Partida Rol por web

Apocalipsis Guisante

1.d) Gregor Johann Mendel:

Cargando editor
20/12/2008, 00:10
Director

El Guisante Suizo ni siquiera te mira, no pestañea y no hace amago de moverse. Permanece quieto como una estatua - "Otro panoli que quiere hacerme picar para que me mueva. ¡Ja!, pues no lo va a conseguir"

Cargando editor
20/12/2008, 16:04
Gregor Johann Mendel

Anonadado que me quedo, pero vamos, totalmente A NO NA DA DO ante la actitud del guardia, que parece no entender lo importante de mi misión.

Aunque la verdad es que tampoco yo se cual es esa importancia, claro.

Miro fija y friamente a la cara del guisante sin que me amedrante la enoooorme alabarda que porta.

¿usted no sabe con quién está hablando, verdad?

¿usted se da cuenta de que por su negligencia ante un cargo eclesiástico cómo yo, la humanidad guisantil se puede poner en peligro?

Ya me está dejando pasar ahora mismo si no quiere que le monte un pollo impresionante y haga que sus superiores le destaquen a limpiar las letrinas del hospital de leprosos.

Y esto no quedará así, ¿cual es su número de placa?

Cargando editor
21/12/2008, 15:12
Director

El Guardia sigue quieto como una estatua.. un leve tick en su parpado y una gota de sudor corre por su sien deslizándose por la mejilla, pero no hace amago de moverse mientras le sueltas el sermón, intentando evitar mirarte de reojo. No dice ni hace nada. El que está al otro lado de la entrada tampoco.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 2d6
Motivo: Percepción Mendel
Resultados: 1, 5

Cargando editor
21/12/2008, 15:20
Gregor Johann Mendel

Observo cóm el Guardia parece permanecer ausente ante mi sermoncillo, pero veo cómo comienza a sudar, por lo que deduzco que la amenaza que se cierne sobre sus espaldas en caso de moverse, es superior a la que yo le he dado a entender.

Observo, no obstante, que el guardia tenga los oidos libres, no fuera a ser que estuviera escuchando música con unios cascos y no me estuviera oyendo ni pizca.

Una vez comprobado que el guardia me oye perfectamente (excepto que sea completamente sordo, pero no estudié para otorrino), me dispongo a acrecentar mi amenaza.

Vaya, muy bien, ¿con qué esas tenemos? Aquí me tienen ustedes quietecito deelante de la puerta y sin que nadie me indique hacia quien me trengo que dirigir. Me parece perfecto. ¿Pero ustedes se creen que ese es un comportamiento digno de uno guisantes pertenecientes a un cuerpo de élite? stedes, además de cumplir órdenes, deben de saber interpretarlas. Todo es interpretable, y si la orden es que se estén quietos ante los turistas que quieren putearles, pues perfecto. Pero tambien deben de darse cuenta de que cuando se solicita su presencia por parte de un miembro de la Comunidad del Guisanticano, cómo yo lo soy, entonces le deben de prestar la debida atención y servicio. ¿hasta ahí lo han comprendido?

A ver, estoy pensando que para mi próximo experimento genético voy a necesitar un par de guisantes robustos y fuertes para experimentar con ellos. Y observo que ustedes dos responden perfectamente a los requisitos de esas dos plazas; así que están quedçándose con toooooodas las papeletas para que les toque dicho puesto, por otra parte importantísimo en la mejora genética del guisantus comunis.

Me parece que una vez haya hablado con Su Guisantidad, pediré su traslado al laboratorio. Estoy seguro de que mi colega en la fase de experimentación con especímenes más o menos vivos, el profesor Josef Mengele, estará contentísimo de que le mande a ustedes dos cómo personal voluntario para sufrir la experimentación.

Y ahora, ¿me van a decir si puedo o nop pasar y hacia donde tengo que ir.

He recibido una llamada esta mañana, y tengo audiencia con Su Guisantidad...

GRRRR...

