Partida Rol por web

Asamblea de Bestias

Última Noche - La Llegada

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11/07/2014, 12:26
Sólo para el director

Un tipo con aspecto de lerdo y con muy pocos modales se acerca a mi.El recien llegado tiene pinta de ser parte de la seguridad  de la fiesta.Lo obervo durante unos segundos y la conclusion que saco es que no es muy inteligente que digamos.

-¿Que que pasa?.Mira colega llevo aqui bastante tiempo esperando a que alguien me sirva una copa,eso para empezar,Lo segundo ¿a ti nadie te ha enseñado buenos modales?.Deberias de mostrar mas respeto hacia las personas.Tercero llevo una racha basatente jodida por lo cual no me vengas a tocarme las narices y cuarto este sobre que ves a aqui en mi mano,le muestro el sobre,no es mio,era de mi clenta la difunta Señora Quarian,digo difunta porque unos hijos de puta la asesinaron cruelemente.Y he venido aqui para comunicarle a tu superior tal desgracia.

-Por lo cual si eres tan amable de avisar a tu superior para que venga tengo que hablar con el y ya de paso traeme una copa y haz algo de provecho.

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13/07/2014, 18:52
April Jackson

Me impacta el contraste del exterior con el interior. En esta fiesta de fin del milenio parecen más afines a los viejos tiempos que a la actualidad. Así que no tengo claro si es una triste despedida al milenio que se va en vez de un recibimiento al nuevo. El estilo clásico no es mi preferido pero debo reconocer que tiene su encanto, dala impresión de que estamos en una antiguo palacio europeo en vez de en un moderno edificio de Estados Unidos.

Quería olvidarme de todas las preocupaciones por un momento pero era imposible relajarme. Debería comprar unos calmantes o algo, tal vez lo haga si esto no me resuelve nada aunque era todo demasiado raro y la idea de volver a casa sin nada de luz sobre el luz se antojaba complicado por muy extraño que me sonase a mi misa.

En contadas ocasiones me había preocupado llamar la atención por mis cabellos azules pero esta era una de ellas. Todo esto parecía muy de época y a pesar de que había venido con un bonito vestido sentía que desentonaba aquí. Eso se veía reforzado porque no tenía ni idea de que hacer. Sospecho que el hombre de las escaleras pueda ser nuestro anfitrión pero no sé si va a dirigirse a nosotros. No quiero seguir en el medio así que me aparto hacía una pared y sigo observando a toda la gente que se encuentra en recepción.

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14/07/2014, 09:08
Sandro Rosselly

- Pues no, yo también he venido solo. De hecho, acababa de aterrizar aquí cuando... “colisionamos”. -sonrío- Aún no he tenido tiempo ni de hacerme a la idea de que estoy en una fiesta de fin de año, en esta especie de palacio. Mi primera impresión ha sido que me encontraba de visita en un monumento, y que la gente tan variopinta que nos rodea era el grupo de turistas que me acompañaba.

Y me parece que no conozco a ninguno de ellos, así que, en cierta manera, quizás haya sido una suerte su tropezón. No me era muy apetecible la idea de pasar la última noche del año sin charlar con nadie. -Mentira. No hay nada de cierto en eso, pues es mil veces preferible estar solo que tener que aguantar por obligación las insulseces de un grupo de imbéciles pugnando por ver quién es el más gracioso y ocurrente, que es lo que suele suceder en este tipo de actos sociales. Pero el que esta chica haya venido sola pica mi curiosidad, como toda la fiesta y las raras circunstancias que rodearon a mi invitación. Además, parece agradable y no necesariamente estúpida.

Por cierto, me llamo Sandro; Sandro Rosselly. - de repente caigo en la cuenta de que aún llevo en mi mano la copa que me serví antes, al contrario que mi nueva compañía. - ¿Quiere que le pida algo de beber?

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14/07/2014, 21:06
Arthur McLaurens

¡Joder! Se sobresaltó Gabe dentro de la cabeza de Arthur cuando sintió el peso de una pata de oso más que de una mano humana. Aunque el habla gangosa del Oso le tranquilizo.

Arthur se volteó con parsimonia y observó al joven con detenimiento, elevando poco a poco su mirada en busca de una explicación de porqué le molestaba.

