Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Pabellón C (Arokham)

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07/10/2018, 18:14
Nickar

Psps - en algún momento querré saber todo lo que sepas de un tal Loki.

Ese susurro declaraba que aun podía dar mucha información más, y que había dado lo justo, para que no se aburriera mucho al lado de la tiflin.

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07/10/2018, 21:36
Yzlin

Como una tonta, me quedo quieta mientras todo se desborda a mi alrededor siendo yo el centro. -¡Eh!- exclamé pero de poco sirve. Quería decir que se detuvieran, -¡¿pero qué les pasaba a todos?!-. Lo que presencié (lo que presenciamos Lyth y yo en realidad) es importante, así como lo que hicimos. Pensé que tendríamos más tiempo antes de que... que necia he sido.

Desenvaino la varita, tomo nota de "La Estirpe" y "La Aguja" y me preparo para el combate, pero el cansancio tras la misión y el hambre se dejan notar. Me siento torpe y lenta.

Esta no es la única batalla en la prisión.

Por lo que ha dicho. También luchan en la superficie.

Ya era hora. ¡Vamos!

-Vampiros- digo con desprecio.

-Debemos estar más atentos...-

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dedico mi primera acción a ver en derredor para asegurarme de que los tres que hay en frente son los únicos a los que nos enfrentamos.

Vaya con las tiradas, parece que soy una mujer de extremos. xDD

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12/10/2018, 13:18
Serge Leblanc

Maldición, ¿de verdad iban a enzarzarse en un combate? El ladrón desenvainó su arco y se preparó para defenderse tanto a él como a sus compañeros. Bueno, a Yzlin sobre todo, pero no porque no quisiera proteger a Virming o a Pain, sino porque, aunque todos sus compañeros sabían desenvolverse perfectamente sin ayuda, Yzlin era una dama y, más importante aún, una lanzaconjuros. Alguien tenía que cubrirla mientras preparaba sus ataques, ya que un hechicero desprotegido era un hechicero muerto.

 -Detrás de mí, cherie.

No le gustaba nada la idea de un enfrentamiento allí. Después de sobrevivir a la explosión del Grosero por los pelos, Serge era tremendamente consciente de de lo peligroso que era ser herido de gravedad en la prisión. Ojalá Olidammara estuviera de buen humor aquel día...

Serge sepreparó para atacar, pero antes de poder hacer nada, todo estalló en llamas por el ataque de Pain. ¿Qué diantres acababa de pasar? Retrocediendo un paso, el ladrón se quedó observando aquel infierno. El fuego solía ser letal para todo tipo de criaturas no muertas, ¿no? Tal vez el combate durase menos de lo que había pensado en un principio.

 -Pain, definitivamente te prefiero como aliado antes que como ennemi.

Cargó una flecha y disparó hacia uno de los vampiros que se estaban quemando. Su compañero parecía tener algo en contra del tal Vannegar, así que se mantendría al margen de esa batalla. Ocuparse del resto de nomuertos sería más que suficiente.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tiro daño por si acaso he impactado, pero lo dudo XD.

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13/10/2018, 22:20
Hazir Al-Tamsa
Sólo para el director

Finalmente, cuando Hazir pudo analizar la situación, encontró que había habido buenas y malas noticias. 

La buena noticia: la diosa no parecía tener interés en despedazarle ni en hacer que su cuerpo ardiera en llamas oscuras hasta quedar reducido a polvo. Tampoco parecía tener interés en encomendarle ninguna misión suicida, y, además, seguro que la Fonn'Aster se iba a poner contenta ante la visita cuando se lo dijera. 

La mala noticia: Cuando la diosa dijo "permite que te ilustre", Hazir esperó que le explicase algo de todo aquel embrollo por fin, principalmente que le respondiera a alguna de las preguntas que le había planteado, como la de quién era el señor de los ríos o por qué él en concreto le resultaba tan interesante. 

Sin embargo, como era habitual entre los dioses, no le hizo mucho caso, y no respondió a ninguna de las cuestiones concretas, sino que siguió con insinuaciones vagas. Al fin y al cabo, era una diosa, no se podía esperar que hablase como un mortal. Shar era una diosa ancestral, y su orgullo era muy anterior al mundo, los mortales y la creación. 

