Partida Rol por web

Alanna & Haizea

Capítulo 2

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06/06/2018, 00:29
Oliver Sánchez

Con la llegada del amanecer y el piar de los pájaros su jornada laboral por fin había finalizado, lo que significaría poder descansar. Lamentablemente, cuando él regresaría a casa Alanna parta para su oficio, luego pudiera ser que no se vieran hasta la tarde noche.

-Hasta mañana, Lucas -se despidió Oliver con una sonrisa, colocándose sus gafas de sol-.

Tras ello, se colocó su chaqueta y su figura se esmufó como el sfumato de cualquiera obra de arte proveniente de Da Vinci. Cuando respiró el aire de la mañana una vez pisado el suelo de la calle, caminó con los hombros hacia adelante, cansado. Su rostro bien lo sabía, pues ahí se hospedaban las ojeras más oscuras de toda Valencia. Apretó el botón del mando del coche y abrió la puerta.

Mientras conducía por las calles de la ciudad, escuchaba Sweet Child O Mine pues era lo que aquella radio de rock emitía a esa hora de la mañana. Las calles comenzaban a cobrar vida paulatinamente. Cambió de marcha, tarareando el estribillo de la canción:

''Sweet child of mine
Sweet love of mine''

A decir verdad, su inglés era un poco nefasto. A él se le daba mejor el alemán e incluso el italiano, pues eran los dos idiomas que se había sacado durante estos años atrás.

No tardó mucho en llegar al garaje de casa y estacionar el vehículo. Oliver no paraba de pensar en la merecida ducha que se iba a dar en cuanto entrase por la puerta. Eran las siete en punto, nada más  y nada menos. Subió en ascensor para aligerarse un poco, además estaba cansado y sus piernas no se permitían subir aquellas escaleras hasta el ático.

Introdujo la llave en la cerradura y cerró la puerta tras de sí. Acto seguido depositó las llaves en el mueble de la entrada. Sonrió. Al parecer aún había rastro de Alanna en el hogar, pues en el salón estaban sus gafas de sol y... el bolso de otra persona. ¡Claro! Alanna se había traído a dencansar a una modelo. Se le había olvidado. El hogar estaba en completo silencio, por lo que decidió no hacer ruído, por si las despertaba, y empujó la puerta del cuarto de ambos. Le sorprendió que la puerta se encontrase entreabierta, concretamente a unos 180º para ser exactos, aunque... más le sorprendió no encontrarse a Alanna descanso.

Tal vez pudiera ser que se hubieran marchado y que se hubiesen olvidado de sus pertenencias. Sin parar mucho en los detalles, se dirigió al cuarto de baño y abrió el grifo de la bañera. Se daría un merecido baño para poder descansar mejor. 

-Mierda, aquí no hay champú -maldijo en voz baja-. Tendré que ir al otro...

Así pues, Oliver caminó por el pasillo en dirección al cuarto de baño. El otro baño se encontraba al fondo y al pasar por el pasillo se toparía con la habitación de invitados, que, para su sorpesa, la puerta sí que estaba abierta. Por el reflejo del cristal, observó una melena rubia... Sabía que era de mala educación observar a las personas mientras estaban en intimidad, pero aquella silueta le resultaba relativamente familiar. Y... efectivamente. Sus sospechas habían confirmado que aquella silueta era de Alanna... Se encontraba de espaldas y parecía no estar sola, pues en la parte derecha se encontraba una joven.

Ambos cuerpos se encontraban curiosamente juntos y... acamaledos. Billones de preguntas bombardearon la mente del cirujano, quien llevado por la incertidumbre, carraspeó y aporreó la puerta con los nudillos. Su rostro se había entristecido, pues algo en él sabía lo que había ocurrido.

Oliver apartó la mirada y la volvió a subir al ver a su esposa moverse y gritar un: 'Oliver yo... te lo puedo explicar'.

-Te esperaré en el salón, con una taza de café -sentenció y se marchó dando zancadas por el hogar-.

 

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06/06/2018, 09:09
Haizea Egea

Se había despertado de golpe, arrastrada por Alanna, que se había incorporado a la velocidad del rayo. Aun dormida, Haizea no había visto nada, pero por las palabras suplicantes de su compañera de cama, no le costó demasiado deducir lo que había ocurrido.

