Partida Rol por web

Donde se narran las aventuras de los protagonistas, de todo menos ilustres, pero no por ello despreciables.

El Tejón Taciturno es un lugar conocido por todos, y evitado por la gran mayoría. Se diría que es una taberna, pero sería un grave insulto al resto de las tabernas del mundo conocido (y muy posiblemente, a las del desconocido)... un agravio comparativo, vaya.
Por tanto diremos que es un antro asqueroso, lleno de humedad, humo, comida de la peor calidad, bebida aguada y barata y lleno de suciedad hasta la última esquina. Evidentemente, un lugar así es de un atractivo inevitable para toda clase de charlatanes, cuentistas, puteros, asesinos, rajabarbas, manoslargas, truhanes, rateros y en definitiva, ese tipo de gente cuyo trabajo comienza una vez se pone el sol.

Se trata de un pequeño edificio (de hecho, de ínfimo tamaño) situado en la zona más pober del barrio más asqueroso de la ciudad de Shalank, en Redania, por supuesto. Su cercanía a la salida del sistema de alcantarillado es patente en el olor (y el sabor) del aire, y muchos se preguntan si no sacarán la comida de ahi mismo, porque sabe a mierda. Pero curiosamente, es uno de los pocos edificios de la ciudad, y casi el único de los barrios marginales, con cimientos de piedra (algo que solo los ricos suelen poder costearse), que llegan a la altura de la cintura, más o menos.

El resto del edificio está construido en la madera más combada, retorcida, húmeda y podrida que podáis imaginar, y es que parece que en el presupuesto se les olvidó pensar en un impermeabilizado de brea. Eso hace el lugar un poco más desagradable, pero lo cierto es apenas una anécdota comparado con la gente que pasa por allí. Hasta la propia guardia lo evita, porque saben reconocer esa clase de un sitio en el que meter una patrulla de 20 corchetes significa enterrar a 20 corchetes a la mañana siguiente.

Es un lugar que deja patente vuestro mal gusto, porque lo cierto es que lo frecuentáis, y de hecho, os conocísteis allí. Hace tiempo que colaboráis en "ese tipo de asuntos que uno puede arreglar en el Tejón Taciturno" (según dice el dicho popular), y os une vuestro común descontento con la manera de hacer las cosas, con la sociedad actual, con la ley, y cosas similares, cada uno por vuestras propias razones.

Mike "Tejón" es el tabernero, el regente de tan ilustre taberna, y es sin duda un tipo con agallas. Y hay que tenerlas para lidiar con la ley, y justificar casi cada día por qué la gente que pasa por el Tejón Taciturno desaparece misteriosamente y no se vuelve a saber de ella... algo que tiene bastante que ver con lo que suele pasar después de que una panda de asesinos y espadas de alquiler beban dos jarras más de la cuenta o discutan acerca de quien folla más o quién tiene la espada más larga.
Pero lo cierto es que Mike "Tejón" es un tio respetado aún por esta clase de gente, por el simple hecho de que es el más agresivo, cabrón, bastardo, traicionero de todos ellos. El resto de habituales de la taberna saben reconocer a un superior, y cerrar la puta boca cuando Mike lo manda... y los que no saben acerlo, aprenden muy rápido.

Mike "Tejón" es un tipo rudo, bastante grande, con unos brazos que en su día fueron filas de enormes músculos. Se cuenta que en su día fue mercenario, y de los mejores (que siga vivo es un aval suficiente) y que se retiró con dinero suficiente para montar una taberna,la ilusión de su vida. Y el caso es que le salió redondo: tiene la taberna y además sigue lidiando con la misma clase de gentuza con la que lo hacía antes... digamos pues que es un experto en el tema y que sabe como sobrevivir en el mundillo de la puñalada por la espalda.

El nombre de la posada viene de su apodo como mercenario, "Tejón" y es sin duda un nombre muy apropiado, porque la cara de Mike es lo más parecida a la de un tejón que hayáis visto en la vida. Cada rasgo recuerda a uno, especialmente la afilada nariz, y lospequeñños ojillos incrustados muy dentro de la cabeza, pero que brillan denotando astucia. Si, lo cierto es que se parece mucho a un tejón... pero pobre de aquel que, sin la confianza suficiente, se le ocurra comentárselo... al último lo recogieron en el río... en raciones individuales.

