Partida Rol por web

Tras pasar unos momentos forcejeando con las cadenas Ydhir se plantea que la mejor forma de escapar es intentar dislocarse los pulgares para así sacar las manos de las argollas.

Haciendo un esfuerzo Ydhir consigue dislocarse los pulgares y soltarse de las cadenas que la mantenían sujeta a la pared.Pasa unos instantes estirando su musculatura que se encontraba bastante resentida debido a la forzada postura en la que se había encontrado hasta ahora.Sin perder de vista la puerta observa a su alrededor en busca de algo que pueda usar como arma arrojadiza o contundente,esta vez tiene que ser la definitiva, no puede permitirse que la vuelvan a capturar.

- ¿Qué me dices, soldado? ¿te gusta esa ninfa exótica? ¿Cuanto costaria una para cada uno durante... digamos una hora?

En el rostro oculto se esboza lo que parece una sonrisa, forzada por las apretadas venas.

Domingo se encoge de hombros, como un buen "sirviente", deja que su "señor" decida por él, aunque quedaba claro que estaba a gusto con la pregunta.

-Vaya... Una hora...

Dejémoslo en tres pieza de plata por la nueva, y cinco por Zang.

Verónica os acompaña a cada una de las puertas.

Primero abre la puerta de la muchacha pelirroja.

Ydir, en su interior, ha conseguido soltarse de una de las cadenas, y se ha recolocado el pulgar, con un CLEK muy doloroso.

Ahora va a por el segundo. Cuando desliza el hueso de la articulación, la puerta se abre.

Esta vez no han dejado nada a tu alcance que puedas usar como arma improvisada. Así que decides fingir que aun sigues encadenada, sosteniendo ambas cadenas.

Ydir no llevaba ya nada de ropa, y su piel blanca como la nieve está cubierta de heridas de latigazos.

-Ydir, este es Valenso, tu próximo cliente. Trátalo bien, es alguien muy importante.

se dirige nuevamente a Valenso.

-Tenga cuidado, no dudo que sepa defenderse, pero le aconsejo que deje sus armas lejos de ella. Aquí tiene las llaves de las cadenas, se las da. Si hay cualquier problema, llame a Rubén o a X. Vendré dentro de media hora para ver si todo está correctamente.

Que disfrutéis.

Dicho esto, Verónica cierra la puerta dejando a Valenso y a Ydir a solas.

Después, acompaña a Domingo a ver a Zang.

-Zang, este es en próximo cliente, es alguien muy importante, así que trátalo bien.

Ahora cierra la puerta y os deja a solas a vosotros dos también.

Záng, sin decir nada, asiente con la cabeza y mirando al suelo, deja caer su quimono de seda al suelo, dejando ver su cuerpo desnudo. Frágil, esbelto, casi perfecto, con su larga melena negra y lisa que llega hasta su cadera. Su piel de tonalidad pálida y un poco amarilla está extrañamente también llena de signos de tortura con látigo. Tanto recientes como ya cicatrizadas.

Valenso miró con detenimiento a Ydir. Ahora que estaba en el interior podía contemplar con toda perfección el bello cuerpo de la nordheim, aunque su piel estaba salpicada de latigazos. El pelo rojo era exótico en Zingaria... pero el noble era más de la cara bonita que parecía, y vio como la muchacha había conseguido desatarse.

Valenso estaba vestido con ropas elegantes y caras, llevaba dos espadas al cinto, y tenía los ojos vivaces e inteligentes. Pareció juzgar la situación durante unos instantes y, finalmente, con una sonrisa, se llevó el dedo índice a los labios, pidiendo a la ladrona silencio, y sin acercarse a ella.

- Vaya, vaya, vaya... - dijo el noble con una sonrisa- Pareceis alguien bien capaz de dar una sorpresa a cualquiera. En todos los sentidos. ¿Cómo os llamais muchacha?

Mi nombre es Ydhir,caballerodice con una sonrisa burlona mientras se aleja suavemente de las cadenas a las que fingía estar atada.Y bien, ¿que os trae por aquí?
Tras esta última frase se coloca el pulgar de la mano izquierda con un ligero chasquido de la articulación sin dejar de observar fijamente al hombre que está frente a ella.

