Partida Rol por web

muy bien necesitamos atraerlos de algun modo, puedo utilizar un encantamiento, se llama sonido fantasma para crear un sonido puede ser de una mujer pidiendo ayuda o algo que se nos ocurra o al menos que la señorita Millicent se ofresca como carnada!!!??? que deciden lanzo el encantamiento??? o alguien tiene aguna otra sugerencia

doy un vistaso rapido para ver si hay algo que nos pudiera servir pero mi atencion esta completamente en mis compañeros y enemigos, por lo que no alcanso a persibir nada!!!

Intentáis que vuestras voces no se alcen por encima del silencio reinante mientras pensáis en un plan, más el nerviosismo de uno de los guardias provoca que su voz vuelva a alzarse una vez más.

-Oye, en verdad te digo que he oido algo por ahí-

La voz del compañero resuena nuevamente, esta vez con tono de exasperación

-Por ahí solo están las dichosas despensas que ya desvalijamos, será alguna maldita rata. No siguas dándome la vara.-

Un repentino silencio invade el lugar, como a la espera de algo. Sin daros cuenta, vosotros mismos os encontráis aguantando la respiración por miedo a que os vuelvan a oír. Pasa un minuto, dos.

-¿No se había encerrado un tipo en la bodega del fondo? A lo mejor ha salido y...-

La primera voz es cortada inmediatamente por el otro que, habiéndose acabado su paciencia, comienza a gritar.

-¡Le clavé una maldita flecha y vi como se desangraba el muy desgraciado! ¡Está muerto! ¿Me entiendes? ¡Bastante malo es ya estar aquí abajo con EL Torturador para tener que aguantar todas tus gilipolleces! ¿Quieres sabes qué coño era el ruido? Pues no toques más los huevos, ten lo que tienes que tener y ve a mirar tu solito. Cuando hayas acabado con el puto ratón, no vuelvas a abrir la jodida boca! ¿Me he explicado bien?-

Un nuevo silencio se adueña del pasillo, roto esta vez antes que el anterior.

-Pues creo que voy a ir a mirar- Sentencia el primer guardia

Vuestros nervios se ponen en tensión y vuestra mente se despabila de golpe al oír como el soldado se pone en movimiento hacia el pasillo en que os encontráis. A vuestro alrededor solo hay una despensa abierta, a un lado del pasillo, otra cerrada y la curva que hace el camino y que os oculta de momento de los ojos del guarda. Sus pasos resuenan cada vez más fuerte, tap, tap, tap, TAP...

ahi viene uno, devemos capturarlo con vida, si tienen oportunidad de someterlo aganlo

me meti al cuarto contiguo... e invito a los demas a esconderse

Millicent observa el proceder de sus nuevos camaradas con suma curiosidad. Quiere saber cómo se mueven, cuáles son sus puntos fuertes y sus flaquezas.
El plan de Nostradamus no la convence pero, por un instante, está a punto de seguirle la corriente y alzar una llamada de socorro bien femenina. No obstante, y por suerte para su amor propio, no es necesario; uno de los hombres se dirige ya hacia ellos, guiado por los susurros de sus compañeros.
Espada en mano, Millicent toma posición y espera a que el hombre entre en la camara.
Si todos atacan a la vez, es posible que el guardia perezoso ni siquiera se alerte.

Marcus desenfunda su espada y coge el escudo, después sigue a Nostradamus a la habitación y se prepara para el combate, sabía que no podían matar a aquel hombre, si querían sacar la información que necesitaban.

No podremos matarlo, pero entraremos en combate, algo que ya tenía ganas de hacer.

Regathix mira a uno y otro lado, estaba alterándose pomomentos, los echo recientes eran parte de tal alteración, unido a un grupo de gente que "odiaban a los de su especie" y el sentimiento de culpa por los actos de los de su raza hacía que se sintiese aislado y desorientado, pero el peligro por lo visto acechaba a la vuelta de la esquina y algunos empezaban a tomar posiciones, el no estaba a morir todabía y haría lo que hiciera falta para que eso no ocurriera, así que empuño sus armas y se preparaba para lo que aconteciera, mirando fíjamente la dirección de donde probendría aquella amenaza...

