Partida Rol por web

Con esa pregunta Undine le sonríe con una fragil sonrisa, algo insegura. - Se que todo es demasiado sospechoso y preocupante, pero también se que no podemos quedarnos sin hacer nada y dejar que sigan utilizándote. - Le dice con decisión.

- Entiendo que no confies, si quieres no diré nada y podemos probar de actuar solos. - Le habla comprensiva.- Hay algunas cosas que tengo en mente que podríamos probar sin que te delates. - Sabía que todo aquello podía asustar a Fran, pero no iba a apartarse de su lado. No iba a quedarse sin hacer nada viendo como se aprovechaban.

- Pero si mi cliente consigue la bandolera y esta contiene información de tus robots y muestra tu nombre, mi cliente va a saber de ti de todos modos. - Le mira a los ojos Mientras le hablava serena, intentando darle su seguridad.

- Se que todo parece abrumador y peligroso, pero no estás solo y estoy segura que podemos encontrar una solución, juntos. - Undine mueve su mano y la pone encima de la de Fran sonríendole levemente, con dulzura y mostrando la seguridad de que podían salir de aquello. - Por mi parte no haré nada que tu no quieras, pero te pido que no te rindas. Se que podemos encontrar una solución, ya sea solos o con ayuda. Es tu decisión.

Ahora que todos parecían conformes, acuerdan que Thadeus y Marcellette se quedarían allí esperando mientras que Valerius y Croma iban a buscar al PABOT que teóricamente tenía en su poder la bandolera de Thadeus. Si todo iba bien, aquello iba a consistir simplemente en que Valerius les convenciera para encargarse él mismo del PABOT. 

Valerius y Croma estaban bastante lejos cuando Thadeus se gira hacía Marcellette. 

- Tenemos que irnos. - Dice con urgencia. - No se si podemos fiarnos de un hombre cómo Butch, y aunque sus intenciones puedan ser buenas, sigue siendo quien es... Y no veo imposible que fuera el propio Luther quien lo contrato para acabar conmigo. ¿Cómo si no hubiera conseguido un puesto de guardia en la fiesta? - Aquello parecía una pregunta retórica, sin embargo, Thadeus estaba esperando el apoyo de Marcellette en sus sospechosas.

Eventualmente, siguiendo las coordenadas enviadas por el PABOT de Croma, acaban interceptándolo en uno de los pasillos, esposado y escoltado por cuatro guardias. El PABOT presentaba rasguños superficiales en todo el cuerpo, un corte en la frente y dónde debía de estar uno de sus ojos había ahora una bala incrustada. Era evidente que había estado en medio de una batalla.

Los guardias se detienen al ver llegar a Croma y Valerius. Uno de ellos se adelante y levanta la mano.

- ¡Alto! ¿Que hace usted aquí? Está zona está actualmente restringida para los empleados del servicio, están siendo evacuados junto con los invitados. - Dice mirando a Croma, sin embargo es a Valerius al que mira después en busca de respuestas. 

- Blue... - Dice Fran, sin demasiada energía. - Quiero pensar que tienes razón, que hay algo que podemos hacer... Pero... Eso es todo lo que me estás diciendo. ¿Que quieres que hagamos exactamente? No tengo pruebas para incriminar a Luther Montés o ninguno de sus afiliados, ellos se han encargado de que así sea. Y si llegaran a descubrir que lo estoy intentando... O que tu me estás ayudando... - Niega con la cabeza. - No puedo darte una respuesta, Blue, no ahora... Tengo que pensarlo con calma. - Mira a Undine fijamente. - Sólo quiero que me prometas que no intentarás nada por tu cuenta, por favor. 

- Te lo prometo. - Afirma con una dulce sonrisa.

- Y no te preocupes, se que es mucha información por hoy y todo es muy reciente. Ya contaba con darte tiempo a pensarlo con calma. No hay prisa. - Le dice con amabilidad, intentando calmarle.

Acto seguido suelta una profunda exhalación, completamente agotada, mientras se deja caer en el respaldo del sofá.

- Aaaaah.. Esta ha sido la noche más estresante de mi vida.- Dice con voz algo aliviada de que ya hubiese pasado. - Nunca había estado tan asustada.- Sonríe algo lastimera. 

- Aunque..- Su sonrisa se vuelve más dulce.- ..me alegra haber podido contarte... mi segundo trabajo.- Le dice con sinceridad.

Aunque Marcellette no estaba al 100% convencida de que Butch estuviera en su contra, sí que estaba de acuerdo en marcharse. Nada bueno saldría de quedarse allí quietos. Por tanto, Marcellette asiente.

- S-sí. Nos deberíamos marchar.

