Partida Rol por web

-Yo de aquí no me puedo mover, pero vosotros si. Yo si fuese la planta os subía a todos aquí arriba, así no os escapáis.

Miro a ver si puedo trepar hasta donde está Jack.

-Perfecto, ¿por qué no le pones un buzón de sugerencias a la planta? Ya de paso enséñale a hacer recetas con nosotros. -miro a mi alrededor.- ¡Jack, te importa pegarle un tiro al capullo o algo!

-¿y para que quieres que te pegue un tiro ahora? -aun estaba atontado- No lo entiendo.

-¡A la planta! ¿Es que nunca fuiste al colegio? ¿Fuiste criado por lobos o qué?

Esto ya llegaba a límites absurdos.

-Si no disparas tú, lo hago yo... ¡Y no quiero quejas si te hago otro agujero del culo!

-¿Has dicho lobos? ¡si hay lobos lo mejor es subirse a un árbol!. ¿te conté alguna vez que tengo vértigo?

Suelto un gruñido.

-¿En serio tienes vértigo? ¿Ahora? ¿AHORA? -madre de los infiernos infinitos.- ¿Qué hacemos, Fonçi?

-Que va, no tengo, jajajaja, era para calmarte los nervios, jajaja.

Cabreado, saco la pistola y disparo a un lugar de la planta cercano al que está Jack.

-¿Vas a dejar de hacer bromas?

Veo el disparo que da muy cerca mio.

-¡Cuidado que casi me das, mira, has roto uno de los huevos que hay aquí arriba!

-¿Vas a dejar de hacer bromitas? -grito rojo de furia.- La próxima no creo que acierte. Quizás te hago un piercing involuntario.

La verdad, empezaba a molestarme que no hiciera algo por huir.

-¡¡Voy a disparar!! Cúbrete.

Uno de los disparos atraveso los petalos de flor y le dio en el pecho a Jack, pero lo peor fue cuando Nathan volvio a disparar y acabó con el capullo de la flor, que se abrio y caiste desde veinte metros, al llegar al suelo sientes un crujetazo tu pierna izquierda se había roto en la caida, pero Nathan no se detuvo, disparó al tallo de la flor que volvia a bajar para atraparos. Fonçinho arreglo el fusil y siguio disparando a la planta hasta que el tallo se partio y la flor calló al suelo sin vida

Me quedé un momento el silencio, escuchando como Jack grita de dolor. Guardé el arma y me tumbé junto a Jack. Tenía muy mal aspecto, por mi culpa, sin duda.

-Jack... ¿Estás...? -me detuve. Claro que no estaba bien.- ¿Puedes hablar?

Le aparté el pelo para examinarle en busca de heridas.

-estoy jodido y perforado, otra vez... -dije con cierto resentimiento- ya podrías haber disparado al tallo o darle algún machetazo, porque aunque sólo sea tu percepción también puedes cortarlo.. O incluso disparar al cáliz, seguro que me soltaba.

Me intento levantar y la pierna me duele horrores, remango el pantalón y se ve muy morada.

-Necio necio, acabas de joderme la excursión otra vez. Ale, ya te puedes quitar la camiseta y acércame el botiquín. Mira que disparara directamente a los pétalos conmigo dentro. Sigo opinando que disparas fatal.

-¿Vamos a dejar de hablar de cosas que podría haber hecho para centrarnos en lo que hacemos ahora? -le toqué la pierna con cuidado.- Parece que ha sido una rotura limpia. Eso es bueno. Será más fácil que se suelde... En cuanto lleguemos a la civilización.

Pero no sabía cuándo sería eso.

-Tendremos que entablillarte la pierna con lo que tengamos. No vas a poder caminar en una buena temporada.

Me revolví el pelo, pensativo.

-No podemos volver al campamento. Tendremos que llevarte así a la guarida del brujo. Quizá allí tenga algo para tu pierna. -gruño molesto.- La próxima vez, hazme caso cuando te digo que no te acerques a piedras o a plantas.

Le ayudo a levantarse y hago que se apoye en mí.

Intento levantarme, pero no lo consigo:

-Me duele mucho, no podré caminar. ¿Quieres quitarte la camiseta como te he dicho y acercarme le botiquín?, y luego agarra el machete -cojo el mío y le digo- aquí se pone la mano -señalo la empuñadura- por este lado corta -le señalo la parte del filo afilado- y por este no hace nada -señalo el canto romo- Pues ahora vas y cortas dos ramas largas y gorditas y las traes. ¡Y el botiquiiiiin!

Exhalé un suspiro un corté un par de ramas y se las coloqué al lado. Miré mi camisa, sucia del barro. La odiaba. Pero eso era mejor que ir de temerario por la selva.

-En serio... ¿Tengo que quitarme la...? -compongo una mueca de desagrado. Ante la mirada asesina de Jack acabo quitándomelo.- Empiezo a pensar que te rompiste la pierna para que me quitase la camiseta. -bromeé mientras sacaba el botiquín.

Jack apoyado en Nathan y Fonçinho y con su improvisada pierna inmovilizada hacia que el trayecto fuera más lento, pronto dejais atrás el fango cosa que hace que podais andar mejor, pero de repente el camino es una cuesta empinada, donde estáis casi cinco horas intentando subirla, cuando faltan apenas unos metros notais que todos los pelos de vuestro cuerpo se erizan levemente. La cima es una pequeña meseta con forma de elipse y unos doscientos metros de largo por sesenta de ancho. No hay árboles, solo hierba y matorrales. En el centro de la pequeña meseta puede verse una cabaña. Parece idéntica a la que visteis en el poblado

-Este debe ser el lugar... -pero algo no estaba bien. Tenía una extraña sensación recorriéndome.- Tened mucho cuidado por donde pisáis. La hierba alta nunca es buena.

Comenzamos a ir hacia delante.

Caminé penosamente junto a los que en un principio creí eran mis compañeros.

-¿Qué quieres decir Nathan, que hay "pikachus" por aquí?

Me detuve y esperé observando la hierba.

Fruncí el ceño.

-¿Pikaqué? Jack, deja de decir tonterías o te daré pastillas para que las digas con razón.