Apuntaba hacia la puerta cerrada, respiraba despacio, el ojo en la mira y el índice en el gatillo. Mientras oía como se preparaba el plan que haría, presuntamente, que los presuntos hostiles asomarían la cabecita a ver si ya nos habíamos marchado. -Esperemos que funcione, si tenemos que entrar nosotros...
Alzid hace el suficiente ruido bajando las escaleras para que sea escuchado dentro de las habitaciones superiores y cierra la puerta como si se marchase, aunque se queda al pie de las escaleras.
El tiempo se hace largo.
Los segundos pasan lentamente.
La puerta se abre despacio. De dentro aparece un hombre, que sale de espalda, ya que mira al interior de la habitación.
- ¡Reste tranquille! ¡Reste tranquille!- Dice a alguien mientras hace un gesto con la mano y el brazo extendido.
El hombre, vestido de pana, aún no se ha dado la vuelta, por lo que no se ha percatado de vuestra presencia.
Intercambió una mirada con Mirra, como diciéndole "por esto no se debe tirar primero una granada". Esperó a que el hombre se diera la vuelta, situándose en mitad del pasillo. Cuando se giró a mirarle, el sargento tenía el arma bajada aunque lista, en una actitud contemplativa y vagamente hostil.
Dijo unas de las pocas frases en francés que le habían explicado antes del salto, por si se encontraban con la población civil.
-Je suis américain.
la mirada de mirra se cruzo en ese momento con la de todos, su propuesta no habia sido de las mejores, pero en una guerra como esta... las muertes son algo comun, de todos modos no manifesto su opinion sino que se quedo parado, su sola imagen podria imnpactar al civil, ya que viste ropas de soldado, lleva un cuchillo en la mano y un bazooca en la espalda... es comprensible que se asuste hasta hitler penso ironico
Por suerte para el civil conseguí controlar la tensión del momento y mi dedo se retiró del gatillo con suavidad. Bajé el arma y me incorporé. -Amigos, aaamiiigooos... Decía en voz alta tras las palabras de Sparks. Sabía que no podían entenderme, pero sentía la necesidad de escuchar mi propia voz, me daba confianza en mi mismo.
Escuchando a mis compañeros vuelvo con ellos con el arma bajada... ¿amigos? ¿que habia arriba? pienso mientras vuelvo.
¿Que habeis encontrado? le digo bajito al compañero mas cercano.
El hombre levanta las manos para demostrar que no lleva armas.
- ¡Non non!- Grita nerviosamente y luego otras frases en francés que no entendéis. Parece que el hombre quiere que os vayáis de su casa.
Perdonad el retraso, el pc me ha dado problemas (ando con una solucion parche por el momento).
Le hizo un gesto para que se calmara, y dijo otra cosa en francés, de las pocas que sabía.
-¿Les allemands? ¿Donde?
Se encogió de hombro, como preguntando.
- Non, allez allez.- El hombre señala fuera de la casa, aunque hacia ningún punto en concreto.
El hombre parecía terco, pero era normal dadas las circunstancias y más si creía que ayudarles podría conllevar represalias sobre su familia. El sargento tuvo una idea de repente y miró a Alzid.
-Mire a ver si el mayor sabe francés. Quizá podamos sacar algo útil de la posición de los alemanes de estas personas.
Se giró luego al hombre, reclamando calma con las manos.
-Tranquilo, tranquilo. Somos amigos. Venímos a liberar el pueblo.
Me levanté al ver que no existía peligro, bajé el arma y sonreí tratando de aparentar tranquilidad. No entendía nada de lo que decían, ni los civiles ni el sargento.
Miraba con curiosidad al civil que aasustado trataba, o eso me parecía a mi, de echarnos de su casa. -Sargento, parece que este hombre solo quiere que nos marchemos... no creo que nos pueda ayudar, si están guarecidos y asustados seguramente no se hayan atrevido a mirar qué hacían los alemanes. Me encogí de hombros volví a fijar la vista en el francés. -Tienes que estar acojonado amigo mio...
Lo siento, solo se Ingles y Aleman... y creo que Ryan tiene razon... esta mas preocupado de que nos vayamos que de otra cosa...
Consideró lo dicho, rápidamente. Asintió.
-Bien, entonces vamos al siguiente edificio para tomar el que nos han ordenado y plantar el puesto de mando. Será mejor evitar salir a la calle principal para no ser blancos fáciles. Rodeemos el edificio y situémonos en los setos de la derecha, allí todos atentos a las ventanas y puertas de las casas. A mi señal avanzad en grupos de dos evitando el fuego de enfilada. Un grupo avanza, el otro le cubre, turnándonos. ¿Entendido?
Esperó su respuesta.
Mirad el tablero en la página 1.
John estaba algo nervioso, sentia abstinencia de cigarrillos pero sabia y tenia claro cual era su deber, por lo que asintió con la cabeza y dijo vamos mientras que provaba con su dedo el filo del cuchillo que sostenia en su mano izquierdaespero que esta vez tengamos.... se quedó pensando que decir vamos, no dije nada terminó de decir mientras comenzaba a caminar tras el grupo
Os sigo camaradas.
;)
-A la orden. Espeté con una leve inclinación de cabeza. Me giré para bajar las escaleras y mentalmente repasaba el plano que vimos en el briefing y recordaba los ejercicios.
Notaba ese hormigueo en el estomago... siempre me atacaban los nervios al mismo sitio, pero al fin y al cabo no necesitaba el estómago para disparar.
Como van los binomios?
Salís de la casa y os juntáis con el mayor Krause en la pared sur, informándole debidamente de los civiles localizados.
- Muy bien. Ahora seguidme, hay que cruzar al otro lado y atacar desde allí.- Y avanza a paso ligero a través de la carretera.
Miró a sus muchachos antes de avanzar.
-Campbell, Mirra, cubridnos hasta que lleguemos a la primera esquina, luego os cubrimos a vosotros. Adelante.
Miró a Alzid y le hizo una seña, comenzando su carrera siguiendo al mayor, medio agachado y en tensión, atento a cualquier aparición del enemigo.
Avanzamos hasta la esquina superior de la primera o la segunda casa nº2 (depende de cuanto avance el mayor).
Mirra asiente con la cabeza al tiempo que se arrodilla contra una pared y mira hacia ambos lados de la calle en busca de amenazas, sabiendo que es algo de rutina, no se esfuerza mucho en divisar gente escondida sino que busca gente que salga corriendo hacia ellos, como hasta ahora no ha visto ningun francotirador, no cree que haya muchos vamos, vamos! les dice mientras los demas corren para crusar la calle
Me pegué con fuerza a la esquina de la casa. Observaba la calle, su aparente tranquilidad.... -¿Donde estais cabrones? Murmuré mas para mi que para el resto.
Según el mayor, el sargento y Alzid echan a correr, miro rapidamente a Mirra. -Es raro tío, este pueblo parece desierto. Me daba muy mala espina esa tranquilidad tan siniestra, casi parecía hecha a propósito.