Partida Rol por web

¡Alto, en nombre de Castilla! II: ¿Quién roba a la Muerte?

I. Una parada obligada

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01/12/2013, 18:17
Tariq el Shadid

En silencio, no perdía detalle de lo que ocurría a mi alrededor, que antes que echar mano a la espada hay que templar bien el seso; pues quien bien conoce ahorra estocadas y heridas, como decía mi padre, que es de las pocas cosas útiles que me legó. Observé a los criados y a los soldados y traté de adivinar la razón de su desasosiego, mientras seguía de brazos cruzados y lo bastante serio como para que nadie pensara en acercarse ni hacer chanza de mi condición sarracena.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Empatía, por si procede.

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02/12/2013, 10:45
Potencio Flores

Aquello era muy, muy raro. A Potencio le sonaba a algo, pero quería confirmarlo. Se dirigió a uno de los criados y le preguntó

- ¡Tú, muchachito! ¿ Es que estáis en guerra contra alguien? ¿Disputas fronterizas y esas cosas? ¡venga! no pongas esa cara y contesta a maese Potencio de las flores.

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02/12/2013, 13:39
Criado del Castillo

El muchacho al que habló el ladrón de "Las Flores", bien ataviado con librea roja, tragaba saliva y se ruborizaba un poco. Al preguntarle sobre la guerra, miraba a los otros sirvientes, pero sobre todo a los soldados.

No, mi señor, yo no... -vamos... que a él no le competía hablar de tales menesteres allí mismo...-.

Notas de juego

Tirada de Elocuencia (COM), Potencio. Tampoco podrías adivinar razones exactas (en esta situación o en culquier otra), Tariq, con una tirada de Empatía. Para eso hay algo más sencillo: hablar, preguntar, investigar, etc.

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02/12/2013, 14:20
Tariq el Shadid

Notas de juego

Mi intención era solo observar para intentar saber cómose sienten los criados y los soldados: si es miedo, prudencia, desconfianza... Si es que muestran signos de ellos cuando los observo. Pero, de todas formas, he fallado.

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02/12/2013, 21:25
Pelayo de Arbás

El de Arbás sonrió al muchacho para que se tranquilizara.

-Calma muchacho, somos recién llegados a aquí pero no nos es extraña la guerra ni las luchas de los hombres. Habla si no te han negado el don de la palabra pues estás entre buena gente-dijo el caballero tratando de tranquilizar al muchacho mientras lo miraba sonriente.

- Tiradas (2)
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03/12/2013, 11:32
Potencio Flores

- Nos lo van a decir de todas maneras -dijo con una sonrisa, sacando a relucir su mellada dentadura. Potencio daba más miedo cuando sonreía que cuando estaba serio y no sólo por su asquerosa boca, sino porque su sonrisa era falsa y era de ese tipo de sonrisas que demostraban que el dueño de la sonrisa no era de fiar.

- ¿Nos van a tener aquí mucho tiempo? ¿tardará mucho tu señor muchacho?
 

- Tiradas (1)
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03/12/2013, 14:31
Director

El muchacho miraba al caballero de Arbás, y al tipo de pelo alocado y preciosa dentadura. Sin duda que hacerle hablar durante esa espera sería difícil, entre otras cosas porque ni era su competencia y porque tampoco se atrevería a hablar (aunque fuera del buen tiempo de las tierras murcianas) delante del resto de criados y soldados que allí esperaban (que pareciera Potencio que le hablaba como si sólo estuviese él en la sala).

Y antes de que la conversacion tornase en otros tintes y la impaciencia y el dolor insoportable se tornase en deseperanza, apareció un tipo de cabello largo, bien vestido, que rondaría la treintena.

Notas de juego

En breves tendremos reemplazo.

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03/12/2013, 14:37
Isidoro

Buenas noches, -vino dijendo antes de pararse frente a vosotros-. Entonces se agachó y, sin mediar más palabra, tomó el pie, aún armado y embotado, de Jimeno. Veamos, gíre el pie, don Jimeno -dijo el hombre, que parecía el médico-; despacio, sólo quiero ver hasta donde alcanza el recorrido de su pie sin que le duela.

