Partida Rol por web

Ver cómo la sombra había desaparecido. ..destruye la poca paciencia que tenía.

Me arranque parte del cabello y suelto una lágrima de frustracion al mirar al ushino el orígen de mi mal. Lo tenía todo perfecto, todo salía bien...si no fuera por EL

PEDAZO DE MIERDA, PERRO DESGRACIADO TU RAZS DEBERIA DER EXTERMINADA AHHHHHHH YA ME DA IGUAL TODO, EL GENERAL, ELIHU POR MI SE OUEDEN MORIR, YO VOY A VENGARME. VOY A ENSEÑARLE AL MALDITO USHINO PORQUE NUNCA SEREMOS AMIGO

SALTO HACIA EL, PARA LANZAR SU CUERPO AL SUELO Y DE ALLI GOLPEARLO HASTA NATARLO!

- ¡EI! ¡USTEDES, NO...! - El General dijo, intentando gritar lo más bajo posible, al ver como Ameri y Dido bajaban colina abajo corriendo a toda velocidad. Accipitris miró a sus soldados, gesticulando direcciones para ellos a toda prisa, sus antenas moviéndose de un lado a otro, inquieto y furioso.

- Creí que Elihu había dicho que eran los más preparados... - Miró al grupo, su furia era casi palpable. Entonces, sus alas se abrieron y este levantó vuelo, empezando a bajar en dirección del bosque. 

Ameri gimió asustado al sentir que tropezaba con dido. No pudiendo evitar que ambos cayeran en un pequeño claro en el bosque. 
Se levantó de golpe apenas tocó el suelo, temeroso de haber lastimado a Dido, no se perdonaría lastimar a aquella ancianita. Se dispuso a buscarla, pero no fue necesario, sintió como aquella irongrad roja se levantaba de entre los arbustos, se pasaba una mano entre su pelo blanco que se desprendio en un mechón entre sus dedos. Y sintió un odio, que quema como mil soles emanar de ella. 
El ushino gimió una vez más, asustado, ahora preocupado por su vida, moviéndose rápido entre las hojas y el velo de la noche pudo esquivar a Dido a dudas penas.

Pero no quería tentar más a la suerte, volver con los demás era lo más seguro.
“Se perdería si escapo ahora? solo quería ayudar, la rama donde quedo? joder se me debio caer”
Se distrajo pensando por unos momentos, mientras miraba como dido se desquitaba con un árbol “y algo parecido a un animalito… era un animal? solo quedaba una pulpa embarrada en la corteza del árbol… eso es malo, no quiero terminar así.”

La vio un rato más, casi deseando algo, de su boca comenzó a caer un poco de cenizas por la comisura de su labio como si fuera saliva. Y sonrió en la oscuridad sintiendo que su labios se estiraban más de lo que lo hacían en realidad. Quería probar más de delicioso odio, ya habían sido meses que lo había probado por última vez, y su cuerpo temblaba por obtener más.
Se clavo las uñas en su mano y tratando sacar esos pensamientos de su mente. Debía hacer algo o terminara destrozado de mas de una forma.

Extendió sus garras a la mente de dido un poco más centrado, y busco en aquel lugar desenterrar algún sentimiento de calma, en aquella mente enceguecida de ira.

Bueno, no se ustedes pero.

Apolo comenzo a bajar la colina mientras recojia una piedra pequeña y la lanzaba al bosque esperando escuchar algun quejido o señal de que habia algun animal esperandolo.

A donde ellos vayan yo ire, quedense con los soldados si quieren pero yo ire tras la anciana.

Con eso Apolo comenzo a acercarse al borde del bosque, antes de entrar miro atras suyo para comprobar si alguien del grupo lo seguia.

Aunque Ameri tratase de usar sus habilidades manipuladoras para aparentar indefenso y atraer la empatía de Dido, esta ya se sabía de sus trucos, y su furia por tener sus planos arruinados la había dejado ciega hasta para sus propias enseñanzas. Amerí sintió su sangre helarse al percibir el aura psíquica de la anciana rodeándola, un claro señal de que esta le partiría la cara hasta dejarlo sin una.