Explicación que obtuvo sin necesidad de preguntar, solo por su tono infantil, el cuerpo de Gabe reaccionó a esa voz escurriendo disimuladamente su mano dentro de la manga del traje para palpar los pañuelos de colores. Fue un acto reflejo que detuvo al recordar la edad del gigante que se alzaba frente a él y que no dejaba de apoyar su pezuña en tu hombro que empezaba a resentirse por el peso. ¿Se habrá olvidado de que tiene un brazo derecho?

Arthur estaba dispuesto a acompañarlo donde fuese, salvo a una sala apartada, o a la calle, había visto demasiadas películas de Casinos y cuando un bebé gigante decía que el jefe se cabrería mucha solía acabar rompiendo alguna rotula. Por suerte no estaban en un Casino, ni había hecho ninguna apuesta, aun.

De pronto la mirada del segurata le inquietó y le llevo a apartar esa mano de su hombro, que para su sorpresa cayó como un plomo y volvió a quedar muerta a su legítimo puesto.

“Eh espera!” empezó a decir su nuevo amigo y Gabe tragó saliva mientras Arthur daba la cara por él, aunque las siguientes palabras y la sonrisa bobalicona de ese chico les hicieron sonreír a ambos, fundiendo a Gabe con Arthur, encajando perfectamente en esa sonrisa que admitía ser el “tipo de la magia”.

- Así que eres mi mayor fan ¿eh? – bromeó con el término “mayor” y se unió a él hasta la zona bar de esa fiesta.

Llegados a la barra, metió su mano en el bolsillo del pantalón y extendió una baraja de cartas sobre el mostrador.

-  Verás Austin.- pronunció su nombre con claridad, haciendo una pequeña pausa calculada para dejarle asumir que había adivinado su nombre. Nombre que había visto escrito en una etiqueta en el walkie que llevaba colgado de la parte trasera del pantalón – Quiero que escribas tu nombre en una de estas cartas. En anverso, la parte blanca con los números y símbolos – prefirió aclarar- y luego la mezclaremos con las demás.

Espero a que el grandullón señalada una carta y cuando empezó a tirar de ella, volvió a repetir el juego de sacar objetos de detrás de la oreja de su receptor, justo como había hecho con el guarda de la entrada y la invitación. Era un movimiento simple, que le permitía ganar unos segundos creando un foco de atención distinto a su otra mano que situaba la carta marcada (aquella que él quería que Austin memorizara y pintara) sobre las demás, dando la sensación que era la separada por Austin.

El tres de diamantes. Siempre era roja, pues así el impacto visual era mayor, firmar con permanente negro sobre negro no solía causar el mismo efecto, no dejaba tan claro el trazo de la firma y por tanto cuando se volteaba la carta personalizada no impactaba tanto.

Una vez Austin cumplió con su parte, Arthur recogió la baraja y le pidió a Austin que ocultara la suya entre las demás.

- Bien señoras y señores – alzó la voz invitando a los curiosos a acercase y unirse al espectáculo - ¿Conocen todos la carta de Austin? – Señaló a su colaborador y con una sonrisa añadió - Él es Austin.

Centro de nuevo su mirada en los ojos titilantes de joven admirador – Bien, caballero, necesito que me permitas acceder a tu mente. Roja. – dijo con contundencia y seriedad fingida que desvirtuó con una sonrisa – Tenía un 50%  de posibilidades de acertar, no es tan impresionante ¿verdad? – en esa última palabra partió el mazo en dos y extendió las cartas desechadas sobre la mesa, mostrando que todas eran negras. Sin embargo él no las miró.

¿Diamantes? – preguntó buscando arrancarle una sonrisa confesora a Austin. - ¿Es quizás está carta?  - añadió dividiendo de nuevo el mazo y mostrando una carta en blanco a los presentes.

La decepción empezó a mostrase en los ojos del chico, y esa fue la señal de Arthur para zarandear la carta haciendo que de pronto mostrase el tres de diamantes con la firma de Austin en ella.

-¡G..Arthur McLaurens señores y señoras! Un aplauso para Austin, por favor. – pidió mientras entregaba la carta a Austin.

Notas de juego

Perdona si me he extralimitado con algo.