Mientras, Marcellette miraba a un lado y a otro, con la sospecha de que podrían asaltarlos a la vuelta de cualquier esquina. No se sentía segura, y Thadeus no parecía que fuera especialmente diestro en defenderse.

Mientras caminan para marcharse, Marcellette dice:

- Qu-qué locura, ¿eh? Todo esto que está pasando.

No se le ocurría otro tema que sacar, y estaba demasiado nerviosa para quedarse callada.

- Y que lo digas... - Responde Thadeus mientras que también miraba hacía los lados nervioso. Más de una vez levantaba la mano para agarrar algo a su costado pero al darse cuenta de que no había nada la volvía a bajar, cómo si la bandolera se hubiera convertido en un miembro fantasma. - Y de nuevo... Siento haberte inmiscuido en todo esto. Me hubiera gustado volver a verte en mejores circunstancias, cómo mañana... - Pone una sonrisa triste. Mira a Marcellette. - ¿Que piensas sobre lo que he contado, Marcellette? Lo que me ha llevado a este lío, mi investigación.

- A mí me alegra que me lo hayas contado. - Dice Fran, al tiempo que asiente. - De hecho, de alguna forma... Así tiene más sentido, ¿Sabes? El hecho de que Margeryth te mantenga tan cerca. Siempre me ha resultado extraño que siendo quien es decidiera ser mecenas de un único artista. Es decir, tú vales por cien, pero... Bueno, siempre me había resultado curioso que sólo fueras tú. 

- Bueno, la familia Korth siempre ha estado presente en mi vida desde que empecé a cantar y bailar. - Sonríe. - Y fué Margeryth quien me dió el nombre de Undine cuando me trajo a Cele. - Recuerda con dulzura y sus palabras estaban cargadas de agradecimiento.

- Entiendo... Es cierto que resulta evidente que os tenéis más cariño que el de una típica relación artista-manager. - Dice Francisco, con una media sonrisa. - Pero dejando eso de lado, tengo que volver al tema de tu segunda habilidad... ¿Cómo comenzó? Quiero decir, ¿Cómo surge una hacker de una artista?

Undine se ríe un poco, dulcemente.

- Pues.. ya sabes que siempre he sido bastante curiosa. - Explica con una leve sonrisa. - Aunque hasta que no llegué a Cele nunca me había interesado por la tecnología. En Naldur... donde vivía.. todo era bastante tradicional. - Dice con cierta nostalgia, aunque a la vez había algo de amargura en ese recuerdo.

- Aquí toda la tecnología era abrumadora, y más para una adolescente de 15 años. Hasta ese momento ni siquiera había tenido mi propio dispositivo. - Cuenta con una media sonrisa. - No duró demasiado, mi primer dispositivo digo, lo desmonté para ver qué tenía dentro. - Se ríe levemente.

- Después de que Margeryth me contratase ya había desmontado algunas cosas más, pero hasta que no desmonté y volví a montar uno de mis dispositivos de música no empece a volverme más entusiasta. - Eso si lo recordaba con afecto. Poder desmontar maquinaria, averigüar como funcionaba, era como desvelar un secreto oculto. 

- Y finalmente, con la excusa de averigüar cómo sacar la información que necesitaba, empecé a no solo desmontarlos físicamente sinó a poder manipularlos desde su própia programación, es realmente divertido. Y ahí ya me apasioné. Como tu. - Sonríe con esa preciosa sonrisa que tenía. - Mi querido amante de la tecnología. - Le dice mirándole a los ojos con dulzura.

- Yo no diría amante... - Comenta Fran, algo avergonzado. - Pero sin un duda me gusta. Aunque era mejor en el pasado, cuando no tenía que invertir mis conocimientos en la creación de armamento... - Suspira. - Pero es la cruz que me ha tocado. Cuando heredé el laboratorio también heredé sus clientes... No podía dejarlos atrás. - Fran parece darle vueltas a una idea antes mirar a Undine y decir. - ¿Y crees que podrías... hacer alguna demostración de tus habilidades? Ahora me pica la curiosidad. 

Undine piensa. Estaba un poco cansada. - Ahora mismo mi dispositivo està corrompido, no quiero arriesgarme a que hackeando algo para tu demostración pase su corrupción. - No le gustaba que Crow hubiese modificado su dispositivo para tener acceso a él. Sus dispositivos eran sus herramientas, suyas y solo suyas. No queria que nadie tubiese registro de lo que hacía.

- Pero durante la fiesta he enviado un bot de servicio a perseguir a Thadeus, el registro del video y audio de la situación ha sido enviada a mi dispositivo. ¿Quieres que lo veamos juntos? Quizás veamos qué ha sido de él y cómo han logrado robar su bandolera.

