Partida Rol por web

Laureena se había quitado su armadura durante el vuelo y lucía un imponente uniforme militar de noche, típico traje del que los soldados de las casas más pudientes de Faerûn hacía gala en ocasiones especiales. Una casaca negra de terciopelo con hombreras con flecos dorados y unos pantalones inmaculados color crema. En el puente resonaron sus botas de caña alta al caminar hacia el grupo. Aún podía verse su sable con el guardamanos dorados y el símbolo del león en el pomo envainado al cinto con un fajín de color bermellón con bordados dorados.

No había mucha duda de que era la única militar profesional del grupo.

Tomó el vaso que le extendió Mikeala y lo aceptó de buen grado.

-Gracias, milady. Sois una excelente anfitriona. A vuestra salud. Y por el éxito de esta misión.

Bebió de un trago el Kaettin y pareció paladearlo con placer, mas no se detuvo en el gozo que le produjo el néctar. 

-Ser Autumnshield, coincido con Lady Edevane. Bowerstone es nuestra mejor pista. ¿Qué opináis al respecto?

Efrain se acercó al impresionante galeón con la boca abierta de par en par. Escuchaba las indicaciones de Stedman pero era incapaz de responder.
- ¡Increible…- ni siquiera pudo acabar la exclamación, tal era su asombro.

La cubierta en sí no era gran cosa, pero sentirse flotando a unos metros del suelo era una sensación… extraña. Como también lo era conocer al creador de aquella maravilla, el Prrrofesorrr Zigrrresky. Sin embargo, un navío volador y un gnomo chiflado no serían jamás rival para Lady Mikeala Edevane: noble, consejera real, hechicera y aventurera ocasional. Despojada de sus lujosas ropas más propias de la corte, lucía ahora un humilde atuendo ajustado que resaltaba aún más la perfección de su cuerpo y realzaba la belleza de sus facciones, un look tal que era capaz de quitar el mareo producido por el viaje aereo y robarle el sentido al paladín más beato.

- Oh, señor, ¿Dónde me he metido?

***** ****

Efrain miraba ausente a Zevran y Chafee con los brazos abiertos en la proa del navío mientras surcaban los cielos nocturnos. No sabía por qué, pero la escena le incitaba a pensar en Icebergs y navíos hundidos, algo harto improbable estando tan altos sobre el suelo.

Mikeala lo sacó de sus pensamientos al reunirlos a todos para brindar por el nuevo proyecto. Como bien sabían todos, en Barovia habían tenido suerte y habían vuelto todos con vida... Tal vez aquí ocurriera igual.

- ¡Porque volvamos todos con vida!- brindó haciendo un gesto inclusivo para el equipo al completo.

Ser Autumnshield, coincido con Lady Edevane. Bowerstone es nuestra mejor pista. ¿Qué opináis al respecto?

Efrain miró a quien acababa de hablar. La voz pertenecía a la Leona Roja, pero quien hablaba era una mujer joven, de pelo corto y rostro agradable. Habría sido una mujer guapa si hubiera invertido más tiempo cuidando su aspecto que su técnica marcial. El porte militar y su estilo de vestir hacían que en conjunto se encontrara ante una mujer que, a la vez, no lo era. Sin embargo, su austeridad y seriedad eran lo que el caballero necesitaba para centrar su mente en la misión.

- Si, creo que es el momento- asintió mirando a Laureena y agradeciéndole la intervención.- ¡Perdonad todos un momento, por favor! Creo que ha llegado el momento de hablar sobre nuestro cometido…-miró en derredor pensando que tal vez la cubierta no fuera un buen lugar para tratar esos temas.- Pero me parece que será mejor hacerlo abajo, en la Sala de Guerra.

En serio, ¿Quién le pone el nombre a las salas?- se preguntó mientras bajaba las escaleras y entraba en la sala. Esperó un poco a que hubieran bajado todos y les dejó un poco más de tiempo para que terminaran las chanzas y comentarios que habían iniciado en la cubierta o en las escaleras.

- Ahem…- carraspeó para llamar la atención, aunque aún tuvo que esperar unos segundos hasta que Zevran y Chafee acabaran de reirse.- Muy bien, ¿Estamos todos?

La sala era grande, pero no parecía diseñada para albergar en su interior a tanta gente y a Bam Bam.