MasterEdit: Ni mucho menos, me ha encantado :D Pero te lo retoqué porque el post aparecio doble, como copiado dos veces. Por lo demás, está perfecto :)

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16/07/2014, 00:28
Oliver Green

Oliver cabeceó, galante, en cuanto Alice se colgó de su brazo. Estaba claro que la compañia de la chica le resultaba más que agradable, a juzgar por su actitud distendida con ella- No, no es eso... - negó entonces, con una media sonrisa divertida, al escuchar a Alice enumerar las posibilidades que podian responder a la ausencia de Dimitri alli- Mire a su alrededor, señorita Richardson... Como habrá podido comprobar, la gente aqui es de lo más... variopinto. Y, como podra suponer, en una torre como esta no todo el mundo se ha ganado el derecho a acceder a todas las dependencias. -siguió explicando, extendiendo una mano hacia su alrededor, haciendo alusion a aquella sala.

Entonces, cuando se disponia a seguir explicandole el porqué de la ausencia de Dimitri alli, Alice le sorprendio con una segunda pregunta, una que arranco a Oliver una sonrisa enigmatica. Busco a su alrededor con la mirada.- Él es el anfitrion- dijo entonces, señalando discretamente al tipo de la escalera y a la rubia, que parecian haberse detenido a hablar con alguien- Es el hombre más poderoso de toda la ciudad. Y aquel hombre de alli... -dijo, señalando al anciano que seguia hablando con la joven algunos metros mas alla- ...el es su mano derecha. Y el señor Dimitri es uno de sus hombres de confianza, uno de los grandes, no solo en esta ciudad... Creame, de un tiempo a estar parte, su fama y su renombre han crecido como la espuma... - siguio diciendo, mientras caminaba, en direccion a una de las puertas con ella, una que estaba cerrada al resto de invitados.

-Por eso no ha venido el mismo a buscarla... hay demasiada gente aqui, no se si me entiende... añadio, dando a entender que podria tener algunos problemas de seguridad a causa de es fama de la que hablaba.

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16/07/2014, 00:42
El Libro de Nod

En aquel preciso instante, el tipo mas joven pareció reaccionar ante algo... o ante alguien. Una mujer rubia, con un despampanante vestido rojo que debia costar cuatro veces lo mismo que tu alquiler durante los proximos dos años entró en la sala, despues de que aquel mismo segurata que acababa de atendertese preocupara incluso de quitarle el abrigo de piel blanca que llevaba sobre aquel lujoso modelo. Nada mas verla, el tipo mas joven intercambio un par de palabras con el mayor para, acto seguido, descender aquellos peldaños que le separaban de la mujer, yendo a su encuentro.

Apenas unos segundos después, la escena se repitio, esta vez teniendo al tipo más anciano y a una elegante joven morena como protagonistas. Aquel balcón habia quedado momentaneamente desierto, cuando sus dos ocupantes habian ido, mas alla de toda duda, a reunirse con sus acompañantes a aquella fiesta.

Sin embargo, apenas habias tenido tiempo de apartar la mirada del balcon cuando, de repente, viste a un chico joven, de pelo rizado, subir aquellos escalones con determinacion. Y tambien viste como, apenas unos segundos despues, uno de aquellos gorilas con pinta de tener el mismo nivel de inteligencia que una ameba ponia una mano sobre su hombro, con intencion de bajarlo de alli.

Todo apuntaba a que acabarian echandolo de alli. Sin embargo, por algun motivo, ambos acabaron dirigiendose hacia la barra donde, de repente y tras intercambiar un par de palabras, el chico rubio comenzó a llamar la atencion de los alli presentes.

- Bien señoras y señores – alzó la voz invitando a los curiosos a acercase y unirse al espectáculo - ¿Conocen todos la carta de Austin? – Señaló al gorila, su espontaneo colaborador y con una sonrisa añadió - Él es Austin.

Y, acto seguido, y con la maestria de un profesional, comenzó a llevar a cabo aquel improvisado truco de magia, captando la atencion de algunos de los presentes que se acercaron a él, curiosos.

