Partida Rol por web

Alanna & Haizea

Capítulo 3

Cargando editor
12/07/2018, 19:47
Haizea Egea

Por desgracia, las palabras de Haizea no obtuvieron la respuesta deseada en el padre de Alanna. Él seguía en sus trece y no parecía que fuese a modificar su actitud a corto plazo.

Virginia, por supuesto, mucho más visceral, volvió a saltar, y fue en ese momento cuando todos nos quedamos congelados al oír el grito de Mónica procedente del piso de arriba.

Tanto Virginia como Haizea salieron corriendo hacia las escaleras, todo lo contrario que Roberto, que lo hizo como si aquello no tuviese ninguna importancia, fuese lo que fuese. 

Cuando llegamos, vieron a Mónica echada sobre Alanna, que no parecía estar respondiendo. Haizea se lanzó sobre ella y vio que Alanna todavía respiraba, algo que confirmó su padre desde el marco de la puerta.

-Está bien, está bien. Alanna está haciendo un dramático final. ¿Se ha suicidado? Eso demostraría su llamada de atención. ¡Vamos! Lo que me queda por ver ya... ¡A ver si en esta casa uno no puede dar su opinión! Está dormida, no ves como respira lentamente. 

Con Alanna en brazos, y Mónica a su lado, Haizea miró a su alrededor. Al fijarse en la mesita de noche, abrió el primer cajón y descubrió un pequeño bote de analgésicos. Lo cogió y lo examinó a trasluz. Faltaban algunas pastillas, pero no demasiadas. Eso significaba que...

-Solo está dormida. Habrá tomado un par de calmantes para poder relajarse.

-Recuérdame, Mónica, el por qué no la llevamos, cuando pudimos, a un internado... ¡Deberíamos haberla llevado al psicólogo! Ya sabía yo que esta mujer no estaba bien. ¡Es que nadie me hace caso en esta casa! No es normal que ame a una mujer y a un hombre. ¡Es una indecisa! Vamos, dejádmela, le voy a despertar.

Pero Haizea no iba a permitirle nada más. Se puso en pie y se colocó justo delante de Haizea.

-Usted no la tocará más -le dijo, usando por vez primera un tono duro y amenazante -. Puede que sea su hija y que le diese la vida, pero ahora mismo la razón de su existencia soy yo, y ella lo es para mí. ¿De verdad piensa que son mucho más importantes los treinta años que lleva hasta ahora que los próximos? Yo no lo creo. Si no le gusta como es, al menos no le impida hacer lo que quiere y sobre todo, no la insulte. Qué usted no tenga sentimientos no significa que a ella no le duela como le ve.

Cargando editor
13/07/2018, 01:47
Virginia

Virginia observaba la escena con el corazón encogido. Haizea había sido la primera invitada capaz de encararse con su padre, quien se marchó de la habitación con un portazo y un grito: ¡Está llamando la atención!

-Deberíamos dejarle descansar o... hacerle vomitar. 

Se acercó a Haizea y le acarició los hombros. Sintió cómo el cuerpecito de la valenciana se mostraba tenso.

-Siento todo esto. Lo mejor es que te quedes aquí con Alanna y descanses también. Mi madre y yo bajaremos y limpiaremos entre ambas los cacharros de la comida. Siempre podéis venir a mi casa o...

Virginia tenía una manía. No se podía callar los secretos de los demás y más en situaciones tensas.

-Podéis ir a la casa de Alanna.

Mónica frunció el ceño antes la aclaración de su hija mayor. No sabía que Alanna se había comprado ,en una semana, una casa. Aquello confirmaría las interminables horas que su hija pasaba fuera de casa, trabajando en el rancho de Íker, su jefe y vecino del vecindario, y averiguando asuntos personales.

 

Cargando editor
13/07/2018, 03:14
Haizea Egea

La actitud del padre de Alanna contrastaba con la del resto de su familia. Su hermana se mostraba particularmente empática con ella... y con Haizea. Cuando la tocó, Haizea la miró y le agradeció con todo su cuerpo que hubiera salido en su defensa. Todo se había vuelto desagradable y demasiado complicado.

-Siento todo esto. Lo mejor es que te quedes aquí con Alanna y descanses también. Mi madre y yo bajaremos y limpiaremos entre ambas los cacharros de la comida. Siempre podéis venir a mi casa o... Podéis ir a la casa de Alanna.

Haizea se sorprendió al oír que Alanna había comprado una casa, exactamente lo mismo que hizo su madre. Al parecer, era un secreto que solo había compartido con Virginia. No importaba. Aquello tendría un sentido, como por ejemplo, y eso esperaba Haizea, que fuese el hogar de ambas, así que no había ninguna diferencia por el momento.

-Gracias, creo que me quedaré con ella. Así podremos hablar cuando despierte. 

Después miró a Mónica y a Virginia.

-Sé que lo hacéis por ella, pero os estoy muy agradecida por... haberla defendido. Estoy segura de que para ella es importante saber que cuenta con vosotras, pero también lo es para mí el saber que no está sola en... todo esto.

