Partida Rol por web

Y como reaccionando a su voz, las criaturas inician su ataque. El torturador mira en la dirección de Guilles, dispuesto a vengarse del ataque que se ha realizado contra él. De un salto, evita la cama de faquir y se abalanza con ferocidad hacia la posición del pícaro, que ve como el torturador se sitúa al otro lado de la mesa, estira el brazo y sus fríos dedos se enroscan alrededor de su cuello. Inmediatamente, Guilles siente como lo levantan por los aires y es lanzado con fuerza contra la cama de faquir. El impacto es brutal y siente como los clavos penetran en la carne. El torturador lanza una risa malévola.

Las cosas habían suceido con rapidez y todos los demás habían actuado en la medida de sus posibiliedades, acertadamente o no, Regathix veía que debía actuar, pero la mejor opción era posicionarse en una situación ventajosa, y así lo decidió, corrió aprobechando que no había sido visto para ponerse detrás de la mesa para que le ofreciera su cobertura... Todo fue muy rápido y enseguida el enemigo actuó con presura y velocidad, Regathix no quiso perder la oportunidad y se lanzó al ataque de aquella criatura, no por salvar a sus compañeros, pues por el momento no sentía ninguna especial necesidad de hacerlo, pero si por su supervivencia, era un cazador nato pero sobretodo un superviviente...

mientras hablabamos Marcus y yo con la torturadora, unas especies de marionetas caen al suelo de los ganchos en la pared y se ponen en pie rapidamente Millicent y Guilles entran por sorpresa e inician el ataque yo observo como se desarrolla el combate recien iniciado, guilles incrusta una daga justo en la frente del torturador pero no parece tener efecto alguno y veo como el torturador da un enorme salto hacia Guilles lo toma por el cuello y lo lanza por los aires hasta una mesa con clavos NOOOO!!!! grito y decido actuar me muevo y acerco al centro de la sala y preparo un conjuro muevo mis brazos acumulando una especie de liquido verde de la atmosfera y al tener cierta cantidad toda la reuno en mi dedo de la mano derecha, me coloco de lado y pronuncio unas palabras en la antigua lengua de los dragones y lanzo una flecha de acido hacia el torturador esperando hacer el mayor daño posible...

Marcus, que ve como el ataque sobreviene rápidamente, decide actuar.

“Por fin algo de acción”

Con un rápido gesto desenvaina su espada y su escudo y señala a la marioneta que tiene delante con su espada.

-El único que debe preocuparte ahora...- Una llama arde en los ojos del guerrero -...¡SOY YO!-

Con este desafío, el enemigo queda marcado como blanco de su furia y decide desatarla inmediatamente. Con un rápido movimiento del brazo, Marcus agita la enorme espada con increíble soltura y la descarga sobre su enemigo, pero no queda solo así, sino que rápidamente le landa otro golpe, seguido de un tercero, un cuarto, una lluvia de golpes llueven sobre el rival.  El motivo es simple y así lo expresa el luchador a su compañera que está al lado

-Ahora, mientras le distraigo, sitúate a su espalda y lo tendremos flanqueado. Acabemos rápido con esta muñeca de trapo y ayudemos a nuestros compañeros-

Por dentro, Marcus espera que su lluvia de golpes distraiga lo suficiente a su rival para impedir que la atención del enemigo pueda dirigirse a la compañera.

La acción transcurre velozmente, tras el ataque de Millicent, Marcus realiza el suyo con éxito, asestando duros golpes a su rival y permitiendo el desplazamiento de la joven luchadora. Los ataques del guerrero son arrolladores y la marioneta lucha en vano por evitarlos, más nada puede hacer contra la incesante marea de hierro que están lanzando contra él. Cuando Millicent termina su movimiento, Marcus detiene su ataque y adopta una posición defensiva, observando al rival que tiene delante. A pesar de su inexpresivo rostro, los enormes tajos provocados por el guerrero muestran el interior de arena que empieza a desparramarse por el lugar, sin lugar a dudas, el ataque combinado de ambos luchadores ha dejado al enemigo maltrecho.