-Deja que te ilustre. Todo comenzó con una guerra entre dioses. Todo. Los planos colisionaron, las fronteras se diluyeron formando un campo de batalla extenso y eterno. En una encrucijada de planos nació un enclave que, con los años, se convirtió en la ciudad y la prisión. La magia de dicha ciudad está controlada por un bando de divinidades que encerró a otros.-La mayoría de aquello Hazir ya lo sabía o se lo imaginaba, y lo que no, aunque no dejaba de ser interesante, afectaba poco a su situación. Hazir permaneció inmóvil y sin mudar la expresión, no quería ni imaginarse lo que podría pasarle si la interrumpía-Los dioses aún libres planearon la forma de liberar a los que se encuentran en el interior. Ser encerrados en mortales y reducir su esencia divina recluida en el subconciente de la persona quien, a menudo, no sabe lo que le ocurre.-Eso ya era otra cosa. Hazir empezó a ver cómo encajaba Lythrai en todo aquello. ¿Quería Shar meterse en la mercenaria, escapar con ella como un polizón en su cuerpo? No le acababa de hacer gracia la idea de que se metiera en la Fonn'Aster, pero tampoco se podía discutir con Shar, y dudaba que a ella le pareciera mal. Al fin y al cabo, así es la fe--Hay un pago. El dios mezcla su esencia con la del mortal de tal forma que son uno. Jamás se separarán y dejará de haber límites de identidad entre uno y otro. Lo he visto.-Aquello dejó a Hazir confuso. Había pensado que le contaba aquello porque eran sus planes, pero no encajaba: era demasiado orgullosa para mezclar su esencia con un mortal. Había pasado incontables milenios siendo pura, sin meterse en nadie, y dudaba que fuera a querer cambiarlo. Entonces, si no quería utilizar a Lytrhai, ¿qué demonios quería? y, por los siete infiernos, ¿Qué pintaba él en todo esto?

La diosa acarició con la oscuridad su mejilla, cosa que hizo que un escalofrío le recorriera. Lo he visto. Como si lo hubier avisto en él. ¿Se refería a que meterse en alguien era como ser licántropo? ¿Se refería a que lo había visto antes? Hazir sacudió la cabeza, sin entender. 

-No deseo eso para mí, -Dijo, confirmando lo sospechado por Hazir- por lo que he modificado el ritual.- ¿Ese ritual podía modificarse?-He elegido a Lythrai para este cometido y preciso de tu ayuda para llevarlo a cabo.-Hazir maldijo mentalmente los rodeos de la diosa. Así que al final sí que quería utilizar a la mercenaria, aunque para un ritual modificado. Hazir se preparó para oír los detalles de la ayuda que necesitaba de él, esperando que ahora por fin llegase a lo concreto. 

Como no podía ser de otra manera, no sucedió nada de eso. En ese preciso momento, la diosa dijo una vez más su nombre y desapareció, dejándole a solas en una habitación vacía, sin explicarle nada sobre esa "ayuda" que necesitaba. Tenía más preguntas que antes de hablar con la diosa, y no le había resuelto nada, aunque...

Mientras comprobaba rutinariamente que no le faltase ningún miembro y que no le hubiera implantado ningún gusano de oscuridad que fuera a devorarle por dentro, la mente de Hazir trabajaba a toda velocidad. ¿Debía decírselo a la mercenaria o esperar? No podía arriesgarse a que se distrajera de nuevo, y como había dicho, debían aparcar el asunto de las deidades hasta que solucionaran sus problemas más terrenales e inmediatos. A pesar de ello, había una sospecha que no se le iba de la mente, una descabellada teoría que su subconsciente, obstinado, se negaba a dejar de dar vueltas, conectando fragmentos de conversaciones y conocimientos olvidados, nombres susurrados y pistas remotas. 

Te huelo...

Lo he visto...

El cuello cercenado de la princesa, manchando la pared como una súbita cascada carmesí...

recluida en el subconciente de la persona quien, a menudo, no sabe lo que le ocurre...

De pronto, una mano en su hombro le sobresaltó, sacándole bruscamente de sus cavilaciones. Hazir se dio la vuelta con la mano en el alfanjón, pero solo era Roriarkas. 

-¡Hazir! ¿Qué te ocurre?-

-Nada, estoy bien-respondió con una sonrisa tranquilizadora-Solo pensaba.-sus tripas rugieron, el hambre abrasadora había vuelto-Pensaba en el hambre que tengo, principalmente-añadió.

-Ven, por favor. Tenemos mucho de qué hablar y quiero tenerte con nosotros antes de revelar algunos detalles. Socar quería que le liberase de... no sé muy bien de qué. Supongo que se sentía en deuda conmigo por salvarle la vida y encerrarlo en esa armadura en la que cada vez muestra menos sentimientos. Desea seguir a Lythrai sin reservas y me ha pedido permiso. Por supuesto se lo he dado.-

-Gracias-contestó, con una reverencia leve-Estará bien a nuestro lado, no debes preocuparte. Lythrai es una buena líder, aunque no lo sepa. Ella unirá de nuevo a su clan, y Socar será el caballero de brillante armadura que dé ejemplo para todos los demás. Un buen comienzo. Su empresa tendrá éxito, no lo dudes. 

Roriarkas habló de una Resistencia, y la sonrisa de Hazir se ensanchó enormemente, amplia y salvaje, de puro júbilo. Por fin. eso era lo que estaba esperando, una Resistencia, una rebelión, una chispa que hiciera saltar la llama, el grano de arena en los engranajes de la ciudad. La oportunidad para morder la mano de sus captores, la oportunidad para hacerles tragar el orgullo. Y por fin, tenía los medios. Estuvo a punto de reír, pero se contuvo, con la risa bailoteando en sus ojos. 

