Partida Rol por web

Aquelarre- Danza Macabra - Capítulo I: El lobo y la oveja

Escena II - San Juan de la Peña y monasterio de Leyre

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09/04/2016, 14:54
Director

Notas de juego

Google maps indica que se invierten 5h39m andando de Jaca al monasterio de San Juan de la Peña... pero eso es contando con las carreteras de hoy día. En la partida, multiplicaremos por dos los tiempos.

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17/04/2016, 12:29
Director

El día de la partida Evaristo toma la delantera. Espera ser alcanzado a media mañana, cuando el sol aún no está alto.

Avanza por un camino no muy ancho entre el bosque de pinos de la montaña. Es septiembre por lo que aún no hace frío. Aunque estos días atrás ha habido mucho movimiento por motivos de la guerra, esta mañana el camino apenas está transitado.

Evaristo calcula que Carlos debe estar al llegar cuando oye cascos de caballo. Otea desde un recodo desde el que puede ver a buena distancia quien viene y ve a Carlos y a su comitiva, todos a lomos de caballo o de mula. Se acercan a paso tranquilo. Carlos va pimero. 30 metros detrás van conversando dos hombres de armas y más atrás todavía un par de hombres de los que Evaristo llega a distinguir nada.

 

Notas de juego

Hugo, el mastín del pirineo está donde tú quieras y hace lo que tú quieras.

También eres libre de decidir si quieres actuar con un compinche para escenificar algo.

Es decir, tienes total libertad narrativa para describir como es el encuentro. O si lo prefieres, sencillamente caminas a su mismo paso (aunque me tienes que decir como ya que no tienes caballo) y le vas comiendo la oreja a Carlos.

Lo que no tienes es caballo.

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17/04/2016, 14:20
Director

Partís al rayar el alba, acompañados por cantos de gallo. Es Septiembre por lo que los días son templados y por las noches ya empieza a refrescar, más aún estando en los pirineos.

Los muros tienen una delgada pátina de rocío y las calles desprenden un ligero olor a tierra mojada.

Don Carlos da las últimas instrucciones a sus criados antes de partir y se despide de ellos como si no fuese a verlos más. Incluso Ambrosio, el criado que se queda a cargo de la casa y la haciendo, un hombre maduro y curtido de unos 40 años, tiene los ojos húmedos.

Don Carlos en su juventud fué un gigante, fuerte como un roble y bravo como un toro, y aunque los años han encanecido su pelo y encorvado algo su espalda, sigue siendo un hombre dificil de poner de rodillas, como no sea ante Dios.

Don Carlos es un hombre profundamente religioso y durante la peregrinación, trascendente para él, lo encontráis la mayoría de las veces taciturno y pensativo.

Carlos lleva, además del caballo en el que va montado, un segundo caballo de carga y una mula. En ellos lleva su armadura, provisiones y demás equipo útil para el viaje. Aunque lleva la armadura en el caballo de carga, bajo las ropas de peregrino siempre lleva puesta una cota de mallas por si aparecen asaltantes de improviso.

Hugo, el mastín del pirineo se escapa de la casa y camina junto a vosotros. Carlos lo deja acompañale con un escueto - Ya se cansará y volverá a la casa- Pero Hugo no se cansa y se convierte, junto a vosotros, en un peregrino más.

La primera parada de vuestro viaje será el monasterio de San Juan de la Peña, donde pernoctaréis la primera noche, pues Carlos ha querido ir a venerar el Cáliz de  José de Arimatea, que allí se guarda y el cual, según la tradición, es el mismo del que bebió Cristo durante la Última Cena.

El grupo avanza por un camino no muy ancho entre el bosque de pinos de la montaña. Aunque estos días atrás ha habido mucho movimiento por motivos de la guerra, esta mañana el camino apenas está transitado.

 

 

Notas de juego

Describid la imagen que el resto de pjs ve vosotros, bien en el momento en que os ven por primera vez, en la puerta de la casa, o bien durante el camino.