Entonces, cuando llegó a cierto punto, el dolor se hizo presente, y Jimeno aguantó con gestos de contención.

De acuerdo... Soy Isidoro, el médico de don Ramiro -aún no sabíais quien era ese Ramiro-. Me han avisado que vos urgía de revisión. Es una torcedura simple, dolorosa en cambio, y deberá estar un par de días de reposo, sin mover el pie. Mi buen señor no tendrá reparo en albergarles -os dijo a todos sobriamente-. Acompañadles al comedor, y luego mostradles sus alcobas -ordenó a los criados-. Llevad al señor de Arguilla la cena a su alcoba, arriba. He de vendar ese pie.

Los criados bien pronto obedecieron y os internaron en una sala-comedor en la misma planta, la de abajo. En la siguiente planta, por lo visto, estaban vuestros aposentos. A la cena acudísteis únicamente los cuatro, pues Jimeno ya desaparecía, escaleras arriba y ayudado por dos de los soldados, rumbo a su habitación.

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03/12/2013, 17:11
Director

El comedor no estaba muy lejos de donde esperásteis, a dos salas de distancia. El sitio no eran tan grande como la habitación anterior, pero había una larga mesa y excesivas sillas, por lo que os juntásteis en una de las esquinas a comer. Habia al fondo una chimenea, aunque no era tiempo para hacer fuegos. Criados y sirvientes traían y llevaban platos y otras disposiciones, y cuando ya tuvísteis el menú de cena delante, no podíais creer cuántas buenas vicisitudes que el destino os mostraba. Degustábais cerdo, cecinas varias (algunos...) y diversas hortalizas y frutos, acompañados de algo de vino y agua. Tres sirvientes, entre los que estaba el crío de antes, quedaban de pie, esperando cualquier petición de los invitados (vosotros) protocolariamente.

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03/12/2013, 17:21
Pelayo de Arbás

Pelayo se relamió los dedos tras terminar un bocado. Se sentía satisfecho con aquella comida aunque el trato dispensado por el regente de la fortaleza, pese a ser correcto lo mantenía distraido.

-Ah, estas viandas me dan la vida. Casi me alegro de que el buen Jimeno se haya lastimado el pie y eso nos haya obligado a parar aquí y poder disfrutar de la hospitalidad del señor de esta casa-exclamo contento-. Come Damián, que en breve volveremos al camino y hay que hacer acopio de fuerzas-le dijo a su pupilo.

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03/12/2013, 17:43
Potencio Flores

Definitivamente tenía que hacer todo lo posible por quedarse a servir al señor de aquellas tierras... un tiempo, que nunca había sido Potencio de estar mucho en el mismo sitio. Pero se iba a pegar la vida de un cura si le dejaban. Ya se imaginaba yaciendo con hermosas hembras bien entradas en carnes que para eso él siempre decía que como amante de la caballería le gustaban las mujeres como yeguas. También se imaginaba con todos estos manjares delante día sí y día también, ahorrando un buen puñado de plata para dilipendiar por ahí por el sur, que tenía muchas ganas de ver las nuevas tierras cristianas.

Comía "a tres manos" y no había terminado de tragar cuando ya se metía otro trozo de algo en la boca, le daba igual una hortaliza que un trozo de carne, ¡todo estaba tan rico!

Menos mal que no había ningún sacerdote para decirle que comer así era gula, que tenía que confesar y todo ese tipo de cosas. Hoy estaba siendo un buen día.

No hacía más que señalar su copa todo el rato para que se la rellenasen con aquel vino que le habían dicho que era de una villa de buenos vinos llamada Jumilla, vino afrutado y dulzón. Iba a acabar cantando aquella canción de la muchacha y el enano...

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03/12/2013, 20:32
Tariq el Shadid

-Amén -dije con sorna, fingiéndome cristiano, para mostrar mi conformidad con el caballero con respecto a lo conveniente de la torcedura de Jimeno.