El caso es que os encontráis en ese lugar, casi sin veros por el espeso humo, soportando el olor a rata podrida y rodeados de gente "peligrosa" (utilizando un eufemismo), y todo porque un individuo, como otro cualquiera, os ha citado allí para encargaros un trabajillo. Pagado, claro. Relativamente bien...
En resumen: estáis en un sitio donde os sentís como en casa a la espera de un trabajo bastante habitual en vosotros. Y esperando al resto de compañeros, que no han llegado... Pero no es raro... uno es un elfo, y todo el mundo sabe que esa gentuza siempre llega tarde.

No sé por qué me caen bien esos putos elfos... Serán buena gente, pero ser puntuales no es precisamente su mejor virtud. A ver si llegan los demás de una puta vez y dejamos de perder el tiempo.

Doy una calada a mi pipa y comienzo a hablar a Sandorabar.

Esos putos lentos nos están haciendo esperar más de la cuenta. ¿Es que se creen que tenemos todo el jodido día para esperarlos? Joder, a ver si aparecen de una puta vez. Hasta tú que eres humano has llegado a la hora...

Miro a Sandorabar fijamente y expulso el humo de mi pipa, que permanecía en mis pulmones.

Bah, yo me voy a pedir otra jarra. ¿Te vienes?- le digo mientras le muestro jarra de cerveza ya vacía.

Apuro mi jarra de un trago y me dispongo a ir a por otra.

Tiene razón el duende sobre los jodidos elfos... mierda de basura de la que están echos. ¡¡Y a la mayoría ni siquiera les gusta la cerveza!!. Tiene cojones que encima se hagan llamar la raza superior...En fin, habrá que tragar.

Joder con el duende este, al final me va a acabar agradando su humor y todo... jodido Kaegrul. Un tipo peculiar sin duda.

-De acuerdo pequeño compadre, vayamos a por otra jarrita que echar al gaznate. Tranquilizate que la noche es larga y hay tiempo de sobra para lo que vamos a tratar.

Que diablos de hierbas fumará que siempre está dándole al chupete...

-Oye pequeño amigo, ¿Qué diantres fumas que siempre andas con la pipa en la mano? ¿De que hierbas se tratan?

Cuando oigo eso de "pequeño compadre", lanzo una breve mirada de odio a Sandor ¬¬.

Qué cabrón es el hijo de puta... Siempre igual, metiéndose con la altura de los de mi raza. Tendría que ver lo que le mide el paquete. Seguro que en proporción no es ni la mitad del aparato que yo tengo. Pero bueno, supongo que él no tiene la culpa de haber nacido humano, y tiene razón, mejor será que me tranquilice.

Dejo la mirada de odio y vuelvo a dar una calada a mi pipa. Entonces oigo que de nuevo se refiere a mí como "pequeño amigo". Me levanto de la silla, y haciendo a mi compañero una señal con la mano le indico que me acompañe hasta la barra.

-Sandor, amigo; sabes perfectamente que no me gusta nada que me llamen "pequeño". -Digo mientras camino. Paro un momento, giro la cabeza y vuelvo a mirar a Sandorabar fijamente, esbozando una sonrisa y expulsando nuevamente el humo. -No quisiera tener que arrancarte los huevos.- le digo. Tras decir esto sigo andando hacia la barra y hablando. -En cuanto a lo de la hierba que fumo... ¿Desde cuando te interesa a ti eso?

-¡Mike! Ponnos otro par de jarras. -Digo al tabernero. Tras pedir sigo con mi conversación con Sandorabar.

-Verás, querido Sandor... Desde mucho antes de que los de tu raza llegaran a estas tierras, medianos, enanos y gnomos conocemos el placentero arte de fumar tabaco en pipa. Es un noble arte que siempre ha seguido toda mi familia. ¿Quieres probar? -Le pregunto exhibiéndole una amplia sonrisa mientras le extiendo el brazo, ofreciéndole mi pipa con casi la total seguridad de que a la primera calada comenzará a toser como un loco.

No creo que sea capaz de fumar correctamente, pero este humano me cae bien. Me alegra que se interese por nuestra cultura.

Jodido duende, no puede ser más claro el condenado. Hay que ver lo que le brillan los ojiyos de odio cuando le mento que tiene una estatura similar a la de un goblin. Será cabrón, pues claro que podría arrancarme los huevos si se lo propusiera, no hay más que ver el jodido cuello de búfalo que tiene el enano!!