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17/04/2016, 20:19
Bastián el bruto

 Bastián es un hombre ancho de espaldas y de brazos robustos. Lleva su negro cabello largo recogido en una cola y su rostro, bastante maltratado por las inclemencias del tiempo, está cubierto de pequeñas cicatrices así como por una espesa barba.

Viste los típicos ropajes de origen humilde con la típica mugre que también les caracteriza. Su torso está cubierto por una pelliza de pieles bastante vieja y maltratada que hace las veces de armadura. Siempre lleva al cinto su cotell, metido en su vaina de cuero, así como otros cuchillos no diseñados para la lucha sino más bien como herramientas de campesino.

En la yegua que el señor don Carlos le ha proporcionado lleva el resto de su equipaje, una pesada hacha de guerra de aspecto desvencijado aunque con un filo que helaría la sangre del más pintado.

Bastián es un hombre reservado que no abre la boca si no es para decir algo importante. No suele ser muy educado y es bastante rudo, sin embargo algo en él os dice que no es un mal tipo.

Se ha pasado casi todo el viaje callado y mirando al vacío como si estuviera en otra parte. De cuando en cuando deja entrever una leve sonrisilla y un brillo en los ojos que delata a los cuatro vientos que vive enamorado.

 

 

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17/04/2016, 21:27
Jacob ben Eleazar

Et que no en siendo yo muy ducho en las artes del madrugar, y habiendo arribado puntual solo gracias a las buenas labores de mi Maestro Nicomedes, mi aparición al lugar acordado se acompaña de una sucesión de grandes bostezos y mucho frotarme los luceros, ben cubiertos de legañas en aquestos maitines. 

Arribo, pues, a lomos de la buena Gayuva: La mula enana que bien parece fecha a medida para mis escasas y más bien escuálidas hechuras, un fiel animal que conseguimos al conocer a Nicomedes e como dádiva de Tomás, un comerciante ilerdense al que rescatamos de una muerte segura a la que vióse abocado por vicisitudes del destino.

Soy, para el que me vea, un jovencito imberbe, apenas un niño algo crecido; de baja estatura, estrecho de hombros y cara de crío, alguien a quien salta a la vista que le viene grande una expedición como aquesta mas un achispado reflejo asoma en mi mirada espabilada a pesar de las legañas, et que sugiere que quizás sirva dalgo más que para besar el suelo que pisa el Nicomedes.

Et que cuando en llego al lugar acordado ya hay un hombre curtido y serio, muy pertrechado d'armas que no más lo veo danme ganas de fugir bien corriendo del sitio no vaya a ser que le den ganas al tipo de desayunarse a un joven judío mas que en viendo a mi Maestro que sigue por su camino le sigo muy preocupado y algo apesadumbrado al ver el peso que debe aguantar la montura del hombre d'armas aunque más vale tener a semejante especímen del lado d'uno que haberlo d'enfrentar... Solo faltaría!!!

Recorro el trayecto hasta San Juan de la Peña bien pegado al Maestro, pendiente también de lo que en pueda necesitar nuestro patrón Don Carlos et que sin perder de vista al hombre d'armas, que no me'n fío yo...

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18/04/2016, 08:46
Ataulfo, el viejo

Ataulfo llega puntual al punto de salida en el porton de la mansion de Don Carlos. Allí se encuentra con el resto de la comitiva a la que observa con interes pero con mucha discrecion, no tanto para juzgar sus vestiduras, sino para evaluar lo util que les seran en el viaje. Ataulfo va bien vestido, elegante y aseado, y aunque entrado en años se le ve apuesto y seguro de si mismo, proyectando una imagen de seguridad y profesionalidad. Lleva el caballo que Don Carlos le ha proporcionado cargado con sus pertenencias y pertrechos de viaje, mantas, abrigo, morral y por supuesto sus principales armas de trabajo, sus armas y su loriga.

