Partida Rol por web

Kevin guarda sus pistolas, ve a Richard arriba en el primer piso del granaro que cada vez arde con mas intensidad. Kevin no se lo piensa dos veces y empieza a correr en dirección a Richard. No, no... Richard, lo siento... El fuego es tan intenso que Kevin nota una calor axfisiante y de no ser que estaba totamente empapado por la tormente ya se hubiera quemado.

Con suma rapidez sube por las escaleras llegando al primer piso donde se encontraba Richards agarrado a una horca como si de ello le fuera la vida. Kevin savia que a Ric le daban miedo las tormentas, pero pronto supo que si queria salir del granero con vida tenian que saltar por la ventana rota que habia.

Sin medir palabra, Kevin cargó contra Richards haciendole caer los dos hacia el exterior del granero.

Kevin y Richard cayeron pesadamente al suelo, al exterior del granero a través del ventanal, con un sonoro chapoteo. Todo a su alrededor era un cenagal de barro, barrido por la tormenta.
El golpe había sido doloroso, pero ambos se encontraban ilesos. Entre quejidos, se levantaron, Kevin barrió con la vista los alrededores apuntando con ambas Colts, pero sin resultado. El desconocido no estaba.

A través del ventanal roto empezaba a surgir una humareda procedente del incendio del interior del granero. La lluvia azotaba a los dos hombres sin piedad, pero Richard era el que peor lo llevaba. Apoyado contra la pared de madera del granero, respiraba a jadeos, tratando de controlar su miedo, y buscando algún lugar mejor para guarecerse.

Kevin no veía al asesino de su hermano. ¿Dónde se habría escondido? No podía ser en el granero, ahora que se estaba incendiando. ¿Entonces?
La única respuesta era el otro edificio que había cerca, la gran casa de Mike Ames.
Donde se encontraban Rebecca, Tim y Uli.

Richard trata de levantarse moviendose lentamente, su cuerpo le dolia tras la caida y el esfuerzo hecho en la batalla , en los primeros segundos no sintio la lluvia caer..

El bastardo esta muerto...ha sido vengada..maldicion.. los demas.. debemos verlos. hay que entrar tratando de buscar un lugar seco pues sabia que la tormenta continuaria y algo puede estar alli Debemos entrar a la casa... Uli.. su hijo..

Timmy vio caer al anciano.

-ULIIIIIIIIIIII!!!

Aquel hombre era su amigo, y no iba a dejarlo solo. Entro corriendo en la habitacion y empezo a tirar cosas al suelo, intentando que la bestia que habia sido su mascota, se fijara en el y dejase a Uli.

Kevin no podia ver al tipo que cayo antes que ellos. Donde estará, como puede ser que siga vivo??. Ve a Richards un tanto nervioso, seguramente esta asi por la tormenta. Se acerca e intenta tranquilizarlo.

Tranquilo amigo, vamos con Uli, el te echará un vistazo. Mira como arde el gran granero pensando en la ultima imagen que vió alli adentro. La imagen de su hermano Kenn con los ojos en blanco...Ken...

Cogiendo a Richars por el hombro Kevin se dirige a la parte delantera de la casa en busca de sus compañeros. Por el camino se gira una vez mas para ver arder el granero. Esperemos que alguien vea el humo y vengan a ayudarnos...

Sin que su madre pudiera impedirselo, el chico corrió hasta una estantería y comenzó a lanzar platos y tazas de porcelana contra las sombras en las que Uli y ese monstruo peleaban.
Rebecca corrió hasta su hijo y lo sujetó de los hombros, para intentar que volviera con ella y poder salir ambos de la casa. Sin embargo, Tim se había quedado quieto, contemplando lo que había ocurrido. Su madre también se quedo mirando.

La oscuridad se había aclarado sobre la sala. Donde había caido el anciano, no había nadie. Uli había, simplemente, desaparecido. Y en lugar de la enorme silueta sombría del monstruo, estaba Chispita.
El golden retriever tenía las mandíbulas manchadas con sangre, pero aparte de eso, parecía estar ileso. El animal miró a sus amos con una expresión de tristeza, como la que utilizaba cuando hacía algo mal en el parking y le reprendían por ello. Después, se alejó trotando hacia el interior del salón, hasta que las sombras se lo comieron y dejaron de verlo.