El ataque de nostradamus surca el aire de la sala listo para impactar, pero un rápido movimiento del torturador evita el impacto. Sin embargo, aunque la flecha ácida no impacta, esta estalla justo al lado del enemigo que recibe con sorpresa el baño de dolor, aunque dicho dolor no se expresa en el rostro inerte de la criatura. Independientemente, se peude ver como el ácido comienza a corroer lentamente la piel muerta del enemigo.

Por su parte, Regathix penetra velozmente en la habitación, solo para ver como uno de sus acompañantes es lanzado por los aires contra una de las mesas de torturas. Siendo el combate el único sitio donde se siente a gusto, el acechador del fango decide arremeter contra esa extraña criatura llamada “El Torturador”. Dejando libre su rabia interna, intenta descargar su más feroz ataque contra la extraña criatura, pero sorprendentemente, esta esquiva el golpe que tan solo le rasga un poco en un costado. El enemigo lo observa con sus inexpresivos ojos. Decidido a no permitir que su ataque sea en vano, libera las fuerzas de su interior y desata sobre su enemigo una marea de destrucción en forma de dos rápidas hojas asestando dos veloces golpes. Por suerte, el primero impacta sin problemas a pesar del fallo del primero y su filo se hunde hondo en la pierna del ser, en un tajo ascendente que, increíblemente, cercena la pierna del rival. El miembro da varias vueltas en el aire antes de caer al suelo. La pérdida de la pierna no parece preocupar a El Torturador, aunque podeis notar que sus movimientos son algo más lentos, está ralentizado.

Las marionetas hacen  sus movimientos con increíble velocidad. La marioneta que se encontraba situada cerca de Nostradamus, en el extremo sur de la sala, se abalanza sobre el mago y salta sobre él con los brazos extendidos buscando aferrarse al cuerpo del hechicero. Su cuerpo brilla con una luz ambarina que parece irradiar de cada fibra de la criatura. Su vacio rostro está puesto en su oponente, con aquella macabra sonrisa artificial dibujada en su rostro.

La marioneta que se encontraba en el sur-oeste, alejada del combate, se lanza presta hacia Regathix y Millicent, situándose junto a estos dos, dejando así a la señora de la guerra flanqueada. Ambas marionetas, la recien llegada y la que atacaran Millicent y marcus, se sacuden como en una especie de risa victoriosa y de pronto, ambas empiezan a girar sobre sí mismas, con los brazos extendidos, dañando con sus cuchillas todo lo que tienen a su alrededor.

El ataque de Regathix pilla de sorpresa a “El Torturador que lo observa con sus vacios ojo. A pesar de la inexpresividad de su rostro, se puede adivinar un atisbo de curiosidad por el luchador que la ha atacado.

-In-te-re-san-te- La voz suena hueca y entrecortada, como si viniera de un lugar lejano –Es- la- primera- vez- que- veo- al-go- t-an- curio-so- Una sonrisa se dibuja en el rostro del enemigo -¿Qué- te- moti-va?-

Un torrente de sangre emana de la pierna cercenada, más el chorro remite abruptamente y unos hilos invisibles cosen la herida con increíble velocidad. Con la herida curada, a pesar de la falta de la pierna, El torturador recupera su voz cavernosa

-¿Acaso buscas negar tu propia naturaleza?-

-Espero que no te importe si mientras me contestas...- Con un rápido movimiento, el rival da un salto y se sitúa frente a Regathix, con una de sus marionetas a la espalda. El merodeador de fango se encuentra flanqueado -¡...Jugamos un poco!-

Una energía azulada brota de los dedos de la criatura que lanza un violento zarpazo descendente desde el pecho hasta el abdomen con la intención de de partir a Regathix por la mitad. Mientras ataca, su vacía voz resuena de nuevo.

-¡Tú la llevas!-

La marioneta se abalanza sobre Nostradamus, pero tan solo necesita un rápido movimiento para esquivar a su rival evitando así el ataque. La marioneta cae al suelo con un ágil movimiento quedando en una posición agazapada. Sin mover el cuerpo, la cabeza se gira hacia el mago y lo mira. Entonces se pone en pie de un salto para lanzarse nuevamente contra su oponente.