Algo pesado aterrizó detrás de Ameri y Dido, haciendo un sonido apenas audible de arbustos meciéndose, pero lo suficientemente ruidoso como para atraer la vista de Dido y haciéndola frenar. Ameri, confundido, se volteó, buscando que había llamado la atención de la Irongrad roja.

Una figura humana de estatura alta se hallaba a unos dos metros de ellos. Su cuerpo era cubierto de pies a cabeza por mantos oscuros, casi mezclándose con la oscuridad por culpa de la escasa iluminación de aquella zona.

Su rostro o cuerpo no era visible bajo los mantos, apenas tinieblas profundas. Para todos los efectos, el desconocido parecía un fantasma. Este se mantuvo parado, apenas observando a Dido y Ameri, sin mover ni un músculo, como si esperase por el primer movimiento del duo.

Los instintos primitivos de supervivencia de ambos fueron activados inmediatamente - luchar o correr. Aunque el desconocido no estuviese haciendo nada, una aura opresiva y asfixiante de peligro lo rodeaba.

APRETO MIS PUÑOS CON FURIA, AL SENTIR LAS GARRAS DEL USHINO DESGARRAR MI MENTE.

CON RAPIDEZ GOLPEO EL PISO DANDO UN GRITO MUDO, LAS VENAS DE MI OJOS ESTAN MARCADAS Y FIJAS EN EL ROSTRO DEL USHINO. ME LLEGAN MEMORIAS DE TODAS LAS VECES QUE EL USHINO ME HA ENCABRONADO.

NO PIENSO EN MAS NADA, SI NO SOLO DARLE UNA BUENA LECCION UNA QUE NUNCA OLVIDARA.

Cita:

MIRO AL EXTRAÑO CON LOS OJOS ROJOS-H

Ameri palideció al ver que sus intentos por calmarla habia sido por vano, pero en vez de retroceder, extendió sus brazos, como esperandola,  estiró sus descoloridos dedos terminadas en afiladas uñas. Y le entrego una sonrisa, ni acogedora o nerviosa, solo una vacia y hueca, de la cual caía un hilillo de saliva negra, dispuesto a morder, a pesar de que dido cuerda sabría que no le mordería almenos no de forma física.
No podía soportarlo más, quería hundir sus dientes en esa emoción tan intensa aunque le envenenara. Dio un paso hacia Dido, quería eso y lo quería ahora. Su respiración calmada comenzó a pasar a una respiración ronca y pesada… todo rastro de la actitud conciliadora se había derrumbado… o eso vio dido por unos momentos.
Cuando estaba apunto de dar bocado… le incomodo que los ojos de dido no le viera, 
“ no era una amenaza para ella?“ o… joder, por las cenizas no lo quisiera, habia algo peor en aquel lugar. Dio unos pasos al costado tratando mantener distancia de Dido y del punto donde reclamaba su atención, la sonrisa salvaje, finalmente dio lugar al nerviosismo… no quería desviar la mirada de dido, pero por la visión periférica vio algo a duras penas… No lo habia notado, eso era malo. malo malo.
Quería perderse entre los matorrales, correr sin dirección, pero lejos de allí.
Miro a dido suplicante, como pidiendo que no le matara ahora, tratando cada tanto ver que era lo que tenia detras suyo.
Expresando incomodidad, real o actuada, era dificil de diferenciarla en aquel momento.

Shayla observa extrañada el como los otros miembros del grupo comienzan a irse uno a uno corriendo detrás la anciana, sin razón aparentemente, mientras dejan desprotegida a la informante...

Intento ver si había algo interesante por donde se fueron, pero desde donde estaba ella, no logro visualizar cual era la razón por la cual salieron corriendo, así que se encogió de hombros y pregunto:

-Así que, ¿los seguimos o nos quedamos ? Porque hasta donde yo recuerde, our bloody work was to protegah al informante, no seguiah ancianas...-comento observando a los demás alejarse corriendo-Además, ¿que si yer guy se teletransporta aquí mientras estamos haya? Esta bloody lejos para iah y veniah corriendo.-Acabo de decir, esperando la respuesta de los demás.