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13/10/2018, 23:22
Hazir Al-Tamsa

Hazir entró en la sala, con la felicidad rubricada en el rostro. Su sonrisa era aún más ancha que de costumbre, y en sus ojos bailoteaba la risa, el júbilo, brillaban de emoción. Avanzó en un par de zancadas hacia el forjado y lo examinó con atención. No parecía un verdadero forjado, como Socar, sino más bien el cuerpo de un autómata, como un gólem, con sus placas estilizadas, su aspecto pulido y reluciente y sus extraños metales. Piezas de portales, metal de otros planos, materiales catalizadores de los umbrales. Era extraordinario, una creación exquisita. 

-Es increíble-le dijo al artesano mágico-Impresionante. Nunca había visto un constructo como este, hecho con piezas planarias y de portales. Además, es hermoso, una creación de una gran belleza. -sonrió-Es la pieza... la pieza que faltaba en mi plan. Es perfecto. Justo lo que necesitaba. 

Se separó del constructo y se acercó al resto, donde Roriarkas hablaba. 

-Esto es lo que soy un lo que tengo. Perdona, Socar, sabías lo de La Rebelión y guardaste bien el secreto. No tenía derecho de ocultarte ésto pero sí un motivo. Si me descubrían no quería que cayeras conmigo.- Asiento -Pero ahora está terminado, ya no es el proyecto de un loco: es una realidad. Y lo comparto con vosotros.-

-Ahora, hablemos sobre el futuro y sobre la libertad. ¿Por dónde os gustaría empezar?¿Leixle Ir'van?-

Hazir no pudo evitarlo más: rió, rió con grandes carcajadas de puro júbilo, de pura felicidad enajenada. Miró a Lythrai, y dejó que viera la felicidad tras sus pupilas, pero también todo lo que podía ofrecerle, todas las infinitas y fractales posibilidades del futuro. 

-Futuro y libertad-dijo despacio, saboreando las palabras-Sí, ya lo creo-los ojos le destellaban como si tuviera ascuas ardientes tras ellos, su mirada era la de un loco, la de un profeta. La de un líder iluminado, que llevaba a su clan a través de las arenas al oasis-Layldara, hace menos de una hora me preguntábais que de que lado íbamos a estar, cuál de los dos. Y yo respondí que de ninguno de esos dos, pues éramos un tercero. Somos un tercero-dijo mirándoles a todos, incluyéndoles. Volvió a mirar a Lythrai-¿Lo has oído? Una resistencia. Una rebelión. Esto es lo que yo estaba esperando. Lo que necesitábamos. Este es nuestro bando, el de Roriarkas. Parece que elegimos bien a nuestro respetable. 

Se volvió hacia Roriarkas, girando sobre sí mismo, los ojos aún brillantes. 

-Aunque me encantaría aplastarle la garganta a Leixle, eso puede esperar. No. Lo que necesito ahora es que nos hables de la Resistencia. Todo sobre ella. De cuántos efectivos dispones, qué armas, qué recursos. Necesito hacerme una idea de nuestras fuerzas, de cuánto poder tenemos. Una vez que sepa qué alcance tiene esa resistencia, podremos empezar. 

En cuanto hayas contestado, os expondré mi plan-los ojos le destellaron-el plan que llevo forjando desde que llegamos aquí. 

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15/10/2018, 23:17
Ishrad Corlav
Sólo para el director

Toda pasa muy deprisa y apenas tengo tiempo de procesar lo que está pasando. Una guerra civil, el dominio dentro de Crom se ha revelado... Con lo cual, mi señora Dehaxerina seguramente estará en peligro de muerte de igual manera.

La orden del drow es clara para que nos marchemos y empiezo a ponerme en movimiento tal y como acabo de oir su voz.

Debemos ir a por Yzlin primero. Con ella tengo algo de confianza y con su ayuda podremos conseguir que Roriarkas se una a nosotros. A menos que se lleve bien con alguno de vosotros... que no parece el caso.

 

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17/10/2018, 23:16
Lythrai Fonn'Aster

Desde que confirmó la veracidad de la última visión sobre su diosa Shar y sobre Arokham, Lythrai había perdido el entusiasmo, sustituyendolo por una estoica paciencia y preocupación. Con la consciencia de tener frente a si un dilema que quería resolver de inmediato, pero que no podía. Era una batalla no precisamente perdida, sino imposible de ganar. No era que tuviera todas las piezas en su contra, sino que no tenía piezas para usar. Así que era una batalla que no podía luchar aún, no ahora.

Por eso, decidió centrarse en el presente, aquí y ahora, y olvidar la visión. En ello la llamada de Socar le había hasta convenido, pues  Asintió cuando Roriarkas comenzó a contestar a Socar, diciendo que Lythrai compartiría sus objetivos. Habían escogido a Roriarkas porque era el que ofrecía una vía de escape de la prisión, y hasta hoy ese había sido el objetivo principal de la Fonn'Aster. Ahora... tenía sus dudas, pero había decidido que se apoyaría en sus aliados esta vez. Y así pues, seguiría así siendo éste su objetivo, y con ella, el de los Fonn'Aster.