Notas de juego

Si tambien decides acercarte marca a Arthur en el proximo post :D

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16/07/2014, 00:49
Leah Jones

La mujer te miró con cierta sorpresa, cuando explicaste que no conocias a nadie alli- ¿En serio? ¿Y como ha terminado aqui entonces? Segun tengo entendido la gente se ha estado matando por conseguir una entrada para esta noche... - dijo, sin ocultar aquella sorpresa, pensando en que quizás entonces aquel hombre que estaba ante ella podia ser un tipo importante- Fíjese como esta esto... -añadio, mirando a su alrededor, mientras sonreia, ante tu ofrecimiento de una copa- Bueno, no se la negaré... Aunque solo puede ser una. A mi jefa no le gusta que beba mientras trabajo... - dijo, mirandote con una sonrisilla divertida, mientras acababa por tender su mano hacia ti, educada:

-Oh, que maleducada soy... Yo soy Leah. Leah Jones. - se presentó entonces, con la más encantadora de las sonrisas. -Espero que, al menos, usted no este trabajando tambien hoy... Con alguien pringando ya es suficiente... - rio entonces, melodiosa, aun parada frente a ti.
 

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16/07/2014, 00:59
Austin Russell

Austin aplaudio, entusiasmado. Primero habias adivinado su nombre. ¿Como lo has hecho, tio? Habia preguntado, cuando te escuchó llamarlo por su nombre. Y luego, por si fuera poco, habias sacado su carta delante de todo el mundo.

Asombroso. Sencillamente asombroso. Igual de asombroso que le resulto el truco al pequeño grupo de curiosos que  acabó agolpándose a tu alrededor, en busca de espectaculo.

De entre todos los presentes, habia alguien que, para una persona como tu, seguramente no pasaria desapercibida: una chica joven, con un bonito vestido y una larga melena de color azul turquesa que resaltaba por encima de todos los demás y que estaba a solo pocos metros de ti.

Y lo cierto fue que tu primera impresion al menos fue que parecia estar tan desubicada alli como tu.  Sin embargo, antes de que pudieras observarla más de cerca, Austin echó una mano por encima de tu hombro, palmeandolo, amenazando con tirarte de boca al suelo con su afusividad- Tiio... Que pasada.... Ha sido chulisimo... En serio... - dijo, con asu habitual parsimonia- ¿Sabes más trucos? -preguntó, con la ilusion de un crio, interponiendose entre la pelizaul y tu. -En serio... ¿Como has sabido mi nombre? , añadio insistiendo en aquel tema, que tanto llamaba su atencion.

Notas de juego

Bueno, pues tienes publico, si :D

Si quieres ir en busca de la peliazul, o hacer alguna referencia a ella, marca a April. Si la ignoras, no hace falta que la marques :)

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16/07/2014, 09:01
Sandro Rosselly

Hago un ademán a uno de los camareros que circulan por la sala para que le traiga a la chica la copa que ella prefiera. Después, prosigo con nuestra conversación.

- ¿Trabajando? ¡Oh, no, no! Esta noche pensaba venir aquí únicamente a divertirme. -y a desembrollar completamente el asunto del conejo de marras- Claro que, pensandolo bien... espero que mi invitación a esta fiesta no sea un truco del anfitrión para que acabe reparando gratis algún ordenador estropeado. -sonrío.

Intento rehuir de dar explicaciones sobre cómo he recibido mi pase para la fiesta; sería demasiado engorroso.

- Me dedico a la seguridad de sistemas informáticos. -le explico, para aclarar mi broma.

¿Y usted, Leah? ¿A qué se dedica para tener que estar… "pringando" en una noche como ésta?

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16/07/2014, 12:59
Omicron
Sólo para el director

"A-aquí tiene, ¿sabe si ha llegado Mortimer?"

 

En aquel hombre había algo raro, no sabía exactamente que era pero su figura ejercía una influencía opresiva sobre su alrededor, no la que se desprende de la actitud habitual en un gorila de seguridad, sino algo... diferente. Aún así aventuré mi pregunta sondeando por el nombre de la tarjeta, que yo suponía era el nombre del hombre que me había dado el sobre en la misión.

Seguía con el oído avizor para ver si sacaba alguna información útil de las conversaciones a mi alrededor

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16/07/2014, 13:39
Patrick Dempsey
Sólo para el director

Entré en silencio, sin decirle nada al segundo gorila y mucho menos al primero. No estaba allí para hacer amigos, estaba allí para averiguar qué cojones me estaba pasando. Y si al final resulta que todo esto es un sueño o una alucinación será un tiempo desperdiciado socializando.

