Partida Rol por web

He decidido crear un apartado específico para "obligaros" a cumplir con este requisito... ;)

Para reflejar cómo evolucionan las relaciones interpersonales entre los miembros de la Escuela, escribid una breve nota (una frase basta) sobre la relación personalizada de vuestro PJ con cada uno de los habitantes de la casa, incluido el maestro Ort Seam y el Familiar Laer Ohub.

Luego compararé las referencias cruzadas y “si hay correspondencia” podría florecer una firme amistad, una visceral antipatía o incluso un romance (si ambas partes coinciden, claro).

Especificad claramente lo que sentís y lo que dejáis ver, por supuesto, porque también hay sentimientos ocultos…

Y luego, si hay intereses o afinidades no correspondidos, como Director me limitaré a exponer resultados visibles.

Voy a incluirme, porque creo que mi PJ está evolucionando, y muy cerca de una encrucijada como corresponde a su edad.

Bueno, pues no tengo demasiado tiempo porque tengo mucho que estudiar para ser especialista en mecánica y mantenimiento de armamento (armero vamos), pero puedo estar un ratillo por las tardes en la oficina de apoyo al personal en los ordenadores que hay para consultar internet.

Me parece muy interesante este apartado de relaciones personales. He explicado lo que opina Arcadia de cada uno, y cual es su comportamiento con ellos, pero siempre teniendo en cuenta que ella se guarda sus opiniones y siempre se muestra agradable y simpática con todos.

Adler: Físicamente, lo encuentra atractivo. Le gustan sus ojos verdes. Interiormente, le parece un joven maduro, agradable y humilde. En numerosas ocasiones, ha podido ver su buen corazón: viendo el trato que le dispensaba al hijo del molinero, como acudió a ayudarla cuando sufrió el mareo por exceder su energía mágica, o cuando ayudó a Alandrel a realizar las invocaciones...Lo considera una persona de confianza, y un posible buen amigo.

Alandrel: No le parece demasiado atractivo. Y si añadimos a sus calvas las secuelas de su accidente, aún menos. Cuando le conoció, le pareció demasiado graciosillo, un chico un tanto raro, que se inventaba historias absurdas para hacerse el interesante y eso no le gustaba demasiado. Ahora parece que se haya vuelto más sensato, pero quizá sea sólo algo transitorio. Lo considera un buen chico, pero no le cae especialmente bien.

Mirkan: Pese a que es bastante feo (los dientes de conejo y los ojos bizcos), tiene cierto atractivo. La abuela de Arcadia, siempre le decía que un buen marido, debía ser mayor que la mujer, y fuerte, inteligente y adinerado, podrían ser algunas de sus cualidades. A lo mejor, veía a Mirkan en este papel, pues sin duda era fuerte, de ideas claras y hasta ahora había demostrado ser el más hábil con la hechicería. Además, tiene sentido del humor y parece un buen hombre.

Eli: Se ha convertido en su amiga y confidente entre aquellas paredes. Le parece una chica muy guapa, pero podría sacar más partido con los hombres si fuese un poco más extrovertida. Con Arcadia conversa mucho más que con los otros aprendices, pero aun así no parece que le guste hablar demasiado. La considera su amiga, pero no olvida que también es su rival, pues también es una candidata poderosa.

Ort Seam: El maestro es un hombre peculiar. La mayoría del tiempo vive en otro mundo, y sólo les presta atención cuando está tratando temas referentes al estudio. Es demasiado responsable y quizá eso le impida ver más allá de sus creencias. Su moralidad le oprime. Arcadia intentó morderse la lengua cuando oyó la palabra “sepias”, y con mucho esfuerzo trató de evadir su pregunta con incongruencias que no llevaban a ningún sitio.

Laer: Nunca le ha gustado que nadie la esté controlando, y mucho menos un pájaro,que para más inri es el familiar del maestro. Ese papel de madre que desempeña, le parece más bien un cuento que una verdad. No se fía ni un pelo del pajarraco, pero como siempre tira de la simpatía para conectar con todos. Con el tiempo, la muchacha ha aprendido cuales son los alimentos preferidos de Laer y siempre que puede sigue dejándole la comida en la ventana de la buhardilla.