- Empecemos: Creo que todos somos conscientes que nos estamos jugando la vida en esta empresa, pero me consta que no todos saben para qué nos hemos alistado. Señores, señorita- dijo refiriéndose principalmente a los cinco, la princesa Megania del reino de Amnaria, futura esposa del principe Haeldorn, ¡ha sido secuestrada! Los hechos han ocurrido durante el viaje desde Puerto Jade hasta Pallisade. Hasta donde sabemos, los perpetradores cometieron el secuestro en el paso de los Vientos Aullantes, en la cordillera conocida como el Cinturón de Piedra.

Dejó unos segundos para que asimilaran todo lo dicho hasta ese momento pues sabía lo que pasaba: aún no eran conscientes del riesgo que entrañaba la misión, más allá de pasar un poco de frío en las montañas. 

Un poco más… Un par de segundos más… Sí, yo creo que ya está bien

- Y fue llevado a cabo por Gigantes. Sí, como lo oyen: Gigantes. Es en este hecho donde radica la verdadera peligrosidad de la misión.

Volvió a mirar a sus compañeros. Las caras de la mayoría habían cambiado y se podía entrever algo de pánico.

- El señor Stedman no tiene un pelo de tonto: ha elegido a unos presos condenados a muerte y les ha conmutado esa pena por la posibilidad de dar su vida por su país… (entiéndase, el país de Stedman). Por ese motivo, y a pesar de lo que ya hemos hablado en privado en el habitáculo de reuniones número cinco, os doy a todos la oportunidad de abandonar el barco. Literalmente. Quien no esté dispuesto a cumplir con lo acordado, puede saltar del barco ahora mismo y acabar con su contribución a la misión.

Nueva pausa. Alientos contenidos. Murmullos. Nerviosismo. Alzó una mano para llamar la atención de la audiencia antes de seguir.

- Sin embargo, tal y como les dije, ustedes ya no son unos presos comunes. Tampoco son unos héroes desinteresados, no me cabe duda. Pero son mi equipo. Ahora todos somos compañeros y la vida de ninguno vale más ni menos que la de los demás. Por eso les vuelvo a pedir que se queden a mi lado: no por lo que les haya prometido el señor Stedman, ni por el honor o la gloria. No por la grandeza de la corona ni del país. Se lo pido porque, sin su ayuda, una joven inocente morirá y con su muerte comenzará una guerra en la que morirá incluso más gente inocente. Necesito su ayuda para hacer lo correcto. Haganlo y yo mismo estaré en deuda con ustedes. No me importa su pasado, ni me importa el motivo que les llevó a prisión. Mientras estemos embarcados en esta misión, todo eso está de más. Su pasado, señores, es lo que ha hecho de ustedes un activo valioso para esta empresa y es lo que yo defiendo: la posibilidad de hacer algo bueno con nuestras vidas, aunque solo sea una vez.

- En definitiva, señores y señorita: Quédense conmigo ¡y ganaremos!

Poco antes de ir al lugar la madre superiora aprovechó para asegurar que llevaba todas sus cosas encima, también para cargar aquel anillo con algunos hechizos por lo que pudiese pasar. A pesar de todo el anillo tenía un límite así que tuvo que conformarse con unos pocos.

Al llegar al lugar donde se encontraba aquel enorme galeón volador Celestina necesitó algunos segundos extra para terminar de mirar bien a aquel navío. -Joder, si quería tripiar ya podía haberme quedado en casa y hacerme una ensalada de setas alucinógenas. -Pensó nada más terminó de hacer aquella revisión. ¿Acaso aquel reino tenía cualquier cosa que se pudiese imaginar? A este paso así lo creería. Sin dudas debió haber pedido mucho más en el trato para salvar a la niñita de manos de los gigantes.

Una vez arriba deambuló un poco por cubierta, escuchando lo que aquel par andaban diciendo mientras ella anotaba más cruces en su lista negra. Tarde o temprano todo se devolvía. Tarde o temprano. Decidió no meterse demasiado de por medio al ver que Mikeala ya se había acercado a darles un aviso a estos aunque se veía venir que esa charla no haría su función. Cuando si se metió de por medio, tal vez por la elevada tasa de alcohol en vena a esas horas, fue cuando Billy comenzó a tocar la flauta tan alegremente para aquel dúo dinámico.

