Partida Rol por web

Escucho con atención lo que Lord Irion decía para asentir en silencio y una vez que Jarvis trajera mi ajedrez desde mi mansión para aquí después de recibirlo diría:

-No hay problema Su Majestad,yo le enseñare los movimientos básicos de cada pieza en cuestión,y como siempre se hace,pondré un peón en cada mano para que usted pueda seleccionar el color que le tocara jugar,ya sea o las blancas o las negras.

Dicho esto,comencé a organizar las fichas en su orden correspondiente solo dejando dos peones los cuales tome y mezcle detrás de mi espalda para que Lord Irion no supiera en cual mano estaba la negra o en cual mano estaba la blanca,terminado de hacer esto agregaría:

-Por favor seleccione una mano Su Majestad,¿izquierda o derecha?.

De eso dependería el color que le tocaría jugar y una vez que lo hiciera dependiendo del color diría:

-Al principio los peones mueven dos casillas hasta adelante,y pueden comer de forma diagonal de esta manera capturan al peón o cualquier pieza del color enemigo,después tenemos al caballo que se mueve en forma de L por todo el tablero mientras no sea capturado,si esta en casillero negro puede moverse en L hasta el casillero blanco y viceversa,mas tarde tenemos al alfil que se mueve en diagonal por el color que corresponda por el tablero,si le corresponde los casilleros negros le corresponderá moverse en diagonal por los casilleros negros,si es de casilleros blancos le corresponderá moverse en diagonal por los casilleros blancos,le siguen las torres,ellas solo se pueden mover de manera recta según los casilleros les correspondan sean blancos o negros,después le sigue la reina que puede moverse de manera diagonal por todas las casillas,rectas por todas las casillas o de frente por todas las casillas la reina es la mas poderosa de todas las piezas dado que puede imitar a casi todos los movimientos de las demás piezas menos al caballo, y por último tenemos al rey,que solo puede mover un espacio por turno,y puede capturar a las demás piezas comiéndolas de forma diagonal o de frente,pero no se pueden encontrar cara a cara con el rey enemigo eso esta prohibido.

Luego de explicarle lo mas sencillo tenía que explicar un poco mas lo complejo por lo que dije:

-Después el peón si llega a los lugares donde se encuentran las torres,los alfiles,los caballos al principio de la partida de la sección enemiga se pueden coronar y convertirse en reina,torres,alfiles o caballos dependiendo de la elección del jugador que llegue a esa posición,se dice que quien controle la mitad del tablero mas rápido tendrá el resto de la partida asegurada para mate seguro, ¨jaque¨ se dice cuando una pieza amenaza al rey contrario, y ¨jaque mate¨ se dice cuando el rey contrario ya no tiene posibilidades de escapar por ningún lado y esta acorralado.

Al terminar de darle esas explicaciones,continué explicándole distintas clases de jugadas para dar jaque mate al contrario,así también lo que es el enrosque,etc.

Terminada todas las explicaciones,terminado las explicaciones necesarias para que un principiante pudiera jugar agregaría:

-¿Entendió todo Su Majestad?,¿podemos dar inicio a nuestra partida?

Espere a la respuesta de Lord Irion.

Durante el tiempo de espera hasta que os traen el ajedrez, Irion está suficientemente ocupado con papeles e invitaciones como para hacerte el caso justo.

Durante la partida demuestra tener una cabeza privilegiada. Aprende rápido las normas y si dedicara tiempo al juego podría ser un oponente digno, aunque tiene algunas jugadas que dan un poco que pensar sobre sus movimientos a largo plazo. Estima demasiado a los peones, y prefiere sacrificar figuras como los caballos o los alfiles para trampas lejos de estar elaboradas; quizás se adelanta uno o dos movimientos a tus jugadas, pero no llega mucho más lejos.

Es un jugador osado, arriesga mucho y espera recompensas a corto plazo, pero en este juego se requiere estrategia y paciencia a largo plazo. Con todo, es un buen estratega, predice algunos de tus movimientos y crea sólidas defensas y ataques agresivos. En un par de ocasiones habría estado cerca de ganarte, pero le pierde la energía de la juventud y su poca paciencia.
En la segunda partida está tan aburrido del juego que apenas muestra interés por la partida, aunque conserva esa costumbre de no querer peones salvo que sea absolutamente imprescindible.

En ninguna de las partidas realiza un enroque, aunque siempre deja al rey debidamente protegido por torres o la Reina (la que murió en una jugada maestra antes de sufrir un mate)

Ni dejándole ganar habrías conseguido que tuviera un interés real por el juego, pero si que ves potencial para la estrategia si se lo propusiera.

