Partida Rol por web

- ¿Alguna amenaza invisible, Arma? ¿Has abatido a tu objetivo? - Decía Croma por el intercomunicador mientras observaba los resultados del apagón. Estaba indeciso entre acercarse a Arma o a Thadeus. Necesitaba saber qué había sido de los hombres invisibles para poder seguir con su próximo movimiento.

Tenía su pequeño robot espiando al grupo, así que mientas espera a ver si Crow vuelve a comunicarse con ella se acerca a Margeryth.

-​ Margeryth... - Dice con respeto pero algo alterada y llena de confusión y preocupación. - ¿Qué sucede? ¿Como pueden los asistentes mantenerse así de serenos? ¿Es esto algo común? ...

- ¿A que te refieres, niña? - Dice Margeryth con cariño. Su voz sonaba somnolienta y había perdido ese toque de autoridad propio de las personas de su rango. - Esto es una fiesta, creo que podemos ignorar nimiedades cómo gente que se pone nerviosa cuando se apaga la luz. 

Los amigos de Margeryth asienten ante estas palabras. 

Tan pronto cómo Karoi echa a correr, Arma lo hace también, detrás de él. La velocidad de ambos es bastante equitativa, manteniendo en todo momento la misma distancia. Pero parece que el hecho de tener que esquivar personas efectivamente frena el avance del PABOT.

La invisibilidad de Karoi termina poco antes de entrar dentro del grupo de personas que quedaba por salir de la sala. 

La urgencia de ambos hace que comiencen a llamar la atención de algunos de los guardias. 

Antes de que Croma tenga tiempo de decidir, puede ver cómo por un lado el guardia, Thadeus y Marcellette comienzan a alejarse, y justo en la dirección contraria, Arma comienza a correr detrás de un objetivo invisible. Se dirigía directa hacía una de las salidas por las que se marchaban la mayor parte de los asistentes. 

- Aún no he podido apresarlo. - Informa por el interlocutor. - No podré hacerlo a este paso y en medio de esta gente. ¿Debo abandonar la persecución o prefieres que encuentre una ruta alternativa? 

Con el cuchillo de nuevo guardado en el brazo sigo avanzando. Mi objetivo es entregar el paquete al dron. No me detengo por nada, aunque voy con mucho cuidado de no parecer agresivo los guardias. Quiero que se note que estoy huyendo del PABOT.

- Elena, guíame a la posición del dron. Una vez este el paquete a salvo intentaré perder de vista al PABOT.

Al escucharla hablar Undine abre los ojos sorprendida. ¿Niña? Aquella no era una actitud normal en Margeryth. Estaba drogada todos lo estaban, era la única explicación. Al instante le coge de la mano mientras intenta mantener la calma.

- Margeryth, debeis acompañarme al camerino un momento, por favor. - Tira suavemente de ella. - Disculpad. - Hace una  pequeña reverencia con la cabeza a sus amigos. Debía sacarla de allí... Los ascensores no funcionaban, pero debía protegerla, debía buscar un lugar seguro, así que la llevaría a su camerino. Estando en el estado que estaba no ofrecería demasiada resistencia.

Thadeus sigue a Butch, y Marcellette, algo aturdida aún por toda la sucesión de eventos, parece que no tiene problemas en hacerlo también a pesar de las preocupaciones que pudieran rondarle la cabeza. Con lo desierto que estaba el salón no tardan en llegar hasta una de las salidas. Una vez solos en un pasillo que conectaba las diferentes secciones de la Sala de Eventos, Thadeus se detiene. 

- Butch. - Dice de pronto, intentando sonar seguro pero aún se captaba el miedo en su voz. - Quiero creer que de verdad nos quieres ayudar pero... No puedo seguir si no estoy seguro. Has venido... - Parece que le cuesta decir lo que iba a decir. - Has venido aquí a matarme, ¿V-verdad? ¿Que es lo que te ha hecho cambiar de opinión? ¿C-cuáles serán las consecuencias si no lo haces? 

Margeryth mira a Undine, extrañada, aunque cómo Undine suponía no tenía ni la voluntad ni la fuerza para oponer resistencia. A pesar de ello, se queja. 

- ¿A tú camerino? - Dice confusa. - ¿Por qué? Estamos pasando una velada encantadora aquí... ¿Es que tienes algo que enseñarme? ¿No puede esperar?

- No, necesito que me ayudéis en una cosa, es urgente.- Sonríe con amabilidad, nunca se le había dado mal fingir, al contrario. Al fin y al cabo su trabajo requería mantenerse perfecta siempre. - Solo será un momento.

Aunque algo a regañadientes, Margeryth termina por dejarse guiar de forma menos forzada hasta una de las salidas del servicio. Una vez fuera del salón Undine ya se siente más fuera de peligro y avanza con más tranquilidad. A aquellas alturas la misión tenía poca importancia ya, y no parecía que Crow fuera a volver a contactar con ella pronto.

Llevaba unos minutos avanzando por los desérticos pasillos cuando de pronto se sorprende al encontrarse un pequeño grupo de frente. Consistía en dos guardias y liderando la marcha estaba nada más y nada menos que el mismísimo Angus Fellgiery.

En circunstancias diferentes el cruzarse con un personaje cómo aquel en un evento cómo ese habría sido una bendición para Undine. Su familia era una de las más poderosas de Cele y era bien conocida por cómo había impulsado el arte en Cele durante todos sus años de existencia. Poseían museos, teatros y celebraban todo tipo de exposiciones, a la par de que eran los responsables de organizar eventos cómo aquel. De hecho, los Fellgiery habían estado el cargo de la contratación de artistas para el evento y Margeryth había negociado con él principalmente la inclusión de Undine. Undine lo había visto observando en el ensayo, pero nunca había tenido oportunidad de hablar con él. Ese hombre era capaz de hundir a Undine para siempre o lanzarla hasta lo más alto con un chasquido de dedos.

