Partida Rol por web

Aryan notó el movimiento al marcharse el desconocido, y puso su mano instintivamente en su arma mirándo en su dirección, era una chica rápida y ágil. Pero vio que no había peligro, sino que aquel hombre se marchaba. Iba a decir unas molestas palabras por lo sucedido pero miró a su hermano y se mordió la lengua algo enfurruñada.

La lengua del gatito en su mano le volvió hacia él, era tan pequeñito e indefenso, su instinto maternal (normal en cualquier mujer y extraño en esta joven) afloró, además de su sentimiento de honor, por el cual debía proteger a los seres indefensos. Así que acarició al gatosombra tratando de tranquilizarlo: Tranquilo pequeñito, ahora estás a salvo. No pude salvar a tu madre, pero te salvaré a ti.

Tras unos minutos más jugando con el minino, lo tomó en sus brazos, casi como de un bebé se tratara y se giró hacia William: Lo cuidaré a partir de ahora, y no me mires así, es un cachorro indefenso. Tengo que buscarle un nombre, es un cachorro fuerte, necesita un nombre fuerte. Dicho esto se dirigió a su montura, la cual se asustó un poco al oler al felino, Tranquila Dama, es un amigo. Tengo que averiguar si es macho, y qué cuidados necesita.

Su mirada era decidida, nadie iba a convencerla de no cuidar aquel cachorro, y no parecía preocupada de que alguien lo intentara siquiera. Se mordía el labio como solía hacer cuando tramaba algo en su inquieta cabeza, mientras con gracia subía a su montura y acomodaba al cachorro en su regazo, arropado por su capa.

- Thevir, en dos días nos encontraremos aquí mismo, con 4 hombres mas cada uno, ese día veremos que día se negociara y donde, si nuestros señores están de acuerdo con los términos iniciales de nuestro acuerdo.

- Espero que todo ocurra como deseamos, y que tu clan y mi casa se unan para protegerse mutuamente.

por ultimo me despido de el cuando se va.

- nos vemos en 2 días aquí mismo.

cuando se ha ido, me giro hacia mi hermana, y la digo,

-Aryan, que vas a hacer con ese cachorro de gatosombra?, los gatosombras no se han domesticado nunca, ya has oído a Thevir, y ellos viven junto a ellos.

Aryan ha cogido al gatosombra como si fuera un gatito domestico, espero que no decida llevárselo al castillo.

      El paseo a caballo resultó agradable, a pesar de que Roderick no era un gran amante de la equitación y en general prefería sostenerse sobre sus propios pies, salir del castillo y disfrutar del ejercicio en la montaña era una novedad placentera tras los últimos días. Cuando se encontraron con el grupo que acompañaba a Darina, Roderick sonrió al ver cómo Ser Olvius se dirigía a darle la bienvenida.

Lo mismo digo, Ser Olvius, pensé que tardaría más en encontraros.

      Justo después de intercambiar el saludo con el joven caballero, Darina fue la siguiente en acercarse y saludar. La sonrisa de Roderick se incrementó al contemplar a la joven y dejó escapar una breve carcajada antes de responder, contemplándola con afecto.

Saludos a vos también, Darina. - una leve inclinación de cabeza fue toda la formalidad que precisó, pasando incluso al trato personal - Yo también me alegro de conservar la salud y el buen humor, jovencita, y también de ver que conservas tus exquisitos modales... espero que puedas inculcárselos a tu prima, y no al contrario.

      El caballero se quedó unos instantes pensativo, aún con la sonrisa en el rostro pero la mirada ligeramente perdida, como sumido en sus pensamientos, antes de negar con la cabeza y continuar, mientras iniciaban el camino de regreso al castillo.

Mi esposa se encuentra bien, sin duda se alegrará de verte, y en cuanto a Jon... se ha convertido en un hombre fuerte y hábil, siempre pegado a su primo... me recuerda a la relación que tenía yo con mi hermano, y es un orgullo ver a mi hijo como escudero del señor del clan... ¿Y tu señor padre se encuentra bien?

