Partida Rol por web

El invierno estaba tocando su fin. El invierno había sido muy duro para las gentes de Landhoff, heladas, falta de comida, ataques de animales, un duro invierno que se había cobrado 56 almas de la pequeña aldea. 

Un pequeño castillo de madera hacia las veces de ayuntamiento, como de bastión en casos de ataques, docenas de casas se desperdigaban alrededor del bastión, todas de madera sin un estilo aparente, la mas grande de todas, la taberna. La taberna era el alma de ese pequeño pueblo, un lugar donde ahogar las penas, donde reunirse con los compañeros después de un lago día de trabajo, pero sobre todo era el único punto de información con el mundo exterior gracias a los escasos extranjeros que pasaban por la taberna, lo cual las escasas veces que eso sucedía se reunía una buena cantidad de gente ávida de noticias y de tener una buena excusa para estar en la taberna.

Hoy se olía la excitación en el aire, puesto que varios extranjeros habían llegado a la ciudad...

Lecabel había acabado por accidente allí, pero era un inicio tan bueno como otro cualquiera. No le quedaban demasiados ahorros, sería mejor empezar a ponerse en serio con lo que tenía. En cierto modo se encontraba como el pueblo, tenía que arrancar de nuevo con la primavera.

Llevaba ya unos minutos intentando explicar a la gente que era un viajero de tierras lejanas, que noticias frescas no tenía, como mucho historias de donde venía.

Cuando fue a rellenar otra vez su jarra, ahora que el ambiente estaba un poco más distentido le hizo una pregunta. -Oiga, hablan de varios viajeros por aquí, ¿no habrá pasado una tal Annika Strauss verdad?-

El viaje habia sido bastante largo hasta la llegada a la ciudad, sin embargo, gracias a que habia logrado disfrazarme de forma decente habia logrado pasar desapercibido, ya de entrada a la noche habia llegado  a un pequeño pueblo y alli habia pedido alojamiento para pasar la noche....

...y ya habia amanecido, me encontraba tumbado en la cama, me habia quitado casi todas las prendas dejando la cola libre despues de todo el dia encerrada, me muevo  de un lado para otro de la cama mientras trato de conciliar el sueño pese a ya era bastante tarde...

-¡JOJOJOJO! Esa si que era una buena mujer, si se quien es paso por aquí hace cerca de 2 meses, viajaba con su pequeña, un soldado y Sangre, al parecer venían huyendo de esos perros de la inquisición, les ofrecí un sitio donde alojarse y descansar, y curar sus heridas. Buena gente si señor. Varios parroquianos que estaban alrededor vuestro asienten con la cabeza en señal de conformidad.-En cuanto a donde fueron, si los rumores son ciertos se encuentra en el castillo, de el abuelo de Sangre. Un hombre le hace caer en la cuenta de que el extranjero es posible que no conozca a Sangre. Llevándose una enorme mano a la cabeza. -Jajaja. Cierto, lo siento Sangre es el nieto de Vladimir Tepes, es el señor de estas tierras, tiene su castillo a una semana de distancia, corren rumores que toda la familia son vampiros procedentes de las tierras de Moth, cosa que me creo, de esas tierras me creo cualquier cosa...Ademas Catnnis la mujer de Gunjar aqui presente. Dice señalando a un hombre alto de pelo moreno, que responde con un pequeño movimiento de cabeza. -Ella dice que oyo a Annika y a Sangre discutir, y de lo que logro escuchar, saco que Annika esta embarazada de Sangre...

Christinne no pudo evitar dar un respingo al entrar en el bar y notar el olor, llevaba poco tiempo de viaje y aun no se acababa de acostumbrar que no todos los sitios por los que pasaba eran tan elegantes y olian tan bien como las mansiones gabrielenses. Enfundada en una capa y bastante abrigo, intento llegar hasta la barra procurando pasar desapersibida, rechazando con educacion cualquier intento de conversacion con todos aquellos extraños que charlaban animadamente mientras ingerian cantidades exageradas de alcohol. En el fondo le atemorizaba el ambiente, aunque iba armada y mas que dispuesta a plantar cara a quien quisiera molestarla, no podia evitar la sensacion de que alguien tan atractiva y refinada podria tener problemas. Pero era eso o dormir al raso...

La joven intento llamar la atencion del tabernero cuando consiguio llegar a la barra- Disculpe, monsieur tabernero!- Al principio se le escapo el acento claramente gabrielense, muy cantarin, por lo que intento continuar hablando con un acento mas neutro.- M-me gustaria saber donde podria alojarme en este aldea.