Durante el camino viaja con el gambeson para protegerse del frio, principalmente, y camina cerca de Don Carlos vigilante de lo que pueda surgir durante la travesia. Cruza alguna palabra con Bastian que le parece bastante asilvestrado aunque probablemente util si se presentan problemas. Con el joven Jacob no entabla ninguna conversacion pero se pregunta que demonios pinta un muchacho como este en este viaje. Supone que Don Carlos tendra algun comentido para él. No es su trabajo quien viene y quien no en la comitiva

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18/04/2016, 17:11
Director

Notas de juego

El resto de pjs te han marcado a la hora de describirse. En realidad tú no estás en el momento en que se reúnen todos para iniciar el camino pero, como los vas a ver en breve, está bien que leas sus descripciones.

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18/04/2016, 19:31
Evaristo,el cojo

Ví que se acercaba la comitiva, buen jaleo traían montado. Pero antes de ellos iba Hugo, el mastín, y como no podía ser de otra manera s eme echó encima. Yo le dí buenos mimos y le hice fiesta(en parte por gusto y en parte don Carlos lo viese), saqué un cacho de pan de viaje y se lo dí, estaba claro que estába acostumbrado a mejores viandas, pero aún así se lo comió. Cuando Don Carlos llegó a nuestra altura seguí acariciando a Hugo, con una sonrisa y me quité la capucha y saludé.¡Ultreya! don Carlos, cuanto tiempo. Soy Evaristo, serví a sus órdenes, pero la suerte me fué esquiva y me licenció tras la herida. Ahora me llaman el cojo. Mostré la pierna y caminé un poco, siguiendo el ritmo de su caballo. Pero aún soy bueno con el cuchillo, viajo a Santiago, si por casualidad va a ver al Santo podría acompañarles, todavía puedo ser de utilidad. Muestro mi mejor sonrisa y todavía conservo todos los dientes y estoy sano, salvo por la pierna, y el olor a vino rancio ya ha desaparecido tras el baño. Si vos queredes. Hago una reverencia un poco caricaturesca, pero sin el menor ánimo de ofender, es una reverencia de respeto... a las futuras comidas y los buenos vinos, quiero decir a Don Carlos.

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18/04/2016, 23:51
Nicomedes Ha-Levi

Nicomedes llegó el último al portón, andando, tirando de la mula Sonajera, bien cargada. Como llevaba guantes, sus manos cuidadas no delataban su profesión burguesa, así que habría pasado por un buhonero. Pero se había aseado y arreglado la barba antes de partir, y aunque parecía descansado y tranquilo, se le notaban más sus rasgos judíos. Se colocó al lado de su aprendiz, al que dedicó una mirada fruncida (donde diantres habría pasado la noche, y por qué la ropa nueva estaba sucia ya) que borró de su cara para volverse a presentarse al resto del grupo. -Alahé, compañeros. Nicomedes por servirles.   No pudo evitar echar una mirada indiscreta a la pierna de Evaristo, que olisqueaba el mastín.

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19/04/2016, 00:31
Evaristo,el cojo

Ví que se acercaba la comitiva, buen jaleo traían montado. Pero antes de ellos iba Hugo, el mastín, y como no podía ser de otra manera s eme echó encima. Yo le dí buenos mimos y le hice fiesta(en parte por gusto y en parte don Carlos lo viese), saqué un cacho de pan de viaje y se lo dí, estaba claro que estába acostumbrado a mejores viandas, pero aún así se lo comió. Cuando Don Carlos llegó a nuestra altura seguí acariciando a Hugo, con una sonrisa y me quité la capucha y saludé.¡Ultreya! don Carlos, cuanto tiempo. Soy Evaristo, serví a sus órdenes, pero la suerte me fué esquiva y me licenció tras la herida. Ahora me llaman el cojo. Mostré la pierna y caminé un poco, siguiendo el ritmo de su caballo. Pero aún soy bueno con el cuchillo, viajo a Santiago, si por casualidad va a ver al Santo podría acompañarles, todavía puedo ser de utilidad. Muestro mi mejor sonrisa y todavía conservo todos los dientes y estoy sano, salvo por la pierna, y el olor a vino rancio ya ha desaparecido tras el baño. Si vos queredes. Hago una reverencia un poco caricaturesca, pero sin el menor ánimo de ofender, es una reverencia de respeto... a las futuras comidas y los buenos vinos, quiero decir a Don Carlos.