Madre e hijo se quedaron muy quietos, intentando comprender lo que habían visto. Cuando de repente de la oscuridad del interior de la casa oyeron un ladrido, seguido de un gruñido de Chispita, para después oir un gañido de dolor que les hizo estremecer.
Rebecca dejó de sentirse paralizada y se movió con su hijo hacia la puerta de entrada, pero antes de llegar algo pasó sobre sus cabezas y se estrelló contra la pared de madera, cayendo a sus pìes. Algo caliente les salpicó.
Era Chispita. El pelaje claro que tanto les gustaba acariciar estaba manchado de rojo oscuro. Al animal lo habían abierto con un tajo desde el cuello hasta casi los cuartos traseros y sus entrañas se desparramaban sobre el suelo. Lo que les había salpicado era la sangre de su mascota.

Con el corazón latiendo furiosamente, Rebecca se atrevió a echar un vistazo atrás, para ver como aparecía un desconocido con el rostro oculto por la oscuridad, un abrigo largo y oscuro y un puñal sostenido en una mano todavía teñida de la sangre de Chispita. Era el Hombre Malo que Tim les había descrito.
Ahogando un grito de terror, forcejeó con la manivela para abrir la puerta de entrada.
Pero no se abrió.
La puerta estaba cerrada.

tim! vuelve!! le sigo hasta el interior del comedor, para intentar sacalo afuera otra vez, asombrados observamos como uli ha desaparecido, solo el perro sigue en el mismo sitio. durante unos segundos cruzamos las miradas con chispita, que parece arrepentido, cuando el animal se da la vuelta cojo a tim de los hombros y le doy la vuelta para salir de la casa. vámonos. un golpe seco y algo que nos salpica detiene nuestra huída, ahogo un grito cuando veo a chispita a nuestro lado, en el suelo, con un corte por el que escapan sus vísceras, manchando el suelo rápidamente. con una mano tapo los ojos de tim, intentando evitarle la escabrosa visión, mientras con la otra intento abrir la puerta, pero esta no parece dispuesta a dejarnos salir. mierda, mierda!! susurro entre dientes. detrás de nosotros está el hombre del que nos habló tim, con un chuchillo en la mano. que quieres de nosotros??!!! déjanos salir!! voy hacia la mesa del comedor y me hago con una silla, que lanzo contra el tipo del cuchillo.

Cuando abrió los ojos, Uli apenas pudo ahogar un grito de espanto, convencido de que se había quedado ciego, antes de percatarse de que lo rodeaba una oscuridad impenetrable. Jadeó profunda y rápidamente, al borde de la hiperventilación. Intentó arrastrarse por el suelo de madera, sobre el que se hallaba tendido y sintió un dolor lacerante que le recorrió el costado, desde el hombro hasta la cadera. Lanzó un potente grito. Nunca había sentido un dolor semejante. Se tocó el costado y sintió la húmeda calidez de la sangre. Su brazo izquierdo colgaba inerte. El ardiente dolor y el tacto de su otra mano, eran lo único que le permitía constatar que todavía lo tenía pegado al cuerpo.

Se movió, deslizándose por el suelo. Cada centímetro era una tortura. Se mordió los labios hasta hacerlos sangrar. El dolor, insoportable. No podía estar seguro, pero creía que la mordida del animal le había desgarrado parte de los músculos del brazo y el hombro. Tanteó con desesperación en la oscuridad y sintió una pared de tablas de madera. Se arrastró a lo largo, tratando de encontrar alguna abertura o hendidura que le indicase una salida.

La oscuridad pesaba sobre su cuerpo como una presencia física. No podía soportar el encierro. La idea de quedar atrapado en ese lugar hasta morir de sed, le provocó tal pánico que un gemido de espanto y dolor se le escapó de los labios. Su cuerpo fue presa de convulsiones y expulsó el contenido de su estómago hasta vaciarlo. El terror tuvo que ceder ante el cansancio y la pérdida de sangre. Se desplomó, incapaz de continuar arrastrándose.

Con las pocas fuerzas que le prestaba la desesperación, azotó con un puño la pared de madera y gritó por ayuda a todo pulmón. La imagen de una mujer con las piernas abiertas y la ingle cubierta de sangre invadió su mente. Se cubrió la cara con su mano y sollozó como un niño pequeño, mientras susurraba una queda suplica de perdón, una y otra vez.

Rebecca cogió una de las sillas que había junto a la entrada como improvisada arma, pero el hombre ya estaba sobre ella, acuchillándola. La hoja se incrustó sin embargo en el asiento de cuero de la silla en lugar de en su cuerpo. Con un gruñido de esfuerzo, Rebecca logró de un tirón desembarazarse del asesino y, lo que era más importante, alejarlo de Tim. Pero sólo por un segundo.
Retrocedió un paso para encontrarse con la espalda contra la puerta cerrada.
Sin salida, la joven madre lanzó la silla contra su atacante, que, con un golpe de su brazo la interceptó en el aire y la tiró al suelo, donde se destrozó.
Rebecca intentó de nuevo abrir la puerta sin éxito. Y aunque no lo consiguió, no cedió a la deseperación. Tenía que mantener al asesino ocupado en ella, para que no se fijase en Timmy, que a un par de metros, observaba la lucha con la tez pálida y los ojos abiertos como platos.