Mordecai: Sin duda es la antítesis del modelo de marido que esperaría su familia, pero le parece demasiado atractivo para no fijarse en él. Hasta entonces lo veía como un chico sensible que quiere hacerse el malo, de buenos modales, y con sentido del humor. Sin embargo, el día que surgió la disputa entre ellos se desató un fuego en su interior que la muchacha se esforzaba en apagar cada día. Por un lado, Arcadia tiene un fuerte sentido de la responsabilidad, y sabe que no ha venido aquí para enamorarse (en todo caso, si el muchacho cumple los requisitos, acordar un matrimonio de conveniencia), pero por otro lado, a la jovencita le gusta lo prohibido y tiene demasiadas curiosidades que le hacen flaquear en sus intentos.

Adler: Siempre lo ha visto como a un hermano mayor, alguien de máxima confianza cuando no queria que se enterara de algo el Maestro. Siente que está en deuda con él, en cierto modo. Piensa secretamente que va a superarle como hechicero y necesitará su ayuda, aunque su actitud de rechazo y miedo hacia su nuevo aspecto le duele profundamente.

Le muestra una actitud cooperativa y le presta ayuda en cuanto surge la oportunidad.

Maestro: Como con un padre adoptivo, cuando nunca conoció al suyo, ha sentido la necesidad de captar su atención y ganar su respeto, hacer que se sintiera orgulloso. Tras los últimos sucesos ha podido ver otra cara del Maestro, ahora se ha convertido en una especie de complice. Cree que lo entiende mejor que ningún otro.

Procura mostrarse acorde a sus opiniones pero si tiene algún desacuerdo se lo presenta en privado.

Mirkan: Al principio era blanco de sus travesuras y bromas, luego lo adoptó como a un amigo al que queria arrastrar a sus aventuras. Finalmente se ha revelado como un rival muy duro y siente algo de envidia, tanto por su habilidad mágica como por su destreza peleando. Desea de algún modo demostrar que puede superarle en los momentos decisivos.

Se nota esa competitividad.

Mordecai: Lo vio al llegar como el compañero de aventuras perfecto y, al poco, como un rival ante las chicas, pero duró poco. Su profundo cambio le ha hecho asumir que Mordecai es solo un recuerdo burlesco de lo que él mismo hubiera sido de no haber abierto los ojos. No le tiene respeto como hechicero.

Actúa con él como si fuera su hermano mayor, a pesar de tener la misma edad, como si supiera más de todo que él.

Arcadia: A ella la quiso impresionar al principio, atracción adolescente. Pronto entendió que ella jamás le tomaría en serio y ahora, después del Incidente, es miedo o aprensión lo que detecta en su mirada. Por un lado la chica intenta agradar a todo el mundo y ser perfecta pero, por otro lado, a él lo evita pese a que no intenta nada con ella, eso le molesta y un ligero rencor crece en su interior.

No hace nada por aliviar esa tensión, es frio en el trato con ella, correcto pero sin concesiones.

Eli: La chica carmaniana le ha sorprendido varias veces, es misteriosa y le intriga, le fascina incluso. Se acercó a él cuando los demás se mantenian alejados. Cuando se miró en el espejo aquel día penso que ninguna chica se volvería a acercar a él pero ella le dió un ápice de esperanza y esa semilla ha germinado en algo que no creia posible tras el Incidente, siente algo por ella, pese a que pretende mantener una imagen de rectitud, de hechicero entregado, aún aflora algo del antiguo Alandrel cuando ella anda cerca.

Se muestra especialmente amable y cuidadoso, como si de una delicada flor se tratara, se le nota más alegre en su presencia.

Laer Ohub: Sabe que lo sabe, en teoría no traicionará al Maestro, es su familiar, por lo tanto a él tampoco, pero lo sabe. Antes intentaban evitar su vigilancia como una especie de juego pero ahora, su presencia cuando está preparando algún ritual o practicando su magia le incomoda. No quiere tener que ir dando explicaciones de lo que hace, su vigilancia le hace sentirse atado.

Busca momentos apartados de su mirada.

Adler: Es un muchacho callado y prudente, con tendencia a preferir el trato con personas de baja condición social (quizá por pertenecer él a esa casta), y a Mirkan eso le hace tener cierta afinidad, pues él también tiene tendencia a tratar a los de clase baja con cercanía y el respeto que toda persona merece, cosa que a su padre le sacaba de sus casillas. No obstante, Mirkan no considera a Adler un amigo íntimo, sino un compañero que le cae bien.

