Partida Rol por web

Pues me alegra saber que caballeros de dura testa vigilan y defienden tales tierras de los incursores. Esta barba mía también oculta cicatrices como bien hace vuestra cabellera- Sonrío al caballero con afabilidad, pues su gesto, aunque no sé si es broma o simpleza me ha predispuesto de buenas hacia él.

Poco llevo yo como caballero y todo me resulta novedoso y digno de interés. Lo que contáis de vuestras tierras sumamente interesante me parece, es importante saber en estos tiempos quien se encuentra en primera linea ante las adversidades, y nuestro Rey bien hace en tener personas de valía a cargo de tales menesteres. 

pero.. una cosa me interesa saber de esos lares, ¿cuánta amenaza suponen estos adversarios en los tiempos en que estamos? parece que nuestro Rey anda más preocupado por sus cuitas internas que por las amenazas a nuestras fronteras. Yo que he combatido al sajón, no me quito de la cabeza a esos bárbaros y la amenaza a nuestros hogares que supone su existencia...

Son la mesma cosa, puesto que Uther sabe, que si quiere unificar toda britania en un reyno gobernado por él, debera algo más que parlamentar con los de Cornualles, et aquellos, solo saben fablar con una espada en lo alto.

Al final fabrá lucha contra los de Cornualles, eso si non sabemos cuando, et ni con que rey, Uther o Madoc, ni siquiera si nos mesmos, estaremos en condiciones de guerrear en ella.

Todo nacimiento está acompañado de llantos y dolor, así parece que deben ser las cosas para que nuestro nuevo reino bajo los Pendragón llegue a su madurez. Muchas malas hierbas deben cortarse para que el árbol crezca sano y fuerte y la cosecha sea fructífera. Una preocupación más para nuestro Rey. Su determinación es admirable, porque dificultades no hay pocas en su camino. Poco es, pero mi brazo está destinado a colaborar en su causa.

Tu brazo se te será reclamado con el de todo tu ser. La mesma cosa para muchos otros. Habemus tarea en Britania, et braxos no seran de sobra.

Me cae bien este hombre, y no lo oculta mi expresión. Miro a mi primo a ver qué puedo leer en su gesto y entender de sus palabras acerca de la opinión que le merece el caballero.

No os falta razón, y yo mismo había llegado a esas conclusiones. Lastima que haya hombres que sólo entiendan la ley de la espada. Seguidores o no, todos somos hijos de Britania, y las luchas entre nuestras tierras sólo debilitan nuestro reino. Pero es deber de todo caballero de Logres obedecer las órdenes del Rey, sea quien sea, el que comande la batalla contará con nuestras vidas para defender los ideales de unidad.

Sin duda era un hombre simple que conocía bien su sitio en este mundo. Gwilherm se encontró con la mirada de su primo, y se la devolvió con complicidad. Ese hombre le caía en buen grado, quizá demasiado después del encuentro con las arpías. Sin duda era de aquellos hombres que te clavarían la daga en el vientre y la giran con intención de destriparte mientras te miran a los ojos y no como aquellos que confabulan en las sombras. 

Sir Walter de Lickey Hil:

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