Notas de juego

Nota Director: Evaristo no forma parte del grupo que sale de Jaca. Lo encontráis por el camino cuando lleváis más de media hora de viaje.

Por eso he reordenado las escenas.

 

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19/04/2016, 19:43
Carlos de Mayoral

Don Carlos refrena su caballo cuando ve avanzar a Hugo. Y queda muy sorprendido ante las muestras de alegría y afecto con que este obsequia al peregrino.

¡Ultreya! don Carlos, cuanto tiempo. Soy Evaristo, serví a sus órdenes, pero la suerte me fué esquiva y me licenció tras la herida. 

Carlos miró atentamente al hombre esforzándose por hacer memoria.

-Decís que habéis luchado a mi lado mas yo no os recuerdo. Lo cual no es de extrañar porque dirigí a muchos hombres las más de las veces a la victoria aunque no a pocos a la muerte o a una vida de lisiados.

Mostré la pierna y caminé un poco, siguiendo el ritmo de su caballo

Observa la pierna. Mal pago nos da a veces la vida por nuestros esfuerzos. Pero las heridas recibidas al servicio del rey y de Dios han de ser motivo de orgullo, nunca de vergüenza. 

Pero aún soy bueno con el cuchillo, viajo a Santiago, si por casualidad va a ver al Santo podría acompañarles, todavía puedo ser de utilidad

Al Apostol vamos a ver, tú lo has dicho. Mucho se ha de notar que somos peregrinos si has descubierto tan rápido el destino de nuestro viaje. Y en principio no hemos de menester más compañía. Y perdonad si os ofendo que no es tal mi intención, pero he cuidado mucho de buscar referencias de todos mis acompañantes. De vos, me temo, no tengo más que vuestra palabra de haberme servido. Mas, conosciendo quien soy, cualquiera podría venirme con esa historia. Os ruego me perdonéis pues no es mi intención ofenderos, pero la comitiva está completa.

Al decirlo, no se le vió convencido del todo. Como si el hecho de haber sido lisiado bajo sus órdenes, le hiciese sentir algo responsable. En cualquier caso, el grupo reanudó el camino. Todos salvo Hugo, que se quedó junto al peregrino y ladró a Carlos conforme se alejaba. Carlos se giró y dijo al recién llegado.

-Tal vez podamos compartir el camino hasta San Juan de la Peña mientras me contáis en qué batallas servisteis.

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19/04/2016, 20:03
Director

 

 

 

Planta del Monasterio:
a) Primera planta1. Horno de pan
2. Panteón real
3. Panteón de nobles
4. Museo
5. Iglesia superior. Románica
6. Puerta mozárabe
7. Capilla gótica de San Victorián
8. Claustro románico

9. Capilla de San Boto
b) Planta baja
10. Iglesia prerrománica
11. Sala de concilios.

Notas de juego

El santo Grial

Según la leyenda española sobre el Santo Grial, éste permaneció en el monasterio, después de pasar por diversas ubicaciones como la cueva de Yebra de Basa, monasterio de San Pedro de Siresa, iglesia de San Adrián de Sásabe, San Pedro de la Sede Real de Bailo, la Catedral de Jaca, desde 1071 hasta 1399.