Después de las dos partidas, Irion se disculpa muy educadamente y te pone una excusa muy estúpida y poco elaborada para que dejes de abusar de su hospitalidad...

Una vez que veo que Lord Irion me invita educada mente a retirarme de su mansión,por lo cual guardo las piezas de ajedrez dentro del tablero para después hacer un asentamiento afirmativo para luego antes de retirarme decir:

-Dentro de unos días Su Majestad organizare una fiesta en mi mansión para recaudar fondos por las vidas de inocentes que se perdieron tanto de humanos como de perfectos,espero contar con vuestra presencia para dicha fiesta.

Y nuevamente me arrodille frente a el en forma de despedida como una reverencia.

Salí de la mansión de Lord Irion y subiría al coche manejado por Jarvis y llegar a mi mansión.

Bajaría del coche y analizaría todos los datos que la partida me había dado,lo analizaría con calma,dado que las mismas me demostraron que si bien no es un genio de la estrategia no era para nada malo,al contrario podría decirse que si no fuera porque es un impaciente y tiene demasiada debilidad por los peones sería un excelente líder.

Aún así,me encerré no solo en mis pensamientos sino que ademas me encerré sin darme cuenta en mi despacho guardando el tablero de ajedrez,el gran problema era hacerle ver que el rey en realidad no era el,sino el pueblo; lo que sería difícil de demostrar.

La espada de abrió paso entre carne músculo y tejido, haciendo que el Guardián lanzara un espantoso berrido al aire; su ala, herida seriamente por el ataque anterior, finalmente quedó completamente inutilizada.

Era obvio que no volvería a volar, pero el combate parecía estar aún lejos de terminar, y el Guardián se guardaba un par de trucos en la manga. Aquellos ratones les estaban empezando a dar más problemas de los que había pensado y tendría que recurrir a sus poderes para acabar con ellos antes de que fuera demasiado tarde.

Su orgullo y su ala herida hacían imposible que ahora escapara. El combate sería a muerte.

Los ojos de la criatura se encendieron con un brillo rojizo siniestro mientras su boca se abría en un grito sordo que los mismos cielos respondieron, descargando un rayo escarlata surgido del mismo cielo que cayó de pleno contra Iria, dejándola maltrecha pero aún en pie, el golpe había sido impresionante, y no estaba muy segura de que pudiera sobrevivir a otro ataque igual.

Las cosas se estaban poniendo feas rápidamente, Luthor estaba herido e Iria había sufrido mucho daño en ese último envite. Quizás había llegado el momento de usar un recurso que no deseaba usar... la criatura parecía extremadamente dura y peligrosa. Aunque le pesara, no podía permitir que la joven muriera por mantener su secreto. Una breve mirada hacía su hermana y a Dama Verith, bastó para convencerse de que había que actuar, antes de que alguien más corriera peligro. 

Avanzó un paso firme en dirección a la criatura al tiempo que bajaba su mascara y una luz de color azul eléctrico inundó sus ojos al tiempo que unos destellos de breve chisporroteo surgían de sus dedos y del suelo a su alrededor haciendo que surgiera una breve brisa de ninguna parte que movía sus ropajes mientras la magia se arremolinaba a su alrededor dispuesta a ser formada. 

Una luz del mismo azul eléctrico se fue formando a su alrededor mientras canalizaba la magia arcana que había acumulado a su alrededor, había tenido muchas dudas para mostrar su magia ante extraños, pero la situación se estaba volviendo insostenible y no podía esperar más. La conexión con el arcano siempre había sido fuerte y parecía una reacción natural para él, el dar forma a esa energía a su alrededor  para descargarla contra aquella criatura en forma de varios misiles que volaban haciendo un sonido como de pájaros chillando al tiempo que surcaba el viento con una precisión sobrenatural para impactar a aquella bestia descontrolada que sólo podía causar más estragos si no la detenían ahora. 

Aquella criatura le había golpeado en la barbilla cuando remontaba el turno y el hecho de haber sido tocada por el guardián determinó que a continuación la Dama tuviera claro que la mejor de sus acciones sería intentar esquivarla, poniéndose a un lado y evitando que pudiese volver a ser tocada, al menos durante ese instante.