- Hace mucho que no veo a Jon, me trae muchísimos recuerdos - Darina sonrió, rememorando el tiempo que había pasado de pequeña en el hogar de los Tilvertón, sin preocupaciones ni estrictas normas sobre apariencia y educación-. Respecto a mi padre... bueno, digamos que la situación sigue como siempre. Los montañeses siguen atacando a una casa con tan pocos recursos y soldados... aunque supongo que con los años la situación ha empeorado progresivamente. Antes las posibilidades de que mi padre tuviera un heredero eran prometedoras pero ahora que mis padres se hacen mayores y que nuestra casa carece de heredero... -Darina suspiró, triste por no haber podido ayudar-. El tiempo nos pasa desapercibido hasta que es un problema, y mi padre envejece ya notablemente con cada año que pasa. Sólo puedo desear ayudar a mi padre en lo posible y si viniendo aquí lo hago, me sentiré feliz.

Darina continuó el trayecto junto a Ser Roderick, algo melancólica pero intentando apartar de su mente los hechos que, con los años, se volvían cada vez más acuciantes para la seguridad de su hogar.

Ser Roderick, Darina y todo el séquito de soldados fueron avanzando hacia el castillo de la casa Tilverton. Durante el viaje Roderick y Darina conversaron de temas más triviales como los cambios en el tiempo, las cosechas, y otros asuntos de interés general.

Ser Olvius iba unos pasos por atrás de Roderick y Darina, y aunque su posición como jinete era del todo relajada, no dejaba de mirar a un lado y a otro alertándose ante cualquier posible movimiento.

Pronto llegaron a la aldea, el conjunto de casas antes de entrar a la protección de los muros del castillo. Una vez pasado el puente, la gente de la aldea salía de sus casas, a la calle principal que llevaba a las puertas del castillo, para ver llegar a los guardias y a Ser Roderick, con curiosidad de averiguar a qué noble persona escoltaba el maestro de armas esta vez. Una niña colgó una corona de flores, lirios de nieve muy comunes en todo el Valle de Arryn y que florecían a esa época del año cuando se aproximaban nevadas y un penetrante frío, al poni de Darina, haciendo una reverencia a la bella dama.

Darina observaba como las casas llegaban a tocar los muros del castillo, antaño posiblemente las mismas casas, juntamente con algunos torreones y portales, conformaban la muralla, pero a lo largo de los años y los constantes ataques de los clanes de montañeses, guerras con otras casas menores y otros tipos de conflictos, hizo que fuese necesaria la construcción de una muralla más rígida y que pudiese soportar el asedio y ataque de un ejército.

Cruzaron el principal portal que daba acceso al patio principal del castillo donde fueron rápidamente atendidos por pajes que ayudaron a los jinetes a desmontar y fueron a guardar las monturas a los establos. A Darina la atendieron dos chicas jóvenes, de alrededor de veinticinco años de edad, las cuales se presentaron como sus "críadas" durante su estancia en el castillo de los Tilverton. Ser Roderick se despidió formalmente de ella, no tardarían mucho en volverse a ver, cuando la jóven se presentara de forma oficial al salón de los Tilverton, donde Lord Sumner Tilverton recibía tanto a emisarios como lores de otras casas, pero primero la joven tenía que ir a su habitación y cambiarse el vestido que había llevado durante el viaje.

nos montamos en los caballos y regresa vamos al castillo, por el camino digo a Aryan.

- Hermana, ya puedes tener una buen excusa o un buen razonamiento, para que nuestro padre te deje tener a la cría de Gatosombra. Sino lo que conseguirás es una reprimenda, como poco ,y que te lo quiten.

hago una pausa, y un rato después termino comentando...

- Por cierto, sabes si es hembra o macho la cría de gato sombra? le digo con una sonrisa..

habia que darla ánimos, pues no creía que nuestro padre estuviera contento con que Aryan se quedara con el gato-sombra.

El cachorro de gatosombra apenas debía tener un par de días, en cuanto lo arropó entre sus brazos y sintió el calor de su cuerpo, comenzó a buscar para mamar. Aryan sonrió: Tranquilo pequeño... en llegar a casa te daré un buen tazón de leche caliente. Supuso que eso le aliviaría y le gustaría.

Mientras tanto y ya de vuelta al castillo, comentó con su hermano la posibilidad de que fuera macho, pero no lo tenía muy claro, y menos siendo tan pequeño. En cuanto a quedarse con él, no dejó duda, pues sabía cómo convencer a su padre, más ahora que venían invitados al castillo de la casa Tilverton.