Tras decir esto, Haizea se echó al lado de su amada Alanna y cerró los ojos. Casi no se percató cuando Mónica y Virginia salieron del cuarto, ni tampoco cuando ella logró quedarse dormida, acompasando su respiración a la de la mujer a quien quería, tal y como se había acostumbrado a hacer.

Y así, a pesar de no estar en casa, Haizea se sintió como si verdaderamente lo estuviera, olvidándose por unas horas de todo lo que les estaba sucediendo.

Cargando editor
14/07/2018, 15:38
Alanna Noia

 

Al cabo de unas horas, los ojos azules de Alanna por fin decidieron abrirse.

Su rostro parecía cansado, demasiado, como si mantuviera aún las huellas de toda una semana de trapicheo. Frunció el ceño al ver la silueta de Haizea junto a ella. Parecía dormir o, al menos, descansar un poco. Estaba casi al filo, por lo que la trajo hacia sí y la abrazó.

La casa estaba en sumo silencio. Parecía no haber nadie y si lo había... posiblemente estarían callados, pensando.

-Hola... -susurró al ver que la joven se desperezaba poco a poco-.

Sin embargo, pese a que sentía paz debido al descanso de las pastillas, no podía eliminar ese sentimiento de culpabilidad por algo que intuía que había provocado.

-Lo siento...

No mentía. Se sentía culpable por todo. Por ser como era, por haberla traído a un infierno  y haber tenido que ver a su padre en plena acción. Hacía una semana que Alanna había aguantado las quejas de su padre, al contrario que su hermana o su madre, callándose. Y , al final, no pudo contrastarlas. 

-¿Cómo está todo?

Se atrevió a decir, con un poco de temor.

Cargando editor
14/07/2018, 19:50
Haizea Egea

El rostro de Haizea se interpuso entre el vacío de la pared y ella, endulzando la vista de Alanna. Su mano se acercó con cuidado a su rostro y acarició su piel, desde la frente hasta la barbilla, recorriendo cada milímetro de ella como si no lo hubiese hecho nunca antes. Y así era, en realidad, porque lo que sentía por Alanna era que cada día a su lado era diferente; intenso, hermoso y real.

-Hola -le respondió entre susurros -. Sssshhh. No te preocupes por eso ahora. Tú no has hecho nada malo, así que solo piensa en ti y en mí. Cierra los ojos e imagínate que estamos solas, en nuestra casa, tumbadas en la cama. Son las seis de la mañana y nos ha despertado el primer rayo de luz del día y yo he sonreído como siempre, al verte abrir los ojos. Después, te he dicho... "te quiero", y te he dado el primer beso del día...

Haizea acercó sus labios a Alanna y los tocó con los suyos, tiernamente. El contacto entre ellos hizo que se estremeciese, empujada por la inigualable sensación del amor que sentía por ella.

-... Y después de eso, te he abrazado...

Haizea dio un pequeño salto, pasó un brazo por debajo de la cabeza de Alanna y la atrajo hacia ella. Después, pasó el otro brazo por encima y la apretó todavía más. El rostro de Alanna estaba ligeramente más bajo que el de Haizea pero sus miradas no se apartaban la una de la otra.

-... y te he dicho... ojalá que todos los días que me queden comiencen así, pero que no puedo imaginarme nada más bonito.

Haizea sonrió y entonces, se puso algo más seria.

-Solo si eres capaz de imaginarte todo esto podremos seguir juntas, cariño. Yo estoy segura de lo que quiero y me enfrentaré a quien sea por ti. Tú debes hacer lo mismo sin esperar que los demás piensen en ti. No se trata solo de si la gente tiene prejuicios o no, sino de si los demás dejamos que eso nos impida vivir como queramos.

Y entonces, Haizea se agachó un poco en la cama y volvió a besar a Alanna, solo que esta vez, con pasión, con deseo, haciendo que su boca se amoldara a la perfección a la de su enamorada y dejando que sus cuerpos compartiesen aquel momento como algo que solo ellas dos podían hacer. Después de todo, el amor es aquello que nos hace sentir únicos y Haizea y Alanna, cumplían completamente aquella frase.

Tras aquel beso eterno, íntimo y especial, Haizea volvió a sonreír.

-Tu madre y tu hermana deben estar bastante preocupadas. Creo que deberíamos ir a verlas. Necesitan saber que eres fuerte y que puedes luchar contra... cualquier opinión que no tenga en cuenta tu vida, sobre todo teniendo en cuenta que no estás sola. Nosotras tres estaremos  siempre a tu lado.

Cargando editor
16/07/2018, 23:12
Alanna Noia

Alanna le sonrió y le besó acto seguido se sentó en la cama, sin embargo, para cuando Haizea se puso de pie, Alanna le tiró del brazo, provocando que ella caiga encima de la joven viguesa:

-¿Debemos irnos ya...?

Alanna, sinceramente, no quería volver a bajar  y sufrir el infierno de Dante nuevamente. Ella quería quedarse en la cama y ,si era posible, no salir de la misma jamás de los jamases. Sin embargo, al ver la pequeña insistencia de su amada, cedió. Se puso en pie y siguió a Haizea como si se tratase de un patito. Sentía que aquel hogar se había vuelto extraño con el paso de las horas.