Debía hacer algo y cuanto antes, su poder no contenía a la criatura, así que no le quedaba más remedio que pasar a una ofensiva mucho más agresiva, la que comúnmente no solía emplear pues destruir criaturas le apenaba, pero aquel ser se les iba de las manos y tanto Luthor como Lyra podían morir por el hecho de no haberse esforzado al máximo, esa idea se le podría hacer insoportable. Así que la Dama sacó toda su energía de su propio interior y se concentró en el corazón latente de la criatura, centrando la base de su poder, y cerró las arterias que conectaban con los ventrículos, apretando los vasos sanguíneos entre sí, de manera que la sangre quedase concentrada en el corazón y llenase la cavidad tanto que o bien muriese por falta de oxigenación general corporal o porque reventase el músculo cardíaco.

- Deus, ¿no quieres ver algo de lo que a ti y a mí nos gusta?... La fragilidad del cuerpo frente a la reestructuración corporal y la obstrucción interna... Mira querido, siéntelo como yo... - dijo mientras el poder psíquico le embargaba, intentando pensar que el guardián realmente no era un ser vivo, aunque cuando acabase el efecto Verith iba a tener que soportarse a sí misma, aceptando que había dañado a un ser vivo.

Había logrado herir el ala de aquella criatura lo suficiente como para poder inutilizarla. ¡Bien! ¡Así no podrá volar! 

Pero aquello no mejoró la situación, ya que aquella cosa invocó un rayo que me golpeó de lleno.

Las fuerzas me fallaron y mi rodilla falló haciendo que golpeara el suelo. Utilicé la espada para clavarla en el suelo y tener un punto de apoyo para así poder recuperar la respiración durante un instante. No podía seguir aquel ritmo... 

Y fue entonces cuando Luthor demostró que no solo sabía disparar.

¡Es un mago! ¡Un fantástico mago! ¡Eso era genial!

Empezó a hacer cosas de magos y disparó al guardián con una descarga mágica. Esperé y me concentré en defenderme a la espera de ver si aquel ataque era suficiente para matar a aquella cosa.

Aquel juego ya había durado demasiado, la chica de la espada debía morir. El resto  de aquellos ratones apenas le habían hecho daño, y desde luego no serían presas difíciles de abatir cuando llegara el momento.

Intenta alcanzarla pero siente una profunda punzada en su corazón, algo impide que este lata como es debido, siente el dolor que le atenaza y hace que falle el ataque contra el escurridizo ratón que incluso a pesar de sus heridas consigue esquivar el ataque.

Lo siguiente que ve es que otro de ellos es capaz de canalizar una impresionante cantidad de energía mágica que manifiesta en forma de varias aves arcanas que atravesaron su cuerpo como si este estuviera hecho de papel, abriendo unos impresionantes boquetes en su cuerpo y abatiéndole finalmente.

Apenas tenéis un respiro cuando veis el impresionante cuerpo de la bestia caer finalmente fulminada cuando una extraña forma borrosa comienza a formarse por encima de su cabeza. En apenas un instante se ha formado una figura familiar, la madre que habíais visto en la cabaña que os miro con rostro gentil.

-Ahora mi familia puede irse en paz- dice extendiendo los brazos hacia vosotros.

A su lado comienzan a formarse las figuras de toda su familia, con rostros tranquilos, ahora dispuestos a cruzar al otro lado. Solo os falta el muchacho que había escrito el diario, que no aparece por ninguna parte.

-Su culpa le ha dejado anclado para siempre a este lugar- dice la madre con pena en su voz fantasmagórica- puede que ni mortales ni dioses puedan hacer nada por redimir su alma atormentada. Con todo, os damos las gracias héroes por dar caza a la bestia y permitir que las almas de mi familia puedan reunirse conmigo en el Otro Lado.

Y con estas palabras las imágenes traslúcidas se esfuman en el aire, dejándoos a vosotros cansados por el combate, pero con una sensación de tranquilidad y paz en vuestros corazones tras haber ayudado a esa familia de cazadores. Algo en vuestro interior os dice que ahora que el Guardián está muerto, sus almas han sido vengadas y pueden volver al Etéreo.

La ayudante de Iria aparece con Lyra entre sus brazos de entre una formación rocosa donde hacía un momento juraríais no había nada. Ambas mujeres parecen sanas y a salvo, y corren hacia vosotros con notable preocupación.