Al entrar en aquella impresionante sala abrí los ojos, completamente sorprendido de su aspecto. -Joder... -murmuré. Tenía toda la pinta de ser un sitio caro de alquilar y aún más caro de mantener. Los corrillos de gente similar no me sorprendieron pues hasta en la jet set había grupitos de gente más amiga de unas personas que de otras. Parece que son una secta, tan iguales todos... joder.

Entonces vi a aquel guaperas que tenía pinta de ser el mandamás del lugar por la altivez con la que miraba todo aquello. Me acerqué hasta él sin titubear y cuando estuve a su lado lo miré a los ojos. -¿Eres el que organiza todo esto? Quisiera saber qué cojones hacía esta invitación en mi chaqueta y de paso quisiera saber que mierda está pasando con mi vida. -no había malos modos en mis palabras, simplemente impaciencia por averiguar la verdad de una maldita vez. -Feliz año y todas esas cosas que se dicen. -añadí para suavizar las cosas.

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17/07/2014, 01:27
Víktor

- El placer es mío, te lo... aseguro. - Acabó por decir, con esa sonrisa satisfecha y señorial, aquella sonrisa que dejaba claro que sus palabras eran sineceras. O eso, o era un verdadero agente de la mentira y el subterfugio. La cortesía revelada por Isabella arrancó una sonrisa, una de aquellas que indicaban que le había hecho gracia lo escuchado. Negó con la mano, y con un suave movimiento de cabeza.

- Deberías creerme si te digo que habría esperado cien años por ti si me lo hubieras pedido, Isabella. - Vio como la sonrisa crecía en los labios de Isabella. Satisfecho al ver la respuesta de la mujer a su comentario, afirmó con la cabeza. - Por ti. - Repitió. - Esta es otra de esas cosas que llevo organizando desde antes de conocerte, esperando a que llegaras y poder dedicarte todo esto. Esta es una de esas cosas necesarias para que tu y yo estemos juntos para siempre. Y por supuesto, estaba seguro que te encantaría - Y cuando ella se sujetó a su brazo, cuando ella aceptó agarrarse de su antebrazo, algo cambió. Varias miradas, de algunos de los presentes se desviaron hacia Isabella, como si ahora fuera el centro de atención, haciendole sentir que, quizás, si era verdad que gran parte de aquello era por ella.

- Supones bien. Aquel caballero es... mi mano derecha y ejecutora en esta ciudad. Llamase Ian. Luego tendrás tiempo para conocerlo más tranquilamente. - Comenzó a caminar por aquel recibidor, en dirección a las escaleras. Su paso, lento y firme, parecía tener todo el tiempo del mundo para hacer lo que deseara. Comoe star con ella, mientras no eran pocos los que lo observaban. Quizás hacian la pareja perfecta, quizás Viktor era más conocido de lo que se creía. Quizás habían escuchado hablar de ella. O quizás, todas las cosas a la vez.

- Gracias. Sabía que una mente priviligiada como la tuya, y flanqueada por el buen gusto sabría valorar un sitio como este... - Entonces se detuvo, haciendo una pausa en su camino, cuando un hombre se le acercó, saludandolo.

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17/07/2014, 01:42
Thomas Wilson

Thomas miró a Logan de reojo, siguiendo sus gestos y su mirada, estudiándolo, escrutándolo. Cuando su mirada se fijo en la chica rubia que acababa de entrar, aquella misma que parecía haber llamado la atención de aquellos singulares personajes, Logan pudo escuchar como su padre soltaba una sorda carcajada, ahogada en su garganta, y se giraba hacia ella. - Que buena vista tienes... ¿Acaso no sabes quién es? - le preguntó a Logan. Por desgracia, Logan no estaba tan metido como su padre en las altas esferas como para reconocer a la Embajadora Inglesa en Estados Unidos.

- Mantén tu posición de observador. Quizás hoy aprendas mucho más de lo que piensas. Esa - Dijo, haciendo referencia a la Embajadora. - es Isabella Black. Embajadora Inglesa en Estados Unidos desde hace apenas dos años, tras la muerte de su padre. - Y miró ahora al hombre que la acompañaba, uno de aquellos dos tipos que observaban a aquellos que entraban desde las alturas. - Y su acompañante es el misterioso anfitrión de esta fiesta, quien mueve muchos más hilos en esta ciudad de lo que puedas imaginar. -  La actitud de Thomas se volvió más tensa, estaba en alerta. Pocas veces Logan pudo ver a su padre así, tan a la defensiva, como si estuviera dispuesto a entrar en combate... a pesar de su débil estado de salud.

