Partida Rol por web

- Entiendo... - Comenta Fran, bastante consternado con la situación. - Sin duda parece algo preocupante. Pero si afectó a tantas personas seguramente sabremos lo que pasó más pronto que tarde, algo así no se puede ocultar. Sólo espero que sea lo que sea, no tenga más efectos secundarios tardíos sobre Margeryth. 

El hombre sonríe, satisfecho, y suela a Marcellette de mala manera en el suelo. Marcellette respira y inspira aceleradamente para poder recuperar el aire que le faltaba en los pulmones. 

- Habla. - Dice con severidad mientras que camina y recoge su pistola, sin que Marcellette pudiera hacer nada para evitarlo debido a su debilidad. - Y quizás piense un destino alternativo para ti. - Vuelve a apuntarla con la pistola, ahora a una distancia prudencial. 

- Supongo que es algo que veremos mañana... - Dice con cierta preocupación. Aunque del mismo modo que Margeryth no creía que la hubiesen drogado era posible que los demás tampoco. - Ahora supongo que nos toca dormir y esperar a ver que dicen mañana las notícias, a no ser que tengas alguna pregunta más para mi. - Le mira con una leve sonrisa, aunque su cansáncio se notaba cada vez más en cuanto iban pasando los minutos.

- Creo que habrá más preguntas... - Comenta Fran, visiblemente abrumado. - Pero tendrán que esperar a que termine de asumir las que ya he hecho... - Sonríe. - Así que por ahora, deberíamos dormir. Es evidente que estamos ambos agotados... A saber cómo hubiera acabado si hubiera vuelto al laboratorio hoy. - Se ríe de forma incómoda. 

- ¿Al laboratorio? ¿Era dónde querías ir esta noche después de la fiesta? - Pregunta algo sorprendida.

- Si... - Dice Fran, incómodo. - Durante la reunión, no sólo me han amenazado... También me han exigido un nuevo cargamento de PABOT con características más... armamentísticas. No me lo han dicho ellos, pero después de lo que me comentó Thadeus, es evidente que han tenido problemas con los modelos anteriores. - Se encoge de hombros. - Quería ponerme con ello lo antes posible. 

- Me alegro de que te hayas quedado conmigo entonces. - Sonríe agradecida. Luego se levanta.

- Creo que por hoy ya hemos tenido suficientes aventuras relacionadas con BOTS...- Le mira algo lastimera.- Te acompañaré a tu habitación, quiero pasar un momento por la cocina. - Dice con amabilidad. Aún llevaba su precioso vestido del baile, aunque era cómodo este empezaba a molestarle.- Mañana podemos desayunar juntos!- Sonríe ilusionada.- Qué divertido.

Fran vuelve a forzarse a sonreír ante este hecho, no parecía tener ánimos suficientes para entusiasmarse demasiado con cosas así. Quizás al día siguiente vería las cosas de forma distinta.

Undine acompaña a Fran hasta la sala dónde ya lo estaba esperando uno de los criados para llevarlo hasta su habitación. Tras despedirse y desearse mutuamente una buena noche, Undine se pasa por las cocinas para servirse una botella de licor y vuelve a su habitación con ella. 

De nuevo en su habitación, se desviste para estar más cómoda y mientras que lo hace nota algo extraño en uno de los bolsillos de su vestido. Al meter la mano, saca un pedazo de papel en el que había apuntado un número de teléfono. No tenía ni idea de cómo había llegado eso ahí. 

Undine mira extrañada ese número. Un número... nada más...

Una vez vestida con su batín de seda se dirige a la terraza con su pequeño vaso de licor mientras va introduciendo el número en el registro de telefonos de la red para ver si podía encontrar de quien era.

Undine no se sorprende demasiado al comprobar que el número no estaba registrado a ninguna persona. No era la primera vez que se encontraba con un número deslocalizado cómo ese. Quien fuera que le había puesto la nota en el bolsillo, se había tomado precauciones. 

Parecía que ese día la suerte no le quería poner las cosas fáciles. 

Da otro sorbo del licor. Sabía que no tardaría en afectarla, nunca había tenido demasiada resisténcia. Pero necesitaba enturbiar su mente en ese momento, o no podría dormir esa noche. Pese a que estaba agotada por su mente no paraban de pasar mil ideas. La mayoría la asustaban, otras eran... emocionantes. Pero la sensación de rábia y frustración empezaba a crecer... y necesitaba apagarla de algún modo.

Da otro sorbo. Poco a poco se iba relajando. 

Ese número.. Le daba curiosidad... Pero no sabía si llamar o no. Sería profesional llamar ella? Si no estaba en el regístro no era un número común. Así que podia descartar que fuese un fan.

Lo que tenía claro es que no iba a llamar esa noche. Estaba demasiado cansada, ya habían sucedido suficientes cosas esa noche, ahora iba a descansar y mañana vería que haría con el número. También se relajaría jugueteando con su dispositivo, intentando encontrar lo que fuese que Crow le hubiese puesto dentro.