Alandrel: Inicialmente a Mirkan le parecía un pilluelo algo bravucón y más bromista de la cuenta. Sin embargo, tras el accidente que dañó su cuerpo y al parecer le dió un poder de dimensiones aún por determinar, su imagen de Alandrel ha cambiado. Cierto recelo hacia él ha nacido en Mirkan. Desconfía en secreto de sus intenciones y en el fondo, no tiene del todo claro que no esté poseido de alguna forma y que un día ese ente tome el control del pobre Alandrel o incluso se mezcle con él y lo convierta en una persona malvada.

Mordecai: El más pequeño de los aprendices no le cayó bien inicialmente, pues lo veía con unos orígenes demasiado parecidos a los suyos, y ya no iba a ser el único de ascendencia nobiliaria, aunque fuese de una casa menor. Además el muchacho le parecía un poco payaso y algo bocazas. Sin embargo, y sobretodo tras el descubrimiento de su común afición a la esgrima, que les sirve de vínculo a su vida pasada, ha llegado a conocerle un poco mejor y comprende que su exceso de verborrea y sus payasadas son muestras de cierta inseguridad y no alberga mal fondo. Quizá Mordecai pueda ser considerado un amigo.

Arcadia: La chica es realmente guapa, y además parece de carácter franco y bondadoso, y de risa fácil y sincera. Mirkan hubiera esperado que fuera caprichosa, egoísta, arisca o desagradable, para tener todas las excusas posibles para no sentirse atraído por ella, pero sin embargo con el paso del tiempo ha constatado que, si bien no carece de defectos, no son de los que a uno lo espantan. ¿Está Mirkan enamorado?, decididamente no, pero sí es cierto que la compañía de Arcadia le agrada especialmente, y existe el peligro de que cualquier día se sorprenda pensando en ella como algo más que una compañera de estudios, lo cual sumiría a Mirkan en una profunda tristeza, porque no tiene ninguna confianza en que una mujer se fije en él algún día.

Eli: La belleza de más allá de las montañas es demasiado tímida y callada como para que Mirkan se halla formado una opinión. Trata de no gastarle bromas demasiado agudas como hace con el resto de los aprendices porque no quiere ofenderla sin querer o enemistarse con ella.

Laer Ohub: La pajarraca que todo lo ve y todo lo oye. Mirkan la ve más como un incordio y una espía que como un aliado, aunque es consciente que se trata de una extensión del propio maestro y que su lealtad hacia Ort Seam es inquebrantable hasta tal punto que podría sacrificarse por él o por uno de sus aprendices si el maestro lo ordenara. La trata con el respeto debido y procura que no le vea como un problema para la escuela, pero tampoco le tiene un cariño excesivo.

Ort Seam: Mirkan siente una sincera admiración por el anciano maestro, que se ha convertido para él en una especie de benébolo abuelo que se preocupa de que se Mirkan convierta en un hombre de provecho. A Mirkan le hubiera gustado que su padre le hubiera tratado la mitad de bien y se hubiera preocupado por él la mitad de lo que lo hace el maestro.

Adler: El mayor, el que de alguna manera era referente de sus compañeros. Tras el incidente de llamarme "mascota" está venido a algo menos, el haberme perdido el respeto ha hecho que le tenga un poco de recelo, pero de todas maneras sigo viéndole como el grande, aunque ya su "liderato" entre los chico esté más que discutido... Tiene un buen futuro cuando madure más.

Alandrel: De ser el chavalillo que recogimos, inseguro, bromista... ahora, tras el incidente ha cambiado totalmente mi concepto sobre él. Me da miedo... o temor... no se, intuyo algo en él... algo como oscuro.
Creo que debe tener mucho cuidado en el camino de su vida o puede desviarse... y con su potencial... puede ser hasta peligroso.

Arcadia: Es una persona maravillosa, amable, sensible, de buen corazón... realmente alguien a quien aprecias rápidamente. Además es una cocinera excelente. Aun recuerdo un pastel de moras exquisito... que no acabó de agradar a sus compañeros, pero que yo acabé con todo lo que sobró...
En fin una "madre" para todos... que ya nos hace falta en una casa tan masculina.

Eli: Una persona muy reservada, una incógnita con un pasado intrigante cuanto menos. Parece respetuosa y la tengo en buena consideración por una conversación respetuosa y cordial. Parece algo triste.

Mirkan: El pobre Mirkan es el que veo como más niño de todos. Es aplicado, juguetón, bastante inocente, pero le auguro un futuro en un monasterio o de ayudante de alguien... como un segundón. Se hace querer de todas maneras.

