Partida Rol por web

Asamblea de Bestias

Por un puñado de Fotos (Prólogo April)(Terminado)

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07/05/2014, 10:35
Susan Miller

Fue la palabra suicidio la que hizo que Susan apretara los ojos, en una mueca de resistir aquel chaparrón, de resistir aquellas palabras que se le estaban clavando en el corazón. Pensó al verte allí que estabas dispuesta a olvidar lo pasado. Pero estaba claro que no. Aguantó las lágrimas que buscaban escapar de sus lagrimales, y apretó con poca fuerza las sábanas entre sus dedos.

Pero fue aquella inesperada pregunta, aquella en la que pronunciabas la palabra novio, la que le arrancó de su dolor y la devolvió a la realidad. Giró la cabeza en tu dirección y entreabrió los ojos, mirándote. - April... ¿P-p-pero... que dices? - Lanzó un largo suspiro, debido al esfuerzo de hablar. - ¿Porque... me preguntas eso? - Cerró los ojos, cogiendo aire mientras entreabría la boca. La pregunta la había desconcertado tanto o más que a ti.

- Ja... jamás estaría con un chico así... - Tragó saliva, abriendo los ojos y mirando al techo, haciendo acopio de fuerzas. - Estaba... con un chico. Un fotógrafo.... para una sesión de.... fotos.... quería... sorprenderte, que me... perdonaras. Me habló... estaba... fascinada... todo lo que decía parecía tan... tan.... - No encontró la palabra, pero rompió a llorar. No un llanto desconsolado, si no uno de esos cargados de tristeza y pena, prácticamente silenciosos. De los que más duelen.

Sintió que tu mano aferraba la suya. Aquello pareció darle seguridad y fuerzas, al menos, para decir una de las últimas frases. - Me dijo que no merecía la pena vivir. Que terminara con todo. - Concluyó, sin poder mirarte a la cara, observando el techo ahora con los ojos rasgados en lágrimas.

Te pareció oír algo en el pasillo, mientras Susan hablaba. Un sonido familiar, pero cuando giraste la cabeza solo viste a un enfermero de ojos claro y pelo rubio, con una barba de uno o dos días que esperaba en la puerta, mirándoos mientras la otra enfermera, en el otro extremo del pasillo, seguía pidiéndole a las visitas que se marcharan.

- La visita ha concluido. - Anunció con una voz fuerte y profunda, convincente cuanto menos.

Ante aquella frase, Susan apretó tu mano ligeramente, en un vano esfuerzo para convencerte de que te quedaras.

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07/05/2014, 16:53
April Jackson

No sé si estoy siendo demasiado dura, tal vez debería mostrar más compasión viendo en que estado había terminado ¿Esas fotos eran para mi? ¿Realmente lo sentía tanto? Sus palabras junto a sus lagrimas hacen que se me ablande el corazón. Ya no podía rehuir de hablar de esto pero tal vez podía esperar a mañana. O no, una sensación de preocupación me aborda súbitamente mientras voy uniendo algunos hilos.

De repente me viene la imagen del hombre rubio del ascensor con la cámara, lo que me ha contado ahora Susan y ahora este sonido familiar. Podía ser paranoia mía pero estaba casi segura que había sido una Nikon D1, la que tenía yo y la misma que ese tipo del ascensor. No me gusta nada como pinta esto, ¿qué clase de persona lleva a otra al suicidio y luego viene al hospital con una cámara? Me da miedo dejar a Susan sola, no lo pienso a hacer.

- No quería decirte las cosas así, estoy algo alterada. -Realmente lo estoy.- Me voy a quedar esta noche contigo, no quiero dejarte aquí sola. -No la había soltado la mano en ningún momento, la dedico una pequeña sonrisa para tratar de calmarla un poco.- Es hora de que aclaremos las cosas, escucharé lo que quieras decirme. Voy a avisar a la enfermera.

Me dirijo hacía la puerta de la habitación y miro en el pasillo haber si esta ese fotógrafo. No quería dejarla sola ni un momento, menos aún cuando creo que ese tipo puede estar rondando por aquí. Así que me espero en el marco de la puerta hasta que venga la enfermera.

- Señorita, me voy a quedar esta noche con Susan Miller como acompañante. -Añado en un tono más bajo.- ¿No habrá visto a un tipo rubio con una cámara fotográfica profesional por esta planta? Creo que puede ser peligroso para ella, no me gustaría que estuviese rondando por aquí. -Creo que el detalle de la cámara es bastante significativo pero intento darla una mejor descripción.- Tiene el pelo rubio y largo, ojos claros y una pequeña barba. Lo vi antes en el ascensor y vestía un chaqueta verde, una camiseta oscura y unos pantalones tejanos.

