Partida Rol por web

El individuo siguió caminando, aun estado severamente superado en número. Al llegar delante del jardin seco, por fin se detuvo, contemplando a sus oponentes de forma enigmática.

Solo la respiración agitada de cada integrante de aquel grupo se escuchaba, todos esperando por quien haría el primer movimiento.

Por fin, el Jinnin estiró su mano, agarrando su manto y jalándolo con fuerza.

El manto fue lanzado por los aires, revelando la apariencia de Melkiel para todos allí. Estaba desnudo del torso arriba, llevando pantalones negros holgados y botas del mismo color. Su atlético cuerpo estaba cubierto de tatuajes simétricos en patrones intrincados. Estos parecían pulsar en color negro y rojo en un patrón suavemente hipnótico. Sus cabellos de un color lila oscuro estaban atados por detrás de su cabeza, y en sus labios se hallaba una ligera sonrisa inocente.

Y allí se mantuvo, esperando por el primer movimiento del grupo, como hizo en su primer encuentro.

Soy la primera en salir, y la ultima en seguir el grupo. Mi pequeñas piernas no se comparan a su musculos firme, juveniles y gigantes.
Pero lo que carezco, lo compenso con inteligencia.
Dentro del palacio, todo en filas por alguna razón. Yo me hago bolita y paso sobre su piernas, hasta lograr esta en el centro de la habitación, o bueno la primero en la fila.
Miro al Jins y le señalo, esta manchado de sangre y viceras en su cuerpo.
¿Estara Rhea incluido en el paquete ? Espero que no, pero esto es muy malo.
El jins nos derroto la ultima vez, pero tenemos la corona quizás si la utilizo en estos momentos. Podremos ganar.

Ameri patinó sus pies sobre la cenizas que había esparcido sobre el asfalto de aquella calle casi tropezando ante la repentina aparición de aquel encapuchado.
Pensaba saludarlo como un viejo amigo, esperando poder entablar charla o almenos hacer tiempo, pero las palabras se le agolparon en la garganta al ver el manto manchado de sangre.

- Dime que no lo has hecho.

Dijo con una voz seca de repente, casi desencajado, casi fuera del papel de Ameri. 

- Argh!

Se tapó la cara con una de sus manos tratando ocultar la frustración, casi viéndose más enojado consigo mismo que con el jinnin.
Dejó pasar a Dido al lado de él, sin presentar resistencia. Y ella señaló lo que ya había visto.
Los ojos de ameri se forzaron a  mantenerse en el Jinnin cuando este trató de distraerlo al tirar el manto al aire.
El jinnin era joven… y su físico era parecido al de él, almenos cuando estaba bien alimentado. Aunque su piel pálida, demasiado blanca, le hacía sentir que estaba enfermo de alguna forma. Ameri se le quedo viendolo, su exprecion era una mezcla de varios sentimientos, y no era capaz de ponerse en orden, frente a lo que estaba pasando.

 Sus ojos se quedaron viendo al Jinni, en aquellas líneas en su piel, era la primera vez que lo veía, se los quedó mirando, casi quería quedarse viéndolo por mas tiempo, como pulsaba del negro al rojo era demaciado agradable, casi sentia que los problemas y miedos se iban.

Pero el vacío que sentía ahora mismo en su cabeza le palpitaba y dolía, clamaba por comida, hasta ahora le torturaba no haber sido capaz de tomar lo que se merecía de aquella informante. Emociones desperdiciadas y tiradas a los gusanos. Y pensar en eso solo le estaba poniendo cada vez más iracundo. 

El Jinnin volvió a avanzar, lentamente, su sonrisa desapareciendo de su rostro mientras miraba con una mirada penetrante hacia Dido. Avanzó algunos pasos hasta estar justo en el centro del jardín, pero no llegó a atacar.

Siento las bolas de los hombre pasar por mi cabello, aun siendo pequeña los hombre lo tienen muy BIG. En especial con el Ushino, el golpe que recibo me deja tambaleante y mareada al salir de sus piernas. El dolor hace que no le preste atención al Jins, aparte de que me miraba y eso se siente muy incomodo.
Bajo la mirada, y levanto el dedo de medio a Jin.
Corro hacia el, dándole un abrazo.

Activo mi escudo psy

La tormenta de emociones que sentía Ameri habían pasado a ensimismamiento casi viendo con la mirada perdida y soñolienta al Jinnin casi como si se hubiera desconectado de todo esto unos momentos.

La mirada de Ameri que ardia de emociones encontradas momentos atrás, se había apagado de a momentos, costandole no estar ensimismado o soñoliento ante todo esto, como no fuera capaz de hilar un pensamiento claro, se mordió el labio rabioso y parecía que le preguntaría al Jinnin…

De golpe se despertó del todo al escuchar como Dido chocaba con él al tratar de pasar entre sus piernas y caía de espaldas. Avergonzado se pasó la cola entre las patas y lo abrazó entre sus brazos, no sabiendo cómo reaccionar. Mirando avergonzado e iracundo a la anciana.
- P-perdón
Temía una reprimenda de parte de la anciana, pero al ver que corría hacia el Jinnin, pudo relajarse un poco más, aunque quedó confundido ante lo que había pasado.
Soltó la cola de entre sus brazos y se llevó una mano por su cabeza, dejando pasar los pelos entre sus dedos, para tratar centrarse, pero no sirvio de mucho, solo le recordó que quizás Rhea no le acariciaría más.
Se trató de sacudir el pensamiento de la cabeza, y volvió a centrarse contra el enemigo.
 