Fuera de la casa, atravesando la tormenta, Kevin y Richard llegaron hasta la parte frontal. Pudieron ver con dificultad que la puerta de entrada estaba cerrada y cómo, a través del cristal, la palma de una mano golpeaba la puerta frenéticamente, como si tratase desesperadamente de salir...

Su mama peleaba contra el Hombre Malo. Chispita estaba muerto a sus pies. Ninguno de sus amigos estaba allí para ayudarle.
¿Qué podía hacer él? ¿Qué?

Extrañamente en ese momento oyó la voz de Uli, que había desaparecido en la oscuridad. El anciano llamaba gritando auxilio desde algún lugar de la casa. Espera. Desde abajo. Desde el sótano.

Kevin corre rapidamente al ver que en el interior de la casa sucede algo. No puede ser, ese tipo aun esta vivo!. Intenta abrir la puerta pero parece estar cerrada con llave. Saca sus dos pistolas y dispara en la cerradura para reventarla y poder entrar. Richard estate atento, tenemos que enfrontarnos a ese tipo, tenemos que ayudar a Uli, Rebecca y a Tim, no podemos dejar que ese cabron mate a mas seres queridos!.

Se adentra en la casa atento a cualquier movimiento que haya adentro hasta localizar su objetivo y dispararle con sus pistolas.

De pronto, un relámpago de dolor sacudió el cuerpo de Rebecca, como una aguja atravesando su abdomen. La mujer se tambaleó hacia delante, donde el desconocido la miro a los ojos un segundo antes de darse la vuelta y caminar hacia la oscuridad del interior del gran comedor, donde desapareció en las sombras.
Rebecca se volvió hacia su hijo, que gritaba algo mientras un torrente de lágrimas caía de sus ojos. No entendía lo que decía. No lo oía. De pronto se sintió muy cansada. Bajó la mirada hacia su vestido, que se estaba empapando de rojo.
El mundo empezó a dar vueltas entorno suyo, y sintió como caía. No importaba. El asesino se había ido. Su hijo estaba a salvo.

Richard y Kevin entraron abriendo la puerta descerrajada, ambos empapados de lluvia. Ante ellos estaban el cuerpo inerte de Chispita, con sus tripas manchando el recibidor y Rebecca tirada como un guiñapo en el suelo de madera, alcanzada por los disparos que habían descerrajado la cerradura. El vestido de la mujer estaba brillante por la sangre a la altura de la cintura. Rebecca tenía los ojos entreabiertos, con la mirada perdida enmarcada en un rostro mortalmente pálido.
De rodillas junto a ella, Tim los miró con sus grandes ojos inundados de lágrimas.

Richard ve como Kevin saca su arma disparando a la puerta detente, puede haber alg... siendo su grito entrecortado por el ruido del disparo
maldicion.. Richard toma los hombros de Kevin esperando entrar a la habitacion

Timmy queda paralizado. Su mama ha caido y no se despierta. Hay mucha sangre. Sale de su barriga.

Aquello no podia estar pasando. Le habia prometido que la protegeria.

Lentamente, se va acercando al cuerpo de Rebecca.

-Mama?...

Kevin cae destrozado de rodillas, habia disparado a Rebecca y estaba muy mal herida. Las lagrimas recorrian sus mejillas ahogando un sollozo sin poder dejar de mirarla como la sangre le brotaba de la barriga. Intentaba pedir perdon pero no lograba articular ninguna palabra, su corazón latia fuerte y velozmente y en su cabeza solo tenia la imagen macabra que tenia delante. Como e podido?, yo nunca le haria daño... Perdona Rebecca. Por Dios!, perdoname Tim.

Sus lagrimas cesan y su faz cambia completamente mostrandose un rostro desencajado, Kevin estaba lleno de odio, agarro con firmeza las culatas de sus colts, se levantó y sin girarse se dirigió a Ric. Richards, alludala por favor, yo me encargo de ese tio, es lo unico que puedo hacer ahora. Estira su brazo girandose hacia Richard y le da una de sus pistolas. Usala con precaución. Su mirada penetra la de Richard aunque al girarse le sonrie como si se estuviera despidiendo.

Kevin camina atento cor el comedor buscando al malnacido.

morir?? U_U nunca he muerto en ninguna partida.... BUAAAAAAAAAA!!!!!!! dios que trauma! en fin, habrá que apechugar con lo que venga, puestos a morir, muramos bien ^^