-¡¿QUÉ?! ¡¿Sacarla?! -Quint casi perdió la concentración por un instante.- ¡Faliar, párate a pensar! ¡Podría ser algo realmente perverso!
El muchacho comenzó a rodear a Selene, evitando caer presa de su belleza ni de su apariencia inocente. Sacó su daga tras la espalda, ya no necesitaba ocultarla más.
-¡¿Qué eres para burlarte así de la Inquisición?!
Da igual, lo uso, aunque solos ea para ver su efecto. Si en un minuto no ha hecho nada, me detendré.
- Calma Quint, solo estoy negociando los términos; no sabemos si es amiga, enemiga o ninguna de las dos cosas, y necesitamos respuestas que ella conoce. Y parece que para obtenerlas vamos a tener que jugar a su juego. Deja tus inquietudes religiosas para otro momento
Faliar guarda sus armas y se planta delante de la muchacha, haciendo una reverencia exagerada y casi cómica
- Mi nombre es Faliar Eldwen, bella damisela
Luego mira discretamente hacia sus compañeros, invitándoles a participar en el teatro
La niña se tapó la cara con las manos, sonrojada por las últimas palabras de Faliar.
-Gracias... ¿Ves? así es más fácil. Luego se dirigió a Quint. Si acaso preguntaras por Tol Rauko, sería otro cantar. Pero la inquisición...
Miró de nuevo a Faliar.
Antes de responder...¿Puedo preguntaros qué es lo que sabéis? No me gustaría repetiros cosas.
Parpadeó un par de veces y sonrió. Mirando a todo el grupo.
Faliar saca el diario del padre Scott
- Un sacerdote relató en su diario que Calvacanti, el noble que gobierna esta isla, es en realidad una criatura sobrenatural que llegó a la isla en un naufragio; un ser que se alimenta de las pesadillas humanas y transforma a los hombres en algo que el sacerdote llamó "Oscuros". También pone que solía venir a esta catedral, como si hubiese algo importante para él guardado aquí. Así que supongo que tú eres aquello que quería tener a tan buen recaudo.
Pero... ¿Qué es eso de Tol Rauko?
Tras ver el efecto de los actos de su compañero, Quint soltó un gruñido y cesó en su ataque. Dejó de proyectar su energía interior hacia la niña y bajó la daga, aunque se negó a guardarla.
-Soy Quint.
No me pises ¬¬
Nahia salió de entre la multitud con una expresión afable,
-Perdona que os interrumpa, me llamo Nahia y soy de Córvinus. Puedo preguntarte...¿Porque estas aqui encerrada?¿Quién pudo hacerte esto?
Ni tu a mi^^
Paro con el némesis, ya que no le hace nada y estos maricones quieren dialogar ¬¬
Cuando Quint dejó de proyectar su energía interior, la niña se dio la vuelta hacia él.
-Gracias, empezaba a hacer frío. Y no tendría ninguna función, he de decirte que hace tiempo que dejé de ser ninguna amenaza para nadie.
La niña sonrió al joven de pelo rubio, y saludó a Nahia. Acercándose a ella casi a saltitos.
-¡Otra niña!¡Otra niña! Trató de abrazarla, pero se acordó de lo que estaba haciendo.
De pronto, cambió el tono de voz de la niña. Sonaba mucho más madura, seria e inteligente. Como si supiera muy bien de lo que estaba hablando.
-Llegué junto al marqués hace casi 10 años. Nuestro barco encalló en las rocas. Y al parecer Cavalcanti logró escapar, y yo no. A mí me trajo él aquí, en la dama de hierro que habéis visto al entrar.
La niña se estremeció.
-Me tiene aquí encerrada. ¿Qué opináis de él?
Es... Un tipo algo insufrible Murmuró la música, esbozando una sonrisa de incredulidad. Aún no acababa de creerse todo lo que estaba pasando Tuve algún percance con él, antes de volver a reunirme con mis carismáticos acompañantes. Diferencias de opinión, diría yo. Mi nombre es Xerine. Encantada de conocerte, Seline
A Faliar le extrañó la pregunta; para él, la respuesta era más que obvia
- Aparte de que coincido con Xerine en lo de que es algo insufrible, tampoco me hace mucha gracia que quiera matarnos, y que se dedique a esclavizar a la gente de esta isla
Luego se queda pensativo unos segundos
- Así que Calvacanti y tu veníais juntos en aquel barco... Los dos encerrados, claro... ¿Quienes sois realmente? ¿Y quien os encerró? Por lo que sé, la Inquisición se hubiera limitado a destruiros
Seline hizo una reverencia a su nueva interlocutora. También fue algo cómica y exagerada, para la niña todo era como un juego... aunque un juego en el que se jugaba su libertad. Hacía mucho tiempo que no hablaba con nadie, tenía ganas de conversación.
-Tengo otra pregunta antes de responder... y esta me parece bastante importante. ¿Cómo llegasteis a Corvinus?
Volando Respondió Xerine, sin perder su sonrisa educada. Aunque todo eso parecía una mala pesadilla, los modales de la música seguían siendo impecables En un artefacto relativamente nuevo que ha diseñado el príncipe de Lucrecio. Por supuesto, esta isla no era nuestro objetivo: El invento se estrelló en el mar
-Flotando, mejor dicho. -Respondió tajante Quint- Un asqueroso engendro del infierno destruyó la nave en la que viajábamos. Ahora contesta a Faliar; cuando sepamos todo lo que queremos podrás preguntar.
Vol... ¿volando?
La niña se sentó cruzando las piernas y posó su cabeza en sus puños.
¿Puedes contarme más?
Su voz había vuelto a ser infantil.
-Aaron-Se presentó el chico con una sonrisa y sin dejar de observar a Seline.
Por lo visto la mala educación de sus compañeros le había pasado desapercibida y ahora tenía una expresión a caballo entre la diversión y la falsa seriedad. Después de comprobar que la chica no era una amenaza aparente se había permitido relajarse y disfrutaba sobremanera con la batería de preguntas de sus compañeros.
Por el momento no tenía nada que añadir así que cayó y dejó caer sutilmente el pelo sobre su ojo arrancado para así evitar que la chica se asustara.
Claro, podemos contártelo todo Dijo Xerine, en tono conciliador Pero tienes que entender que estamos algo impactados por este lugar... Y algo sorprendidos de verte. Más tarde habrá tiempo para hablar de todo eso, pero dime: ¿Podrías responder a nuestras preguntas antes? Sobre todo para dejarnos tranquilos
Tranquilo, no me da miedo. He visto cosas peores.
Dijo dirigiéndose al chico moreno del cabellos alborotado.
¿Por que Quint era tan hostil con aquella pobre niña?¡ Llevaba allí 10 años encerrada! y tras ello a las primeras personas que ve le hacen un interrogatorio de tercer grado. Y sin embargo aunque no le parecía bien, eso mismo hacía que se metiese más en su mente.
Xerine era mucho mejor con aquella niña aunque en un principio, cuando llegaron a la isla, no le pareció una compañía agradable.
Era la forma de ser de Quint la que le alejaba y acercaba más a ese atractivo insolente.
Es que ese hecho es realmente importante.
Volvió a adquirir otro tono de voz.
No lo sabéis, pero la isla está protegida por un campo mágico. Una especie de escudo que impide a nadie salir y entrar en esta isla. Volveré a preguntarlo... ¿Como llegasteis? no os guardéis ni un detalle