La necesidad de atraer a los peregrinos a Santiago que pasaban por el cercano camino de Jaca al monasterio aconsejó que en él se ubicara la reliquia. En 1399 el rey Martín I se llevó el vaso sagrado al palacio de la Aljafería de Zaragoza, donde estuvo más de veinte años, después de una breve estancia en Barcelona, acompañando al rey y posteriormente se trasladó a la Catedral de Valencia.

He puesto algunas imágenes, en el hilo "Galería de imágenes", del Cáliz tal como se conserva en Valencia.

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19/04/2016, 20:07
Director

El grupo de peregrinos pernocta en el monasterio de San Juan de la Peña, donde Carlos ha querido ir para venerar el Cáliz de José de Arimatea, que allí se guarda y el cual, según la tradición, es el mismo del que bebió Cristo durante la Última Cena.

Los monjes, de la orden de San Benito, con sencillos y amable, Comparten con vosotros su cena (frugal pero nutritiva) en el Refectorio, y os ceden algunas celdas para que os podáis acomodar. Asímismo, invitan a aquel que lo desee a acompañarlos en sus celebraciones litúrgicas. Carlos les acompaña en sus rezos hasta la hora de Completas (21h) momento en el cual se retira a descansar a la celda que han reservado para él.

 

Notas de juego

Uno o dos de vosotros que describa algo que ocurre durante el viaje y que involucre a su pj.

Uno o dos de vosotros que escriba algo que ocurra durante la cena y que involucre a su pj.

Uno o dos de vosotros, algo que ocurra en el monasterio durante la tarde y/o la noche en el monasterio y que involucre a su pj.

No es necesario que postéeis todos, que postée sólo el que quiera.

Mañana, de 21:00 a 23:59, escribo mi siguiente post.

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20/04/2016, 06:24
Jacob ben Eleazar

Non puedo evitar sentirme atemorizado y muy alarmado al percatarme que excepto mi Maestro e yo mesmo, el resto de integrantes de la compaña son homes darmas que parescen haber de grandes experiencias en aquestas cuestiones belicosas.

De cualquiera es bien sabido, pues, que si tan pertrechados andan es que graves peligros acéchannos en lo camino e que yo non sé defenderme com ellos y en verdad que temo por mi vida!

...he cuidado mucho de buscar referencias de todos mis acompañantes. 

A pesar de lo que cuente Don Carlos, et que se m'hinche el pecho d'orgullo en saberme escogido, al instante dóyme cuenta e non se me pasa por alto que soy simple instrumental del Médico, igual que lo morral que lleva con las yerbas o aquestas lancetas e agujas tan afiladas para facer remiendos.

Pásome la jornada admirando reverencialmente a los nuesos acompañantes que si bien al principio dábanme miedo, con el paso de los ratos e la distancia recorrida, y viendo que en verdad no me querían mal sino que más bien toleraban la mía presencia cual ganado soporta a una pulga, hallábame bien maravillado y contento de compartir trayecto con tan legendarias mercedes!

Así paso yo el viaje, bien que mirando a los guerreros et que deseando conocer de sus aventuras mas sin osar ser yo el que les dirija palabra no se fueran a enfadar!

Al fin, e con gran escozor de posaderas tras tanto rato de monta, alcanzamos un mágico lugar enclavado entre los montes: El monasterio resulta encantador et que la hospitalidad de los seus monjes es digna de elogio pues ofrécennos sitio donde dormir e una cena apetitosa en la que, en no saber cuanto tiempo vaya a pasar antes de poder catar otro manjar com este, y tratando de resultar lo más discreto posible para no causar percance alguno, engullo cuanto puedo con devoción mariana.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He mezclado camino y cena... espero que no vaya mal!!!

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20/04/2016, 06:29
Jacob ben Eleazar
Sólo para el director

Et que también escondo un mendrugo de pan... que uno nunca en sabe!!!

