Partida Rol por web

- Vuestro turno...- dice Fonçinho al ver como el hechicero os mira, el se apresura tambien a tomar la Yeye-ga

Exhalé el aire con resolución antes de ir hacia el hechicero a por el Yeye-ga. Sólo cabía esperar lo mejor. Rezaremos a la Diosa, ya que parece ser que es la que gobierna en este lugar.

Avancé decidido a que me drogasen y tener una experiencia nueva...

Os acercais y tomais la Yeye-ga, en el mismo instante en que la droga invade vuestra boca, empezais a tener convulsiones, caéis al suelo llenandoos de barro, pero al levantaros veis que todos los Yamirogami se acercan a vosotros, empiezan a tocaros mientras se rien

Miro a Jack, aún en el suelo y a toda la gente que nos rodea. Era extraño, pero me sentía bien, a pesar de que estaba lleno de barro. Todo a mi alrededor parecía más vivo e intenso. Busqué a Fonçinho con la mirada, ya que sin él, no podríamos comunicarnos con los nativos.

Observo si ha cambiado algo en Nathan, y luego miro a los nativos y mientras sonrío les toco como ellos me hacen a mi...

-Haz como ellos...

En eso tenía razón. Imité a Jack, aunque seguía buscando por nuestro guía y por el brujo, que no debía andar muy lejos... ¿Verdad?

Os sentís más fuertes, más despiertos, por lo demás nada parece haber cambiado. Nathan busca a Fonçinho o al hechicero pero no los ve, hay demasiada gente a vuestro alrededor. Estais un rato tocandoos mutuamente, de pronto, se hace el silencio. Del murmullo ensordecedor se pasa a la quietud más normal. El barro del suelo empieza a vibrar de forma inquietante. Poco a poco, empiezan a surgir burbujas en el agua. Al principio se trata de burbujas normales, luego aumentan de tamaño, desde el de un balón de fútbol hasta enormes semiesferas de un metro de diámetro. Sus paredes son gruesas, van saliendo del agua y el fango y poco a poco empieza a engulliros formando una especie de tubos de líquido. Huelen mal, muy mal. Empezais a sentir calor y como os cuesta respirar. Las burbujas van cambiando de forma, adquiriendo diseños abstractos y extraños que desafian las leyes de la gravedad. Esto dura unos pocos minutos, después las formas de agua caen como si huieran perdido la vida de la que parecia disfrutar. Un grito rasga el aire de la selva, es la voz de Fonçinho

- ¡Madre! ¡Madre! ¡Madre! ¡He vuelto a ti madre! ¡He vuelto a ti!

Una ráfaga de viento huracanado os atraviesa, pero apenas dura un segundo. A continuación, el olor empeora aún más, como si estuvierais bajo una montaña de carne en avanzado estado de descomposición. El agua y el fango parecen estar hirviendo, burbujas, vapor. Y, de pronto, empiezan a surgur a la superficie trozos de carne putrefacta. Son miembros humanos, huesos cubiertos de tejidos en descomposicion. El nivel de las aguas empieza a subir, diez centímetros por minuto, sube hasta que todo vuestro cuerpo esta inmerso en esa superficie gigantesta de sopa de cemento, intentais nada, pero no podeis

La sensación de ahogo me abordaba y no podía seguir así. Intenté moverme con los brazos para poder salir de aquel sitio y llegar a respirar aire, aunque no fuese puro.

Intenté respirar hondo a pesar de aquel olor putrefacto.

-Jack, manten la calma.

¿Sería como las arenas movedizas? Había un truco para salir de ellas que venía en los manuales... ¿Funcionaría? Bueno... No es que tuviera muchas opciones. Coloqué mis brazos por encima de la superficie y, apoyándome en algunos de los trozos, intenté reptando para subir a la superficie.

Me agarro a Nathan y estiro de su ropa para intentar subir...

Encantadora manera de perder la calma, Jack. Pensé mientras me hundía por el peso. Si no hacía algo, nos íbamos a hundir los dos. Le agarré del cuello y le hice una llave, obligándole a dar bocanadas más profundas de aire hasta que quedó inconsciente. Una vez inconsciente, pude hacer que su cuerpo flotase, sujetándole un poco.

Solté un suspiro aliviado.

-Idiota.

Jack estaba a salvo... La pregunta era... ¿Podría intentar subir mientras echaba un ojo a Jack? Creía que sí... Volví a intentar subir reptando por la superficie.

Trepé sin dificultades hasta la superficie y busqué algo donde agarrarme...

-¡Nathan!

La paz no duró demasiado. Jack se despertó y se puso a trepar. Por suerte, esta vez no fui yo el blanco. Comencé a intentar trepar por los árboles.

Jack se aferró a una de las chozas y trepó a ella, Nathan empezó a tragar agua, se estaba ahogando, pero pudo sacar fuerzas de donde no creia tenerlas y subio a la misma choza que Jack.

De repente todo se vuelve oscuro, un fuerte dolor de cabeza hace que abrais los ojos, os encontrais en el suelo, los Yamirogamis están despertando, incluido Fonçinho, vuestra cabeza estaba a punto de reventar por el dolor. Una bruma espesa cubre el poblado, una de esas nieblas cargadas de misterio que flotan a ras de tierra hasta la altura de las rodillas. El walkie talkie que tiene Nathan empieza a sonar, dando unos fuertes pitidos

Me levanté, con el cuerpo agarrotado y dolorido. Sacó el Walkie y pulsé el botón.

-¿Fonçinho? -volví a intentarlo.

Sacudí un poco a Jack para intentar despertarle.

me despertécon un fuerte dolor de cabeza, y le dije:

-Necio necio, casi te ahogas por intentar golpearme, fue un castigo de la madre diosa.

Me observo todo sucio y me levanto con dificultad.

-Casi me ahogas evitando ahogarte. Debería haberte dado más fuerte.

Dejé escapar un suspiro aliviado mientras seguía probando suerte con el Walkie Talkie. Tenía la boca con sabor a lodo, y habría tragado algo malo, seguramente. 

- Soy Don Pedro- la voz suena muy nerviosa- Las aguas están subiendo de forma casi descontrolada y Yaseira parece que va a dar a luz en cualquier momento. Pero lo peor son los militares, están sobrevolando la zona con varios helicópteros camuflados, creo que van a hacer una operación de "limpieza". Si las aguas siguen subiendo a este ritmo... la inundación acabará mañana. En nuestro campamento hemos tenido que retirar las tiendas a toda prisa porque el agua amenazaba con arrastrarlas. No sería la primera vez que los indigenas son masacrados en masas para que no den problemas...

La comunicación se corta, en ese momento una actavilla de papel cae sobre vosotros, pero está escrito en portugues