-Mira tú, el flautista de de Hamilton. Hambolsón. Ham... Yo que se. De algo.-

Aquello le trajo recuerdos de cierta irritante gaita que parecía estar hasta en la sopa. Aunque irónicamente, ahora echaba de menos ese sonido. ¿Sería que aquel instrumento tendría efectos adictivos cual mala droga? No lo descartaba. En cualquier caso aquello era lo de menos, lo importante ahora es que se acercó al músico para agarrar aquel instrumento.

-Déjame a mi que yo controlo de esto. Tuve un gaitero pegado a la oreja durante un largo tiempo así que algo se ha tenido que quedar.-

Sin más se dispuso a imitar aquella melodía. Para sorpresa de los presentes su versión era superior en todos los sentidos.

Tras aquella demostración de sus habilidades le devolvió la flauta a aquel tipo, dándole un par de palmaditas en el hombro a lo "ya le irás pillando el truco", antes de aceptar la copa de Mikeala la cual se bebió de un trago porque a esas alturas una copa más una menos no haría diferencia.

-¡Por la hoguera que voy a hacer con esos descerebrados del hielo y con el trasero de Stedman por enviarnos a limpiar sus cagadas!-

Con estas palabras lanzó el vaso por la borda, siguiendo a Efrain hacia la sala donde se reunirían para planear la estrategia.

Una vez allí buscó un lugar cómodo, dejándose caer para escuchar como el bueno de su compañero usaba su labia para poner más de su lado a aquellos forajidos. Por su parte la madre superiora bostezó como si tanto alcohol le estuviese comenzando a dar sueño, aunque aun podría mantenerse en pie. También, en ese momento, se acordó de Yuri. De haber sabido todo esto habría ido para arrastrarla con ellos a aquella misión.

-Debimos hacer una parada para traernos a la loca de las tartas. Seguro que hacía bien de carnada con esa dieta azucarada que tiene que llevar.-

Antes de bajar al Salón de la Guerra, Chafee se rascó la orejota con gesto pensativo.

-Billy y la monja han tocado la misma melodía celta... ¿Será algún tipo de mensaje cifrado...? ¿Un código musical...? ¿O un simple duelo de intérpretes? ¿Es en realidad mitad monja, mitad bardesa? Hmmmm... Sospechoso. Debo investigar...

Hizo ademán de sacar su sombrerito fedora para convertirse una vez más en Detective Chafee, pero la convocatoria del paladín le hizo mascullar algo entre dientes y posponer sus pesquisas.

* * * * *

@Efrain: El señor Stedman no tiene un pelo de tonto: ha elegido a unos presos condenados a muerte y les ha conmutado esa pena por la posibilidad de dar su vida por su país… (entiéndase, el país de Stedman). Por ese motivo, y a pesar de lo que ya hemos hablado en privado en el habitáculo de reuniones número cinco, os doy a todos la oportunidad de abandonar el barco. Literalmente. Quien no esté dispuesto a cumplir con lo acordado, puede saltar del barco ahora mismo y acabar con su contribución a la misión.

Chafee alzó la manita ratonil al final del discurso de Efrain.

-Pregunta: ¿Con literalmente se refiere a saltar en mitad del vuelo? Porque si es así, es una trampa.-, dijo cruzándose de brazos e intercambiando una mirada de suspicacia con sus compañeros de prisión.

Zevran cerró uno de sus puños y asintió enfáticamente a las palabras de Efrain.

-¡Cuente con nosotros, Capi! ¡No le fallaremos!

Abrazó a Chafee con tal fuerza que el roedor boqueó buscando desesperadamente aire.

El enorme Bam Bam, que rozaba el techo de la sala con su testa, no asintió. Tampoco negó. Se limitó a observar a Efrain fijamente.

-NO ESTOY AQUÍ POR LA PRINCESA. NO ESTOY AQUÍ POR REINOS DE HOMBRES O ELFOS. NO ESTOY AQUÍ POR HOMBRECILLO DE LATÓN. ESTOY AQUÍ PORQUE DEBO ESTAR...

Ya volvía a ponerse místico.

-BAHAMUT DICE... AQUEL QUE PERMANECE A MI LADO EN LA BATALLA ES MI HERMANO... EXCELENTES ENEMIGOS NOS AGUARDAN, HOMBRECILLO. GRANDES COMO ÁRBOLES NEVADOS. FUERTES COMO UN VENDAVAL. RABIOSOS CUAL TORMENTA DESATÁNDOSE EN EL MAR. MAS MIENTRAS BAM BAM PERMANEZCA A TU LADO, PODRÁS MIRAR A LA CARA AL HURACÁN...