Durante el trayecto, que no era corto, pues se habían alejado bastante, pensó en diferentes nombres... Al final dio con uno que valdría tanto para hembra como para macho: Nym. Le pareció corto y directo, a la vez que fuerte y orgulloso. Sonrió satisfecha, cuando lo presentara ante su padre, ya tendría un nombre digno de un nuevo miembro de la casa Tilverton, digno de lema de su hogar.

Llegaron al castillo cuando ya caía la noche, se enteraron de que su tío Roderick había ido en busca del noble de la casa Llohart. La cena fue un tanto informal, dio tiempo que William le comentase a su padre lo sucedido en las montañas, el cual dijo que hablarían del tema mañana con más calma y una vez hubieran descansado. Sumner aceptó a regañadientes a la cría de gatosombra siempre y cuando la responsabilidad fuese de su hija Aryan y con la condición que si el animal mostrara cualquier símbolo de agresividad sería sacrificado.

Se enteraron que durante la noche llegaron Roderick con Hug Llohart y su pequeña escolta, de la cual había un herido. No se reunieron en ese momento, las presentaciones formales serían por la mañana.

Llamaron temprano a la puerta de los aposentos de William, pero él ya estaba levantado, era el maestre que le informaba que su padre lo quería ver. Cuando llegó al salón vio a un chico con atuendos bastante elegantes hablando con su padre el cual levantó la vista hacia William cuando éste entró.

- William, supongo que te acordarás de Hug Llohart, Hug, este de aquí es mi hijo William, heredero de la Casa Tilverton, creo que ya os habíais conocido. William, si tienes la bondad de dar una vuelta con Hug por el castillo y enseñarle las dependencias...Después volved, no tardéis mucho, como sabrás tu prima tiene que llegar esta misma mañana. Por cierto, ¿dónde está Aryan?

Aryan no estaba en su habitación, sinó que había ido a los establos a cuidar de su "gatito". El tiempo debió transcurrir sin que la muchacha reparara en ello porque cuando salió vio que había todo de sirvientes descargando equipaje de unos caballos, y entonces se dio cuenta, su prima había llegado. Sin esperar ni un segundo más fue directamente a los aposentos que le habían asignado.

Darina ha llegado fue lo que pensó Aryan cuando vio todo el jaleo que había en el patio, cogió al cachorro y salió corriendo hacia los aposentos que se habían destinado para la joven, que como no pudiera ser de otra manera junto a los de la melliza.

Corriendo llegó, acelerada la respiración y casi sin aliento, hasta la puerta de la habitación, entró sin llamar como hacía cuando estaba nerviosa o impaciente, y a ver a su prima soltó al "gatito", quien se acurrucó en una esquina, y gritó: ¡¡¡¡DARINAAAAAAAAAAAAAA!!!!

Como un remolino evitó todo y a todos los presentes y se fue directa a su prima a quien abrazó sin mediar palabra, la apretujó tanto que parecía que la quisiera estrangular en vez de darle la bienvenida.

- ¡¡¡Cuánto me alegro de verte prima!!! dijo aligerando un poco el abrazo.

Darina trató de mantener el equilibrio cuando una joven se le abalanzó encima. Inmediatamente, se sintió algo avergonzada al notar su aspecto desaliñado, todavía con las ropas de viaje, el pelo suelto de cualquier manera y sin bañarse desde que partió de su casa. No obstante, nada de eso le molesto en la chica que la abrazaba, ni su ropa cómoda y práctica ni el pelo alborotado, pues reconoció en ella la juventud y el alocado entusiasmo de su prima Aryan.

- ¡Aryan! ¿Eres tú realmente? Hacía muchísimos años que no nos veíamos...- la chica se separó un poco de su joven prima, examinándola de arriba a bajo con cariño- Estás realmente hermosa... seguro que ya debes tener muchos pretendientes a pesar de que tus modales no han cambiado apenas.

A pesar del tono burlón de Darina y de su aparente calma, la emoción le corría por dentro. Le encantaba como era su prima y estaba contenta de que no hubiera cambiado nada...a pesar de que ella estaba ahí para ponerle solución a eso. De todas formas, era la amiga más cercana que había tenido nunca, a pesar de la edad, su prima Aryan era...ella. Natural, sin tapujos, sin falsedades. Aquello que tanto admiraba Darina y aquello que brillaba por su ausencia en la corte.

