Finales de Julio de 1944.
Tras 33 días peleando intensamente en Normandía, la 82ª División es relevada del frente y trasladada de nuevo a Inglaterra. Sin duda es mejor pasar los dias en los barracones y las noches en las tabernas que volver a ver el terror de la guerra.
El 505º Regimiento ha ganado la Citación a la Unidad Distinguida* por sus actos en Francia, entre ellos la liberación de St Mére Église. Pronto recibiréis vuestras insignias por haber participado en tal proeza.
Pero hay soldados que no podrán disfrutarlas. Más de mil hombres de la 82 perecieron en Normandía, y tres mil fueron heridos. Fue un duro golpe para todos, aunque la plana mayor se muestra entusiasmada con el éxito de las misiones.
*Distinguished Unit Citation
Me echo sobre mi cama mientras saco un cigarro.
- Se está mucho mejor aquí ¿verdad? Ahora que se encargue la infantería...
Alzid lee los libros que ha podido comprar en la biblioteca local.
Tras la muerte del Sargento ha decidido instruirse mas aun si cabe en cuestiones de cirugia de urgencia, colaborando en el Hospital de Campaña destacado en la Isla.
Mira de reojo a Ronald y le sonrie.
No te preocupes, seguro que dentro de nada vienen a fastidiarnos.
¿El post de Ronald es del Master no? xD Es que lleva 16 dias fuera xDD Avisa please que casi me da un soponcio xD
Sí, esta de vacas hasta Septiembre segun me dijo.
La motocicleta circulaba a gran velocidad por las carreteras inglesas.
El sargento podía sentir el viento en su cara y su pecho mientras recorría aquel paisaje de postal, lleno de hierba y con encinas dispersas. La campiña inglesa, con sus pueblos y caseríos, era un lugar bello a pesar del cielo, casi siempre plomizo. La disciplina se había relajado un poco lejos del frente, y le permitía disfrutar de aquellos paseos de placer. Allí, con la moto bajo sus muslos y el manillar bajo sus manos, recorriendo la carretera, dejaba de pensar en la guerra, los disparos, los camaradas muertos, los días sin dormir marchando con media ración entre pecho y espalda...
Esquivó un camión de suministros del ejército, cuyo cabo conductor le pitó. Le hizo una señal, como diciendo "cállate, anda", y rió como un niño. Nadie podía negar que en campaña lo daba todo, pero aquellos eran sus momentos de placer y ocio. Se paró en un cruce de caminos, consultando la hora en el reloj. Un pastor viejo le miró, con el cayado en la mano, mientras las ovejas se aproximaban al cruce.
Pensó que era hora de regresar a la base, asi que respiró una vez más el aire de la campiña, y saludó con la mano a aquel viejo inglés, antes de dar la vuelta e iniciar el regreso al Camp Quorn.
Sparks entra en el barracón tras su paseo matinal, aunque no encuentra a mucha gente. La primera sección sólo la componen Alzid, Spears, Sparks, Gagne y un nuevo sargento que han trasladado para dirigir el pelotón del difunto sargento Hahnen...Aunque sólo Gagne ha sobrevivido a Normandía. Sin duda deben de llegar varios reemplazos si quieren volveros a lanzar en paracaídas.
Antes de que Sparks pueda decir algo, un soldado raso entra en el barracón.
- Sargento Sparks.- Se cuadra ante él.- El teniente Hodges quiere verle.
El sargento se había guardado el paquete de tabaco en la guerrera al entrar. No estaba bien visto fumar allí dentro. Se acercó a sus muchachos, pensando en que ya quedaban pocos, pero seguían sin mandarles a casa. El ejército era así: lucha hasta que mueras, y si sobrevives te daremos una palmada en la espalda. Estaba claro que las medallas eran solo para los oficiales.
Hablando de oficiales... el soldado de ordenanza se presenta ante él, y anuncia. Los meses en el frente relegaban a un segundo plano al protocolo, pero este era como montar en bicicleta: nunca se olvidaba del todo. Respondió a su saludo para que dejara de envararse.
