Partida Rol por web

.      - El mismo portavoz del consejo, Mease Arcturus me ha dado estos salvoconductos, no solo para que pasemos por aquí, sino para que indaguemos la situación actual de la obra porque el consejo ha dejado de saber acerca del avance del Arca caballeros!     Quien de ustedes nos puede dar una visita guiada, una presentación de los resultados actuales, así como los próximos planes y objetivos del proyecto?-.     Responde Trinity con la seguridad y aplomo que cualquier perfecto podría demostrar en una situación diplomática como la actual, pero atenta a reaccionar solo si la situación toma un giro sorpresivo

Al ver a aquel guardia cruzando miradas conmigo y como su mano se acercaba al arma fruncí el ceño con una mirada dura y desafiante, afilada por mis años de servicio y además con los que llevo encima como Cazarrecompensas. Alcé una ceja, esperando algún movimiento raro, obviamente sin desenfundar el arma aún, con las manos alzadas, confiando mucho en mi propia reacción como para desenfundar mis armas, pero antes de seguir más con este pequeño duelo de miradas finalmente Trinity intervino.

Volteé a verla con curiosidad, antes de sonreír con ligereza antes de finalmente bajar los brazos, para luego voltearme a ver con algo más de seguridad a los guardias.

El guardia más rígido coge los salvoconductos, les echa un vistazo rápido y los devuelve a Trinity con un seco "todo en orden".

A continuación os acompaña al interior de la base.

La Base en sí en una muestra de la eficacia del ingenio de Puerta Dragón. El terreno tiene una inclinación bastante pronunciada de piedra irregular que termina en una playa a varios metros bajo vuestros pies. Sin embargo, han aprovechado el propio desnivel para crear una terrazas sobre las que están asentadas las diversas tiendas de campaña reforzadas, además de varios caminos. Podéis diferenciar perfectamente al personal de guardia, los únicos que van armados, además de vosotros, a los ingenieros, vestidos con uniformes cómodos y funcionales y los mineros, que llevan monos mayormente bastante ennegrecidos y desgastados. Muy pocas miradas se fijan en vosotros, salvo fugazmente y se respira un aire de cordialidad y concordia.

El guardia os guía hacia hasta una tienda bastante más reforzada que las demás, de dos plantas, y protegida por un par de guardias. Al entrar, descubrís un espacioso interior donde un grupo de ingenieros se afanan en construir todo tipo de ingenios, ya sea haciendo montajes de piezas, o creándolas desde cero en pequeñas forjas alimentadas por magicitas de un color rojo intenso. El alto techo de la tienda hace que el ambiente al entrar sea bastante respirable, pero se nota el calor y el fuerte olor a aceites y metal trabajado.

El guardia hace una señal a uno de los ingenieros y le susurra unas palabras. Acto seguido, se va hacia una de las mesas de trabajo, donde hay desplegados varios planos y mapas y una mujer les mira con aire concentrado, acompañada de un muchacho de piel oscura que parece más asustado y perplejo que otra cosa. Cuando el ingeniero rompe su concentración, esta os mira y se acerca con gran velocidad.

-Hola, soy Maestra Amara- antes siquiera de que podáis reaccionar se lanza hacia vosotros y os da un abrazo a cada uno lleno de candidez y sentimiento. No llega a apretar, pero podéis sentir su menudo cuerpo contra el vuestro. Incluso Harosuki, que se muestra más reacio al contacto físico, es fintado por la mujer que le termina atrapando- Soy la Jefa Ingenieros y responsable de campo del proyecto Arca. La verdad es que... esperaba otro tipo de comité, pero si os envía el consejo por algo será. Primero, y antes de todo, creo que deberíais dejar el equipaje. Mi ayudante os acompañará, y así podremos preparar esto adecuadamente.- La mujer está obviamente acostumbrada a mandar, y se nota que, a pesar del cariñoso saludo, es una mujer acostumbrada a tomar el mando. Hace una señal a su ayudante, que se apresura hacia vosotros. Antes de despediros, Maestra Amara vuelve a abrazaros uno por uno, no aceptando un no por respuesta y siempre encontrando la forma de estrecharos entre sus brazos.