Por encima de las conversaciones, las risas y típicas riñas, el fino oído del tabernero capta su señal de llamada.El tabernero se gira en busca de quien ha realizado la llamada, y ve a una bella joven esperando en la barra, con paso rápido se acerca hacia la joven. -Buenos días señorita. ¿En que le puedo servir? Cuando la señorita pide un alojamiento, el tabernero sonrie de forma jovial. -¡Aquí por supuesto! Tenemos una acojedora habitación, la cual tiene una pequeña estufa de leña, para poder calentar el ambiente, y la cama es de tela con relleno y no un montón de paja, por 1 moneda de oro, ademas le incluimos cena y desayuno. También tiene la sala común, la cual solo cuesta 10 monedas de cobre.

Rainz Cloudve

Habia pasado mucho Desde que había vuelto a pisar las tierras gelidas, luego de la reciente caida de los Reyes Piratas y la Guerra contra Dwanholf. Nuestro clan era participe de aquella debacle, ya muchas de las misiones ya no estaban siendo delegadas a nosotros, así que me toco una mision sencilla de investigar los extraños sucesos que ocurrian en la ciudad que ahora me encontraba, había pasado diás frios mientras viajaba con mi mula en busca de cargamento que intercambiar. Con mi fachada de Lisania viajaba, cada vez que me ponía este vestido era como si ella volviera a la vida. Me sentía feliz y diferente. Asi que mientras caminaba ante aquellos extraños empecé con mi fachada.

Lisania Takedawa.

Tenía unas semanas Viajando en esta Fria nieve, mi mula resistía y si no fuera por este abrigo, la situación sería la misma para mi, mi mula sopertaba por la manta que llevaba enciam y los productos que esta llevaba en sus lomos la gente se asombro con nuestra llegada a lo cual yo respondí con jovialidad. Mañana Empezaría a Negociar con mis mercancias por ahora buscaba refugio, asi qeu llegué al sitio y lleve a la mula a la parte donde se atendían los animales de carga y quitando los productos, cargue con ello hacía la Taberna. Con lo cual todos los hombres se asombraron, ya que mi estatura y complexión parecía imposible para mi.

Entro a la tarberna.

- Buenos Dias.. digo con un tono jovial y muy femenino mientras me dirijo a una mesa más cercana con todo aquellos productos y los dejo caer en ella y luego me seco el sudor de la frente ....¡Puff!, busco un lugar donde descansar y negociar, ¿sabe si se puede hablar con el dueño de la taberna? ¡Tengo unos productos que les podría interesar! ¡trigo, sal y otros enseres! digo con un tono carismatico y alegre antes todo esos hombres.

Estaba acostumbrada a ese ambiente, y era normal para mi tratar con hombres y sus insinuaciones sin llegar a insultarlos. Así que me sentía bastante comoda en ese ambiente. Aunque si se pasaban de la raya... Se la verían con una lisania Enfadada.

La mañana había sido aburrida como todas las demás, llevaba ya un año viajando por la zona del pueblo y residiendo allí de forma intermitente entre sus viajes por la provincia por motivos de trabajo, compras o simplemente por sus lapsus de inconsciencia donde desconocía de forma alegre que demonios había echo durante días o semanas. Como todas las mañanas Nimie despertó en la habitación que tenía alquilada en la posada los días que residía allí para liberarse del tedio de vivir en una casa rodante además de poder disfrutar de una cama mullida y grande con las comodidades de vivir en una posada, tales como la comida caliente, la buena bebida, la compañía de otras personas, el baño de agua caliente...los lujos de la vida. Tras darse un buen baño y cambiarse de ropas como todas las mañanas se maquilló un poco para camuflar la palidez de su piel pese a sus intentos de coger un tono mas normal por exposición solar.

Tras guardar una pareja de dagas en el cinto de cuero mas por costumbre pero por temor a ser atacada se dispuso a bajar a la sala común aunque antes se revisó en el pequeño espejo del cuarto como de costumbre para atusarse el pelo de forma que ocultase sus orejas y realzase su belleza.-Je, perfecta.-Se sonrió en el cristal desgastado haciendo resaltar el brillo acerado del aro de plata que llevaba prendido del labio y salió del dormitorio. Bajó las escaleras con agilidad, casi bailando sobre los escalones de vieja madera mientras tarareaba la misma canción de siempre.