- Oh, no esperaba encontrarla aquí, señora Korth. Pensé que habría abandonado la sala al igual que el resto de los asistentes, después del caos que se ha organizado...

Margeryth sonríe con dulzura. 

- Oh, mi pequeña necesita que la ayude con algo... Siempre es muy ansiosa para estás cosas. - Se ríe por lo bajo. 

Aquello iba demasiado lejos, Margeryth jamás la había llamado así. ¡Y lo había hecho delante de alguien cómo Angus! Daba igual cualquier problema que hubiera surgido antes, ahora Undine sólo deseaba que la tierra se la tragara ahí mismo. 

Por suerte parece que las palabras de Margeryth solo le resultan divertidas a Angus, a juzgar por su sonrisa. 

- Ya veo. - Entonces mira a Undine. De alguna forma este hecho hace que a Undine le de un escalofrío. Había algo perturbador en su mirada, cómo si te estuviera mirando y no lo hiciera al mismo tiempo. - ¿A dónde os dirigís? 

Undine se pone un poco por delante de Margeryth y mira a Lord Fellgiery. - Disculpe la actitud de Lady Margeryth, creo que durante mi actuación ella y sus acompañantes han bebido de más.- Dice con voz un poco baja y una sonrisa fingiendo avergonzarse... - Pero supongo que una celebración como esta puede permitirse ese desliz. - Sonríe con amabilidad.

- Ibamos a los servícios para refrescarnos un poco y poder volver a la fiesta.. aunque.. Parece que ha habido un apagón o algo similar... Espero que la luz vuelva pronto.

Pese a su afable actitud por dentro estaba llena de preocupación, él estaba bien, y no solo no parcía preocupado sinó que paseaba por enfrente de sus guardias, sin buscar su protección.

- Busca una ruta alternativa o si lo ves más factible, persigue a la otra persona invisible. - Mientras Arma buscaba al hombre sospechoso, Croma no iba a quedarse de brazos cruzados, por lo que decide integrarse a la conversación y acercarse hasta donde estaba Thadeus en busca de información.

Desde la distancia, Croma puede ver cómo en ese momento el grupo que acompañaba a Marcellette abandonaba la sala por una de las puertas que llevaba a los pasillos que comunicaban el salón principal con el ala este. Croma se encamina hacía allí, con paso decidido, pero justo cuando estaba a cuatro pasos de llegar a la puerta escucha una voz que lo llama. 

- Señor Juárez. - Era Samantha Pentamina. Estaba arrodillada al lado de un noble corpulento que o estaba dormido o se había desmayado. - Llega en el mejor momento. ¿Podría ayudarme a levantar a este hombre? Creo que algo no le ha sentado bien... Al parecer al igual que a mucho de los invitados. 

Parece que uno de los guardias termina por mosquearse y se planta frente a Karoi.

- Disculpe, señor. ¿Hay algún... problema? - Mira hacía algún punto detrás de Karoi y frunce el ceño, extrañado. Cuando Karoi imita este gesto puede ver que el PABOT había desaparecido por completo. 

- Así lo parece... Aunque creo que ya no habrá fiesta con la que continuar para cuando regrese. Lo que resulta una molestia, pues tenía intención de hablar contigo esta noche. ¿Crees que podrías encontrar un hueco más tarde? 

- ¿Sabes qué ha pasado? - Decía Croma dedicando sus esfuerzos en levantar y respaldas el hombre contra la pared para que adoptara una posición más segura. - Lamento no dedicarte más tiempo, pero no puedo quedarme aquí. Tengo que hablar con una persona antes de que la pierda de vista. - Croma gesticulaba con calma sus movimientos y palabras, pero por el significado de las mismas y el poco interés que muestra en la conversación, era obvio que tenía otras cosas en mente que quedarse a charlar con Samantha.

Butch toma un segundo para recuperar el aliento, mira a su alrededor y luego lleva la mano a su porra eléctrica.

- Señor Clamfell, le contaré la verdad, me mandaron aquí a eliminarle y deshacerme de lo que llevaba encima, pero algo no me encajaba, matarle a usted no parece una tarea especialmente difícil y el noble al que ataqué intentó eliminarme hace años, pero no hoy al reconocerme.

Butch saca la porra eléctrica a vista de Clamfell y Marcellete.

- Mi conclusión es que querían usarme para limpiar sus trapos sucios y luego tener un chivo expiatorio ¿darme un blanco y dejarme casi sin preparación? Sabían que no saldría de este edificio indemne, por lo que nos pone en el mismo barco, se que mi reputación me precede, pero sólo quiero asegurar un futuro para los niños de los suburbios y al hombre que me salvó la vida muchas veces, no soy un perro rabioso que mata al que le pongan delante.

Butch le da porra a Clamfell para que la agarre.

- Cómo muestra de buena voluntad le doy esto, juzgando por su complexió la va a necesitar más que yo. Y sobre las consecuencias, bueno, supongo que querrán eliminarme pero no se lo pondré fácil.

Tras decir eso Butch mira tanto a Clamfell como a Marcellete.

- ¿Y bien? Ahora dígame que había en esa bandolera.

Tras una breve pausa añade.

- ¿Y quienes exactamente son usted "lady" Marcellete y Julia?

Dice Butch remarcando sarcásticamente el título.