Golpear el corazón de Arkhania para que la tragedia de Ulthaborg no se repitiera... ¿Así que ese era el objetivo de Socar? Detrás de la puerta secreta, apareció frente a ellos el gnomo que Nickar, Hazir y ella habían visto abajo en las alcantarillas... No, arriba, en todo caso, si es que se podía decir que la prisión estaba abajo de Arkhania, que no es que lo estuviera realmente, porque era en otro plano. Otro plano. Lythrai parpadeó. "Un momento... ¿Cómo ha entrado aquí?" inquirió desconcertada.

Roriarkas se disculpó a ella y a Socar por ocultar la información que iba a mostrarles. Algo relacionado con los forjados, con Socar. Se disculpó también por hacer esperar a Hazir, cosa que ella agradeció, ya que no encontraba todavía motivos para que el Quisashi no estuviera ahi. "Sí, sí. Sin problema." asintió Lythrai, no dándole más importancia. La educación y el trato amistoso de Roriarkas le sacaron una sonrisa modesta. Era... un soplo de aire fresco. Radicalmente diferente al trato al que ella estaba acostumbrada de un superior. Se agradecía. Los Respetables eran, tecnicamente, presos igual que ellos, pero todo el mundo sabía que se les llamaba Respetables por algo, y que eran los cabecillas de los distintos grupos. Así que sería esperable encontrar cabecillas creídos, con razones legitimas para ser creídos. Sin embargo, Roriarkas era humilde.

Y la humildad, en una prisión como esta, era quizás una de las virtudes más valiosas que podrían encontrar.

Notas de juego

Post 1 de 2

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18/10/2018, 01:00
Lythrai Fonn'Aster

Pasaron adentro mientras el gnomo refunfuñaba sobre Nickar. Al parecer, la tiflin le pedía mil y un artilugios prometiéndole pagos cuando se hiciera con algún reino. Lythrai soltó una pequeña carcajada y se llevó las dos manos a la nuca en posición relajada, mientras bajaba las escaleras. "Sip. Esa misma." contestó relajandose. "Te lo digo yo, esa chica algún día llegará lejos! Brilla con luz propia, como los nobles. No puedes evitar quedarte mirándolos como las estrella-" Como acababa de relajar la postura, cuando el gnomo gritó un ¡CUIDADO! porque el suelo de las escaleras era resbaladizo porque crecía el musgo, la Fonn'Aster se pegó un buen susto, agitando las manos y todo. -¡Maldita sea!- se quejó en su mente por pasarle esto justo cuando se relajaba, aunque en su rostro no había sido una sonrisa nerviosa pero divertida por la situación. -Al menos, no te has resbalado ¿eh?-

Bajaron a una estancia llena de curiosidades y cachibaches. Este gnomo era el responsable de aquel mecanismo mortal de ácido con el que se encontraron, que casi mataba a Krishnarj. ¿Qué otras maravillas tendría aqui escondidas? Sabía que la habían bajado allí para ver algo concreto, pero no pudo evitar detenerse a mirar las estanterías, incluso los títulos de los libros le parecían interesantes. Y hablando precisamente de nobles e interesantes, Hazir no tardó en reunirse con ellos, trayendo Roriarkas tanto al noble como una conversación igual de interesante que él.  La Fonn'Aster los saludó de un gesto de mano, no queriendo interrumpirles.

Y es que al fondo de la sala había algo aún más fascinante que los libros, los artilugios y las piezas, los engranajes y las armaduras. En el centro de toda la sala, colgando frente a ellos... había otro Forjado. Este era de un negro completo en el rostro. No parecía una armadura andante sin más, era... era mucho más... hermoso, como una obra de arte. Como la mejor de las armaduras, el mejor de los cascos, el mejor de los metales. Hubo otro antes, un prototipo, ese otro era Socar. Pero este de aqui, era la obra maestra. Un Forjado capaz de traer y llevar pasajeros entre los planos, sin límites. Una vía de escape. Los ojos de Lythrai se abrieron en completo entusiasmo mientras una sonrisa se ensanchaba en su rostro. "¿Cómo has hecho para construir algo tan maravilloso aquí... en Arokham?" preguntó genuinamente fascinada. ¿De dónde habría sacado los materiales? ¿Cómo los habría metido en contrabando? Si Roriarkas le hubiera parecido antes el más débil de los Respetables, ahora "¿Puedes... puedes meter a Socar... dentro de esa cosa?" le preguntó a Daebius, ensanchando aun más su sonrisa.

Le encantó ver que Hazir compartía su emoción. No, brillaba aún más que la de ella. No ya como una estrella, sino casi como la mayor de todas, el Sol. El quisashi rió, rió de felicidad absoluta. A Lythrai le pareció ver hasta el fuego del sol genuinamente ardiendo en sus ojos. Y entonces los ojos de él y de ella se cruzaron, como el de la luna más oscura y el sol más radiante. La Fonn'Aster supo entonces que aquel era el mejor sitio donde podría estar.