Cuando llegó abajo saludó al Tabernero con el gesto de siempre y la misma encantadora sonrisa que usaba tan a menudo.-Buenos días.-Saludó a los escasos parroquianos que conocía con entusiasmo mientras se sentaba en la misma mesa pidiendo lo mismo que solía pedir día a día en aquella taberna, se estiró y posó sus pies en una de las sillas.-Uno de los puertos mas importantes de Abel fue presa de una inundación.-Comentó interesante intentando llamar la atención de aquella conversación tan inusual y entretenida que se estaba gestando, algo que rompía la monotonía del pueblo.-Se rumorea que no fue una inundación normal y no solo eso, la Inquisición busca a los compañeros del Médico Dante Ordoñez...el mismo que fue quemado.-Se encogió de hombros mientras bebía algo de cerveza, por que aunque pareciera algo extraño a Nimie le estaba comenzando a gustar la cerveza sin saber porqué.-Annika Strauss es su nombre, Mina la hija de esta y a un miembro de la guardia de nombre Santiago Pizarro.-Carraspeó.-Se les acusó de dicha catástrofe.-Se estiró cuan larga era mostrando el bajo de su vientre plano de un puro color alabastro.-Me enteré hace poco en uno de mis viajes de camino hacia aquí.-Comenta con una media sonrisa graciosa.-Eh, que os ha traído por este pueblo tan al norte?.-Les pregunta a los extranjeros con un curioso descaro.

El tabernero esta tranquilamente sirviendo unas cervezas cuando de nuevo se abre la puerta de la taberna, y entra una joven cargada hasta arriba y rápidamente deja caer todo en la silla mas cercana. Cuando pregunta por el tabernero y menciona comerciar, el tabernero se acerca. -Bienvenida sea a la Quimera blanca señorita, la mejor y la única taberna de Landohff. Si quiere cambiar sus productos por oro le recomiendo que espere a la Jefa no creo que falte mucho para que venga, suele pasarse siempre sobre esta hora. Ella le comprara sus productos a cambio de monedas imperiales, en cambio si no le importa el trueque yo y cualquiera de estos parroquianos esta mas que dispuesto a cambiar sus productos. Se rasca su prominente calva. -En cuanto a las habitaciones...tengo ocupada...2...3......Si, tengo aun 4 habitaciones vacias, luego ademas tenemos la sala comun. pero me imagino que preferirá la habitación. La cual tiene una pequeña estufa de leña, para poder calentar el ambiente, y la cama es de tela con relleno y no un montón de paja, por 1 moneda de oro, ademas le incluimos cena y desayuno.

Bastante contento con tener un rumbo Lecabel volvió a sentarse. Oyendo las noticias que ofrecían los otros viajeros y dejando que se acomodasen los nuevos. Aunque cuando escuchó los precios arrugó la nariz, con esos precios normal que no vengan viajeros.

La mujer de color extraño, a la que parecía gustarle la atención, parecía saber bastante de lo ocurrido últimamente, y mencionó algo que le interesaba además.
-Curiosamente vengo buscando a la Annika, ya que la mencionas- le dijo mientras tomaba asiento de nuevo.

Suerte os deseo pues si gustáis de viajar al castillo de los Tepes a buscar a la mujer.-Se inclinó hacia adelante alzando una de sus finas cejas dándole un aire mas femenino.-Disculpad, pero...que os lleva a buscar a una mujer perseguida por la temida inquisición?.-Dice antes de volver la atención a la comida de su mesa, algo de pan, queso y algunas piezas de fruta.

Lisania

Las noticias me interesaron pero no demasiado. Igual seguia escuchando quizas oiria algo interesante. Pero cuando el Tabernero le dice el precio me molesto al escuchar tal estafa. (La siguiente imagen es la manera como ve al Tabernero cuando le dice el precio)

- ¡¿que?! ¡¿Una pieza de MO por una noche?! ¡Me han ofrecido Mejores servicios en otros lugares por la mitad de eso!... Digo indignada  y suspirando ...en fin, esperaré a la Dueña para vender mis cosas... quizas se pueda razonar con la dueña.... Cuando escucho las palabras de un chica que comenta con interés y llamando la atención de todos, cosa que no me importaba lo más minimo. Sin embargo, las noticias atraián mi atencióny cuando la chica se dirigen a nosotros.

A lo cual sin ningún recato y algo hostil respondo, no porque este molesta con ella.