En tiempos de Guisantín XXVIII estas cosas no pasaban...

Puñetero Concilio de Guisanticano II...

Cargando editor
22/12/2008, 03:01
Director

Tras tu largo sermón amenazante en el que gesticulas como un epiléptico ante las narices inamovibles e impasibles de los dos guardias, en el que bombardeas sus rostros con pequeños misiles de saliva que salen de tu boca ante tus enfáticas palabras, tus ojos caen en la cuenta del cartel que hay tras ellos y en el que no te habías fijado hasta ahora. En el pone: Bienvenido al Guisanticano. Para cualquier consulta diríjase a la ventanilla de Recepción (de frente nada más cruzar la puerta principal). No moleste a los guardias, están vacunados pero tienen mal carácter y no les dé de comer, se traen su propio bocadillo. Gracias.

Cuando terminas de leer el cartel te das cuenta de que una sombra te tapa la luz y al alzar la vista ves que los guardias están junto a ti, mirándote desde arriba, alabarda en mano y con cara de muy, muy, muy pocos amigos.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 2d6
Motivo: Percepción Mendel
Resultados: 5, 2

Cargando editor
23/12/2008, 00:02
Gregor Johann Mendel

Sonrio y pongo cara de guisante bueno e inocente.

Ups...

Jejeje...

No os vaís a creer, muchachos, lo que acabo de ver...

Dejo el hatillo un momento en el suelo, lo abro y saco la cámara de fotos. Me coloco en medio de los dos robustos guardias tras darle la cámara a un muchacho de uno de los colegios que hoy tienen visita concertada para que me saque la foto entre los dos guardias.

Una vez sacada la foto, recojo todo otra vez, tras recuparar la cámara, y me adentro en el edificio, dirigiéndome a la recepción.

Cargando editor
23/12/2008, 12:54
Director

Tras la sesión de fotos, el hermano Mendel entra en la recepción del Guisanticano un poco mareado y tambaleante, lleno de moretones y golpes, sangrando por la nariz y con algún diente menos. Nunca pensaste que una sesión de fotos pudiese ser tan dolorosa, al menos tienes una bonita sucesión de acontecimientos para la posteridad.

Tras un mostrador del amplio recibidor hay una joven y hermosa recepcionista, que sonríe automáticamente al verte - Bienvenido al Guisanticano. ¿Le puedo ayudar en algo hermano?

Cargando editor
23/12/2008, 13:45
Gregor Johann Mendel

Buenas tetas...

Digo, buenos días.

Dejo de mirarle el escote a la guisanta mientras escupo otro de mis dientes.

PFFFT...

Verá, soy el hermano Mendel, y he sido reclamado para una entrevista con su Guisantidad. Me han enviado un raudo transporte al monasterio para llegar aquí lo antes posible, y heme aquí.

Cargando editor
23/12/2008, 14:09
Director

Hermano Mendel.. hermano Mendel - dice la recepcionista sacando la lengua mientras repasa la agenda - Oh si, aquí está. Su Guisantidad le espera en media hora.. ha venido usted pronto. Ahora está reunido con unos niños del coro de los Guisantos Gregorianos, pero no tardará mucho en recibirle. Debe tomar el ascensor, ese de allí... - dice la recepcionista - e ir al sexto piso, la sexta puerta de la derecha y espere su turno en la sala de espera, toque seis veces antes de entrar cuando sea su turno. ¿Necesita que le acompañe? - pregunta con una sonrisa encantadora la recepcionista.

Cargando editor
23/12/2008, 14:20
Gregor Johann Mendel

¿sexto piso, sexta puerta a la derecha, y llamar seis veces. No creo que sea muy dificil, señorita.

¿y se refiere a la sexta puerta a la derecha según salgo del ascensor, o a la derecha muirando hacia el ascensor?

¿y para llegar al sexto piso, tendré que marcar el número seis en el ascensor, verdad?

la cuestión es que eso de los tres seises me viene a la cabeza, pero no se porqué... ¿será mi número de teléfono?