Os escondeis rápidamente al sentir al guardia avanzar. Ocultos tras la puerta abierta, esperais pacientemente, armas en mano, a que el guardia ignore vuestra presencia permitiendo pillarle desprevenido. Su respiración suena agitada y su paso es irregular, está claramente asustado. Su sombra se materializa frente a vosotros, proyectada por la luz de una titilante antorcha, indicándoos que lo teneis casi encima. Entonces aparece finalmente frente a la puerta, mirando hacia la oscuridad del pasillo, ignorando vuestra posición. Podeis ver el brillo de su espada centellear desde su mano y una antorcha en la otra, su cara no se vuelve hacia vosotros, sigue fija en ell pasillo. Está a punto de pasar, cuando de pronto se para en seco, quedándose totalmente inmovil. Aguantais la respiración durante unos tortuosos segundos en los que temeis que haya podido sentiros. Vuestros corazones se aceleran, os obligan ha actuar. Pero la razón os indica que debeis aguantar un poco más. Y os aconseja bien.

El guardia lanza un suspiro de alivio y se gira despacio para volver con su compañero. No os ha detectado. pero entonces algo ocurre. Al girarse, lo hace hacia el lado de vuestra despensa, lo que permite que momentaneamente pueda observar su interior. A pesar de vuestro intento de permanecer sime-ocultos, el estar con las armas desenfundadas os exponen totalmente ante él. Más para vuestro asombro, el guardia se queda paralizado en el lugar sin entender bien lo que está viendo. Pillado por sorpresa por esta imagen, os otorga unos segundos para actuar antes de que su cerebro lo haga, dando la voz de alarma.

Guilles se habia escondido junto con el resto del grupo dentro del almacen y se dio cuenta de la trampa sin salida en la que se habian encerrado, una mala jugada y podrian perder toda la ventaja de la sorpresa. Guilles respiro por un segundo considerando sus opciones:

El picaro corto uno de los broches de su chaqueta con la ayuda de la daga, y arrojo este al otro lado de la pared, en un intento de que el guardia se diera la vuelta al escuchar el ruido de este. Esperaria ese momento a que sus compañeros lo agarrasen y reduciesen con el suficiente silencio como para no alertar demasiado al otro guardia, aprovechando la situacion para salir de la habitacion a escondidas con el suficiente sigilo como para acercarse al guardia restante, y de ser posible atacarle por sorpresa y dejarle atontado para seguir haciendole daño.

Millicent se percata de la artimaña urdida por Guilles y, casi a la vez que éste lanza el broche, la joven se dispone a atacar sin más miramientos y con todo el sigilo del que es capaz de hacer acopio, que es más bien poco.
La habitación es estrecha y sus movimientos no resultan tan precisos como hubiese deseado.
¡Ojalá se gire y esto acabe sin que se arme mayor escándalo! -reza, a sabiendas de que las probabilidades son bastante escasas y de que es posible que su torpeza los haya puesto en peligro a todos.
No obstante, Millicente es tan velóz en su ataque que verdaderamente ho importa hacia donde mire el guardia, pues la suerte ya está echada...

DEMONIOS... el almacen es demasiado pequeño para todos!!!! pero el guardia ya esta sobre nosotros, todos esperamos el momento adecuado para realizar nuestros movimientos..... guilles hace su movimiento al igual que la señorita millicent... espero para poder actuar si es que es necesario despues de que se ataco al guardia, mientras ellos hacian sus movimiento yo me deslisaba intentando colocarme a espaldas del guardia para tomarlo del cuello y aplicar una toma de cuello llamada "Mataleon" intentando ejercerle precion al cuello con mi brazo izquierdo y haciendo palanca con mi brazo derecho solo para sofocarle y no para extrangularlo .....