- Tratando de hacer negocios en un sitio tan hostil y con hostil no me refiero al clima... Digo señalando claramente que me sentía estafada con el precio de la taberna ...quizas sea la ultima vez que vean a un comerciante de Phaion por aqui. Pero creo que daré este viaje como una pequeña perdida, lo tomaré como las vacaciones que no he tenido. Muy malas por cierto... cambio actitud algo hostil por una sonrisa y calma como si nada hubiera pasada. Y tu, ¿que te trae tan lejos? Parece que no soy la única chica que le encanta los riesgos. Le pregunto con curiosidad. Y me acerco a su mesa a sentarme con ella.

Rainz.

Parece que no era el único que buscaba Información de esa Annika. Al parecer había mucha gente interesada en ella, incluyendome. Mi fachada estaba rindiendo frut Sin embargo, no había llegado al sitio incorrecto, ya que había conseguido buenas piezas de información, debía seguir con mi fachada y nadie le extrañaba hasta ahora lo que venía hacer aqui. Sin embargo tantos extrajeros me inquietaban. Pero igual, si viajaba con un grupo de extranjeros no sospecharian nada.

Nimie miró pasmada a la niña forzuda que descaradamente se quejaba de los precios, algo totalmente anecdótico para ella que contaba con una pequeña fortuna acumulada del fruto de su oficio.-Una Moneda de Oro aunque elevado no es un precio abusivo, mas si no os lo podéis permitir la sala común tiene un precio mas humilde.-Añade esto haciendo aspavientos con el trozo de pan con queso que tenía en la mano, lo mordisqueó y asintió cuando la chica decidió esperar a mas tarde para regatear un precio justo.

Le daba demasiada pereza levantarse de su mesa aunque el misterioso viajero de cabellos rubios parecía interesante o al menos lo suficiente como para prestarle algo de atención, comía sin reparos a la hora de disfrutar con calma de su desayuno para de tanto en cuando mirar a los presentes, no todos los días llegaban extraños al pueblo donde vivía...ni extraños tan raros.-Eh?.-Masticó y bebió de su jarra.-Yo?.-Pregunta con sus grandes ojos carmesí abiertos de asombro.-Ehm,no te ofendas.-Comenta alzando las manos enguantadas entre ambas.-Pero le hablaba a ese tipo.-Comenta señalando con una de sus manos lentamente a Lecabel.-De todas formas no seré grosera, me dedico al noble arte de la Usura*.-Le explica a la indignada mujer mientras mastica algo mas y bebe algo mas, tras terminar deja a un lado el plato y comienza a Juguetear con el pendiente del labio mientras va soltando comentarios aleatorios.-La vida no es fácil en estas tierras, pero tampoco lo consideraría un riesgo constante ¿no Crees?.-Comenta hablándole al Tabernero al que ya conocía de hace un tiempo.-No soy muy dada a las aventuras aunque he recorrido mundo en mi infancia.

Tras pasar un tiempo de cacería rolf horn habia vuelto con tres buenas piezas de venado, y nada mas llegar de vuelta a su pueblo oyó los rumores de que habían llegado extranjeros a la posada, se rasco su pronunciada barbilla pensativo mientras pensaba que pieza de venado le vendría mejor llevar, mantener buenas relaciones con los vecinos es fundamental, y mas con el tabernero si eso le permite un mes de buen aguamiel gratis, decidió coger el mejor de los tres venados que poseía una gran cornamenta se hecho la pieza sobre los hombros y se dirigió hacia la taberna.

Una vez delante de la puerta suspiro todas las puerta le suponían el mismo problema pero ya estaba mas o menos acostumbrado. Abrió la puerta dejando que el aire frio entrara dentro con fuerza debido al calor que se sentía adentro por la chimenea, entonces puso su mano derecha sobre el marco de la puerta y fue entrado de lado para dejar pasar la cornamenta del venado primero, siguió con su cuerpo mientras se agachaba para poder entrar dentro de la taberna, tras pasar todo su cuerpo por tan 'diminuta' puerta irguió su enorme y musculado cuerpo de 2.6m, llevando en su hombros el pesado animal como si fuera una simple bufanda y se dirigió al tabernero.

- Ya he vuelto de mi cacería con unas cuantas buenas piezas, y me he enterado de que tenias clientes, así que te he traído mi mejor piezas, así que hacemos el trueque de siempre -

Se esbozaba una sonrisa en el gigante que por poco no tocaba el techo de la taberna, porque sabia que tenia todas las de ganar en el trueque, una carne fresca para unos clientes que se quedarían esta noche, sabia que el olor de un buen venado haría acallar cualquier queja que estos viajeros tuviera y posiblemente le hagan quedarse unos días mas por la comodidad.

