El lugar de reunión del tribunal ibero es un tema contencioso desde hace casi cincuenta años. Las alianzas alineadas con Duresca preferirían un lugar apartado de la sociedad mundana, favorablemente en las montañas de Asturias o Navarra. Aquellas que se alinean con Estancia-es-karida preferirían un lugar al Sur de la frontera con los reinos cristianos o incluso un territorio neutral que les evitase tener que cruzar territorio donde puedan ser considerados enemigos. Finalmente las que se alinean con Barcelona preferían reunirse en la propia ciudad argumentando que su localización y vias de comunicacion facilitarían un tribunal concurrido y cómodo.

La solución adoptada se basa en que ninguno pudiese obtener ventaja. Así pues el lugar del Tribunal escogido está lejos de cualquier ciudad, en reino cristiano pero en territorio de Barcelona. 

Así pues se utiliza un recinto oculto en el crater de un volcán en la agreste comarca de la Garrotxa en la zona norte del condado de Barcelona. El acceso hasta ahí es penoso, la comarca es azotada por constantes aguaceros y los que provienen del sur de la peninsula normalmente deben tomar el barco hasta Barcelona o Provença. Aun así la riqueza de Iberia asegura que el complejo sea comodo a la par que impresionante. Está formado por un edificio central de cuatro pisos de altura coronado por una cupula que alberga la sala de plenos así como los dormitorios de los principales magos y el refectorio. A su alrededor varios edificios albergan habitaciones (de menor rango y comodidad), cocinas y almacenes. 

Para acceder al recinto debe subirse por la ladera del volcán y luego una vez llegada a la anilla del crater descender por un largo camino embaldosado que desciende siguiendo la pendiente interior del crater. Al cruzar la anilla del crater un mago puede notar que la propia anilla del crater forma un inmenso circulo de hechizos que contribuyen a mantener el lugar alejado y protegido de los mundanos y enemigos de la Orden.

Una vez descienda cualquier magus que presente un sigil reconocido por el Tribunal de Iberia recibirá alojamiento durante la duración del Tribunal.  Aunque teoricamente las habitaciones se asignan por orden de llegada todos saben que dormir en un dormitorio compartido en los edificios anexos o en una de las lujosas plantas del edificio principal depende del favor y poder que cada Mago posea en ese momento en la sociedad hermética.

Una vez llegada la fecha oficial de inicio del Tribunal todos los magos que quieran poder participar y votar en el mismo deben presentarse a la constitución del quorum una ceremonia presidida por el praeco en la que este enunciará el orden del día del Tribunal.

La Sala de Actos es un salón enorme y cuadrado situado en la cima del edificio principal tras la inmensa cupula, dispone de gradas de piedra a modo de teatro, cubriendo tres flancos y una galería superior en la que normalmente se colocan los Boinas Rojas o invitados del Tribunal. Todas las gradas están cubiertas por cómodos cojines azules de terciopelo con el símbolo de la Orden de Hermes bordado en plata. Grandes antorchas marcan los estrechos pasillos que separan las gradas de arriba abajo, confluyendo en el gran espacio central, llamado Forum Disputationis.

El suelo del Forum Disputationis es un gran mosaico de estilo romano que forma el símbolo de la Orden de Hermes, y alrededor, los símbolos de las 13 Casas, aunque el de la Casa Diedne fue extraído y sustituido por el símbolo del Tribunal de Iberia. En el techo, un óculo en la cupula deja entrar la luz del sol o la luna mágicamente amplificada para que todos las magos puedan ver y leer con facilidad. En el centro, tres cómodos sillones tapizados al igual que las gradas, a diferencia del central, el cual es de terciopelo gris plata y con el bordado azul; es el lugar que ocupa el Praeco del Tribunal. Las otras dos butacas son para Baruch, el Quaesitor Supremo a la derecha, y Terah, el Praefectus a la izquierda.

Los magos toman asiento en función de sus inclinaciones políticas en una de las tres gradas. Los tradicionalistas a la derecha cerca de Baruch, los próximos a la Iberia Musulmana a la izquierda junto a Terah y los aliados de Barcelona en el centro frente al praeco. Tomar asiento en una grada u otra es una clara declaración de intenciones y simpatías. 

Al inicio del Tribunal, se celebra el ritual del quorum. Todos los magos pasan, de manera ordenada, por el Forum, y se hacen un corte en la mano con la daga Sica Convenientiae, derramando su sangre en el Vas Sanguinis Sodalibus, una enorme palangana de plata llena de filigranas labradas. Mientras, el Praeco, revestido con una gran piel de toro negro, remueve toda la sangre junto con hierbas y polvos venidos de todas las direcciones de Iberia con una larga cuchara de oro; todos los magos deben repetir al unísono sus cánticos, hasta que el último de los magos haya derramado su sangre. Después, de nuevo pasan los magos, y el Praeco les da a beber el resultado de la poción, con el significado de que todos los magos son uno dentro del Tribunal, y todos forman parte de los elementos de Iberia.

Por último, todos toman asiento y da comienzo el Tribunal, mientras el Praefectus lee el acta de temas a tratar.

El camino hasta el Tribunal había sido más tranquilo de lo esperado, probablemente porque Artemi y sus secuaces ya no eran una amenaza, ¿o lo seguían siendo?, y a las precauciones tomadas. Los unos disfrazados como grogs gracias a las artes de Aysha, aunque los disfraces había que renovarlos cada orto y ocaso, ella invisible que era incluso más seguro. Quizás lo más fastidioso del viaje fue dormir en la carreta durante las mañanas, pues una vez llegaron al barco dormir a sus horas era más cómodo y fácil. Por el contrario, su falta de sueño por la noche le permitía reforzar las guardias de los grogs.
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Una vez unidos a la comitiva de Berengal en Barcelona pareció cómo si se quitaran un peso de encima, al no tener que preocuparse ya tanto por los ataques de fuerzas externas, pero fue como si se pusieran otro, pues sabía que sus sodales desconfiaban absolutamente del viajo archimago. No podía culparles, ella misma desconfiaba de él, pero era más práctica y sabía que de momento sus destinos estaban muy ligados a los de Berengal y que sólo podían contar con él como aliado de momento. Aunque lo traicionaran no tenían ninguna garantía de que Duresca les fuera a proporcionar ninguna ayuda en el futuro y lo más probable es que les dijeran algo en la línea de “Roma no paga traidores”. Así, les gustara o no, su mejor opción era mantenerse leales al Jerbiton mientras trataban de cubrirse las espaldas unos a otros.
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Aprovechó el camino para discutir con Berengal sobre los asientos en el Tribunal y pedir su consejo. Así sacó el tema en una cena.
- Querido Berengal, en el Tribunal habremos de elegir nuestros asientos juiciosamente. Bien sabéis el cariño que os profesamos y lo agradecidos que os estamos por todas vuestras atenciones. Es por ello que lo más razonable es que nos sentemos en la grada de Barcelona.
- Sin embargo, mi pasado y lazos de amor fraternal y amistad me unen a Estancia-es-Karida. No quisiera ofender a quienes me iniciaron en el Arte y a quienes tantas veces buen consejo me han ofrecido, y de quienes espero sean buenos amigos en el futuro.
- Es por ello que pensé que quizás fuera sensato que Sculptor y Noah se sentaran en la grada de Barcelona, en los bordes que la separan de la grada de Estancia-es-Karida, y que yo misma me siente en la grada de Estancia-es-Karida en el borde que la separa de la de Barcelona.
- ¿Qué opináis vos de mi idea? – preguntó finalmente tras la exposición pidiendo su consejo, aunque probablemente fuera obvio para todos que implícitamente estaba pidiendo el permiso del viejo archimago para proceder como había expuesto y que su fin era obtenerlo para no ofenderlo con su decisión.
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En otra noche, en verdad la primera tras unirse a la comitiva de Berengal, Aysha sacó otro tema que le preocupaba sobremanera.
- Querido Berengal, hace varias lunas que enviamos a Alric a solicitar vuestra ayuda para localizar a Fulgens y Marçal, pero nunca oímos de vos ni de él, ni tan siquiera ha regresado. Confiaba en que fuese hombre cauto que supiera llegar hasta vos sin contratiempos o haberlos previsto y haberse acompañado por grogs capaces de defenderlo habida cuenta de las noticias que propiciaron nuestra solicitud de auxilio, pero temo que le haya alcanzado el mismo destino que a Fulgens y Marçal.
- Os pido, por favor, ¿llegó el buen Alric a vos en Barcelona en Invierno? ¿Tenéis noticias de él?

Sculptor no era la primera vez que acudía a un Tribunal, aunque sí era la primera vez que lo hacía en calidad de mago de pleno derecho. Mucho habían cambiado sus circunstancias personales durante esos 7 años de distancia entre uno y otro Tribunal, más allá del considerable cambio de localización.

El viaje hasta el volcán de Santa Margarida, por facilidad y ahora que disponían de plata, había transcurrido en su mayor parte en un trayecto en barco hasta Barcelona y desde allí habían podido acompañar (Sculptor disfrazado de masón) a sus magi en el corto viaje hasta el lugar de celebración del Tribunal. Un lugar impresionante, la verdad, con su edificio de 4 plantas en aquella ubicación tan convenientemente a salvo de las miradas de molestos mundanos.

Tras anunciar su presencia a Baruch, el Quaesitor del Tribunal, y hacerle entrega del documento del Quaesitor del Tribunal de Provenza que le acreditaba como miembro de pleno derecho de la Orden de hermes y de su intención de viajar a Iberia, podría tomar asiento en la gran Sala de Actos. Una sala, para él, carente de más detalle reseñable que su mosaico, algo sorprendente si se sabía que los encargados de tal obra habían sido Jerbiton. Era como si no se hubieran esmerado en absoluto en su decoración, excesivamente funcional. Tal vez debiera hablar con el Praeco al respecto.

Su bancada, la que él tomaba por natural y en la que se sentaría sin dudarlo, era la central. Berengal era, al menos oficialmente, aliado de Iuxta Mare. Por lo que respectaba a Sculptor sus acciones, aunque interesadas, siempre les habían beneficiado, aunque sólo fuera por darles un objetivo común a conseguir que les sirviera de cohesión. Las palabras de la Princeps, como siempre, matizaban con sabiduría la decisión a tomar al respecto. Al Verditius no le pareció mal sentarse "juntos pero separados", ella en le lado de los afines a Estancia-es-Karida y nosotros en el lado de los afines a Barcelona.

Cuando os incorporasteis a la comitiva de Berengal visteis algunos detalles preocupantes. En primer lugar la comitiva era menor de lo esperada, apenas un par de magos acompañaban a Berengal en segundo lugar estos eran sus dos filiusmás jovenes y en tercer y más preocupante el Archimago parecía ausente. Pasó las noches en su tienda al parecer apurando jarras de vino y cuando Aysha le comentó su plan apenas musitó unas palabras. Parecería que la edad se había por fin abatido sobre el Archimago. Ya no vestía con la habitual opluencia y solo balbuceó alguna excusa por no haber recibido a Alric, al parecer demasiado ausente para darse cuenta de lo que Aysha insinuaba.

Aun más prepocupantes son las noticias que compartieron los dos magos que acompañaban a Berengal. Se presentaron como Lectria y Orfio ambos de la Casa Jerbiton, ambos miembros de la Alianza de Barcelona. Fue Lectria, la más mayor de ambos al ser una maga unos veinte años tras el Guantelete, llevó la voz cantante mientras Orfio, apenas cinco años tras el Guantelete, se limitó a apostillar. Al parecer tras oir las acusaciones y la intransigencia de los Mercere el Archimago fue presa de la melancolía y luego de la desesperación. Al parece había recibido noticias de que el Tribunal sería contrario a sus intereses y que Duresca disponía de pruebas ¡y de votos! para impartir un castigo ejemplar a Iuxta Mare y a través de ellos a Berengal mismo. Os pusieron al corriente de que la desparición de Marçal había indignado a los Mercere no solo por su tradicional corporativismo si no además puesto que en sus años de juventus el goliardo había sido todo un heroes para los Mercere de Iberia. Incluso se rumoreaba que los Boinas Rojas podían llegar a votar en vuestra contra lo que para muchos equivalía a prueba fehaciente de vuestra villanía.

Pero lo que había sido el desencadenante de la negra depresión del Archimago habían sido las noticias de que sus dos principales filius Arcton Princeps de Mons Perditius en Aragón y Tremisia Princeps de la Rosa de Piedra en Pamplona habían hecho saber que no votarían junto a su pater. Corrían rumores de que habían recibido no solo grandes sobornos de los otros bandos de Iberia si no que en sus propias zonas de influencia, fronteras de la esfera de influencia de Barcelona, habían empezado a recibir las adhesiones de magos locales formando así sus propios nuclios de poder. Lectria creía que esto había sido espoleado por los enemigos de Berengal para asegurarse de que una vez cayese este no hubiese un heredero claro a la cabeza de su partido.