Bam Bam dejó caer su manaza escamosa en el hombro de Efrain y por un momento pareció que iba a arrancarle la cabeza al paladín de un bocado.

-...Y GANAR-.

No era un orador nato, pero cuando te hablaba, sentías algo indescriptible en el interior. Una especie de ardor guerrero recorrerte de la cabeza a los pies.

Comadreja permaneció en un discreto segundo plano durante el discurso de Efrain. Al menos, hasta que mencionó los detalles de la operación. Fue entonces cuando, emulando a Chafee, alzó la mano.

-Eh... Capitán. Con el debido respeto... Ha mencionado el Cinturón de Piedra y el Paso del Viento Aullante. Si creen que en aquella zona hay gigantes, le aseguro que están en lo cierto. Pero lamento decirle que será imposible localizarles...-, dijo bajando el tono de su voz.

-La ventisca cubre su rastro-.

Chafee se aproximó sigiloso a Celestina con su sombrerito fedora ya situado en la testa. 

-Debimos hacer una parada para traernos a la loca de las tartas. Seguro que hacía bien de carnada con esa dieta azucarada que tiene que llevar.-

-Hmmmm... Loca de las tartas... No abundan muchas de esas por aquí...-. Chafee se llevó un mondadientes a las paletas y jugueteó con él antes de quitárselo y simular que daba una calada al aire.

-¿A quién se refiere, muñeca? Por cierto... Le he escuchado dar el concierto nocturno de flauta dulce antes, en la cubierta. ¿Formación musical en el coro del convento, hermana? Fuuuuuuuuu...-. Arqueó una ceja mientras repetía el gesto con el mondadientes y soplaba aire al rostro de Celestina. Debía imaginar que estaba expulsando una vaharada de humo noir.

-Fuuuuuuuuu-. Parecía haberle cogido el gustillo a eso de expirar aire en el rostro de sus interrogados.

Efrain miró a sus hombres con orgullo. Seguían allí sabiendo las circunstancias de la misión. Eso ya era algo.

 ¿Con literalmente se refiere a saltar en mitad del vuelo? 

- Sí, en efecto señor Chafee. Pero no es una trampa. Sabiendo a qué nos enfrentamos, alguien que no esté dispuesto a cubrir las espaldas de sus compañeros tendrá más posibilidades de sobrevivir a una caída desde aquí que de sobrevivir en nuestro enfrentamiento con los gigantes.

Observó entonces a la gran sierpe dorada. A pesar de su impresionante tamaño y musculatura, el caballero no tenía miedo de él pues había captado desde el primer momento la esencia del bárbaro. Él vivía por y para la batalla, cuanto más heroica mejor. Este reto al que se enfrentaban estaba hecho a su altura… casi con todo el significado.

- Gracias, Bam Bam. Sé que contigo a nuestro lado, Bahamut nos guiará a batallas gloriosas- agradeció el paladín con honestidad.

Una voz tímida se filtró suavemente en la conversación, terminando con el intenso momento B.B.

Eh... Capitán. Con el debido respeto... Ha mencionado el Cinturón de Piedra y el Paso del Viento Aullante. Si creen que en aquella zona hay gigantes, le aseguro que están en lo cierto. Pero lamento decirle que será imposible localizarles...-

Miró a la joven rastreadora a los ojos. Había algo en su comportamiento que hacía sentir al caballero que conocía bien las montañas… o a sus habitantes naturales. La primera vez que mencionó a sus enemigos delante de ella, pudo sentir cierto brillo en su mirada. En aquel momento lo interpretó como temor, pero ya no estaba tan seguro de que se tratara de eso.

- Gracias por la puntualización, señorita Comadreja- agradeció con una inclinación de cabeza.- ¿Alguna sugerencia para solventar ese problema, caballeros? ¿Damas?…

Miró a unos y a otras, aguardando unos segundos antes de continuar.

- Habiendo supuesto que eso sería un problema, he pensado en dos posibles soluciones: 

>> Por un lado tenemos el pueblo de Bowerstone- desplegó un mapa sobre la mesa y señaló su ubicación.- Allí deberíamos encontrar a un informante del señor Stedman que tal vez haya averiguado el paradero de la princesa o la ruta tomada por los secuestradores. 