Oliver.

Haizea se sentó en la cama y miró a Alanna, que parecía sentirse desconsolada. A pesar de que todo lo que sentía era, estaba segura, completamente honesto, no por eso minimizaba el daño que debía sentir al haber herido a su marido. Haizea tampoco había querido aquello. Si existía algo que las podía separar, era precisamente un sentimiento de culpa como el que estaba sintiendo Alanna.

-Tu marido parece un buen hombre. Se merece que hables con él y seas sincera -le dijo Haizea, sabedora de que en aquel momento, su incipiente relación acababa de complicarse en un cuatrocientos por ciento.

Haizea se puso en pie y le ofreció la mano a Alanna para ayudarla, o más bien, empujarla, a que ella hiciese lo mismo y fuese a hablar con Oliver.

-Supongo que será mejor que me marche. Además, tengo que trabajar. 

A continuación, se acercó a Alanna y la besó en la mejilla.

-No te traiciones a ti misma. A veces es inevitable hacer daño a la gente que queremos, pero eso no significa que no debamos buscar nuestro camino. A la larga, si es tan bueno como parece, lo comprenderá y se alegrará por ti.

Después, comenzó a vestirse.

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10/06/2018, 20:58
Alanna Noia

Alanna estaba plácidamente dormida, sin embargo, los toques bruscos en la puerta la sobresaltaron. Rápida y fugaz observó como la silueta de su esposo se alejaba. Parecía decepcionado. Él le había comentado algo que ella no pudo oír con firmeza, por lo que, antes de desaparecer, le comentó un:

-Te lo puedo explicar... Oliver.

Sintió como se desqubrajaba el corazón o el alma, en ese momento no sabía muy bien qué era.

-Tu marido parece un buen hombre. Se merece que hables con él y seas sincera. Supongo que será mejor que me marche. Además, tengo que trabajar. 

 Pero ella no quería enfrentarse a la tensa mirada azul y apagada de su marido.

-No te vayas... espérame aquí. Sé que es un situación delicada, pero... No puedo enfrentarme sola.

Alanna se colocó el camisón y, tras mirar de perfil a Haizea desde el marco de la puerta, se esfumó hacia el salón.

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10/06/2018, 21:18
Oliver Sánchez

Oliver se quedó unos segundos en el marco del pasillo, intentando digerir lo que acababa de ver. Su mujer... con otra mujer. En su interior, un pequeño interruptor acababa de saltar y sus emociones, habitualmente sometidas a un férreo control por su mente, parecían estar a punto de estallar. No obstante, no quería hacerlo todavía.

No podía.

Si deseaba entender lo que estaba ocurriendo (algo que necesitaba imperiosamente) sabía que no debía dejarse llevar por los celos, el odio ni la autocompasión, aunque ésto último era lo que menos le preocupaba. Debía mantener una actitud analítica y razonable.

Unos pasos interrumpieron sus pensamientos. Era Alanna, que había salido del cuarto y estaba ahora detrás de él, con el camisón mal puesto y gesto de culpable.

Oliver la miró, no con odio, sino con una profunda tristeza y, sobre todo, decepción. Todavía podía sentir en sus labios el beso de despedida que ambos se habían dado y también el cariño que había visto en ella. En cambio, en aquel momento, solo logró distinguir vergüenza y culpabilidad por lo que había ocurrido, y no sabía si habría en realidad algo de la Alanna que él creía conocer.

-Supongo... que he estado haciendo el tonto todo este tiempo, pensando que... eras feliz conmigo -logró decirle -. ¿Qué ha ocurrido? ¿Hay algo que haya hecho mal?

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10/06/2018, 21:33
Haizea Egea

Haizea se asomó desde el cuarto, no tanto por espiar la conversación entre los dos, como por ver sus reacciones, los gestos de sus rostros. Oliver parecía abatido, algo completamente normal. A Alanna no podía verla bien porque estaba de lado pero su actitud corporal transmitía sentimiento de culpa. Aquel no era el escenario que ella habría elegido. Una cosa era decirle a alguien que ya no se le quiere como antes, y otra muy diferente era ser cogida por sorpresa.