El soldado que se encuentra pasmado frente a la puerta parece incapaz de reaccionar, como si su asustada mente no entendiera las sombrías formas que ve ante él dentro de la habitación y su cerebro intentara procesarlo sin éxito. No desaprovecháis la oportunidad. Iniciando Guilles el movimiento, el pícaro lanza el broche detrás del guardia lo que hace que la mirada del soldado se desvíe lo suficiente para que Millicent haga su parte. Tras un rápido gesto hacia Guilles, para que se mueva y se sitúe al otro lado de la puerta, la joven lanza un fuerte golpe con la empuñadura de su arma sobre la cabeza del guardia a fin de dejarle atontado.

Su compañero consigue atravesar el umbral sin que el guardia lo note, teniendo vía libre hasta el otro soldado que espera al final del pasillo. En ese mismo instante, el ataque de Millicent sobreviene, más al alzar el puño, su armadura cruje provocando que el soldado se alerte e intente esquivar el golpe. Millicent maldice para sus adentros tan torpe movimiento y teme que haya echado a perder todo el factor sorpresa. En cualquier otra ocasión pudiera haber ocurrido, pero por suerte, la estrechez del umbral de la puerta en donde se encuentra el guardia impide que este pueda moverse lo suficiente, sobreviniendo sobre él el contundente golpe.

Aturdido, se lleva las manos a la cabeza por el fuerte dolor que le ha provocado el impacto de la empuñadura de la luchadora. Tras agitarse un poco, levanta la cabeza y toma aire, dispuesto a dar la voz de alarma, más el grito nunca llega. El fuerte brazo de Nostradamus ahoga el sonido en la garganta del guardia mientras le sujeta con fuerza desde la espalda. El soldado intenta debatirse pero el aturdimiento provocado por el golpe hace que sus movimientos sean torpes e ineficaces. Vuestro plan a surtido efecto y el guardia es ahora vuestro prisionero. Solo queda uno y Guilles se dirige rápido hacia él.
Al llegar a la misma esquina en donde antes os detuvisteis, Guilles respira hondamente e inicia una carrera por el pasillo hasta su víctima. El pasillo es totalmente recto en ese punto y el guardia se encuentra plantado a unos 200 metros, quedando Guilles a un lado de este. Cualquier otra persona habría alertado al vigilante, pero Guilles, siendo experto en subterfugio, consigue abalanzarse sobre su presa sin que este tenga la menor oportunidad... o  eso pensaba.
A pesar de haber realizado un acercamiento perfecto, al lanzar su golpe, el destino ha querido que el guardia se mueva, girándose ligeramente hacia el lado contrario, por lo que el impacto, en vez de dar en el costado donde la armadura del guardia deja un hueco y que de haberle dado le habría privado de su aliento, golpea ligeramente la armadura  de metal, provocado un fuerte sonido y alertando a la víctima. El guardia gira su rostro hacia el de Guilles y al verle, abre mucho los ojos y tras dar un paso hacia atrás, desenvaina su espada y te mira amenazante.

-maldita rata, lamentaras lo que has intentado

En el pequeño almacén, un guardia intenta debatirse sin éxito ante la mirada de cuatro aventureros, en el pasillo, Guilles se prepara para defender su vida.

El soldado lucha contra mi e intenta liberarse de mi sumision pero es inutil, la toma por sorpresa mas la distraccion de Guilles y el golpe de aturdimiento de Millicent surtieron su efecto hasta que el soldado pierde el conocimiento, mientras tanto guilles se avalanza sobre el segundo guardia e inicia una batalla 1 a 1, al tener sometido al soldado muevo el cuerpo del soldado a un costado y hago una señal con la mano agitandola en direccion de guilles para que lo apoyen y me dirijo a Regathix en su idioma ayudame aqui por favor e intento inmovilisarlo y taparle la boca

La veloz carga y embestida contra el enemigo pareció ser una estupenda idea hasta el momento en que la suerte entro en juego e hizo que el guardia se moviera, perdiendo tanto el impacto del golpe como todo factor sorpresa.