El muchacho responderá como pueda a todas vuestras preguntas mientras subís al siguiente nivel, donde hay ubicada una pequeña tienda de campaña al lado de una enorme pila de cajas que parecen abandonadas desde hace tiempo. El interior de la tienda, sin embargo, está en perfectas condiciones, y dispone de varios camastros y unos arcones donde el ayudante os indica que podréis dejar el equipo.

-Todas las pertenencias están aseguradas por la guardia de la base- explica cordialmente- Nos sentimos orgullosos de que no hay delincuencia en la base. Pero en nombre de Maestra Amara, tengo que pediros que dejéis también las armas. Solo el personal de seguridad de la base puede ir armado. Si os preocupan ataques desde el exterior, la base está protegida por una barrera de Magicita. Nadie no humano del exterior puede percibir esta base.

El ayudante esperará tranquilamente a que todos vosotros dejéis el equipo y las armas antes de haceros un pequeño tour por la base y llevaros de vuelta ante Maestra Amara.

Desde el momento en que entras en la base sientes una sensación extraña en tu mente. Es como si tu conexión con la marioneta se estuviera debilitando. Está lejos de que puedas perder el contacto con ella, pero si que te cuesta moverla. Siempre y cuando no tengas que hacer grandes esfuerzos, puedes disimular esa debilidad, pero sientes que tendrás que concentrar todo tu poder en mantener el control, y es bastante posible que el resto de tus facultades queden bastante mermadas.

Cuando te concentras en buscar la fuente de tu debilidad, puedes percibir un ruido blanco en el fondo de tu mente, y al detectar el origen, procede de una torre de emisión en el centro de la base. En apariencia es solo una torre de metal donde se ha colocado un mecanismo para emular un reloj, que es obvio lleva algún tiempo parado; sin embargo notas que esa torre es mucho más y que la fuente de tu debilidad procede de ahí.

Sentir la Presencia de Justicia se había convertido en algo casi habitual. Aunque al principio te había costado hacerte a la idea de que ese ser estuviera vinculado a tu mismo alma, con el tiempo se volvió más una ayuda constante, un amigo leal o un aliado invisible, que realmente una molestia. Muchas veces era poco más que un susurro en el fondo de tu mente.

Sin embargo, en el momento en que entras en la base, el murmullo se convirtió en silencio.

No notabas su presencia. No podías acceder a él.

Seguías sintiendo la magia recorriendo tu cuerpo, eras capaz de canalizar sus poderes a través de tu cuerpo. Pero ni siquiera gritándole eras capaz de hacer que respondiera. Solo el silencio, asombrosamente molesto era la respuesta.

Ni siquiera durante tu aprendizaje, cuando se negaba deliberadamente a responder a tus preguntas, te había dejado tan abrumadoramente solo.

 Resultaría que Trinity se podría hacer cargo de la entrada del grupo, lo que les facilitaría adentrarse en su destino y…

 -... -aunque el resto no lo supiese, Virgilio sería preso de una sensación que seguramente le acompañaría durante el resto de su estadía en aquel lugar, siendo que más allá de mostrarse afectado por algo el hombre continuaría inexpresivo, disimulando aquella experiencia mientras deducía el motivo de su causa.

 Una vez en presencia de aquella rubia, el pelirrojo apenas y reaccionaría a aquel repentino abrazo que iba repartiendo a todo el grupo. Aunque el rostro de Virgilio no solía decir nada, en aquel contexto algunos podrían leer algo como “te acostumbras”, siendo que por la cabeza del hombre por un momento pasó la imagen de la mecánica que fue a entregarle su equipamiento al salir de la ciudad.

 Sin decir nada al respecto, Virgilio esperaría a las indicaciones de la maestra antes de seguir a su ayudante hacia el lugar donde dejarían sus cosas.

 -Esa mujer… ¿Hace eso con todo el mundo…? -quiso saciar su curiosidad el hombre pelirrojo, esperando que el ayudante de Amara pudiese responder a su duda sobre los abrazos.

 Ya en la habitación, escucharía la petición sobre las armas y, lejos de poner alguna queja, Virgilio empezaría a dejar las cosas que cargaba encima, tratándose en resumidas cuentas de la mochila, dado que por lo que el grupo podía saber no llevaba ningún arma debajo de sus ropajes.