Y además, Haizea sabía que la excusa de que "no había habido sexo entre ellas" no era válida. La noche que habían pasado juntas, abrazadas, había sido mucho más íntima que el sexo. Se puede follar con cualquiera, con la primera persona que conoces o que te encuentras por casualidad, pero solo duermes en los brazos de alguien con quieres pasar todo el tiempo que puedas... y el cual nunca es suficiente.

Mientras los observaba hablar, Haizea se dio cuenta de que no se sentía culpable. Solo sentía... rabia, por haber sido descubiertas y no haber dispuesto de más tiempo para dejar que los sentimientos de Alanna buscasen el lugar adecuado en el que asentarse. Aunque ella estaba segura de que la quería, eso no significaba que Alanna estuviese dispuesta a sacrificar lo que tenía así como así, y mucho se temía que ahora, todo se había vuelto en su contra. La culpa era un sentimiento muy fuerte al que pocos lograban resistirse.

Tan fuerte que a veces podía eclipsar al amor entre dos personas y en este caso, al suyo por Alanna.

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11/06/2018, 13:20
Alanna Noia

-Supongo... que he estado haciendo el tonto todo este tiempo, pensando que... eras feliz conmigo -logró decirle -. ¿Qué ha ocurrido? ¿Hay algo que haya hecho mal?

 No había palabras más duras que aquellas pronunciadas tras una decepción y es que, en aquella estancia, rostro con rostro, Oliver sujetaba su mirada fría con la de Alanna, que mostraba dolor. Aquella escena podía ser la deseada para una película de amor después de tanta dulzura.

-No, tú no. No ha sido culpa tuya, cielo, ha sido...

Miro hacia el techo y volvió al rostro roto de Oliver. No encontraba las palabras exactas para definir toda aquella situación. Hacía horas que se encontraban el uno junto al otro, hablando y conversando sobre el futuro y ahora... Aquello del que ''el futuro es incierto'' parecía ser verdad. Inhaló aire y apretó los puños. Era hora de asumir toda la responsabilidad.

-No es por ti, es por mí. No sabía que podía llegar alguien más y ponerme mi mundo patas arriba. Yo ... tenía las ideas muy claras, pero... al parecer... Oliver...

Las palabras no le salían como ella quería.

-Si una persona se siente confusa, lo mejor que podía haberlo hecho es dejarlo. No como yo, que he experimentado, arriesgándome. Tal vez no te de una respuesta con certeza, pero quiero que nos separemos con la esperanza de que creas que no tienes la culpa de nada. Ha sido todo mío.

Le acarició el hombro y le besó la mejilla. Aquel acto, simbolizaba una ruptura.

 

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11/06/2018, 13:46
Oliver Sánchez

"Ha sido todo mío". Las palabras de Alanna se repitieron en su cabeza durante unos segundos antes de que Oliver fuese capaz de reaccionar, tanto a ellas como al beso de despedida que le había dado.

No, no puede ser cierto. ¿De verdad me está abandonando? ¿Por qué?

Aquella joven había aparecido de la nada y de repente todo su mundo había quedado roto en mil pedazos. No entendía cómo era eso posible? ¡Pero... si la acababa de conocer!

-Espera -le dijo a Alanna, agarrándola con suavidad por la muñeca -. Quiero... conocerla. Quizás no debiera pero... necesito conocerla.

Oliver miró con determinación a Alanna. Su tristeza superaba con creces todo lo que había pensado jamás que podía alcanzar, pero sentía que no estaba preparado para dejar que se fuese con tanta rapidez. ¿Dos frases de disculpas y ya estaba todo dicho? Imposible. Su matrimonio tenía que valer mucho más que eso.

Alanna se mostró dubitativa. En sus ojos Oliver podía ver la extrañeza debido a su petición y quizás... ¿miedo por cómo reaccionaría?

-Tranquilízate -le explicó Oliver, con una sonrisa amarga -. Solo quiero entender mejor cómo lo que había entre los dos ya no está... o incluso si lo estuvo alguna vez. No resulta fácil aceptar una pérdida por más que alguien te lo explique si no lo ves por ti mismo.

