Partida Rol por web

- Venga, por favor.

El silencio de la radio es la única respuesta que Butch recibe.

Ahora que sus ojos se han acostumbrado algo a la penumbra intenta buscar a Orange con la mirada, o alguna posible amenaza, manteniendo a Marcellete y Clamfell a cubierto.

Me acerco de nuevo al PABOT. Cuando me ataque intento rodearle para posicionarme entre su espalda y la salida. Mi contraataque tiene como objetivo clavar el cuchillo en su rodilla, idealmente punzando desde la parte de atras de la rodilla y intentar provocar el maximo daño estructural.

- Los puños. Ábrete paso a golpes. - Decía sereno mientras intentaba avanzar entre la multitud y la oscuridad hasta llegar a donde estaba Undine. Parecía una tarea ardua e imposible de realizar.

Únicamente amparado por la luz de la pantalla del dispositivo adosado en su muñeca, Croma consigue colocarse frente a Undine. En la otra mano llevaba un cocktail en el cual había depositado mucho empeño por tal de no derramar ni una sola gota del glamuroso brebaje. 

- Deberías salir de aquí. No consigo contactar con seguridad. Vamos. - Decía indicándole con la copa el camino a seguir. Su tono de voz no era imperativo pero tampoco pasivo, aunque la última decisión, la de seguirle o no, recaía en las manos de Undine. 

Croma estaba preocupado por la presencia del chico diminuto con el camuflaje óptico. No sabía qué le aterrorizaba más, si el hombre estuviera aliado con Undine o por el contrario este fuera a atacarla a ella. Por el momento parecía que la chica estaba bien y que no le faltaba nada. Al menos, si fuera un atacante ajeno a Undine, tenía el consuelo de tener la superioridad númerica a su favor porque contra todo pronóstico y estando Arma atendiendo otros asuntos, Croma tenía las de perder. Su mayor problema, sin duda, era enfrentarse contra un hombre invisible en la oscuridad. Aquello mermaba considerablemente sus posibilidades de éxito. Lo único que podría hacer para marcar ese hombre, era arrojarle la copa de cristal con la esperanza de que el líquido se adheriese en la superfície del traje o al menos chocase contra el cuerpo del ente invisible.

- Si se ha ido la luz dudo que funcionen los ascensores, esto es un caos! - Dice alterada.

- Ni siquiera se que está pasando pero hay que intentar que vuelva la luz. - Entonces señala enfrente suyo.- Algo no iba bien en un grupo que había allí, había una chica con un vestido de princesa rosa y un guardia ha agredido a un noble... No se quien era pero... Ese guardia... Parecía alguien realmente peligroso. - Le explica preocupada y algo asustada. - Envía allí a tu acompañante, es un bot, verdad? Hay que saber qué está pasando. Yo debo encontrar a mis conocidos en este caos. - Dice con determinación y el rostro preocupado. 

- No me iré de aquí sin ellos. - Tras estas palabras Undine empieza alejarse apresurada.

- Mucho me temo que ese guardia debería ser la menor de tus preocupaciones. Aquí hay gente mucho más peligrosa pululando a sus anchas y tú eres parte de su objetivo. - Decía Croma advirtiendo a la chica. Pese a que sus palabras no eran muy contundentes, su lenguaje corporal estaba más claro, pues este mostraba una postura mucho más defensiva, como si estuviera empuñando un arma blanca y una pistola para atacar a lo que le apareciera de frente. Por desgracia para él, lo único que tenía entre sus manos, era la luz del dispositivo y la copa de cristal. 

Al escuchar aquello Undine se frena y le mira entre extrañada y aún más preocupada. - No hay tiempo. - Dice con seriedad. Tras esas palabras desaparece apresurada entre la multitud.

Estaba realmente preocupada, por Margeryth, por William... por Fran... Pero necesitaba iluminar esa sala, necesitaba darles la luz también a ellos, saber qué estaba ocurriendo.

Así que se aleja y vuelve a sacar su dispositivo para continuar el proceso de iluminación de la sala a través de los bots de servício. Aprovechando las zonas más oscuras y vacías de gente que podía encontrar para no desconcentrarse.

Karoi se corre a posicionarse cerca a la espalda de Arma, listo para atacar, pero está vez es ella la que ve venir el movimiento. Se echa a un lado mientras que su mano se abalanza sobre Karoi cuál zarpa  y lo agarra por la ropa. Lo levanta cómo si no pesara más que una bolsa de patatas y lo tira hacía adelante. Parece que no sólo tenía una velocidad inhumana, también su fuerza lo era. Entonces, por primera vez, habla. 

