Partida Rol por web

Como, porque.... cuando? No tenia importancia. 

Estando alli solo podia sentir como algo tiraba de mi cintura percatandome de que la cuerda halaba de mi hacia una fosa infinita que olía a muerte. Al llegar al borde solo pude ver cual era mi nefasto destino.

León en la otra punta de la cuerda no parecia conciente y su peso muerto era muy superior a mis fuerzas que mermaban muy rapido. Era el o los dos y aunque detestaba morir por alguien como tendria que dar lo mejor para resistir.

- Joder noooooo, Leon ayudame!!!!!

Mi mano se clavo en el suelo arañandolo, estaba segura que perderia alguna uña pero no me importo. 

- No puedo mas......  LEON!!!!!

Su peso me arrastraba cada vez mas a la nada. No tenia donde sujetarme, no tenia nada con que ayudarme solo esa puta navaja que me liberaria de mi dolor y mi peso dejando mi conciencia sucia.

- Nooooooooo,  no puedo resistir mas.......

Mi mano sujetaba la navaja mientras tiraba hacia arriba, mis piernas temblaban luchando para sostenerme antes de caer tambien y mi otra mano dolia horrores por arrastrar ambos pesos en el suelo. 

-Capullo desagradecido. -Pienso al escuchar las arrogantes palabras del Gobernador. Se cree autosuficiente y eso algún día será su fin.

Solo una cosa- respondo. -¿Quién hablará por tí como tu lugarteniente ahora que León no está?.

Cada vez te cuesta más aguantar el peso de León.

¿Te estás presentando al casting? Joder.

- León es un tipo duro. No le des por muerto tan rápido Umbral.

De repente un lacayo interrumpe en el despacho. ¡Ha vuelto Muro!

El Gobernador se levanta para recibir a uno de sus soldados, uno de los chicos de León. ¿Te quedas a cotillear la conversación o prefieres largarte de la estación de Chamartin?

Bien. -digo al Gobernador, esperando que esté en lo cierto sobre la dureza de León. Me retiro ligeramente dando unos cortos pasos hacia atrás dejando vía libre al lacayo...

Al salir de la habitación te encuentras a Derringer algo desorientado, como si intentase buscar la salida de San Rafael.

Nuevamente regresaba de la nada. Esa nada que te absorbia el cerebro asi como tu fuerza vital sin mas esperanza que la muerte esperandote. Pero estaba viva. Y Leon habia muerto por mi debilidad, tal vez si hubiese podido con su peso, tal vez si hubiese tenido donde agarrarme, tal vez....

La sensacion de culpa no era comparable con nada y solo podia levantarme para acercame a su cuerpo y corroborar lo que ya sabia. 

Leon yacia sin vida sobre la camilla. 

- Lo siento.... suspire.

Sin mirar a los demas cai sobre una silla completamente exhausta por lo que habia pasado mientras organizaba mis ideas.

- Maldito Smail.... suspire.

Solara me trajo algo caliente de beber que le agradeci con una dulce sonrisa ya que era justo lo que necesitaba. Luego con Splinter pude corroborar que al parecer estaba bien.

- Que paso? Le pregunte a ambos.

Los esfuerzos de Splinter por realizarle un masaje cardíaco son infructuosos. La hemorragia era demasiado grande y seguramente tenía perforado un pulmón. Ha muerto el lugarteniente del Gobernador en vuestra clínica, genial, seguro que se pondrá muy contento con la noticia.

Una vez más relajados tras comprobar el buen estado de Jade y tomando unas bebidas calientes, tu mentor responde.- Eso me gustaría saber a mí. Cuando llegué no había más que gente alrededor de León y de ti y la cosa pintaba muy mal. Estábamos ayudando al resto de pacientes que han notado una gran mejoría con el antídoto a base de alcachofa...No sé cómo hemos terminado así, Jade. No lo sé...

Se le nota triste por perder a un paciente...Y por las posibles consecuencias...

Muro explica al Gobernador lo sucedido, confirmando tu versión y además añadiendo los datos de la noche anterior. Estuvieron detrás de Titán y le convencieron para que les diesen algunas Esmeraldas; confiaban en que se le acabase el material y fuese a por más y así cazar a su suministrador.

Pero cometieron el error de probarlas.

Y justo cuando se recuperan, se encuentra a León acuchillado en una habitación junto a Jericho y Smail. ¡Son traidores! Exclama. Pero el Gobernador intenta calmar ánimos y levanta un brazo para que se haga el silencio entre sus lacayos.