- Es largo de explicar... aunque la versión corta es que estoy aqui con el proposito que cualquier caballero tiene al entrar en un lupanar como este. Aunque me confieso sorprendido. Hace falta mucho arrojo para seguir peleando después de la paliza que os han dado. Por no hablar de la dificultad de abrir esa cerradura. ¿Cuando os esclavizaron Ymir, y por qué? - mientras habla Valenso se sienta en uno de los sillones y observa, sin el menor rastro de pudor, los encantos de la joven

 Cuando Verónica abandona la habitación, Domingo se da unos segundos antes de siquiera empezar a moverse.

La primera imagen que le ofrece Zang es algo confusa para el Zíngaro. "Un cuerpo tan bello, manchado de esta manera... que desperdicio".

Asegurándose de que la puerta está cerrada, pues no quiere sorpresas por esa parte, se dirige hacia la chica, pero antes de llegar se quita la venda que le oculta el rostro y la deja caer a sus pies.

El pirata palpa con sus manos ligeramente ásperas la piel de la Kithana, una piel muy suave, aunque los surcos de las heridas y las cicatrices han dibujado un pequeño relieve.

Si a ella le molesta el gesto del pirata, pasa desapercibido para Domingo. Quizá no siente nada, quizá es una gran profesional como le había dicho la ama.

Un largo mechón de pelo se mueve a causa de las caricias del pirata. El zíngaro inspira profundamente, captando un agradable y embriagador olor floral.

Por un momento, parece que el pirata fuera a coger a la chica por el antebrazo, lanzarla a la cama y tirársela una, dos o incluso más veces. Sin embargo, eso no ocurre, aun.

Por el contrario, el pirata logra reunir el valor suficiente como para apartarse de la bella Zang. Con un gesto con la mano, la invita a sentarse en la cama. -Ponte cómoda, por favor.

De mientras, Domingo empieza a examinar la habitación con más detalle. Se dirige hacia la ventana* y echa un vistazo a través suyo antes de volver la mirada hacia la chica. -Eres una mujer muy bella y exótica, Zang. Seguro que debes valer una fortuna para Vanesa. No entiendo como deja que te azoten y te hagan daño. Eso solo hace que reducir tu valor... aunque supongo que si viene un cliente con suficiente dinero, Vanesa no le va a decir que no, verdad? El zíngaro niega con la cabeza, sin esperar respuesta alguna.

-Abre la boca. Pide de golpe pero con voz suave el pirata, temiéndose lo peor.

Zang obedece todas tus órdenes sin dudar un instante.

Se sienta en la cama, desnuda, y abre la boca.

La kithana pensaba que ahí empezaría su sesión con Domingo, pero por el contrario, Domingo solo la examina.

Unos dientes perfectos, blancos y alineados. domingo pensaba que tal vez no tuviese lengua, práctica común en Zíngara,pero aun la conserva, y seguro, en muy buena forma. Las maravillas que sepa hacer con ella son inimaginables.

La habitación en pequeña. Se trata de una planta baja, pero está algo elevada sobre el empedrado de la calle por un entresuelo. De la ventana a la calle no hay mas de dos metros.

En el cuarto hay una cama con colchón de paja, una butaca acolchada, una silla de madera, una pequeña mesa con cajones, una jarra con agua fresca y un orinal.

Es Ydhir, recuérdalo.Tal vez los dioses te pregunten quien te envío ante ellos.dice cambiando totalmente la expresión de su cara.Si estás aquí por lo mismo que los otros te advierto que no va a ser fácil conseguirlo.mientras dice esto se posiciona en guardia, por si tuviese que luchar pero sin dejar de observar toda la habitación...Tengo que salir de aquí y tu no vas a impedirmelo, he de vengar la muerte de mis padres.