Noah viajo con la comitiva junto a sus compañeros, buscando cumplir con todos los lineamientos necesarios, pues como extranjero, viniendo de tan lejanas tierras, muchas costumbres las tenía por obsoletas o meros rumores. No obstante tenía conocimiento del código, y no le fue complejo seguir los lineamientos una vez los fue repasando o recordando.

Noah llevaba con el varias posesiones personales que podrían serle de utilidad durante el tribunal, como eran las conexiones arcanas con aquellas criaturas esclavas en aquel burdel, o bien la vieja madera procedente del mismo lugar. Considero llevar también al viejo Artemi, pero no era necesario realmente e incluso podría ser más bien un problema a la larga.

Una vez llegados al Volcan de Santa Margarida, conforme se fueron cumpliendo todos los rituales pertinentes, Noah procedió a cumplir el primero de sus objetivos, conocer a Tempestus ex Flambeau de la Alianza de Mons Perditius, esto con el fin de elogiarle por su gran obra sobre el Arte Auram a la par de mostrar interés en el libro mismo, en sus singulares detalles y en las mismas aventuras y desventuras del mismísimo Tempestus en los altos picos del Pirineo. Y si había suerte, hasta podría hablarle un poco de su historia, pues un Flambeau que conozca de la muerte de dos de sus hermanos (Ignus y Fulgens) claramente considerará que algo extraño esta pasando, los Flambeau no caen fácilmente. Y si las cosas no pintaban bien, siempre podrían acabar de hundirse más.

A la llegada al crater la comitiva de Iuxta Mare y Barcelona reciben habitaciones previamente asignadas. Para sorpresa de los tres magos reciben cada uno habitaciones individuales aunque separadas en tres de los edificios anexos. La hostilidad de los Boina Rojas presentes es clara y los magos han de oir varios insultos apenas velados a sus espaldas.

Por lo demás el Tribunal está lleno de reencuentros, reuniones. presentaciones de libros y objetos mágicos, conciliabulos y discretos intercambios. Aun así los magos de Iuxta Mare no reciben apenas ninguna invitación más allá que una extendida, casi se diría que por compasión por Tremisia, para acudir a un coloquio tras la cena del primer día.

Noah logra encontrar a Tempestus quien en un principío se muestra reacio a que le vean hablando en público con uno de los magos marcados. Pero saber que Noah ha leído su libro y que además es un Tempestaria logran vencer sus reticencias. El tal Tempestus es todo un personaje, algunos dicen que está algo loco, pero su dominio de todo lo relacionado con la nieve y las tormentas es claro. Menciona que conoció a Ignius con quien combatió en una razzia contra la Taifa de Teruel y afirma que no cree que nadie pudiera haberle matado, al menos en un combate abierto y leal. De Fulgens apenas sabe nada más que su desaparición, no tenía la fama de Ignius, pero duda que un filius de Garus un renombrado cruzado Flambeau hubiese caido a manos de un grupo de magos no marciales, sin matar a un par en el proceso. Parece que quizás esté dispuesto a considerar la inocencia de Iuxta Mare gracias a esta intervención de Noah.

Acreditada su pertenencia al Tribunal los magos de Iuxta Mare toman asiento, dos en la bancada de Barcelona y una en la de Estancia, y observan como los Mercere en bloque también acuden a derramar su sangre en el vaso ritual. Eso levanta amplios rumores y comentarios en las bancadas. Los Mercere tradicionalmente no votan, pero tienen derecho a ello y que esta vez se presten a ello puede significar un vuelco en los cálculos de todos los astutos políticos herméticos ¿Se alinearan con su tradicional protector el caido en desgracia Berengal? ¿O este cambio significa que desean castigar con dureza la muerte de uno de los suyos?

Antes de constituido el quorum se dirimen un par de cuestiones de procedimiento que son asignadas por el Praeco. Quejas sobre alojamientos y el permiso para poder añadir magos al quorum con posterioridad presentada por su aprendiz en nombre de Arcton ex Jerbiton, princeps de Mons Perditius, quien aún no ha llegado. Todas son aprobadas por los quaesitores y el Praeco para cuando este se dispone a hacer su exhortación inicial.

El Praeco es un hombre de avanzada edad, ya no viejo si no venerable, un Flambeau curtido en las conquistas de Lerida, Zaragoza, Tortosa y cientos de enemigos de la Orden caidos bajo sus armas y hechizos. Algunos en la bancada de Estancia, próximos a la cultura musulmana, patean los asientos en señal de desaprobación pero son rapidamente acallados por una ovación en pie por parte de los Flambeau presentes.

Levantandose con dificultad y sosteniendose con una mano arrugada y manchada en el respaldo de su trono el Praeco habla con una voz sorprendentemente firme.

Habemus quorum curia iberiae incorporata est. El Tribunal se ha reunido, el Tribunal debe deliverar. Pronunciando estas palabras declara oficialmente constituido el Tribunal y en un rincón un Trianoma y dos Boinas Rojas que no votarán empiezan a tomar el acta. Sodales de Iberia. Una vez más nos reunimos como hicieron nuestros paters y los suyos antes que ellos para en igualdad, paz y concordia deliberar sobre el futuro de nuestra Orden en las tierras de Iberia. Magi llegados de todos los extremos de la piel de toro nos reunimos aquí para que todas las voces sean escuchadas, las faltas castigadas y en general aseguremos la pujanza de nuestra Orden para otros siete años. Toma aire antes de continuar Dejad al lado las rencillas, las amistades y los orgullos y durante los próximos días pensad solamente en el bien de la Orden. Votad en conciencia y que Hermes y Cristo os guíen.

Sigue entonces la lectura de un pergamino en la que se detallan los asuntos a tratar en el primer día. La mayoría son temas meramente administrativos, actualización del registro de Alianzas, fuentes de vis, nombres de aprendices y demás.

Y volviendose a la figura que se sienta a su diestra, el quaesitor supremo le indica que proceda.

Baruch es una figura que causa temor no solo con su fama si no con su aspecto. Bajo un alto capirote a la moda más tradicionalista de los magos de antaño una bruñida mascara cubre el rostro del quaesitor y deforma su voz. Ois a varios compañeros de bancada rumorear que la mascara cubre el rostro horriblemente desfigurado del quaesitor. La voz, sibilante y con un ligero eco metálico logra imponerse por su cualidad enervante en el ruido de los cotilleos.

Salve sodales las eses de Baruch suenan como el siseo de una serpiente de bronce Mañana serán expuestos los casos contra los magos de Iuxta Mare. Los quaesitores Ianatus ex Guernicus, Garus ex Guernicus, Fulcra ex Guernicus y Penitentia ex Guernicus. Sus investigaciones han revelado graves crimenes que todos ya conoceis. Asesinatos, traiciones y maledicencias. Mañana expondrán los casos para conocimiento y juicio vuestro sodales. Recordad que cuando los oigais debeis tener en mente no solo los hechos si no las motivaciones y las instigaciones tras los mismos. Concluye esa última frase volviendo su cara enmascarada hacia el lugar donde se sienta Berengal quien se remueve incomodo en la silla.

Pasais ese primer día nerviosos mientras las horas pasan y se debaten temas que no os afectan directamente pero en los que podeis ver como Berengal se pone en ridiculo cuando trata de intervenir. Su voz se quiebra, pierde el hilo del discurso y un par de veces no solo es obligado a callar si no a volver a sentarse por los abucheos de la grada de Duresca.

Durante la noche la sensación de vacío parece incrementarse pues notais que a los ojos de muchos de los presentes sois poco más que cadaveres andantes. Durante la cena veis el triste espectáculo de Berengal cenando solo, sin compañía ni sirvientes ni clientes, en una esquina de la mesa principal. Parece claramente borracho y cuando abandona con pasos dubitativos el lugar pasa cerca de vuestra mesa y murmura con voz pastosa de borracho "Este es mi Cannae hijos míos. He dejado atrás Trasimeno y ahora llego a la llanura de Cannae. Mis enemigos se preparan en gran numero, y ninguno de ellos se llama Gisgo"

Se aleja y tropieza con una banqueta algo más allá.

Las palabras de Lectria y la actitud de Berengal me preocupan gravemente. No me es creíble que Berengal haya sucumbido a la desesperación y que la senilidad le haya nublado el juicio en unos pocos meses. Me temo que las artes de Mentem de Alric-Donat hayan podido trastocarlo, que lo sigan trastocando. Yo misma soy capaz de dejar la mente de los mundanos en un estado peor. Más aún, me temo que lo puedan estar envenenando poco a poco para que su mente esté nublada. Si Duresca ha urdido toda esta trama para atacar a Berengal, si han sido capaces de secuestrar y atacar a magos de la orden, pagar sobornos a tantos magos necesarios, tan sólo para hacer caer a Berengal, me es concebible que hayan logrado sobornar a algún criado de la casa de Berengal o de sus propios filias para que lo envenenen en estos últimos meses para hacerle perder todo el poder en Iberia a la vista de todos.

Comparto mis temores en susurros con mis compañeros. A Berengal le pido pasar las noches junto a él. No duermo cuando las estrellas brillan y me importa menos que un pepino las ideas que puedan hacerse las mentes libidinosas de los que han crecido bajo la sombra del dios clavado. Temo que puedan estar envenenándolo por la noche cuando más vulnerable es. Una vez a solas le solicito que me permita inspeccionar su cuerpo con La Búsqueda de la Aflicción; si es de carácter mundano debería poder detectarlo como un desequilibrio de sus humores. De igual modo le solcito ejecutar un Intellego Vim para percibir la magia que pueda haber activa sobre él, por si está bajo el influjo de las Artes. En cada comida y bebida que toma me aseguro de lanzar un Sutil Sabor de Veneno y Pureza con el alcance de mi Voz camuflándolo en la conversación de la mesa, para asegurarme de que no le envenenan con lo que ingiere.

Tal es mi preocupación por el anciano, que no me separo de él en todo el viaje salvo lo estrictamente necesario. No es sólo que le haya cogido cariño a ese artero confabulador que nos ha estado manejando, es que sé que sin él nuestro futuro es más que oscuro en Iberia.

Llegamos al Tribunal y tras cumplir con los menesteres básicos busco a mis parens. En un momento en que podemos hablar en privado le hago participe de mi preocupación porque el sapo se salga con la suya a base de malas artes, falsedades, falsos testigos y sobornos, mientras me lamento por la posibilidad de no volver a oír el fuerte y sólido canto del gallo de Iuxta Mare.

Horrible señal que los Mercere vayan a votar en bloque. Tampoco era necesario que acudieran todos, podrían haber votado por proxy, pero esto me da la impresión de que va incluso más allá de la propia revancha contra Berengal, que todo ha sido orquestado para lograr que los Mercere voten y lograr sacar adelante votaciones que de otra forma no podrían haberse logrado, que a los magos de Iuxta Mare nos han usado como meros peones en una jugada mucho más grande de lo que anticipábamos.

El vacío al que nos vemos sometidos lo llevo con dignidad. Trato de hablar con mis viejos conocidos de Estancia-es-Karida, pero sobre todo trato de buscar a Garus ex Flambeau, parens de Fulgens ex Meteora. En caso de no encontrarle recurriré a Muran ex Flambeau, praeco del Tribunal, tan sólo confiando en que sus años de guerras le hayan dado un verdadero sentido del honor y pueda transmitir mi mensaje. En cualquier caso, el mensaje es el mismo.

- Nada más saber de la desaparición de Fulgens ex Meteora iniciamos su búsqueda. Nuestro sodale Julius ex Merenita logró dar con el corcel que le acompañaba, Incitatus, quien nos relató como habían caído ambos presa de una emboscada formada por guerreros y magos y cómo Fulgens se sacrificó noblemente para que el noble Incitatus pudiera escapar mal herido y al borde de las garras de la muerte.

- Mientras, yo pude obtener de sus hombres una carta en la que se le convocaba al castillo de l’Estela en los montes de las Rocas Blancas y en cuyo pie Fulgens había escrito de su puño y letra que esa carta sería una conexión con él y que se usara para localizarle si desaparecía.

- Fijé la conexión con nuestra vis y traté de usar mi magia para obtener más información de él, pero mi magia no obtuvo respuesta alguna como si se hubiera encontrado con una resistencia mágica.

- La carta aún no puedo entregarla, pues puede ser requerida durante el juicio, pero después de este, sea cual sea el veredicto, me comprometo a entregarle la carta a Garus ex Flambeau con la única condición de que jure por su honor y aquello que más aprecie que la usara para localizar a Fulgens y rescatarlo sin mayor dilación, a lo que tan sólo añadiría pedir que humildemente me permitiría unirme a la comitiva para auxiliar en la medida de mis posibilidades al que aún me es un querido sodale.

Lo que no me esperaba bajo ninguna circunstancia eran las palabras de Berengal al pasar junto a nosotros. Palabras que sonaban a la charada de una viejo senil y borracho desde luego, pero a quien dediqué una fugaz mirad de reconocimiento antes de despedirlo con un sencillo buenas noches con un tono dulce y amable, como el que se dedica a un abuelo querido que se sabe que ya no estaba muy bien de la cabeza.