- Tripas cometió un error y lo ha pagado. No debió tomar unas drogas no autorizadas.- Mira a Muro para que se de por aludido también.- Pero somos una familia...¡Y nadie ataca a mi familia! ¡Quien toca a uno de mi familia, me toca a mí!.

Se escuchan vítores.

- Debemos acudir de inmediato a San Rafael. León necesita a su familia. ¡Os necesita!- Mira a todos.- Os juro una cosa. Quien hace daño a la familia debe sufrir las consecuencias. La venganza del Gobernador será terrible. ¡Por la familia!

La mayoría gritan al unísono en un éxtasis violento colectivo. Sacan sus armas y animados por la sed de venganza, se marchan a buscar a León.

El Gobernador se queda junto a un pequeño grupo de guardaespaldas y chusma varia.

Con uno de tus típicos disfraces consigues pasar inadvertido entre varios harapientos vagos que se reunen en el centro de la estación, donde los soldados del Gobernador hacen un corrillo. Entre varias cabezas puedes ver a Muro hablando con el propio Gobernador.

Ganas alguna posición para escuchar mejor. En ese momento descubres que Umbral también está en el corrillo, cotilleando lo que sucede.

Muro dice algo de que buscaban al suministrador de Titán y que han cumplido con los deseos de su jefe. Luego detalla que entró en una habitación y que allí estaba León acuchillado, mientras Jericho y Smail le sujetaban. ¡Traidores! Exclama al mencionaros.

Esto no tiene buena pinta.

El Gobernador levanta una mano y se hace el silencio.

- Tripas cometió un error y lo ha pagado. No debió tomar unas drogas no autorizadas.- Mira a Muro para que se de por aludido también.- Pero somos una familia...¡Y nadie ataca a mi familia! ¡Quien toca a uno de mi familia, me toca a mí!.

Se escuchan vítores.

- Debemos acudir de inmediato a San Rafael. León necesita a su familia. ¡Os necesita!- Mira a todos.- Os juro una cosa. Quien hace daño a la familia debe sufrir las consecuencias. La venganza del Gobernador será terrible. ¡Por la familia!

La mayoría gritan al unísono en un éxtasis violento colectivo. Sacan sus armas y animados por la sed de venganza, se marchan a buscar a León.

El Gobernador se queda junto a un pequeño grupo de guardaespaldas y chusma varia.

El gobernador había hablado bien y yo secundaba sus palabras. Mis pasos de momento me llevaban junto a él; hacia San Rafael. Quizá, si la cosa se ponía muy fea y acusaban a Jericho de traidor, podría interceder por el motero. Si no, disfrutaría del escarmiento que Smail estaba por recibir...

Jericho se acercó hacia su camarada. Después de "haber estado en su mente", no tenía ni idea de cómo tratarle. No obstante, su deber como lider le obligaba a tomar el papel de tipo duro.

—En menudos fregados te mentes, joder. Me alegro de que J. lograse traer tu flaco culo de vuelta —ladró mientras le daba un amistoso golpecito en la espalda.

Todo olia muy mal ... Muro alli, Umbral alli sin ocultarse posiblemente algo habia podido afectar contar o traicionar, poniendonos de traidores a Jericho y a mi .... y lo peor es que la gente me tenia ganas ... muchas ganas de matarme y en mi mente dudaba si ir a avisar a Jericho o poner fin a el problema matando al que parecía que queria joderme ... el propio gobernador ...

Realmente parecia que el gobernador no habia aprendido de aquella vez que intento controlarme y sus chicos salieron con menos dedos que con los que entraron ... pero aquello era demasiado ... estaba claro que el maldito governador deseaba algo ... algo oculto aunque no pude descubrirlo aquella vez ..., pero entonces lo analice en profundidad cuando incitaba a las masas ...

((CALAR GOBERNADOR) Resultado 8

¿cómo podría hacer que el gobernador no me buscara para vengarse como dice en su arenga al grupo?)

No parece gustarle tus palabras ni tu toque en la espalda. A saber qué coño le pasa, aunque teniendo en cuenta que ha estado a punto de palmarla, quizá su visión de la vida haya cambiado. O no. Qué sé yo, sólo soy el narrador.

- ¿Nos vamos?- Dice escuetamente.

Echará de menos su moto, supongo.

Umbral se marcha con los alborotadores hacia San Rafael.

—Adelante, reunámonos con el resto. Debemos tener unas palabritas con el Gobernador.

A Jericho le preocupaba el estado de Derringer, pero poco podía hacer en ese momento. Había problemas más importantes y podía pedir ayuda a Umbral más adelante. Quizá ella supiese algo acerca del cambio de actitud de su camarada.