Crow.. Su simple pensamiento la estresaba más. Como siempre ni siquiera se había despedido... Ni un "Buen trabajo, Alaris" o un "Lo siento, esta situación era demasiado peligrosa. Aún así te has sabido mover muy bien." 

Suspira y se termina el vaso de golpe, haciendo un adorable ruidito al sentir el ardor del licor, por suerte no era muy fuerte. Sabía que de golpe le afectaría más rapido. No quería pensar en nada de aquello. Quería que la noche terminase ya...

Había ganado tiempo. Y solo podría salvarse utilizándolo para ganar más. Tenía que dar rodeos. Parecía que necesitaba esa información. Que su misión dependía de ella. Así que podría usarla a su favor. Se moría de los nervios, pero tenía que dar lo mejor de sí para superarlos y para olvidar momentáneamente lo que había ocurrido, estaba ocurriendo, y ocurriría si no era suficientemente astuta.

Thadeus...

Pero tenía que dejar de pensar en ello. Tenía que responder antes de que le dispararan.

- M-me sorprende mucho que no lo sepa ya. Parece que está muy bien informado, ¿pero aún así no sospecha quién puede saber esa información?

El hombre desvía el arma y dispara y la bala impacta peligrosamente cerca de dónde Marcellette tenía apoyada la mano, la cuál aparta rápidamente de forma instintiva. 

- No juegues conmigo, cría. Mi paciencia tiene un límite. ¿Acaso piensas que me dará algún problema matarte? Podría alegar que el carnicero te usó de rehén y acabó contigo cuando vio que no tenía escapatoria. - Vuelve a apuntar a Marcellette. - ¿Quien más conoce la información?

Y de pronto Undine abre los ojos. ¿Cuando se había dormido? Le dolía la cabeza y la luz de la mañana entraba por su balcón, aún abierto. Estaba tirada en el sillón, con la botella apenas llena tirada en el suelo. Lo último que recordaba era que deseaba que se acabara la noche... ¡Ah! Y también se había puesto a toquetear el dispositivo en busca de algún rastro de Crow. Pero no había conseguido nada... Quizás fuera el sueño, o el cansancio... Pero la frustración que había sentido la había movido a beber para despertarse un poco más. Una bebida había llevado a otra y... 

Fuera lo que fuera que le hubiera pasado, algo le debía de haber concedido su deseo de que se acabara el día. Sentía que apenas habían pasado unos segundos desde ese momento y ahora, aunque lo dolorido que tenía el cuerpo le dejaba claro todo lo contrario. 

Marcellette suelta un grito leve pero agudo cuando el hombre dispara la pistola de nuevo, e instintivamente aparta la mano y se tapa la cabeza. No, no podía jugar con su paciencia. Marcellette había entrado en pánico y ya solo se le ocurría una posibilidad.

- ¡El carnicero! ¡El carnicero lo sabe!

El hombre gruñe, cada vez más impaciente.

- Eso ya lo se, idiota. - Dice con severidad. - No hace falta ser muy inteligente para saber porqué nos ha traicionado. ¿Hay alguien más?

Todos aquellos recuerdos de la noche anterior la asustan... Esperaba no haber hecho ninguna estupidez... Le dolía todo... No solía beber... Mucho menos una botella... Al menos nadie lo había visto...Agh... La cabeza... Qué horror... se levanta como puede y con su dispositivo envía un mensaje a Fran:

"Avísame cuando vayas a desayunar."

Intentaría darse un baño rápido, hacer sus ejercícios y si Fran estaba ya desayunando se daría más prisa aún.. Esa noche fuera... Esperaba que no le sentase demasiado mal, debería cuidarse.

-En efecto, este PABOT actuó bajo mi responsabilidad. Le mandé abatir el dron porque dicho artefacto iba a huir con un documento de inestimable valor que había robado. Solicito que se libere a mi PABOT. El guardia aquí presente -señalando a Valerius- y el autor material del documento podrán testificar en mi favor. Si interrogan a mi PABOT, también llegarán a la misma conclusión.

Suspiro. Por un momento me planteo quejarme de que el dron lo pedí por si pasaba está situación en particular. Ser perseguido. Pero no me vale la pena, al menos sigo vivo. 

- Entendido, solo voy a pedir una cosa. Añade al coste de la misión una mejora de mis armas. El encontronazo con el PABOT se podría haber resuelto con facilidad si mis armas hubieran hecho algo más que rasgarle la piel.

- Lo tendré en cuenta. - Responde Wolf simplemente con una pizca de diversión en su tono pero con frialdad en la mirada. No era la clase de hombre al que se le hacen exigencias. - Dejando eso de lado, me han llegado rumores de que algunos los invitados de la fiesta sufrían de una cierta... Somnolencia, cómo si hubieran sido drogados. ¿Puedes corroborar esos rumores?