"Huhu... ¡hahaha! ¡Hahahahaha!" Layldara ni siquiera se dio cuenta de cuándo su sonrisa se había transformado directamente en risitas cortas continuadas, en compartido entusiasmo, en compartida felicidad, en armonía sus cortas risas con la más larga e imponente risa de Hazir. Sentía en él la luz del sol, y sentía en sí misma la luz de la luna. Y sus risas uniéndose en una sinfonía resplandeciente y a la vez oscura... como... como un Eclipse...

Libertad... y Futuro. Se habían unido a Roriarkas buscando lo primero, ser libres de esta prisión, y con la libertad ya les llegaría un futuro. Pero desde que la Fonn'Aster tuvo aquella visión que compartió con Yzlin y Hazir, todo había cambiado para ella. Había visto el futuro que deseaba. Su Diosa... ¡Su diosa, libre otra vez! Pero no era alcanzable. No era plausible. No era viable. No sin manos y piezas con las que moverse, no sin ojos que pudieran ver. Sabía que Roriarkas podía darles la libertad, y decidió seguir con ellos pese a que su futuro estaba allí, dentro de Arkham. Había caído en una dicotomía imposible, un puzzle sin solución, una elección que eliminaba la otra. O la magia, o la espada. O la luz de Arkhania, o la oscuridad de Arkoham.

Pero entonces, había ocurrido un milagro. Tres nodos, Roriarkas, Socar y Hazir, se habían unido en un poderoso triángulo que le ofrecían a Lythrai la posibilidad de salir y romper el círculo una vez más, encontrar la tercera opción oculta. Tal y como cuando la Fonn'Aster decidió que no escogería entre la magia o la espada, la armadura y el conjuro, sino que se llevaría las dos, y las armonizaría. Tal y como cuando Yzlin le enseñó la posibilidad de ni matar ni salvar a la Reina, sino hacer ambas cosas al mismo tiempo, y llevarse el mayor beneficio. Y ahora, Hazir, Roriarkas y Socar le ofrecían, una vez más, la posibilidad de romper la dicotomía y escoger la mejor opción. Esa tercera mejor opción que siempre existía, oculta, solo para el que fuera capaz de ver el camino, o, en este caso, como había hecho Roriarkas sencillamente, crearlo. No tenía por qué escoger entre su libertad y el futuro de su Divinidad. Siempre había una tercera elección. ¿¡Cómo podía haber olvidado algo tan importante!? Oh, pero Hazir no lo hubo olvidado... como tampoco había olvidado los deseos de la  vaya que no. Ya desde entonces se lo dijo. Y ahora, había quedado más que demostrado que tenía razón.

Libertad... y Futuro. Atraída fuertemente, Lythrai no dejó de mirar los ojos brillantes de Hazir en ningún momento, asintiendo mientras el quisashi alternaba el discurso entre ella y los compañeros, pues les atañía ciertamente a todos. Se dio cuenta de que estaba dando pasos hacia él. Fue como la primera vez que le vio... la primera vez que vio aquellos ojos en el Despeñapresos, y que habló con él tras los barrotes. Cuando le prometió que saldrían de esa y le enseñaría Quisan... cuando le prometió Libertad... y un Futuro.

Y una vez más, como en el Despeñapresos, como la primera vez que se vieron, eso mismo era lo que el quisashi le estaba ofreciendo.

Notas de juego

Oh por dios esto está demasiado guay *__________* <3

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18/10/2018, 11:38
Socar Fonn'Aster

    Nada más atender a la primera de las preguntas de Roriarkas, el fijó sus ojos en él, los orbes luminosos aumentaron en intensidad a la espera de una respuesta. Entonces apareció un pequeño gnomo de edad avanzada hablando en un tono ciertamente crispante. No le interesaban las presentaciones ni quería disculpas, solo que le dieran la información que pudiera serle útil.

     -Roriarkas. Sé quien la mató- Socar giró en seco al oír aquello, su mirada acerada quería la respuesta, la muerte de la mujer no le había afectado, pero el hecho de que alguien los hubiera vuelto a atacar impunemente, eso ya era otro asunto. Pero sobretodo le importaba conocer si quien estaba detrás del asesinato estaba ligado al de Socar. Avanzó un paso en la dirección del gnomo mostrando cierta expectación, aunque cuando el mago desapareció, el pequeño recién llegado dejó que su frase se ahogara. No había problema, podría esperar unos minutos más.

   Tras aquello, se dirigieron a una sala, alguna especie de taller donde había otro... cuerpo... otro cascarón... otra prisión. Socar sintió cierta repulsa ante la escena y, en cuanto comenzó a intuir lo que estaban insinuando que iba a tener lugar allí, ese rechazo no hizo más que acrecentarse. Los vivos no deberían de poder decidir sobre el designio de los muertos.