 Priorizando entonces la reunión con la encargada de aquel proyecto, Virgilio esperaría a que el grupo acabase de dejar sus cosas para seguir nuevamente al ayudante.

 -Una barreta de Magicita… -aquella sería información que el psíquico tendría en cuenta a partir de ahora, siendo que le daría una idea del porqué tenía aquella extraña sensación encima.

-Me temo que así es- había cierto pesar en su voz, era obvio que ese comportamiento no era en absoluto decoroso para alguien de su posición, y era demasiado cercano para unos desconocidos- Muchos de los mineros evitan el contacto directo con ella precisamente por esa razón. Puede ser un poco... bueno, afectiva, siempre que no la lleves la contraria.

Esboza una media sonrisa, casi cansada al ver que dejas el pesado petate en el arcón, que queda cerrado con un pequeño candado y te entregan la llave del mimo. Al parecer, además de la guardia, procuran que vuestras pertenencias tengan alguna protección "adicional", por así decirlo. La verdad es que el candado parece más una trampa que otra cosa, porque a ninguno os costaría demasiado forzarlo.

Me dolería la mano mire mis muñecas me costaba apretar mis armas, mis tendones estaban adoloridos por la fuerza que había usado para tratar de lastimar al guardián pero su piel era muy dura como flexible casi parecía que hubiera apuñalado una piedra, apretaba como podía mis armas viendo como aquella descomunal como intimidante criatura trataba de resistirse a las ataduras de Virgilio, pensé en atacar sus ojos quizás entrar en su boca y abrirlo desde adentro aunque era una idea verdaderamente estúpida ya que la piel debía ser igual de resistente por dentro, arrugaba mi entrecejo intentando pensar en alguna solución a este impedimento pero la reacción de Trinity seria la que me sorprendería mas -No me refería a eso, me mantengo escéptico con que esta criatura pueda respondernos, puede que su motivación para atacarnos estén ligadas a un instinto quizás de supervivencia o territorial.

Mi vista se dirigía a la criatura no tenia idea de como podríamos combatir con una criatura tan resistente, los variados disparos mágicos de Maxwell no parecían ser muy efectivos como para traspasar su piel, pero ese movimiento contra toda probabilidad seria nuestra carta del triunfo, los disparos darían en los puntos perfectos para desequilibrar al guardián haciéndolo caer en picada libre por el precipicio -No puedo creer que eso funcionara, ¿Por que no lo hiciste antes?- Me relajaría al no ver al Guardian a regresar por nosotros, las dagas en mis manos desaparecieron, avance varios pasos hasta cruzar el peligroso precipicio.

A diferencia de las ocasiones previas donde me adelantaba a los demás integrantes del grupo, me quedaría junto a ellos durante el descenso que tomaríamos para llegar a la cueva que seria la recto final para llegar a nuestro destino, agradecía que esta cueva fuera diferente a la anterior no sentía el pútrido olor a cadáveres por ninguna parte, estaba acostumbrándome a ir adelante pero las indicaciones de Trinity parecían ser mas que indicadas para no perdernos entre las cuevas, al llegar a la zona de las minas volvería a mi actuar de forma habitual adelantándome a los demás par pasar mis manos por la maquinaria -Que buen sistema, creo que puedo manejar una de estas.

Miraría como los demás avanzaban por la cueva, me baje de la maquinaria para continuar junto a ellos no quería quedarme solo para terminar perdiéndome, ya me estaban doliendo los pies al momento en el que salimos de la cueva no supe cuanto mas estuvimos caminado hasta que llegamos al campamento, el campamento estaba fuertemente protegido lo ultimo que debíamos hacer era ocasionar algún tipo de problema que fuera un impedimento para la misión, empecé a caminar hacia atrás haciendo una cara de inocente sujetándome del brazo de Harosuki como si fuera un niño perdido, dejando que Trinity manejara la situación, prefería mantener un perfil bajo y poco alarmante.