Mordecai: Este pasota, burlón, rebelde... en fin, malcriado muchacho debe aprender todavía mucho del "ora et labora" y tiene aún que demostrar muchas cosas, es otro crío, pero aun no le tolero tanto como a Mirkan, debe ser por el poco roce que aun hemos tenido.

Resumen de las relaciones de grupo:

Parece haberse establecido una especial afinidad entre aquellos aprendices que creen tener más cosas en común, como Mirkan y Mordecai, que suelen practicar esgrima entre ellos en su tiempo libre, tal vez para intentar conservar algún retazo de la vida que dejaron atrás, junto a sus familias… o entre Adler y Alandrel, los dos de extracto social más humilde, pese a que el primero se muestra afable y protector con todo el mundo, mientras el último despierta las suspicacias de muchos de sus compañeros. Y evidentemente entre las dos únicas chicas, Eli y Arcadia, que además comparten habitación.

Sin embargo no todo es un lecho de rosas, también se ha desatado una fuerte competitividad, tal vez motivada por una lucha encubierta por el liderazgo… y que por lo tanto afecta, aun fraternalmente, las relaciones entre los aprendices más avanzados.

A otro nivel, entre Arcadia y el joven Alandrel se ha establecido una curiosa e inesperada tirantez, una fría corrección formal, bañada de reproche y suspicacia. Sin embargo, donde parecía que iba a haber un más que probable punto de fricción temperamental, en la relación de Arcadia con Mordecai, cualquiera diría que se ha activado cierta química… que no se sabe por dónde puede salir.

Y la silenciosa, discreta y casi ausente muchacha carmaniana sigue siendo un misterio para todos. Aunque de una forma un tanto sorprendente, suele frecuentar con más asiduidad que los demás la compañía de Alandrel…

Bueno… y a nadie le gusta demasiado tener siempre al búho espiando lo que hace o lo que dice…

Aquellos que deciden acudir a la Capilla de la Iglesia Galvosti de Galin, dirigida por la Prelada Arechi Cehal, deben realizar el breve viaje de apenas dos jornadas hasta la capital del Condado de Helby.

El desplazamiento es muy cómodo, pues buena parte del recorrido se desarrolla sobre un auténtico camino adoquinado, libre de las profundas roderas de carro tan características de los caminuchos de tierra. Y tras doblar un recodo del camino, la magnífica ciudad se ofrece ante vuestros ojos de golpe, en toda su gloria, con su gran puente de piedra sobre el río Helby, que es navegable entre el gran lago del mismo nombre y su desembocadura aquí a orillas del mar interior del Lago Guredo. El impresionante puente está conformado por seis arcadas ojivales que permiten el paso de pequeñas barcazas y defendido por cuatro intimidantes baluartes fortificados. La gran ciudad de Galin nunca ha caído ante un asedio en toda su historia… y sólo con verla es fácil entender el motivo.

Una vez instalados en Galin, los aprendices disfrutarán de una estancia cómoda y placentera, considerablemente más lujosa de lo que están habituados en la vieja casona del maestro Ort Seam. En el edificio anexo a la capilla, donde se alojan los Onelag-Cehal, disponen de un nutrido servicio que se ocupa de liberar a los magos de cualquier posible preocupación mundana. Además la comida es sublime, obra de cocineros profesionales, como corresponde a burgueses adinerados… e incluyen carne casi todos los días y algunas exquisiteces privativas como especias o miel, por no mencionar que siempre está regada con buenos caldos.

Y por supuesto, está la presencia de la encantadora Zid Nerpala…

Mirkan aceptará el ofrecimiento, aunque en el fondo solo sea para florear con Zid...