Maldito fuera el astuto viejo zorro cartaginés que tuve que hacer gala de todo mi aplomo para dedicarme de nuevo a mi sopa y mi vino para no estallar en carcajadas y darle un abrazo. Por fortuna, la educación en la Corte de la Noche Ardiente fue rigurosa y se me enseñó a no perder la compostura en ningún momento.

Entonces se me ocurrió, y sólo entonces, que el que estuviera detrás de todo el gran complot y que nos había puesto directamente en la lista negra de los Mercere pudiera ser él por sus acciones directas y no sólo por las indirectas. Sin embargo, si así fuera, estaba bastante segura de que sería algo que no lograría averiguar nunca. Dejando a un lado el estúpido sentimiento de sentirme utilizada, no podía dejar de admirar la mente retorcida del viejo.

Berengal toleró los cuidados de Aysha con algun bufido. Ningun veneno se estaba vertiendo en la copa de Berengal, solo vino en el que el anciano parecía empeñado en ahogarse a la vista de todos.

No logró encontrar a Garus y de hecho cuando trató de acercarse a algunos Flambeau varios la trataron de "intrigante" y "encantadora mahometana", su condición y las noticias de sus roces con Fulgens parecen ser una barrera infranqueable. Su intento de tener una audiencia con el anciano Muran es denegado por sus criados quienes solo le permiten relatar sus palabras al escudero principal del Flambeau, un hombre cubierto por casi tantas cicatrices como el Praeco. Este escucha sin soltar más que un gruñido pero asiente al final. Transmitirá sus palabras.

El juicio de Scultpor acusado por Penitentia ex Guernicus

Tras haberse oido algunos casos menores durante la mañana, que se han resuelto con multas y algunas estaciones de servicio, el ambiente se ha ido caldeando durante la comida mientras la expectación crece. Las miradas y los rumores primero dismiluados son ahora abiertos alrededor de los tres jovenes magos. Aysha es arropada discretamente por su parens quien se sienta junto a ella y por el propio Terah ex Jerbiton quien les indica a ambos que se sienten justo detrás suyo. En la bancada de Barcelona, ahora mucho más vacía tras la llegada de Arcton y Tremisia y varias discretas mudanzas hacia las zonas limitrofes de las bancadas de Duresca y Estancia respectivamente, Berengal dormita lo que parece ser una mona de campeonato.

Los tres quaesitores presentes hablan entre ellos junto al asiento vacío del Praeco, Ianatus al que ya conoceis, Garus un hombrecillo bajito y con la cara marcada por tres cicatrices verticales al que Noah reconoce y una mujer llamada Penitentia vestida y peinada como un varón que os mira con gesto ceñudo. Al parecer algo ocurre y los tres esperan a la lelgada del Praeco para conferenciar con el y con Baruch. Finalmente la mujer, Penitentia, da un paso hacia adelante y empieza a hablar:

Sodales, el Tribunal llama al estrado al conocido como Sculptor ex Veriditus filius Smeraldo Transmundus ex Verditius. Dice con una voz seca y con un leve deje autoritario Se le acusa de haber sustraido no solamente vis si no también varios textos de laboratorio de su pater en el momento en el que de malas maneras hubo de abandonar la Alianza de Doissetep. Veamos los textos que se llevó... Consulta durante un minuto un puñado de papeles que Ianatus le tiende y parece leerlos por primera vez Si, veamos el tal Sculptor tuvo la desfachatez de sustraer los planos para elaborar una joya que permite el lanzamiento de ¿lanzas de piedra? Un tono de interrogación se traiciona en la voz de la mujer mientras repasa el legajo que tiene ante si Un objeto...un objeto que claramente alguien como él que a duras penas superó el reto del aprendiz no podría haber desarrollado nunca. Un claro caso de sustracción de poder mágico a un pater al que solamente puede reprenderse el ser demasiado amable con su filius descarriado. Pues el desvergonzado Sculptor no solo contento con su hurto encima ¡puso su nombre a la creación de su maestro! Parece que por fin la dubitativa Penitentia ha logrado pinchar hueso pues esta última mención hace que varios magos pataleen y se escuche algún grito de "¡Mocoso sinverguenza!" en las gradas.

Escuchemos el testimonio del propio Smeraldo por boca de uno de sus compañeros de forja, el buen y leal Ofidius A un gesto de Penitentia un hombrecillo con un ligero aspecto de rata sale del fondo de la sala para tomar posición delante de los quaesitores. Va vestido de los pies a la cabeza con ropajes negros en los que en hilo de plata destacan los blasones de Doissetep y el propio maestro de Sculptor. Con voz aflautada va relatando la infancia de Sculptor. Cuenta como fue una decepción constante: vago, pendenciero, dado a abusar de la confianza de todos robar y mentir. Por si fuera poco lo tacha de poco menos que deficiente mental señalando que no logró superar el Desafío del Aprendiz si no hasta que el propio Smeraldo apiadandose de ello pidió a los quaesitores que le administraran una prueba facilita para por fin deshacerse de ese vago que no hacía si no comer en su mesa. Remata con Descubrió mi amo el robo cuando haciendo arqueo de vis descubrió que Sculptor había sustraido tres peones de vis. Y además oyendo que había sido rebajado de princeps a miembro a prueba en la propia Alianza de reprobos en la que ahora evita le llegó también la confirmación de que había plagiado su objeto mágico. Ya se dice que incluso para robar hacen falta algunas luces. El comentario y el relato cargados de maldad y sorna han logrado sacar algunas risotadas en las bancadas así como algún grito de "¡Canalla!".

Remata Penitentia recuperando algo de la compostura que ha parecido faltarle durante el primera alegato. Es por ello que, para que sea ejemplo para todos los aprendices vagos y maleantes que se solicita al Tribunal que encuentre a Sculptor culpable del crimen de privación de poder mágico y se le condene a dieciocho estaciones de servicio a su antiguo maestro. Una por cada año de su largo e inutil aprendizaje en los que solo hizo que abusar de la bondad de su malhadado pater. Que voten a favor de esto todos aquellos que hayan tenido que sufrir la decepción y verguenza de un mal aprendiz así como todos aquellos quienes sus aprendizes de hoy puedan ver en Sculptor el ejemplo a imitar.

Un run run de conversaciones se eleva mientras se retira del centro de la sala. El argumento en contra de los jovenes y aprendices parece haber calado entre los magos de edad.

El juicio de Noah Liebenhart, acusado por Penitentia ex Guernicus

Tras tomar un par de tragos de una jarra de agua que acerca una criada Penitentia se dispone a realizar el alegato acusador en el segundo caso de la tarde. El Trianoma que lleva el acta anuncia que será el cursado por Garus ex Guernicus contra Noah Liebenhart ex Miscelanea. Cuando vuelve a colocarse en el centro de la sala Penitentia parece mucho más segura que en su primer caso. No lleva notas esta vez y con un brazo estirado espera a que se haga el silencio. Apenas hay un latido sin murmullos empieza a hablar con voz alta y clara centrando en ella toda la atención de la sala.

¿Quien conoce a Noah Liebenhart ex Miscellanea? ¿Quien puede hablar en favor de su pater y su linaje? ¿Quien puede dar fe y garantia de su buen hacer? Sin esperar respuesta a sus preguntas retórticas contesta ella misma ¡Nadie! ¡Nadie le conoce! ¡Nadie puede hablar bien de él! ¡Nadie puede dar fe de los actos e intenciones de este extranjero! De este ¡barbaro llegado del confín de la tierra! Sus palabras pronunciadas levantando la voz a cada frase causan un cierto efecto entre los magos presentes y se oyen varias exclamaciones de sorpresa. Sodales yo os diré quien es Noah Liebenhart mal llamado "Ex Miscellanea". ¡Un brujo! El "filius" de un "mago" condenado a muerte por los quaesitores por vivir al margen de la Orden en las tierras de Jutlandia más allá del Tribunal del Rihn. ¡Un ladrón de la Parma! ¡Un villano que busca sangrienta revancha contra la justicia y contra la Orden! Son palabras muy duras y un coro de voces se alza, algunos magos preguntan a sus compañeros de bancada, otros claman voz en grito contra los brujos y otros piden calma y no saltar a conclusiones precipitadas. ¿Negará Noah Liebenhart que su padre fue condenado por brujo y diabolista? ¿Negará que fue entrenado por su propio padre más allá del control del Tribunal del Rihn? Dice señalando al joven mago antes de señalar con un barrido al resto de la sala ¿Y negareis alguno de vosotros que si al pater se le arrebata la condición de mago su unico y secreto filius tampoco debe ser considerado tal? Aquí se levanta un verdadero tumulto en las bancadas, algunos en la de Estancia Es Karida y Barcelona se oponen pero muchos más en las de Duresca y los espacios limitrofes levantan aun más las voces jaleando a la quaesitor. Esta reprende su exposición.

Llamo ahora a mi testigo. A alguien que si que conoceis: ¡al muy leal Garus ex Guernicus! Quaestior de probado servicio a Iberia, un hombre al que conoceis y que os ha demostrado su lealtad a la Orden, un hombre perteneciente a un largo y distinguido linaje de la casa Guernicus. Cuando Garus se acerca a testificar se oye aplausos y vitores. Penitentia lo interroga escogiendo con tino sus palabras y entre ambos pintan la imagen de que el lugar que atacó Noah era una carcel donde encadenar a peligrosas criaturas para proteger al Tribunal. Se habla de nuevo sobre la imprudencia de gentes que no conocen Iberia en inmiscuirse y liberar criaturas que no conocen. Se presenta al tal Mateu como un antiguo grog del Guernicus, un hombre leal al que se encargó la custodia de ciertas criaturas mágicas. Un hombre asesinado con perfidia por un extranjero obsesionado con una imaginaria venganza.

Y entonces Penitentia solicita al Praeco permiso para utilizar la magia y presentar el alegato final. Se traza un circulo y Penitentia recibe de manos de uno de los criados del tribunal una caja cuadrada de madera. Abriendola extrae de dentro una calavera que deposita en el centro del circulo. Realiza una invocación y las llamas de las antorchas tiemblan rapidamente una densa niebla se arremolina alrededor de Penitentia antes de desplazarse alrededor del circulo, la figura espectral de Mateu el Ferro aparece, un espectro hecho de retazos de bruma que se contorsiona de dolor. Ante la invocación de la maga relata la siguiente historia:
Asesinado a traición. Asesinado por un mago. Asesinado y torturado para revelar lo que sabía. Con gran tormento hube de revelar lo que sabía sobre Garus ex Guernicus. Sobre su pasado, sobre la gente con la que había acabado. Si, con mi dolor hube de confesar el dolor que inflingimos en Jutlandia. ¡Tormento! ¡Tortura! La maga Penitentia hace una serie de gestos provocando que el espectro chille de dolor y relate el resto Entregué mi salvaguarda al llamado Noah. Una conexión arcana con Garus. Para tratar de salvarme.. Con otro gesto la niebla estalla con un chillido de dolor. Se oyen murmullos por toda la sala valorando el testimonio del espectro. El sentir de la sala parece haberse vuelto sombrío.

Ante vosotros sodales un caso claro. Un "mago" de dudosa filiación que persigue una venganza inflamada Dios sabe por que funesto espiritu, o que oscura mano. Un siervo leal asesinado y criaturas peligrosas liberadas para la ruina de toda la Orden. Y el siguiente golpe del infame Noah listo para acabar con uno de vuestros siervos ¡un quaesitor!. Votad por su condena e impedid que se cumpla la violenta voluntad del barbaro germánico. Por el crimen de privación de poder mágico, por traer ruina a la Orden así como usurpar el secreto de la Parama y por su clara intención de cometer el asesinato de un quaesitor en ejercicio pido que ¡se condene a muerte a Noah Liebenhart!

La sala estalla en gritos, varios magos se levantan sacudiendo el puño en dirección a Noah. Algunos en la bancada de Barcelona se levantan para gritar en contra de las amenazas y el Praeco trata de devolver el orden al Tribunal. No es si no concediendo un receso de una hora que logra dispersarse una tensa situación.

El juicio de Aysha, acusada por Garus ex Guernicus

Tras el receso y con un ambiente cada vez más caldeado vuelve a reunirse el tribunal. Esta vez es Garus quien avanza haciendo ahora el papel no de victima si no de acusador. Como un equipo bien entrenado los quaesitores se dan el relevo trazando no solo los hechos de cada caso si no una imagen general de Iuxta Mare. Una Alianza de discolos e irresponsables magos jovenes, extranjeros y demás descastados insertados por Berengal en Iberia solamente para causar problemas. Mientras los magos toman asiento Garus mira con suficiencia deteniendo por un momento su mirada en Noah y en Aysha sonriendo con petulancia. El siguiente clavo en el ataud de Iuxta Mare parece listo para clavarse. Mientras se acerca al centro de la sala para lanzar su acusación un trio de criados arrastran una caja de ocho palmos de alto por diez de largo y cubierta con un paño cerca del lugar desde donde Garus se dispone a hablar.

