpadee hacia la inexistencia. 

Pero allí sigue. Como siempre. Solo que contempla inmóvil su cuerpo infante quieto, destrozado. Deja de tirar hacia su machete, y se arranca la máscara de la cara. Está llorando.

No entendéis nada - dice, negando -. Nada puede cambiar. Pero seguís, y seguís rompiéndolo todo. Cada vez más. Intento dejarlo todo como está - lloriquea -, pero no puedo, no puedo... Siempre algo distinto. Todo se rompe. Y si se rompe, no quedará nada. No habrá hoy, ni ayer ni mañana. Creáis paradojas con vuestra mera existencia. ¿Queréis salvaros? DEJADME QUE OS MATE. Es la única opción. Morid y viviréis. Vivid y moriremos todos, joder... ¡HE INTENTADO CONVENCEROS! ¡CIENTOS DE PUTAS VECES! - grita, desesperado - ¡PERO ESTA VEZ, ESTA VEZ HABÉIS IDO DEMASIADO LEJOS! Si... Si seguís destrozándolo todo... No habrá nada que no sea nunca...

Cargando editor
12/08/2019, 20:45
José Antonio Esteban

Me detengo porque nadie me sigue. Borro la sonrisa y me doy la vuelta, entonces soy testigo del horror. Más horror. Justo antes de que Paco dispare el arma sobre la cabeza del pobre niño, se oye un "¡Noooo...!" en el ambiente que sale de mis cuerdas vocales. Mi cara de horror no cambia cuando veo que el hombre se dispara a sí mismo acabando con su vida. 

Mis rodillas flaquean y caigo de rodillas sobre la nieve. Sin ganas de nada, sin ánimos de continuar. Todos están muertos o van a morir y yo no puedo hacer nada. Y cuando podía hacerlo, salí corriendo para nada. Lloro. Lágrimas recorren mi rostro y el enmascarado habla.

-No entiendo nada... ¡No lo entiendo, maldita sea! -Le grito, llorando. -¿¡Qué hemos roto!? ¿¡Qué puedo hacer!? ¡Dímelo y lo haré! Haré lo que me digas... Lo haré... Lo haré... -Y lloro. 

Cargando editor
12/08/2019, 20:52
Miguel “Michael” Argüelles

Sin la fuerza del enmascarado sobre el machete, ahora es el quien intenta sacarlo. Si quiero sobrevivir necesito un arma. Aunque Rocky había ganado todos sus combates con sus puños desnudos. Pero el no tenía los músculos de acero de Rocky. Tiro con fuerza del arma.

Tenemos que terminar con esto. Grito desesperado. Pero que podía hacer, matar también al Carlos adulto. No había ninguna película que se pareciera a lo que estaba viviendo, o soñando. Hay que terminar de... De... Romper todo. 

Cargando editor
16/08/2019, 16:58
Gerardo "Gero" Escudero

Era el fin. Lo sabía. Los últimos segundos. No habría más raves para Gero Escudero. No tendría la oportunidad de saltar a la fama como los grandes Chimo Bayo o Paco Pil. El dolor desaparecía poco a poco, sentía frío, apenas podía moverse. Se había acabado. Su historia se había acabado. A su alrededor el mundo se había difuminado. Una sombra borrosa y ruidosa donde sus compañeros aun peleaban por conseguir algo. En aquel momento ya no pensaba en qué.

Con sus últimas fuerzas levantó la cabeza para mirar a los ojos a Esperanza, que le abrazaba. Ella sería lo último que viese. La última imagen que se grabaría en su cebrero antes de que se apagasen las luces. Sonrió a duras penas. Teniendo en cuenta todo lo que había pasado no era un final tan malo...