Sin soltar el brazo de Harosuki continúe por el camino buscar llamar la atención lo menos posible mientras continuábamos siguiendo al guardia, miraba a mi alrededor con bastante cuidado para poder recordar cada pequeño detalle, podía reconocer ciertos patrones en la infraestructura del lugar como si fuera una firma que decía que todo ese lugar era gracias a Puerta de Dragon, lo mas sorprendente llego cuando cruzamos la enorme tienda quede maravillado viendo como armaban tantas cosas desde cero, como si mis ojos brillaran mire cada pieza quería unirme a esa labro y construir cosas desde cero que pudiera pintar.

Este lugar se ve divertido- Solté el brazo de Harosuki no sentía ningún tipo de hostilidad de los demás pero aunque eso era algo bueno la sorpresa que me lleve al escuchar la animada voz de la mujer me hizo retroceder un poco sorprendido por el abrazo sonriendo para que no se tomara a mal ninguna de mis reacciones -¿De verdad?, Supongo que no somos el típico grupo, despues de todo un niño viene acompañándolos- Aun algo desconfiado sonreí al ver a su asistente quería seguir manteniendo un perfil bajo pero di unos pasos siguiendo a ese chico de una forma animada dando pasos alegres -Ella dijo que esperaba un grupo diferente, ¿A que se refería?,¿Por que todo el mundo se aleja de ella?- Sonreí hasta llegar a una tienda donde baje mi bolsa sacando las flores de sangre abriendo los frascos para que las plantas no se pudrieran aunque el olor a sangre era muy fuerte -Yo no tengo ningún tipo de arma, pero espero que mis flores crezcan muy bien en este ambiente.

-En el Taller de Desarrollo te pueden ayudar con eso. Estoy seguro que las tienes bastante estima y te las podrían trasplantar a un recipiente más adecuado- a pesar del olor metálico que inundaba la sala, el hombre no dio muestras de molestarse, aunque se le veía fascinado por el intenso color de las flores, que aparentemente se habían mantenido en perfecto estado durante el viaje- Lo que no te puedo garantizar es que no te pidan algún ejemplar para su estudio. Como comprenderéis, no crecen muchas plantas por esta zona; algas en la playa y algo de musgo de las minas, pero nada más.

        - ¡Buenos días Maestra Amara!    ¡Muchas gracias por su ... cálida bienvenida! -     Responde Trinity a la maestra de los trabajadores de la arca, tras reaccionar a su abrazo con política cordialidad, sin mostrar indicios de incomodidad al respecto. 

        - Yo soy la líder de esté comité, de acuerdo a lo que confirman los documentos del consejo por el retraso de la actualización del avance de la obra del Arca financiada por dicho consejo.       Dejaremos el reducido equipaje que llevamos en donde y con quien nos indiquen para poder recibir toda la información requerida, así que esperamos contar con usted para la retroalimentación que le solicitamos! -     La perfecta está acostumbrada a negociar con otros personajes acostumbrados a mandar, sin cambiar el tono del cariñoso saludo antes de corresponder su abrazo con Amara por respuesta mientras la estrecha entre sus brazos.

        - Le entrego mis armas sin lugar a dudas a sus asistentes mientras que se firme de recibido y nos la regresen cuando se les requiera! -      Entrega Trinity sus pistolas a la persona asignada hasta que se firma por registrar la entrega y de las armas entregadas con política manera.

Una vez dentro de la base donde se encontraba la Maestra Amara, o más bien una vez dentro del campamento como tal ya tenía una sensación muy incómoda, algo no iba bien, pero a medida que íbamos caminando por esta base empezaba a comprender un poco todo el asunto. Al llegar al campamento de la Maestra Amara incliné la cabeza como un saludo, pero al ir viendo como iba abrazando a cada uno me sacó una ligera risa, a lo que correspondí sin problema su abrazo, lo mismo al momento de despedirnos, y la verdad a pesar de todo no es como que me sintiera incómodo por los abrazos.

Aunque no me gustaba la idea, decidí no pelear mucho, entregando mis armas mientras los demás iban haciendo preguntas, hasta que finalmente tuve una. -Yo tengo una pregunta: ¿Donde hay una salida de la base? ¿Es peligroso estar fuera de ella? 