¡Sodales! Por favor, ruego vuestra atención. Ya ha sido mi querida compañera la quaesitor Penitentia ex Guernicus clara y meridiana en los dos primeros casos. Permitidme que exponga yo ahora las culpas y yerros de Aysha ex Miscellanea. Y sed testigos como la intimidación de la espada de Damocles que Noah suspende sobre mi cabeza ¡en nada me arredra! ¡Que sepan los extranjeros que en Iberia la Orden prevalece! La invocación al orgullo del Tribunal parece ser efectiva pues se oyen varios vivas incluso en la bancada de Barcelona. Garus levanta las manos pidiendo silencio ¡Sodales! El caso que os presento puede parecer menos serio que los graves crimenes señalados por Penitentia. Pero no os dejeis engañar, se trata un asunto de hadas y en estos menesteres es todo falsedad. De nuevo se oye ruido de rumores y conversaciones susurradas ante la declaración, claramente algunos en el banco de Estancia no están de acuerdo con esta afirmación. Pero veamos los hechos verdaderos y acreditados. Aysha ex Miscellanea, en su condición de Princeps de Iuxta Mare, celebró y sufragó un banquete a plena vista de todo el que quiesera mirar en el que agasajó a varias criaturas fae de las profundidades marinas. Y se que algunos os preguntareis ¿y que hay de malo en ello? Pues bien no seré yo un sesudo experto de Duremnar pero veo algunos problemas con ello. Dice arrancando algunas carcajadas del publico mientras adopta la posición de un granjero en dia de mercado con los pulgares en el cinto. Parece claro que Garus frente a la severidad de Penitentia pretende presentarse como un mago normal y llano para así ganarse la simpatía del Tribunal. 

Y el problema que veo es claro. Al actuar de forma tan descuidada Aysha ha atraido la ruina sobre la Orden. ¿Que como lo ha hecho? Dejadme que en vez de explicarlo yo lo oigais directamente de la boca del problema. Y con un gesto teatral retira el paño que recubre la gran caja que han dejado a su lado. Un coro de exclamaciones se levanta por toda la sala al ver el contenido. La caja no es tal si no un artefacto mágico que mantiene en su interior una enorme gota de agua suspendida mediante hechizos y dentro de esa masa de agua se revuelve con dificultades una de las nereides de la Reina Amfitrie. La pobre criatura tiene mal aspecto no solo por lo incomodo de la prisión si no por varias largas y finas agujas plateadas que se clavan en su rostro causando que se retuerza de dolor. Cuando las exclamaciones remiten Garus prosigue su intervención. Esta criatura que teneis aquí es una de las hadas con las que Aysha, quien por cierto también tiene sangre fae en las venas pone los ojos en blanco arrancando ciertas risas que acallan algunos gritos de "¡Salvaje!" que resuenan entre los Merinita presentes. Como iba diciendo este es uno de los secuaces de Aysha, una criatura que tiene una historia que contar.

Hace un gesto y las agujas empiezan a emitir un potente zumbido y a cambiar a un color negruzco. La criatura chilla de dolor y se sacude haciendo que el agua se agite. Impelida por el dolor relata como Aysha negoció una paz entre ambas Cortes feericas y como ahora los poderosos monarcas submarinos gobiernan unidos el litoral. No contento con esto Garus guia el interrogatorio para hacer que la nereide acepte, pues no ve mal en ello, que han en ocasiones hecho naufragar barcos y devorado a sus marineros. 

Aquí lo teneis Aysha ex Miscellanea no solamente ha interferido con los fae si no que ¡los ha convertido en una amenaza peor de lo que eran! ¿Quiere alguno de vosotros acabar en la panza de estos renacuajos de agua salada? ¿Acaso creen los Merinita presentes que Aysha actuó de forma correcta? ¡Claro que no! Así pues pido que se tenga claro que Aysha ex Miscellanea perturbó a las hadas en directa oposición al Código. Y no contenta con ello lo hizo para sembrar la ruina de la Orden o quizas y aquí se vuelve hacia la bancada no de Estancia si no de Barcelona quizás no fuera en ruina de algunos si no de todos para beneficio de uno solo

Mientras abandona el espacio centrar y los criados retiran la trampa magica donde se revuelve la anfitrie se oyen murmuros y discusiones entre las bancadas. El Praeco con gesto agotado tras tres casos declamados acuerda una pausa antes del último.

El juicio de Iuxta Mare, acusados por Ianatus ex Guernicus

Ya es bien entrada la tarde cuando los magos vuelven a llenar la sala del Tribunal para oir el último de los alegatos acusatorios antes de dar paso a las defensas. Muchos están ya cansados e incluso irritables ¿jugará esto a favor de la defensa? ¿O es una habil estratagema de los Guernicus para que los contraalegatos deban hacerse en un ambiente hostil?

Sea como sea la sala está ahora a rebosar. Parece ser que todos los magos presentes, Boinas Rojas incluidos, han querido asistir al alegato de Ianatus. El severo quaesitor está ya de pie en su lugar cuando llega al Praeco y cuando una sutil señal del propio Baruch le indica que puede empezar. Su tono es completamente ausente de cualquier emoción, ni el tono relajado de Garus ni la colera de Penitentia, parecería que es una estatua hablando.

Sodales. Habeis oido mucho esta jornada sobre los desmanes de Iuxta Mare. Mis estimados compañeros y colegas han dejado claros los crimenes de los miembros de Iuxta Mare por separado. Es mi deber poner en vuestro conocimiento sus crimenes conjuntos. Se detiene apenas un segundo a tomar aire antes de seguir con el mismo tono impasible. En el invierno del anno domini 1178 visité Iuxta Mare. Como todos sabreis esa Alianza estaba hasta hace pocos años habitada por cuatro magos desaparecidos en circunstancias poco claras. Es más conoceis que los desaparecidos estaban habituados a vivir rozando la ilegalidad y que su lider Donat ex Jerbiton había incluso varías veces sido acusado en este mismo Tribunal, pero había salvado su condena in extremis. Aqui hace una pausa y como un resorte se oyen algunos gritos de "¡Donat criminal!" "¡Ladrón!" "¡Era un camorrista!" entre las bancadas de Duresca y Estancia. No es mi intención volver a versar sobre aquello que en el pasado y bajo otros poderes pudiera acallarse si no relatar lo ocurrido. Decía pues que visité la Alianza, como quaesitor debo estar al tanto de lo que ocurre. Y la composición de la Alianza era ciertamente extraña, dos magos extranjeros, dos magos paganos, una sangre-de-hada, un aprendiz fracasado sobre el que pendía una acusación de robo  enumera refiriendose a Noah y Scultpor, Noah y Julius, Aysha y de nuevo a Sculptor. Y a ellos Berengal, como si de un predio fuera entregaba parte de nuestro Tribunal y fuentes de vis. Algunos gritos acusatorios se oyen de nuevo ante esa mención al abatido archimago. Resultaba extraño, y digno de investigar. Para mi sorpresa había un quinto miembro en la Alianza, un probo miles Flambeau llamado Fulgens ex Meteora. Este era un hombre recto que reaccionó con el debido escándalo al conocer los antecedentes de sus mal hallados compañeros. Especialmente al conocer que sobre Noah pendía la sombra de haber sido entrenado de forma irregular por un mago ajeno a la Orden, como Penitentia ha tenido a bien probar. Toma de nuevo aire unos segundos como considerando lo relatado.

En ese momento ya noté la clara tensión. De forma razonable y en mi presencia Fulgens reclamó lo esperable a Noah, que explicase sus origenes y limpiase su nombre, el aludido reaccionó de forma airada. Ya tendreis noticias de su soberbia cuando replique. Asiente mirando hacia el mago germano. Mayor fue mi sorpresa cuando oí le rumor de que tras mi visita Fulgens había sido expulsado de la Alianza. En efecto, no Noah si no Fulgens fue expulsado. No aventuro que secretos pretendía ocultar la Princeps pero ni ella negará el hecho. Quien sabe a que acuerdos llegaron la manipuladora maga de mentem y el Tempestaria, experto claro en Auram. La cuestión es que Fulgens y su tropa de grogs pasaron a habitar en Tarragona desde donde se lució en un ataque contra enemigos de la Orden en tierras moras. Mira ahora a la bancada de Estancia. Nadie dudará de lo correcto de ese hecho, ni nadie querrá que se pueda pensar en que está en connivencia con gentes fuera de la Orden y por lo tanto enemigos de esta. El tono sube apenas un apice cuando dice esto pero varios en la bancada se remueven incomodos.

En Tarragona Fulgens siguió recibiendo la visita de Marçal de Camprodon, noble hijo de Mercere, a quien conocereis por su justa fama labrada años há. Aquí irrumpe un clamor en la galería donde se encuentran los Boinas Rojas gritos de "¡Justicia para Marçal!" resuenan antes de que el quaesitor decida volver a hablar. En efecto Marçal de Camprodón quien durante años sirviera como leal escudero de su hermano de honrada memoria . De nuevo irrumpen los vitores en la galería se oye gritos de "¡Heroes ambos!" "¡Justicia!" y "¡Magos todos!". No glosaré ahora como ambos acabaron con los gigantes de Castellfollit, como liberaron la casa Mercere de Osma de sus enemigos infernales o sus muchas otras gestas. Son conocidas. Aquí de nuevo a de callar unos momentos pues cada mención a una de esas gestas levanta vitores y aplausos a los que muchos magos se suman.

Mencionaba al buen Marçal pues este siguió cumpliendo su deber aun a pesar de que en caminos y postas los de Iuxta Mare trataron con maledicencias de ensuciar el nombre de Fulgens. Sé por haber hablado con sus propios hombres que ambos conferenciaron en el otoño de 1179 justo antes de su desaparición y que justo después el mago Flambeau siempre al acecho recibió alguna información que lo llevó a abandonar Tarragona solo. Sacude la cabeza Bien debió acompañarlo el siempre leal Marçal quien nunca rehusó un servicio. Pero no sabían que esta vez les esperaba la traición y la muerte.

Hace un gesto y un par de criados se acercan tayendo el primero lo que parece una espada rota y una loriga desecha y el otro sosteniendo un bulto cubierto con una fina tela roja. El quaesitor señala al primer criado Aquí veis las armas de Fulgens, recuperadas en la vecindad del Castel d'Estela en medio de signos de una gran batalla . No dudo Aysha que reconoceis ese nombre . Sabiendo que el Flambeau y el Mercere os superaban en valor les tendisteis ahí una trampa. No negareis que es por ello que entregasteis al Arzobispo de Tarragona un suculento soborno de manos de vuestro secuaz Sculpto. Seguramente en una maniobra para que convencieran a Fulgens de dejar a sus hombres en al villa Cruza los brazos Negadlo si quereis cubriros de mayores mentiras.

Pues yo mismo he seguido la pista a Estela y a Tarragona. Y en un lugar encontrado signos de una terrible lucha mágica de la que ahora os diré más pero antes sabed sodales que también seguí la pista a Tarragona. Y esto es lo que oí de los propios labios de los hombres de Fulgens Sonrie solo una fracción de segundo Pues como un individuo había acudido a recuperar una carta que Fulgens había dejado, seguramente con pistas a su paradero en caso de traición. Carta que Aysha arrebató probablemente con la magia de Mentem de la que es asidua practicante. Una carta que ayer por la noche los sicarios de Iuxta Mare incautamente entregaron al Praeco. Por favor venerable Muran, mostradla. Y ante esas palabras el Praeco en efecto enarbola una resma doblada y la sala irrumpe en gritos llamando a los de Iuxta Mare perfidos, traidores y cosas peores.

Pero os preguntareis sodales que pude descubrir en Estela que fuera aun peor. Como he anunciado encontré restos de una batalla mágica. Batalla en la que se empleó el rayo, clara arma de los Tempestaria. Pero no solo encontré piedras calcinadas, si no que encontré: ¡esto!

Y tirando de la tela carmesí revela el segundo objeto. Una coraza de cuero tachonado, en el centro labrado en lo que parece plata el simbolo de Mercere el fundador. Y a la izquierda, donde debiera estar el corazón del portador, un horrible agujero de bordes requemados. Como la marca de un relampago. Por primera vez la emoción parece embargar la voz de Ianatus cuando grita:

¡Ved la coraza del buen Marçal! ¡Reconoced su sigil! ¡Y ved como pago sus servicios Noah y el resto de Iuxta Mare! ¡Esto es lo que Berengal de Barcelona ha traido a Iberia!

No dice nada más pues las galerías y las gradas irrumpen en gritos, un clamor de Boinas Rojas grita de dolor y frustración y muchos magos se ponen de pie. Algunos incluso arrojan algunos objetos hacia donde se situan los de Iuxta Mare mientras el Praeco y sus asistentes tratan de imponer de nuevo el orden en la sala.