Tras haber estado algo más de una semana invitados en su residencia y conviviendo con su familia, la prelada Cehal te invita a título personal a tomar unas infusiones con ella y su hija. Como siempre que está ante su madre, esta tarde Zid se muestra algo cohibida y reservada, aunque por algún motivo no te quita ojo de encima…

La prelada Cehal parece tener algo muy personal que hablar contigo:

- Debo reconocer que Seam ha sabido seleccionar con gran acierto a sus pupilos – empieza haciéndote un cumplido – Te hablo con total sinceridad al decirte que no me gusta actuar de esta forma, como si estuviera tratando de robarle un discípulo a mi viejo amigo… pero considero mi deber religioso y moral insistir en la oferta que se formuló en Drom: si así lo deseas, serás bienvenido en mi casa y me ofrezco a instruirte en los secretos de la Escuela Mentalista – dice con gran seriedad – Ort Seam es un buen hombre, no me cabe duda de eso, pero está embarcado en algunos asuntos turbios de los que no me corresponde a mí hablar… ya tuvisteis ocasión de presenciar un atisbo de esa cara oscura con la actuación de su secreto Amuleto Familiar – reflexiona – Lamento decirlo con estas palabras, pero hay en su vida una faceta peligrosa que temo tarde o temprano pueda llegar a afectaros… por eso te ofrezco a ti esta posibilidad de desligarte de ese destino y venir conmigo, puedes aceptarlo o no, pero mi obligación era darte esta oportunidad.

Mirkan no duda en su respuesta, pero trata de ser lo más cortés que le es posible para no incomodar u ofender a la prelada.

- Mi señora, la lealtad a los que me aprecian y me han ayudado es un valor que me ha sido grabado a fuego en el alma a lo largo de estos años. Es por ello que debo declinar su generosa y más que atractiva oferta -se le escapa una mirada a Zid-. No, decididamente mi sitio está con el maestro Seam, que se ocupó de mi como un padre cuando el mio...

De nuevo está a punto de hablar de temas con los que no se encuentra cómodo ante personas que no sean de su círculo íntimo... que es bastante reducido por cierto.

- No quisiera en ningún modo parecer desagradecido o desconsiderado rechazando tal oferta, son simplemente mis principios, de los que un hombre no puede desprenderse y seguir llamándose hombre. Espero no obstante poder gozar de su confianza en cualquier otra cuestión que surja y que requiera mi colaboración. En el fondo, estoy en deuda con vos tras esta maravillosa semana que he pasado en compañía de su familia...

De nuevo otra miradita a Zid, esta vez con los dos ojos.

Tras haber estado algo más de una semana invitados en su residencia y conviviendo con su familia, la prelada Cehal te invita a título personal a tomar unas infusiones con ella y su hija. Como siempre que está ante su madre, esta tarde Zid se muestra algo cohibida y reservada, aunque por algún motivo no te quita ojo de encima…

La prelada Cehal parece tener algo muy personal que hablar contigo:

- Debo reconocer que Seam ha sabido seleccionar con gran acierto a sus pupilos – empieza haciéndote un cumplido – Te hablo con total sinceridad al decirte que no me gusta actuar de esta forma, como si estuviera tratando de robarle un discípulo a mi viejo amigo… pero considero mi deber religioso y moral insistir en la oferta que se formuló en Drom: si así lo deseas, serás bienvenido en mi casa y me ofrezco a instruirte en los secretos de la Escuela Mentalista – dice con gran seriedad – Ort Seam es un buen hombre, no me cabe duda de eso, pero está embarcado en algunos asuntos turbios de los que no me corresponde a mí hablar… ya tuvisteis ocasión de presenciar un atisbo de esa cara oscura con la actuación de su secreto Amuleto Familiar – reflexiona – Lamento decirlo con estas palabras, pero hay en su vida una faceta peligrosa que temo tarde o temprano pueda llegar a afectaros… por eso te ofrezco a ti esta posibilidad de desligarte de ese destino y venir conmigo, puedes aceptarlo o no, pero mi obligación era darte esta oportunidad.

El joven Adler levanta una ceja y sonríe con un punto de orgullo. No se esperaba dos ofertas tan importantes en tan poco tiempo, aunque es bien cierto que ésta es mucho más agradable que la del otro prelado.

- Mi señora... me aduláis -contesta con rubor- Y me gustaría mucho poder contestar afirmativamente.

Lanza una mirada furtiva hacia Zid, suspira y continúa.

- Pero necesito algo más de tiempo para tomar una decisión como ésta. Tiempo y consultar con el Maestro. Como bien sabéis le debo mucho. De hecho, mi vida, mi talento y mi buena fortuna, así que no puedo tomar una determinación tan drástica sin pensármelo un poco. 

Se inclina levemente en muestra de respeto.

- Pero insisto en que no es una negativa, solo un pequeño paréntesis. A pesar de mi brusquedad con el prelado, tengo la sensación de que necesito ampliar mis horizontes, pero ahora tengo demasiadas cosas en la cabeza -hace una pausa- De hecho... hay algo que me reconcome desde hace semanas.

