Partida Rol por web

Normandía, Junio de 1944.

El pelotón del sargento Sparks acaba de tomar contacto con otros miembros del 505º Regimiento, mientras se dirigían a su zona de salto. Entre ellos está el Mayor Krause, que pregunta por el batallón al que pertenecen.

-Uf, resoplé de forma casi inaudible. Volví a levantarme, acercándome un poco al mayor. Observaba a nuestro sargento esperando una respuesta. Esta vez habían sido de los nuestros pero quizás la proxima vez... El corazón me volvía a latir con normalidad, Mejor juntos, nunca se sabe con que nos podemos tropezar.

Americanos, gracias a Dios. Podrían haber sido paracaidistas británicos, invitándoles a una taza de té, o alemanes con ganas de apretar el gatillo. Sin hacer gesto de saludo con la mano (si un enemigo rondaba por allí sabría entonces a quien disparar primero) asintió con la cabeza brevemente, respondiendo.

-Segundo batallón, compañía D, señor.

Siguió atento alrededor, evitando que la conversación le pudiera convertir en un blanco fácil.

-Nos dirigíamos al punto de encuentro del batallón -añadió- Por ahora no nos hemos topado con el enemigo y hemos evitado los antiaéreos.

mirra siente el frio pasar por sus recien puestos abrigos y crusando los brazos se frota para entrar un poco mas en calor espero no les moleste que fume piensa entre susurros para el mientras saca el encendedor y un cigarrillo casero, lo enciende y luego de un movimientro de frio se vuelve a arrodillar, guarda su bazooca al hombro y el silbato tambien para sacar una de sus granadas que cuelgan en una bolsa de cintura esto me servira mas
sargento, tengo una mina antipersona en mi mochila, si es necesario aviseme cuando ponerla y yo me encargare de acuerdo?

- ¿Del segundo? Estais algo lejos de vuestra zona.- Asegura el mayor.- Venid con nosotros, con el tercer batallón. Necesitamos todos los hombres disponibles para tomar la ciudad.

Mira su reloj.

- Nos estamos retrasando ligeramente, ¡hay que moverse!

El mayor se da la vuelta y comienza a caminar agachado por la espesura. Al mirar al vuestro alrededor observáis como hay más paracaidistas, unos pocos por alli, otros cuantos aqui...Debido a la oscuridad no podéis ver a todos, pero calculáis que puede haber más de cincuenta avanzando por el campo.

-Asi que lejos de nuestra zona, eh, que tipo mas observador, jejeje. Parecía que había cambio de planes, ajusté bien mi equipo preparándome para lo que parecía una larga caminata y empecé la marcha tras mis compañeros.

Alzid sigue al serñor Krause de cerca... siempre se esta seguro tras un oficial ... ¿asaltar una ciudad? que horror

Os situáis a varios metros del pueblo, Ste. Mère Eglise, escondidos en una zona de espesos arbustos. Parece que el mayor evalúa la situación y traza un plan para el asalto.

Toda la ofensiva se coloca en la parte Suroeste de la ciudad. El mayor realiza unos gestos a los hombres más alejados, mientras que a los más cercanos les susurra.

- La MG allí, el segundo pelotón al sur, el primero a la casa del norte; el tercero conmigo...¿Dónde están los del segundo batallón?- Tras preguntar se da cuenta de que tiene a Sparks a su lado.- Vosotros os pegáis a mi culo también, iremos a la casa de enmiedo y después tomaremos el siguiente edificio*, allí situaremos un puesto de control.

Otea de nuevo la zona.

- Es importante el efecto sorpresa, por lo que no disparéis a no ser que sea estrictamente necesario. Podéis coger rehenes...Y por supuesto, mucho cuidado con los civiles...

Escuchó las órdenes del mayor, asintiendo. Se giró a sus hombres.

-Evitad el fuego de enfilada y directos al edificio. Avanzad en grupos de a dos, uno cubre y el otro despeja. Cuando salgamos fuera, carreras cortas, ojo a las esquinas arriba y abajo, cuidado con las ventanas. Evitad disparos innecesarios, rayo o pinza si creemos que es un amigo. Si hay que disparar, balas de una en una, no uséis granadas si no hay muchos y armados en una habitación, tampoco artillería pesada. Si hacéis prisioneros, golpeadles en la cabeza antes de atarles, y procurad quitarles todas las armas.

Se tocó el labio mentón mal rasurado y sucio, cubierto todavía de aquella pintura negra que se habían puesto antes de saltar. Esperó a que el mayor comenzara a moverse.

-Vamos -dijo.

Avanzó detrás de su superior, medio agachado y con la tommy cogida, acercándose al edificio al mismo ritmo que Krause, atento por si aparecía algún alemán apuntándoles.

Escuche con los oidos bien abiertos las órdenes de los superiores, con especial atención las del sargento.-Bueno... en teoría parece fácil... no se, siempre he oido decir que en la guerra los planes nunca salen bien...

Arreglaba el equipo apresuradamente, cuando por fin comenzó la marcha eché de nuevo la mochila al hombro y me encaminé tras el grupo. -Vaya bautismo de fuego me espera. Murmuraba para mi mismo.

El batallón avanza en varios frentes, unos hacia el Norte mientras que vosotros hacia el Este os desplazáis hasta la primera casa.

- Entrad y despejad.- Ordena el mayor al sargento Sparks.

La casa tiene una puerta trasera, cerrada. Aunque en el interior no hay luz ni sonidos, Krause no quiere arriesgarse. Hace gestos a otros pelotones, que realizan asaltos a las casas cercanas.

Se situó al lado de la puerta, comprobando que la tommy estaba amartillada y las granadas a mano. Hizo una seña a Campbell, que significaba "cúbreme". Respiró hondo una vez, como tomando aire, y luego se acercó a la puerta.

Me coloco junto a la puerta en el lado opuesto al sargento Sparks, una mirada a los ojos me bastó para entenderlo, ibamos a entrar. Tenía el arma lista y los nervios... los nervios jodidos, pero aguantaba el tipo. -Vamos a ya...

Al otro lado de la puerta no pareces escuchar nada. Todo esta bastante silencioso.