Tras su mascara metálica Baruch mira fijamente a Berengal antes de que este claramente acobardado abandone la sala entre una cascada de improperios.

Ha llegado el turno de las defensas.

Noah palideció en un inició, las palabras de Penitentia le sentaron mal, y no por que fueran verdades o fueran duras, sino porque le escupían en la cara algo que se había ocultado a si mismo largo tiempo, estaba solo, extremadamente solo. Pero lo que realmente le derrumbo en un inicio, fue la presencia de Mateu, no porque su mera presencia fuera a arruinar sus planes, sino porque simplemente no se lo esperaba, no había pensado en la posibilidad de que se armara un teatro a ese nivel, y, sin embargo, alguien tan desconfiado como él, debió haberlo pensado.

No obstante, conforme el silencio se fue asentando, Noah empezó a cobrar fuerzas, las cartas estaban echadas, era hora de agitar los vientos y hacer que todas se voltearan en su favor, y si iba a morir, al menos se llevaría a unos cuantos sobre de él. Así, Noah sonrió, con seguridad y tranquilidad.

– Sodales, es un honor estar frente a ustedes – exclamó Noah iniciando su discurso – grandes son los tiempos en que las tormentas agitan tempestuosas sobre las montañas y uno debe luchar contra ellas para no solo sobrevivir, si no triunfar. Más de uno de ustedes, si mira sus pisas hacia atrás, seguramente se ha visto reflejado en estos hechos, e incluso más de uno los tendrá escritos en grandes memorias sobre su vida – Noah, no se inmutó ante cualquiera que intentase detener sus palabras, más, aún, el no responder de inmediato la ayudaba a serenarse y frenar el ímpetu de aquellos que solo eran movidos por una mera causa que no entendían ni les interesaba en el corazón.

– Soy un extranjero, de tierras lejanas, en los confines donde la orden tiene que realmente luchar contra aquellos que buscan destruirla, no desde dentro, si no desde fuera. Verdaderos adoradores de demonios, brujos de tierras lejanas que no solo no siguen los preceptos de la orden si no que buscan confrontarla de múltiples maneras. No soy un gran guerrero como los magos Flambeau aquí presentes, no tengo el honor de portar sus gloriosas cicatrices, pero he luchado la buena batalla. Conozco al enemigo. Al verdadero enemigo. No aquel que se viste de seda y quiere destruir a la orden desde dentro con el fin de que sus comodidades no se desvanezcan. No, conozco al enemigo que usa su magia de formas siniestras para dar muerte y destrucción. Soy un mago de la casa tempestaria, y guardo el honor de pertenecer a esta gran orden en mi sangre. Con orgullo y gran celo.

Hoy estoy ante ustedes por grandes acusaciones. Graves sin duda, eso no tiene lugar a discusión. Pero bajo el código hermético y los preceptos que lo acompañan. Les invito a que no seas engañado, el que venga de los confines de la orden, que no del mundo conocido – sonrió ligeramente en burla, dando a entender que Penitentia no conocía el mundo – no me niega mis derechos y estatutos como un miembro de la orden de Hermes. El tribunal del Rhin, incluso, como bien saben todos aquí, no es un tribunal lejano, con una credulidad que se ponga en duda sobre sus más honorables miembros.

Centrémonos entonces en los hechos, pues obviamente nadie puede dar garantía de mi buen hacer, si he viajado desde tierras muy lejanas y llevo aquí menos de tres años. La pregunta de Penitentia carece de sentido, más aún para un Guernicus – dijo Noah con orgullo marcado, si lo iban a matar, no sería por tonterías de una niña emocionada por su discurso inaugural.

Noah entonces volvió a hablar, bajo los alegatos de la acusación, uno por uno. – Penitentia afirma que no soy de la casa ex Miscellanea, pero incongruentemente ella misma me ha presentado de esa manera, para después decir que alguien me ha llamado erróneamente de esa manera. Quizá su mente le traicione ante el discurso que ha preparado con antelación. De nuevo sodales, acusaciones sin sentido. Cualquiera puede ver, en el mismo hecho de quien es mi pater, que soy de la casa ex Miscellanea, particularmente soy un tempestaria; casa que se ha unido a la orden desde hace ya generaciones. Negar esto es un grave desconocimiento de la orden y una negación de sus estatutos pues se está atacando a toda una casa considerando que no llevan un orden en sus miembros o en las casas menores que están unidas a ellas. Este asunto sin duda, va más allá de lo que concierne a este tribunal – esgrimió Noah, quien también sabía decir tonterías que parecían ser importantes, aunque claro Penitentia tenía un prestigio en la zona, y el no.

– Continuando con las acusaciones, Penitentia me acusa de ser el "filius" de un "mago" condenado a muerte por los quaesitores por vivir al margen de la Orden en las tierras de Jutlandia más allá del Tribunal del Rihn. De lo cual aún considerando que aquello si implicase un motivo por el cual acusar a alguien de un crimen con base en el código hermético, he de decir que Penitentia me confunde. Quizá con algún otro mago que conoció en el pasado, o quizá Garus le pasó mal la información, o a ella misma le dio pereza investigar. Desconozco el motivo.

La cuestión es que, la carta que aquí presento como prueba, establece la sentencia ejercida por Lentulus ex Guernicus quaesitor ad Imperium pro Rihn, está firmada por el mismo y no señala nada sobre la acusación que establece ahora Penitentia. Incluso en ella se me señala como testigo clave en el juicio, a lo cual agradezco al tribunal del Rihn por cumplir con su deber de forma apropiada – dijo Noah con el corazón adolorido por sus propias palabras – He colaborado con la orden, he servido a la misma y tenido que cargar con el peso de los hechos de mi patern. He venido aquí por la reputación de este gran tribunal, he solicitado todo conforme al código hermético y procurado establecerme de forma pacifica en la alianza Iuxta Mare. Todo ello para dejar el pasado atrás y hacer una reputación en base a mis proezas y no a los errores de patern. No obstante, entiendo las intenciones de Penitentia y Garus ex Guernicus. No obstante, solicito algo más de seriedad en su investigación, pues es fácil notar sus mentiras y el complot que están armando – señaló levantando en alto la carta para llamar la atención de aquellos que aún no entendía que tenía un documento oficial de la orden en sus manos.

– Pero sé que esto no es lo importante. Lo importante es la acusación principal a la que se me somete. Y la verdad esto me emociona, pues me apasiona e intriga si la fama de este tribunal, es tan grande y verídica como muchos y yo mismo hemos creído. Permítanme dar mi versión de los hechos y luego presentar pruebas de lo que digo – dijo Noah tomando aire antes de iniciar.

– Primeramente, aquí debe haber algún nuevo error. Penitentia y Garus ex Guernicus, señalan que yo he atacado una cárcel donde se encadenaba a peligrosas criaturas para proteger al tribunal. Desconozco de la cárcel, seguramente se me confunde con algún otro mago que está faltando al código. Pero atendiendo a su señalamiento. Quisiera saber si hay pruebas de que estuve justamente presente en dicho lugar. Es decir, el tal Mateu, pudo haber muerto en múltiples lugares. ¿Cómo se afirma mi presencia en dicha cárcel? ¿Donde se encuentra exactamente el lugar ha sido afectado?

Más importante aún. Algo tan importante como una cárcel donde se tienen prisioneras a criaturas que pueden poner a la estabilidad de la orden en peligro debería estar claramente declarado en las actas de este tribunal. Me gustaría constatar la existencia de dicho lugar en las actas del tribunal antes de considerar que el alegato es verídico. Las actas deben indicar el lugar, las criaturas que se ponen a resguardo bajo indicación de la orden de Hermes a Garus ex Guernicus, y deben indicar las fechas. Y más importante aún, deben indicar a todos los magos presentes cuando se le concedió a Garus dicha autoridad y dicho establecimiento. ¿Estaba marcado de algún modo el hecho de que aquel lugar pertenecía a algún magus? ¿o a la orden?, revisemos las actas, la información debe estar allí sin duda, o bien Garus estaría mintiendo. Y que horrible y trágico sería algo así.

Pero hablemos de lo que yo hice, que seguramente confunde el buen Garus ex Guernicus y que, a su vez, ha sumado a la confusión a la no muy atinada en este día Penitentia ex Guernicus. Lo que yo hice fue liberar a esclavos sexuales en un burdel en una esquina del mundo, el cual era dirigido por un asqueroso hombre llamado Mateu y apodado “el del hierro”, un proxeneta del bajo mundo. La conexión que pueda tener Garus ex Guernicus con dicho Burdel y el difunto hombre, es algo que se debería establecer inicialmente en este juicio, pues no es clara. Si bien es claro para todos que la versión de un grog no es relevante ante un mago, quizá la opinión de todo un pueblo si debería de ser relevante. Podéis investigar el poblado donde se encontraba dicho burdel, allí podrán constatar la existencia de este hombre y del burdel, más no de ninguna carcel. Claro está, bien puede tratarse de otro Mateu y sea todo esto solo una confusión – dijo Noah guiñándole el ojo a Garus, claramente divertido ante los acontecimientos. – ¿He asesinado yo al tal Mateu?. No, no lo he hecho, lo han hecho hombres bajo mi mando, quienes fueron entrados por el muy leal Fulgens ex Flambeau, grogs que conocen el honor y que no podían dejar a un hombre tan ruin vivo. Si la acusación aquí es no haber evitado la muerte de un miserable y ruin grog, me declaro culpable. Soy un hombre con honor y no faltaré a él. Pero, sodales, hay alguna prueba clara de que este grog aun servía a Garus, yo mismo puedo demostrar al menos en las palabras de este grog que no era así.

Sodales, tengo estos objetos que permitirán ayudar a la investigación – dijo no presentando una hebra de cabello y un pañuelo – el pañuelo pertenece a unas driadas al parecer, todas esclavas sexuales en el burdel. No dudo que las capacidades de muchos de los presentes, tal como cuenta la fama de este tribunal, serán suficientes para dar con ellas y así presentar una prueba clara de que había en el lugar del que estamos hablando. El cabello lo recogí de la tumba de Mateu, justo cuando después de darle una cristiana sepultura, me topé con que alguien había exhumado su cuerpo. Se que la hebra de cabello pertenece a algún tipo de licántropo, lo cual me hace pensar que se trata de otra las criaturas que servían como objeto sexual. Ahora bien, de no ser así, es una pista que el tribunal y el mismo Garus podrían investigar – Noah miro fijamente a Garus mientras la mostraba la hebra de cabello intentando leer sus pensamientos. – Tengo a su vez madera del burdel donde lleve a cabo mis acciones, pueden ustedes mismos emplearla para comprobar que el lugar no es el mismo del que habla Garus, o bien Garus habría confundido una cárcel con un vil burdel donde se esclavizaba sexualmente a criaturas mágicas. Si Garus pretende culparme de la destrucción de algún otro lugar en el que nunca he estado, ha de presentar las pruebas. ¿Era este burdel una fuente de vis declarada?, me parece que no pues justo ha dicho ahora que no se trata de este lugar, lo cual me exime de su destrucción y todos los demás alegatos.  Por tanto, solicito me sean quitadas las acusaciones y yo mismo ofrezco mis servicios a Garus ex Guernicus para buscar a los malhechores que han destruido esta cárcel perteneciente a la orden. Claro, siempre y cuando primero se presente la autenticidad de dicha cárcel ante este tribunal –.

– No habiendo pruebas claras, considero que, o Garus y Penitentia están confundidos, o bien "Seguramente" Garus ex Guernicus pretende impedir la creación o consolidación de una nueva Alianza en el Tribunal para evitar que se rompa un equilibrio de poder que le beneficia, pero no puede probarse. Por favor, ciñámonos a los hechos sodales.

Se sin embargo sodales, que algunos estarán enceguecidos por el prestigio de Garus ex Guernicus. Yo mismo he hablado con este grog llamado Mateu – esgrimio Noah señalando a la calavera de Mateu con sumo desprecio en su mirada – este me ha dicho muchas cosas interesantes. Pero no me adelantaré. Ustedes lo han oído. Dice el grog que lo he torturado y asesinado para sacarle información, lo cual es relativamente falso. Pero lo importante es que afirma que me ha revelado cosas sobre Garus ex Guernicus. Dejemos que Mateu hable, preguntémosle cual es el pasado que lo une a él mismocon Garus ex Guernicus, preguntémosle cual es la gente a la que juntos han asesinado o acabado y por que lo han hecho. Dejemos que nos cuente cual es ese dolor que infligieron en Jutlandia.

Más aún sodales. Dado que la misma Penitentia, de gran prestigio entre los presentes ha declaro que nadie me conoce y por tanto pueden no confiar en mí. Quisiera que considerásemos la voz de alguien prestigioso en el tribunal en quien se que la gran mayoría confiará. Solicito que Tempestus ex Flambeau escudriñe mi mente en busca de la información sobre mis acciones contra este grog, que extraiga la información que obtuve del grog y todos los acontecimientos posteriores. Si he atacado una cárcel y he buscado dañar a la orden, eso sin duda estará en mis recuerdos – Noah aún no tocaba el tema de Berengal, podría no ser importante, pero sabía que las cartas realmente iban sobre ese tema por lo que de un modo u otro tendría que jugarse ese carta si era necesario.