- Aquí solo buscamos lo que todos ansían, Logan. Pregúntate que es lo que más deseas en esta vida. - Acabó por decir, acercándose a la pareja ahora.

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17/07/2014, 02:05
Thomas Wilson

- Señorita Black, es una enorme -y grata- sorpresa encontrarla hoy aquí. - Acto seguido, Thomas miró al hombre que le acompañaba, algo más serio, más tenso. Toda aquella seguridad que parecía emanar Thomas se fue difuminando lentamente ante la presencia de aquel hombre, que miraba fijamente a Thomas.

- Soy el Señor Wilson. - Se presentó, alzando el mentón en un intento de estar ahroa a la altura de su interlocutor. - Y este es mi hijo, Logan Wilson. Es un honor haber sido invitados a su fiesta, Señor... - Lo dejó en el aire, esperando una respuesta.

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17/07/2014, 02:08
Víktor

- Víktor. - Contestó inmediatamente, sin apenas dejarle terminar la frase. Pero se hizo evidente que aquel hombre, que ahora llevaba a la mismísima embajadora de Inglaterra del brazo y que ni Thomas Wilson parecía saber quién era, estaba más interesado en Logan que en su padre.

- El placer es mío, Señor Wilson e hijo. Espero que disfruten tanto de la fiesta como nosotros, sus organizadores. Por favor, quiero que sepan que pueden andar libremente por todo el edificio. Si tienen alguna pregunta solo deben hacérmela saber. - Hizo un gesto con la mano libre, señalando las diferentes puertas y salidas que tenía aquel hall.

Víktor miró a Isabella y luego a Logan, mientras mantenía el silencio y esperaba que, con aquel gesto entendieran que estaba esperando a que se presentaran.

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17/07/2014, 02:24
Dex

Mientras te deleitabas con sus gestos, con sus palabras, también pudiste deleitarte con su mirada, clavada en tus ojos, observándote como silencioso testigo de como te sentías, de lo que pensabas, y de lo que anhelabas en lo más profundo de tu ser. Era imposible que conociera lo que pasaba por tu cabeza, pero no lo que pasaba por tu cuerpo.

Sabías que era consciente de tus nervios, de tu deseo, de tus miradas. Y parecía disfrutar de que lo desearas... y por su forma de mirarte, por su forma de tratarte, por su forma de proceder contigo, con aquella mezcla de deseo contenido y juego te hacía pensar que aquel deseo debía ser mínimamente recíproco.

Y aquella sospecha se hizo aun más palpable cuando pasó el dedo índice de un lado al otro de tu hombro, produciendo un suave arañazo. Parecía estar siguiendo aquel juego extraño de tentación y deseo mientras caminaba hacia una de las salidas de aquella habitación.

Y no tardasteis en entrar en un pasillo, que terminaba en un ascensor. Un ascensor parecido a aquellos ascensores de lujo de los años treinta, que tan bien casaba con el resto de la decoración del lugar. Chapados en metales de colores dorados en contraste con el rojo predominante en aquel pasillo.

Ni él ni tu os detuvisteis, pues cuando llegasteis a la altura del ascensor, este se abrió y él entró, arrastrándote con él. Entonces, tomó tu mano, y tras alzarla hasta la altura de sus labios, y dejar un suave beso en tu dedo índice, condujo tu mano hasta uno de los botones del ascensor, pulsando el número siete.

Y tras pulsar el botón, no te soltó la mano, acariciándola mientras te miraba fijamente, y las puertas del ascensor se cerraban tras él. No dijo palabra en ningún momento. Tampoco lo necesitó.