Cargando editor
22/08/2019, 19:47
Sandra Arango

Sentía cómo se ahogaba, cómo la vida poco a poco se empeñaba en abandonarla, pero aún así había tenido el valor, un atroz valor, de pedir que alguien matara a un niño. Pero era para conseguir su salvación, la salvación de todos los que aún se mantenían con vida. Sin embargo, por mucho que quisiera autoconvencerse, Sandra sólo se sentía fatal por haber pedido que alguien matara a un puñetero niño, a un infante que no tenía culpa de nadie y ella, aunque no había apretado el gatillo, era la directa responsable de su muerte.

Con las últimas fuerzas que le quedaban se quedó mirando al otro Carlos, al adulto, esperando ver cómo se desvanecía en el aire o cómo se deshacía en la nieve, pero no ocurrió nada de lo que esperaba, todo siguió exactamente igual... o casi, ya que el remordimiento por haber inducido a que alguien matara a un niño iba a mortificarla eternamente.

Escuchó las palabras del asesino sin entender nada. Ese era el puto problema, que no entendía nada de lo que estaba sucediendo. No sabía porqué les estaba pasando aquello, ni qué podían hacer para solucionarlo si es que había alguna solución, y quizás el Carlos adulto tuviera razón y lo mejor era morir de una vez por todas.

Entonces —dijo con dificultad— si esa es... la solución... Mátame. Mátame de una puta vez.

Cargando editor
25/08/2019, 18:09
Enmascarado

El enmascarado, Carlos adulto, el psicópata extraño sin sentido que está delante vuestra se vuelve hacia vosotros, mientras charla, y en ese momento, Miguel tira de su machete y antes de que el hombretón pueda hacer nada por impedirlo, el crío saca el machete de un fuerte tirón, cogiéndolo con ambas manos mientras da unos pasos atrás hacia la nieve.

El hombre se vuelve hacia Miguel observándolo con expresión indescifrable, sin saber si el chico va a atacarle o no. Ahora mismo su arma está descargada y está desarmado, pero es obviamente más grande que el niño. Tras observarle un instante, se vuelve hacia Sandra y Jose Antonio, deteniendo su mirada en Gero en el suelo y Esperanza... 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Critico :P.

Cargando editor
25/08/2019, 18:14
Esperanza

- Lo siento, Gero - dice la muchacha, dándole un beso en la frente al chico, que ya apenas ve nada. 

No. Gero no ve nada. El Sol Negro, el amanecer oscuro ha venido por él. Ve loricas romanas en procesión en un monte descarnado, ve un camión atropellándole en la nieve, ve un concierto y ve a Esperanza. Y unas palabras se escapan de su boca.

- Quis es? Quid tu hic agis - susurra Gero hasta perder el último aliento. 

Esperanza asiente. No comprende nada. No hay nada que entender, pero recuerda la última voluntad de Gero, y se vuelve hacia el parador. Hacia la luz en lo alto de la torre... Y quizás su cordura haya vuelto al sentir el sacrificio del chico, o quizás simplemente se deje arrastrar por un sentido de falsa decisión. Pero observa a Miguel, a Sandra y Jose Antonio, y sale corriendo.

Hacia el parador. Quizás sea el fin, quizás no, pero quiere ver que es esa maldita luz.

Por Gero.

Cargando editor
25/08/2019, 18:18
Enmascarado

Observa a Esperanza correr, y maldice. Luego se vuelve hacia Sandra y Miguel.

- Es demasiado tarde. Ya he probado a razonar con vosotros, pero - toma aire, mientras observa a Esperanza-. ¿Queréis entenderlo? Es simple. Esta realidad solo se sostiene por la reiteración, sin cambios, eterna. El tiempo... El mundo solo funciona en base a la repetición. No puedes cambiar la eternidad. No puedes. Y si la cambias... Si la cambias la destruyes. Este lugar es perenne, y todos los cambios producen paradojas. Esas luces. La mujer con el bebe vivo. Los que vuelven y hablan y destruyen. Y grietas. ¡Son esas grietas las que nos trajeron aquí! ¡¡Esas mismas paradojas que estáis creando son las que abrirán puertas y puertas y destruirán el mundo donde el tiempo corre!! En este no puede correr. No puede. Este lugar atraerá y absorberá el mundo real para siempre.