Rápidamente el tabernero se acerca llevando 3 jarras de cerveza a la mesa donde se encuentran las 2 mujeres y el hombre rubio. -Pido mil disculpas, por error mio les di mal los precios de la habitaciones, en realidad las habitaciones cuestan 1 moneda de plata y la sala común son 3 de cobre, por las molestias ocasionadas la casa les invita a una cerveza. Les sirvo la cerveza a cada uno y cuando se la sirve a Nimie le sonríe de forma jovial y le guiña un ojo de forma paternal. Le había cogido bastante apego a la pequeña, y siempre que podía le intentaba favorecer a la hora de servirle cerveza o darle las mejores partes de los asados. -Si necesitan algo no duden en avisarme. En ese momento se abre la puerta y entra un enorme hombre cargando un venado sobre sus hombros. El cual la mayoría de los parroquianos lo corean como a un héroe. "¡ROLF!","¡ROLF!","¡ROLF!","¡ROLF!" Hasta que el tabernero les manda callar amenazándoles con cortarles el suministro de cerveza, a lo que la taberna se queda en el mas absoluto silencio. - Mucho mejor, gracias por traer esta pieza rolf, me imagino que la querrás cambiar por lo de siempre. ¿no? Ven deja el venado en la cocina y coge tu silla y siéntate donde quieras, enseguida te saco algo de beber, con esta pieza yo creo que te da para mas de un mes de bebida.

Lisania

Al escuchar las palabras cinicas de la chica, no se hizo esperar mi respuesta. Realmente me dijo completamente que era una niña mimada y acostumbrada a la vida de noble.

- Pues siento decirte que no soy una hija de noble que tiene dinero que  despilfarrar y si lo tuviera, tampoco lo hiciera. Pero que puede saber una chica de tanta nobleza sobre precios abusivos, claro si ella practica el "noble arte de la usura"... dice todo con una sonrisa y sin embargo daba a entender con sus palabras que estaba siendo dura con la desconocida y muy cinica por cierto, porque remato lo que esta en el asterisco con sus dedos haciendo un entre comillas con ellos  ...pero...¿noble?... ¿arte?... no me hagas reir, no se le puede llamar a la usura algo noble ni le consideraria un arte. Es simplemente un acto de bandalismo en el que una parte sale ganando más que la otra. El comercio es un arte, y te aseguro que es más noble que la usura. Pues no me aprovecho de nadie, simplemente es un trato en el que ambos partes salimos ganando. De nada te sirve el dinero si vendes tu alma a él. Lo aprenderas algún día, te lo dice una comerciante con una relación muy saludable con él. Lo entiendes, este.... digo haciendo un ademán como tratando decir su nombre ...¿como te llamas, por cierto?

Pero al entrar un hombre el alboroto cambio el curso de la conversación y mi atención al ser que media mas de 2 m. era demasiado anormal ser tan grande...

Y al escuchar al tabernero retificar su precio, le sonrei con algo de satisfacción.

- Ves a lo que me refiero. Puro comercio, el obtiene dinero justo y nosotros lo que queremos. Ganancia para ambos, no debe haber usura en ello. Digo a la chica y luego le digo al taabernero ...¡Gracias Señor Tabernero, creo que si quiero hacer negocios con usted despues de todo. Seguiré esperando a la Dueña, pero si alguien quiere hacer trueque que me lo diga, siempre y cuando le pueda obtener algo que  le pueda sacar provecho, aunque no me molesta la moneda imperial tampoco! digo ante todos con alegria levantando la cerveza en modo de honrrar al tabernero y a los demás

Me parece correcto.-Respondió al discurso.-Os he indicado que podéis elegir la sala común su carecéis de recursos para hospedaros en una habitación.-Dejó el plato a un lado y fue lentamente bebiendo de la jarra.-Es paradójico que la Usura naciera de la nobleza y el burgo, no crees?.-Le comenta sin mirarla a ella, su mirada se centró en el Tabernero que al igual que todos estaba comenzando a ver como se gestaba una curiosa discusión de mujeres en la sala y aunque no dudaba de la falta de moral de mas de uno de los parroquianos que sin duda comenzaría a hacer apuestas sobre que mujer tiraría de los pelos a cual, Nimie no estaba por la labor de pegarle a esa pobre chica perdida a la que seguía sin comprender.-No pienso entrar en el juego de las hipocresías, tengo un oficio respetable con el que me gano la vida...si tu no eres capaz de ganarte la vida igual de bien que yo no vengas a escupir en mi copa, no te he insultado ni tengo por que aguantar esto, niña.-Le espeta a la chica con calma y total paciencia, estaba bastante lejos de estar enfadada y sobretodo se hallaba nerviosa por las posibles salidas de esa chica que parecía estar bastante desequilibrada.