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17/07/2014, 02:44
Logan Wilson
Sólo para el director

No, ciertamente no tenia información sobre aquellas personas que eran consideradas importantes o poderosas en este ámbito.Para Logan estas personas eran una farsa, algo superficial.Tanto para el como para las grandes figuras filosóficas el verdadero poder e inteligencia no venia del dinero, ni de los libros, ni de nada que pudiera encontrarse en el mundo sensible.Para Logan el verdadero poder era demostrado por la capacidad de dialéctica de las personas, y su capacidad a través de esta de darse cuenta de las verdades que se ocultaban ante nuestros ojos. "¿Una embajadora de Inglaterra?" Entendió rápidamente que si era capaz de mover la atención del hombre que ni su padre conocía, esta también podría ser una persona interesante. "Yo me encargare de juzgar a esta embajadora." Su rostro se mostraba relajado, con una sonrisa elegante y encantadora mientras seguía a su padre hacia aquella pareja.

Sin embargo un muy escondido brillo había aparecido en sus ojos y, en una imagen de su rostro completamente ajena a la superficial, se podría decir que estaba sonriendo de lado, casi con malicia.

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17/07/2014, 02:55
Logan Wilson

Siguió a su padre sin dudar, entendiendo rápidamente sus intenciones.Su elegancia no se perdió en ningún momento, aun cuando antes de pararse frente a aquellos dos dedico un segundo a llevar su mano hacia su cabello, tirándolo nuevamente hacia atrás, pues se había dado cuenta que se había despeinado levemente.Logan observo a su padre hacer la presentación, notando como este parecía mas nervioso al hablar con aquel hombre que decía llamarse Viktor.Sin embargo no encontraba razón alguna para esto, quizá era debido a su ignorancia, pero su padre tampoco parecía saber quien era este hombre.Claro que, otra razón clara para que Logan pueda mantener la mirada y la seguridad ante cualquier persona, era su fuerte convicción de que toda persona era un objeto de estudio.

Allí estaba el, escuchando, manteniendo miradas, buscando detalles con un gesto y mirada encantador, pero que a la vez te decía de alguna manera que estabas siendo evaluado.Cuando ambos hombres quedaron en silencio, como todo buen joven de su edad puso mas atención a la dama que tenia enfrente que a ellos dos. -Embajadora, Señor Viktor.- Hizo una reverencia mostrando respeto hacia ambos. -Es un placer conocerlos.- Clavo en ese instante la mirada en los ojos de la señorita, dejando un silencio de pocos segundos, a lo que luego volvió a hablar. -Déjeme contarle que en Filosofía hay un termino llamado Esencia, que hace referencia a la perfecta definición de un concepto u objeto.Platon llamaba a estas esencias Ideas, como la Idea del Bien o mas específicamente en este caso, la Idea de la Belleza.Y en usted veo algo que poco creía posible, y es la personificación de una idea filosófica en una persona.- Hizo nuevamente una pausa -Ciertamente, usted es la personificación de la Idea de la Belleza en persona.- Observo a la mujer los primeros instantes luego de decir estas palabras, y nuevamente cambio la mirada hacia el hombre.

-Perdonen si los aburrí con mis divagaciones, mi padre y yo estamos muy agradecidos por su hospitalidad señor Viktor.Déjeme decirle que estoy impresionado con este lugar, el solo hecho de entrar en el me hizo pensar que estaba entrando en un plano diferente y atemporal, ajeno a la realidad del mundo allí fuera.- Finalmente, quedo en silencio.Durante su monologo también había estado atento a las expresiones de su padre.Quizá algo que fallaba en ocultar, era la aparente diversión que le causaba la situación en si.

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17/07/2014, 03:37
Magdalena Montero

                Sus ojos, sus gestos, sus movimientos me parecían como los del estudioso de un juego perfecto: el de la seducción. Dándome apenas una probada para dejarme de nuevo con ganas, haciéndolo de nuevo y subiendo mi temperatura sólo para dejar que la bajara por mi cuenta. Así me pasó cuando uno de sus dedos recorrió la distancia entre mis hombros, haciendo un camino por sobre mi piel que me dio sacudidas internas hasta en lo más recóndito.

                Entramos en un ascensor lujoso, como esos de las películas de Hollywood de los años 30. Lo observé un poco pero él tomó mi mano, la llevó a sus labios, y al besarla… de nuevo esa contracción íntima en mi cuerpo. “Me voy a morir con este hombre, si piensa que voy a tener contacto íntimo con él sin morirme, pues que se equivoca. Simplemente no puedo… me quemo… “ Estaba hirviendo y soltó mi mano sobre el botón que decía “7”. Mi cabeza volaba, estaba llena de aire. Él mantenía su mano sobre la mía, una vez presionado el botón, mientras las puertas se cerraban.