>> En segundo lugar, tenemos a la misma ventisca. En condiciones normales sería un problema, por supuesto. Pero estas no son condiciones normales- comentó haciendo un ademán que englobaba todo el barco.- Profesor Tchaichowsky, ¿cree que la Serendipia podría volar por encima de la ventisca que generan nuestros enemigos al moverse? De esa forma podríamos encontrarlos o seguirlos hasta su guarida como quien sigue un camino de baldosas amarillas o un rastro de migas de pan- sugirió.

¡Maldito Efrain! Cómo sabe ganarse aliados. Me pregunto si alguna vez usó esas habilidades conmigo...  Resultaba tentadora la oferta de saltar hacia la libertad, pero la situación que estaba presentando el paladín era de lo mas desalentadora. Me acababa de liberar de una muerte segura que apenas conocía hasta que llegaron, además, se volvia a reunir el equipo pese a mi anonimato. Mikeala estaba cuánto menos mas espectacular y más madura que nunca. Pero había algo que empezaba a preocuparme más que nada, y es que Celestina parecía estar sufriendo un problema parecido al que tuve yo hace unos años. 

La monja se encontraba en un estado de embriagadez constante y parece que había empeorado desde que la ví por última vez. Talvez hubiese llegado el momento de devolverle el favor que me hizo tiempo atrás. El espectáculo de la flauta no hizo más que confirmar mis sospechas. No distiguía el auténtico arte de un mero intento de dar la nota, y de forma triste y pésima. Eso me dolía.

Esa copa de vino me había sentado de maravilla y, por suerte, no parecía ansiar más. Eso me dio seguridad en mí mismo y empezaba a dudar sobre la idoneidad de mantener oculta mi identidad. Pero todavía albergaba dudas acerca de mí, asi que prefiero mantener la discreción, de momento. Lo que si que tenía claro es que los acompñaría a Bowerstone y, desde allí, ya se vería.

Durante la reunion mantuve un perfil bajo. Me llamó especialmente la atención el comentario de Comadreja, parecía conocer bastante la zona a la que nos dirigíamos. Me guardé la información para preguntarle después, cuando tuviese porfín un instante de intimidad con ella. Lo que más me apremiaba era tener un intercambio de palabras con Efrain, queria saber qué tenía planeado para con migo.

Entonces se me ocurrió una pregunta:

- Ejem... entonces... Capitán ¿Llegaremos a Bowerstone con este maravilloso barco anunciando nuestra llegada a bombo y platillo? ¿O entraremos discretamente para no llamar la atencion? Con la ayuda de estos dos, - Señalo a Chafee y a Zev - Podríamos montar un pequeño espectáculo musical que congregase a la gente del pueblo, dándoles a ustedes la oportunidad de hacer las preguntas adecuadas sin tener la atención de los demás. - Mis ojos brillaban bajo el ala de mi sombrero ante la idea de volver a actuar frente a un público.

- Gracias por la puntualización, señorita Comadreja- agradeció con una inclinación de cabeza.- ¿Alguna sugerencia para solventar ese problema, caballeros? ¿Damas?…

(...)

Profesor Tchaichowsky, ¿cree que la Serendipia podría volar por encima de la ventisca que generan nuestros enemigos al moverse? 

El gnomo loco se atusó su encrespado y asilvestrado bigotazo y frunció su frondoso ceño antes de replicar a la cuestión previo alzamiento de un enguantado dedo docente.

-Me alegrrrra...

Consideró que no estaba a la altura apropiada y tomó un taburete para que sus palabras llegasen a todo el auditorio. Se subió en él y volvió a alzar su docto dedo.

-¡Me alegra sobrrrremanerrrrra que me haga esa prrrrregunta, Herr Autumnshield! Perrrrmítame adverrrrtirrrrle que la Serrrrendipia es única entre sus parrrres. No en vano es una obrrrrra maestrrrra de ingenierrrría de prrrrecisión gnómica en un arrrrmazón de rrrrobusta maderrrra de rrrrobles élficos y acerrrro forrrrjado por maestrrrros herrrrrrrrrrrerrrrrrrrros enanos. ¡Podrrrría enfrrrrrentarrrrrse a una crrrrruel torrrrrmenta en el cénit del cielo y salirrr victorrrriosa cual Valquirrria a lomos de un pegaso!