Parece dudar, pero al fin se decide.

- Mi maestro tenía un amigo de juventud, que también estudió con él en la Universidad Galvosti -coge aire- Su nombre era Ollit Sil ¿conocéis el nombre?

Arechi Cehal exhala un largo suspiro y su mirada se empaña de tristeza:

- Si, conozco ese nombre… – admite con escaso entusiasmo – Ort Seam me habló de él hace años, cuando nuestra amistad alcanzó un gado de intimidad que le permitió sincerarse conmigo, creo que fui la primera persona con la que compartió aquella inquietud… éramos tan jóvenes entonces – suspira de nuevo – Tu maestro ha estado siempre obsesionado por aquellos sucesos y me temo que nunca logrará superarlo, lleva décadas intentando localizar a Ollit Sil, ignorando mi consejo de olvidarlo todo y pasar página – se lamenta – Porque además, al menos hasta donde yo sé, nunca ha tenido pruebas concluyentes que respalden o refuten sus sospechas. Pudo ser él, o pudo ser cualquier otro… hace demasiado tiempo y no hay forma de saberlo…

Acontecimientos relevantes durante los últimos cinco años:

Durante este tiempo han ocurrido muchas cosas dignas de ser relatadas, aunque algunas de ellas sean simples anécdotas a pié de página, como cierto incidente que ha alcanzado algún renombre público en la ciudad de Drom: la fabulosa fuga de una novia a punto de tomar esponsales que se esfumó literalmente volando por una ventana, cruzando el río por una zona en la que no había ningún puente o vado cercano… y llegando hasta su amante secreto, un caballerizo que la esperaba en la otra orilla con dos monturas preparadas. Su padre, un burgués de cierta fortuna, buscó durante algún tiempo litigios con los magos, por algún absurdo motivo, pero la presión de la Iglesia y el escarnio público le acallaron…

Aunque en los últimos años ha habido muchos otros eventos relacionados con las bodas…

Voltar Skelirnen, hijo, ha contraído matrimonio con la joven Aicne Invenoc, heredera de una casa feudataria menor de las tierras de Helby, adyacente a su propio territorio. Aunque lo más singular es que la noticia os llegó a través de las habladurías del populacho, pues Mirkan no ha sido invitado a la boda. No cabe duda de que sus relaciones familiares son, en el mejor de los casos, considerablemente frías. Algo menos de un año más tarde os llega otra buena nueva… le ha nacido una hija fuerte y sana. Al año siguiente tiene otra más, también una niña. Y luego una tercera... Parece que su esposa es notablemente fértil, pero el destino le niega el ansiado hijo varón que prolongue su linaje…

Mordecai Grobton, por el contrario, aunque por la gran distancia que le separa de Uron no pudo acudir a la boda de su hermana Briselda, no ha faltado a los fastuosos esponsales de su hermano Harlan Grobton, como no podía ser de otra forma tratándose del primogénito de su casa y por tanto heredero del título. Harlan ha tomado como esposa a la bella Acir Añin, heredera de una muy aristocrática y aun más adinerada familia de Uton. Viajó a su tierra natal acompañado del Maestro Ort Seam, mediante su prodigiosa magia de teletransporte, descubriendo de paso que el viejo dispone de un círculo-base plenamente funcional en las dependencias de su antigua Universidad Galvosti de Uton.

Y por último, aunque no menos importante, se ha anunciado una inminente boda de estado entre la condesita Doncal de Helby y el príncipe Tristan Ongam, Gran Duque de Kustria, que se celebrará en breve en la corte de la ciudad de los torneos. Dos galeras de guerra kustrianas están fondeadas en el puerto de Galin desde hace un mes para servirle de escolta durante el viaje. Y lo cierto es que la corte de Helby quedará prácticamente despoblada cuando el Conde Roynes Doncal embarque con todo su séquito para llevar personalmente a su hija hasta el altar, en el que parece el mayor acontecimiento público de la década…

Aunque ha habido otros muchos viajes, por supuesto, también la joven Arcadia ha disfrutado de algunas visitas a su familia, viajando hasta en dos ocasiones hasta su ciudad natal de Belstos, en el Condado de Borin, siempre escoltada por el buen Fray Angelicus. La estancia se le hizo corta, pero resultó de lo más gratificante para la muchacha, mitigando la añoranza que sentía hacia su familia.