-Mi Señora- la preocupación es más que evidente ante el estado tan lamentable en que se encuentra Iria, que se ha derrumbado aunque sigue consciente, y bastante maltrecha- Siento mucho no haberla sido de ayuda... ¿se encuentra bien? ¿Cómo de graves son sus heridas? ¿Puedo hacer algo por ayudarla? Usted...- mira a Dama Verith con gesto suplicante- Usted es... sanadora; la vimos en el hospital asistiendo a los enfermos... Debe...- te coge con cierta fuerza de las solapas y te zarandea presa de la urgencia y la desesperación- Debe hacer algo para ayudarla... Diosa, sabía que esto era una mala idea...- deja a Dama Verith y rebusca impaciente en el interior de su morral- Debíamos haber vuelto a Golden Ash Tree... la vida de aventura... es demasiado peligrosa... Si...- sus ojos empiezan a brillar con lágrimas- Si la pasara algo... No se... No se que haría... o que me haría el Gobernador... o su tío Arthur...- vuelve a miraros casi llorando- Por... por favor, tienen que auxiliarla...

Verith permanecía seria mientras arrancaba la vida de aquella criatura de manera lenta y agónica, como así debía ser por la insuficiencia de oxígeno en los tejidos celulares. Quizás la Dama no fuera la causa de la muerte, pero sí aportaba su grano de arena en aquel grupo donde todos se afanaban de eliminar al guardián, un ser que sin duda no iba a apiadarse de ellos.

Al caer la bestia una imagen borrosa se formaba encima de la cabeza de la criatura ya caída, era aquella particular familia etérea, actuando de portavoz la madre, la cual les informaba de que habían sido liberados y ya podían marcharse de allí, dejando atrás al culpable de sus desdichas, aquel hijo que anclado pagaría sus culpas durante un indeterminado tiempo. Era la justicia de los dioses, o quizás, la del devenir.

- Todo está como debería... - dijo la pelirroja, aunque realmente no pensaba eso, lamentaba profundamente la mala suerte del muchacho, al fin y al cabo no era Perfecto, se estimaba que tuviera tantos defectos como solamente los humanos podían tener, y aún con eso, Verith tenía la sensación de que deberían hacer algo más - Luthor, ¿no habría manera para dar calma al joven y liberarle?... - intuía la respuesta pero no le gustaba cual era.

Alice se acercaba hasta Iria para ver cómo se encontraba su señora, mientras Verith se aproximaba a Luthor y comprobaba sus heridas, manteniendo delicadeza en su tacto y usando su poder psíquico para curarle en primer lugar, justo cuando la ayudante de Iria se aproximó a ella para interrumpirle en el proceso.

- Espera un momento, no se puede atender a dos personas a la vez si no quieres dañar a ambas... - razonó, aunque la joven parecía fuera de sí, cogiéndola de las solapas y comenzando a zarandearla, haciendo que la Dama la empujara a un lado - ¡Para!... Cada minuto que me haces perder son heridas que no puedo sanar... - la pelirroja tenía el ceño fruncido, ya había sacado parte de su carácter desbordante, para ella las emociones eran algo intensas y tras la tensión del guardián, las heridas de Luthor y la presión de Alice, lo normal era que su genio estallara.

- Que nadie me hable... ¡Nadie!... - y así, muy "socialmente", la dama Verith se dispondría a curar a Luthor, aunque no estaba del todo concentrada, odiaba que las personas de su alrededor perdieran el control, para eso ya estaba ella. Posteriormente sanaría a Iria, cuidando que su labor fuera impoluta.

Tras haber realizado las curaciones, fenómeno que provocaría en los pacientes una sensación de cosquilleo siendo Verith muy delicada con su poder psíquico sobre la carne,  la Dama miró el camino que tenían por delante.

- Deberíamos continuar el viaje - al ver callados a sus compañeros añadió con una sonrisa - ¡Ya podéis hablarme! - denotando que no estaba enfadada, solo que tenía muy mal pronto, aunque el resto del tiempo parecía hasta dulce y cariñosa - Lyra, cielo... ¿Te asustaste con ese bicho?... Un día tenemos que enseñarte a pelear como Iria, si a Luthor no le da un ataque al corazón... - se rio por lo bajo recordando a la bestia.

Una vez derribada aquella cosa, me senté en el suelo... Agotada. Escuché la historia de la familia, aunque algo no me terminaba de cuadrar*

Mis heridas sangraban y, aunque no me iba a morir en cualquier momento, necesitaban atención. Alice se acercó a mí y no tuve fuerzas para contestar, solo para sonreír y asentir con la cabeza. Dejé a la Perfecta que hiciera su trabajo con mi compañero y que luego me atendiera a mí.

-Muchas gracias. Ahora me encuentro mucho mejor. 

Aún no estaba perfecta, pero sería suficiente por el momento.

-Estoy de acuerdo, deberíamos avanzar. 