-Muy bien.
Dedicó una mirada a sus muchachos.
-Descansad, pero no os alejéis. Seguro que es algo importante.
Dicho lo cual, fue a ver al teniente.
Llegas al pequeño despacho del teniente.
- ¡Ah! Sargento, pase pase.- Te invita.- Nos dieron duro en Normandía ¿verdad? Veo que ya se ha recuperado de sus heridas...
De momento selecciona: "Solo para el director".
Justo llegáis a la vez a la puerta del barracón de la primera sección, donde os acaban de destinar. Además ambos buscáis al mismo hombre, el sargento Sparks.
Me coloco delante de la puerta del barracón otro soldado parece llegar a la vez que yo a la puerta con las mismas intenciones
-Vaya también te han destinado al mismo sitio por lo que veo
Le digo mientras sonrio y llamo a la puerta, intentado romper el hielo y asi intentar empezar con buen pie el primer día conociendo a mis compañeros de pelotón,la verdad que llevaba tiempo sin hablar con alguien mas alla del "!Si señor! !ahora mismo señor!
El sargento entró al despacho, quitándose la gorra cuartelera como mandaban las ordenanzas. Se detuvo, medio firme medio relajado. En principio, la jovialidad del teniente parecía excusarle de seguir la disciplina cuartelera más ferrea. De cualquier modo, ambos lucharon juntos en Normandía.
-Sí, señor, esos boches no pudieron conmigo en Francia, ni con usted. Lástima que se quedaran atrás tantos buenos muchachos.
Calló un momento, parpadeando.
-Me ha llamado, señor... -dijo luego, de modo interrogante.
- Ah, si si...- El teniente saca una cajita, donde suele meterse los galones.- Verá, el soldado Almuahed es un buen chico; lleva aqui desde el principio y siempre ha estado en primera linea. Una pena que no consiguiera salvar a Hahnen...No obstante creo que es buena idea ascenderle a cabo, ¿comparte mi opinión?
Cita:
Ya ves, contesta Benjamin, para no parecer grosero.
Baker y Wright entran en el barracón, donde sólo hay tres soldados. Uno de ellos se aceca.
- ¿Si? ¿Qué queréis?
Sparks pensó en lo que había dicho. La verdad es que él mismo se lo iba a sugerir al teniente. Era el último de los que habían superado la instrucción y había estado desde Sicilia con él y el pelotón. Quizá no era el soldado más ingenioso, pero si era capaz y disciplinado. Gracias a él, Jeffries había podido sobrevivir, y él mismo había sido curado por el árabe en dos ocasiones.
-Sí, totalmente. En verdad, le iba a sugerir este ascenso. Alzid lleva conmigo desde que nos embarcamos rumbo a África para preparar la invasión de Sicilia, y el pobre chico siempre ha dado lo mejor de si mismo para salvarnos en cuanto nos herían.
Parpadeó un momento, pensativo.
-Creo que ha podido frustarse un poco por la muerte de Hahnen. Hizo todo lo que pudo por salvarle, pero se necesitaba un cirujano y él es solo un paramédico. Creo que un ascenso podrá subirle la moral de nuevo, y hacer que se concentre en su tarea, al ver que esta sirve para ganarse el respeto de los demás.
Cita:
Buscamos al sargento Sparks, contesta Benjamin. Hemos sido asignados aquí.
- Totalmente de acuerdo. Me alegra saber que coincidimos en nuestras opiniones.- Te da los galones.- Estoy seguro de que le hará ilusión recibir su nuevo rango de manos de un amigo.
-Creo que se alegrará, si.
Sparks cogió la cajita de los galones y la sostuvo en la mano. Luego, volvió a la posición donde estaba y esperó por si el teniente tenía algo más que decirle o le daba permiso para retirarse.
- Puede retirarse, sargento.