-Actualmente quedan dos salidas, vigiladas, obviamente. Una, por el camino de las minas; este lleva tanto a las minas como a la carretera principal, es nuestra principal fuente de suministro. La segunda, se podría llamar salida; lleva directamente al Arca. Por motivos de estrategia está ubicada en un lugar de difícil acceso, incluso en barco, y está vigilada noche y día. Con respecto a los peligros, me imagino que habrán visto a la bestia que lleva acechando por las minas desde... el accidente. Y las cosas en el Arca no es mucho más segura por el momento. Aparte de eso, todo lo tranquilo que puede ser esta tierra.

Una vez se ha certificado que todas vuestras pertenencias están a buen recaudo, el siempre complaciente ayudante os hace una pequeña ruta por la base; apenas habíais visto nada de este sitio, pero está increíblemente bien organizado; más que una base avanzada os recuerda a una pequeña población; todos se conocen y mantienen las formas con sus convecinos; el sitio está limpio y ordenado porque todos los miembros de la comunidad son responsables de lo que hacen, e incluso hay un pequeño grupo de ingenieros que se hace cargo de mantener las estructuras en perfecto estado, incluso no disponiendo de materiales para ello.

Las zonas parecen estar perfectamente diferenciadas: un área para los ingenieros, incluyendo barracones y varios laboratorios de experimentación de Magi-tecnología, una para el personal militar, una para los mineros, y ligeramente apartadas la zona de la Perfecta y lo que Tawlson denomina "zona de invitados" que es desde donde salís. A un lado del campamento, cerca de las áreas de ingeniería y mineros está la cantina, de donde proviene la mayoría del ruido de la base, y un poco más allá está lo que llaman "vertedero": toda ciudad genera desperdicio, y las obras del Arca no son menos; en esa zona se llevan los materiales inútiles, cajas abandonadas y demás desechos de la obra, extrañamente vigilados.

-No queremos carroñeros en la base- se adelanta vuestro guía a indicaros- El Mercado Negro es demasiado tentador para cualquiera, y algunos de los productos "desechados" pueden ser peligrosos. Desde que nos quedamos atrapados y sin comunicación, se nos ha acumulado la "basura" y hasta nueva orden de la Perfecta nadie puede acercarse allí. Por nuestra propia seguridad.

Finalmente volvéis a la tienda de la Perfecta. Los ingenieros se han retirado, salvo un par de ellos que se apresuran a ultimar los detalles. Las mesas de trabajo están escrupulosamente ordenadas, pero ahora nadie trabaja en ellas, y donde antes había planos y mapas, ahora hay un delicado banquete de fruta y pasteles, acompañado de un par de teteras finamente ornamentadas de donde sale el vapor y aroma de una infusión típica. Jefa Amara está discutiendo acaloradamente con uno de los ingenieros sobre la colocación de unos pastelitos cuando Tawlson la interrumpe tosiendo quedamente.

Cuando la mujer os ve, su rostro, surcado por la ira, se convierte en una mueca tranquila. Nuevamente se lanza a vuestros brazos y uno a uno os estrecha afectivamente antes de indicaros que toméis asiento. Las sillas no estaban especialmente ornamentadas y parecían incómodas, pero os sorprende que la forma del respaldo y la altura son más que correctas para garantizaros una óptima posición del cuerpo. Aun no estando acolchadas, son sorprendentemente cómodas.

-Perdonad mi brusquedad- se arregla un mechón de pelo rebelde que se negaba a mantenerse sujeto en el cuidado peinado- En ocasiones no entienden la importancia de algunas visitas. Los guardias me han comentado que teníais un salvoconducto firmado por el mismísimo Maese Arcturus. No, no es necesario que me lo mostréis; guardadlo a buen recaudo. Solo me suscita una pregunta. ¿Qué es lo que necesita el Consejo de nosotros? ¿Cuál es vuestra misión aquí?