La Perfecta había mantenido inmóvil a aquella cosa y, a saber qué más le hizo que no me enteré, mientras que Luthor había demostrado tener unas increíbles capacidades mágicas. ¿Y yo qué? ¿Qué había aportado? Era diestra con la espada, pero ya está. ¿Eso era suficiente? Tal vez debería haber entrenado más, aunque me siento algo más preparada para la próxima vez. 

-Eso, Luthor, ¡ha sido alucinante! ¡Increíble! ¿Desde cuándo puedes hacerlo? ¿Solo de vez en cuando? ¿Siempre? ¿Sabes hacer más trucos? 

Una vez que la criatura había caído Luthor volvió a colocarse el cubrebocas, miraba a la criatura con intranquilidad mientras con una mano sujetaba el lugar en el que le habían golpeado. Luego volvió la vista hacia Verith ante su pregunta - Podemos hablar con él, para que acepte su situación... si no la acepta... o lo dejamos o lo destruimos. Los espíritus se encuentran fuera de lugar en este mundo, por eso acaban trastornándose la mayoría de las veces - Extendió un brazo para calmar a Alice cuando el genio de Verith amenaza con explotar - Tranquila, nadie morirá hoy - le hubiera dicho a la Dama que curara primero a Iria, pero una vez que entraba en esa espiral, era mejor dejarla hacer y quedarse tranquilos. 

Las preguntas de Iria mostraban su actitud, que ya habían podido vislumbrar con anterioridad, una joven muy curiosa y con más preguntas de las que nadie pudiera responder. Con voz calmada se dirigió a ella - Siempre, pero nadie debe saberlo. Hice algo para que pudierais ver todos a la familia en la cabaña - Quizás fuera una batalla perdida impedir que la joven siguiera haciendo preguntas, pero al menos esperaba que la gravedad que le aportó a la palabra nadie, le hiciera entender la necesidad de mantener en secreto sus capacidades. 

El comentario de la pelirroja antes de continuar obtuvo una mirada de Luthor a su hermana - Está bien que sepa defenderse, pero mejor que aprenda a huir... y que sus inventos trabajen por ella - Lo único que buscaba era poder mantenerla a salvo, no dejaría desde luego que se acercara a ningún peligro. 

Aún le quedaba una pequeña herida, posiblemente el que descentraran a Verith fuera la causa de que no saliese todo lo bien que acostumbraba, pero era algo que aguantaría sin problemas... Ahora quedaba decidir que hacer con el joven, la idea de destruirle no le gustaba en absoluto, pero él no estaba al mando. 

Despeñáis el cadáver del Guardian para que las alimañas hagan su trabajo y se den un festín con sus restos para poder continuar tranquilamente vuestro viaje; aunque el combate contra el Guardián ha sido tenso, ni si quiera estáis cansados, sobre todo cuando, al avanzar un poco descubrís en el horizonte una estructura que se alza por encima de las brumas de la mañana.

El Gran Arca está cada vez más cerca.

Según las explicaciones del mapa, el resto del trayecto debería ser en descenso, atravesando unas minas cercanas.

El camino es bastante tranquilo, se huele la humedad del ambiente y el viento, aunque sopla fuerte, está lejos de ser molesto. El primer trecho lo hacéis sobre un suelo trabajado por cientos de años de pisadas; incontables familias han pasado por allí y han convertido la piedra, en otros puntos de aristas firmes que perfilan el viento, en una superficie lisa y pulida salpicada aquí y allá por hierbas ocasionales o algo de musgo resistente. El color blanquecino o ceniza de la piedra es sustituido por tonos muchos más oscuros al cabo de un par de horas, justo cuando vuestro trayecto empieza a ser en descenso. La piedra veteada de pizarra y hierro oscurece el paisaje por un camino que serpentea firme por las lisas paredes de piedra.

No tardáis demasiado en llegar hasta una de las entradas de la mina, con sus arcos reforzados de madera y toda una estructura de grúas y maquinas para mover el metal a través de vías que se abren paso por la pared de la montaña. A estas alturas casi os extraña la ausencia de ruido de personal cavando, el peculiar sonido del metal al chocar contra la piedra y las órdenes de los capataces mezcladas con los gruñidos de sus subordinados.

Solo el sonido de las aves y el agua os acompaña en el descenso.

