Partida Rol por web

Undine se encoge algo asustada por las palabras de Margeryth. A ella también le asustaba aquello. - Comprendo... Supongo que mientras esté con usted estaré a salvo del peligro. - Sonríe con cierta inseguridad. - Dada mi posición estoy vulnerable en ciertas ocasiones, pero puedo asegurarle que no me vendería aunque con ello perdiese mi fama. - Dice con seriedad.

Marcellette se mira el vestido. Era una lástima, pero después de lo que había pasado sería la última preocupación de Gregory. Entonces gira la cabeza hacia el cuarto de mantenimiento, específicamente hacia un mono de trabajo, probablemente de alguien de mantenimiento. Luego mira a Julia, que la había visto fijarse en ello.

- Supongo que no tengo otra opción.

Julia asiente de forma solemne, sin hacer comentarios, y mientras que ella vigila la puerta Marcellette se da prisa para cambiarse de ropa. El mono le va un poco grande, pero al menos así disimularía mejor su figura. Se recoge el pelo y lo esconde debajo de una gorra de trabajo que también encuentra ahí. Finalmente, pone su vestido manchado en una bolsa de trabajo que se carga al hombro pues no convenía ir dejando pruebas por ahí tiradas. 

Una vez listas, se encaminan por el pasillo y Julia esconde la pistola debajo de la ropa, que Marcellette poca idea tenía de dónde la había sacado ya que no formaba parte de su uniforme, antes de salir al recibidor dónde se había congregado la gente de la fiesta. Se mezclan entre la multitud que abandonaba la sala, intentando no llamar la atención de los guardias. Inconscientemente, Marcellette termina por encontrar a Gregory entre la multitud, buscando desesperadamente a alguien con cara de preocupación mientras sostenía el móvil en la mano. Julia también se da cuenta de este detalle, pero la motiva a seguir adelante con un pequeño tirón. 

Margeryth asiente con firmeza, al parecer satisfecha con ese comentario. Tras eso, parece que le da vueltas a algo antes de decir.

- Volviendo al tema de tu misión... ¿Quién se apoderó de la información finalmente? No has mencionado ese detalle. 

- No lo se. - Dice con cierta frustración.- Dado el caos y quién estaba en la fiesta el mismo Crow fué quién abortó la misión. Y no fué hasta que salimos y vi a ese PABOT ilegal que os he comentado antes que no pude ver un poco más de lo que estaba pasando. - Explica.

- El PABOT en cuestión es de Croma Juarez, uno de los encargados se mantenimiento que había en la fiesta, derribó un Bot de transporte y una vez en el suelo forzó su compuerta hasta que la abrió. Dentro estaba la bandolera, pero flotaba, parecía que alguien con camuflaje la estaba llevando y empezó una batalla entre el PABOT y ese algo invisible. - Dice con calma, como si para ella ya fuese algo normal. - Escapó cuando llegaron los de seguridad y capturaron al PABOT.

- Sin duda si alguien es capaz de poner en marcha todo esto por el contenido de esa bandolera... Debe ser algo importante. - Comenta Margeryth, intrigada. - Quizás deberíamos contactar con ese tal Croma Juárez o cómo mínimo investigarlo, debería saber algo más sobre el asunto si sabía que la bandolera viajaba en dicho dron.

- Si, hice una pequeña investigación de él un poco antes de mi actuación dado que... Parecía tener malas intenciones contra Fran... Y actuó de un modo muy sospechoso. Pero creo que es por alguna rencilla de cuando de cuando eran estudiante. - Dice como si no fuese nada importante aunque se notaba la preocupación por su amigo. - Seguiré investigando. 

​- Hay otra cosa que quiero que veáis. - Saca su dispositivo.- Puesto que mi misión era espiar a Clamfell hackee uno de los bots de servicio justo en el momento en que un noble se acercó al grupo donde estaba y este fué atacado sin ningún tipo de motivo por el guardia que acompañaba al señor Thadeus. - Explica mientras coloca el dispositivo delante de Margeryth. - El noble en questión creo que era un trabajador de Crow al que envió para sacarle al guardia de su lado y que yo pudiese acercarme, aunque aún no he podido comprobarlo. - Dice con seriedad, parecía que se tomaba en serio su trabajo de espia.- Acto seguido hubo el apagón y el Bot se acercó al grupo. - Le da a play.