-“Este son el tipo de cosas que no quieres que te pasen nunca…” se gruñe a sí mismo.

La extrema longitud del pasillo hacía imposible cualquier intento de esconderse, así que solo había dos opciones, hacia adelante o hacia atrás. El pícaro que estaba en posición de combate mirando a los ojos de su enemigo se dispuso a ganar algo de tiempo distrayendo a su enemigo:

“Vaya, creo que me he confundido de persona…¿Has visto a un mago con capucha roja, algo regordete y con barba blanca por aquí? ”

Dicho esto y consciente de que el guardia no habría bajado la guardia, Guilles pego un singular silbido en un intento de que alguno de sus compañeros pudieran deducir que era un aviso, y  aprovecho el mejor momento para comenzar una serie de estocadas que deberían acabar dándole la ventaja de posición a algunos metros como para decidir si seguir combatiendo o correr hacia sus aliados. Sin dejar de bajar la defensa y aprovechando la iniciativa por si tuviera que repeler algún futuro ataque, el pícaro se lanza contra el enemigo en un intento de sobrevivir.

Regathix se quedó medio inmobilizado, no sabía que hacer, si ayudar o no, sabía que lo miraban con recelo, aún así algo dentro de si le decía que debía hacerlo, debía entrometerce y ayudar a aplacar aquellos guardias par que no diesen la voz de alarma, pero  su lucha interna dentro de si mismo le impedía ejercer cualquier movimiento, estaba completamente desorientado, que pasos seguir y si sería lo correcto, la voz del tan Nostradamus le llegó de la lejanía al menos eso le pareció, lo miró con los ojos centrado en los suyos, pero no ejecutó movimiento ninguno a sus peticiones estaba petrificado, no entendía muy bien los conceptos que allí se estaban sucediendo, aunque se algo estaba seguro tarde o temprano debería defenderse y utilizar sus habilidades para bien o para mal, para defenderse contra los guardias... o tal vez contra los que llegó a aquel lugar extraño...

¡Ayúdalo! -susurro al acechador del fango, en común, pero llena de ímpetu, mientras señalo en la dirección en la que se encuentra Nostradamus con la cabeza-. Y iré a ver qué pasa afuera con Guilles.
Millicent se aproxima con cuidado a la salida del angosto cubículo e intenta oir o que está sucediendo en el exterior. Guilles es un combatiente silencioso, pero Millicent escucha su voz, sin llegar a entender sus palabras.
Sus movimientos son comedidos. No sabe lo que está pasando en el exterior, pero no parece que se haya iniciado una lucha aún. Por lo que decide esperar.

Marcus decide acompañar a Millicent, pues el otro guardia aun seguía en perfectas condiciones, saca su arma dispuesto al combate ya que llevaba un rato esperando que eso sucediera.

Por fin algo de entretenimiento, pensé que esto no iba a ser interesante.

Intenta escuchar lo que sucedía en el lugar donde estaba el otro compañero, escucha algo, parece que es su compañero el que está hablando, al ver que la mujer intenta ir con cuidado el intenta también hacer lo mismo, aunque nunca se le ha dado bien eso de ir con sigilo, aunque parece que esta vez la suerte está de su lado y no llega a hacer demasiado ruido.

Habiendo perdido la ventaja, Guilles se prepara para enfrentarse a su contrincante no sin antes hacer lo que tras hacerlo considera una estupidez, intenta distraerlo con el truco más viejo del libro, totalmente seguro de ueu fallará. Y sin embargo, su cara de asombro es mayúscula cuando ve que el guardia tuerce el gesto y exclama con furia.