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18/10/2018, 11:39
Socar Fonn'Aster

    -¡Ey! Yo estaba construyendo el forjado y él lo usó para meter el alma de Sócar. Fui expoliado. Por mí habrías muerto.- 

    El regreso de Rorirakas y la frase de Daebius sacaron al forjado de sus oscuros pensamientos, de haber sido otro momento, Socar se hubiera entregado a sus instintos más primarios y hubiera quebrado el cuello de aquel ser en ese preciso instante. Sin embargo, era consciente de que eso no cambiaría nada, Daebius no tenía la culpa directa de aquello y tampoco ninguno de ellos podría llegar a entender lo que sentía en su interior. De todos modos no pudo evitar lanzar una mirada fulminante que dejaba entrever que quizás bajo aquella fría máscara aún quedase algo más que antiguos códigos y promesas.

    Roriarkas no ayudó a calmar su ánimo, pues fue él quién lo condenó a aquella nueva existencia, aún así, por suerte el resquemor generado por sus disculpas facilitó que pasara por alto la sugerencia de su comandante. Tras ello, hizo su mejor esfuerzo por dejar atrás el asunto y recomponerse, reafirmándose sobre su lanza y atendiendo a los últimos detalles. 

    La conversación le empezaba a cansar, todavía persistían en el los ecos de escenas muy similares a aquella. Rebelión, libertad, alzar una espada contra el poderoso, la promesa de la victoria y ninguna de ellas había terminado como lo esperado. Los primeros éxitos alentaban a continuar por un camino que siempre acababa por volverse de un modo inevitable más complicado de ascender ignorando peligros. Entonces, qué haría que aquella ocasión fuera distinta a las previas, tal vez nada o tal vez todo. Lo cierto es que ya no le quedaba absolutamente nada más que perder.

    -En cuanto hayas contestado, os expondré mi plan, el plan que llevo forjando desde que llegamos aquí.- "Si en verdad no nos queda nada más por perder, alégrate, eso significa que tenemos todo por ganar." Una extraña silueta pareció superponerse a la de Hazir, una rostro joven y quizás familiar. Rememorar viejas vivencias cada vez se le hacía más complicado pero algo quiso que esa imagen apareciera justo entonces. El había dado su promesa de seguir hasta el final y era su responsabilidad hacer todo lo posible para hacer que sus objetivos se cumplieran pero ¿Realmente creía que aquella causa pudiera lograr vencer? Habían recibido dos duros golpes en un plazo muy corto desde que se unió a Roriarkas. Debía de ser pragmático, los habían dañado, sí, pero ahora contaban con nuevos jugadores, aliados se sumaban y nunca sabría con exactitud el resultado de una jugada hasta que se realizara, el pasado podía ser un lastre, pero también una fuente de experiencia.

    Agitó inconscientemente la cabeza y una vez más desterró a sus dudas y se preparó para tomar el puesto que debía ocupar. Escucharía a Roriarkas, atendería a Hazir y, sobre todo, lo que Daebius tenía que decir con respecto al asesinato. Esta era una partida totalmente nueva, una que no podía estar dispuesto a perder.

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19/10/2018, 01:58
Grook

Escuchó las palabras de Suscinda, tras lo cual permaneció durante unos instantes en silencio, con el ceño fruncido, pensativo. ¿Había algún truco? ¿Qué se le estaba escapando? ¿El pago por la información era embarcarse en una expedición en el que podría encontrar el secreto de la inmortalidad y quién sabe qué más en aquel laboratorio? Hubiera ido gratis, ¿quién no? Pero seguramente entregar algo más a cambio, sería la mejor forma que tenía de asegurarse de que quien fuese con ella a aquella expedición, realmente compartiese lo descubierto en lugar de matarla.

En cualquier caso siempre era sensato desconfiar de cualquier situación que pareciera demasiado buena. Al menos una de las preguntas más importantes que se estaba formulando desde la aparición de la semidrow, parecía haber recibido respuesta. Una que posteriormente Nickar formulaba. "¿Por qué te ha expulsado Hernst de su lado?" Posiblemente al conocer la existencia de la llave y quién la poseía, fuera ella misma quien se había marchado. Si el respetable dispusiera de esa información, no permitiría a nadie más acercarse a aquel laboratorio, pero estaría bien oír esa respuesta de labios de la propia Suscinda. Asumir podía ser muy peligroso.

Por ejemplo, si hubiera asumido lo que la semidrow quería de él, hubiera empezado a hablar de lo ocurrido en la misión sin que ni ella ni Nickar estuvieran inicialmente interesadas. Sólo Cisco le había preguntado al respecto. Ya habría tiempo de responder después. Parcialmente, por supuesto.

- Bien, si lo que se espera de mí a cambio de respuestas es unirme a esa expedición... lo haré - masculló aún pensativo, incluso reticente. Al fin y al cabo el miedo en realidad era un mecanismo de defensa, algo que impedía constantes temeridades que sólo podrían acabar en una muerte prematura. Su completo desconocimiento de aquella sensación, siempre lo habían obligado a contar con su mente para discernir aquello que fuera demasiado peligroso. Descender a las profundidades era tentar a la suerte, y en el peor de los casos podría acabar al servicio del Rey Muerto. Todo en base a algo muy incierto, al menos para él.