Por otro lado, es innegable que durante estos últimos cinco años el anciano maestro Seam ha ido acentuando cada vez más sus rarezas y excentricidades. Dicen que es lo habitual cuando uno se adentra en la senectud… pero no cabe duda de que en su caso, por mucho que os duela reconocerlo, empieza a alcanzar extremos bastante pintorescos. Pues al final Ort Seam se ha convertido casi en un ermitaño. Convivís con él en la vieja casona, pero conforme vuestra formación ha ido avanzando y os habéis convertido en hechiceros cada vez más autónomos y capaces, el viejo mago, liberado de buena parte de sus obligaciones hacia vosotros, que tal vez percibía como una carga, se ha ido transformando… aislándose del mundo para enfrascarse en algún tipo de investigación privada que desarrolla siempre a solas en su laboratorio. Tenéis la certeza de que esta sería su última aportación potencial a la ciencia de la hechicería, pues por edad probablemente no tendrá oportunidad de embarcarse en ningún otro proyecto. Y sin duda así debe verlo él mismo, pues se ha ido concentrando cada vez más obsesivamente en ese último legado personal…

Sin embargo hay algo raro en todo esto, tal vez hasta enfermizo, pues el anciano se muestra hermético con respecto a lo que está haciendo, sólo podéis guiaros por sus estados de ánimo para imaginar si va haciendo avances o no en su secreta investigación… y la verdad, no parece que fuera a llegar a buen puerto a juzgar por su progresiva irritación. Parece enervado por algún tipo de escollo que lo logra superar, pero al tiempo se niega a compartir sus avances con lo que es imposible que reciba ayuda alguna. Y eso le exaspera. Continúa siendo afable con vosotros, por supuesto, pero en el último año suele estar casi siempre malhumorado e irritable, sin duda por la frustración de estar estancado en su gran proyecto...

Pero por encima de todo, el suceso que más dramáticamente marcará vuestro recuerdo de estos últimos años ha sido la terrible desgracia ocurrida en la ciudad de Drom. Lo que le pasó a vuestra antigua compañera y amiga Eli af Lac. Cuando llegaron las noticias de que se había producido un estallido de violencia en la pequeña ciudad rivereña todo el mundo pensó que se trataría de algún tipo de revuelta, una reyerta a gran escala o algo por el estilo. No fue hasta que se hizo el recuento de daños, de heridos y mutilados… de cadáveres destrozados… cuando se hizo evidente que se trataba de uno de los demenciales ataques del Gremio de Monjes Caóticos.

Al parecer había tenido como epicentro el núcleo comercial de la villa y luego se extendió en oleadas, como las ondas de un estanque tras arrojar una piedra... Una piedra maldita, preñada de locura y de muerte. Tras el cómputo final se comprobó que habían sido completamente exterminados todos los integrantes de una caravana comercial proveniente de la ruta de Maniria, comandada por un tarshita llamado Galvo Host. Y entre sus daños colaterales se encontraba también un conocido horno artesanal regentado por una familia del mismo origen étnico, aunque asentada en Drom desde hacía varias décadas. Nadie ha sabido nunca a ciencia cierta las motivaciones que se ocultan tras los aberrantes crímenes de los seguidores del Gremio de Monjes Caóticos, si es que hay alguna causa coherente e inteligible tras ellos… dicen que son seres enfermos, enloquecidos por el Caos… y a tenor de los horrendos despojos que siembran a su paso nadie lo dudaría. Había restos humanos descuartizados por doquier, nadie echó en falta a la joven carmaniana hasta varios días más tarde, cuando no acudió a los oficios. Se supone que se encontraba en el horno de los tarshitas cuando se produjo el ataque homicida, seguramente comprando uno de esos kulich que tanto le gustaban. Jamás se encontró su cuerpo por lo que no ha sido declarada muerta oficialmente ni se ha podido realizar ningún funeral… pero cabe albergar pocas dudas sobre su triste destino.