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16/05/2014, 12:51
Susan Miller

- ....le -Susurró, mientras daba un último y suave apretón en tu mano, antes de que te pusieras de pie. Aquel enfermero que había dado el aviso de que las visitas habían terminado, siguió adelante, haciendo lo propio en los otros departamentos donde había gente de visita.

La gente comenzó a caminar por el pasillo. La mayoría cabizbajos, otros simplemente llorando pero todos con un rostro acongojado. Entre aquellos que salían, también salió el enfermero que había estado dando los anuncios para marcharse, aquel rubio alto. La otra enfermera que estaba comprobando el lugar, mirando si quedaba alguien, se paró delante tuyo y te miro con una sonrisa amable, escuchando tus palabras.

- Me temo que eso no será posible, hija. El horario de visitas es muy estricto... no te preocupes, si pasa algo te llamaremos. - Hablaba en susurros, no quería molestar a los presentes. Pero cuando hablaste más flojo, preguntando sobre alguien con una cámara profesional, la enfermera se encogió de hombros. - La verdad es que no, las cámaras están prohibidas en esta parte del hospital... ¿Peligroso? ¿Por qué? - Preguntó, ahora más preocupada. - Avisaremos a seguridad por si lo ven, pero no te preocupes que nadie que no sea doctor o enfermero, entrara aquí esta noche... ¿vale? -

La mujer, que siempre usaba un tono suave y calmado, te dedicó una cálida sonrisa, amable y cariñosa. Llevaba mucho tiempo tratando con amigos y familiares de pacientes ingresados, y se le notaba aquella empatía con la gente preocupada. - Nosotros nos encargaremos de todo... vuelve a casa y ven mañana a primera hora ¿si? - La sugerencia tenía parte de petición por el tono. Miró hacia donde estaba el ascensor, esperando que te marcharas de allí con amabilidad. 

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19/05/2014, 16:00
April Jackson

No me siento nada tranquila y noto como se me acelera el pulso. No tengo claro si están pasando cosas raras o son imaginaciones mías y estoy haciendo el ridículo. Respiro profundamente mientras me llevo la mano al pecho para calmar mi ansiedad e intentar poner las cosas en orden, hoy habían pasado muchas cosas. Primer la llamada de mi padre, luego ese chico del que estaba pendiente Lisa y ahora lo de Susan.

- ¿Pero no puedo quedarme de acompañante durante la noche? No quiero que Susan la pase sola. -No quiero montar un número pero tampoco me quiero ir de aquí así- Perdón, deme un segundo para aclarar esto antes de irme.

Voy hacía la cama de Susan con la idea de hacer algunas preguntas para comprobar si mis temores son ciertos. Sé que ahora está muy sensible y mañana podríamos tratar este tema con más calma pero siento la necesidad de saber que esta pasando antes de irme para poder dormir tranquila.

- Susan, mañana vendré a verte. Te lo prometo. Pero antes responde a unas preguntas, ¿vale? -La voz me tiembla un poco, tal vez por los nervios tal vez porque tengo miedo de lo que no entiendo.- ¿Cómo se llama el fotógrafo? Cuando he subido antes en el ascensor he visto a un tipo alto y rubio con una Nikon D1 como la mía. No sé si son los nervios pero creo que le he vuelto a ver a ese hombre en esta planta vestido de enfermero ¿Es él? -Según voy diciendo esto me siento estúpida pero no quería comerme la cabeza esta noche en casa.- ¿Es peligroso? ¿Estás tú segura aquí? Estoy muy preocupada por ti, Susan.

Lo último fue casi un sollozo, me llevo la mano a la boca mientras varias lagrimas vuelven aflorar por mis ojos ¿Por qué no me podía quedar con ella? ¿Qué está pasando? Siento como las piernas me empiezan a temblar ligeramente, no sé cuanto más voy a aguantar sin derrumbarme.

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20/05/2014, 17:48
Enfermera

La enfermera negó con la cabeza, cuando le preguntaste si podías pasar la noche. Era una mujer amable, y tenía pinta de que sabía que estabas pasando un mal rato. Cuando le pediste un momento, la mujer asintió con la cabeza, dejándote volver a entrar, pero esta vez, se quedó bajo el marco de la puerta, esperándote.

No os estaba mirando, incluso dirías que estaba allí por obligación, para asegurarse que acababas por marcharte y no por hociquear que estabais haciendo. Finalmente, se puso a mirar el cuaderno que tenía entre las manos, intentando no prestaros atención.