- Tiradas (1)
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20/04/2016, 07:37
Evaristo,el cojo

Accedí a acompañar a Don Carlos y su séquito hasta el monasterio. Don Carlos no me reconoció al instante, pero su mastín sí y aprovechaba para acariciarle y hacerle mimos siempre que podía. Por otro lado, fuí hablando con Don Carlos por el viaje, contándole batallas pasadas y anécdotas que sólo el que hubiese estado en tales lides conocería. Fuí dando nombres, gentes que por bemoles tenía que conocer. Hora el maestro armero, que si este o tal infanzón. Y además ensalzaba las hazañas de estos, pero sobre todo ensalzaba las hazañas de Don Carlos. Llegué hasta la supuesta batalla en la que quedé lisiado, y como de costumbre lo adorné como una lid del combate y no como algo que ocurriera después borracho perdido. Y con todo esto, si no me reconocía era que este no era el Don Carlos que yo conocía y era un impostor que lo suplantaba.Sea como fuere llegamos al monasterio.

En el monasterio comí despacio y seguí hablando, esta vez del camino. De sus peligros y del estado espiritual que se lograba recorriendolo, era una historia magnífica que cualquier peregrino que llevase tiempo andando reconocería, es una historia que los frailes habrían oido una y mil veces, pero no por eso era menos hermosa. Comí con mesura, pese a que estába muerto de hambre, que apenas había comido un poco de pan de viaje estos últimos días, pero no quería parecer desesperado.

Después fuí a orar, había aprendido que si uno acudía a las oraciones lograba raciones más generosas o mejores limosnas, en este caso pretendía ganarme el corazón de Don Carlos si no lo había echo ya rememorando viejas historias.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pierdo 1 de suerte.

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20/04/2016, 09:54
Bastián el bruto

 

 Tras deambular toda la tarde por el monasterio por fin llega mi hora predilecta, la cena. Me siento junto a Ataulfo, hombre de armas como yo, con el que intercambio unas palabras a cerca de diferentes técnicas para manejar el cuchillo. No pierdo la oportunidad se sacar de su vaina mi viejo cotell para hacer una demostración de como debe empuñarse y blandirse. Nadie que tenga la más mínima idea de armas dudará de que esa forma de usar el cuchillo es propia de bandidos más que de un soldado.

 Al fijarme en el plato de lentejas y el trozo de pan que me han servido no puedo evitar abalanzarme sobre él para devorarlo. No le doy ninguna tregua a dicho manjar, hundiendo una y otra vez la cuchara sobre el cuenco como si estuviera apuñalando con saña a un enemigo ya abatido. Tras acabar, me incorporo y lanzo un estrepitoso eructo que retumba en toda la sala. Me limpio la boca con la manga y me recuesto sobre el asiento. En ese momento mi mirada se cruza con la de ese chico tan extraño y me percato de que se estaba fijando en mi. Frunzo el ceño de forma exagerada y él aparta su mirada rápidamente. No le doy mayor importancia.

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20/04/2016, 10:18
Ataulfo, el viejo

Llegamos al monasterio cansados del camino. Impresionaba la ubicacion del mismo incrustrado en la misma roca como si por arte de magia o un milagro hubiera surgido de la montaña misma. No me sorprendio en demasia pues habiendo servido como guardaespalda otras vecex ya habia pasado por semejante paraje aunque nunca habiamos hecho noche en aquel sitio.

Don Carlos, hombre pio, acompaño a los monjes en las liturgias y yo le acompañe pues por un lado podría guardar su espalda en mejor manera cuanto mas cerca me mantuviese de el y ademas podría ponerme a bien con el altisimo que nunca vendría mal unas plegarias para que cuiden de nos durante la travesia. Que igual que peque en Jaca cuando pude comulgo cuando tengo ocasion para limpiar mi alma de macula alguna que me castigue a las profundidades del averno. Nos acompaña en las oraciones, Evaristo, el hombre que encontramos por el camino. Parece un hombre versado en batallas aunque ahora tullido por una grave herida que segun el cuenta le fue hecha en una contienda. 