DIDO APRETA LOS PUÑOS DE FUSTRACION.

QUERIA GOLPEAR AL USHINO HASTA MATARLO

PERO UN EXTRAÑO VIENE DE CHISMOSO

INTERRUMPIENDO SU COMBATE

¿QUIEN SE CREE ?

¿QUE PUEDE SALVAR LA VIDA DEL USHINO ?

¿QUE PUEDE MIRAR SIN SUFRIR LA CONSECUENCIA?

¡NO!

¡QUE SE JODA!

¡QUE SE VALLA!

¡DIDO CORRE HACIA EL 4 EN CUATRO PATAS, LE LANZA UN COÑAZO EN TODO SU INTEPRIERNA!

Aurora vio como todo el grupo de personas fue corriendo por la ansiana, suspirando mientras intentaba ver donde corrian, hasta que su jefa dijo

Cita:

Y

Cita:

tienes toda la razon Shaila, estos tontos haran que nuestra recompensa se vaya por el retrete

Exclamo aurora mientras se cruzaba de brasos, pero una pequeña parte de ella le gustaria saber que era lo que veian ellos para estar corriendo asi que simplemente cerro sus ojos, concentrandoce un poco y los volvio a abrir, totalmente fijos en toda el area donde se encontraban.

El individuo misterioso pone sus brazos en X y bloquea el golpea de Dido, el cual es tan fuerte que llega a destrozar la túnica del desconocido en sus brazos y crea un viento que agita los arbustos al rededor. Sin embargo, ni siquiera llega a sacarlo de sitio. Al golpearlo, Dido siente como si hubiera golpeado una armadura de metal, logrando apenas aboyarla suavemente.

Dos ojos de color lila la miraron fijamente por debajo del manto, antes de que el sujeto separase sus brazos, diese un firme paso en dirección de Dido y con la mano espalmada, le lanzase un bofetazo, como si intentase apartarla del camino.

El bofetazo pega en lleno en la cara de la vieja, y el sonido que hace es como el de una roca cayendo. Dido cae con tanta fuerza que llega a rebotar en el suelo, y tan solo el aire del movimiento de golpe agita la hierba y los arbustos. 

Bajando su mano, el desconocido mira fijamente para Ameri, sin avanzar, esperando para ver que este haría. Regresaba a su posición inicial, pero Ameri sabía muy bien que no tenía la guardia baja, ni de cerca - si alguien estaba en peligro allí, era Ameri.

La ancianita corrió hacia el a 4 patas, echando espuma por la boca. Ameri tuvo mas miedo de ella que de lo que tenía a sus espaldas o de la muerte misma. Se Apartó a dudas penas para que su puño macizo pasará al costado de su cabeza, erizando el pelo de su cabeza a la dirección contraria y dejándole medio sordo de un oído, por la fuerza del golpe.

Pudo tener una mirada fugaz de aquello, pero no logro identificarlo… aunque su mirada le helaba la sangre.
Y su cuerpo parecia no haber sentido el salvaje golpe de Dido. 

Se dejó caer al suelo un poco aturdido, y dio unas vueltas en el suelo para tomar impulso, casi como si se preparada para bailar o hacer una acrobacia. Cuando se sintio seguro con el impulso que habia tomado era el suficiente para lo que buscaba, apoyo sus manos en el suelo y se lanzo contra la pierna del desconocido, mas con la intención de tirarlo o quitarle el equilibrio, que causarle daño en si.

El desconocido, inmediatamente al ver como Ameri venía en su dirección, saltó, y apoyando con su pie en un árbol detrás de el, tomó impulso, dando una voltereta en el aire y pasando justo por encima de la cabeza de Ameri, que terminó pateando el árbol y fallando su blanco.

El individuo no se volteó para ver Ameri, quedándose parado de espaldas para el, como si estuviese ignorando su presencia.