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11/06/2018, 13:57
Alanna Noia

¿Conocerla? Era un petición arriesgada, pero también lo justo. Alanna era la madrastra en aquel cuento de princesas y, por consiguiente, la antagonista, luego...

Asintió y llamó a Haizea. En su interior tenía la esperanza de que todo aquello no saliese tan mal. Estaba echando por la borda un año y medio de relación por una recién conocida, como quien diría...

-Haizea, ¿puedes venir? Lo he entendido -comentó en un susurro-. Es lo más justo.

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11/06/2018, 14:03
Haizea Egea

Haizea vio que Alanna se giraba y la llamaba para que fuese. Había observado toda la conversación entre Alanna y su marido y sabía con bastante certeza lo que estaba ocurriendo, aunque tenía dudas sobre cuál sería la decisión final y cómo le afectaría a ella.
A pesar de todo, Haizea se había comprometido con Alanna a darle todo el tiempo que necesitara y no iba a cambiar aquello. Así que inspiró profundamente y cerró la escasa distancia que la separaba.
Tuvo la tentación de pasar un brazo por detrás de la cintura de Alanna, pero sintió que aquello hubiera sido demasiado descortés, teniendo en cuenta que Oliver no debía estar pasándolo demasiado bien. Haizea solo se acercó a los dos, sigilosa, y se colocó al lado de Alanna, rozándole con su brazo, transmitiendo cierta intimidad, pero sin mostrar ninguna agresividad en ello.

Al llegar a su lado, miró a Oliver. Sus ojos se veían profundamente melancólicos. Estaba herido, eso podía verlo, pero Haizea no se sintió amenazada por ellos. Todo lo contrario, parecía necesitar solo a alguien que consiguiese explicarle lo que estaba sucediendo.

-Soy... Haizea -le dijo, a modo de presentación.

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11/06/2018, 14:23
Oliver Sánchez

Una joven había aparecido detrás de la dulce Alanna. Parecía joven, demasiado. La observó por encima del hombro de la que ,aún era su mujer, y reparó en ella. Tez pálida, cabellos cortos negros negros, ojos del mismo color o ,al menos, esa sensación le daba. Su cuerpo se hallaba tatuado por todas partes, tal vez aquello era lo que había despertado la curiosidad en al joven artista. Pues ella era fotógrafa y le agradaba todo aquel atisbo de arte que habría en algún rincón del cuerpo humano. Por ello la quería, porque sabía ver más allá de lo que algunas personas no podían.

-Encantado, soy... Oliver.

Oliver alargó el brazo a modo de saludo. Como bien le había comunicado anteiormente a Alanna, él quería saber la historia en sí. Tal vez pudiera ser una tortura oír de sus labios (los de Alanna) aquel temido descenlace, pero... ,sinceramente, algo en él lo deseaba. Quería una explicación, por muy corta que necesitase.

Desvió su mirada a su esposa y la observó tensa. Parecía incómoda. Oliver invitó a las dos mujeres a sentarse en la terraza. Allí había una jarra de agua, ideal para estas situaciones. Aunque él prefería una buena jarra de cerveza.

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11/06/2018, 21:24
Haizea Egea

Haizea siguió a Oliver y a Alanna hasta la terraza, la misma en la cual ambas se habían tumbado y besado, y que también había marcado un punto sin retorno entre ellas.
Los tres se sentaron alrededor de la mesa en la cual solo había una jarra de agua, y aunque dudaba que alguno de ellos tuviese sed, seguramente los tres acabarían haciéndolo. La propia Haizea tenía la garganta seca debido a la tensión, así que pensó que a Alanna debía ocurrirle más o menos lo mismo y en cuanto a Oliver... a pesar de aparentar tranquilidad, conocía muy bien su tipo. Frío y caballeroso por dentro, temperamental cuando las emociones lograban abrirse paso. Era solo... cuestión de tiempo, y no era una crítica, porque ella era exactamente igual.

Cuando todos estuvieron sentados, la mano de Haizea se movió sin darse cuenta en busca de la de Alanna. Sus dedos estaban algo fríos pero al sentirlos, su corazón se puso a mil por hora. Aquella simple acción había provocado una reacción tan intensa, que pensó si Oliver se habría dado cuenta del cambio que había sufrido su cuerpo. Haizea sintió que se ruborizaba y se obligó a mantener la mirada fija al frente en lugar de girarse hacia Alanna y sonreirle... o besarla.