La explotación lleva bastante tiempo activa, y se han abierto varios caminos que comunican las diferentes entradas, formando lo que podría ser todo un laberinto de pasarelas de madera, railes y entradas a la montaña; sin embargo, con un vistazo, Dama Verith consigue encontrar un patrón dentro de estos caminos, lo que os facilita enormemente el trabajo de llegar hasta la base, donde todos los rieles conducen hasta una única vía que se adentra en la costa. Por el camino reconocéis cubos con herramientas de minería en buen estado, vagonetas deliberadamente abandonadas, y todo en un perfecto estado de uso, pasara lo que pasara allí, había tenido que ser bastante reciente puesto que ni el polvo se había llegado a asentar sobre ninguno de los artilugios que os encontráis por el camino.

Solo por curiosidad, Lyra inspecciona una de las grúas, un sistema bastante avanzado que usa un motor de magicita, y este está en un sorprendente buen estado.

Con la montaña a vuestras espaldas, os adentráis hacia la costa, con la imagen de la impresionante torre en el horizonte, cuanto más os acercáis más conscientes sois de la inmensidad del edificio, casi tan alto como las torres de la antigüedad que se decía usaban los hechiceros para sus estudios arcanos; podría decirse que incluso mayor.

Os lleva una de hora más de trayecto llegar hasta un campamento bastante elaborado donde finalmente encontráis bastante actividad. El lugar parece una base avanzada bastante bien establecida; aprovecha al máximo el desnivel del propio paisaje para colocar unas tiendas reforzadas con metal que podrían resistir sin problemas el paso del tiempo. Desde donde estáis no sabríais decir de cuantas tiendas se tratan, pero cada una de ellas es lo bastante grande como para albergar medio centenar de personas.  El tránsito del personal y maquinas ha terminado por abrir unos extraños caminos en la propia tierra que funcionan como improvisadas calles, y podéis ver a una veintena de hombres vestidos como la guardia de Puerta Dragón que van de un lado para otro, enfrascados en sus propias tareas.

Cuando llegáis al límite del campamento, un par de guardias os dan el alto; parecen casi sorprendidos por la llegada de visitantes a ese lejano lugar. Apenas hacen preguntas y enseguida os dejan pasar, indicándoos que deberíais hablar con la Jefa Amara, la cual está en una de las tiendas más grandes, en el centro del campamento.

Al contrario que en la mina, este sitio está bullendo de vida y movimiento, una vez dentro podéis identificar sin problemas a los guardias del campamento y los ingenieros simplemente porque unos llevan armas y los otros, herramientas, mientras que, en algunos lugares, ajenos a la actividad podéis ver hombres con monos oscurecidos y ropa de trabajo pesada que simplemente se dedican a charlar o pasear por el lugar. No tardáis en dar con la tienda de la Jefa Amara, que se diferencia de las demás por ser un poco más alta que las demás; cuando entráis, una mujer de aspecto juvenil está estudiando con completa concentración los planos junto a un par de ingenieros; cuando uno de ellos la llama la atención esta os mira con ojos brillantes y se lanza sobre vosotros para abrazaros con un cariño y cuidado casi maternales.

-Visitas- dice la mujer con euforia- Tenemos visitas. Cuanta gente- Uno por uno os abraza a modo de saludo- No esperábamos tener noticias del exterior desde que el incidente del Arca nos dejó sin comunicación. Oh, que niña más mona…- pellizca una de las mejillas de Lyra con gesto maternal- Aunque estáis un poco… sucios. Me tenéis que contar que tal ha sido el viaje, que os ha traído aquí… Quiero saberlo todo. Pero antes- hace un gesto a uno de los hombres que la acompañaban- Jhavil os encontrará un sitio donde podáis dejar vuestras cosas. No os preocupéis, de paso os hará un recorrido por nuestra base; espero que no os importe si tardamos un poco en hablar, ahora mismo estoy completamente concentrada en recuperar el Arca y me es imposible atenderos- antes de despediros, os vuelve a abrazar con el mismo cariño y calidez que antes, incluso a pesar de las protestas de Luthor, que en ambas ocasiones consigue despistarlo para estrecharle entre sus brazos.

-Me disculpo por la Jefa Amara- dice el ayudante una vez estáis fuera de la tienda- Tiene algunas cosas un poco… peculiares, pero es la mejor ingeniera de la ciudad, por no decir del mundo. Y mejor no hacerla enfadar.

Como si fuera una respuesta a la disculpa del hombre, escucháis claramente toda una variedad de insultos procedentes de la tienda, claramente proferidos por la mujer.