Las otras dos marionetas comienzan a girar convirtiéndose en sendos tornados de mortal acero que comienzan a cortar la carne de Millicent y Regathix, quienes, a pesar de sus intentos, reciben varios impactos en sus cuerpos. Marcus, sin embargo, interpone su escudo entre los filos asesinos y él, evitando que el ataque tenga efecto alguno sobre su persona. Tras unos instantes de dolor, las marionetas se detienen y se preparan para lanzar un nuevo ataque.

Por su parte, el torturador sonríe al ver como su energía atraviesa la dura piel del merodeador, dibujando una linea de color púrpura por la sangre que empieza a emanar de la herida.

-Como si fuera mantequilla-

Este ataque, que sobreviene justo despues del de las marionetas, dejan a Regathix con importantes daños sobre su cuerpo, está maltrecho.

El ataque al torturador, el asalto de regatix a esa bestia inexpresiva la pierna volando!!! parecia que teniamos la victoria de nuestro lado... pero las marionestas que parecian inmoviles realizan sus movimientos con una agilidad increible lanzando sus ataques, yo alcanzo a esquivar el ataque de una de ellas y veo como las otras dos atacan a mis compañeros, siendo Marcus el unico que pudo evitar el ataque, el torturador mienrtras tanto, se curo de manera isofacta y se movio tan rapido que lanzo un ataque sobre Regatix, mis reflejos me hicieron actuar rapidamente esquivando a la marioneta que se abalanzo sobre mi intentando atraparme, el ataque de la marioneta provoca que deje mi posicion dando un salto lateral mientras saco mi varita en el aire, observo la situacion forzandome a realizar un analisis velos para tomar la mejor desicion para el grupo, viene a mi mente un solo hechizo que  creo nos pudiera dar ventaja, por lo que busco tener el mejor angulo para lanzar mi hechizo, y me muevo un poco mas hacia la posicion donde se encuentra Guilles, de manera dramatica Comienzo a sacudir mi varita en contra de las manecillas del reloj  en circulos pequeños, una luz con un fuerte resplandor empieza a acumularce en la punta de la varita, miestras realizo mi movimiento, cuando acumulé la energia suficiente, lanzo mi hechizo en contra las marionetas ESFERA FLAMÍGERA!!! ....  Una esfera de fuego sale proyectada de mi varita buscando impactar a las marionetas que atacaron a Millecent, regatix y a mi

Por un momento, el mundo de Millicent se vuelve de color rojo, a causa del intenso dolor que le provoca en ataque combinado de las marionetas. Sus cuchillas traspasan su piel, haciéndola sangrar profusamente. Poco puede hacer por defenderla del daño su ligera armadura de cuero…
¡Vamos, vamos, vamos! -se dice a sí mima, tratando de mantener la compostura.
Está rodeada y malherida. Tiene que salir de ahí y sabe que no podrá hacerlo sin llevarse un nuevo golpe.
Con cuidado, retrocede hasta colocarse frente a la segunda marioneta, flanqueándola contra el maltrecho Regathix.
Vas a caer tan rápido como tu enclenque compañero -exclama, a sabiendas de que la primera marioneta aún no esta vencida. Pero espera que poco le falte y que esta sea consciente del malestar de su aliado.
De todos modos, sus palabras son lo de menos, lo verdaderamente importante son los segundos de distracción que su movimiento y su alarido provocan en el ser. Tiempo justo para que el acechador pueda atacar:
¡Regathis, acaba con esta infame creación!

La situación era tensa, la marioneta ganaba de calle y mis compañeros parecían fatigados y muy heridos. Tenía que ponerme en marcha o no llegaríamos a ver otro amanecer. Se alzo de la cama y busco una posición clave, para poder ayudar a sus compañeros.
-Compañeros no le demos gusto, frío y letal acero.

Marcus para con su escudo el ataque de la marioneta. Cuando esta se detiene Marcus prepara su ataque hacia el enemigo. - ¿Estos bichos no caen? – No se lo preguntaba a nadie en concreto, pero parecía complicado que ese ser se mantuviera en pie después del ataque recibido anterior mente. – A ver si ahora es mejor…- Marcus lanza un espadazo intentando destrozar la marioneta.