Cargando editor
23/12/2008, 14:38
Director

Si, pulse el número 6 en el ascensor y según salga la sexta puerta de la derecha, entre y espere su turno, después toque 6 veces antes de entrar a ver a su Guisantidad - dice la recepcionista - Le dejaré el mensaje de que ha llegado usted hermano Mendel.

Cargando editor
23/12/2008, 15:10
Gregor Johann Mendel

Mirando descaradamente el escote de la muchachilla...

Muy bien, señorita, para allá que voy. Muchas gracias, muy amable...

No cómo esas alimañas que vigilan la entrada...

Gñ...

Y me voy para el ascensor, donde pulso el 6 para subir hacia mi cita.

Cargando editor
23/12/2008, 22:48
Director

Entras al ascensor y pulsas el botón con el número 6. Las puertas se cierran y una músiquilla comienza a sonar por los altavoces mientras el ascensor se pone en marcha y comienza a subir los seis pisos.

Finalmente el ascensor llega a su destino y las puertas se abren, ante ti se extiende un corredor de moqueta roja, paredes blancas, lamparás lujosas y cuadros de todas las Guisantidades anteriores. Entre los cuadros ves una serie de puertas a izquierda y a derecha. No ves a nadie en la zona.

Cargando editor
23/12/2008, 22:56
Gregor Johann Mendel

Según salgo del ascensor, miro hacia la puerta del mismo para comprobar si no me he confundido y me he bajado en otra planta.

Camino por el pasillo y voy contando las puertas del lado derecho mientras paso delante de ellas.

uuuuuuuuuuuuuna, doooooooooooooos, treeeeeeeeeees, cuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaatro, ciiiiiiiiiiiiiiiinco yyyyyyyyyy seis

Me paro ante la sexta puerta y la abro.

Cargando editor
23/12/2008, 23:38
Director

Abres la puerta y ante ti se presenta una gran sala, un recibidor amplio de suelo enmoquetado, tapices y columnas de mármol. Lamparas de araña cuelgan del techo iluminando la estancia la cual también tiene grandes ventanales por los que se puede ver el gran patio del Guisanticano. Una serie de sillones de aspecto cómodo se hayan junto a las paredes a ambos lados de la puerta. En uno de ellos hay una anciana monja haciendo calceta mientras espera su turno. Encima de la puerta puedes ver un letrero electrónico con el número 664 y junto a la puerta un dispensador de tickets.

Cargando editor
23/12/2008, 23:51
Gregor Johann Mendel

Doy educadamente los buenos días a la monjita inocente que está ya esperando en la sala.

Buenos días, hermana. Hay que ver lo cambiado que está esto desde la última vez que estuve aquí.

y me acerco a coger mi ticket, para que nadie se me cuele.

Cómo supongo que me toca el 666, pregunto en voz alta.

¿quién tiene el 665?

Cargando editor
24/12/2008, 13:58
Director

La anciana monja sonríe con una boca desprovista de dientes, te mira y asiente como diciendo que es ella la que tiene el 665.

Cargando editor
26/12/2008, 18:27
Gregor Johann Mendel

Miro a la inocente monjita.

Pues a ver si tenemos suerte y nos toca pronto la vez, hermana.

¿qué la trae por aquí? ¿algo importante?

Cargando editor
27/12/2008, 02:59
Director

La monja levanta la vista otra vez y se señala los labios enseñándote los morros como si te fuese a dar un beso y niega con la cabeza.

Cargando editor
27/12/2008, 04:01
Gregor Johann Mendel

Bajando la voz...

Ahhh, que tengo que estar callao...

Pues dificil lo veo, hermana, que despues de tantos años de trabajo solitario en el laboratorio, he desarrollado la habilidad de estar siempre hablando, aunque sea conmigo mismo. Es que es una manera de combatir unos estudios y un trabajo tan aburrido cómo el mío, ¿sabe?