Realmente han pasado años desde que nos vimos seguramente recordaré realmente su fisonomía cuando lo veas junto a Aryan. Sino nos hubiera presentado Lord Sumner puede que hubiéramos pasado un tiempo observándonos hasta estar seguros de dirigirnos a la persona correcta.

Me levanto alargándole la mano. – Encantado de volver a verte William y… - mientras busco a su hermana esperando verla entrar en la sala.

Callo ya que puede que no sea lo mas correcta preguntar por ella directamente. Aquí en el sur no les suele gustar las formas directas, las suelen considerar poco elegantes.

En ese momento oigo al mismo Lord Sumner preguntar por ella.

William sabia que al dia siguiente hablaria largo y tendido de su encuentro, con su padre, el maestre y su tio por lo menos, asi que se fue a dormir, pero estaba tan impaciente por la llegada de su prima, hug y quizas el conseguir mas tropas de un pueblo que poco a poco podria ir engrandeciendo a su casa que se desvelo y antes del amanecer ya estaba despierto y vestido.

estubo mirando papeles, y notas que atesoraba en su habitacion de las ideas que cogia del maestre, de su tio, de su padre, de su madre y de cualquier otro que le parecia interesante y de vez en cuando las releia para acordarse de ellas y tomar ideas, en eso estaba cuando entraron a buscarle para reunirse con su padre.

como estaba vestido, salio ensegida y por el camino se aliso la ropa. cuando llego ante su padre ya estaba perfectamente.

alli encontro a Hug Llohart que venia a estar con ellos una larga temporada, al menos tendria a alguien con quien hablar, competir y demas, aparte de con Jon Tilverton, y siempre seria bueno saber mas cosas de los Stark y mejorar nuestras relaciones, cuantos mas amigos y duraderos, mucho mejor para nuestra casa, asi que hizo caso de su padre y actuo de anfitrion para Hug.

asi que dijo:

- Si mi señor padre, le mostrare nuestro magnifico castillo y por supuesto que me acuerdo de el, aunque eramos mas jovenes, pues aun jugabamos con espadas de maderas. dice con una sonrisa dirigida a Hug, al que seguidamente dice

- Lo mismo digo Hug Llohart, cuando quiera le mostrare lo necesario para que no se pierda y le presentare a las personas con las que compartira su estancia aqui. Se que quieres preguntarme por mi hermana, pero te dejare sufrir un rato con lo guapa que se ha vuelto piensa con una sonrisa interna.

al salir y cerrar la puerta, le echa una mano por encima del hombro y le pone la otra en el pecho mientras le dice en tono de amigos: 

- QUe ganas tenia de que vinieras, ufff, por fin podre olvidarme de ser por un rato el "heredero" y ser siempre tan formal, seguidamente le suelta y continua, mientras le va mostrando las zonas importantes del castillo, asi como a la gente que se van encontrado -Por cierto, que tal tu familia, como andan las cosas por alli?

Una vez solos en el pasillo abandono mi tono formal de señor para otro mas consonante con nuestra edad.

– No si recordar algunas partes las recuerdo pero mejor me dices que son realmente porque tengo los nombres que les poníamos en nuestras fantasías infantiles mientras esquivábamos a vuestros servidores para que no nos devolvieran con nuestras ayas demasiado pronto.

– No me costara tratarte informalmente los problemas vendrán en los actos sociales.

Mientras camino siguiendo el camino que elije. – Mi familia bien como siempre. De tanto en tanto hay algún enfrentamiento con alguna partida de salvajes pero nada especial.

Aryan aprovecha la distancia que ha puesto Darina para observarla, sin duda se ha vuelto muy hermosa, su piel era pálida y suave y su pelo castaño y largo. Ella no se fijó en su ropa algo alborotada y llena de polvo del camino, ni en el pelo alborotado, para ella era lo normal, además de que no era lo importante, por eso no se fijaba en ello. Se había hecho mucho más alta y esbelta, además de que sus curvas estaban bien marcadas.