.      - Por qué razón y desde cuándo se quedaron encerrados caballero?       Me permite tutearlo? -.     Pregunta la perfecta a Tawslon con una sonrisa empática y una mirada pícara y curiosa mientras le escucha atenta antes del regreso de la jefa con sus abrazos, a quien responde con simpatía y cierto liderazgo:

          - El portavoz del consejo me pidió en persona que dirigiera al valioso grupo de valientes caballeros que me acompañan hasta aquí para investigar cuál es la situación actual de la obra que ustedes realizan y ellos patrocinan debido a ciertos rumores que corren entre el consejo mismo acerca de problemas y retrasos que pudieran presentar y del que no están bien informados debido a no tener noticias de ustedes y la obra del arca des hace casi 10 días señorita Amara!    Alguien más tiene algo qué preguar caballeros?

-Me alegra saber que el Consejo finalmente ha mandado a alguien para resolver lo que sea que ha pasado. Sabed que hace unos días hemos sufrido una especie de sabotaje en el Gran Arca que nos ha paralizado completamente el trabajo. El Ascensor que conecta la base con el motor central simplemente dejó de funcionar y las puertas se quedaron bloqueadas. Acto seguido, hubo una gran explosión y fue cuando las cosas se pusieron difíciles de verdad.

-Del fondo del atolón surgieron unos extraños insectos que parecían alimentarse de la magia. Los pequeños no son demasiado problema, se les podía espantar con fuego, pero luego vino el grande, y las cosas se pusieron realmente duras. Hemos evacuado la zona, pero hicimos lo posible para colocar una válvula de control para parar el flujo de magi-energía al Arca antes de que hubiera otra explosión. El día del sabotaje la fuga fue increíble.

-Por otro lado, al día siguiente de la explosión, en las minas apareció una bestia enorme que devoró sin dudar a varios de los mineros que sacaban metal para el arca; es obvio que tuvimos que retirarlos y habríamos enviado un mensaje al Consejo pidiendo ayuda, pero al vía principal está cortada y nuestras comunicaciones se fundieron con la explosión. No hemos podido hacer otra cosa estos días que esperar a que el Consejo nos mande personal cualificado, o que nos digan que tenemos que hacer a continuación. La mina está inutilizada, y el Gran Arca es imposible acercarse sin que nos devoren los monstruos, y no puedo mandar a mis pocos soldados supervivientes a matar a la bestia y defender el campamento...

Por la fecha que os está dando, el día de la explosión coincide con el desastre de las Cimas Wohl (diez días, como bien a marcado Trinity)

 Aunque lo ocultaría nuevamente bajo su expresión de no sentir nada, Virgilio sentiría cierta curiosidad al respecto de aquellos materiales que se acumulaban debido a los problemas que surgieron en el Arca, así como la seguridad que se le daba: el propio asistente lo confirmó, la tentación del mercado negro era muy fuerte, y eso mismo le confirmaba que aquella imagen de compañerismo y lealtad que veía entre los trabajadores igualmente no era tan fuerte como parecía… El humano era débil, una verdad simple.

 Ser recibidos con aquella mesa por la jefa del proyecto le resultaría sorprendente, hasta cierto punto, dado que teniendo en cuenta la situación en la que parecían estar no esperaba que pudiesen tomarse las molestias de preparar algo para meros mensajeros, los cuales además eran en su mayoría humanos.

 -Uhm… -al inicio dejaría que Trinity expusiese sus dudas, siendo que iría directamente al asunto de la visita.

 La perfecta no tardaría en revelar información valiosa sobre lo que había sucedido para parar el proyecto del arca y la comunicación con el consejo. Un accidente, una invasión de insectos, y la masacre de una terrible criatura…

 -¿La criatura de las minas era una quimera? -preguntó entonces, fijando su mirada sobre la Maestra Amara sin haber tocado nada de lo que les ofrecían en la mesa, más si aceptando el cómodo asiento. -. Antes de llegar a las minas nos topamos con un león con alas: nos hicimos cargo de él y continuamos: no hubo ningún peligro desde entonces -añadió. -. Sobre los insectos… ¿Qué aspecto tenían? También tuvimos un encuentro contra criaturas insectoides durante nuestro viaje hasta aquí, pero fue a una distancia considerable…

 Aunque aquellas eran sus dudas más importantes, de momento, Virgilio aún tenía otra que prefería expresar inmediatamente para no esperar si alguien más las hacía; después de todo, podría resultar un poco “fuerte” para el tacto que seguramente tendrían otros del grupo, a diferencia de él.