-No te conozco, Oliver, pero nada de esto ha sido planeado. Yo... -Haizea miró, ahora sí, a Alanna, antes de continuar hablando. Sincerarse de nuevo le iba a costar trabajo, pero era su elección.

-Alanna y yo nos conocíamos desde hacía tiempo pero únicamente de vista. Nos encontramos por casualidad ayer y... aunque no te lo creas, solo sucedió. Me enamoré de ella al instante. Cuando me sugirió usarme como modelo, todo esto era poco menos que un imposible. Después de todo, estaba casada y no tenía por qué compartir lo que yo sentía. Pero...

Haizea se detuvo de nuevo, buscando las palabras correctas. Agachó la cabeza un segundo y cuando volvió a levantarla, sabía perfectamente qué debía decir.

-... pero a veces las cosas salen así. No nos hemos acostado, si es que eso significa algo para ti. Lo importante es que mis sentimientos... los de las dos, son los que son y no podemos cambiarlos. No son ni buenos ni malos, solo... son. Yo quiero estar con ella y estoy dispuesta a explorar esa posibilidad si ella también desea intentarlo. Y por difícil que te resulte oírlo, no creo que tú hayas estado nunca en esta ecuación, porque cuando alguien se enamora, solo hay una cosa que se pueda ver y es a esa otra persona con la que se quiere estar. Por eso ella te ha dicho que no se trataba de ti. Esto solo tiene que ver con nosotras.

Haizea miró a Alanna y sonrió abiertamente, al mismo tiempo que apretaba ligeramente su mano.

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19/06/2018, 20:22
Oliver Sánchez

Para qué mentir. La última frase pronunciada por la joven ,en el fondo, le había dolido. ¡Claro que él tenía algo que ver! Aquello, de cor,a indirecta o directa le involucraba. ¿Y Alarma? ¿Acaso no se iba a pronunciar? Se encontraba callada, el labio le temblaba y miraba hacía el suelo. Parecía que había adoptado una posición de sumisión.  Estaba asumiendo los acontecimientos acaecidos en las últimas horas por culpa suya.

 

-¿Esto es lo que quieres , Alarma? Porque deberás saber que si te equivocas con ella, sí no os sale tal y como esperabais ... No habrá vuelta atrás. No barajo la idea de una relación poliamorosa o abierta, pues bien sabes que son términos demasiados modernos para mí mente. He sido siempre una persona dual y monógama.  Si esto es lo que decidas por ti sola, espero que te vaya bien la vida y... 

Se pensó varias veces lo que su mente le incitaba a decir. Empero...no pudo. 

-Recuerda hacerte la prueba del embarazo. Me gustaría quitar posibilidades...

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19/06/2018, 20:53
Alanna Noia

A Alanna el labio superior le empezaba a temblar. Los nervios y la nueva reacción de Oliver le repercutían ...

-¿P-prueba de embarazo? -preguntó más para sí que para los presentes-. 

Cierto era que ambos estaban buscar formar una familia a largo plazo. Pero... la última vez que habían mantenido relaciones conyugales, ella se había tomado la pastilla del día de después,  o , al menos ...eso recordaba. De todas formas, el periodo ,menstrual no le tocaba hasta dentro de dos semanas, por lo que descartaba cualquier posible atraso. Hasta ahora no había notado nada extraño en su cuerpo...

-N-No est-toy embarazada... puedes estar tranquilo. En el caso de que así fuese, te lo comunicaría. Sin embargo, ya sabes que la última y la primera opción la tengo yo. Es ... Mi...cuerpo.

Alanna se sentía acorralada visualmente por su marido, ahora, exmarido.

-Sí,  esto es lo que quiero. Si me equivoco con Haizea -en ese momento se atrevió a alzar la mirada para toparse con la de la joven que le agarraba la mano dulcemente - espero que sea un bonito error. Esperaremos que recojas tus cosas. Posiblemente debamos contratar abogados.