Durante la breve estancia en tu tierra natal de Uron no has perdido el tiempo y tu perspicacia y curiosidad innatas te han proporcionado dos fragmentos de información sumamente interesantes:

El primero es que, aunque tu maestro es muy respetado allí oficialmente, de forma oficiosa corren muchos rumores que hacen alusión a un lejano y turbio acontecimiento de hace casi treinta años. Actualmente no queda mucha gente que pueda atestiguarlo de primera mano, al menos gentes a la que tú puedas acceder… por lo que todas esas habladurías no son demasiado fiables… pero las diferentes versiones que han llegado a tus oídos coinciden en que durante un viaje a la cercana ciudad de Kustria, al poco de haber alcanzado el rango de Adepto, Ort Seam se convirtió en el único superviviente de una emboscada, teóricamente obra de vulgares ladrones, que acabó con la vida de su propio maestro, el catedrático Ros Ecetna, de otros magos que le acompañaban y de toda su escolta de sirvientes y mercenarios. Además desapareció una valiosísima reliquia ancestral que había pertenecido a la Universidad Galvosti de Uton durante generaciones, un artefacto conocido como El Cetro de la Ascensión. Nunca se ha aclarado su paradero…

El segundo lugar, a una escala muy distinta pero con una gran relevancia para tu futuro personal, también pudiste constatar que tu padre parece tener grandes planes para ti, basándose en la singular circunstancia de que es muy inusual contar con un hechicero que sea realmente ajeno al politiqueo interno de la Universidad de Uton. El hecho de haberte formado lejos de sus aulas te convierte en una herramienta única en el equilibrio político local… pero claro, antes deberás licenciarte como Adepto. Y bueno, tendrías que tener claro si deseas entrar en ese juego.

Cuando Fray Angelicus te comunicó lo ocurrido en Drom… apenas podías creerlo. Sabes muy bien que los horrendos crímenes del Gremio de Monjes Caóticos son una tapadera pública para las acciones de una facción extremista y singularmente fanática del Registro Secreto de los Boristas. Y eso implica que en realidad constituyen la obra del que podría definirse como vuestro brazo armado. Unos crímenes teatrales y efectistas, destinados a ocultar una acción secreta cerebral y cuidadosamente calculada. Y el Gremio actúa siempre, con métodos draconianos, contra cualquier potencial amenaza de la Iluminación de Nysalor. Persiguen a los Iluminati con saña, para combatir un nuevo Gbaji.

En tu último viaje a Borin, supuestamente para visitar a tu familia, te condujeron a un lugar secreto al que accediste con los ojos vendados… y allí te expusieron a un tribunal. Fue como si te estuvieran sometiendo a un examen, pero de un modo u otro debiste aprobarlo… porque al final te encomendaron continuar con tu tarea como infiltrada en la escuela del Adepto Ort Seam, como si no hubiera ocurrido nada. Como si nunca hubieras estado en estrecho contacto con la chica carmaniana. No quieres pensar qué hubiera pasado de haber contestado mal a alguna pregunta.

Sin embargo la inquietante experiencia también tuvo un par de componentes netamente positivos. El primero, que tras ser exculpada de cualquier riesgo de contaminación te presentaron a un discreto tatuador profesional, que grabó en cierta parte de tu anatomía las runas que tú misma habías trazado en un pergamino. Y el trabajo ha sido magnífico.

El segundo, no menos gratificante, es que te hicieron entrega de un voluminoso libro, encuadernado en terciopelo azul, en cuyo lomo puede leerse con un grabado repujado en plata el grandilocuente título de Grimorio de la Omnipresencia.

En su interior pueden encontrarse minuciosamente indexados, descritos y comentados los hechizos de Extensión de la Vista, del Oído, del Gusto, el Olfato y el Tacto. También hay algunas alusiones más o menos turbadoras respecto a la potencial utilidad de tales conjuros para realizar “aproximaciones encubiertas” a personas que puedan despertar el interés lascivo del mago, pero has preferido saltarte esos capítulos de cuestionable gusto… ah, bueno, y hace alusión a otro volumen complementario a este que se titula Grimorio de la Omnipotencia con el que, según el autor, puede alcanzarse un verdadero desdoblamiento de tu ser, en una especie de sosías virtual perfecto. Lástima no tenerlo…

Igua que con el anterior salto temporal, quiero que escribáis una pequeña reseña de vuestra opinión personal, tanto pública como privada si la hubiese, con respecto a vuestros compañeros y el maestro Ort Seam. Si alguien lo considera oportuno puede añadir sus impresiones sobre algún otro personaje (como Zid Nerpala, la Prelada Cehal, etc...)

La idea es que se vea cierta evolución de las inter-relaciones con el tiempo, pero no hace falta extenderse demasiado...

Y enviarla como "Solo para el director" que luego ya haré yo un resumen conjunto... de la parte pública...