El Profesor hablaba con verdadera devoción de su nave. No era para menos.

-Si esos gigantes ocultan su rrrrastro tras una especie de ventisca, podemos seguirrrrles a trrrravés de mi muy avanzado invento de prevención meteorrrológica...

Los cristales de sus gafas centellearon cuando las lenguas de fuego de los candelabros que había diseminados por la estancia se reflejaron en sus ojos.

-¡¡¡EL CAZADORRR DE TORRRMENTAS STORMHUNTER TCHAICHOWSKY MK3!!!

La enfática pronunciación del Profesor unida al sugerente nombre de su invención sumió a los presentes en un absoluto suspense.

-En esencia, y porrr no fatigarrrrles con explicaciones que a todas luces no entenderrrrían, es un detectorrr de anomalías atmosférrricas. Si lo que la jovencita dice es cierrrto, podrrríamos detectarrrr el rrrrastro del enemigo gracias al STORMHUNTER con una prrrrecisión del noventa y ocho porrr ciento-, dijo muy satisfecho de poder lucir una de sus múltiples invenciones estrafalarias.

Comadreja arqueó una ceja con manifiesto escepticismo.

-Creo que no me he explicado bien, Profesor... No vamos a seguir una ventisca natural. Ellos... Ellos son la ventisca-, dijo tajante, como sintiéndose incomprendida. Quizás no fuese demasiado buena explicándose. O quizás es que no quería explicarse demasiado bien. Fuera como fuese, Comadreja pareció calibrar qué decía a continuación y cómo lo decía.

Sus ojos pardos se clavaron en Efrain antes de intervenir de nuevo.

-Voy a decirle algo, Capitán. No hay nadie en todo el Cinturón de Piedra que atisbe en la lejanía una ventisca y no salga corriendo por su vida. No cuestiono que esta... esta nave sea una maravilla de la tecnología gnómica. Solo digo que lo que sugiere el Profesor es una auténtica locura. Una ventisca en el valle del paso del Viento Aullante es algo aterrador... La ventisca que acompaña al clan de gigantes que habita allí es mucho peor.

Laureena adoptó un gesto pensativo tras escuchar a Comadreja, pero no intervino sino después de escuchar a Billy.

- Ejem... entonces... Capitán ¿Llegaremos a Bowerstone con este maravilloso barco anunciando nuestra llegada a bombo y platillo? ¿O entraremos discretamente para no llamar la atencion? Con la ayuda de estos dos, - Señalo a Chafee y a Zev - Podríamos montar un pequeño espectáculo musical que congregase a la gente del pueblo, dándoles a ustedes la oportunidad de hacer las preguntas adecuadas sin tener la atención de los demás.

-Profesor, ¿la Serendipia puede acercarnos a Bowerstone y... aterrizar en las cercanías? La maniobra de distracción que sugiere el señor Banjo no me parece mala idea. Los señores Val Thaali y McCheese podrían despejar el camino con alguna de sus argucias. Capitán, quizás debiera designar un pequeño grupo de reconocimiento. Se moverá más rápido y llamará menos la atención. ¿Qué opina, señor?

La Leona Roja no daba puntada sin hilo. Siempre apuntaba un nuevo matiz táctico. Mente militar, sin ninguna duda.

Un momento... ¿Había llamado a Chafee "señor McCheese"?

-Gracias por desvelar mi apellido, Miss Harrington. ¡Tcht! Polis... Siempre jugando con los datos personales de los reclusos...-.

Chafee suspiró con resignación por un momento, aunque para demostrar que estaba atento a la conversación volvió a alzar la manita.

-Voluntario para eso del reconocimiento-, dijo rascándose los bigotes. -Soy pequeño, rápido y escurridizo. Ninguno de los aquí presentes es más escurridizo que yo.

Hablaba con orgullo y plena confianza en sí mismo.

- Ejem... entonces... Capitán ¿Llegaremos a Bowerstone con este maravilloso barco anunciando nuestra llegada a bombo y platillo? ¿O entraremos discretamente para no llamar la atencion? Con la ayuda de estos dos, - Señalo a Chafee y a Zev - Podríamos montar un pequeño espectáculo musical que congregase a la gente del pueblo, dándoles a ustedes la oportunidad de hacer las preguntas adecuadas sin tener la atención de los demás.