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19/06/2018, 21:07
Haizea Egea

La conversación estaba precipitando todas las decisiones, muy al contrario de lo que Haizea esperaba. Oliver parecía estar manejando la situación con cierto grado de furia contenida, mientras que Alanna, sorprendentemente, había tomado su decisión, la que ella deseaba con todo su corazón, con la que había fantaseado y a pesar de todos los indicios, no había confiado.
Cuando Oliver habló de la prueba de embarazo, le pareció un truco demasiado bajo. Se notaba que aquello era propio de su parte más herida, y no de la persona que había sido importante para Alanna, y sin darse cuenta, apretó más de la cuenta la mano de ésta.
Pero Alanna respondió bien, con seguridad, y dijo las palabras más bonitas que había oído nunca.

Cita:

Espero que sea un bonito error

.

A pesar de que apenas se miraron, Haizea tuvo que hacer un esfuerzo para mantener las formas y no abrazar a Alanna, aunque no pudo evitar que una pequeña lágrima asomara por uno de sus ojos. Ella era "ese bonito error", algo difícil de cuantificar pero imposible de igualar. Oliver estaba fuera de su vida, seguramente, desde el mismo momento en que se conocieron ella y Alanna.

-Estoy... segura, de que hacerte daño es lo último que Alanna querría para ti, Oliver, pero también tienes que comprender que es inevitable. Si al final lo nuestro no funciona... no dudo que también sentiré dolor en mi corazón, y ella en el suyo, pero a veces hay que dejarse llevar a dónde te lleve. Supongo que eso... sería lo mismo que te ocurrió a ti con ella, ¿verdad?

Las miradas entre los tres eran intensas, pero eso también era de esperar. Cuando el corazón mandaba, para bien y para mal, todo era mucho más poderoso, mucho más importante.

Cita:

Esperaremos que recojas tus cosas. Posiblemente debamos contratar abogados.

Las palabras de Alanna cortaron toda la conversación. Oliver debía ceder, le gustase o no.

-También puedes venirte a mi casa, Alanna. Esta también es su casa. De esa forma, tendrá tiempo para organizarse mejor y adaptarse.

Haizea miró a Alanna y le sonrió ligeramente. Deseaba besarla, acariciar su frente y sentir la calidez de un simple abrazo, pero Oliver estar también allí y no deseaba infligirle más daño.

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23/06/2018, 03:45
Alanna Noia

Alanna observó a Haizea. Su alternativa era mejor que la sentencia de la propia Alanna, pues aquel hogar también era de Oliver.

-Entonces...me iré yo hasta que encuentre un hogar y lo haga mío

En ese momento alargó sus finas manos a las de su exposo , pero estelas apartó, del mismo modo que le retiró la mirada y, con un gesto reproducido con las manos, le ordenó que se retirase. Queria estar a solas. Él y los recuerdos, los recuerdos y él.  Además,  las mejillas empezaban a entonarse de un color rojizo.  Sí,  en aquellos momentos, Alanna se arrepentía del daño producido,empero a esas alturas... debía de asumir la responsabilidad que llevaba un hecho de tal magnitud. Le había sido infiel. 

Aquel era el fin de una fugar historia de amor. 

-¿Sabes Oliver? No he sido la adecuada y... no te lo reprocho, por la sencilla razón de que ,juntos, hemos construido los yacimientos del nudo de tu nueva historia. Pudiera ser que dejaras aquí esta novela inacabada, siendo esto un prefacio, pero... vales mucho. Ahora mismo, en los días y meses que a esto sigue, mantendrás una pelea entre tu corazón y tu cabeza. Sin embargo, llegará la hora y darás un golpe en la mesa, cerrarás el puño y dirás: "aquí estoy yo, soy fuerte y saldré adelante". -Tragó saliva y, ante los ojos llenos de cólera y húmedos de este, Alanna se dirigió a recoger sus pertenencias, llevándose consigo a Haizea. Sabía perfectamente, que Oliver necesitaba meditación-.

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23/06/2018, 13:09
Haizea Egea

Haizea estaba sorprendida, pero también se sentía profundamente conmovida. Nunca habría sospechado que Alanna reaccionase así ante Oliver, con tanta seguridad, con tanta... determinación. Cuando se levantó y tiró de ella hacia el cuarto, sus ojos se giraron para contemplar al derrotado Oliver, de quien comprendía su dolor. Cómo no iba a estar herido si la persona en quien confiaba, y a quien quería, le había dicho que no sentía lo mismo por él.