Fran no parecía del todo cómodo con el medio mediante el que Undine había conseguido aquella grabación, sin embargo, no pone demasiadas pegas para escucharla. Si de allí se podía sacar alguna información de utilidad, tenía que conocerla.

Poco después de que el video comience a reproducirse y el robot se pusiera en marcha en dirección a la posición de Thadeus y sus acompañantes, las luces del evento se apagan de golpe y el caos comienza. Sin embargo, en medio de este caos el robot no había dejado su trayectoria y pronto se escuchan las voces del grupo al que se había acercado. 

- ¿¡Que demonios!? - Exclamaba la voz de Thadeus en ese momento, facilmente reconocible porque Undine había encontrado algunas grabaciones en las que aparecía en la Red. Tras lo que añade un. - ¡No! 

Tras eso, algo pasa corriendo al lado del robot, aunque no se sabe bien el que porque todo seguía a oscuras. 

- ¡Thadeus! Marcellete! ¡Tenéis que salir de aquí! - Exclama poco después un segundo hombre que ni Fran ni Undine reconocen. - Ese noble quiere matarle, Clamfell, y quemar lo que tiene en la bandolera, colabore conmigo y quizás tengamos éxito.

Al rato, vuelve a hablar Thadeus. 

- P-pero mi bandolera... Alguien o algo ya me la ha robado. N-no se cuáles son tus intenciones, pero esos datos... Creo que son importantes, para todos. Algo está ocurriendo en los suburbios. S-se están llevando a gente, d-debes... Tengo que recuperar esa información. 

Y casi al mismo tiempo que Thadeus decía esto se puede escuchar una voz gritar entre la multitud, una frase que Undine había escuchado también cuando estaba ahí. 

- ¡Es el carnicero! ¡Está aquí y está armado! 

Esto había parecido alertar un poco más a los invitados del evento, y con cierta razón. El carnicero era el pseudonimo de un famoso asesino de los suburbios conocido cómo Butch. Fran parecía cada vez más intrigado y asustado con la grabación. 

- Tenéis que ir a un lugar seguro. - Dice entonces la voz del hombre que al parecer estaba hablando con Thadeus. - No os fieis de nadie, ¿De acuerdo? Orange no trabajaba solo, pidele ayuda a Julia si la encuentras, sino salid de aquí cuanto antes. - Se escucha brevemente la típica interferencia de un walkie-talkie. - ¿Julia, me recibes? Corto.

Inmediatamente después, se escuchan unos pasos apresurados y una voz de chica joven dice con urgencia. 

- ¡Julia! Valerius nos está protegiendo. ¡Aborta la operación! Hay un noble que es peligroso, ¡mucho cuidado!

Al cabo de unos segundos la voz del hombre dice. 

- Venga, por favor.

Y se hace el silencio durante varios minutos hasta que la sala se empieza a iluminar gracias a la intervención de Undine. Fran mira con cierto asombro este hecho, seguramente rememorando que Undine se había encargado de hacer que volviera la luz. El grupo junto al que estaba el PUSBOT hackeado consistía en Thadeus, la chica con el vestido que parecía de princesa y un guardia del evento, era fácil pues relacionar de quien era cada voz. 

- Deberíamos irnos antes de que ocurra nada más, poco me fío ya de este lugar. Y lo que sea que me haya robado la bandolera... Creo que ha tenido tiempo suficiente para huir. - Dice Thadeus. 

- Sí, tiene razón. - Afirma el guardia. 

Tras eso aceleran el paso y se dirigen a una de las salidas, en dirección contrario al parecer al lugar por dónde estaban escoltando a la gran parte de los asistentes. Van con tanta prisa que el PUSBOT tarda bastante en alcanzar la salida por la que salen. Por suerte, cuando pasa al otro lado, estaban parados al otro lado de la puerta.

La chica da un respingo y mira al PUSBOT cuando este entra por la puerta, sin embargo, parece tranquilizarse al ver que era un simple robot y habla con Thadeus y el guardia. 

- Yo soy... soy... - Dice bastante avergonzada. Levanta la cabeza - En lo que respecta a esta fiesta, no soy nadie. Ni siquiera soy noble. Vine aquí invitada por alguien con amigos importantes, gracias a una invitación que sobraba. No tengo mucho dinero y trabajo... en una biblioteca. - Finalmente se encoje de hombros y mueve su cuerpo de izquierda a derecha con los hombros encogidos, como el que niega con la cabeza pero a gran escala. - No soy nadie. - Duda un poco y mirando al guardia termina por añadir. - ¿Te... te dice algo el nombre "Matrika"?

Pero no es el guardia el que reacciona a esta pregunta, si no que lo hace Thadeus. 