Señala la pistola de Paco en el suelo junto a este, y el machete de Miguel.

- Puedes atacarme, y moriréis. Y destruiréis a tanta, tanta gente... O puedes dejarme ir. Ella debe morir - señala a Esperanza-. Si no voy ahora tras ella lo destruirá todo. Dejadme ir, yo la cazaré y vosotros... Acabad con esto. Sandra: ponle punto final. Morid y cuando la realidad se estabilice, cuando las iteraciones vuelvan a ser repetitivas, todo volverá al principio. Volveréis a estar vivos, y sin paradojas nunca recordaréis las iteraciones. Viviréis perpetuamente en el mismo instante, sin sufrimiento, sin dolor. Un accidente, os refugiaréis en el autobús esperando ayuda y el conductor os servirá café. Una y otra y otra y otra vez. En paz. Sin dolor. Y todos los que han muerto, Gero, André, Rufino... Todos volverán a la vida.

El Carlos desenmascarado se encoge de hombros.

- O matadme. He luchado demasiado. Ya nada tiene sentido. Hacedlo... 

Notas de juego

Miguel, si quieres matarle no parece que vaya a poner oposición :). Tenéis una decisión que tomar. En todo caso, si Miguel quiere hacerlo indica que vas a atacar por si alguien quiere impedirtelo, pero no digas que haces nada definitivo. 

Cargando editor
27/08/2019, 19:04
José Antonio Esteban

Me quedo embobado mirando a Esperanza. Quería estar atento a las palabras del Carlos del futuro, pero mi cabeza no da más de sí y se dispersa. Si en ese momento hubiera caído un copo de nieve en la punta de mi nariz, estaría mirándolo ¿Por qué corre? Hacia donde está la luz... Una cosa es cierta desde el principio de los tiempos: Donde hay luz, hay salvación. Donde hay oscuridad, hay muerte, infierno, la vida se desarrolla de formas distintas y posiblemente malévolas. Ya sabemos lo que ocurre si morimos una y otra vez ¿Qué ocurre si esta vez muere ese hombre? No. Todo ésto de las iteraciones no tiene pinta de ser el orden natural de nada. 

-¡Mátalo, niño! -En otro tiempo me hubiera sorprendido de oírme decir esas palabras. El mandamiento más importante: no matarás. Y, además, ordenándoselo a un niño... Abro los ojos de par en par, sorprendido. -¡No, no me hagas caso, no lo mates! ¡Matar es un pecado, hijo, el más importante...! -¿Qué hay de Esperanza? Se aleja, tengo que seguirla. Ya he avisado al niño, he cumplido mi deber. Salgo corriendo detrás de Esperanza con la intención de llegar hasta el final. -¡Espérame! -Espérame, Esperanza, qué curioso, es el destino. -Espera... ¡¡Coff, coff, cofff... coff, cofff!! -Y continúo corriendo todo lo rápido que puedo, y el frío quema mis pulmones y a penas puedo respirar, pero no paro de correr... Ya descansaré.

Cargando editor
05/09/2019, 16:38
Miguel “Michael” Argüelles

El adolescente noto el peso del machete en su mano. No sabía en qué tipo de película estaba ahora, no era una película de acción, ni una comedia, y mucho menos la típica película romántica del domingo por la tarde en Telecinco, era una película de terror. Pero en las películas de terror como Viernes 13, el malo era el que llevaba el machete. ¿Se había convertido él en el malo de la película?

Miro al cura que le suplicaba que no matara a Carlos. Lo que dijera el cura poco le importaba, no creía en la religión, solo era un cuento para asustar a los niños y perder una hora de su vida sin poder ver películas. Ni Rambo, ni Rocky habían tenido ayuda divina, Rambo había ganado la guerra por su duro entrenamiento con los boinas verdes y Rocky había sido campeón del mundo de boxeo por su determinación y entrega. No habían ganado por rezar, y que una paloma con superpoderes bajara del cielo.

