— Oh... bueno, entonces no hay problema, tu madre estaba mal. — Añadió como comentario, de manera relajada y casual, tan solo girando la cabeza pero quedándose aun al lado de la loba... muy interesado en lo que tuviera que decir aquella sobre la invitación a beber aquel trago del que no había oído. — Puedo entender al conejo, que hable pomposo, no estorba, a no ser que use palabras raras... como "auna"... ¿Que es "auna"? Pero no tiene caso ha-hablar como-mo-mo así. ¿No ves que demora mucho y no sirve? Respeto que lo hagas por tu madre, ¡Claro! Pero la gente a veces hace cosas mal, ¿No es? Y si ves que esta mal y estorba, aprende la forma mejor y te mejoras a ti y a tu tribu.
Y, dicho esto, la nutria confirma sus propias palabras con un asentimiento de su cabeza, como marcando un punto con la punta de su hocico. Satisfecho.
Mientras caminamos al mercado, observamos como tres soldados de la guardia real aparecían para llevarse a Archie. Me quedo completamente confundido por toda la situación y veo como se llevan a la rata con ellos para llevarle ante los Señores Rata. ¿Que era lo que había hecho para granjearse la enemistad de los señores rata?
Antes de irse, se despide de nosotros y le devuelve las monedas a Red Fox. Esperaba que todo acabase bien para él, aunque apenas le conocía mucho. Al igual que el resto, lo que acababa de pasar me había perturbado, sobre todo por lo repentino que había sido el incidente, que mientras proseguimos hacia el mercado estuve callado y sumido en mis pensamientos.
Finalmente vuelvo a la realidad cuando habla Red Fox y el resto da sus opiniones sobre donde ir a comprar primero. -Sí... lo mejor será comprar víveres y medicamentos... no sabemos qué sorpresas nos pueden aguardar y cuanto tiempo tardaremos en completar la misión...-logro responder.
Tras pasar el pequeño incidente de Archie, Red Fox asiente ante vuestras palabras y se coloca de nuevo el gorro, ocultando sus orejas.
- Sí, estoy de acuerdo. Podríamos dividirnos en dos grupos: uno para provisiones y otro para armas. Los de las provisiones y medicinas podríamos ser la doctora, Isaac y Akai. Los de las armas, Jade y... - mira a la nutria con cara de póker - Or, supongo.
Bueno, postead y pasaremos al momento compras. Disculpad el post tan breve, pero el curso está en mi mente, invadiendo y haciendome sentir un inútil.
Miré a Or por un momento al escuchar la propuesta de Fox, y la verdad, hasta lo entendía. - Supongo que es una buena división. ¿De seguro no quereis buscar algo de equipamiento Don Isaac? En caso contrario hacedmelo saber y os buscaré algo que pueda merecer la pena.
Dicho esto me acerqué a Or con calma para tomarlo por el hombro - ¿Os parece bien Or? Mientras puedo enseñaros cosas que al parecer desconoceis. Aunar significa unir. Así pues "Aunar esfuerzos" es que juntemos nuestros esfuerzos. Ahora si no os importa, aunaos a mi en busca de un herrero y evitar conversaciones incomodas por ahora. - Le forcé un poco a separarlo del grupo para comenzarlo a separar del resto. Estaba claro que Fox lo había puesto conmigo por descarte, pero diciendo aquello último sobre Laika, casi prefería que pudieran descansar de su labia
— Oh... "aunar"... — Repetía la nutria en voz baja, como incorporando lo que le explicaba Jade. Luego añadió en voz alta. — Bueno... es una palabra rara.
El conejo blanco se había puesto a darle pequeños empujones, haciéndole echar a andar. Or se sorprendió un poco al principio, levantando los brazos, pero no se resistió.
— ¿Oh? Ohhh... jeje, veo que ya te agradé, ¿Eh? — Le dice, esbozando una sonrisa mostrando todos sus dientes puntiagudos. Y acto seguido bajando sus brazos para estrecharle, con uno, el agarre del hombro que le hizo Jade y así continuar andando apoyándose uno en el hombro del otro.
— Ya me empezaba a creer que eras todo recto y aburrido, como una tabla de madera, pero ahora veo que quizás aun tengas algo de esperanza. — Entonces alza la otra mano, apenas volteando la cabeza para dirigirse al resto del grupo, pero sin voltearse ni dejar de alejarse andando con el conejo.
— ¡Y Laika, chica! ¡Acuérdate de mis huevos!
Varios animales de alrededor sobresaltados giraron las cabezas hacia el grupo ante aquel grito.