Cuando llegaron al cuarto, Haizea se soltó y abrazó con fuerza a Alanna. Temía soltarla, por si aquel hermoso sueño desaparecía como un espejismo, pero tras un buen rato, lo hizo, aunque fue solo para coger el rostro de la joven fotógrafa, atraerlo hacia ella y besarla. La besó como nunca lo había hecho antes, y sus labios recorrieron los de Alanna como si fuese la única carretera capaz de llevarla a dónde quería llegar. Y lo era en ese momento, para Haizea. Su boca se abrió sin despegarse sin un solo milímetro y presionó con seguridad pero a la vez, suavidad, la de Alanna.
Las manos de Haizea subieron por aquel rostro que aún no conocía bien, como si estuviese ascendiendo una montaña que hasta entonces pensaba era imposible de coronar y acariciaron su piel con felicidad, transmitiendo su calidad directamente hacia su corazón.

-Por si te sirve de algo, estoy orgullosa de ti, Alanna. Y te quiero. Te quiero como nunca he querido a nadie. Es... algo que está muy claro para mí... aunque no entienda bien cómo ha sucedido.

Haizea sonrió y volvió a besar a Alanna, esta vez rápidamente.

-Y no sé por qué estoy llorando -dijo, al sentir que las lágrimas estaban empezando a hacer su aparición, tras lo cual se las retiró con sendas manos.

-Supongo que soy un poco tonta -reconoció -, pero es que me siento como si fuese la primera vez.

Y quizás lo era. Quizás aquella era la primera vez que de verdad se enamoraba, y que todas las demás veces habían sido solo pequeños escarceos de su corazón en busca de su auténtico compañero. En aquellos momentos, Haizea sentía que ya no tenía medio corazón en su pecho sino uno completo.

Después miró a su alrededor, como si buscase algo.

-Sabes lo que voy a hacer en cuanto salga a la calle, ¿verdad?. Buscar una nueva piedra -le dijo Haizea, echándose a reír y conteniéndose rápidamente para que Oliver no pudiese escucharla demasiado.

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23/06/2018, 14:03
Alanna Noia

El abrazo y los besos fueron correspondidos. Instintivamente y, para qué mentir, un poco nerviosa, Alanna le acarició el rostro y aquellas lágrimas fueron secadas por los dedos de la joven.

-No eres... tonta, cielo, eres... tú.
 

Sonrió al escuchar la acción qué realizaría Haizea en cuanto salieran de aquel lugar, el cual ,en aquellos momentos, era un tártaro infernal o, así, en medida, lo estaba sintiendo ella. Por lo que se apresuró en echar en una maleta ropa.

-No quiero ser una carga para ti -le comunicó aún recogiendo sus pertenencias-, por lo que , en cuanto pueda, buscaré un alquiler para poder vivir. Así mismo... si  es necesario, partiré hacia Galicia y estaré unos días con mis padres. Si encuentro algo allí, te lo haré saber y si quieres... podrías venir conmigo. Pero tú... -se llevó las manos a la cabeza-, es demasiado pronto. Apenas te estoy consultando y ... me estoy precipitando. Ni siquieras has terminado la carrera.

En ese momento escuchó los pasos del único hombre de la casa acercarse a ellas. Carraspeó al llegar a la habitación, con el fin de hacerse notar, y le lanzó las llaves de su vehículo en la cama. Oliver había cambiado.

- Yo ... espero que le vaya bien y ... algún día, me perdone -susurró inclinada en la cama, tras haberse ido el otro-.

Alanna avanzaba con toda la velocidad del mundo. Sentía como si los astros se hubiesen alienado, como si el tiempo y su dios, Cronos, le hubieran dado una pastilla de esas que se utilizan para avanzar con bastante agilidad. Para las tres de la tarde, Alanna y Haizea estaban bajando en el ascensor.

-¿Tienes hambre? -le preguntó poniéndose las gafas de sol-.

En cuanto ambas mujeres pisasen el suelo de la calle, habrían tomado rumbo a una nueva vida.