Partida Rol por web

Toman el camino a la derecha, y comprueban ambos caballeros que la vegetación no mejora, y que sigue habiendo arboles enfermos. 

Antes del medio dia llegan a una zona donde los arboles enfermos se tornan más fantasmales, y el ambiente se hace agonico y dificimente respirable. La sensación incomoda es evidente para ambos. Vuestros resoplidos y jadeos se repiten.

Las cabalgaduras caminan reacias por ese camino, no asi las de vuestros escuderos que quedan atras. No os parece mala cosa que ellos queden atras, pues bien podria tornarse la cosa a peligrosa, y ser su presencia más estorbo que ayuda.

a lo lejos en un monticulo veis l que podria ser una cueva con entrada, poco mas podeis divisar pues esta lejos.

Tirate una cultura feerica, o cultura popular, lo que quieras.

No acertó a entender que podia ser aquella cosa.

Al fin algo que no sea este triste y fantasmal bosque de árboles enfermos, pienso mientras avanzo tirando de las riendas. Animo a sir Owen a acercarse junto mí.

Mirad, una gruta, o eso me parece, sir Owen. Vayamos a investigar y quizá encontremos algo que justifique estos días de viaje y noches desapacibles.

Me acerco a la entrada junto a mi montura, no estoy seguro de querer dejar suelto mi caballo ahora que los escuderos quedaron atrás.

Los caballos aun reacios, y por vuestra virtud a base de espuela,  os llevan hasta cerca de la cueva.

¿ haceis algo?

Aún con mi caballo de la rienda examino los alrededores de la cueva en busca de evidencias de que sea usada como guarida de alguna bestia. Mientras lo hago acaricio el cuello de Breogan para tranquilizarlo y en recompensa por su sumisión a pesar de la reticencia a aproximarse a la misteriosa gruta. Si no veo rastros que indiquen que dentro pueda haber un oso o algo similar tiendo las riendas a sir Owen y le pido se ocupe de la montura mientras echo un vistazo dentro. Aún no enciendo una antorcha, sólo me acerco a la entrada y compruebo cuan profunda puede ser.

Sir Owen te acompaña y repite tus movimientos. Ambos seguis notando esa incomodidad, a veces miedo, que eriza vuestra piel. No veis nada en los alrededores que os de alguna pista de lo que es aquello.

Al asomaros en la cueva percibis sin esfuerzo un hedor a maldad y podredumbre.

Lo que haya ahí, sir Owen, es sin duda una prueba digna de los caballeros que aspiramos a ser. - hago la señal de la cruz sobre mi pecho. Que Dios nos asista. Miro a sir Owen, enciendo la antorcha oportuna, me coloco el yelmo y entro en la gruta con la espada en la mano. Que el mal que habita allí me pille listo para rechazarlo a golpes de acero es mi esperanza.

La noche estaba encima, no recordais muy bien si acorde a las horas de sol tocaba o no noche, el hecho evidente y visible, es que el sol no estaba y parecia  de noche.  A la noche le acompañaba una bruma, espesa a ratos, de sobra bien conocida por vosotros.

No hizo mas que ademan sir walter de entrar cuando recibió una bocanada de aire putrefacto. Y no solo eso, sino que recibio ademas un sonido gutural a modo de advertencia:

....Fuera de aquiiiiiiiiii...

No hubo tiempo para andar en matizaciones puesto que 2 fantasmagoricas apariciones de mas de 2,5 m se colocaron ante nuestros caballeros. ellas portaban espadones oxidados y mugrientos, pero al parecer efectivos para la lucha, cosa esta que no se tardaria mucho rato en comprobar.

Tirad por valentia, si fallais saldreis corriendo del lugar.

Sir Owen mantuvo a compostura

Nada puedo hacer. Estos espectros gigantes salidos de una tumba no son de este mundo. Mi espada los pasará de parte a parte como fantasmas que son sin causarles daño alguno. No hay sangre que derramar ni vida que arrebatar de lo que ya está muerto. Con una mueca de espanto retrocedo hasta volverme y emprender la huida.

- ¡Corred sir Owen. Salvad vuestra vida!... busquemos ayuda para enfrentar esas cosas de la boca de un sabio.

Sir Walter, acaso para buscar una posición estrategica más ventajosa, o por miedo puro y duro, opta por tomar distancia de la puerta.

Su compañero, contrariado, pues pensaba arremeter contra esa voz, abandona la idea combativa y acompaña a su compadre .

Procura hablar con él para hacerle entrar en razon. No parece que surta efecto.

Las palabras de sir Owen logran templar mi ánimo. Me avergüenza que sea el joven caballero el  que en esta situación quien ponga sobre la mesa el temple necesario, y no yo. Lo cierto es que me alegra que Merlín lo haya puesto en mi camino, eso se lo otorgo al viejo druida. 

Cuando sir Owen fija su mirada decidida en mis pupilas asiento y recupero la compostura. Aprieto con fuerza el mango de mi espada.

-Gracias sir Owen. Gracias, sois buen amigo además de buen caballero.

Recompuesto tras la contrariedad inicial, sir walter se dispone a hacer algo, el que no se, un algo.

Sir Owen encambio, decide asomarse de nuevo a la cueva de los ruidos. Mira de reojo a su compañero, a ver si lo sigue, y aun no lo hace, pues se encuentra dubitativo.

Está claro que sir Owen tiene muy claro que es nuestro deber entrar ahí. Respiro hondo, asiento cuando mira en mi dirección y con la espada en la mano para que me de confianza me adentro en el agujero junto a él.

Tengo la intuición de que algo nos va a atacar aquí dentro, así que redoblo mi atención en cuanto la luz sea más tenue. Pero avanzo, tranquilo de sentir a sir Owen junto a mí.

De frente entrais en la cueva, y eso se os acerca.

FUERAAAAAAAAAAAAA

Sir Owen, poco dado a la palabreria y al negociamiento, cuando poco habia que hablar, pareciole conveniente resolver aquel encuentro tan poco hospitalario, a golpe de espada, y en eso andaba.

No fue pequeño el golpe que el joven Owen asesto a esa masa fantasmagorica, y algo de incomodidad le hizo sentir, pues a fe, que la masa sintió el golpe, pues parecio retorcerse y entreabrir la boca en forma de mueca de dolor.

9 puntos de daño 

fantasma: daño 6d6 puntos de vida 20/ armadura 13/ por matarlo 55 gloria. // zarpazo 13 + espada 15.  +descanso eterno 175

perros negros feericos /  daño 4d6 puntos de vida 44 armadura 10 /por matarlo 50 gloria/. mordisco 13

Entendiendo que sir Owen ha conseguido dañar de alguna forma a esa cosa con su golpe de espada me apresuro a hacer justo lo mismo. Descargo mi propia hoja sobre la figura que se cierne sobre nosotros. Soy poco marcial en mi golpe, pero asesto el tajo con toda la fuerza de que es capaz mi brazo.

Vuelve al averno, demonio!