-Disculpa amigo Kaegrul si te he importunado con mis palabras sobre tu esta....tura. No pretendía para nada menoscabar tu hombría de esta forma. Disculpame mi gnómico amigo. Lamento profundamente el malentendido.

Poso amablemente una mano sobre su bajo aunque robusto hombro.

-Con la cerveza se nos hará más amena la espera... aunque también se nos afilará la lengua. Y no pretendemos eso si deseamos tratar asuntos de importancia con nuestro contacto. ¿Verdad que no mi valeroso e imprevisible amigo?

Pues está claro que el duende podría partirle la cabeza al primero que le dirigese una palabra algo subida de tono. Pero será mejor que no ocurra... al menos esta noche. Además quién iba a estar tan chiflado como para enzarzarse en un duelo verbal con el enano esta noche.

-En cuanto a lo de la hierba para pipa, he de decirte que he viajado mucho y he probado todo tipo de hierbas en otros lugares. Pero nunca una hierba gnómica. Si me haces el favor me gustaría probarla.

Cojo su pipa y pruebo.

-Muchas gracias querido Kaegrul.

Durante un par de minutos, parece que Mike no ha escuchado la petición del gnomo, o que la ha ignorado por completo. Pero en un momento dado, sin causa previa, se acerca con un par de jarras de cerveza llenas hasta arriba. No tienen buen olor, ni buen sabor, pero seguramente tampoco lo tengáis vosotros.

-  Meado de gato para las damas, como solicitaron  -sonríe, enseñando unos dientes amarillos y sorprend  entemente enteros teniendo en cuenta su pasado. Como imagino que ya sabééis... -se demora un poco- se paga por adelantado. Si n acritud. La sangre de los morosos se quita especialmente mal del suelo, y es muy desagradable tener que relatar a la guardia, en el desafortunado caso de que se dejen pasar por aquí, como un par de borrachos pendencieros se cosieron a cuchilladas por una palabra en un mal tono... No, en serio, os sorprendería. Pasa a menudo. Por cierto, ya sabéis que las armas están totalmente prohibidas en esta taberna...

Lanza una carcajada burlona, y se marcha al otro lado de la barra, sin perder el buen humor

Afectado por el humo de la hierba gnómica (y consciente de que mis pulmones no serán lo mismo después de probar esta bazofia) pruebo a sonreír al Tejón.

Gracias Mike. No podría encontrarme en mejor situación que bebiendo de tu cerveza y fumando hierba para pipa. Brindemos por Mike PEQUEÑO amigo -dirigiéndose al gnomo.

Tiene güevos la cosa, primero me jodo los pulmones y ahora el hígado. ¡Mierda de meado de burra! - sonrío mientras dejo la jarra en la mesa otra vez -A ver si se aclara pronto que narices hacemos aquí. Joder con el gnomo, ya se porque no existen gnomos discapacitados...Dios no castiga dos veces.

Abro la puerta de la taberna. El olor en el exterior es nauseabundo, pero en cuanto respiro el aire del interior desearía quedarme fuera. Antes de entrar, pongo la mano en el cuello de Sobras. Sé que para él esto es más difícil de lo que lo es para mí, pero debe entrar. No me apetece que nadie se haga una capa con su piel mientras estoy en la taberna.

Los primeros pasos son los más difíciles, como siempre, pero una vez dentro ya no hay escapatoria. Miro por las mesas a ver si están los demás y, al ver a dos de ellos allí, me acerco a la mesa.

-Buenas.-Digo sin demasiado entusiasmo.- ¿Alguna noticia de los demás?

Mientras espero a que contesten, me siento cerca de la pared para poder tener a Sobras al lado sin que llame la atención.

Tienes lo que te mereces. El dinero del caballo se te acaba pero esto es lo que querías hacer, de eso puedes sentirte orgulloso. Te relacionas con camorristas, embaucadores, estafadores y –dios mío– un elfo. Con cualquiera que no sepa lograr sus objetivos sin tener que recurrir a puñaladas traperas o que no dudaría en aprovechar la mínima desventaja que se le presentase en prácticamente cualquier escenario. Tú, sin embargo, sabes lo que vales y por eso no necesitas esconderte. Quien da la cara se hace respetar: eres el único entre ellos que se atreve a hacerlo, y por eso eres mejor. Sin embargo, te caen lo suficientemente bien como para un trabajo que requiera colaboración, y no es que en este restringido estrato social en el cual mercenarios, rameras, ladrones de buen ver, ladrones de mal ver, brujas, asesinos, pirados y elfos ocupan posiciones de similar importancia haya muchos que merezcan la pena. Por eso estás a dos pasos de la puerta del Tejón, que empujas con esa familiaridad que se gana mediante asiduas visitas y el sabor de la mugre con cerveza en jarras sucias que claman al cielo por que les pasen un trapo lavado en un bebedero de burros. Te sientas con tus compañeros con un gruñido seco. Hoy no te apetece ingerir mugre, mejor tener la cabeza despejada si es que se puede en este lugar.