Margeryth escucha la grabación, concentrada y con cierta impaciencia, sobretodo durante los tiempos en los que no se escuchaba ninguna voz. Frunce el ceño, preocupada ante la mención del "carnicero", pero no comenta nada al respecto.  Cuando la misma termina, medita durante unos segundos antes de hablar. 

- ¿Has investigado los nombres que aparecen en la grabación? - Pregunta con curiosidad profesional. 

- No he tenido tiempo. - Sonríe algo lastimera, luego al volver a mirar su dispositivo su rostro vuelve a la seriedad profesional. 

- Pero he investigado suficiente como para reconocer el rostro de Butch... - Pone un momento el video donde se ve el rostro del guardia. - El carnicero, es el guardia.

Margeryth asiente.

- Lo sé. Es necesario conocer el rostro de un hombre cómo él para saber de quien debes mantenerte alejado. Claro que no esperaba encontrarlo jamás en Cele... - Parece que le da un escalofrío. - Pensar que estaba en la fiesta... Resulta preocupante. Que alguien sea capaz de enviar un monstruo cómo ese aquí arriba... Estamos detrás de algo realmente importante. - Sonríe algo desganada. - Comienzo a pensar que esto se nos queda grande...

- Es posible... - Dice con preocupación.- Por eso mi intención es teneros informada, para que estéis alejada del peligro y sepáis en quien podéis confiar. - En su mirada se notaba su determinación por mantenerla a salvo, su fidelidad.

​- Lo que, viendo la situación, quizás es posible que el mismo Butch este ayudando a Clamfell para descubrir el orígen de los secuestros, quizás no es el monstruo que se dice... Quizás hay un motivo que desconocemos tras las muertes.- Explica, pero básicamente era un pensamiento própio que decía en voz alta, casi para ella misma.

- Por ahora creo que lo que podemos hacer es seguir investigando. Id con cuidado, mejor no comentar sobre este tema con nadie. Una filtración ahora nos pondría en contra a álguien mucho peor que el señor Bristow..- La mira con preocupación.

- Mi único interés es que estéis a salvo, no necesitamos ser heroínas. 

Margeryth levanta una ceja, con cierta diversión. 

- No debes preocuparte por eso, niña. Soy plenamente consciente de hasta dónde llegan nuestras capacidades y cuáles son nuestras limitaciones. Y además, no hubiera comenzado con nuestra pequeña empresa si no supiera guardar secretos. 

Undine sonríe levemente, viendo que al final no había dejado a Margeryth completamente enfirecida por su comportamiento.

- Eso es todo lo que debía contaros, si el señor Bristow se pone en contacto conmigo os lo haré saber. Por ahora os dejo descansar y entreteneros con vuestros papeles. - Dice con amabilidad y sonríe más animada.

Tras despedirse sale y pasea un rato con Fran mientras William preparaba sus cosas para irse. La actuación ya había terminado, debía volver a su casa.

Fran estaba preocupado, dejando su mente vagar en ese paseo. Al menos los jardines y ese estanque le traían recuerdos y era un lugar agradable en el que pensar. Undine le explica que Margeryth ha sido informada de lo de la fiesta, pero que no le oba a decir nada sobre su implicación ni los nombres de los responsables. No hasta que él le diera su permiso. Pero podía pensarlo con calma ya que ella guardaba más de un secreto, por él guadaría los secretos que fuese, aunque tuviese que esconderlos de Margeryth.

Después de sus palabras el paseo termina siendo bastante silencioso, aunque no había tensión en el ambiente ni eran silencios incómodos, ambos tenían la cabeza llena de dudas y cosas en las que pensar. Pero no estaban solos, se tenían el uno al otro y la compañia hacía que pudiesen sentirse algo más seguros o, al menos, mantenerse algo más serenos en ese paseo.