- Pero hay algo que me gustaría saber, Nickar. El riesgo es bastante alto de por sí, sólo por el hecho de descender a las profundidades. Si además quien te hizo entrega de la llave, te dijo que te asegurases de no utilizarla... me gustaría saber el origen y el motivo de tales palabras de advertencia. Y Suscinda... Por favor, háblanos sobre la Lanza Negra y sobre la superficie.

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19/10/2018, 08:50
Nickar

Nickar miró a Grook como si la pregunta realizada ya la hubiera respondido, ¿lo había hecho no? - tal y como expuse en mis opiniones sobre el origen de la llave, me la dio el rey muerto, de hecho pude escoger tomar esta o una reluciente dorada y magnífica digna de la realeza, según he hipotetizado, esta llave me la ofreció la necrópolis, y la otra era una trampa del rey muerto y su mamaíta la cual le controla.

Alzó altiva su rostro antes de seguir - además siento que a Arokham tampoco le gusta como estoy actuando, por lo que si decides unirte a esta gesta, estarás yendo en contra de todos los seres que nos mantienen en este lugar. Y te daré una primicia, aun más abajo de esta celda están encerrados dioses que perdieron la guerra que creó esta ciudad,... Podría decirte más, pero creo que carece de sentido dar información que no puede ser utilizada. Lo de las celdas inferiores te lo digo porque tengo el deseo de liberar a algunos de ellos, y acabar con la farsa de este lugar eterno, preferiré ser eterna yo, o morir en el intento.

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20/10/2018, 19:37
-Residuos del Dolor-
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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20/10/2018, 19:42
Suscinda

Nickar pronuncia palabras en un idioma que reconozco y  que va dirigido a afectar al coloso de roca y fuego. –Entiende el enano- grabo en mi memoria. Lástima que no esté familiarizada con ese idioma. En cualquier caso, todos somos presentes de cómo aquel ser da un paso al frente, alza el puño derecho al frente y asiente afirmando a las palabras de la tiflin.

-Sois favorable a desentrañar los misterios que Taasón el Negro ocultó en su guarida- asiento. Hago una reverencia –Estoy a vuestro servicio.- Aseguro tanto a Nickar como a Grook. Tras haberme apartado de Herst he encontrado un lugar donde ser útil y, para contribuir en la forja de esta alianza me veo en la obligación de revelar los motivos por los que Herst y yo ya no estamos en el mismo bando. –Herst Daragón es un siervo de Arkhania y ese es el motivo por el que me he apartado de su lado. Ni más, ni menos. La historia del envenenador es una tragedia que ha contribuido a engrandecer su fama, pero no es más que un fraude. Como todos los respetables, está en el cargo por los hilos que se mueven desde arriba.- Un motivo más para permanecer con este grupo. Nickar se autoproclama como una respetable sin hilos ni promesas de la superficie.

-Coincido en que necesitáis más información. En eso puedo ayudaros y, en cuanto al grupo poderoso… lo tengo delante de mí. Todos los que están en esta sala, juntos, tienen el potencial de superar el reto de Taasón el Negro y usar la llave desveladora del secreto. Podéis estar tranquila, Nickar, no busco la inmortalidad ni la eternidad pero sí un veneno en particular que usaré para saldar una deuda de la que os hablaré, sin duda, llegado el momento pero que ahora no es relevante.- La paciencia debe ser una virtud, sobre todo para un ser que busca ser eterno.

Miro a Grook –Herst prepara un veneno que afecta a la mente y el encargo viene de arriba. Esa fue la gota que colmó el vaso, lo peculiar de este veneno es que saca al monstruo de tu subconsciente llevándolo a la superficie de tal forma que proceso transforma el cuerpo.- Adelantándome a su siguiente pregunta –No lo ha conseguido aún, claro, ni sé quién se lo ha pedido aunque tengo mis sospechas.-

-Bien, para entender el destino de la Lanza Negra debéis saber que en las profundidades de Arkhania hay otro reino: Liadom. Señores del fuego que habitan en un volcán peligrosamente cerca. Si algo lo suficientemente poderoso amenazara con escapar de esta prisión, el volcán Liadom entraría en erupción sepultando necrópolis y el acceso a este plano, a esta prisión.- Exacto, un reino de elementales de fuego tan volubles y peligrosos como lo es un incendio descontrolado. –Periódicamente la superficie paga con guerreros poderosos que sean consumidos por el fuego en un ritual de dolor macabro. Los últimos fueron tus compañeros de la Lanza Negra.- Alcé una mano antes de que Grook o incluso el atento kobold detrás de Nickar interviniera –Crom Daral. ¿Lo conocéis? Tenía un hermano. Ambos llegaron a la ciudad cuando sólo eran unos niños. A diferencia de Crom, su hermano se casó y tuvo hijos… toda su familia murió y, para acabar con su sufrimiento se lanzó al fuego del Liadom. Años después surgió de él. Las llamas lo habían abrazado, el Señor Liadom lo abrazó y acogió. Quemó su dolor, su personalidad, su alma… es el enlace que negocia con la superficie. Lo que quiero decir es que, más allá del río de lava al que fueron arrojados, desconozco cuál ha sido el destino de la Lanza Negra.-

Hago una pausa para que digieran esta información antes de continuar hablando sobre los secretos de Arkhania.