Miro al recién invitado a la mesa. - Saludos caballero... - Joder, podrías lavarte. El hedor que portas convierte este antro mugriento en un idílico palacete - ...y perro. ¿Muerde? - Vaya, tendría que haberlo preguntado por él, no por su perro. Sonrío afablemente mientras hago un gesto amigable con el brazo, invitando a sentarse. - Siéntese caballero. -En el suelo si no le importa.

Cuando entra el nuevo compañero de faena le miro de arriba a abajo, estudiándole, intentando leer dentro de sus ojos su visión del mundo... Nada, me desconcierta. Esa mirada dice mucho y muy poco. Tendré que estar precavido. Adelante amigo, siéntate. ¿Algo para calmar la sed? Estoy seguro de que si. - Dirigiéndose al mugriento (explorador) -Hazme un favor camarada, cuando pidas tu bebida pide también por nuestro compañero. 

Vaya grupo pintoresco, habrá que ver que nos encargan y a quien ponen al mando... vaya un chiste. Al menos no hay elfos en el grupo (por el momento)

Llevaba ya varios meses viajando a lo largo del pais, buscando algo que pudiera hacerme comprender como se habia llegado a esta situación. Habia entrado en numerosas posadas, habia dormido en unos cuantos jergones, habia probado bastantes vinos especiados, pero jamas habia visto un humano tan feo y pestilente como era aquel Mike "Tejón". Pero que demonios, me caía bien, no lo podia negar. Me divertian sus blasfemias y amenazas; y la verdad es que no preparaba mal el "pichón al espetón". Sin perder un poco los modalos decentes, limpio mis botas en la hierba que hay en la entrada y pasó a la sala común.

-Buenas noches a todos.- dije con una medio sonrisa en la boca, ya que no podia evitar cierta alegria al reencontrarme con esa panda de rufianes bastardos de un enano y una troll(o tal vez se diga trolla). Desde la entrada saludo con un vaiven leve de la mano izquierda a todos los presentes. Despues me siento en la mesa mas cercana a una ventana o a la cocina, pues ya se sabe, hay que tener a mano salidas rapidas por si hay visitantes inesperados. Tomo asiento y miro al aborto de tejón.

-¿Qué hay Mike? Puedes traerme una copa de vino especiado, y un pichón al espetón, por favor. Por supuesto, abusa con las especias, ya sabes, para obviar el sabor a picado de tu excelente bebida.-acompaño mis palabras con una sonrisa cinica y con un movimiento rapido de  la mano depositando sobre la mesa a varios centimetros mia el dinero exacto de la consumición.

Mike se vuelve a acercar a vuestra zona de la barra al rato, cuando acaba de servir a un grupo de enanos harapientos y bastante feos a los que se conoce como "La Carraca" por el infernal ruido que hacen sus mal cuidadas armaduras cada vez que se mueven.

-  Vaya, vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? Menuda cuadrilla. Parece que fuérais a montar una función teatral... ya sabéis que en ese caso me llevaría comisión  -se agacha al borde de la barra y le da unos huesos con algunos restos de carne a "Sobras"-. Aquí tiene lo que pidió, Maese elfo. Su pichón y su... vino especiado -se rié a carcajadas, incluso se le escapa una lagrimilla-. Por cierto, ¿queréis una habitación para esta noche? Está libre la número 4. Bueno, casi libr e. Pueden subir cuando deseen. Si el señor del gesto agrio y... nuestro amigo el del cachorro quisieran tomar algo no habría inconveniente en subírselo -concluye, mientras se atusa el mostacho.

No sois nuevos en El Tejón Taciturno. Sabéis de sobra que asuntos se tratan allí. Sabéis perfectamente que no acoge huéspedes (por otro lado, nadie estaría tan chiflado como para quedarse). Sabéis perfectamente qué significa allí "una habitación para esta noche": Negocio

Me yergo en mi casi metro noventa de altura sin perder la expresión seria. Mike nos ha atendido rápidamente, lo que significa que esto le interesa tanto como a nosotros. No me molesto en abrir la boca para que el Tejón haga honor a su segunda ocupación –la hostelería–, pues suficiente negocio hace ya a nuestra costa.