Durante el primer día Sculptor había sentido todo el peso del vacío de los magi del Tribunal, las malas miradas, los comentarios a sus espaldas... y se había tenido que contener para no sonreír. Aquellos arteros y malintencionados difamadores que se creían consumados y traicioneros intrigantes nunca habían pasado una larga temporada en Doissetep, mucho menos un aprendizaje con el peor maestro imaginable. Por todos los dioses, no se habían molestado en tantear sus fidelidades o moralidad, ni procurado manipularle, desinformarle o sobornarle. ¿Qué pensaban que iban a conseguir *gratis* si simplemente le atacaban nada más tener oportunidad? En efecto, si lo que querían era su voto de castigo *gratis*, tal vez para siempre, estaban haciendo un gran trabajo. Aficionados.

Si pensaban que hundirían su moral con su comportamiento, estaban muy equivocados. Visto lo visto, Sculptor no se molestó en buscar aliados, rogar ayuda ni humillarse solicitando misericordia. Comió y bebió con apetito, guardó sus pensamientos para sí mismo y atendió a las palabras de sus compañeros de Alianza, pero nada más. Ni siquiera alternó con Berengal, aunque de nuevo tuvo que hacer cierto esfuerzo por no sonreírse a la despedida con tintes cartagineses del viejo zorro barcelonés.

Al segundo día el joven Verditius acudió al Tribunal con paso decidido, se sentó en la bancada pro-barcelonesa y esperó pacientemente a que fuera su turno. Al ser llamado por Penitentia acudió al estrado con paso animado y una sonrisa en la cara.

─Soy, por si no queda suficientemente claro por las palabras de este lacayo, filius de Smeraldo Transmundus, el segundo en la línea de primogenitura de Casa Verditius. Eso me convierte a mí en el tercero de tal línea y al primero, Stouritus, en mi avus, por así decirlo. Resulta extraño que uno se lleve mejor con su avus que con su pater, pero tales casos existen y, miren ustedes por donde, éste es uno de ellos.

»En este caso Penitentia ex Guernicus representa a Smeraldo Transmundus. Para los que no le conozcan, es él un abyecto mago que, pasados los 15 años reglamentarios de aprendizaje y demostrada mi valía, trató de retenerme como aprendiz porque era demasiado valioso como ayuda de laboratorio para dejarme ir. Como desprecio, cuando finalmente logré liberarme de sus garras, decidió darme 2 peones de Terram diciéndome que eso era "todo lo que valía". Ese magus no sabe perder. Si darle vis voluntariamente (y como forma de desprecio) a quien hasta ese momento había sido su aprendiz y luego acusarle de haberlo robado lo convierte en robo, entonces soy sin duda un ladrón. Solicito el uso de El Gélido Aliento de la Mentira sobre mi persona para comprobar si he robado o tomé a regañadientes los 2 peones de manos del propio Smeraldo. No por nada, sino para que lo vea el Tribunal completo y se demuestre que mi pater no quiere sino cobrarse una venganza por despecho, haciendo perder su valioso tiempo a los miembros de este Tribunal.

»Por cierto, un inciso: no olviden que Smeraldo está haciendo uso de un vil grog para transmitirnos su testimonio, que no el suyo propio, pues es un pobre diablo que no vio nada personalmente y que lo que está haciendo es reproducir las palabras (que no la verdad) que su amo le ha dicho que reproduzca, ni más ni menos.

»Y ya de paso, por si no lo saben, informo a este Tribunal que Smeraldo Transmundus es miembro de Doissetep, la infame Alianza del Tribunal Provenzal. Imaginen el precedente que sentaría el reconocer el derecho a reclamar derechos derivados de una disputa doméstica en Iberia. No duden que habría consecuencias mucho más allá de la posible multa trivial que se me pudiera aplicar.

»Por último, pero no menos importante, les recuerdo que un mago no puede ser responsabilizado por los actos que cometió como aprendiz, sino que aquellas faltas que cometiera debe asumirlas su pater. De manera que Smeraldo, en todo caso, es responsable de su propio infortunio.

Sculptor esperó unos instantes a que los asistentes digirieran toda la información que había desplegado en su discurso, dejando que los rumores, exclamaciones y gesticulaciones varias se intercambiaran adecuadamente para, breves instantes después, continuar con su exposición y defensa:

─Respecto del supuesto espionaje mágico para copiar el artefacto lanzador de virotes, ¿puede aportar Smeraldus Transmundus sus textos de laboratorio para compararlos con los míos? Bueno, en realidad con los de Stouritus... Quiero presentar como prueba a mi favor estos papeles ─dijo extrayendo de su túnica los susodichos─, sellados por el propio Stouritus, primus Verditius, copia de los textos de laboratorio de *mi* Balista. Los papeles, como podrán comprobar, están sellados y fechados por Stouritus en 1162. ¿Decís que la autoría de este objeto se la atribuye Smeraldo? ¡Qué osadía! Si alguien cree que he podido robarle el texto a mi avus, puede empezar a investigar el asunto ahora mismo. Buena suerte con importunar al primus de Verditius. Por cuanto a la acusación de mi pater de plagio, creo que no cabe decir nada más.

En realidad sí cabían muchas más cosas que decir, pero significaría acusar a su pater en su propio Tribunal y si ya era complicado demostrar la inocencia y librarse de sus arteras vías para molestar y perjudicar a su filius a un Tribunal de distancia, ni qué imaginar cabe que la situación sería mucho más difícil de llevar a buen puerto en el Tribunal Provenzal.

─Aprovechando que todavía tengo su atención, si alguien quiere poner a prueba mis conocimientos sobre el objeto, puedo darle algunas indicaciones y ayudas para que puedan comprender el texto. Por ejemplo, el objeto permite el lanzamiento de una roca de considerable peso a no menos de 200 pasos de distancia, propinándole un impulso suficiente para convertirla en un proyectil  inmune a resistencias mágicas y capaz de derribar muros de piedra, destrozar humanos y, en general causar grandes destrozos. Por efectividad he usado dicho objeto con rocas a las que he dado forma de flechas de piedra, pero ese no es un detalle que puedan encontrar en el texto original, sino algo que podría haber observado un espía. No sé si mágico o no, pero espía seguro. Y sino que me digan cómo se ha enterado de hechos acaecidos en el interior de una Alianza de otro Tribunal.

Si aquella no había sido una actuación en la que ganaría fama, no había forma humana de hacerse más notable en una primera intervención en un Tribunal: dejando en evidencia a su pater, explicando su muy insigne linaje y promocionando su nombre como creador de objetos mágicos de gran potencia a pesar de su corta edad como mago. Casi tendría que agradecerle a su pater la publicidad gratuita...

La muy apasionada e inflamente defensa de Aysha ex Miscellanea, Princeps de Iuxta Mare

El ambiente estaba caldeado, de eso se habían encargado los Quasitores desde mucho antes de que comenzara el Tribunal y durante el mismo no habían hecho sin poner más carne en el asador. Era consciente de ello y me tocaba a mí poner toda mi carne en el mismo asador metafórico. Tenía claro que esto era mucho más grande que nosotros o que Iuxta Mare, que todo se había fraguado por un objetivo mayor que los sodales de la pequeña Alianza, incluso mayor que la rivalidad de décadas entre Burach y Berengal. Podía, incluso, tratarse de una lucha por la dominación política de Iberia. Era una fuerza arrolladora, una ola, y como una ola podía arrastrarnos y engullirnos en el fondo del mar donde esta vez ni las sirenas nos salvarían. Si la ola trataba de engullirme, iba a saber quién era Aysha ex Miscellanea, hija de la reina de la Noche Ardiente, y yo iba a engullirme a la ola o ahogarme en el proceso. No habría medias tintas.

La Presentación

Me puse en pie alzando los brazos. Esperé a que los gritos de ¡Intrigante! ¡Puerca! que proferían los Flambeau y los de ¡Traidora! de los Mercere se ahogaran. Mientras fui moviéndome desde mi sitio hasta el estrado donde habían estado los Quasitores para que todos pudieran verme bien. Cuando el silencio se hizo al fin, hablé.

- Yo soy Aysha ex Miscellanea, maga de pleno derecho de la Orden de Hermes – apunté mostrando mi sigil subiéndome al estrado – y ante todos mis sodales aquí presentes, juro solemnemente que todo lo que relataré será la verdad tal y como yo la conozco – y alcé mis brazos y cara al cielo como en una invocación (el drama es importante, como me enseñó mamá) - y que el Gélido Aliento de la Mentira revele ante todos la falsedad de mis palabras si así fuera – concluí mi hechizo visiblemente cansada al haberlo tenido que invocar espontáneo, sin voces ni gestos delante de toda la concurrencia; si salía de esta bien podría ser una buena forma de lograr fama por mis dotes mágicas.

- Para que quede constancia de mi hechizo, os diré que mi nombre es Ianatus ex Quasitor y soy conocido por mi gran sentido del humor y no faltar nunca a la verdad – dije bromeando recuperando el aliento mientras el hielo se formaba conforme salía la mentira de mi boca. Normalmente se usan las bromas para romper el hielo, en este caso para invocarlo. Al mago astuto estaría claro que la broma iba dirigida para demostrar la efectividad de mi hechizo, congraciarme con los magos con una broma estúpida, dejar en ridículo a Ianatus y dejar por debajo la idea de que es mentira que nunca falte a la verdad, sin tener que decirlo claramente. Cuando Ianatus nos visitó, sí que acertó en algo: podía esperar de mí argucias.

Ataque a Penitentia y Defensa de Sculptor.

Ya tenía su atención.

- Dejado claro la efectividad de mi arte, procederé a relatar mi defensa y la de mis buenos sodales de Iuxta Mare.

- Podría empezar por señalar, como ya hizo el talentoso Sculptor ex Verditus, que Ofidius no es sino un criado de Smeraldo y que no hace más que repetir las palabras que aquel le relató. Podría señalar el orgullo y soberbia de Smeraldo que ya ni siquiera no se molesta en personase en este Tribunal para defender su acusación, lo que ya sería suficiente para desestirmar de plano su caso por parte de los Quasitores, y que al no hacerlo pueden sembrar la duda de que tengan un interés oculto más allá que velar por la justicia en la Orden – acusación velada sin acusarlos, pero sigo antes de que puedan crecer los murmullos por mi descaro -, sino que ni tan siquiera manda un carta de su puño y letra, firmada y jurada que certifique la veracidad de su testimonio. Ni siquiera podemos confiar en que Penitentia ex Quasitor haya sido diligente en su trabajo y haya verificado ella misma la veracidad de las palabras de Smeraldo, ya sea por tomarle juramento personal y comprobarlo mediante la magia más sencilla que todo Quasitor debería conocer, o haber tan siquiera buscado otros testigos neutrales que verificasen la versión de Smeraldo. No queda sino pensar que o bien Penitentia haya sido perezosa con sus obligaciones o bien que sólo le interese acusar por acusar demostrando una absoluta falta de respeto por los muy nobles sodales aquí reunidos y su valiosísimo tiempo – una de las cosas que más fastidia a cualquier mago es que le hagan perder el tiempo que podría estar dedicando a cosas más productivas como estudiar, comer, beber o rascarse la barriga. Comenzaba a ponerlos en contra de los Quaistores que les hacían perder su tiempo y los predisponía a verlos como holgazanes incompetentes. Comenzando con Penitentia sería más fácil que esa imagen se proyectase sobre los otros Quasitores presentes.

- Os podría hablar del gran talento del que dispone Sculptor cuyo conocimiento de la Teoría Mágica rivaliza con los venerables archimagos de nuestra orden. – levanté las manos pidiendo silencio para acallar los comentarios incrédulos que se alzaban – O podría relataros su valor al acabar con la sierpe que nos impedía el acceso a la biblioteca de Iuxta Mare. O podría hablaros de su precisión mágica para esculpir la roca como el más hábil de los artistas. – levanté otra vez las manos en gesto teatral – Pero nada de eso importa, pues lo que de verdad importa es su talento, un talento tan brillante que muchos de vosotros os sentiréis identificados con él. ¿Pues quién de vosotros no recuerda sus años de juventud en que era tan brillante que causaba las envidias de su propio parens? ¿Quién de vosotros no recuerda las zancadillas y ataques más o menos disimulados de su parens por el miedo que sentía aquel al verse sobrepasado por su aprendiz? – el ego, ese era el gran punto débil de todo mago, y ¿qué mago no quería verse a sí mismo como un aprendiz tan capaz que causaba los celos de sus parens? – Por eso yo os pido a todos los que sufristeis los abusos de vuestro parens por sus celos a vuestro gran talento que ya despuntaba en vuestra juventud, que votéis a favor de Sculptor quien sólo es víctima de un soberbio mago de Doissetep que se cree tan por encima de nosotros, los magi de Iberia, que ni se ha dignado en presentarse para respaldar su falsa acusación. – y una vez más apuntalar a su ego y el desprecio que les hacía Smeraldo. A los magi le sentaba fatal los desaires. Recordárselo jugaba a nuestro favor.