Al final el paseo termina y Fran debe volver a casa. Undine se despide de él, como siempre, con un abrazo y una sonrisa llena de dulzura y afecto.

Al volver a su habitación debía hacer demasiadas cosas. Ya sabía qué habitación quería. La que tenía una gran ventana de cristal que daba al estanque y una puerta a una pequeña terraza orientada al mismo, estando justo encima. No era la habitación más grande, pero había bastante espacio. Tenía una gran cama, una mesa con sillas y un sofá. Por no mencionar el baño con bañera.

Aunque se alejaba de su sueño de tener su propia casa, con aquello no podía evitar sentirse un poco como esas hijas que se quejan de que sus padres no les dejan irse de casa. Aunque la situación de peligro hacía que no fuese prudente irse. Así que no iba a quejarse. 

También debia buscar un dispositivo nuevo. Lo haría esa tarde. Por ahora llamaría a ese número que se encontró en su bolsillo, le llamaba la atención. Llamaría y esperaría a escuchar quién respondía al otro lado.

En este amigable ambiente, Elena y Karoi pasan una velada mucho más agradable que ninguna que hubieran vivido en los últimos meses. Se terminan la botella, hablan sobre posibles sueños y incluso Elena se permite el lujo de cantar al mismo tiempo que Undine mientras revisan la grabación de la actuación, aunque lo hacía lamentablemente. No reciben ninguna llamada esa noche, cosa que desanima un poco a Elena aunque no lo confiesa abiertamente.

Llegado un punto de la noche, el cansancio se hace evidente en ambos, por lo que duermen plácidamente en sus camas satisfechos con los resultados de ese día. 

Para cuando Karoi abre los ojos por la mañana, el mediodía estaba cerca. Al salir de su cuarto se sorprende al comprobar que Elena estaba dormido en uno de los sillones de la sala de estar. Encima suyo, bajo sus manos, estaba el teléfono cuyo número correspondía al que tenía Undine. 

Karoi pensaba dejar que siguiera durmiendo cuando de pronto el teléfono comienza a sonar. Elena se remueve en el sillón, pero no parece que se despierte por el sonido. Con lo tarde que debía de haberse acostado ni una explosión iba a ser capaz de despertarla en ese momento. 

Me acerco al telefono y lo cojo. - Buenos días, ¿Con quien hablo? 

Con el teléfono en la mano intento con la otra mano despertar a Elena. 

Elena se queja y se remueve en el sillón, pero no hace ademán de despertarse. 

Tras esperar unos segundos, alguien coge la llamada. 

- Buenos días, ¿Con quien hablo? - Dice una voz de hombre que Undinde no conocía, desde el otro lado del altavoz. 

- ¿Eres quien dejó el número de este dispositivo en mi bolsillo? - Pregunta Undine, curiosa. - ¿Quién eres?

- Soy el culpable de que la fiesta de ayer acabara antes de tiempo. Y con quien se estaba peleando el PABOT al lado del dron. Dejé el numero en tu bolsillo cuando me iba de ahí. Soy un gran fan y quería disculparme por las molestias que te pudiera haber causado. Espero que al menos el resto de la tarde hubiera ido bien. -

Por unos segundos reina el siléncio entonces algo empieza a escucharse y Undine ya no aguanta más y se la escucha reírse. Su voz sonaba dulce incluso cuando reía. Era agradable.

- Ai.. Esto es.. demasiado absurdo.- Dice mientras intenta serenarse. Coge aire para calmarse y que cese su risa. - Es un detalle por tu parte. - Parecía entre divertida y confusa por todo aquello.

- Así que eres el responsable de que la mayor actuación de mi vida haya sido totalmente ignorada. - Dice con voz algo pícara.

- Y cómo se que eres quién dices ser y no álguien que puso su número en mi bolsillo durante la fiesta? O álguien del servicio que atendía mi camerino. - Pregunta curiosa- Podrías haber visto el ataque y decir esto para llamar mi atención.