Y lo dije con la boca llena y un trozo de cerdo en cada mano, que, siempre lo diré, no saben mis hermanos lo que se pierden al rechazarlo. Con aquel trato tan exquisito, estaba dispuesto a partirle la otra pierna a Jimeno con tal de que nos dejaran quedarnos allí una buena temporada. Aunque sabía, tal vez porque se lo habría oído a Pelayo alguna vez, que las reglas de hospitalidad entre caballeros estaban limitadas a pocos días, y entonces quedaba liberado de su deber moral el que hospedaba.

De paso, levantaba la vista de vez en cuando buscando una moza en la que desfogar. Estando tan cerca de la frontera, aquellas cristianitas debían haber oído de la proverbial largura del miembro de los hijos de Allah y, con suerte, alguna habría que se dejara hacer.

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05/12/2013, 11:58
Damián

Damián comió como si no hubiera mañana. Comió con la gula del que ha estado menguado de viandas en el camino, comió con el ansia de no saber si podrá a volver a comer. Más que comer, tragaba, engullía, devoraba. Tanto y tan rápido comía que provocó incluso alguna risa entre el servicio. Mas poco le importaba, pues el chico había vivido siempre muralla adentro, y sabía apreciar la buena comida. Fue entonces cuando se fijó en una de las criadas que traían las mieles que disfrutaba.

Una mirada baja, unas sonrisas a ha escondidas, un pequeño guiño cómplice, un leve enrojecimiento de las mejillas. Damián sabía que no era ducho en amenazas ni en grandes palabras, pero conocía bien el juego del cortejo noble, y había otras formas de sacar un poco de información a la chiquilla. Aprovechando una de las idas y venidas de la chica hacia él, "enganchose casualmente" la vaina de su espada a la falda de la moza. Entre risas, tonteo y juegos propios de adolescentes, con la cara totalmente enrojecida por el disimulado pudor, y aprovechando que la moza estaba a su lado, destrabando la vaina, Damián susurró algo al oído de la moza.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Venga, saquemos un poco de juego a las habilidades del jovenzuelo Damián.

Tiro Seducción en oculto (así el máster es libre de mentirme vilmente, sin que el PJ sepa nada)

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05/12/2013, 12:23
Potencio Flores

- ¿No eres un poco joven para esas cosas muchacho? apuesto a que todavía tus huevos no son capaces de bombear... bueno es igual -dice con la boca llena.

¡Ay si le pilla a éste Laura la coja"

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05/12/2013, 12:32
Damián
Sólo para el director

-Perdona...- le dijo entre tímidas risitas Damián.-...no sabía que estuvieras aquí... Es decir, que sí que me había fijado en tí...-susurró el chaval, muerto de vergüenza.- O sea, que sí que te he estado mirando. Pero seguro que hay más de uno que se ha fijado, porque eres guapa.- En esos momentos el rostro de Damián era rojo como un tomate.- Es que habiendo tanto soldado suelto por aquí... No me imagino porqué. supongo que no se quedarán mucho tiempo, y tu señor los mandará de nuevo por ahí.- Haciendo un amago de mirada vergonzosa, confesó.- Yo he vivido mucho tiempo en el castillo de mi señor, y pasaba mucho tiempo solo.-

Notas de juego

Esto lo susurra solo a oídos de la muchacha.

La idea es que la muchacha suelte un poco la lengua. No veo yo a Damián poniendo cuchillos en gargantas, pero el tonteo cortesano pa mí que sí que lo tiene sabido (teniendo en cuenta las habilidades y el orgullo de belleza que tiene, seguro que ya lo ha usado muchísimas veces para conseguir mermelada de las cocineras).

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06/12/2013, 12:51
Director

Los criados quedábanse atolondrados (et soldados también) de cómo engullíais a mansalva, e incluso del oportuno comentario del de Arbás, que ya dudaban si habían sido aquellos cuatro "engulleplatos" los que habrían herido al su señor por probar suerte con la hospitalidad de un muy gran Señor. En éstas que Damián se levantó y comenzó a susurrarle algo al oido de la muchacha. Ésta, tras ver vosotros que ponía ojos como platos (de incredulidad), se llevó la mano a la boca y se marchó por la puerta, como corriendo.