Nuevo ataque a Penitentia y defensa de Noah.

Esperé un poco a que se acallaran los murmullos.

- Volveré sin embargo a hablar de nuestra holgazana y soberbia Penitentia. Ya quedó claro su pereza, pero no contenta con ello acusa a Noah de no ser un mago de la Orden mostrando su soberbia al considerarse mejor y más sabia que sus compañeros Quaistores del Rhin y de todos los magi de dicho Tribunal que estuvieron presentes cuando Noah ex Miscellanea recibió su sigil y formuló su juramento para unirse a la Orden.

- Es más, es que si fuera diligente como mandan sus obligaciones, habría solicitado copias del acta del Tribunal en que Noah fue admitido como mago de nuestra Orden para aportar pruebas de que dicho juramento no tuvo lugar. Si lo hubiera hecho habría visto su error y jamás se habría atrevido a hacer una acusación tan grave y tan fácil de desmontar.

- Pero va más allá. ¡Lo acusa de ser un ladrón de Parma! – digo abriendo mucho la boca en un gesto cómico de sorpresa - ¡Y los Quasitores del Rhin y de Iberia han dejado que un riesgo tan grande ande suelto para que pudiera revelar el secreto mejor guardado de nuestra orden a los cuatro vientos! – continuo con un tono cómico de miedo y una broma clara a la relación de Noah con el viento - ¡Paaaaparruchas! – concluyo con un gesto de desdén y una sonrisa – Algo así habría sido tan grave que todos los Quasitores implicados tendría que responder por poner en peligro a la Orden por su descuido y su holgazanería. – levanto otra vez las manos acallando los rumores – Incluso aunque fuera verdad, la política de la Orden es muy clara en esos casos. Se le ofrecería a Noah la posibilidad de realizar el Juramento Hermético y unirse a la Orden o ser cazado en una Marcha de Magos, con lo que Noah tan sólo habría de repetir el juramento que ya pronunció en el Rhin. Algo que sabría Penitentia si hubiera consultado los libros que todo Quasitor debe aprender a sangre hasta el más inútil de los aprendices de la honorable y respetable Casa Guernicus si no quiere ser expulsado de la misma. Me pregunto yo misma cómo pudo Penitentia obtener su sigil como Quasitora demostrando tan poca diligencia y tan poco conocimiento del Código… – levanté las manos encogiéndome de hombros como si aquello en cualquier caso no fuera de mi incubencia – Pero como dije, nada de eso ocurrirá porque Noah es un mago de pleno derecho de la Orden de Hermes, como quedó demostrado al mostrar su sigil para acceder a este Tribunal.

- Os podría hablar no obstante de la lealtad demostrada por Noah ex Miscellanea quien ha atravesado Europa desde sus confines hasta el muy honorable Tribunal de Iberia para reclamar la justicia debida a su amado parens y limpiar su buen nombre que fue mancillado por miembros que son una afrenta y una mancha corrupta en el corazón de la Orden, en la propia Casa Guernicus. ¡Un ejemplo de amante filius que todo parens querría! – proclamo alzando la mano con el brazo extendido hacia Noah con emoción en mi voz; la pasión y el espectáculo son importantes – ¡Pero no debéis creerme a mí! Aunque ya veis que no miento – mi aliento seguía limpio – y para que veais que mi sortiligio sigue activo os diré que creo que corazón que el cielo es verde y las ranas vuelan – dejando de nuevo que el hielo se formara al pronunciar las obvias mentiras

Ataque a Garus.

- Deberéis creer a Mateu el del Hierro, quien confesó a Noah sus crímenes pasados cumplidos junto y por encargo de su antiguo amo, Garus ex Guernicus. – espero a que los nuevos murmullos se acallen – Podemos pedir a Noah que repita bajo el Gélido Aliento de la Mentira lo que yo os voy a contar y que él nos relató, o podemos invocar al fantasma de Mateu y forzarle de nuevo a confesarnos lo que ya confesó y que Penitentia tan apresuradamente devolvió al lugar donde está para evitar que confesara las atrocidades que llevó a cabo Garus junto a otros Quasitores y hoplitas. – más murmullos que espero acallar alzando las manos.

- Pero antes de relataros sus crímenes, os diré que Mateu confesó que fue grog de Garus en el pasado, pero que ya no lo era. ¿Por qué? ¡Porque riñeron cuando Garus se negó a entregarle la recompensa que le había prometido por sus servicios! – revelo como una autentica cuentahistorias – Mateu sirvió a Garus durante años cazando magi en los límites de la Orden y torturándolos con el hierro al rojo vivo, de ahí su apodo. Una labor que el pérfido y vil Mateu disfrutaba a las órdenes del igualmente pérfido y vil Garus. Pero no solo eso, sino que Garus llevado por su espíritu tacaño traicionó la confianza y lealtad de su vil siervo Mateu. – espero que se acallen de nuevo – Por eso la muerte de Mateu no fue más que la muerte de un mundano que ya no servía a ningún mago y por lo tanto ningún sodale puede reclamar nada por su muerte, si es que tal reclamo pudiera hacerse en cualquier caso por la muerte de un simple grog. – alzo las manos  y señalo a Garus – ¡Ese es Garus ex Guernicus, un tacaño, un traidor, un vil cazador de sodales como ahora os relataré que confesó Mateu! – venga ese espectáculo con un cliffhanger.

- ¡Pero antes! – otra pausa, hay que dejarles con la intriga y que quieran saber más - ¿Una cárcel para criaturas mágicas? – pregunto con sorna - ¿Cuándo ha oído nadie una mentira semejante? – río para pararme en seco muy seria – Pero, ¿y si fuera verdad? – alzo las cejas – Si fuera verdad significaría que los Quasitores de Iberia han fallado en informarnos de esos peligros tan grandes de los que ahora dicen protegernos. Habrían sido culpables de confabular contra la seguridad de todos los magi de Iberia, y ¡todo eso habría pasado bajo la supervisión y el beneplácito de Baruch, Quasitor Supremo de Iberia! ¡Si fuera verdad! – alzo la voz - ¡Si fuera verdad! ¡Habría que pedir la destitución del propio Baruch! – y una vez los murmullos alzándose, calentando a mi público con mi irreverencia y una acusación que no era acusación porque sólo era un caso hipotético, y alzando de nuevo las manos para pedir que callen.

- Pero sólo, si fuera verdad… - termino con una sonrisa – Por suerte para todos, nosotros, los Quasitores y Baruch, esa cárcel no es verdad y no es más que una patraña inventada para ocultar la verdadera naturaleza vil de ese antro con el que el propio Garus se ha relacionado.

- Sin embargo, antes de relataros sus vilezas en semejante antro – hay que crear suspense – yo os pregunto, sodales Merenita. ¿Permitiréis que se juzgue a alguien por su sangre? ¿Acaso permitiréis semejante tropelía? ¿Seréis vosotros los siguientes en ser difamados por la sangre que compartimos? – pregunto con preocupación a los Merenita para que se alineen con nosotros por su propio interés. El altruismo no es de fiar, pero en el egoísmo siempre tendrás una piedra sólida sobre la que apoyarte.

- Ahora os contaré como en ese burdel se encarcelaban a fae. Al menos que sepamos 3 driadas como revelará a quien quiera comprobarlo el pañuelo que muestra Noah y que es una conexión arcana con ellas. ¡Es Garous ex Gernicus quien molesta a los fe y trae la ruina sobre nosotros! – alzo la voz señalándolo con el brazo y el índice extendidos – Y la prueba la tenéis en la pobre sirena que ha traído – señalándola ahora a ella.

- Hasta que Garus con sus viles acciones ha molestado a los fae yo logré la amistad de las sirenas de las costas de Tarragona. ¡Una amistad que podría habernos ayudado a acabar con los piratas que infestan las isla de Menorca! ¡Porque yo os lo aseguro, sodales! Más barcos hunden los piratas y más gaznates cortan que las sirenas. ¡Los piratas son el peligro y la ruina para los magi! ¡Y Garus con sus acciones nos arroja a sus filos y arriesga que la ira de los fae caiga sobre nosotros! ¡Es Garus quien nos ha traído la ruina! ¡Es Garous quien usa a licántropos para seguir el rastro de su antiguo grog Mateu! ¡Es Garus quien satisface las más bajas pasiones forzando a otras criaturas a realizar actos que no desean! ¡Y sólo aquellos con las más bajas pasiones que hayan requerido de su burdel votaran a su favor! – la hipocresía de todas las religiones impediría que ningún mago se alineara ahora con Garus y se perfilara a sí mismo como un putero de criaturas mágicas forzadas. La hipocresía tenía poder.

- ¡Yo os digo! – alzándome de nuevo por encima - ¡Que es Garus quien debe ser castigado! Y no hay mejor castigo que obligarle a someterse al castigo que los reyes sirenas de Tarragona le impongan para que se realice justicia y las reparaciones sean hechas para que podamos volver a contar con la ayuda de los fae. ¡O someterse al castigo de las sirenas o ser expulsado de la Orden! – un poco de buena justicia poética. Sería justo que pasara el resto de sus días como juguete sexual de cuantos sirénidos quisieran hincarle el tridente por dónde no brilla el sol. A Ianatus se le olvidó añadir el sentido de la venganza y el rencor propio de los fae cuando me describió.

- ¡Pero eso no es lo peor! ¡Sí, hay más y peor! Como ahora os relataré… El propio Mateu confesó como Garus junto a otro grupo de Quasitores y hoplitas perseguían y cazaban a magi en los límites de la Orden y les daban muerte sin tan siquiera darles la oportunidad de un juicio ¡Yo os digo, sodales! – llamo su atención elevando mi voz por encima del murmullo – Yo os digo, sodales – repito cuando baja – que debemos perseguir hasta el último de dichos magi y llegar al fondo de este asunto. ¿Cómo de otra forma sino podrá recuperar la Casa Guernicus su buen nombre y el respeto de las demás Casas? ¡No hablamos ya sólo de Iberia! ¡Hablamos de un riesgo para toda la Orden! Si la Casa Guernicus pierde nuestra confianza, ¿a qué nos abocaremos? ¡Yo os lo diré! – otra pequeña pausa para los murmullos y la tensión dramática - ¡Nos abocaremos al salvajismo! ¡Al caos! ¡A la guerra de sodale contra sodale! ¡A los tiempos de la Guerra del Cisma! ¡A la destrucción de la propia Orden! ¡La Casa Guernicus debe estar limpia de toda duda y no dejar que manzanas podridas como Garus y rumores sin fundamento como los manuscritos de Duresca mancillen su buen nombre! – apoyo público a la Casa Guernicus mientras los dejo en evidencia, mención a los manuscritos de Duresca que ni sé si son ciertos o no ni me importa, pero ayuda a asentar la duda sobre los Quasitores de Iberia, todo en uno. Mamás se sentiría orgullosa si pudiera verme.

El temor a perder prestigio político debería hacer que los Quasitores mismos votaran contra Garus, igual que deberían votar en su contra todos aquellos que teman que otros magos más beligerantes – como los Flambeau – quieran aprovecharlo para atacarles impunemente. Lo cierto es que sólo los Quasitores nos separan de caer en la ley del más fuerte.

- ¡Es una cuestión que ha de elevarse al Gran Tribunal y Magvillius! – grito por encima de los murmullos y gritos que han llenado la sala - ¡Al Gran Tribunal y a Magvillius! – seguro que iba a llegar a oídos de los primi y de Magvillius, para bien o para mal. Si sobrevivía a este lance me iba a convertir en alguien muy famosa en la Orden, para bien o para mal. Con esto hasta se iba a pasar por encima la acusación a Baruch, aunque ya volvería sobre eso.

Ataque a Ianatus y defensa de Iuxta Mare

Esta vez los murmullos tardaron mucho más en ser acallados. Temí que el praeco invocara un receso o me impediría seguir hablando. Tenía que bajar el ritmo o acabaría ocurriendo una de las cosas.

Una vez pude continuar hablando con mis paseos por el estrado que había tomado como mi propio escenario de teatro, proseguí.

- Ahora os hablaré de Ianatus quien muy convenientemente se ha olvidado de señalar que en su primera visita acusó al muy leal Fulgens ex Meteora de interferir con los mundanos por haber sido el representante de Iuxta Mare al negociar con el arzobispo las rentas a pagarle, pues es el señor mundano de las tierras en las que se haya nuestra Alianza. Rentas que pagamos como hombres y mujeres libres, no como vasallos, pues nuestra lealtad es única y exclusivamente para con la Orden de Hermes. Una acusación sin fundamento como todas las que acusó aquel día y que sólo formuló en su calidad de perro de presa de su amo Baruch. – un dardo a su orgullo. Podía sentir su mirada clavándose en mi espalda – Pues todos bien sabemos que la política de la Orden es mantener las buenas relaciones con la Iglesia de Roma.