Regathix había recibido un duro golpe, y lo resintió mucho en su cuerpo, abrió los ojos como platoa cuando lo recibió pues no pudo nada para evitarlo, aprobechó la oportunidad de golpear a su adversario cuando Millicent le dio esa oprtunidad con su ataque, después de golpear a la criatura se desplazó a su lado para fortalecer su cuerpo concentrándose en ello y establecer una posición defensiva más efectiva... debía ser más inteligente que su rival...

El combate trascurre con velocidad. Tras haber evitado el ataque de la marioneta, Nostradamus se aleja de la misma en busca de una mejor posición de ataque aun a riesgo de recibir el ataque de esta al alejarse, confiando es sus habilidades para evitar el envite. Y no se equivocaba, al iniciar el movimiento, puede ver la cuchilla de la marioneta descender diagonalmente sobre su cuello y con ello, realizar un pequeño gesto con la mano para desviar el ataque que parece rebotar contra una barrera invisible en su mano. Finalmente llega donde quiere, junto a Guilles que se ha puesto en pie de la mesa con grandes heridas por todo el cuerpo por culpa de la mesa de tortura. Sin embargo, no se detiene a preguntar a su compañero que tal se encuentra pues puede ver que está bien y son otros los que necesitan su ayuda. Haciendo acopio de todo el poder que tiene en su interior, el mago conjura una enorme esfera de fuego que dirige veloz hacia la marioneta que antes le atacara. El ataque resulta infructuoso, más la esfera ardiente se mantiene en su posición, como un muro de llamas que le separa del peligro inminente.

Millicent se mira las heridas provocadas por las marionetas que la tienen flanqueada. Sabiendo que está en desventaja, decide optar por el mal menor y arriesgarse a separarse del enemigo, aun a sabiendas de que el enemigo aprovechará para atacarla. Más no hay otra opción. Girando sobre si misma, inicia la marcha y levanta su espada justo a tiempo de desviar el golpe lanzado por la marioneta que tuviera a su derecha. Evitado el ataque, nada la impide colocarse en una posición ventajosa y preparada para terminar el combate. Su vena oficial nace y una orden surge de sus labios, una orden de ataque para Regathix.

El acechador del fango no duda en obedecer y su filo desciende con ferocidad sobre aquel ser que le creía derrotado. Sus espadas se clavan en ambos hombros del ser que observa sorprendido el ataque. Tras esto, Regathix hace acopio de sus energías para encontrar la fuerza necesaria para seguir después de la herida provocada por la criatura. Al sentir como la vida parece volver a su cuerpo, decide replantearse la estrategia y decide optar por convertirse en una torre infranqueable.

Marcus desata su filo sobre la marioneta que tiene delante con un hábil movimiento que impacta fuertemente contra el abdomen de la marioneta. Esta no tuerce un ápice el gesto, sin embargo, un chorro de energía brota del interior de la criatura y se empieza a desparramar. Al mismo tiempo que pierde energía, los movimientos de la marioneta se ven entorpecidos y los aventureros pueden intuir que está casi acabada. 

Sin embargo, las marionetas no parecen dispuestas a rendirse y tras una silenciosa orden de su maestro, las figuras se lanzan nuevamente al ataque, sin embargo, aquellas cercanas a la esfera convocada por Nostradamus, reciben antes de moverse un fogonazo de llamas que les produce quemaduras.

La marioneta que está tan malherida se agita entre espasmódicos movimientos, la energía escapa de su interior y parece que vaya a caer en cualquier momento, sin embargo, no parece que vaya a rendirse sin luchar pues con sus últimas fuerzas se abalanza sobre Marcus y se aferra con fuerzas al cuerpo del guerrero. Este intenta esquivarlo pero le resulta imposible, sintiendo los fríos brazos del rival apretándole duramente. La energía sigue desparramándose sobre el suelo y el guerrero cuando de pronto esta misma magia se prende fuego y una llama brillante estalla en todo el cuerpo de la criatura que comienza a deshacerse, empapando de aquel icor llameante a Marcus. Las quemaduras provocadas son terribles y Marcus no puede evitar gritar de dolor. Tan solo dura unos instantes, pero cuando todo acaba, Marcus se encuentra herido a pesar de que la armadura parece haber absorbido la mayor parte del daño. Mirando el lado positivo, ahora es una marioneta menos la que queda y queda claro qe no pueden dar segundas oportunidades, deben acabar con ellas rápidamente antes de que decidan inmolarse.