Levanto en machete y lo sujeto con fuerza con las dos manos. Tu nos has matado muchas veces, permíteme probar una vez. Miguel dijo la frase con frialdad, era la típica frase de malo de película. ¿Se habría convertido realmente en el malo de la película? Pero muchas veces los malos no eran tan malos ni los buenos tan buenos. Entonces Miguel descargo el golpe con el machete.

Cargando editor
09/09/2019, 13:54
Enmascarado

Miguel clava el machete en el gigante encapuchado, que durante un momento aguanta en pie, hinca las rodillas en la nieve y cae junto al chico.

Tu nos has matado muchas veces, permíteme probar una vez

Desde el suelo, Carlos se ríe.

- Ya lo habéis hecho... Muchas veces... Ahora... Ahora... Todo... Todo lo que quieres... Tu familia, tus seres queridos, tu vida, tu existencia misma... Va a desaparecer.

Y así, sin más, muere sobre la nieve. Sin más artificios.

Cargando editor
09/09/2019, 14:02
Director

Veis como Jose Antonio corre, hacia la cima. Gero yace muerto en el suelo, cerca de donde Paco boquea, todavía sangrando, todavía vivo. Y solo os queda una decisión. Podéis huir con él... Podéis permanecer donde estáis. Podéis matarlos a todos. 

Podéis morir.

Podéis intentar vivir.

No queda mucho tiempo.

Cargando editor
09/09/2019, 14:05
Director

Corres como puedes, vadeando entre la nieve, avanzando hacia la luz parpadeante. Según te mueves, te acercas, observas... Observas que el paisaje cambia.

La luz parpadea, y entonces... Entonces ves un día despejado. Ves la misma montaña, pero la carretera donde caminas no existe. Solo hay un sendero amplio en la ladera. Y por ese sendero, no muy lejos de donde estás, ves...

Ves a doce hombres a caballo, vistiendo lorigas romanas. Uno de ellos te mira, y te señala.

- ¿Quo vadis? - pronuncia.

Y todo desaparece. Caes sobre la nieve. De vuelta a la carretera. A medio camino del ascenso. 

Cargando editor
12/09/2019, 16:40
José Antonio Esteban

Era lo que me faltaba por ver. 

Me disponía a mirar hacia atrás, a controlar la retaguardia, cuando de repente se abrió la realidad y tengo esa extraña visión del pasado. Mientras esos hombres a caballo me miran y me preguntan, me detengo en seco, obnubilado. Les miro con la boca abierta y tardo en reaccionar a la pregunta que me hace uno de ellos. -Sé latín y puedo responder -Pienso. -Una oportunidad única para hablar con las personas del pasado y conocer la historia de primera mano... -Divago. Entonces, la visión desaparece. Vuelve a hacer frío, vuelve a haber nieve y caigo sobre ella, cansado. Pestañeo ordenando mis pensamientos. Sonrío de medio lado.

-Aquella luz me llevará al pasado. A conocer la historia. Las guerras Astur-cántabras... -No pienso con claridad. En otras circunstancias hubiera sido más lúcido y hubiera tenido claro que en la antigüedad moriría en poco tiempo. Y mucho más rápido si me hiciera alguna herida y se infectara, que podría ser lo más probable. Además sería uno de los hombres más ancianos del mundo conocido. Pero no. Me atrae más la idea en este momento de alcanzar la luz y, tal vez, viajar al pasado. Por muy pagano que suene eso. Total, había dejado atrás algunas de mis ideas preconcebidas, así como el alzacuellos, así que me incorporo lentamente y sigo corriendo hacia la luz, corro con más ganas. A penas puedo respirar y la sensación de frío es cada vez más inclemente. 