Por otro lado, Susan permaneció en la cama sin apenas moverse. Había vuelto a cerrar los ojos, cansada, en el tiempo que habías estado hablando con la enfermera, pero al escuchar tu voz una vez más cerca, entreabrió los ojos, mirándote.

Estuvo a punto de decir algo, cuando dijiste que ibas a venir mañana. Un gracias que nunca llegó ya que le pediste que contestara a algo. No dijo nada, pero asintió muy suavemente con la cabeza. Estuvo atenta, extrañada ante la pregunta de cómo se llamaba el fotógrafo. - ....s..se.... lla....maba... Paul.... - Acabó por decir, y entonces, vino tu descripción.

Viste como sus ojos se abrían ligeramente e inundaban de lágrimas, lentamente. cerró los ojos con fuerza, mientras la maquina que marcaba sus pulsaciones dejó claro que su pulso se había acelerado ligeramente. - Es.... es. ... él. - Acabó por decir, con un largo suspiro agobiado.

- No... no te preocupes..... April.... yo... aquí... estaré bien... - Consiguió decir, y a tu espalda, pudiste escuchar a la enfermera carraspear, molesta con la espera a estas alturas. - Por favor, el horario de visitas terminó hace un rato, debe marcharse. - Insistió la enfermera. Por otro lado, Susan alargó la mano hasta acariciar la tuya, un solo roce.

- Gr...gracias... por venir... April... -

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20/05/2014, 23:17
April Jackson

Ya no podía hacer nada más y alargar la situación me hacía sentir cada vez más estúpida. Así que le doy a Susan un beso en la frente y me despido. -Mañana volveré. Buenas noches, Susan.- Dicho esto me voy hacia la puerta y según paso delante de la enfermera me disculpo. -Perdone, no quería molestarla.- Aunque con todo esto lo que menos sentía era haber echo perder el tiempo a esa mujer aunque estuviese haciendo su trabajo.

Según voy saliendo voy pensando que hacer ¿Llamo a alguna amiga para contarle todo esto y desahogarme un poco? Me llevo la mano al bolsillo y saco el móvil pero cuando estoy mirando la agenda me arrepiento. Ahora mismo no me apetece hablar con nadie ni tampoco me apetece pensar, debería irme a casa y descansar.

Soy consciente que tengo un lío terrible en la cabeza pero me encuentro muy cansada después de tantas emociones. Solo me apetece llegar a casa y dormir... Sí, dormir será lo mejor. Mañana será otro día y seguramente lo mire todo desde otra perspectiva más calmada. Tal vez le he dado demasiada importancia a todo este tema de Susan, estaba más tranquila cuando estaba con estas en el Irish Pub... Bueno, eso es mentira, estaba pensando en lo de mi padre. Mañana por la mañana debería llamar a mi hermana o a mi madre para enterarme mejor.

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27/05/2014, 13:38
El Libro de Nod

Nadie te pone impedimento alguno para salir del hospital. Incluso uno de los guardias se ofrece a acompañarte hasta la salida para que no tengas problemas. La noche es fría, muy fría. Después de todo, es la tercera semana de Diciembre en San Francisco, y amenaza con nevar de un momento a otro. Cansada en todos los sentidos, tanto física, como mentalmente, como emocionalmente, buscas con la mirada un taxi.

En aquellas horas no hay muchos, más bien, de la veintena larga que siempre hay en la puerta del hospital, en esta ocasión, únicamente te encuentras dos. Te acercas al primero, alzando la mano para llamar su atención. En no más de cinco minutos, estabas subida al coche, en el asiento de atrás, mirando por la ventana intentando digerir todo lo sucedido. Por suerte para ti, el taxista es de pocas palabras y por su aspecto, extranjero. Hispano seguramente por su acento.

El coche se paró delante de la puerta de tu casa. Alzaste la mirada, las luces estaban apagadas, lo que quería decir que las chicas o bien estaban todavía por ahí, o ya estaban durmiendo. Pagaste religiosamente al taxista, y entraste en el bloque de pisos, subiendo hasta la casa por el ascensor y abriendo la puerta de la casa.

Al abrir esta, te das cuenta de que allí no hay nadie. Absolutamente nadie. Cierras la puerta, caminando hacia tu habitación con intención de dejar tus cosas y poder echarte sobre la cama, cuando, al abrir la puerta de tu dormitorio, te encuentras el ordenador encendido, pero con la pantalla apagada, y tu cámara de fotos digital sobre la mesa del escritorio, fuera de su funda, fuera de su sitio. El cable que conectaba el ordenador con la cámara te dejaba claro que alguien había estado pasando fotos de una a la otra.