Fue entonces cuando un soldado se acercó al joven escudero, y con su enorme porte le instó a que volviese a sentarse, que no era menester el vilipendiar a nadie aun estando en casa ajena, y menos al servicio del dueño. Sin duda alguna que de ahí hasta el final de la cena los soldados os miraron con buen ojo.

Notas de juego

Damián, estáis comiendo (sentados) y si susurras eso, lo interpreto como que te levantas y lo haces.

Tariq, debido a esa enorme indiscreción (xD), réstate 2 puntos de fe por pecados ("Comidas Prohibidas"). (Póntelo visible en la ficha).

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06/12/2013, 12:58
Criado del Castillo

Una vez acabásteis (que se dijera que aquello que comiérais fuera lo último en la vida que hiciérais), el joven criado os anunció que os llevaría a vuestras alcobas. Vuestra panza respondía afirmativamente, y es que tenía que descansar bien (por su cuenta) tras el enorme trajín que le habíais dedicado. Saliendo del comedor, dejásteis atrás la estancia y cruzásteis el largo pasillo, que hacía forma de "L" antes de tomar las escaleras al pis superior. En uno de los descansillos, el joven criado se paró y se giró. Vosotros os soprendísteis un poco.

Les ruego que se comporten debidamente -lo diría por el numerito del joven e inexperto Damián? ¿tal vez porque un cerdo tenía más cautela a la hora de engullir la comida en su propio barrizal?-; no está el castillo disponible, en estos momento, siquiera para recibir a nadie... No es buen momento en el que han llegado sus mercedes, mas no por eso mi señor le negará el auxilio. Son dias penosos para nos, les ruego discreción.

¿Qué había querido decir? Sin dilación alguna, subísteis en silencio el resto de escaleras. en el piso superior, tomásteis la puerta frente a la escaleras, lugar de vuestras alcobas. El criado se despidió bajo el mismo dintel, mientras entrábais uno a uno. Era una habitación de hasta seis camastro bien avenidos. En una de las camas estaba Jimeno, tumbado, pero no dormido, ya desarmado y con la pierna estirada en la cama (y su pie inmóvil).

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06/12/2013, 13:08
Jimeno de Arguilla

¿Ya han cenado, señores? -dijo Jimeno un poco sonriente-. Lo cierto es que parecía contento de tanto buen trato, pues dudaba si le darían cobijo y auxilio, y en realidad, así fue. Yo sí, y en abundancia; los criados me trajeron el menú -se veían los restos de bandejas y platos sobre una silla-. El médico ha ido a por más vendas, ahora viene. ¿Todo bien?

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06/12/2013, 17:39
Pelayo de Arbás

El caballero, aunque molesto por el comentario del sirviente (¿Quién era el para decirle que se porte bien a un caballero como si de un niño de teta se tratara?) , parecía satisfecho por la cena. 

-Tenemos la panza llena y el culo descansado-dijo Pelayo sonriendo mientras se rascaba la barba- Pero algo ocurre. es como si hubiésemos llegado en medio de algún conflicto. Los guardias parecen tener la necesidad de escoltarnos todo el tiempo y por las palabras del muchacho no es que tengan mucha abundancia para compartir con los necesitados. Témome que somos una carga más que un alivio para estas gentes.

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06/12/2013, 18:26
Damián

El joven Damián se encontraba despistado. El ardid para con la muchacha siempre le había funcionado con las jóvenes costureras del castillo donde se destetó. Resignado y cabizbajo siguió a su señor, ayudándole a descargar fardos y demás chismería que portaban. Enseguida se puso manos a la obra e hizo la cama y preparó incluso un cuenco de agua para que Don Pelayo pudiera hacer sus abluciones o al menos limpiarse manos y pies.

Notas de juego

Tenía que intentarlo :-(

Creo que el joven Damián tampoco follará esta noche.