Por su parte, la marioneta que atacara a Nostradamus mira al mago y sin moverse del sitio, comienza a agitar los dedos. El motivo de que lo haga no tarda en mostrarse, pues la cadena que el hechicero tiene frente a él, se agita un instante para después abalanzarse con fuerza sobre él. Tan solo tiene un instante para agacharse antes de que la cadena golpee el punto donde antes estaba su cabeza. Sorprendido esta vez de la suerte que ha tenido, ve como la marioneta le observa inmutable, más en su interior siente que la criatura ruge de rabia. Hasta ahora, ha podido eludir todos sus ataques. La ve mirar las llamas de su esfera y entonces esta se aleja de la bola para lanzarse hacia el mago y Guilles.

Finalmente, la última marioneta golpea las cuchillas que tiene en ambas manos de manera amenazadora y tras girarlas de una manera imposible sobre sí mismas, lanza un contundente ataque directo contra Millicent. El impacto de la cuchilla es brutal y atraviesa la fina capa de cuero con que protege su cuerpo la mujer. La sangre empieza a brotar de la herida. A pesar de la sangre, la herida no es demasiado profunda.

-Así que eres callado ¿eh?- le dice El Torturador a Regathix con tono gracioso. –Eres muy aburrido y no me gusta aburrirme, que tal si...-

La criatura alza sus dedos y los extiende en dirección del acechador del fango. Entonces comienza a agitarlos mientras una luz verdosa ilumina los vacios ojos del ser. Regathix puede ver demasiado tarde lo que ocurre, pues siente como una extraña presencia intenta penetrar en su mente, como cientos de hilos enredándose con cada fibra de su ser. Intenta mantenerla fuera de su cabeza pero la presencia se abre paso por todo su ser, haciendo que una extraña sensación como de flotar le inunde. Entonces se siente en el vacío, ve a través de sus ojos, pero ya no es dueño de su cuerpo. Ahora es otro el que lo controla.

Siente como una voz le ordena avanzar, unos pocos pasos, para situarse junto a millicent, entonces su brazo se alza y desciende sobre la mujer que, sorprendida, ve el arma de su compañero caer sobre ella sin que pueda esquivarlo.

Una risa eufórica inunda la sala, nace de El Torturador.

Mientras tanto, en el interior de la cabeza de Regathix, una voz muy distinta, seria y carente de sentimientos le habla.

-¿Por qué haces esto criatura? ¿Acaso has olvidado tu sitio? ¿Tus orígenes oscuros? Vuelve con nosotros, olvida todas esas dudas que inundan tu corazón. Luz y oscuridad no tienen cabida en tu cuerpo, desecha la luz, vuelve con los tuyos-

Situación actual, comienza la siguiente ronda

Viendo como la situacion se pone color de hormiga, devemos de tomar las mejores desciciones para salir de esto, cuando derrepente alcanzo a evadir un golpe de la cadena que se encontraba sobre mi cabeza con un movimiento agil de cintura y moviendo mi cuerpo hacia un lado Maldita aberracion... pagaras por esto!!! veo de reojo como Marcus es atacado por la marioneta en una explosion, la cual parece haber dañado a nuestro compañero pero sigue en pie, tambien Guilles aunque herido, dispuesto a no darles cuartel a estos montruos... derrepente siento como un poder ajeno que emerje del torturador, sale y se introduce en la humanidad del asechador y controlando los movimientos de este ser maldito, mientras no puedo hacer mucho para ayudar a la bella Millicent quien es el centro de la mayoria de los ataques... mientras tanto, me concentro en mantener la esfera, me dirijo a mis compañeros Guilles flanque a la marioneta y acaba con ella!!! Millicent intenta salir de ahi y recobrar energias e intenta cambiar con Marcus mientras espero el siguiente ataque de mi adversario, concentrandome para evadir lo que venga de el...

La situación se torna peligrosa. No se ven muchas salidas al combate y la marioneta parece tomar más ventaja.
-No le deis cuartel.
Con un grácil movimiento hunde su florete en la marioneta que tiene más próxima.