-No intentes engañarme ahora con semejante tontería porque...- De pronto su expresión se torna en duda y sus pupilas se dilatan –...A no ser que te refieras a ese maldito mago, ¿como se llamaba? ¿Rag.. Rag...? bueno, como sea. Debería matarte aquí mismo, pero entiendo que quieras acabar a ese cabrón-

Por si su contestación no fuera ya sorprendente, ves que encima te da la espalda y señala a unas escaleras que tiene a su izquierda y cuyos empedrados peldaños ascienden a lo alto.

-Está encerrado en la biblioteca de esta fortaleza y... ¡Pero qué diablos estoy diciendo!-

Como si saliera de una especie de trance, se da cuenta del error que ha cometido, pero demasiado tarde, pues no queriendo desaprovechar esta segunda oportunidad, dirige un rápido ataque al mismo costado que se le resistió la primera vez. Esta vez su golpe no falla, hundiéndose a traves de la carne y a entre de las costillas, perforando el pulmón del desdichado guardia. Su rostro se desfigura en un grito ahogado por la sangre que ahora encharca su sistema respiratorio. Guilles puede ver la furia que rezuman los ojos del soldado mientras su cuerpo se desploma inerte en el suelo.  Y con un último gorgojo, el guardia expira abandonando definitivamente este mundo de los vivos.
En ese momento, Marcus y Millicent aparecen por la esquina y observan el cuerpo inerte del guardia y a un Guilles con el arma aun en la mano.  El pasillo se abre finalmente ante vosotros mostrando las escaleras que señalara el guardia en un lateral del mismo. El pasillo sin embargo no acaba, sino que se extiendo como una garganta de oscuridad, rota solo por las pequeñas antorchas que iluminan el lugar. No podéis deciros nada antes de que un nuevo grito inunde la sala, el sonido viene del fondo del pasillo.

Mientras tanto, en la habitación, el guardia capturado sigue forcejeando intentando librarse de la presa del mago.

-Asquerosos soldaditos de tempestad, os abriré en canal, os comeré las entrañas, me haré un abrigo con vuestras pieles y...- Durante un instante, su mirada se posa en Regathix y una sonrisa se dibuja en sus labios –Necios, no sabéis con quien compartís habitación. Vamos  sapo estúpido ¿a qué esperas? Acaba con este infeliz y matemos al resto- El prisionero no aparta la mirada del acechador del fango mientras habla. Está pidiendo Ayuda a Regathix.

La mente del pícaro solo tardo un instante en procesar la gran ventaja que acaba de ofrecerle el soldado al darse la vuelta y, sin escuchar ni una palabra de su explicación, dirigió el golpe mortal hacia la zona desprovista de armadura. Al escuchar un grito del fondo del pasillo, intenta otear algo en el horizonte, aunque parece demasiado oscuro.
Coge el cuerpo del soldado muerto por los pies y comienza a arrastrarlo en dirección a sus dos compañeros que acababan de aparecer tras la esquina:

-“Este ya no va a hacer nada...” Les dice en silencio mientras arrastra el cuerpo agazapadamente. “…Me imagino que habéis acabado con el otro, así que supongo que aun contamos con algo de ventaja…¿Algún musculitos me echa una mano?”.

Dicho esto se dirige con el cuerpo en dirección a sus compañeros, para esconderlo de alguna manera junto con el otro y proseguir con algo más de precaución.

El acechador miraba a aquellas dos personas que reclamaban su ayuda " Ayuda, a mi? Pero que está pasando, no entiendo nada... Sapo estúpido!!!???" poco a poco el acechado se acercaba a los dos amenazadoramente con no muy buenas intenciones, sabí o al menos creía que estaba allí por un propósito, pero ahora debía actuar con cautela, pues no podía fiarse de ninguno de aquellos seres, aún así su decisión debía de ser la más adecuada para él , así que levantó el brazó y lo dejó caer con su total fuerza en la cabeza del guardia capturado...