Partida Rol por web

Cogeis el martillo y la llave, que son practicamente lo mejor que habeis encontrado para destrozar cosas. También teneis ahora las linternas que os servirán para ver por donde vais. No había nada más allí de la utilidad que buscabais, ahora faltaba decidir a donde ir
 

Avanzais desde donde estais hacia la enfermería, que es de seguro donde pensabais que estarían Minami y Hikari teniendo en cuenta el cuchillo clavado en la pierna de Hikari. Por el camino Lara tuvo la maravillosa idea de agarrar los cuchillos del club de cocina y llevarselos consigo eran suficientes para todos vosotros.

En el camino hacia la enfermería, notasteis que Hiragi Nana se separó del grupo, aunque no le disteis mayor importancia, llevaba bastante sin hablar.

Ahora os encontrabais en el pasillo cerca de la enfermería y veiais luces de moviles en el interior, sin duda eran ellos. Tocaba actuar

Como decidido antes, Aki y Michi entraron en una aula de la planta baja. Cerraron con cuidado la puerta y con la lave y el martillo destrozaron una ventana teniendo cuidado de no hacer más ruido que necesario, a fin de poder salir al patio. Aún no encendieron las linternillas, para no llamar la atención.

Según avanzasteis por la planta baja buscando un aula especifica para vuestros planes, pasasteis por una zona donde notasteis como el aire en esa parte, estaba viciado. No olía mal del todo, pero se notaba denso, y anormal... Casi como... como si fuera gas

“¿Cómo, esto es un instituto, un instituto que conocemos muy bien, el nuestro, y no encontramos una aula en la planta baja? No puede ser.”

Efectivamente, no podía ser. De forma que, para huir del gas o lo que sea, Aki se metió en el primer aula que halló, arrastrando a Michi con él.

Cogimos el martillo y las llaves y nos fuimos a buscar un aula, ninguno de los dos quería hacer más ruido del necesario para no ser escuchados por ninguna de las locas.

Tío no puede ser, huele a gas? Alguna de las locas pretende quemarnos a todos? salgamos de aquí, YA! Entré en el primer aula con Goro e intenté abrir una de las ventanas.

- Deberíamos hacerlos salir. Podrían estar esperandonos - susurró mientras se ponia en la pared, muy pegada a ella, al lado de la puerta. Su mano derecha se cerró fuertemente alrededor del mango de uno de los cuchillos que le había dado Lid, mientras que la otra, ahora sostenian las tijeras.

Su mirada recorria el pasillo de un extremo a otro. mientras esperaba a que sus amigos hicieran algo para atraerla hacia fueraExtrañamente se sentía calmada. Era como si supiera que su misión era aquella. Acabar con la maldición. Ella debía ser el brazo ejecutor para que los pocos que quedaban pudieran recuperar sus vidas.

Me limite a seguirlas siempre con un par de pasos hacia atrás, la apatía había podido conmigo y estaba mas siendo dirigido que con ánimos de avanzar realmente. También recogí el cuchillo que se me ofreció pero a diferencia del resto (supuse), Me lo guarde en la espalda, como en las pelis americanas la gente guardaba la pistola. Y cuando hubiéramos llegado hasta la enfermería, me quede quieto, contra la pared mas cercana, mirando las luces del interior. Preguntándome si Goro y Harada también estaría con ellos.

Asiente a Hanako-san conforme,pero ¿cómo?Alguien debería hacer de cebo y esa sólo podía ser ella.Se acercó a sus tres acompañantes para susurrarles mientras agarraba con fuerza el cuchillo.No dudaría en usarlo contra aquella que había atentado contra su vida,aquella que la había traicionado proclamando que era su amiga.Falsa.

-"Haré como que voy sola,buscándoles.La sobrante me atacará así que estad atentos para echaros sobre ella y neutralizar a Aki-kun en cuanto intente ayudarla ¿os parece bien?"-susurra mirando a los tres y sonriendo a Lara. Si conseguían acabar con todo aquello y salir vivas tendría que disculparse con ella por haber dudado de su cordura

Lara asintió, cogió su cuchillo a modo de puñal para que su intento de acabar con Ika fuera productivo. Se aseguró de que la oscuridad le cubriera, era la persona que seguramente menos quisiera ver ese segundo grupo. Tenía que ser directa, sin dudar y sin buscar correr riesgos innecesarios.

Aquella que iba delante no debía ver su avance en peligro, tenía que proteger a Miyake. Aparecer como su sombra y actuar antes de que pudieran intentar atacarle o intentar manipularla como así fuera una muñeca que ponerse como escudo. No, Lid debía ser el escudo de quienes aceptaran buscar a ese sobrante, pues al parecer solo así podrían salvar a algunos inocentes.

En la enfermería solo había dos luces y eran estaticas.