H

Apolo corrió detrás de Dido hasta poder estar lado a lado de ella, su corazon comenzo a latir cada vez mas rápido ,preparándose para lo que estuviera ocurriendo en el palacio, aunque Dido fuera rápida para el arranque no lo fue tanto para la resistencia, no tardo mucho hasta que Apolo se adelantara.

Para cuando solo faltaba una calle para llegar al Palacio Dido se detuvo en seco, Apolo se detuvo un poco mas adelante y regreso unos pasas para ver porque se había detenido, lentamente siguió hasta el lugar en donde
apuntaba Dido, pudiendo ver al Jinnin.

Cita:

Apolo lo miro fijamente, dios unos pasas hacia delante mientras mantenía la vista fija en los ojos del Jinnin, pudiendo sentir como este intentaba intimidar.

Rapidamente levanto su brazo y el aire se deformo violentamente.

Gruño y intento ponerce en control de sí mismo y pensar que haria, tensando su cuerpo y preparándose para esquivar o dar un golpe de ser necesario. Pequeñas motas de cenizas se iban creando en su lomo y hombros, como si fuera una burda copia del sudor.
Soltó un grito de batalla  no muy amenazante, pero la reverberación y cacofonía de voces que salieron de su garganta, consiguio  helar la sangre de alguno de los soldados y los habitantes de allí cerca, que  no estaban acostumbrado a los ruidos del ushino. No quería a nadie de aquel pueblo cerca de allí.

Corrio casi arrastrandose por el suelo, tratando tomar el franco del Jinnin tratando no ir de frente como habia hecho en la batalla anterior, buscando actuar distinto a como peleo con el en su primer encuentro, tratando seguir el consejo del profeta de sangre.

Sin esperar reacción de su enemigo, trató de tomar el brazo con el que se defendería de el, para tironerlo hacia su cuerpo, dejándose caer con su peso, buscando la posibilidad de darle una patada ascendente hacia su axila.
Esperando que fuera suficiente para darles una oportunidad a los demas.
 

hey esperen...

decia listo para alcanzar a sus compañeros en el palacio cuando era interrumpido de sorpresa por la mariposa de dido, entendia rapidamente el mensaje que le queria decir y sin pensarlo dos veces empezaba a correr en la direccion que le habia marcado la mariposa, imaginandose a donde le queria llevar.
el peor de los casos? burj encontro al jinni primero y... no no pienses en eso no lo hagas.... en el mejor... solo me manda a conseguir refuerzos... si eso debe ser

asi que rapidamente surcaba por el velo de la noche esperando llegar a tiempo 

Accipitris, sus soldados, y hasta Elihu soltaron un alarido, un grito de guerra. El Guneshadama bajó sobre Melkiel con su espada en mano, y los soldados junto al ex-mercenario empezaron a correr con sus escudos y espadas levantadas. 

Si llegasen a rodear el Jinnin, podrian atacarlo por todos los ángulos posibles. ¡Ni siquiera su resistencia física podría soportar tantos ataques consecutivos!

El Jinnin se mantuvo parado mientras Dido avanzaba contra el, ofreciéndole a la anciana una terrible sensación de deja vu de cuando habían tenido su primer enfrentamiento. De repente, antes de que esta pudiera abrazarlo, el Jinnin se movió, tomando impulso para salir del sitio donde estaba segundos antes de que el suelo fuese golpeado por el poder psíquico de Apolo y explotase, lanzando tierra en todas direcciones como si hubiera estallado una mina subterránea. 

Ignorando la aura psíquica de Dido, Melkiel levantó el brazo para golpearla en un costado, pero su golpe fue detenido a mitad del camino cuando Ameri, saliendo de la nada, le agarró por el brazo y le lanzó una patada a la axila. El Jinnin expresó lo que pareció una mirada de sorpresa, jalado su brazo para lejos de Ameri y saltando hacia atrás. Su brazo pendió sin fuerza por algunos segundos, Melkiel observando su extremidad con confusión, o curiosidad.

Su mirada fue llamada otra vez por el alarido de los soldados, que venían en su dirección corriendo rápidamente. El Jinnin no salió de donde estaba, pero levanto el brazo izquierdo, sus dedos doblados como si fuesen garras pero su palma volteada hacia abajo. Pequeñas partículas de agua empezaron a orbitar al rededor de su brazo y a acumularse en su mano en una velocidad alarmante, y de súbito, un chorro de agua, a una presión vertiginosa, fue disparado por Melkiel contra los soldados.

El chorro tuvo tanta presión que atravesó los dos soldados por la mitad, el agua volviéndose roja con sus entrañas, y llegó hasta Elihu que venía justo atrás, golpeándole en el pecho, abriendo la armadura que llevaba y proyectándole contra la pared detrás suya que terminaría agrietándose cuando su cuerpo chocase en ella y cayese en el suelo, sangre empezando a brotar de su herida en el pecho rápidamente.

Siguiendo las mariposas, Ashen llegó rápido a una calle completamente vacía, donde Burj, aun dentro de su caja, se chocaba repetidamente contra la pared de una vivienda como si estuviera sin rumbo.