No recordaba la edad que tenían cuando se vieron por última vez, pero siempre habían sido muy amigas, así que fue casi como si se hubieran visto ayer mismo. Solo sus cuerpos habían cambiado con el paso de los años, Aryan también había crecido, sus curvas se habían modelado y su cuerpo estaba tonificado y musculoso, debido al ejercicio que hacía constantemente. Su pelo oscuro también era largo, y estaba cuidado, pero lo llevaba recogido sin adornos ni trenzas, únicamente varias lazadas para que no le molestaran al moverse. Su rostro se había afinado, pero su piel era mucho más tostada debido al tiempo que pasaba al aire libre, lo que le profería un aspecto libre y curtido, a la vez que hermoso. Sus ojos vivarachos y llenos de vida eran los de siempre, honestos y seguros de sí misma.

- ¡Claro que soy yo! ¿Quién iba a recibirte así si no soy yo? dijo divertida guiñándole un ojo. ¿Pretendientes? ¡Qué va! ¡Todavía no me ha vencido nadie! rió divertida.

De repente pareció acordarse de algo y se giró en busca de lo que rondaba su mente, que Darina nunca conseguía adivinar... ¡Mira! dijo señalando hacia un cachorrito que estaba en la entrada acurrucado contra la pared. Lo encontré ayer , se acercó al cachorro que maulló feliz y se dejó tomar por la joven, es un cachorro de gatosombra, se llama Nym. sonrió y te mostró al animalito que parecía tímido y asustadizo, todo lo contrario que su dueña.

La joven se quedó mirando al pequeño animalito, conmovida. Ella había cuidado en ocasiones de los animales heridos que llegaban a su casa, pero para dejarlos posteriormente en libertad, pues su padre jamás los habría aceptado en casa. Acercó una mano al gatosombra, pero viendo como temblaba de miedo, la retiró rápidamente para no presionarlo más.

- Es tan bonito... ¿pero ya podrás cuidarlo cuando se haga mayor? Se ve tan pequeñito…aunque veo en sus ojos cierta resolución por sobrevivir… creo que te pega – Darina sonrió, sabiendo que en breve tendría que ocupar su puesto de dama de compañía y lo difícil que le iba a resultar cambiar el rol que tenía con su prima-. Creo que debería ir a saludar a tus padres y a tu hermano y agradecerles su hospitalidad o me tacharán de maleducada, y con razón. ¿Me acompañarás? No estoy segura de recordar el camino.

Y dicho esto, Darina empezó a cambiarse de ropa y a trenzarse el pelo para darse un aspecto aunque fuera presentable. Ya habría tiempo para asearse más tarde, aunque por el momento, algo tenía que hacer con su aspecto si quería causar una buena impresión.

Aryan jugó con Nym mientras Darina se cambiaba de ropa y se adecentaba, demasiado para su gusto, pero normal en su prima.

Después la acompañó hacia la estancia principal, donde sin duda estaría su padre y seguramente su tio.

- ¿Cómo están todos? ¿Tu padre y mi tia están bien? dijo sin formalidades, cálida y amable como siempre. Hace mucho que no les veo. Seguro que mamá querrá que le cuentes muchas cosas. Desde que su hermano mayor fuera enviado al Muro, no había habido reuniones familiares completas.

- Están bien, con más preocupaciones a cada año que pasa, pero es normal al no haber heredero - reprimió la punzada de angustia y tristeza que le invadía cada vez que pensaba en la precaria situación de su casa-. Estoy contenta de estar aquí, Aryan. Todo lo que pueda hacer para ayudar a mis padres lo haré y ellos esperan que mi situación aquí les ayude. Quiero hacer lo mejor para ellos- Darina parpadeó sorprendida al darse cuenta de que hablaba con más libertad de la que probablemente le correspondía a su estatus de dama refinada que tanto le había inculcado su madre. Se aclaró la garganta, recordando los modales que siempre olvidaba en presencia de su prima-. ¿Y por aquí como habéis estado todos?

Aryan miró a Darina, sabía que al ser hija única su casa estaba algo alterada, pero no comprendía bien cuál era el problema, siempre había pensado que ella sería la heredera.

Ayran no se dio cuenta que su prima había hablado más intima y cordialmente que de costumbre porque ella siempre la recordaba así, y ella hablaba con normalidad, así que sin querer molestarla le preguntó directamente: ¿Por qué no eres tú la heredera? Eres la hija primogénita y por sangre te corresponde. Sus palabras surgieron sin maldad y sin ninguna curiosidad más que la duda de ver a su prima preocupada por algo que a ella le parecía tan obvio.