 -Por cierto, quisiera saber algo sobre usted… ¿Cuál es su defecto? -preguntó directamente a la maestra, señalándola para afirmar a quién hablaba. -. Ya me he hecho algunas ideas, pero preferiría aclararlo para evitar inconveniente: no seria el primer malentendido que tendría con un perfecto por desinformación...

 En ningún momento durante el viaje Virgilio se había detenido a preguntar a la perfecta del grupo, Trinity, sobre su defecto: en realidad, no se había detenido a hablar con nadie sobre sus vidas. Qué tuviese aquel interés con la maestra seguramente se debería a alguna cosa en particular.

-¿La bestia de la minas muerta? Eso es una gran noticia- estaba realmente emocionada por la noticia y no lo podía disimular- Eso significa que el Consejo ha mandado a gente realmente extraordinaria para este encargo. La verdad es que ha mis hombres les vendrá bien volver al trabajo después de estas pequeñas vacaciones.

-Respecto a su segunda pregunta- su mirada se volvió fría y furiosa cuando Virgilio menciona ese tema- Es algo que solo unos pocos PRIVILEGIADOS saben, no sólo sobre mi; sobre los Perfectos en general. Y normalmente EXIGIMOS silencio en ese aspecto. Incluso entre nosotros es un tema completamente tabú, es como si yo le preguntara por su orientación sexual, por el tamaño de su pene o si alguna vez se ha montado una fiesta loca con un chocobo, un molino de viento y un tarro de crema...- los puños de la mujer están cerrados con tanta fuerza que sus nudillos se han vuelto completamente blancos y por entre los pliegues de la mano surge un ligero hilo de sangre.

-Si las circunstancias fueran otras, le pondría a trabajar en la parte más profunda de las minas como escarmiento para un comentario tan sumamente soez. Sin embargo, no es mi obligación aplicarle esa disciplina, y le rogaría que se ahorrara ese tipo de comentarios en adelante. No todos nosotros somos tan... indulgentes.

Aunque intenta mantener la compostura y seguir con el ambiente distendido, se nota que la mujer está realmente nerviosa, aunque durante el resto de la velada no volverá a mirar a Virgilio.

            - Por favor disculpe la desconsiderada, ruda y poco sensible curiosidad del caballero que me acompaña y del que trato de ser responsable estimada Amara, creeme que entiendo tu punto! -    Responde diplomatica Trinity mientras qué mira altiva y con desdeñó a Virgilio solo por un momento mientras qué niega con la cabeza antes de girar para poner atención a la encargada del proyecto del arca con cierto sonrojo y pena en el rostro antes de terminar de decir

             - Estoy completamente de acuerdo contigo y en su momento me encargaré de disciplinarlo como le es merecido, sin embargo también debo reconocer por otro lado su muy valiosa participación para que pudiéramos terminar con la terrible y peligrosa quimera que les amenazaba de camino hacia las montañas, así que te pido le perdones su gesto irrespetuoso y nos permitas ver algunos de los especimenes que les dificultan su avance para saber exactamente a qué nos enfrentaremos con un par de tus guardias que nos indiquen por dónde es prioritario comenzar! -

-Somo ingenieros, no cazadores. Es casi imposible acercarse al Arca sin que te ataquen una u otra cosa. Y no puedo prescindir de ninguno de mis soldados para mantener la Base. Si habéis llegado hasta aquí tendréis que encontrar el camino de llegar al arca, aunque la verdad, no tiene demasiada pérdida. Es la torre grande en medio de un cráter. Obviamente, nos habéis echo un gran favor, y en otras circunstancias le habría reeducado yo misma, pero tenéis un trabajo que hacer, al igual que nosotros. Si queréis saber a que os estáis enfrentando, esperar a la marea baja y seguir por el camino de arena atravesando los repetidores quemados hasta el cráter. Mi personal estaba demasiado ocupado corriendo por sus vidas como para preocuparse de "recoger especímenes".

-La verdad es que puedo poner los medios de los que dispongo en la base a vuestra disposición, pero nada más. Ahora que los mineros pueden volver al trabajo tenemos mucho que hacer; entended que llevamos diez días de retraso.