- ¿Has dicho Matrika? - Pregunta con curiosidad. - Parece un nombre poco común como para ser casualidad... Hablas de... ¿Una chica joven... Con gafas y trenzas?

La chica asiente enérgicamente ante esta pregunta. Al mismo tiempo, el guardia, que no había perdido de vista el PUSBOT lo mira con cierta sospecha y dice de forma imperativa. 

- No queremos nada, retírese. - Cualquier PUSBOT hubiera seguido esa orden, sin embargo, este no se mueve del sitio ya que estaba siendo controlado por las órdenes de Undine. Entonces el guardia mira a la chica y añade. - No se en Cele, pero en los suburbios ese nombre no significa nada, ¿Debería sonarme?

- No, no creo. Hubiera sido mucha casualidad. - Responde la chica, decepcionada. Y algo sonrojada añade mirando a Thadeus. - Aunque parece que las casualidades existen. 

- No sabría decirte sobre lo de si debería sonarte... - Responde Thadeus, mirando a la chica y al guardia alternativamente. - Diría que es una chica que busca pasar desapercibida. - Se detiene en la chica. - Sabía que realmente vivía en Cele, pero no esperaba que la conocieras. Lo cierto es que ella... Me ha estado ayudando con mi investigación, de hecho me dio la idea de ir a la biblioteca... - Thadeus no parece seguro de si continuar hablando. - Pero visto lo visto, parece que inmiscuir a alguien en esto nunca fue una buena idea... No se si te haría ningún bien escucharlo, Marcellette. 

Marcellette se queda con la palabra en la boca, pues es el guardia quien vuelve a intervenir. 

- Ah, ahora se quien es, el que está investigando todo ese tema de maltrato animal, ¿Cierto? Es un tema terrible. Estoy esperando a que publique sus descubrimientos.

Tras eso, el guardia se mueve como para estirar un poco las piernas y los brazos y se mueve un poco por el pasillo, hasta posicionarse detrás del PUSBOT. Se escucha un "click", cómo si alguien hubiera activado algo y de pronto la imagen del video se distorsiona de forma brusca hasta que se pierde por completo. Entonces el video termina. 

Entonces Marcellette se detiene. Se detiene y mira al suelo. ¿Qué pensaba?

- No lo sé... no creía que cosas como esas sucedieran realmente en los suburbios, o al menos no a esta escala... ni que a tanta gente le importara tanto. Ni tampoco que usaran las ruinas para... eso.

Cuando Marcellette levanta la cabeza hacia Thadeus, tiene una leve sonrisa.

- Pero me alegra saber que si estás metido en un lío así es porque eres buena persona y... bueno, no lo contrario.

- B-bueno, gracias... - Dice Thadeus, tímidamente. - Aunque si te soy sincero, me gustaría que mis capacidades fueran tan buenas cómo mis intenciones. Llevo unas semanas bastante estresantes, no estoy acostumbrado a todo esto, aunque creo que eso es evidente... - Se ríe de forma algo incómoda. 

En ese momento llegan al final del pasillo y atraviesan una puerta que conducía una sala. En una pequeña sala de estar que conectaba diferentes pasillos y salas de reuniones. 

Marcellette no lo veía evidente. Había creído que Thadeus había sido así siempre. Como ella. Quizá por eso le parecía una opción lógica.

Sin dar una respuesta a los comentarios de Thadeus, Marcellette plantea otra pregunta:

- ¿Crees que deberíamos salir? ¿Será seguro el exterior ahora?

Thadeus pone una mueca. 

- Tan siquiera se a dónde debería ir exactamente. - Suspira profundamente, de nuevo sube la mano para agarrar una bandolera inexistente. Frunce el ceño, frustrado. Mira a Marcellette y sonríe levemente. - ¿Sabes, Marcellette? Apenas te conozco en realidad, pero... En las últimas semanas eres la única persona con la que he tenido la confianza de contarle lo de mi investigación sin riesgo a que me diera problemas. - Se sonroja un poco. - Es cómo si tu y yo... 

Se escucha un disparo y Thadeus deja de hablar. Atravesando su frente había ahora el agujero de una bala. Su cuerpo cae al suelo, muerto, y Marcellette se aparta de forma instintiva para que no se le caiga encima. 

Al otro lado de la sala hay un hombre trajeado y bastante musculoso, apuntando en la dirección de Thadeus con una pistola. Algo fastidiado comenta. 

- Esto es lo que pasa cuando le pides a una rata de los suburbios que haga algo. Sabía que no podiamos confiar en él, son traicioneras por naturaleza, pero nadie me escucha... - No parecía que le hablara a Marcellette, si no que simplemente pensaba en voz alta. 

Entonces la mira y le apunta con la pistola. En silencio.