-Me mola cantidubi ese plan, Billy Bob. ¡Chócala! ¡PSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!

Zevran echó uno de sus brazos por el cuello a Billy en gesto inequívoco de compadreo y apuntó con uno de sus delgaduchos dedos a Efrain.

-Capi, si necesita una maniobra de distracción, somos sus hombres. 

-Profesor, ¿la Serendipia puede acercarnos a Bowerstone y... aterrizar en las cercanías?

Zigresky lució entonces su sonrisa maníaca.

-Porrrr supuesto, fraulein Harrington. La Serrrendipia puede desplegarrrr a sus efectivos cerrrca del objetivo sin comprometerrr su posición en vuelo...

El gnomo loco empezó a reír haciéndose el interesante.

Mikeala siguio muy de cerca la conversación pero sobre todo las afirmaciones del Profesor. -Disculpe profesor la STORRRRMHUNTER TCHAIKOUSKY MK3! Usa patrrrrrones de seguimiento logarrrrritmico?... Me rrrrrresulta destacable el grrrraaaado de prreeeeecisión, ese acento es pegadizo- Luego se quedó callada viendo como todos la miraban y pensaba. "¿Que diablos dijiste Mikeala?.... Carajo Stan, esta diadema es jodidamente buena.

No hay nadie en todo el Cinturón de Piedra que atisbe en la lejanía una ventisca y no salga corriendo por su vida

Lo sinto, a lo que nos compete, !Que bueno que nosotros no somos del cinturón de piedra¡, porque si tuvieramos que salír corriendo de la ventisca sería muy dificil cumplir la mision. 

Me parece una gran idea el grupo de reconocimiento, me apunto. No se si diría que paso desapercibida, pero a la hora de conseguir información saben que soy el As de este equipo.

Efrain escuchaba a sus compañeros atentamente, asintiendo interesado a sus comentarios.

Una ventisca en el valle del paso del Viento Aullante es algo aterrador... La ventisca que acompaña al clan de gigantes que habita allí es mucho peor.

De nuevo, esa intensidad en su mirada y en su voz…

- La creo, señorita. Y eso me ha dado una idea. Profesor, ¿Puede esa máquina suya, esto… calibrarse? Tal y como apunta nuestra jefa de exploradores- señaló a Comadreja,- no estamos buscando una ventisca normal. Eso puede facilitarnos en gran medida nuestro trabajo si consigue usted que su novedoso invento detecte esas ventiscas especiales o al menos pueda discriminar las normales. ¿Qué me dice?

>> Además, no pretendo convertir a la Serendipia en una Valkiria. No es necesario que la nave atraviese una de esas tormentas sino que la siga a una distancia prudencial. Todos sabemos distinguir una tormenta en el horizonte, ¿verdad? Pues lo que quiero es seguirla para que nos conduzca a la guarida de los secuestradores.

Efrain se quedó un segundo pensativo mirando al gnomo fijamente antes de añadir:

- Profesor, cree usted que podría idear algún aparato que interrumpiera temporalmente el flujo de una de esas ventiscas especiales. Me refiero a que si ellos pueden crearla, ¿Podríamos nosotros detenerla aunque solo fuera unos minutos? De ser así nos daría una ventaja táctica increible. ¿Una bomba detonada en el ojo de la tormenta? ¿Un inhibidor de frecuencias ventiscales? ¿Un calentador portátil?…

Ejem... entonces... Capitán ¿Llegaremos a Bowerstone con este maravilloso barco anunciando nuestra llegada a bombo y platillo? ¿O entraremos discretamente para no llamar la atencion?

Profesor, ¿la Serendipia puede acercarnos a Bowerstone y... aterrizar en las cercanías? La maniobra de distracción que sugiere el señor Banjo no me parece mala idea. 

- Interesantes cuestiones que me llevan a un punto escabroso que me gustaría tratar antes de llegar: Los informes muestran que hay varias rutas para llegar desde Puerto Jade hasta Pallisade, y la ruta de las montañas no es ni de lejos la más corta, la más segura ni la más turística. Lo que quiero decir es que se eligió ese camino precisamente para evitar incidentes como el que ha ocurrido. Entonces… ¿Podría alguien decirme cómo supieron los secuestradores por dónde pasaría la comitiva?

Miró de nuevo a sus compañeros en el silencio que acompañó a sus palabras. Uno a uno.

¿Espias?- dijo alguien no muy convencido.