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20/10/2018, 19:42
-Residuos del Dolor-

Un ligero temblor que va en crescendo sacude la estancia. Pronto sabéis que no es sólo vuestro edificio. Arkham tiembla con la misma violencia con la que late vuestro corazón. –Un terremoto-

A lo lejos una nube de polvo se alza emergiendo por puertas y ventanas de una mansión olvidada en el tiempo. Los presos salen de los edificios que amenazan con derrumbarse. Sólo dura unos segundos. -¡Dos presos de abajo están luchando!- se escucha gritar a alguien en el bullicio caótico de la calle y no pasa desapercibida la carrera, como alma que lleva el diablo, que mantiene Ishrad a la cabeza, seguido muy de cerca por Herst Daragón y el drow Neyderrad Eimonim que, al verlo, Suscinda se interesa por su destino -¿Van hacia El Grosero?-.

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20/10/2018, 19:43
-Residuos del Dolor-

A medida que corréis hacia El Grosero, sentís cómo el suelo tiembla, primero con leves sacudidas, luego con un retumbar ensordecedor. Sin duda, el atroz combate que mantienen terminará derrumbando la caverna (si no lo han hecho ya).

Las sacudidas provocan que los presos salgan en espantada, corriendo hacia todos los rincones, unos hacia los edificios, otros hacia plazas alejadas de construcciones. En cualquier caso, os obligan a torcer el camino y tomar una ruta alternativa que pasa por delante del edificio que es sede de Roriarkas desde donde Nickar (actual ocupante de dicha construcción) y sus compañeros os observan pasar.

Notas de juego

En breve narro tu llegada a El Grosero.

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20/10/2018, 19:51
Vannegar

En una patética muestra de ausencia de control, Vannegar retrocede despavorido y humeando por la estancia mientras sus compañeros arden. Los reflejos de cualquiera hubieran valido para aprovechar aquel estado y volver a asestar un buen golpe a vampiro de no ser porque, de pronto, el suelo parece tambalearse a vuestros pies. Una fuerte sacudida que pronto se convierte el temblor que precede al terremoto. Todo se agita violentamente. El techo comienza a desmoronarse y caer, los muebles van de un lado para otro. A lo lejos, parte de aquel nivel de Arkhania se hunde cayendo al segundo nivel...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Vannegar recibe 19 pg por fuego que (aunque no lo ponga en el manual de monstruos, en mis partidas el fuego les causa el doble de daño a estos seres) el doble son 38 puntos de golpe.

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20/10/2018, 19:58
-Residuos del Dolor-

...vampiros huyen del lugar en forma gaseosa. Tres de ellos con un buen recuerdo por subestimar al enemigo.

En el exterior, los presos salen en bandadas espantadas de los edificios que amenazan con derrumbarse, todos salvo tres que, en contra de la multitud, entran a El Grosero justo cuando los temblores cesan. Éstos son Ishrad, Herst Daragón y el drow Neyderrad (segundo de "El Envenenador").

La quietud vuelve a la estancia.

- Tiradas (2)
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20/10/2018, 20:02
Virming "Comadreja" Davenrost

Me levanto del suelo magullado y furioso cuando mi mundo deja de tambalearse. -Los teníamos- pienso con amargura al ver los lugares por los que nuestros (ahora) enemigos se filtran. -AAAgh- aprieto los puños justo cuando la puerta se abre e irrumpen tres desconocidos -¡Más vale que...!- pero sus expresiones me hacen callar. Herst jamás se atrevería a entrar aquí con dos de sus hombres. -¿Es temor lo que veo en tu mirada?-

- Tiradas (1)
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20/10/2018, 20:05
Hernst Daragón

Bajo las escaleras, a punto estoy de caer -No es momento de rivalidades. El temblor... Leixle Ir'van está luchando con Nek Zeros, el reo 009- alzo las manos indicando el caos que provocará todo eso. -Intuyo por el temblor que parte se ha derrumbado. No sé por donde empezar...- me aprieto las sienes -Ascario, el mago de adivinación, reveló que ahora mismo están atacando la sede de la Orden Roja. Es decir, la sede de los portales. Está atacando, un demonio que ha venido directamente desde la ciudad Azur- lanzo una mirada a Yzlin -y causa estragos en las filas de esta orden. A consecuencia de ello, el rey de Arkhania da la orden de acabar con todos los demonios de la ciudad y de la prisión. En un futuro, pondrá precio a la cabeza de Leixle Ir'van y quien la mate en ese futuro, obtendría la libertad. El reo 009, al escuchar ésto ha querido adelantarse para guardar el cadáver de Leixle y cobrar dentro de unos días, cuando ocurra todo esto, la recompensa.-

Notas de juego

Nota para el máster: 

 Sólo Pain e Ishrad