Nimie.-Dice cuando la chica deja de hablar con el tabernero para volver a mirarla.-Y tu eres?.-En sus manos reposaba un viejo reloj de oro, desgastado y anticuado que acariciaba suavemente con sus dedos, con cariño.-Esto fue lo primero que gané en mi negocio, tanto yo como mi cliente salimos ampliamente beneficiados y...-Paseó la mirada por la sala hasta llegar a Rolf, ya lo conocía de antes pero siempre que lo miraba se sobresaltaba por lo descomunal de su tamaño sintiéndose ella misma una frágil hoja en manos de ese titán.-Hola Rolf.-Alzó la mano en la que tenía el reloj colgando con la cadena del mismo entre sus dedos entrelazado.-Como te decía, chica.-Comenta volviendo a ella.-No tengo nada contra ti, pero te has acercado a mi con hostilidad, luego con camaradería y ahora me vienes a insultar de nuevo.-Se encoge de hombros y mira al resto de extranjeros.-No tengo nada en contra de nadie, pero no voy a aguantar estas cosas...-Respira hondo, sacando pecho durante un instante.-Así que te recomiendo dejar el tema, no insultar mas y olvidar ese pequeño desliz que has tenido, te parece?.-Le comenta tendiéndole la mano libre.
 

Lisania.

Al escuchar tantas palabras insultantes se las pasa con la cerveza con una sonrisa de ironía.

"Si yo soy hostil, que será ella entonces. ¿La renia de la amabilidad?" pienso divertida. Solía apagar el enchufe cuando me encontraba personas con tal nivel de orgullo y exceso de confianza. Ese tipo de persona es la primera que caía tanto en los negocios como en el combate. No me arriesgaría por tal persona... al menos que haya aprendido su lección, me pida ayuda o necesite su cooperación para algún objetivo. Mi madre era un gran mercader y artista marcial en su juventud decia que tuviera cuidado con las personas orgullosas.

- Para darle fin a tanta verborrea, digamos que si dejare pasar el pequeño desliz que tuvimos y empezar nuevo, ¿te parece? digo con una sonrisa de satisfacción y luego sorbo un poco de cerveza y con serenidad ...Mi nombre es Lisania... y cambio a una sonrisa mas serena y apaisada sin hostilidad ...cuentame de ese castillo de los tepes, ¿es bonito? ¿comprarian mercancia a buen precio? digo en un tono jovial y tranquilo, como si nada hubiera pasado

Lecabel se tensó en el sitio, las dos "gatas" seguían peleando y parecían querer usarlo para escaparse con su orgullo intacto. Al final por fin se lo tragaron y empezaron a hablar, pero la conversación seguía girando sobre lo mismo.

Así estaban que parecían ignorar al gigante que acababa de entrar, el cual tras acordar algo se fue a por una silla que l oaguantase, seguramente seria un tocón o algo por el estilo, menuda bestia parecía.

-Tened cuidado vosotrsa dos, tanto amor por lo material no es bueno- dijo simplemente cuando la nueva se había incorporado a la conversación. Lecabel había llegado con una mochila y un par de bolsas, pero no parecía llevar nada de auténtico valor encima, relojes de oro, mercancías, armas, nada de eso. -Pero mejor no desvío el tema, háblanos del castillo de Tepes, yo también quiero acercarme- era mejor no reavivar el fuego.

Christinne contemplo un tanto estupefacta la escena que montaba la chica recien llegada por los precios. Ya habia sacado una moneda de oro y la habia puesto en la barra, esperando a que el tabernero volviese para pagarle la estancia, tampoco le parecia un precio tan descabellado. 

- Monsier, por una moneda de oro podria, ademas de ocupar una de las estancias buenas, que alguien se encargue de mis caballos? Me gustaria que Acheron estubieran bien cobijados, es un caballo al que tengo mucho aprecio...- Le comenta al tabernero cuando se acerca. No le parecia mal hombre y queria compensarle por su error, pero tampoco le iba a regalar la moneda de oro.- Y tambien me gustaria beber algo. A ser posible sin mucho alcohol. No tendra vino Abeliense?