Al bajar las escaleras, agarrada a la camiseta de la joven, Alanna observó por encima del hombro, de puntillas, si se encontraba alguien; pero para su información, la casa estaba en completo silencio. La treinteañera se separó de su compañera y caminó hacia la mesa, donde divisó una pequeña nota:

Querida Alanna:

Me he llevado a papá fuera de casa. Necesitaba darse un paseo. No es culpa tuya bajo ningún concepto. Mamá se ha ido a mi casa, no quiere oír a papá, literalmente ha dicho: ‘siento vergüenza, no me enamoré de este hombre’’.

Ya sabes como funciona esto. En un par de horas todo ‘’volverá como antes’’. Se me ha escapado lo de tu ‘’secreto’’, espero que me perdones; pero, sinceramente, la expresión de Haizea al saberlo…

Le debes una explicación.

Te quiere:

Virgi.

 

-Esto... -comentó sonrojada dándose media vuelta , contemplando a Haizea-. Era un ...secreto... Te lo iba a decir cuando estuviéramos a solas. ''Solo si eres capaz de imaginarte todo esto podremos seguir juntas, cariño. Yo estoy segura de lo que quiero y me enfrentaré a quien sea por ti.'' -repitió las mismas palabras que hacía unos minutos ella había puesto en su boca-. He comprado una vivienda para ... vivir juntas. Sé lo que supone esto para ti, por ello quería explicártelo en unas condiciones óptimas.

 

Notas de juego

Tocó post poco, he de ir de oca en oca~

Cargando editor
17/07/2018, 11:10
Haizea Egea

Haziea se acercó a Alanna y la abrazó, pasando sus brazos alrededor de su cuello. Su explicación de que era para que pudieran irse a vivir juntas, era todo lo que necesitaba oír de sus labios.

-Eres tú quien pone las condiciones óptimas, cada vez que me dices cosas como estas. Lo que no sé es a qué esperamos. Yo he dejado mi trabajo y tengo todo lo que necesito en mi mochila.

Aquella confesión también iba a coger por sorpresa a Alanna y Haizea sonrió al decirla.

-Solo quería terminar el mes y darte tiempo a ti, pero sabiendo que tu preferías vivir aquí, nunca se me ocurrió hacer otra cosa, así que avisé que al final de la semana lo dejaba. Si quiero seguir estudiando no tengo más que pedir un simple traslado de expediente y me parece que para trabajar en un bar no tendré demasiados problemas. Así que por mí, podemos irnos ya.

Haizea miró a Alanna con aquellos ojos que solo podían fijarse en ella y que no eran sino la expresión del amor que sentía por ella. Nunca nadie le había hecho ser capaz de dejarlo todo, aunque no fuese mucho, para empezar de nuevo en otro lugar, y es era porque ese otro lugar no era ni Galicia, ni Valencia, ni ningún otra cuidad. Era un país nuevo que estaba deseando explorar en todos sus rincones.

Alanna.

Cargando editor
18/07/2018, 16:15
Alanna Noia

La noticia de Haizea le había pillado por sorpresa y eso, se podía ver en su rostro. Justo cuando le iba a decir lo de la universidad, la joven le respondió, aclarando su duda mental.

-Creo que te tendré que ayudar con el gallego... -comentó con una amplia sonrisa de oreja a oreja, rodeada por los brazos de la joven-. Si quieres irte ya... podemos irnos. Yo ... me quedé a dormir en la vivienda, aquí no tengo nada.

Así pues, las dos jóvenes caminaron de la mano hacia la puerta. Nerviosas, o , al menos, ella, pues esa nueva ocasión que la vida le había preparado, significaba un nuevo comienzo. Alanna sabía que los inicios eran difíciles de eso, en parte, se trataba. De ser capaz de seguir escribiendo, avanzando, en aquel nudo de la historia. El planteamiento.

Alanna le tendió las llaves de su coche a Haizea, olvidándose por completo si ella sabía o no conducir, pues, a decir verdad, nunca se lo había preguntado.

-¿Conduces tú? Creo que te deberás de ir acostumbrando a estas carreteras.

Cargando editor
18/07/2018, 16:54
Haizea Egea

Haizea cogió las llaves sin dejar de sonreír.

-Claro, cuanto antes mejor. 

No tardó ni dos segundos en introducir las llaves en el arranque y poner en marcha el motor. Después de cómo se había desarrollado el día, aquel final le parecía perfecto, pero seguían siendo ellas dos y nadie más.

-Y espero con ansiedad que empieces a enseñarme gallego. Hay muchas cosas que me gustaría decirte en un montón de idiomas distintos.

Haizea le echó a Alanna una última mirada, mezcla de amor, deseo y emoción; después puso la primera y puso el vehículo en marcha en dirección al que iba a ser su nuevo hogar.

Notas de juego

Y creo que podemos dar por terminado el capítulo aquí, ¿no?