Relato de la expulsión de Fulgens.

Esta vez no había murmullos que acallar, no era tan grave. Así que proseguí.

- Ha hablado de la expulsión de Fulgens, pero no de su fondo. Yo os lo relataré.

- Fulgens amenazó a su sodal de Alianza Noah ex Miscellanea a sufrir su ira en Guerra de Magos si no se avenía a cumplir sus designios en el plazo de un año. Siendo conscientes del abuso que eso suponía y evitar tener que defendernos todos unidos con alternativas más graves, como sería declararle los 4 sodales una Guerra de Magos juntos y unidos, le ofrecimos que rectificase o sería declarado Miembro a Prueba de la Alianza. ¡No toleraríamos amenazas! Pero le daríamos la oportunidad de rectificar.

- Lejos de enmendarse, replicó amenazando con declararme a mí misma una Guerra de Magos si me atrevía a declararlo Miembro a Prueba. ¡Por segunda vez consecutiva intentaba imponer su voluntad mediante la intimidación mágica a sus sodales libres! – exclamo escandalizada – Por supuesto nos mantuvimos firmes y le advertimos que si no deponía su actitud y se retractaba, no sólo sería nombrado Miembro a Prueba sino que sería expulsado. ¡Él, eligió el orgullo! – concluyo apesadumbrada.

- Aún así, esperamos una estación a que los ánimos se calmaran. Una estación en la que a pesar del miedo que sentíamos porque en uno de sus frecuentes ataques de ira, con los que no hubo una sola Reunión del Consejo que no interrumpiera, le permitimos a él y a sus hombres seguir morando en la Alianza.

- Como digo, esperamos a que se calmara. Tratamos de razonar de nuevo con él. Le ofrecimos ser readmitido en Iuxta Mare, incluso pensaba solicitar después una amnistía al Consejo si demostraba su sincero arrepentimiento, pero él insistió e insistió en que se borrasen de las actas sus actos que nos habían llevado a esa situación. Le explicamos una y otra vez que no podíamos acceder a ello. Las actas son sagradas y si no podemos confiar en ellas se nos podría acusar en el futuro de cualquier crimen deshonesto. ¡Nuestra honra y honor es vital!

- También le explicamos que las actas le servirían para recodarle la necesidad de aprender humildad y mesura. Él una vez más no hizo sino amenazarnos.

- Amenazó con quedarse allí con sus hombres, de cobrarnos rentas desorbitadas pues se consideraba él el castellano legítimo designado por el arzobispo. Le explicamos lo absurdo de querer aplicar leyes mundanas a sus sodales que sólo nos regimos por la ley hermética. Le advertí que tal comportamiento sería culpable de interferir con los mortales y traer la ruina sobre sus sodales, así como de privarnos de nuestra capacidad mágica.

- ¿Qué hizo él? Efectivamente, abandonó la Alianza con sus hombres y lo primero que hizo fue ir a ver al arzobispo para informarle de su expulsión del castillo. El arzobispo lo que hizo fue aumentar las rentas que nos exigía hasta niveles absurdos que nos ahogarían y nos privarían de nuestra capacidad mágica por obligarnos a centrarnos en cosas tan mundanas como el vil metal.

- ¿Qué hicimos nosotros? El muy noble Sculptor negoció en nuestro nombre una reducción de las rentas a cambio de sus servicios como arquitecto y un estipendio que pagamos para mantener la paz con la Iglesia de Roma.

- ¿Presentamos acusaciones contra Fulgens y solicitamos la justa indemnización que nos corresponde por sus actos? No. Sencillamente lo expulsamos, lo dejamos marchar y cuando el muy admirado Marçal de Camprodon recogió junto a los hombres de Fulgens sus cosas de su Sancta le recibimos con la generosidad que siempre le habíamos dispensado, al igual que a sus hombres. Les permitimos tomar sus posesiones y llevárselas.

- ¿Por qué? Porque no le deseamos ningún mal a pesar de nuestras diferencias.

- Es más. En cuanto nos enteramos de su desaparición nos lanzamos a buscarlo. Yo recuperé una carta que es una conexión arcana con él, de la cuál ahora hablaré en más detalles – acallando el primer conato de murmullo, pero ya os tenía acostumbrados al suspense - Julius logró dar con su corcel, Incitatus el caballo de virtud, gran amigo de los Flambeau, quien fuera fiel compañero del muy afamado Ignius ex Flambeau, antiguo residente de Iuxta Mare. Julius llevó a Incitatus de nuevo a Iuxta Mare, donde sigue teniendo su residencia cuando gusta, y allí curamos sus heridas. Él mismo en agradecimiento entregó a Julius las crines de sus yeguas. – esperaba que esto nos congraciara con los Flambeau, al menos por la fama del corcel - Si sus heridas no fueran tan graves, le habríamos pedido que nos acompañara para dar él mismo testimonio, pues su bienestar y recuperación nos son más preciadas que su apoyo para defender nuestro buen nombre. – concluyo mi relato.

Ya me había portado bien demasiado rato. Era hora de ir construyendo el crescendo hasta el final escandaloso que ya divisaba que terminaría por inflamar el Tribunal.

- Como os he expuesto, logré obtener una carta que había recibido Fulgens. Una carta que lo convocaba al castillo de l’Estela y en la que había añadido de su puño y letra que se usara para dar con él como conexión arcana. Yo misma usé la vis que el Consejo de Iuxta Mare aprobó gastar para fijar la conexión, tal es nuestra preocupación. Una carta que ayer mismo ofrecí entregar a su parens y a Muran ex Flambeau con la única condición de que se usara para localizar y rescatar a Fulgens sin mayor dilación, y con la humilde petición de permitirme unirme al grupo que vaya en su rescate. – aprovecho para terminar antes de que suban los murmullos de nuevo - No pude más que transmitirle el mensaje a criado del praeco, pero mi oferta y mi petición siguen en pie. ¡Tal es el amor que aún profeso por el buen y leal Fulgens! – los murmullos vuelven a alzarse en la sala. Debo alzar mi voz de nuevo.

- ¡Sí, sodales! ¡Rescate y no muerte! – murmullos de nuevo, porque esto implicaba un motivo ulterior más allá de la venganza – Pues si esa es la auténtica espada de Fulgens como afirma Ianatus, ¿Por qué no ha sido usada para dar con él? Bueno, si lo es, yo os diré porque no se usó. Yo misma con un sencillo hechizo de Mentem traté de averiguar el estado de Fulgens, ¿y sabéis que logré? ¡Nada! – esta vez no hubo murmullos ante mi revelación. Habría que explicárselo a los niños.

- ¡Nada, sodales! Mi magia funcionó. Ya habéis sido testigos de mi dominio de Mentem. Si mi magia fue bloqueada solo caben tres opciones.

- O bien Fulgens está vivo y puede lanzar su Parma Mágica, algo que no podría hacer si fuera preso. – murmullos de incredulidad comenzaron a recorrer la sala.

- O bien está cautivo en un sitio ajeno a la Orden que tiene protección como un Aegis, lo que es impensable pues junto a la Parma es uno de los secretos mejor guardados de la Orden y que ordenes de magos no herméticos conozcan su secreto sería un gravísimo peligro para toda la Orden – murmullos preocupados sumados a los de incredulidad.

- ¡O bien está cautivo en una Alianza y tenemos traidores entre nosotros! – un nuevo gran revuelo. Ya volvía a tenerlos inflamados. Estaban casi a punto para el final.

Relato de la desaparición de Marçal

Los rumores lograron ser rebajados, pero aún así tuve que alzar de nuevo la voz para captar la atención de mi público entregado.

- ¡Y la desaparición de Marçal, sodales!

- Nosotros que tan ricamente lo hemos agasajado con plata y vis en cada una de sus visitas – nuevos murmullos de incredulidad al mencionar la vis y la generosidad la de Iuxta Mare -  Nosotros que dimos prioridad a la reparación de las cocinas para atenderle en sus visitas lo mejor posible dentro de nuestras posibilidades sobre cuestiones más prácticas para nuestra vida cotidiana. – me lamento dramáticamente. Hasta Amfitrie estaría orgullosa de mí.

- Yo os digo, sodales, que esa no puede ser la armadura del buen Marçal al que tanto queremos, pues yo os contaré lo que vieron testigos de su secuestro. ¡Sí, secuestro y no muerte! – un nuevo gran revuelo en la sala porque junto al secuestro y no muerte de Fulgens implicaba los visos de un complot.

- Yo, Aysha ex Miscellanea, adepta practicante de Mentem, como Ianatus me ha reconocido, encontré en las mentes de asaltantes de caminos y tratantes de objetos robados como vieron a figuras encapuchadas, con vestimentas de negras como la noche y caras cubiertas con siniestras máscaras de ave, lanzaron magia sobre Marçal para hacerlo desmayar cuando salía de una fonda a un día al sur de Tarragona. ¡Sí desmayar! Para después llevárselo con ellos. – nuevos murmullos que debo acallar rápidamente prosiguiendo con mi relato.

- Nada de trueno y relámpago. Esta coraza no es más que una burda prueba para tratar de incriminar a un Tempestaria, pero yo os diré amigos, como ha hecho Noah, que él jurará solemnemente y bajo el Gélido Aliento de la Mentira que jamás ha lanzado un rayo o relámpago a nadie en Iberia. – aquí la falta de murmullos me indicaban que eso ya les daba más igual.

- Y yo os pregunto, sodales, ¿quiénes son tan cobardes y pérfidos para ocultar sus rostros tras máscaras para cometer sus fechorías? - con una mirada a Baruch y más revuelo en la sala, pero sin levantar ninguna acusación directa de palabra. Los gestos y las miradas pueden ser muy fácilmente mal interpretadas, me temo. Yo solo quería mirar a Baruch para que diese su opinión, claro, no para hacer ninguna insinuación. Por supuesto.

- ¡Pero, amigos! – ya saltaba del sodales al amigos, más cercanía con mi público que se alinearía conmigo al sentirme parte de su grupo - Tal es mi amor por Marçal que me lancé yo sola a mezclarme con la más bajo de la inmundicia humana, a arriesgar mi vida sola buscando en cada rincón del bosque, fonda y recoveco la más mínima pista de Marçal. – me reconozco muy valerosa yo con la mano en el pecho.

- ¿Y qué hace Ianatus ex Quasitor? – pregunto retóricamente - ¿Usa la supuesta coraza de Marçal que debería ser una conexión arcana con él para buscarlo y rescatarlo? Nooooo. Yo os diré porqué, porque no le importa menos que un pimiento la seguridad de ningún sodal. ¡Es indigno de ser llamado Quaistor cuando solo abusa de su poder como el perro de Baruch que es y no defiende a sus sodales como es su obligación! – lanzo la acusación esta vez sí de nuevo con el dedo acusador con los murmullos de nuevo alzándose.  

Tres de tres. Faltaba el líder del equipo, la cabeza de la hidra. O las cortábamos todas o le crecerían nuevas cabezas y más fuertes.

Ataque final contra Baruch.

- ¡Hermanos! – llamo de nuevo su atención. Aún hay más - ¿Qué hay de Baruch ex Guernicus? – el asombro de mencionar de nuevo al Quasitor Supremo llama la atención de todos.

- Tras la visita de Ianatus, preocupada porque pudiéramos desviarnos del camino del buen sodal, le pedí de mi puño y letra su asistencia para aumentar mis conocimientos del Código y guiar mejor a mis sodales de Iuxta Mare – explico - Nunca contestó a mis suplicas – me lamento, con una pausa dramática. Los murmullos se han acallado esperando a ver dónde quiero llegar con esto ahora.

- Él mismo revela que tan sólo le interesa su vendetta personal y no la seguridad del Tribunal, como ha demostrado al usar a sus perros de presa contra Iuxta Mare. – explico y prosigo rápido antes de que se inicien los murmullos y los pisotones de la bancada de Duresca trate de silenciarme.

- Si votan contra Iuxta Mare, ¿cuál será la siguiente Alianza en caer? ¡¿Se someterán todos a Baruch ex Quasitor como Sodal Supremo de Iberia?! ¡¿Agacharan la cabeza como mansos corderos?! ¡¿O le demostraran que no le tienen miedo y que ningún mago hermético tiene por amo y señor más que a sí mismo?! – termino mi arenga. No hay nada que odie más un mago que otro mago que traté de aparentar su jefe. Apelando a su propio interés, a su deseo innato de rebeldía y de no someterse a mayor poder que ellos mismos, que es la naturaleza de todo magi, espero que se alineen de nuestro lado, que aprovechen la oportunidad de resarcir los agravios que seguro que Baruch les infligió en el pasado y ello precipite la caída de Baruch.

La suerte está echada. Sólo nos queda esperar que haya dado resultado y que Berengal realmente sea Annibal y destroce a los romanos de Duresca en esta Cannae.