Difruitamos de la cena que los monjes nos ofrecieron en silencio, solo roto por los salmos que el lector nos ofrecia desde el pulpito en el refrectorio, ah y roto tambien por el sonoro erupto de Bastián que bien ganado tiene el mote

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20/04/2016, 22:30
Carlos de Mayoral

Antes de irse a dormir, Carlos busca un momento para conversar escuetamente con Evaristo a solas. 

-No me vendría mal otro home capaz de empuñar un cuchillo si fuésemos asaltados, que habiendo guerra entre Castilla et Aragon, no ha soldados que hostiguen a los bandidos y estos campan a sus anchas por los caminos. Cualquier viaje es un riesgo en estos tiempos aciagos. Et más que un guerrero imponente que saque pecho ante los peligros, busco un home despierto que se anticipe a ellos y los evite. Mucho se jacta Bastian de su fuerza, cosa que respeto mucho, mas observado te he y creo que eres más adecuado a lo que yo busco. Te ofrezco lo mismo que al resto, 10 coronas de plata por semana más los gastos que surjan en el viaje, que correrán de mi cuenta. Si Hugo confía tanto en tí creo que mesreces una oportunidad. No la eches a perder. Mañana viajarás sobre uno de mis caballos.

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20/04/2016, 22:44
Director

Al amanecer encontráis a Carlos algo distante, como pensativo y preocupado.

Medio absorto os comunica que Evaristo se unirá al grupo en las mismas condiciones que Ataulfo y Bastian. Pasa parte de la carga de su segundo caballo, en el que a partir de ahora viajará Evaristo, a la mula. Lo que no puede cargar, fundamentalmente provisiones, lo entrega a los monjes del monasterio.

Cruzáis la frontera entre Aragón y Navarra sin problemas, la guerra no ha llegado tan al norte y estáis protegidos, en parte, por el estatus de peregrinos, Carlos planea pernoctar en el monasterio de Leire, para cruzar luego el río Salazar y recorrer el valle de Ibarrela, del que, según os cuenta, le habló durante las guerras contra los moros su viejo camarada de armas Álvaro Salazar en numerosas ocasiones.

Durante el camino atravesáis varias poblaciones, alguna de ellas abandonada por la despoblación causada por la combinación de la guerra y la peste. Debido a la distancia hacéis noche en una aldea a mitad de camino, en la Posada de "El buen vino". 

El segundo día, conforme os aproximáis a vuestro destino el panorama cambia. Las tierras adscritas al monasterio son ricas, y están bien cuidadas. Los campesinos son sumisos, e inclinan la cabeza servilmente al ver pasar a un grupo de "señores" a caballo. El ambiente es de prosperidad y bonanza. Demasiada quizá...

En cualquier caso, al fin veis ante vosotros el monasterio.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas de juego

No quiero avanzar la narración sin daros oportunidad de hacer cosas. Si alguien quiere hacer algo más en San Juan de la Peña,  o por el camino, puede hacerlo. En cualquier caso, yo continuaré la historia mañana.

 

Pero ya que he detenido el cuento, sabed que durante el viaje tenéis un susto. Puede que aparezcan algunos asaltantes a los que os enfrentáis y derrotáis o engañáis; puede que suceda algo fabuloso en "El buen vino", tal vez ocurra algo escalofriante en uno de los pueblos fantasmas, o tal vez un caballo estuvo a punto de ahogarse al cruzar un río; tal vez Nicómedes salvó a algún enfermo... Quiero que uno (solo uno) de vosotros comience a contar algo sorprendente o peligroso que sucedió y en lo que él su pj tuvo un papel relevante... pero que lo deje a medias. Y que sea otro  jugador diferente (igualmente solo uno) el que lo termine narrando la resolución del evento, resolución en la cual tuvo un papel protagonista y valeroso.

Aparte de ese contratiempo, ¿alguien quiere hacer algo más en San Juan de la Peña o durante el camino?