El ayudante os explica con una pequeña ruta como funciona el campamento. Desde que Jefa Amara tomó el control, se ha dividido en tres secciones: minería, ingeniería y militares. Cada uno de los sectores tiene sus propias tiendas de trabajo, aunque todos los trabajadores humanos tienen sus propios barracones y los pocos Perfectos que trabajan en el Arca tienen barracones aparte. Extrañamente, os llevan a los barracones que deberían pertenecer a los Perfectos, donde al parecer tienen una zona habilitada para invitados, os “instiga” (de forma cortes e indirecta pero su expresión corporal indica que no aceptará excusas) a dejar las armas en unos cofres de metal especialmente dedicados a esa función, así como cualquier cosa que no vayáis a necesitar.

-El campamento está protegido por lo último en defensa, y es la razón por la que no necesitamos barricadas- explica el hombre- los únicos armados son los guardias, y su función es más mantener el orden que imponerlo. Aunque desde que trabajo aquí lo máximo que han hecho es separar a un par de mineros que se han pasado con la bebida. Es un lugar de trabajo bastante tranquilo…

Una vez habéis dejado las cosas en el barracón, os acompaña de nuevo a la tienda donde está la Jefa Amara y donde antes había una mesa con planos de todo tipo y varias piezas metálicas de formas incomprensibles, ahora hay colocado un delicado mantel con un hermoso juego de te y unos pastelitos bastante suculentos. La mujer está sentada en una silla, y en cuanto entráis se levanta para, como es tradicional en ella, abrazaros uno a uno. Acto seguido, os invita a sentaros con un tono dulce.

-Perdonad esta pequeña… distracción. No esperábamos visita y la base tiene ciertas… normas de conducta que todos, sin excepción, deben seguir- para el tono dulce que suele emplear, está sorprendentemente seria- Ahora, decidme por favor que os manda el Consejo…

Verith tras haber hablado durante un rato con Luthor decidió que era mejor dejar el espíritu atormentado tranquilo, mientras ellos mismos decidían como proceder. Tomar las cosas con calma y perspectiva le daría al joven espectral posibilidades de ser liberado, pero las prisas no eran buenas y ellos tenían una misión pendiente, ir hacia el gran Arca y desvelar sus misterios. Así que emprendieron la marcha

- Luthor me gustas más cuando estás sin la mascarilla, se te ve hasta guapo - dijo la pelirroja mientras sacaba un chupa chups y se lo comía - Por cierto, Lyra ya sabe huir muy bien, así que aprender a luchar es una opción quizás mejor, y más ahora que ella desea unirse a nosotros, ya viste que nos exponemos al peligro... Quizás tú mismo no hubieras sido herido si ella hubiera podido participar en la contienda contra el guardián - incidía en lo mismo, seguramente de aquí saliera una pelea entre ambos, a veces sucedía y cada cual era arraigado en su posicionamiento - No puedes tenerla siempre en una burbuja, es un error educarla así... Y lo sabes...

Continuaron el camino, el olor a humedad era agradable y la ruta muy transitada. La pelirroja caminaba relajada, sin temor a lo que pudiera surgir, según decían sus conocimientos estadísticos, tras una lucha contra un poderoso enemigo, no debería salir otro igual, así que su único esfuerzo consistió en avanzar con paso firme haciendo carantoñas a Deus con su energía psíquica, haciéndole constar que pensaba en él.

Llegaron a la entrada de una mina y lo particularmente extraño es que hubiera silencio - Esto está demasiado tranquilo - susurró la dama mirando la apertura con incertidumbre, caminando por entre las vías y visualizando el material que estaba en buen estado - Herramientas nuevas y apenas cubiertas de polvo. Ningún minero abandonaría así su material de trabajo y este hecho ha sucedido reciente... Algo ha pasado... Deberíamos averiguar qué... Quizás cuando hayamos realizado nuestra misión, la que nos ha traído hasta esta región...

Siguieron su avance hacia la costa dejando atrás la montaña y llegando hasta una base, donde destacaba una tienda de gran tamaño para albergar a mucha gente. Varios guardias les interceptaron y les preguntaron por sus intenciones, las cuáles fueron explicadas sin dilación y mandados para hablar con la persona al mando, la Jefa Amara.

- Hablemos con ella - determinó Verith, mirando con agrado el bullicio reinante, le apetecía algo de movimiento después de tanta soledad y no sabía cuánto iba a tener hasta que entraron en la tienda de la Jefa y fueron recibidos como si fuesen miembros de la familia - Ehmmmmmm... - dijo siendo abrazada, casi alegrándose cuando fue a achuchar a Iria y estallando en risas cuando lo hizo con Luthor - A ver si te endulzas... - le dijo a su humano para chincharle

El ayudante de la Ingeniero jefe les llevó a dar una vuelta por la base - Jhavil, ¿suele tener la jefa Amara tantos cambios de humor?... Ya sabes abrazos sin sentido y esos... insultos.... - miró a Luthor y le hizo una mueca como diciendo "¿ves como no soy la única?

