Partida Rol por web

-Si, y todos bien certeros -le comento- ¿y si pasamos sin hacer nada extraño? antes estaba activa por la piedra, ahora no se.

Le miré un momento, pensando en ello...

-Fonçinho, yo llevo a Jack y tú llevas le pegas un tiro a eso aunque la mueva la brisa.

Preparé las armas por si acaso:

-Preparado, sigamos rápido.

Comencé a caminar lentamente, lo más alejado del ser que permitía el claro, sin dejar de mirarlo. Si es que... Sabía que era demasiado fácil.

-Jack, ¿vas a poder apuntar mientras te apoyas en mí?

-¿ladran los perros Nathan? -le pregunté- con una mano me sobra tu camina y no pares.

-Los huskies no ladran, aullan. -le respondí.- ¿Eso responde a tu pregunta?

Escuché la curiosidad y le contesté.

-Te aseguro que si le pego un tiro en los huevos a ese chucho, al segundo disparo ya sabe ladrar el y toda su raza. En cambio si tu disparases a un Husky, matarias a un chihuhua. Tira y no te pares he dicho

-Eres el sueño de un militarista del partido verde, Jack, ¿lo sabías? -comenté sin dejar de caminar.- ¿Por qué a los perros? ¿No puedes disparar a alguien que lo merezca? No sé... Un violador, un pederasta... Al idiota que se le ocurrió que las chanclas y los calcetines combinaban perfectamente.

Fonçinho cogió el machete al ver que no le quedaban balas para el rifle. En cuanto avanzais veis que la flor se dispone a bajar y coger a alguno para su almuerzo

Suelto un gruñido molesto. Esto no tenía ningún sentido. ¡Esa maldita planta no debería estar viva! Es más, nunca en mi vida había oído hablar de una planta carnívora que se moviera. Y menos a esa velocidad. Odio este lugar. Con todo mi ser. Saco la pistola y apunto. Ya sea por suerte o porque hasta a los mancos como yo tienen que atinar alguna vez, le disparé a la planta. Dejé a Jack y me puse delante. Sin duda, Jack no aguantaría si la planta le enganchaba otra vez.

Saco el mp5 y le descargo todo el cargador a esa maldita planta agujereándola por doquier... y de regalo un disparo con la pistola al cáliz.

-Ves Nathan, así es como se dispara. Tu husky era un perro violador, así que se lo merecía, y a mi me gusta ir con sandalias y calcetines para que no me rocen los pies.

-Empiezo a pensar que uno de nosotros no debería haber tomado el Yeye-ga... Sobre todo desde que he visto de dónde sacan la materia prima... El cráneo de los muertos.

Solté otros disparos, que impactaron en el objetivo.

Saco la otra pistola y le disparo dos veces mas a la planta:

-Yo ya te lo dije, y hace rato que dudo si aun estamos drogados o no, una planta así no es normal.

Rozo con el cañón de mi arma ardiendo en el cuello de Nathan para verificar si estamos dormidos o no,

Noto como me quema en el cuello y me aparto siseando de dolor. Me llevo la mano al cuello, lanzándole una mirada furiosa.

-Pero, ¿qué coño haces?

Con una sonrisa de oreja a oreja le contesto:

-Ha sin sin querer :P, casi me caigo, como no me sujetas bien...

Nathan hace tres disparos certeros contra la planta, después es Jack quien vuelve a disparar, vaciando el cargador de su Mp5, la planta cae muerta, seguís avanzando una vez más, de nuevo os veis rodeado de mosquitos, todos nuevamente menos Fonçinho

- Sabéis como combartirlos- os dice Fonçinho

Recargo mis armas mientras continuamos y al ver otra vez a los mosquitos, vuelvo a rezar con fuerza a la madre tierra:

-Ya podríamos volver por otro camino...

Frunzo el ceño ante el "cadáver de la planta", meditando un momento. Y ahora los mosquitos. Tocaba rezar, pero yo ya estaba quemado. Tras librarme de los mosquitos, le miro, haciendo teorías en mi cabeza.

-Fonçinho, ¿te importaría hacer el favor de explicarme esto? -aunque no había hecho preguntas, pensando que esto sería una misión simple, al parecer había más complicación en esto.- Explícame cómo conoces tan bien el lenguaje cuando nos dijiste que hablaban un dialecto muy diferente, y que sólo habías ido un par de veces. Explícame por qué crees en la Diosa cuando sólo has ido un par de veces... Y esas ganas tan locas de probar el Yeye-ga... Como si quisieras ser uno más de ellos... -alzo la cabeza, con mirada de sospecho.- Aquí hay algo que no nos han contado. Y no quiero excusas. No me hagas tener que sonsacártelo.

Me cruzo de brazos.

-Tú sabes más de lo que nos cuentas.

- Mi madre era una Yamirogami, pero mi padre no, por mis venas corre sangre de los Yamirogami, pero no soy uno de ellos, me exiliaron junto a mi madre al nacer, quería probar la Yeye-ga para que me aceptaran como uno de los suyos, para que la Diosa me reconociera como un verdadero Yamirogami- explica Fonçinho mientras camina

Llegais al poblado de los Yamirogami justo cuando las últimas llamas del incendio provocado por el napalm se extinguen, en el centro del poblado aparece un soldado, aparece de la nada, materializandose. Está muerto, una lanza le ha atravesado y todavía la tiene clavada, chorreando sangre por la punta. Cada quince minuto aparece un nuevo cadaver de algun soldado con una lanza, el nivel del río a subido, por lo que podeis ver flotando los restos de los Yamirogami carbonizados y los soldados muertos por una lanza flotando por la superficie.

Fonçinho recita una plegaria en un idioma extraño, en el de los Yamirogami, seguis vuestro camino, veis a tres soldados vigilando la zona, de pronto uno de ellos grita, de la nada se ha materializado una lanza en su pecho, los otros dos soldados, gritan espantandos, muertos de miedo, escuchan vuestras pisadas y empiezan a dispararos antes de salir corriendo

Nathan recibio un disparo que le paso por la cabeza, llevandose parte del tejido, pero milagrosamente sin llegar a matarlo, pero cayó inconsciente, Jack recibio otro disparo en el abdomen, casi estuvo a punto de morir, estaba en muy malas conduciones

Aprieto la herida de mi abdomen y pienso:

Ya no podré pasar por un detector de metales tranquilo...

Me giro en el suelo y empiezo a dar tortazos suaves a Nathan:

-Despierta, despierta, todo ha sido un sueño, levántate que has de ir a clase Nathan...