- Tu nombre es el que te den perra - dijo Valenso mientras su sonrisa se acentuaba y levantaba la mano, como si pidiera paciencia, y luego señalaba a las finas paredes que le rodeaban- Aun no se que voy a hacer contigo. Me impresiona tu comportamiento y tu valor. Pero te conviene - hubo una inflexión en la frase como si el noble, que no se ha levantado del sillon ni ha hecho gesto de coger su espada, quisiera recalcar la misma- demostrarme que eres de confianza. Salvo que quieras que de la orden y entren nuevamente latigos y fustas. Te he hecho una pregunta, respondeme

No creo que te interese malnacido pero llevo aquí muy poco tiempo, uno o dos días.La razón ni la sé,dice con tono despectivo, lo único que me importa ahora es que ese tal Ramírez pague caro haber asesinado a mis padres.

Domingo deja ir un suspiro y se relaja al ver la lengua. Sin darse cuenta se había puesto tenso.

Se dirige hacia el jarrón de agua y se sirve un poco en el vaso. De repente parecía que tenía calor. Curiosea con los cajones mientras le habla a la chica.

-Verónica* me ha dicho que eres muda, pero apuesto a que sabes escribir...

En aquel momento, justo cuando está más cerca de la pared, el pirata escucha un fragmento de la conversación de la habitación de Valenso.

Domingo pestañea un par de veces, pensativo, luego prosigue con su tema. Poco a poco, se desabrocha la camisa y la deja encima la mesa, junto a la jarra.

Esta vez, baja un poco la voz.

-De cuatro patas.

Termina de desvestirse, dejando caer sus pantalones y las espadas junto la cama.

Se coloca encima de la cama, aguantándose sobre sus rodillas, tras la Kithana y empieza a penetrarla. Al principio de una forma suave y gentil. Luego algo más enérgico y frenético.

Cuando el pirata se cansa de la postura, coge las piernas de Zang y la voltea, algo más brusco de lo que hubiera deseado. Él deja la cama poniéndose de pie de nuevo y le hace levantar las piernas por encima de los hombros del Zíngaro. Sigue con el coito, medio hipnotizado por el movimiento de los pechos subir y bajar tras cada embestida que acomete.

Valenso se levantó del sillón y se acercó hasta Ydhir con las manos sobre las empuñaduras de sus armas, mirando a los ojos de la joven.

- Pues si quieres salir de aqui más te vale cambiar de actitud - le dice en un susurro- Porque puedo ser tu mejor billete para escapar y tomarte venganza. Pero aun no tengo ni idea de en qué me beneficiaría eso ni de por qué iba a tener que arriesgarme por ti.

Por si no te has dado cuenta...dice Ydhir en un susurro mientras aproxima su cuerpo desnudo el cuerpo del desconocido,hace tiempo que no necesito ayuda,continúa mostrándole las manos sueltas hace rato de las cadenas que la ataban.Yo no te he pedido nada, pero si me lo ofreces igual lo cojo...

- Yo solo veo a una mujer desnuda, marcada por el látigo, sin armas, ni forma de salir de aqui - respondo a su susurro con otro - Esclava por lo demás de una honrada mujer de negocios de esta ciudad. Y a la que cualquiera puede violar por unas monedas. Cierto, ha mostrado un valor y una destreza enormes para escapar de sus cadenas. Pero ¿cómo piensa salir de aqui? ¿podrá destruir esos barrotes?

Verás, aún no se como saldré.Como bien has dicho solo soy una mujer desnuda marcada por el látigo...dice Ydhir sin tratar de ocultar en su tono de voz que aquella conversación la estaba irritando sobremanera.Maldito, ¿me ayuda o me deja a lo mio de una vez?no tengo tiempo para perder en esto...piensa para si enojada.

- ¿Tal vez estarias interesada en ropa, un arma y una ocasion para escapar? ¿E incluso una ocasion para vengarte?- preguntó Valenso en un susurro acercando su cara al oido de Ydhir, mientras aprovechaba la cercania de la joven para cogerle la muñeca y acercarla a sí mismo- Porque puedes creerme que todo eso lo puedes tener. Esta noche. Te avisaré en el momento oportuno. Pero para eso tienes que seguirme el juego