Por el resto, todo estaba igual... en silencio. Y a oscuras.

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29/05/2014, 20:08
April Jackson

Estaba cansada del maldito día que había tenido. Solo me apetecía dormir en mi cama pero al entrar en mi habitación veo el ordenador y la cámara encendidos ¿Pero qué? Giro la cabeza para mirar al resto de la casa, no parecía haber nadie. Si no han sido mis compañeras alguien ha allanado nuestro piso pero era raro que no hubiesen robado nada. Más aun que se haya limitado a manipular mis aparatos electrónicos, ambos valían bastante dinero.

Atravieso mi habitación hasta llegar al escritorio. Una corazonada me recorre el cuerpo cual escalofrío cuando me siento en la silla. Las únicas cosas con sentido que se me ocurrían no las quería creer. El tipo rubio estaba detrás de todo esto y seguramente me habría dejado estas fotos para... ¿Para qué? ¿Por qué nadie querría hacerme una cosa así? Inducir a una persona al suicidio y allanar un domicilio eran delitos muy graves. Por mi mente pasa la idea de llamar a la policía pero si a mi esto me parecía raro ellos a lo mejor pensaban que estaba loca.

¿Quién puede estar haciéndome esto? ¿Algún acosador? ¿Un maníaco que la hubiese tomado conmigo? Empezaba a darme cuenta de que debo estar paranoica pero todo esto es real. No quería comprobarlo, solo quería dormir y esperar que mañana nada de esto hubiese pasado, pero me veo obligada a ver que han hecho con mi cámara fotográfica y mi ordenador.

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03/06/2014, 18:34
El Libro de Nod

Enciendes la pantalla. En pocos segundos, tu sangre se hiela al descubrir la imagen que ahora hay abierta en el ordenador. Una foto que no nunca habías tomado, que nadie te había tomado jamás.

Con el corazón en un puño, llevas tu mano hasta el cursor derecho, apretándolo una sola vez. Allí descubres otra imagen tuya, entrando al hospital donde estaba Susan. La siguiente foto, puedes verte a ti junto a la camilla con Susan, y la foto tomada desde la puerta. Miras las imágenes.

Han sido tomadas con tu cámara.

Lo peor es que esas fotos acaban de ser tomadas. Quien fuera no debía haberse marchado hace mucho de tu casa. Pasas una vez más las fotos. Estas subiéndote al taxi que te trajo a casa. Y ves que el icono de pasar las fotos aun sigue iluminada.

Y al pulsar el botón, la pantalla se apaga durante unos segundos. Todo queda a oscuras durante unos segundos, y al volverse a encender la pantalla, ves que sigue ahí la foto del taxi que te llevo a casa, y aquel icono que te permitía seguir pasando fotos ya no esta. Pero sobre el escritorio hay una carta en la que no habías reparado antes.

Más bien, jurarías que no estaba allí hace 30 segundos. Miras a tu alrededor, pero no ves nada.

Y abres la carta. Es una invitación, a una fiesta de final de año. Todo esto solo sería muy extraño si no fuera porque reconoces la letra que de quien lo escribió. Y quien la firma.

James Jackson. Tu padre.

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08/06/2014, 20:39
April Jackson

Nada tenía sentido, era una locura. Había empezado a asimilar que se trataba de algún tipo de acosador, tal vez peligroso, pero esto ya era incomprensible ¿Cómo podía haberme hecho fotos con mi propia cámara sin yo percatarme de ello? Si me había tomado la foto de cuando subía al taxi había llegado antes que yo a mi propio piso y había preparado todo esto... Era imposible pero todo estaba ante mis ojos.

Cuando veo la carta de mi padre se me escapa una risa nerviosa. Ahora si que no entiendo nada, había empezado a dudar de ese rubio llamado Paul ¿Pero mi padre? Esto solo podía ser un desquiciado juego de una mente trastornada. Desde mi silla miro asustada mi habitación temiendo que hubiese alguien conmigo. Sentía una opresión en el pecho, me costaba respirar y me sentía como una niña pequeña asustada.

Maldigo mi situación mientras me acerco a la ventana de mi cuarto. Miro a la calle cubierta por la oscuridad de la noche. Alguien me está haciendo todo esto y esta hay fuera... o tal vez siga en la casa... No me atrevo a comprobar nada. Apago la luz y voy a mi cama, me hago un ovillo entre las mantas. Noto como tengo escalofríos y los labios me titubean pero solo quiero dormir. Que todo esto desaparezca como una pesadilla al despertar.