- Mis humanos no dejarán sus armas - dijo la Dama Verith sacando sus ovarios por delante - Estamos en una misión especial y como tal deben estar siempre atentos a las necesidades que puedan surgir, así que gracias por el "ofrecimiento" de que vayamos más cómodos pero optamos por tener nuestro equipo al lado. Así mismo tiene mi palabra de Perfecta que no haremos destrozos injustificados y cualquier cosa que no agrade de nuestro proceder podría ser reportado al consejo. Soy mujer de renombre, no mancharía mi expediente si no confiara plenamente en mi equipo - intentó convencerle para que su negativa no se tomara como confrontación - Sobre el consejo, usted es un ayudante, esto solo será comentado a la Jefa del lugar, cuando tenga tiempo para atendernos... Por cierto, qué ojos más bonitos tiene... ¿de qué color son exactamente?... - y así fue como Verith se aproximó para leerle la mente.

Jhavil es un humano de confianza de Jefa Amara, de igual forma que Luthor lo es contigo. Es un hombre muy capaz, inteligente, sagaz y sumiso cuando tiene que serlo. Lleva trabajando bajo su tutela desde los siete años para alejarse de una madre prostituta y un padre alcohólico muerto hace dos años.

Los "cambios" de humor de Jefa Amara son bastante frecuentes. Como Perfecta que es, su Defecto Fatal es un secreto, aunque su círculo interno sabe que son esos abrazos, tanto para saludar como para despedirse. Sin embargo, no la gusta nada que la lleven la contraria, y tener visitas con el camino principal bloqueado y tras el ataque de la bestia a las minas implica que sois gente de recursos.

-Me temo que la Jefa Amara es muy específica con eso- se disculpa el hombre- Daría una mala imagen con respecto a la pequeña Comunidad que hemos formado en este lugar, y desde luego que una Emisaria de Golden Ash Tree y una Perfecta como voz tenéis cuantos permisos consideréis oportunos; sin embargo, esta medida es únicamente de cara a la galería. No tememos por los destrozos que podáis causar, sino por los daños colaterales que puedan surgir.

-Desde el cierre de las minas por el ataque de la bestia y el problema del Arca, las cosas en el campamento están... tensas. Los mineros abusan del licor, los guardias están en constante tensión, e incluso el Cuerpo de Ingenieros se ha vuelto... negligente. Para que os hagáis una idea, hace tres días que el reloj central de la base se ha estropeado, y no ha habido nadie capaz de repararlo...- se le nota realmente preocupado y triste- Obviamente no soy quien para imponeros nada, ni Jefa Amara os obligaría, simplemente lo hacemos por intentar mantener la calma en la base. Os puedo asegurar que en caso de necesidad estarán a vuestra disposición.

Ante la frase de mi compañero de "nadie debe saberlo", hago un gesto con la mano hacia mi boca, como si la cerrase con una cremallera.

-No tendrás que preocuparte por mí. Ni por Alice tampoco, ¿verdad? -pregunté mirando con rapidez a mi acompañante-. ¿Y qué puedes hacer? ¿Qué sabes? ¿Solo lanzas rayos mortales o también puedes crear portales o volar? -Abro mucho los ojos cuando dice lo de la casa-. ¿Gracias a ti pudimos ver a los fantasmas? ¡Eso mola un montón! ¡Muchísimas gracias! Fue de mucha utilidad. 

Mientras seguimos charlando, avanzamos hasta llegar a aquellas minas. Se parecían mucho a las que había ido con mi amiga.

-Estoy de acuerdo -comento ante el comentario de la Perfecta-. Demasiado tranquilo... ¿No tenéis algún truco para saber qué ocurrió aquí? Desde luego no veo marcas de ataque o explosiones. Es como..., como si hubieran dejado de trabajar. 

El campamento, por otro lado, era un barullo de gente de un lado para otro. Escuché con atención y sonreí ante el abrazo de la jefa.

-¡Por fin alguien normal! -grité tras estrecharla entre mis brazos-. Es un placer conocerte. 

Aquel ayudante nos llevó a nuestros aposentos y Verith dijo lo que yo pensaba: no dejaríamos las armas. Y menos cuando afirmó que la gente estaba de mal humor o borrachos.

Para mi sorpresa, la perfecta tiene un comportamiento algo raro cuando aprecia los ojos de aquel ayudante. Así que espero.