- Espías- corroboró el paladín.- Todo apunta a que estaban al tanto de la ruta y eso quiere decir que alguien se lo dijo. El espía, sea quien sea, debe estar tanto en Pallisade como en Bowerstone. Por lo tanto creo que es de vital importancia mantener esta nave oculta de ojos desconocidos tanto como nos sea posible. Continuando pues la pregunta de la señorita Laureena, ¿Hay alguna forma de acercarnos al poblado sin que descubran la embarcación?

Observó el mapa sobre la mesa, estudiando la orografía del lugar y buscando una forma de "atracar" sin ser vistos. 

Disculpe profesor la STORRRRMHUNTER TCHAIKOUSKY MK3! Usa patrrrrrones de seguimiento logarrrrritmico?... Me rrrrrresulta destacable el grrrraaaado de prreeeeecisión, ese acento es pegadizo-

El Profesor Zigresky miró visiblemente entusiasmado a Lady Edevane.

-¡Rrrrrresulta que la dama habla el muy ásperrrro mas arrrrrrebatadorrrrr idioma gnómico! ¡JA! ¡Puede que no tengamos el aterrrrrciopelado y almibarrrrado acento de los elfos o la cantarrrina prrrrronunciación de los medianos, perrrrrro a la horrrrra de hablarrrrr de política, no hay mejorrrrr lenguaje que el gnómico! Eso, y parrrra dar amables orrrrientaciones a turrrristas, clarrrro. 

El gnomo loco carraspeó y se mesó su espesa y negrísima barba antes de replicar.

-El STORRRRRRMHUNTERRRRRRRRR no fallarrrrá en su prrrropósito. Además, sospecho porrr las palabrrrras de la joven y rrrrrecientemente ascendida jefa de rrrrrrastreadorrrrrrres que la ventisca que acompaña a esos gigantes es de una magnitud considerrrrable. ¡Les detectarrrrremos desde el airrrrre, Herrrr Autumnshield!

Profesor, cree usted que podría idear algún aparato que interrumpiera temporalmente el flujo de una de esas ventiscas especiales. Me refiero a que si ellos pueden crearla, ¿Podríamos nosotros detenerla aunque solo fuera unos minutos? De ser así nos daría una ventaja táctica increible. ¿Una bomba detonada en el ojo de la tormenta? ¿Un inhibidor de frecuencias ventiscales? ¿Un calentador portátil?…

Zigresky pareció sumirse en una serie de complejos cálculos matemáticos en una pizarra que había desperdigada en la habitación. Escribía a velocidad de vértigo y si uno prestaba una mínima atención a sus razonamientos podía sufrir una fractura de pensamiento. 

-Fassssscinante... Hipotéticamente hablando, podrrrrrría trrrrabajarrrrrr sobrrrrre el modelo del Storrrrrrmhunterrrrrr para trrrratarrr de aprovechar el influjo de la ventisca en nuestrrrro favorrrr... Perrrro me temo, Herr Autumnshield, que si la ventisca obedece a fuerrrrrzas mágicas esté más allá de nuestrrrra comprrrrensión... ¡No obstante! ¡Soy un científico! ¡Doblegarrrré a la Madrrrre Naturrrrrraleza, Herrrrr Autumnshield! ¡Me pondrrrrré manos a las obrrrrra!

 La creo, señorita. Y eso me ha dado una idea. Profesor, ¿Puede esa máquina suya, esto… calibrarse? Tal y como apunta nuestra jefa de exploradores- señaló a Comadreja

Comadreja se ruborizó por un instante cuando el dedo de Efrain la señaló, acompañado de las palabras "jefa de exploradores". Estaba confiando en ella sin dudar, y eso la sobrecogía y abrumaba. La última vez que alguien confió en ella, le falló...

"Quili...".

La imagen acudió a su mente vívida y aterradora. También el alarido que la persiguió. Palideció y agachó la mirada mientras Zigresky, entregado a la causa, divagaba en sus absurdas teorías. Tenía que alejarla de su mente lo antes posible o volvería a sufrir un ataque de pánico, como tantas otras noches en el pasado. Tenía que resistir. Más tarde tendría tiempo de mortificarse.

"Reponte. Rápido. Inspira y contrólate".

-No se puede domar la furia de la Madre Naturaleza-, acotó con cierta brusquedad, mirando con dureza al gnomo.