Partida Rol por web

Justo en ese momento Hudson recordó el apellido. Maldita sea, casi lo había olvidado, me lo dijo aquel crío.

Disculpe, pensé que en este lugar se conocería todo el mundo. - Al menos le dio tiempo a recomponerse - Wilsner, Ambrose Wilsner. Supongo que tendrán al menos algún registro para cuando tienen que dar algún aviso o repartir el correo, si no conoce a la persona.

La cara de aquel individuo ponía la piel de gallina a Hudson.

Wisner... mmmm. La verdad es que ese nombre me suena, pero se de que-dice el hombre con un tono cínico- quizas si me refrescase la memoria...

Abandono mi discreta posición, al fondo de la sala y me acerco a la mesa y apoyo mi mano con firmeza en esta mirando directaente a los ojos al hombre y con una seductora sonrisa en los labios.

-Entiendo...¿Y cuanto necesita que le refresquen?

Mmmm eso podríamos negociarlo usted y yo a losas señorita-dijo con una desagradable sonrísa.

Estoy tentada de sacar la pistola y apuntar en la cabeza a ese hombrecillo ridículo...mi mano se desliza en el bolso pero a duras penas me contengo...

-Sabe tan bien como yo que estamos hablando de dinero, sabandija. ¿Cuanto quiere?

Ustedes sabrán lo que vale Wisner y para que lo buscan, extranjeros-dice algo malhumorado

Tome digo sacando un billete de 5$*. Es mas de lo que gana usted en un día y lo sabe, así que no me venga con tonterías

El hombre agarra el billete pensativo y se lo guarda en un bolsillo.

-Bah, no deberían estar por aquí. Ese tal Ambrose no se donde está pero pueden preguntarle a su madre. La casa de los Wilsner está a las afueras del pueblo a la sombra de aquella colina que se ve tras la iglesia. Ahora lárguense y no me molesten-dice poniéndose el cigarro en la boca y expulsando el humo por la nariz.

Para asombro de Hudson, la señorita Samantha es capaz de sonsacar la información rápidamente.
Creo que hubiera sacado la información igual de rápido, pero mis nudillos hubieran quedado algo lastimados. Pensó de forma socarrona. Pero el gesto en la mirada de aquel tipo le hizo dudar por un instante. Algo no me gusta de este tipo.

Os dais cuenta de que Olden no esta contando todo lo que sabe...

Peter estuvo a punto de saltar hacia el hombre cuando le dijo eso a Samantha, pero al ver que ella mismo le paraba los pies se contuvo. ¿Como alguien podía tomarse con tanta calma el secuestro de un niño? Aquello era una investigación oficial, deberían detener a ese tipejo...aunque pensándolo mejor no merecía la pena 

Lanzo una mirada de agradecimeinto a PEter, que parecía que iba a saltar sobre ese tipo cuando me insulto de ese modo. Luego vuelvo la mirada al funcionario de correos y con una sonrisa despectiva le digo:

-¿Sabe usted que aceptar sobornos como ha hecho en un delito federal? Sería una lástima que una periodista-digo recalcando el género femenino para que vea que me refiero a mi- se enterase de la noticia y la publicase.¿Quién sabe lo que pasaría con usted si esa información se publicase? Claro, perdería el empleo pero ¿sería solo eso? No lo creo... Actualmente se castiga muy duramente este tipo de delitos señor...-digo mirando la placa de su nombre- Olden.

Desde luego, podría olvidar todo esto si comienza a contarnos algo más

Hudson estuvo tentado durante un instante de sacar a aquel tipo del mostrador de un tirón y hacerle hablar, pero algo salió mal, intentó ponerse en posición para sorprender a aquel tipo pero se dio cuenta de que tenía demasiadas oportunidades de que saliese de su alcance. Para cuando buscó alguna manera de reducirlo había perdido su oportunidad.

Maldita sea, te estás volviendo lento Joseph.

Vale, vale-dijo el hombre igual de malhumorado, apagando el cigarro en el cenicero, y miro nerviosamente a la mujer que se le había encarado- mire, yo no quiero tener nada que ver con todo esto. El chico de los Wisner ha vuelto hace poco a Shavertown y esta viviendo en su casa con su madre... no se que es lo que buscan ustedes, pero la última vez que pase por allí para llevar el correo me pareció oir a un bebe llorando, pero como les digo no se nada mas así que lárgense de una vez y déjenme tranquilo.

Perfecto. MIro al hombre de arriba a abajo.

Más le vale mantener la boquita cerrada respecto a esta visita...y comprese algo bonito-digo saliendo dignamente por la puerta.

A ver si ahora Hudson tiene algo que decir...

Hudson salió de la oficina callado y sin ninguna gana de cambiar ese hecho. No había sido capaz de sacar información a aquel tipo, o por lo menos no de la forma que le ha funcionado muchas veces.
Sin decir palabra se dirigió al coche para asegurarse que estaba cerrado y después comenzó a andar para dirigirse a la casa que aquel tipo les había indicado. Desde luego parecía que estaban a punto de recuperar al bebé.

Algo bueno tenía que salir de esto.

Pensó, aunque el desánimo estaba haciendo mella en él.

La situación se desenvuelve rápido y parece que eficazmente. Espero en segundo plano junto a Peter y escucho cada palbabra que dicen tanto Hudson como la señorita Clakson. Pronto estamos de camino a casa del presunto secuestrador gracias a las hábiles armas de la dama.

-Es usted muy hábil, señorita-le digo amablemente a la bella mujer mientras continúo mi camino junto a ellos de camino a casa de ese tal Ambrose.

El tipo de correos parece haberse quedado algo cabizbajo, pero ha merecido la pena. Parece que pronto terminaremos con este entuerto.

Oye ¿estais seguros de que es buena idea ir asi sin mas? No se si fiarme de ese tipo ademas...todo esto me parece muy raro... primero las piedras del jardín de los Cornelisz, luego el diario de la criada y todo eso sin mencionar a la...cosa esa del puerto... no se que esta pasando pero no me gusta nada-dijo Blood mostrando preocupación por como se desarrollaba el caso, parecían estar a punto de encontrar al secuestrador pero todo aquello le parecía muy raro.

Gracias señor Sauch-respondo con unas sonrisa-ya sabe lo que dicen de nosotros. Somos el cuarto poder. Luego miro a Hudson dispuesta a decirle alguna ironia pero la reflexión de Peter me interrumpe. Frunzo un poco el ceño y saco un cigarrillo.

Estoy de acuerdo con Peter, debemos andarnos con cuidado...¿qué les parece si fingimos que se nos ha roto el coche y tenemos que hacer una llamada? Uno de vosotros se puede quedar fuera junto al auto, con el capó levantado por si tenemos que abandonar discretamente la escena fingir que lo ha conseguido arreglar...De este modo podemos enterarnos de alguna cosa antes de entrar como locos

No es la idea más original del mundo, pero podría servir