- No es mi intención herirte. - Dice con el típico tono neutral de un PABOT. - Deja de oponer resistencia. 

- El camuflaje no durará mucho más, Karoi. - Dice Elena, realmente preocupada y alarmada. - Olvídate de enfrentarla y huye, a dónde sea. Quizás puedas encontrar alguna forma de cegarla el tiempo suficiente para que te pierda de vista. 

El caos y la confusión le sirven de barrera suficiente para terminar con su programa. Al cabo de unos minutos considera ha terminado y, esperanzada, lo pone en marcha. 

Un nuevo movimiento, uniforme, comienza a surgir entre las sombras de la sala. Los PUSBOT flotantes que se habían pasado todo el evento sirviendo la comida a los asistentes empiezan a concentrarse alrededor del centro de la sala y todos y cada uno de ellos enciende un pequeño foco de luz que se intensifica gradualmente. El resultado es el de un conjunto uniforme de focos de luz alumbrando la sala lo suficiente cómo para que todos pudieran volver a ver entre las sombras. 

Y por fin, todos pueden obtener una visión general de la situación. Muchos de los invitados habían salido ya de la sala o salían de forma apresurada en ese momento. Sin embargo, una gran parte de los asistentes permanecían en su lugar, levantados o sentados en las mesas, solos o conversando tranquilamente con sus acompañantes. Parecían... Relajados. Cómo si no hubieran asumido aún el caos general de la sala y consideran aquello algo normal y corriente. 

Los guardias de seguridad que habían estado patrullando el evento controlaban la situación para que los asistentes salieran de forma ordenada en medio del caos o intentaban a motivar a salir a aquellos que se habían quedado quietos en su lugar. A los SIBOTs que habían estado patrullando el evento no se les veía por ninguna parte. 

No se veía ninguna amenaza real por ninguna parte. 

Ahora que se había hecho la luz de nuevo, Undine hace un recorrido con la mirada por la sala, buscando cualquier cosa que le llamase la atención: Su objetivo, Margeryth, William, Fran... ¡Cualquiera! Y a la primera que ve es la Margeryth. Al igual que muchos de los asistentes sea en su sitio, conversando tranquilamente con sus dos amigos. 

También ve a Thadeus, la chica y el guardia juntos, no muy lejos de dónde los había dejado la última vez, aunque no ve al noble que había sido atacado. Y también vuelve a localizar a Croma y su PABOT, a bastante distancia uno del otro. 

No ve rastro de William o Fran. 

Ahora que la luz había vuelto, Croma puede localizar el lugar hacía dónde se había recluido Undine. También localiza a Arma, levantada mirando hacía algo en el suelo, ¿Seguiría su enemigo invisible ahí? Thadeus, la chica y el guardia estaban no muy lejos de dónde los había visto por última vez, aunque no había rastro del noble. 

Ahora que volvía poder a ver, la búsqueda se hace más sencilla, pero Butch no encuentra a Orange con la mirada por ninguna parte, la sabandija había huido... O se estaba preparando para volver. Fuera cómo fuera, no podía bajar la guardia, no otra vez... 

Ahora que la luz había vuelto, Marcellette se esfuerza por encontrar algún indicio de Gregory o Julia por la sala. Pero ninguno de los dos estaba ahí, y estaba claro que ninguno la hubiera dejado atrás en medio de ese caos... ¿Dónde se habrían metido? 

- Deberíamos irnos antes de que ocurra nada más, poco me fío ya de este lugar. Y lo que sea que me haya robado la bandolera... Creo que ha tenido tiempo suficiente para huir. - Parecía aturdido y derrotado, sin acabar de asumir todo lo que estaba ocurriendo pero teniendo claro que poco podía hacer para solucionarlo. 

Corro lo mas rápido que puedo hacia uno de los grupos de gente que está saliendo de la sala y intento escabullirme entre ellos y dejar de ser invisible sin que nadie se de cuenta. Mi objetivo es que habiendo tanta gente pueda usar mi agilidad para moverme entre la gente y el PABOT se vea ralentizado por el grupo.

- Sí, tiene razón.

Vigilando muy de cerca a Clamfell y Marcellete, como escudándoles, Butch se dirige hacia una de las salidas laterales.