                De vuelta mi corazón se desbocaba, mi piel se erizaba, mi líbido estaba tocando el techo y él así, como si nada, como si no le costara un ápice poner así a quién quisiera. Sin embargo, algo en su mirada, en la forma que la sostenía sobre mí, me dijo que él sentía también atracción mutua. No sabía si yo provocaba que su cuerpo hirviera como agua a cien grados, más cuando su piel era un poco fría, pero sí tenía la sensación de que quería más de mí que solamente un juego de “aprieto y aflojo”.

                Yo sabía del juego de seducción, era una maldita maestra. Sabía como provocar a un hombre con el jueguito de ángel y demonio, lo había aplicado tantas veces en mi vida. “¿Por qué no puedo hacerlo ahora? ¿Por qué siento que si lo toco algo más, que si hago algo de eso que haría con otro hombre ese fuego me va a devorar? No tiene sentido.”

                Sin embargo yo no soportaba más el juego, era hora de aunque sea hacer una movida. Giré mi cara hacia él y aproximé mi boca a la suya. Pero me detuve cuando estábamos tan cerca que podría sentir su respiración, o casi. En realidad no lo hacía, quizás él estaba conteniendo el aliento. No terminé el camino de mis labios, junté el poco coraje que me quedaba, lo poco que me quedaba de jugadora de este bendito juego fogoso. Lo miré: mis ojos límpidos en los suyos, claros pero fuertes. Mi boca a pasos de tocar la suya. Mi nariz apenas rozándolo.

                -¿Puedo besarte? –le pregunté. Mi cuerpo entero estaba derritiéndose pero hice todo el acopio de voluntad que me quedaba para demostrar, cosa que no sabía si lograría, que podía controlarme si me decía no. Y sobre todo, que él deseaba besarme más a mí de lo que yo a él. Quería retomar mi control, mi amado control sobre los hombres. Y este segundo de fortaleza podía darme de nuevo algo de confianza.

                “Tú puedes dominarlo, siempre lo has hecho. No es más que un hombre… por más guapo que sea, no es más que un hombre…”

                Con un demonio que lo estaba dudando.

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17/07/2014, 03:23
Erika Ilieva
Sólo para el director

¿Un príncipe?

Me tomé aquella distinción más como un mote que como otra cosa, pues me extrañaba mucho que aquel hombre fuera realmente un príncipe, aunque tenía que reconocer que tenía un porte que, con toda probabilidad, le daban cierto aire de grandeza propio de la realeza. No podía apartar la vista de él y ese fue el motivo que no me pasara desapercibido el motivo por el que había roto su observación del lugar. Una rubia con pinta de refinada que llevaba más dinero puesto encima que todo lo que había en mi apartamento, aunque eso era decir bien poco.

- ¿Quién es ella?

La curiosidad me podía y viendo lo receptivo que estaba Reuben a informarme de lo que sucedía a nuestro alrededor, me pareció de lo más normal hacer aquella pregunta. Mientras esperaba la respuesta de mi acompañante seguía pendiente de la rubia y el jefe de Reuben. Sólo salí de mi abstracción al notar el aliento en mi cuello y el susurro en mi oído. Me volví hacia Reuben sin poder evitar un escalofrío y dando un inconsciente paso hacia atrás, aunque no sirvió de nada y volví a caer en el embrujo que ya había mostrado el día que le conocí. Volví a estremecerme una vez más al sentir esta vez sus fríos dedos en mi piel.

- ¿Única y especial? Podías haber buscado cualquier otra excusa. -Forcé una sonrisa sin saber muy bien qué decir ante aquel comentario-. Sí, una copa es lo que necesito ahora.

Enlacé mi brazo en el que me ofrecía Reuben echando una mirada disimulada a Sacha, pero éste parecía demasiado enfrascado en Rachel como para hacerme caso. Me encogí de hombros y lancé un leve suspiro. La situación me superaba, pero por lo menos no estaba resultando una fiesta tan agobiante como me había parecido, así que decidí que sería mejor dejarme llevar e intentar disfrutar todo lo que pudiera. Siempre podría largarme si no me gustaba lo que veía.