No se hace necesario disimular nada en este lugar: directamente me encamino hacia la habitación número cuatro a la que el bueno de Mike nos ha invitado, a la cabeza de nuestra –sí, claro– hermandad bastarda, desleal asociación. Los enanos me recuerdan a lo orgulloso que me siento de esmerarme en el cuidado de mi armadura y en el filo de mi espada. Estoy deseando saber de qué se trata.

Ya estamos todos, y un elfo para colmo... a veces pienso que me lleva a meterme en este tipo de asuntos. - Toco mi bolsa mientras sonrio - um... ya recuerdo porque. 

Vino especiado dice, joder pues me va a caer bien el jodido orejas picudas. Me gusta esa ironía del pueblo antiguo... ¡Llegará el día en que os hagamos pagar tanta arrogancia bastardos! -sonrío al elfo- Ese día...no queda mucho ya, no mucho.

Apuro mi jarra lentamente cuando Mike nos invita a subir a la habitación. Observo, tranquilamente, estudiando uno por uno a todos los clientes de la posada. -Id subiendo -digo dirigiéndome al grupo.

Espero hasta ser el último en subir, no es bueno llamar la atención. ¿Quién más en esta posada está interesado en nuestra empresa? Vamos, haz una señal, un leve movimiento, una rápida mirada... estoy esperando...

Respondo con una leve negación con la cabeza a la pregunta de Mike. Hoy no tengo el cuerpo para según qué cosas, así que prefiero pasar por alto su invitación... por el momento.

Finalmente, llega la oferta que todos estábamos deseando. Toca hablar de negocios. Arriba, según parece, nos espera una oferta de trabajo, lo que está bastante bien dado lo maltrecho de mi bolsa. 

Con un gesto indico a Sobras que me siga. A pesar de ser un lobo, está bastante bien educado, y eso es algo que Mike y los habituales de la taberna saben, pero aún así no me apetece dejarlo solo.

Uno de nosotros parece tener especial hincapié por quedarse atrás. No seré yo quien le dispute el honor de subir con la espalda al descubierto. Sin embargo, tampoco me gustaría ir el primero, así que espero a que otro suba en primer lugar. -No hay honor entre ladrones.-Pienso mientras espero a que otro me anteceda. 

Complacido con la rapidez con la que me sirve las viandas, le dedico una sonrisa a Mike. -Gracias, amigo-.

Antes de tocar nada de lo servido escucho algo distraido las palabras del tabernero, porque estoy mas atento a las voces y ruidos que hacen unos enanos, ah y por supuesto a sus bolsas. -Que gente tan simpatica, ¿se quedaran a dormir?

¡Oh! Pero que ha pasado, nuestro feo amigo, decide no llevarse las monedas que le deje sobre la mesa, asi que en el momento en el que se da la vuelta las cojo sigilosamente.-Quizas querrá que le pague luego, o no.-

Complacido con mi astucia elfica por haber conseguido una cena gratis, me acerco la jarra a la boca con animos de dar un sorbo de victoria, ensimismado en mi treta no percibo ese olor a agrio del vino, y cuando me quiero dar cuenta, ya es lo suficientemente tarde como para que mis papilas hayan "degustado" aquella ponzoña. Mi cara adopta la tipica expresion de asco ante aquel sabor. -Daba por hecho que el vino no seria una maravilla, pero joder, ¿echar romero como "especias"? Que coño es más bien romero con vino. Puaggg.

Lo mejor sería quitar este horrible sabor, asi que apartando la jarra de mi vista, acerco el asado para comermelo, no sin antes tener mucho cuidado de no mancharme mi delicada ropa y adoptar la pose adecuada. Hay que saber comer,pero tambien como hacerlo, por supuesto. -El asado, esta bueno como siempre.-

Tras acabar la cena compruebo que dos de nosotros ya ha subido. De hecho fue hace un rato, ya que me tomo mi tiempo en saborear cada pedazo de carne que como, necesito quitarme este sabor horrible. Finalmente, me limpio la boca con la mano, estiro todo mi cuerpo aparentando tener sueño, y subo las escaleras, no sin antes asentir al Tejon en seña de agradecimiento.