Cargando editor
12/09/2019, 19:26
Sandra Arango

Sandra observó el transcurrir de los acontecimientos en silencio, incapaz de decir algo más a lo ya dicho, incapaz de pensar con claridad en aquella absurda situación que estaban viviendo, incapaz de mover un solo dedo para actuar. Sólo quería descansar, dejarse arrastrar por el sopor que comenzaba a invadirla, olvidarse del dolor, el frío y el miedo, sólo quería dormir... Dormir y dormir sin descanso.

Las palabras del asesino apenas tenían sentido para ella. Escuchaba sin comprender, incapaz de hilar dos pensamientos coherentes seguidos y lo único de lo que se daba cuenta era que sus súplicas para que la matara no se habían visto cumplidas. Con esfuerzo, giró la cabeza para ver a Esperanza echar a correr hacia la luz y al sacerdote ir tras ella, quizás eso era lo que debían hacer, quizás ahí residía el quiz de todo aquello, o tal vez simplemente debía dejarse morir de una vez por todas.

Pero con lo que no contaba Sandra era con que Miguel se atreviera a matar al Carlos adulto y los dos, tanto ella como el niño, se habían convertido en asesinos al igual que el hombre que ahora yacía en la nieve. ¿Y ahora qué? ¿Ahora qué debían hacer?

Respirando con dificultad y sintiendo todo su cuerpo dolorido, Sandra se puso muy lentamente en pie. Se encontraba mareada y, por unos instantes, creyó que volvería a caer al suelo pero cerró los ojos hasta que la sensación de vértigo disminuyó. Después, se dirigió con paso vacilante haci a Miguel y le quitó el machete de entre las manos y le agarró una de ellas.

Ven, vamos con los otros. Vamos hacia la luz —no tenía ni idea si era una buena idea o, tal y como había dicho el Carlos adulto, todo lo conocido se iría a la mierda, pero de todas formas para ellos hacía ya tiempo que todo se había convertido en una auténtica mierda. Comenzó a caminar llevando a Miguel junto a ella y, no sin antes echar un vistazo a los que yacían en el suelo... Gero, Paco,... caminó hacia el parador y hacia la luz.

Cargando editor
14/09/2019, 12:00
Miguel “Michael” Argüelles

Miguel dejo que Sandra cogiera el machete, pero parte de la sangre de Carlos había escurrido por la hoja manchando sus manos y parte de las mangas del abrigo. ¡Había matado a una persona! Pero esta idea sonaba rara y lejana en su mente. Todo parecía lejano, sus manos, el cuerpo de Carlos sobre la nieve, Sandra, todo parecía lejano como si lo estuviera mirando a través de un cristal como si todo fuera una película de la tele. No podía asumir que había hecho, por ello la mente de Miguel decido alejarse de aquello que le causaba horror.

Miguel se hubiera quedado quieto en la nieve hasta haberse congelado si no llega a ser por las palabras de Sandra, como un autómata comenzó a caminar. A medida que se alejaba del cadáver, su mente se desperezaba poco a poco.

Cargando editor
15/09/2019, 16:52
Director

Corréis. 

O avanzáis. El tiempo fluye de forma extraña mientras la realidad se desmorona. La nieve os hace difícil vadear, caminar. En la distancia veis a Esperanza llegando junto al parador, y hablando con... ¿Alguien? ¿Hay alguien allí? Un poco por detrás, Jose Antonio avanza como puede, arrastrándose por enésima vez hacia la cima. 

De pronto, la luz parpadea y todo cambia. Llueve a vuestro alrededor, con fuerza, pero... Estáis en la misma carretera, sin nieve y rodeados de centeneras de personas que gritan y ondean banderas. 

"VAMOS. VAMOS" chillan. Algunos están pintados, otros azuzan la bandera azul con la cruz amarilla de Asturias, otros hacen gestos hacia vosotros, y... Detrás vuestra veis tres hombres, uno de ellos vistiendo un maillot rojo, erguidos sobre bicicletas y pedaleando como si no hubiera mañana. Parpadeáis y ...

La nieve vuelve de pronto. Aturdidos, seguís corriendo, y la luz zarandea el horizonte. Os encontráis entonces con Jose Antonio, que se acaba de levantar de la nieve, derribado por algo que no veis.

Los tres, juntos, seguís avanzando como podéis y entonces todos veis como todo parpadea una vez. Una simple vez. Y veis a Carlos. Al niño.

Hay coches de policía, la carretera está cortada, y una ambulancia detenida allí mismo. Llueve. Un policía ha envuelto al chico en una manta, dejándole sentado sobre el suelo de la ambulancia. Nadie dice nada, y nadie más parece veros, pero el niño levanta la vista, atónito, y niega. 

La luz vuelve a parpadear y volvéis a la nieve. El horror, el pánico son cada vez mas terribles. ¿Y si? 

¿Y si podéis salir? ¿Y si todavía hay una oportunidad?

- Tiradas (4)

Notas de juego

He hecho dos tiradas por error para Miguel :). La dificultad era 10 en este caso.

He dejado a Gero de espectador de todo cual fantasmico :). 

Cargando editor
15/09/2019, 17:08
Esperanza

Corréis hasta la entrada del parador. Observáis la luz, como proviene de lo alto del parador, de la torre principal de este. En ese momento parpadea, y de pronto es un día soleado. El edificio blanco reluce, hay coches detenidos junto a su entrada, gente charlando mientras toman un café en una improvisada terraza. Y la imagen se deshace, y la nieve os golpea con fuerza imparable. 

Y allí mismo veis a Esperanza detenida. Os está esperando. Junto a ella está Pedro, vestido con un anorak y atónito a lo que sucede. Como si tal caos, tal destrucción, fueran imposibles de entender.

- Vamos - dice Esperanza y entra por la ventana lateral que da al baño, como ya varias veces habéis hecho vosotros. Pedro os ayuda a entrar. 

Cargando editor
15/09/2019, 17:11
Pedro

- Esa luz, esa luz... Joder, lo habéis roto todo, la virgen, todo, pero... Ya que mas da... Vamos - balbucea Pedro mientras ayuda a entrar a Sandra.

En el interior del edificio, seguís a Esperanza. Parece saber donde ir. Corréis por el edificio, porque... ¿Cuánto tiempo queda? ¿Queda algo de verdad?

Un parpadeo os transporta a un edificio en plena construcción. Paredes vacías, sin cuadros, sin pintura. No importa. Corréis. Al menos no os transporta a un momento en que el edificio no exista. Llegáis a las escaleras y otro parpadeo. 

El parador está oscuro. Los cuadros cubiertos por telas. Casi igual que la imagen que habéis visto todo ese tiempo, excepto que paseando por allí veis a Carlos. Adulto. Viste un traje y contempla el lugar con aire distraído mientras se fuma un cigarro. Y levanta la vista y os mira. En ese momento Pedro le señala.

- ¡¡Lo han roto todo!! - grita. El parpadeo, la imagen, desaparece. 

Cargando editor
15/09/2019, 17:23
Director

Subís las escaleras a toda velocidad. Llegáis a la tercera planta, la más alta quitando la torre. La puerta que da acceso al pequeño torreón esta al fondo del pasillo. Esperanza ya ha llegado allí cuando ...

Otro parpadeo. Tan leve. Solo hay oscuridad, pura oscuridad.

Lo veis. Como el mundo tiembla. De lo alto del cielo surge una luz negra, una oscuridad que borra. No es magia. No es un poder. Es nada. Es inexistencia. Algo que borra todo lo que ha sido y será, algo que despedaza, que lo lleva todo, que rompe el tiempo y el espacio mientras crece, y crece, y crece...

El parpadeo desaparece, volvéis al pasillo. Allí veis a Esperanza subiendo por una diminuta escalera de caracol.

Corréis.